Tesis doctorales de Economía


LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD PROFESIONAL DE LAS NORMALISTAS TLAXCALTECAS

Victoria Ramírez Rosales



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II. Las normalistas de educación primaria en Tlaxcala.

Este apartado intenta dar cuenta de las características de las estudiantes normalistas tlaxcaltecas. Al respecto nos interesó conocer ¿por qué llegan? y ¿quiénes llegan? a las normales, cuáles son los factores que están operando para que cierto tipo de población llegue a las normales y cuáles son las diferencias entre las estudiantes de la normal urbana y las de la normal rural.

Encontramos que la orientación profesional de estas estudiantes esta siendo influenciada por ciertos factores como son: su origen socioeconómico y las características actuales del mercado de trabajo. Los datos del cuestionario nos señalan que en su mayoría, estas estudiantes provienen de estratos socioeconómicos bajos y además las estudiantes de la normal rural son las más pobres de las pobres. Por tal razón podríamos conjeturar que la profesión magisterial además de ser una profesión feminizada es una carrera para mujeres pobres.

Históricamente las profesiones feminizadas, sobre todo las que tienen como esencia el “cuidado de los otros” han sido profesiones de “mujeres pobres”. Recordemos que fue en la época del porfiriato cuando un número considerable de mujeres se insertan al trabajo extradoméstico en las fábricas, talleres, oficinas, hospitales y en el magisterio (Porter, 2006). En este momento histórico no era bien visto que la mujer saliera del hogar para trabajar, de ahí que las que lo hacían era por una fuerte necesidad económica, eran “mujeres caídas en desgracia” como las viudas, abandonadas, huérfanas.

De tal suerte que estos trabajos se nutrieron de mujeres de estratos socioeconómicos bajos. En el caso particular del magisterio, las mismas características de la profesión (que fueron revisadas en el capítulo III de este trabajo) la hicieron una carrera especialmente afín a ciertos núcleos de población estudiantil que por su misma situación económica no podían sufragar una carrera larga y costosa. El imaginario social sobre la profesión magisterial ha constituido ciertos estereotipos sobre la misma: salarios poco atractivos, sin grandes exigencias de cualificaciones superiores, propia de mujeres.

Aunque habría que señalar las actuales transformaciones de la profesión, pues como observábamos en líneas anteriores, el normalismo privado comienza a ocupar un papel importante en la conformación del magisterio, existen estados en donde la formación de maestros esta mayoritariamente asistida por particulares. Estos hallazgos abren una veta importante para futuras investigaciones, por ejemplo seria interesante conocer las características de esta particular población estudiantil, quiénes son los formadores de estas normales, su fundamento curricular, etc.

En resumen, el propósito de este apartado es conocer los rasgos más generales que describen a la población normalista del estado de Tlaxcala; los factores que determinan su orientación profesional; las condiciones para escoger determinada institución rural o urbana para realizar sus estudios y los imaginarios construidos sobre la profesión. En este sentido, consideramos en este primer acercamiento con las estudiantes normalistas, utilizar un cuestionario que nos permitiera recolectar esta información. Además, buscamos que estos primeros datos arrojados por el cuestionario, nos proporcionaran los elementos necesarios para construir la muestra teórica para la fase del análisis cualitativo mediante entrevistas.

Constitución de la muestra y aplicación del instrumento

La aplicación del cuestionario se llevó a cabo con alumnas inscritas y activas en el ciclo escolar 2005-2006. Se aplicaron un total de 336 cuestionarios en ambas normales. En la normal urbana (NU) la actividad tuvo lugar en el mes de diciembre de 2005; fueron aplicados 193 cuestionarios, de los cuales 90 corresponde a estudiantes de primer grado y 103 a estudiantes de cuarto grado.

En la normal rural (NR) el trabajo se llevó a cabo en enero de 2006; se aplicaron 87 cuestionarios a estudiantes de primer año y 56 a estudiantes de cuarto año, dando un total de 143 alumnas encuestadas.

Considero interesante dar a conocer algunos pormenores de mi entrada a las normales, pues desde este momento distinguimos que estábamos en dos terrenos diferentes. En la NU el acceso fue a través de los directivos, los cuales me brindaron todas las facilidades para la aplicación de los cuestionarios. Por otra parte, a los estudiantes y profesores se les notificó del objetivo de mi presencia en el momento en el que iba a levantar el cuestionario para lo cual no hubo ninguna objeción por parte de ellos.

