Tesis doctorales de Ciencias Sociales

MODELO PEDAGÓGICO PARA EL PROCESO DE EDUCACIÓN COMUNITARIA

Aida Rosa Gómez Labrada
 




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1.3. Diagnóstico de la situación actual del proceso de educación comunitaria en la provincia de Las Tunas

La determinación del estado actual del proceso de educación comunitaria tuvo lugar en las investigaciones realizadas por la autora en el Proyecto Educación y Transformación de la Comunidad. Proyecto Girasol. Sus resultados revela el necesario perfeccionamiento no sólo para la reelaboración de las categorías sino para articular en las comunidades un proceso educativo que promueva una educación comunitaria. Se plantea como indicadores:

• La concepción de la educación comunitaria.

• Características de la intervención social.

• Participación de los comunitarios en la solución y determinación de sus necesidades.

• Métodos y vías que se emplean en el accionar comunitario.

• Percepción y valoración social.

• Las contradicciones que prevalecen en este proceso.

Para valorar las formas y vías de realización del trabajo educativo en las comunidades por parte de los funcionarios de organismos y organizaciones, desde lo exógeno, se aplicaron dos instrumentos de investigación: entrevista grupal a 72 participantes y una encuesta a 81 funcionarios provinciales y municipales (anexos 1 y 2). En las mismas se reflejan aspectos significativos:

• Las vías frecuentes de incidir en las comunidades se realizan a través de la planificación de actividades por cada organismo u organización, como parte de los planes estratégicos de las entidades, que generalmente no tiene en cuenta el protagonismo de los comunitarios.

• Usualmente el diagnóstico se realiza para obtener información por parte de los funcionarios que inciden en la comunidad.

• La participación de los comunitarios es pobre.

Es significativo valorar cómo en gran medida no se tiene en cuenta al planificar las acciones, las potencialidades y recursos de la propia comunidad en la solución de los problemas y satisfacción de las necesidades. Es pobre la preparación de los actores sociales de la comunidad para la continuidad del protagonismo social. Se valora como necesario profundizar en el desarrollo de una educación comunitaria donde se fomente la preparación para el proceso de autoeducación y que este se traduzca en un liderazgo desde la propia comunidad.

También se utilizó el método de observación de actividades planificadas y dirigidas por actores sociales que influyen en la comunidad en la circunscripción 18 del Consejo Popular I del municipio de Las Tunas (anexo 3). Se observaron dos actividades culturales y una de salud, esta última relacionada con infecciones de transmisión sexual.

En todos los casos se pudo constatar el pobre protagonismo de los comunitarios, porque los coordinadores y funcionarios de los organismos, generalmente no guían a los participantes hacia una posición protagonista, aunque realicen las actividades con técnicas participas. Lo anterior no favorece un proceso de concientización hacia la participación social, incidiendo en la pobre apropiación de sólidos conocimientos a través de un proceso formativo que favorezca la autodirección y un comportamiento social que identifique el compartir saberes en la propia comunidad.

Al valorar los resultados de la observación realizada en dos asambleas del Poder Popular en la provincia, en las cuales el trabajo comunitario resultaba la temática central (anexo 4), se pudo constatar en las exposiciones realizadas por delegados de los municipios Las Tunas, Majibacoa, Puerto Padre, Amancio y Menéndez; que las experiencias mostradas, a pesar de reflejar resultados positivos en tareas colectivas como construcción de viviendas, reforestación, actividades culturales, entre otras, mostraron débil diagnóstico participativo y protagonismo social de los comunitarios en la solución de los problemas.

Los problemas que se presentan en la comunidad son canalizados por los delegados de las circunscripciones con el grupo comunitario que lo integran representantes de organismos y organizaciones y algunos otros actores sociales. En las estrategias de intervención comunitaria prevalece lo sectorial, sin llegar a un abordaje integral, lo que denota pobre cultura participativa.

Existe una tendencia a la espontaneidad condicionada por las necesidades emergentes de la comunidad. Este orden de relación revela dificultades en la planificación y organización desde la propia comunidad.

En el análisis de los documentos de la proyección estratégica de Cultura, Deporte, Salud, Educación, Centro Universitario de Las Tunas y de las organizaciones de base de los CDR y de la FMC, se pudo constatar que existen acciones hacia la comunidad planificadas desde posiciones exógenas dirigidas hacia la solución de problemas localizados desde la percepción de cada entidad y sin el carácter interactivo y dialogado entre ellas.

Al analizar los informes de las prácticas docentes en cinco comunidades y ocho trabajos de curso de estudiantes de la carrera de Estudios Socioculturales de la Facultad de Ciencias Sociales, los resultados obtenidos reflejan el carácter verticalista de las acciones en la comunidad, lo que trasciende hacia una débil coordinación entre el tejido social que de alguna forma debe influir en la educación de la comunidad.

