Infraestructura del hogar
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL COMO ESTRATEGIA DE REPRODUCCIÓN FAMILIAR EN LA REGIÓN ORIENTE DE TLAXCALA.

José Dionicio Vázquez Vázquez

 

 

 

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Infraestructura del hogar

Como parte de la infraestructura del hogar, se consideró la información que señala el tipo de propiedad, el material con la que fue construida la vivienda, entre otros aspectos. Respecto al tipo de propiedad, la mayoría señala como propia la vivienda que habitan (86.3%) siendo menor la proporción que son rentadas (10.3%) o prestadas (3.4%). Las casas están construidas en su mayoría con ladrillo o block y con techo de losa; otras tienen techo de lámina o teja y con paredes de block o ladrillo (13.8%), y el resto con paredes de adobe y techo de teja (10).

El tipo de piso en su mayoría es de cemento (92%), muy pocas son construidas de tierra (4%) y de loseta o mosaico (4%). Las viviendas que tienen de 2 a 4 habitaciones son la mayoría (78.7%); siguiendo en importancia aquéllas que tienen de 5 a 10 habitaciones (13.3%), y las que cuentan con un solo cuarto (8%).

Las viviendas que no contaban con servicio sanitario eran un poco más que las que sí contaban con él (44.7% y 41.5%, respectivamente), mientras que otros contaban con alguna letrina (13.8%). Las viviendas con un espacio para cocinar resultaron también un poco más que las que carecían de ella (48.4% y 35.8%, respectivamente), y aún menor aquellas viviendas que adaptaban ese servicio (15.8%). Para ilustrar los aspectos anteriores, ver el cuadro 24.

La otra parte que se considera como infraestructura del hogar son los servicios con los que cuenta la vivienda, lo que nos da una idea de las condiciones en las cuales se reproducen cotidianamente al interior de sus hogares. Así tenemos que las viviendas que cuentan con agua corriente con red instalada son la mayor parte (83.2%), y el resto ha adaptado el servicio y otros. Quienes cuentan con red instalada del servicio de drenaje rebasa la mitad de viviendas cuestionadas (66.3%), mientras que otro tanto no tiene o utiliza otras formas (20%) y el resto adapta el drenaje (13.7%).

Cuadro 24 Información sobre la vivienda que habita la familia como parte de la infraestructura del hogar, en la región oriente, 2004-2005

Cuentan con estufa de gas (85.3%), de petróleo (6.3%) y otros (8.4%). Para su aseo usan otros formas de calentar el agua (53.7%), de gas (34.7%) y leña (11.6%). Un gran número de familias lavan la ropa de forma tradicional (37.9%); otro tanto no cuenta con lavadora (35.7%) y el resto cuenta con lavadora (26.4%). Rebasa poco más de la mitad quien arregla su ropa de forma tradicional (53.4%), mientras que el 26.4% realiza arreglos a su vestido y cuenta con máquina de coser. La mayoría tiene radio o grabadora para escuchar música o enterarse de las noticias (70.7%), el 12.6% no tiene y el resto no quiso responder la pregunta.

Para una parte del ocio casi todos cuentan con televisor (94.3%), y una proporción escucha música en modular (32.2%), otros lo hacen con otros aparatos como consola o tocadiscos (44.2%), y los demás no cuentan con esos aparatos. Para tener contacto con sus familiares recibiendo llamadas o realizándolas cuentan con servicio telefónico residencial y celular (43.1%), comunitario (16.1%) y el 44.2% no cuenta con el servicio.

Una mínima parte cuenta con disc-man (5.2%), mientras que el 4% tiene computadora y con servicio de Internet. También es mínimo el porcentaje que cuenta con video casetera (9.2%) y DVD (12.6%) y nulo servicio de televisión por cable. Quienes utilizan y cuentan con horno de micro-ondas son pocas amas de casa que se sirven de ella (2.9%). La cuarta parte tiene sala (25.9%) y casi la mitad tiene comedor (39.7%). (Ver cuadro 25).

Cuadro 25 Servicios y equipamiento de la vivienda como parte de la infraestructura del hogar, región oriente 2004-2005

Por otro lado, la canasta básica se integra de bienes y servicios como son: alimentos, bebidas, ropa, vivienda, compra de aparatos y accesorios, salud, transporte, educación y esparcimiento, entre otros. Una proporción del gasto familiar se destina a esos bienes, y parte de ello es lo que se considera a continuación.