A diferencia de este escenario la entrada a la NR fue más complicada, tuvieron que pasar un par de meses en los que tuve diferentes acercamientos con la directora de la normal para que finalmente accediera a permitirme el acceso a las normalistas, pero con la advertencia de que si las estudiantes no aceptaban no se les podía obligar. En este caso fue necesaria la autorización del Comité Estudiantil para aplicar los cuestionarios.

También se tuvo que contar con el consentimiento de la planta docente, quienes, a decir del subdirector, estaban un tanto temerosos de la finalidad del cuestionario. Hubo necesidad de que conocieran el instrumento para que dieran su aprobación.

La forma de acceso al “terreno” de investigación, nos señala ciertas particularidades respecto a la toma de decisiones. Así tenemos que en la NU funciona una estructura vertical en donde las decisiones son tomadas, como se deduce -por lo que anteriormente reseñábamos- de manera jerárquica, los directivos son los que determinaron mi entrada sin tener la necesidad de contar con la anuencia de los profesores y alumnos. Con esto no sugerimos que todo se decida de esta manera, lo que si es claro es que para realizar la aplicación de los cuestionarios no hubo necesidad de consultarlos.

Condiciones totalmente contrarias en la NR, en donde al parecer las decisiones se consensan entre los distintos actores intervinientes: directivos, profesores y alumnas. Este contexto es resultante de la propia conformación de este tipo de normales, como lo anotábamos en capítulos anteriores, existe una organización regulada por una especie de autogobierno en donde las decisiones no pueden ser tomadas de manera unilateral, sino por acuerdos, que da un lugar especial a los estudiantes en la toma de decisiones.

Perfiles de las normalistas de Tlaxcala

En este apartado presentamos el análisis de los perfiles sociodemográficos de las estudiantes normalistas, construidos a partir de los datos del cuestionario que se les aplicó. Como ya señalábamos anteriormente lo que intentamos en este capítulo es explicar quiénes son las normalistas tlaxcaltecas y cuales podrían ser los factores que están orientando el proceso de su elección profesional.

En este sentido, las distintas variables que componen el cuestionario, se dividieron en dos bloques; el primero que refiere al perfil sociodemográfico de las normalistas urbanas y rurales: edad, estado civil, si tienen hijos o no, el tipo de comunidad de procedencia y su trayectoria escolar. Así como datos relacionados con el tipo de hogares de las normalistas: la escolaridad y ocupación de los padres y, el ingreso familiar. En la idea de conocer y caracterizar el origen social de este tipo de estudiantes.

El segundo bloque esta conformado por tres preguntas abiertas que dan cuenta de factores más subjetivos que guían la elección profesional. Con estas preguntas quisimos indagar las razones declaradas por estas mujeres para ser maestras, cuál es el imaginario construido sobre la profesión magisterial y los motivos específicos para elegir determinada normal rural o urbana para realizar sus estudios.

Urbanización del magisterio tlaxcalteca

Un dato interesante, que nos hace reflexionar sobre las diferencias de estas dos normales, es el origen geográfico de las estudiantes normalistas encuestadas, que puede verse en el mapa 1 del estado de Tlaxcala sobre las comunidades de procedencia de las estudiantes de la normal rural, en el que se resaltan las actividades económicas predominantes de estas poblaciones.

Una de las características de la NR es que recibe alumnas de otros estados de la república, hasta el ciclo escolar 1983-1984, la población estudiantil de esta normal era mayoritariamente foránea. Pero a raíz de un movimiento estudiantil, que generó graves enfrentamientos entre el gobierno del estado y las normalistas, el entonces gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, intentó cerrar la normal. Lo cual no logró llevarse a cabo dada la intervención de los padres de familia de las normalistas, que se opusieron y lograron su reapertura. A partir de entonces la entrada de estudiantes de otros estados esta limitada (25% foráneas y 75% de Tlaxcala) según nos informaron profesores de esta normal, pues suponen que son estas estudiantes “fuereñas” las que organizan la actividad política de la institución.

