CONCLUSIÓN GENERAL DE LA PARTE I

Un flagelo mundial lo constituye el fenómeno de la corrupción, por ello la Organización de las Naciones Unidas, en su carácter de organismo mundial, que agrupa a países de todos los continentes, ha venido teniendo como una línea de acción, el trabajar en beneficio de los países miembros en el combate a este azote que vive la humanidad entera.

Para ello, han existido diversas reuniones, congresos, simpósiums, para debatir criterios o líneas de acción, a implementar en las diferentes naciones para hacer frente en el quehacer público a esta putrefacción.

Han participado en esta tarea también organizaciones no gubernamentales, con presencia internacional, tal ha sido el caso de Transparencia Internacional organismo que ha divulgado diversos criterios para el combate de esta anomalía, señalando entre otras acciones como: la eliminación de la venta de influencias y el conflicto de intereses; la transparencia por medio de la difusión y la publicación; la efectividad en la aplicación y la supervisión de las medidas de regulación; la vigilancia en los ingresos y el gasto público; la participación de los medios de comunicación y sobre todo la participación de la sociedad civil.

Asimismo, se ha considerado relevante el mejoramiento de la legislación en la materia, haciendo énfasis en el aspecto sancionatorio; la divulgación amplia a través de los medios masivos de comunicación de los hechos de corrupción que lleguen a presentarse; el reforzamiento y la modernización de las instituciones en cuanto a dar vigencia con la adecuada estructura jurídica a entes enfocados al combate del citado fenómeno.

Se ha hecho hincapié, en la importancia toral que tiene el hecho de que se de vigencia a los Órganos de Fiscalización Superior, para contribuir en forma eficiente y eficaz a la mejora sustantiva de la gestión gubernamental, mismo que debe atender áreas prioritarias, entre otras: la eficiencia y eficacia de la acción pública; el propiciar mejores prácticas gubernamentales; la estabilidad laboral de los servidores públicos; el sistema de evaluación del desempeño en todas las áreas gubernamentales; la implementación de mecanismos de supervisión y control de la gestión pública; el aprovechamiento de las oportunidades de mejora; la fiscalización de alto impacto; la cultura de la rendición de cuentas; el estudio y difusión de los valores éticos.

Es importante destacar también los tres elementos fundamentales de la rendición de cuentas: por una parte la información en si misma; por la otra la justificación de dicha información y finalmente el aspecto sancionatorio como un estímulo al servidor público que incumpla con la normatividad establecida.

Se ha destacado también a los controles verticales y horizontales de la rendición de cuentas, poniendo de relieve que la rendición horizontal se refiere a relaciones de control entre agencias de Estado, es decir, entre poderes. En cambio la rendición vertical de cuentas, se refiere a relaciones de control de la sociedad hacia el Estado. Es importante destacar en que debe insistirse en el carácter público de la rendición de cuentas, así será más difícil que la sociedad se contente con simulacros de control detrás de bambalinas.

Existen vínculos fácticos de la rendición de cuentas y de la transparencia con la democracia, ya que uno de los pilares fundamentales de la democracia es la rendición de cuentas, sin ella los Estados vivirían en una caricatura de democracia, donde lo que impera en los gobernantes es la opacidad, el autoritarismo, la discrecionalidad, el abuso de poder, el desvío de recursos, el fraude, como elementos del quehacer público.

En las sociedades modernas es necesario que se eviten las crisis de legalidad, siendo para ello indispensable: el ejercicio del poder público en público; exigir el cumplimiento de su responsabilidad a los servidores públicos; evitar la violencia; dar vigencia al estado de derecho; permitir la alternancia política; combatir la corrupción; generar estabilidad como resultado de la fiscalización y la transparencia y consolidar la democracia.

Todo lo anteriormente expuesto, constituye un bagaje de la cultura anticorrupción a nivel internacional, que se tomará como un referente para proponer un modelo de órgano de fiscalización superior y un modelo de instituto de transparencia y acceso a la información pública para Oaxaca.

Se recomienda consultar diversas investigaciones y estadística a nivel internacional y nacional, relacionadas con el tema de la corrupción, mismas que obran en el Tomo II Apéndices del 2 al 12, las cuales ilustran de manera real las causas, efectos y las vías de acción ante este flagelo.

En el Apartado II, abordamos el Contexto Europeo y Nacional de la temática que se viene desarrollando, para conocer el marco de referencia a detalle de lo que se conoce y opina en México para hacer frente al fenómeno en comento.