Se desarrollaron talleres vivenciales (anexo 5) con la participación de actores sociales y funcionarios en una comunidad de los municipios Las Tunas, Majibacoa, Manatí, Amancio, Colombia y Jobabo. Como resultado de estos talleres se constató que en las valoraciones que hacen de las relaciones y accionar de los comunitarios, reflejan las características funcionales a partir de su posición como integrantes de un determinado grupo, sin destacar los aportes que hacen los actores sociales en una interacción y comunicación dialogada. De ahí la necesaria organización en un proceso educativo comunitario que esté dirigido a que los actores sociales, desde sus propias realidades, tracen estrategias que promuevan la autoeducación y un aprendizaje social que trascienda hacia un liderazgo comunitario.

La validación de este proceso se apoyó fundamentalmente en el método de triangulación. Se obtuvieron datos y desde diferentes ángulos se posibilitó realizar cruces cualitativos y comparaciones que permitieron encontrar significados y reconstrucción holística en la lógica del objeto de estudio: el proceso de educación comunitaria.

Las insuficiencias detectadas en el territorio tunero con relación al protagonismo de los comunitarios permiten aseverar que en el estudio de las comunidades de la provincia, existen debilidades que afectan dicho proceso. Se materializan en tres tendencias fundamentales del proceso de educación comunitaria:

• Realización del trabajo comunitario con un carácter de intervención, entendida como “intrusión” sin el protagonismo de los comunitarios; un trabajo para y hacia la comunidad.

• La comunidad atravesada por varios proyectos o acciones de diferentes organismos, instituciones y organizaciones que a pesar de tener como objetivos una acción transformadora no llegan a convertirse en proyectos verdaderamente educativos.

• Falta de motivaciones y conocimientos por parte de los comunitarios para implicarse en un proceso educativo.

El contexto actual es favorable, se mantiene la necesidad de desarrollar la reflexión crítica en el sujeto social comunitario, este es uno de los retos epistemológicos vigentes para fundamentar el autodesarrollo. Su solución tiene consecuencias inmediatas en los enfoques metodológicos y praxiológicos de la educación en las comunidades, por lo que en las investigaciones que fundamentan el proceso de educación comunitaria, quedan las expectativas de cómo:

• Articular de manera coherente y armónica el rol de la comunidad, sus procesos complejos que permitan una construcción de los comunitarios en el contexto social, a partir del autodesarrollo.

• Alcanzar la armonía entre las instituciones que tienen la responsabilidad de la educación comunitaria y las estructuras comunitarias que permitan la coordinación de las acciones.

• Promover un trabajo comunitario de manera que en los gestores no prime la función de información, orientación y consultivista y sí asuman posturas que generen procesos participativos y protagonismo de la comunidad.

• Instrumentar estrategias que se correspondan con las necesidades y funciones sociales de la comunidad.

• Lograr eficiencia en las estrategias de evaluación en la labor educativa de la comunidad.

• Promover el trabajo comunitario y los mecanismos que tributan a un proceso educativo desde la comunidad.

• Articular la concepción de la unidad de la investigación y la praxis del proceso de educación comunitaria sobre la base de los métodos más avanzados que libren del empirismo.

• Articular los cambios en la sociedad cubana actual: estructura socioclasista, estilos de vida, nivel cultural y condiciones materiales a partir de la Revolución Energética.

Estas y otras interrogantes muestran un tránsito paradigmático del modo de actuación del tejido social que desde una perspectiva compleja en la diversidad, logre la integración de los actores sociales y su contexto y alcancen niveles superiores de aprendizaje para imprimir el sello distintivo de educación comunitaria a tono con la realidad cubana actual.

En los sucesivos capítulos se aborda un modelo pedagógico para el proceso de educación comunitaria y una estrategia educativa de promoción, expresando el protagonismo de los actores sociales de la universidad, los cuales a través de la extensión universitaria promueven un trabajo comunitario y desempeñan el rol de actores sociales decisores.

CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO I

• El análisis histórico del proceso de educación comunitaria, puso de manifiesto que este proceso ha estado sujeto a continuas modificaciones con el propósito de elevar su nivel de integración y hacia un proceso formativo, a fortalecer su base en la investigación con protagonismo de las universidades en la contribución a la solución de problemáticas sociales comunitarias.

• Las tendencias en cada etapa indican cómo se ha dado respuesta a la contradicción que se establece entre las exigencias de la sociedad con la comunidad y los aportes de esta a la sociedad, expresando la necesidad de profundizar en el proceso educativo desde la comunidad para su contribución a las exigencias sociales.

• Al valorar la situación de la educación comunitaria en Cuba se aprecian aproximaciones teóricas que tienen puntos de contactos al plantear el protagonismo de la comunidad y dejar al descubierto la necesaria implicación investigativa que propicie una complementación más acertada en la praxis y acción transformadora en las comunidades.

• El proceso de educación comunitaria tiene en su núcleo un sistema de categorías, identidad, cultura, comunidad, participación, entre otras, que al interrelacionarse revelan el potencial formativo y denotan el perfeccionamiento de los propios actores sociales que ejercen influencias hacia ellos y hacia el otro.

• Los resultados del diagnóstico causal en la provincia de Las Tunas corrobora que el proceso de educación comunitaria, desde la concepción vigente en las comunidades, no logra satisfacer las exigencias actuales de la sociedad.


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