En el ciclo escolar 2005-2006, encontramos que en la NR hay un 68.5% de alumnas de Tlaxcala y el resto vienen de otros estados del centro, sureste y suroeste del país (Veracruz, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Hidalgo, Morelos). Del total de alumnas provenientes de Tlaxcala la mayoría lo hacen de localidades urbanas (68.8%) el criterio para determinar lo urbano o rural de las comunidades lo tomamos de INEGI, el cual establece que las poblaciones con un número menor de 2500 son consideradas rurales. Respecto a las estudiantes de otros estados, un poco más de la mitad (54.5%) provienen también de lugares urbanos.

De los 14 municipios de donde son originarias las normalistas rurales tlaxcaltecas, la principal actividad económica de la población tiene que ver con las actividades agrícolas y ganaderas, seguida por la actividad industria manufacturera y solo en un municipio (Totolac) la población se dedica a las actividades que tienen que ve con el sector educativo (véase mapa No.1).

La normal rural se encuentra en Panotla, una localidad que a más de ser considerada como urbana, se encuentra cercana (3 Km aproximadamente) de la ciudad capital. Lo que ha propiciado la concentración de estudiantes de las comunidades aledañas, sobre todo de la zona centro sur de la entidad (véase mapa No.1) que por la misma cercanía con la capital del estado se han beneficiado de los medios de comunicación y de los servicios con que cuenta. Son localidades que aun cuando la subsistencia económica de sus habitantes se basa esencialmente en actividades agrícolas o manufactureras son localidades bien comunicadas y con los servicios necesarios.

Finalmente estos datos nos llevan a dos reflexiones respecto a la NR: 1) la mayoría de las estudiantes provienen de comunidades rurales “urbanizadas” o integradas a los circuitos urbanos; 2) el sentido de lo “rural” de este tipo de normales tiene que ver más bien con la ocupación de los padres y con los ingresos familiares, en el sentido de que lo rural esta asociado con la población más pobre. Como ya anteriormente apuntábamos, uno de los requisitos de ingreso es que las estudiantes sean hijas de campesinos, obreros o maestros, criterio que si se cumple, pues así nos lo esta indicando los datos del cuestionario sobre las ocupaciones de los padres, que coinciden con los datos estadísticos sobre las actividades económicas predominantes del municipio del cual son originarias.

En cuanto a las estudiantes de la normal urbana, encontramos como era de esperarse que el 90.1% provienen de comunidades urbanas, examinemos donde se ubica geográficamente su lugar de procedencia:

La normal urbana se encuentra ubicada en la capital del estado, la gran mayoría de las estudiantes, como se aprecia en el mapa No.2, provienen de la misma capital y de la zona conurbana en donde predominan las actividades secundarias en especial la industria manufacturera.

Si ponemos sobre la mesa algunos datos como que el estado de Tlaxcala cuenta con un total de 60 municipios y 1245 localidades, de este total de localidades tenemos que según el censo poblacional del 2000 (INEGI), 1164 localidades son rurales y solamente 81 comunidades son urbanas. Podríamos señalar, a modo de una primera conclusión, que en lo general, es decir, tanto normalistas de la NU como de la NR, la mayoría de ellas (79.45%) provienen de comunidades urbanas. Esto nos esta indicando el fenómeno de urbanización del magisterio Tlaxcalteca.

Perfiles sociodemográficos de las normalistas tlaxcaltecas

Como lo hemos venido señalando nos interesa indagar sobre las motivaciones que llevaron a las estudiantes a elegir ser maestras y a seleccionar una determinada normal para realizar sus estudios, para esto quisimos primero tener un panorama general del perfil de estas mujeres en cuanto a su condición civil, si tienen hijos o no y el tipo de comunidad de procedencia; luego profundizar en los factores objetivos relacionados con su trayectoria escolar anterior a la normal y las características de su familia de procedencia; y finalmente indagar los factores más subjetivos relacionados con los imaginarios sobre la profesión magisterial.

A partir de los datos encontrados en el cuestionario se conformó una tipología o perfil de las normalistas de Tlaxcala. En la NU lo que predominan son las normalistas jóvenes, solteras, sin hijos y de comunidades urbanizadas (76.6%); un porcentaje importante lo conforman las estudiantes unidas o que estuvieron unidas en algún momento de su vida (12%). El grupo porcentual menos representativo (10.2%) son las normalistas que provienen de comunidades rurales.

Respecto a los perfiles encontrados entre las estudiantes de la NR tenemos que más de la mitad son jóvenes, solteras, sin hijos y provenientes de comunidades urbanas (62.3%). El segundo gran grupo lo conforman normalistas con las mismas características anteriores pero provenientes de comunidades rurales (37%).

Estos perfiles comprueban lo ya esperado dados los requisitos de ingreso a los normales: jóvenes, solteras, sin hijos y de comunidades urbanas, en el caso de las estudiantes de la NU. El dato novedoso lo encontramos en las normalistas rurales que nos indica que la mayoría de estas estudiantes provienen también de comunidades urbanas.

Este dato nos condujo a preguntarnos sobre cuáles son los criterios que guían a estas estudiantes a seleccionar un determinado tipo de normal para realizar sus estudios estando geográficamente tan cerca ambas normales. De ahí que buscamos profundizar en aspectos de su trayectoria escolar, en la caracterización de la familia de origen precisando su estatus socioeconómico y la ocupación y escolaridad de los padres, guiados por la sospecha de que la familia tiene especial importancia no sólo en la elección de la institución, sino en la misma elección profesional, supuesto que más adelante reafirmamos con las entrevistas a profundidad

De igual manera era necesario indagar sobre los factores presentes en el imaginario social sobre estos dos tipos de normales urbana y rural que podrían estar influyendo en la elección de un determinado tipo de normal y en la misma elección profesional.

Perfil escolar

Para conocer el perfil escolar de las normalistas de Tlaxcala, nos concentramos en dos indicadores: 1) el tipo de escuela (pública o privada) en la que han realizado sus estudios -incluida la normal- y, 2) si realizaron o no otro tipo de estudios profesionales antes de entrar a la normal.

Con respecto al primer indicador confirmamos el carácter predominantemente público de la formación de las normalistas, la mayor parte de ellas estudiaron desde la primaria hasta la normal en instituciones públicas (84.5%). Una explicación de esta tendencia podríamos encontrarla en el perfil socioeconómico de las familias de las normalistas –como veremos mas adelante-, en donde se observa que la mayoría de ellas provienen de hogares pobres, lo que no permite que los padres paguen otro tipo de formación.

En cuanto a si antes de entrar a la normal intentaron estudiar otra carrera, encontramos una respuesta afirmativa en un 14.6% de las normalistas urbanas y sólo un 8.4% de las normalistas rurales. La duración de estos estudios previos fluctúa entre los 6 y 36 meses, la concentración mayor la encontramos en un año de duración. El tipo de carreras que intentaron seguir es muy diverso va de estudios a nivel técnico como el secretariado, administración, computación; a licenciaturas en medicina, administración de empresas, turismo, ciencias de la comunicación, lingüística y sociología.

En este análisis destaca en todas las estudiantes urbanas y rurales una trayectoria escolar predominantemente pública. Otro dato interesante es que para casi una cuarta parte (23%) de todas las normalistas, el ser maestras no fue su primera opción, pues antes de entrar a la normal ya habían iniciado otro tipo de estudios. Este aspecto de su trayectoria escolar fue profundizado en las entrevistas, en donde averiguamos que algunas de estas estudiantes al no haber aprobado el examen de ingreso a la normal deciden estudiar otra carrera mientras consiguen ingresar. Son estudiantes que sus padres son maestros y les van a heredar sus plazas, por esto mismo, su objetivo es entrar a como de lugar a la normal.

Familia de origen

La familia es un contexto en el cual ocurre toda suerte de interacciones y transacciones simbólicas, la familia hereda una serie de recursos tanto económicos como morales y culturales. De ahí que la orientación profesional de las normalistas no es un proceso que comience de manera individual por ellas mismas, aislado de su contexto social, más bien es el resultado de su experiencia a partir de la cual toman una serie decisiones, que finalmente desembocan en la orientación profesional de estas estudiantes.

Por estas razones consideramos necesario conocer algunas de las características de la familia de origen de las normalistas. En este sentido, en este apartado damos cuenta del tipo de hogar de estas estudiantes y las características de los hogares en cuanto los ingresos familiares y el nivel de escolaridad y ocupación de sus padres. La situación familiar ocupa un lugar muy importante en la elección profesional de las estudiantes normalistas.

Tipología de hogares

Tomando como referencia las relaciones de parentesco de los integrantes de los hogares de las normalistas, observamos una gran diversidad en la composición de los hogares de las estudiantes. En total, se formaron 22 tipos de familias que reagrupamos en dos principales: 1) familia nuclear y, 2) familia extensa; cada una de ellas subdividida en dos: con jefe o jefa de familia. Entre estos tipos y subtipos sobresalen entre las familias de las normalistas tlaxcaltecas:

1. El modelo familiar nuclear entre un 60.3% en las normalistas urbanas y en un 65.7% en las normalistas rurales.

2. La familia nuclear ampliada aparece en un 17.2% de las normalistas urbanas y en un 16.2% en el caso de las normalistas rurales.

3. Familias nucleares y ampliadas con jefaturas femeninas aparece en un porcentaje significativo en los hogares de las normalistas, en la normal urbana 13.2% y en la normal rural 16.1%.

Vemos que en las normalistas de Tlaxcala prevalece en un poco más de la mitad el concepto tradicional de familia: la familia nuclear, sólo formada por el padre, la madre y los hijos. Aunque es interesante observar el fenómeno de transformación de la familia tradicional dando lugar hacia nuevos arreglos familiares, sobre todo los hogares con jefaturas femeninas; donde encontramos que el 14.6% de las familias de las normalistas dependen exclusivamente del ingreso de la madre.

En realidad no encontramos alguna correspondencia necesaria entre el tipo de hogares y la elección profesional de las estudiantes, lo interesante es observar como en ambos tipos de estudiantes sobresale la familia nuclear propia de los contextos más urbanizados.

El ingreso de las familias de las normalistas

Visto de manera global encontramos que el ingreso familiar promedio es de 3, 520 pesos mensuales lo cual indicaría que la mayoría de estas estudiantes provienen de familias con remuneraciones ligeramente superiores a las que imperan en el resto del estado que son de por sí muy bajas. Tomando los datos de INEGI (censo de población 2000) en la distribución de la población de acuerdo al nivel socioeconómico, encontramos que el segmento con mayor concentración (68%) es el que percibe menos de 2 salarios mínimos diarios (menos de 2, 969 pesos).

Haciendo un análisis más detallado, observamos que en la distribución de ingresos por tipo de normal existen diferencias: el ingreso promedio mensual para las familias de las estudiantes de la normal urbana es de 4, 054 pesos, mientras que para las de la normal rural es de 2, 661 pesos. Tenemos entonces que el ingreso de las familias de las estudiantes rurales esta aún por debajo del ingreso de la mayoría de la población, y que aunque en el caso de las urbanas está por encima, esto no quiere decir que tienen una solvencia económica desahogada.

En general, podríamos afirmar que la decisión por la profesión entre las normalistas puede explicarse en parte por las condiciones económicas familiares, lo cual es válido para todas las alumnas, pero se acentúa entre las de la Normal Rural .

Podemos decir que las alumnas enfrentan una necesidad económica como base para decidir sus estudios profesionales y que el magisterio, al menos el de Tlaxcala, constituye una de las opciones profesionales para la población pobre sobre todo femenina.

Escolaridad y ocupación de los padres

Encontramos que en cuanto al nivel de escolaridad del padre y la madre de estas estudiantes, tomados en su conjunto (tanto de la NU como de la NR) poco más del 80% de los padres tiene más de 10 años de estudio. Promedio mayor al de la entidad que es de 8.3 años (censo de población 2000 INEGI). Comparativamente las madres tienen una mayor escolaridad que los padres; esto ocurre en ambas normales. Si tomamos a las madres por separado vemos que las madres de las normalistas urbanas son más escolarizadas que las madres de las normalistas rurales, tienen casi el doble de educación (54% > secundaria), en comparación con las madres de las normalistas rurales (24.8 % > secundaria). Resalta el dato que indica que entre las madres más escolarizadas la profesión predominante es la de maestra normalista.

Los padres de las estudiantes tanto urbanas como rurales, se pueden considerar con una educación suficiente, entendida como una presencia ligeramente superior al promedio de escolaridad a nivel del estado, sobre todo entre las estudiantes de la normal urbana.

Nuevamente, se muestra la familia como una fuente importante de definición de la futura profesión de los hijos; en el sentido de que se procurarán horizontes que al menos lleguen al nivel profesional de los padres, como es el caso de las estudiantes de la normal urbana o como ocurre en el caso de las estudiantes de la normal rural, logren una movilidad educativa importante si lo comparamos con sus padres.

Tratando de diferenciar el nivel de escolaridad de los padres de acuerdo al tipo de normal, los distintos niveles se agruparon en tres grandes grupos: en el primero de ellos se concentraron todos aquellos padres con estudios de educación básica incompleta, en el segundo se incluyeron los padres con educación básica completa, y el tercer grupo en donde se aglutinaron los padres con estudios de educación posbásica, que comprenden todos aquellos padres con estudios de educación media superior y superior.

Así encontramos un mayor nivel de escolaridad en los padres de las normalistas urbanas. Un poco más de la mitad tanto de los padres como de las madres tienen estudios de educación posbásica (52.7% de los padre y 54% de la madres). En relación a las normalistas rurales, tres cuartas partes de ambos padres apenas alcanzan estudios de educación básica y en un importante porcentaje ni siquiera concluida. Estos datos nos permiten ver como las normalistas rurales lograron una importante movilidad educativa si lo comparamos con sus padres quienes en su mayoría sólo cuentan con estudios de educación básica.

Esto se ve reflejado también en la ocupación de los padres, en las normalistas rurales prevalecen en el caso del padre las actividades agrícolas y en el caso de la madre las labores del hogar. A diferencia de las normalistas urbanas, en donde predominan las ocupaciones profesionales y de manera significativa, al menos una cuarta parte de ambos padres son maestros.

Destaca en el caso de las normalistas urbanas que un alto porcentaje (72.8%) de sus padres se dedica a ocupaciones ubicadas dentro del sector servicios y de estos el 28.4% son maestros. Contrasta con los padres de las rurales entre quienes poco más de la mitad (52%) se dedican a actividades del sector agrícola, dentro de los padres que se dedican al sector servicios (24.4%) solamente el 7.1% son maestros, la otra parte esta relacionada con actividades como el comercio, oficios por cuenta propia y empleados.

En cuanto a las madres de las normalistas, un importante porcentaje en ambos casos se dedican a las labores del hogar (en la NR el 69.7% y en la NU un 51.8%). En el caso de las normalistas urbanas el resto de las madres están en ocupaciones del sector servicios y dentro de estas un 23.7% corresponde a maestras de educación primaria. Las madres de las normalistas rurales solamente un 7% son maestras de primaria; después de las labores del hogar las ocupaciones que predominan son obreras, comerciantes y empleadas.

Como unas primeras conclusiones tendríamos que se pueden distinguir dos tipos de factores que están influyendo en la elección profesional:

a) Factores de sobrevivencia que influyen tanto en las normalistas urbanas como rurales –de manera más determinante en estas últimas- para elegir una profesión más accesible a su situación socioeconómica familiar. La carrera de maestra, a diferencia de otro tipo de carreras, no es cara toda vez que no se hace necesario de la compra de cierto tipo de material especializado, además en contraste con otras universidades del estado las cuotas de inscripción y reinscripción son por mucho más bajas en la normal urbana ya no digamos en la normal rural en donde las estudiantes están exentas de estos pagos asimismo que por ser sistema de internado no gastan en transporte ni alimentación.

b) Factores estratégicos más claramente presentes en las normalistas urbanas, en donde la ocupación de los padres o familiares maestros esta siendo un factor explicativo de su elección profesional. Actualmente dentro del magisterio tlaxcalteca se cuenta con el acuerdo de heredar la plaza, es decir, en lugar de que el sindicato o la SEP se queden con la plaza que un maestro deja al jubilarse, si el maestro(a) cuenta con algún hijo(a) o familiar que sea maestro y no tenga plaza se puede negociar para que su plaza le sea otorgada a quién el maestro(a) proponga. Varios maestros que tienen hijos optan por esta vía, pues les asegura un futuro laboral que sino con grandes recompensas económicas, si al menos sin la incertidumbre de buscar trabajo en el actual mercado laboral tan competitivo. En términos globales, en la normal urbana, está muy equilibrada la porción de maestros padres con el de madres (28.4% y 23.7% respectivamente), pero hay una aclaración importante de anotar ya que de los maestros padres tenemos que una cuarta parte trabaja en Instituciones de Educación Superior, mientras que las maestras son prácticamente todas del nivel primaria; esto hace que sea mayor el segmento de madres maestras. Observamos como la condición de género influye sobre el propio género, es decir: la madre maestra crea hijas maestras.


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