En la alimentación se consideraron algunos alimentos básicos como carne, leche, huevo, verduras y pan. Para ello, se solicitó la información a la familia sobre la frecuencia con que ingieren por semana dichos alimentos: comen carne de una a dos veces por semana (43.7% y 40.2%), el resto la consume de cuatro a cinco veces, y sólo el 2.3% no la consume.

Respecto a la ingesta de leche, la proporción mayor la consume de una a cuatro veces, aunque hay familias que la ingieren hasta siete veces (12.6%), pero hay quienes no la consumen (26.6%). En el consumo de huevo, más del 80% lo consume de una a cinco veces, aún cuando existen familias que lo consumen hasta siete veces (7.5%). De manera similar ocurre con el consumo de las verduras, donde la mayor proporción se encuentra en las frecuencias de una a cinco veces (poco más del 70%), y hasta siete veces la consumen el 12.6% de las familias, en tanto que quienes no consumen verduras es el 17.4%. Finalmente el consumo de pan es el que con mayor frecuencia se ingiere a la semana, aún cuando un 17.4% no puede o no desea consumirlo.

Cuadro 26 Frecuencia semanal en la ingesta de alimentos básicos en las familias de la región oriente, 2004-2005

Se consideró importante considerar la percepción que tienen las familias de sí mismos respecto a la alimentación, la salud y cómo evaluaban su situación antes de la partida de su familiar que migró a los Estados Unidos. Consideran que la alimentación que tienen es regular y buena (69.5% Y 21.3%, respectivamente). La percepción de su salud la consideran regular y buena en gran proporción (63.8% y 29.9%, respectivamente). Mientras que la situación hasta antes de de la partida de su familiar, casi el 70% la considera de regular y buena (45.4% y 20.7%), en tanto que un 29.3% la considera mala.

Cuadro 27 Consideraciones sobre la alimentación, salud y situación familiar en la región oriente 2004-2005

Cuando se les interrogó cómo había cambiado su situación con la partida de su familiar migrante en los ámbitos tanto económico como familiar, la mayoría notó una mejoría en lo económico (93.4%), mientras que el resto no respondió o señaló no saber.

Habrá que señalar que siendo el nivel de percepción el que se viene trabajando, en los hechos no necesariamente quiere decir que realmente hubo una mejoría en la mayoría de los aspectos de su reproducción familiar, pues es lo que en el momento valoran como algo positivo.

Gráfica 5 Cambio de situación en las familias de la región Oriente, 2004-2005

Fuente: Trabajo de campo 2004-2005

Sin embargo, la partida del migrante también ha tenido un efecto emocional en la mayoría de las familias (75.9%), siendo muy mínima la desintegración familiar (2.3%). También hubo afectación por otros aspectos (12.6%) como la pérdida de la autoridad frentes a los hijos o las ausencias de los mismos en las escuelas.

Afirman que les afectó un poco en la economía familiar, en aquellos casos en los que el familiar migrante cruzaba los Estados Unidos por vez primera, para pagar la “pasada”, o para gastos que hubiera de cubrir para instalarse donde encontrara el trabajo. En el inicio del presente capítulo se abunda más sobre las redes de migrantes.

Gráfica 6 Cómo afecta a la familia la partida del migrante, 2004-2005

Fuente: Trabajo de campo 2004-2005

En torno a la percepción de lo que se destinó por concepto del ingreso de remesas, se señala lo siguiente: Respecto a la alimentación, la proporción mayor va de poco regular y mucho (30.6%, 41% y 18.5%), en tanto que el gasto en el vestido, va de nada, poco y regular (14.5%, 54.3% y 22.5%); en la salud, señalaron que poco, regular y mucho, en tanto que en el gasto en la educación va de nada a mucho, y en el gasto en el transporte, va de nada a regular.

En el caso del gasto en la alimentación, que la frecuencia mayor es la de regular, no quiere decir necesariamente que sea poco importante el gasto, sino que puede ser que, en el momento de aplicar la encuesta, estaba más o menos satisfecho o solventado ese gasto, lo mismo en el caso del gasto en vestido o en la educación, considerando una prioridad mayor, hacer el gasto en salud. Para el caso del gasto en transporte, fue poco y se puede deber a que casi no se desplaza íntegramente la familia y lo hacen quienes no tienen a la mano los servicios educativos o los centros de abastecimiento.

Cuadro 28 Destino de lo que reciben por concepto de remesas en la región oriente, 2004-2005

En el gasto en aparatos electrodomésticos y muebles, la proporción mayor se encuentra entre nada y poco, coincidiendo con lo señalado en los datos presentados respecto al equipamiento de la vivienda.

Cuadro 29 Gasto frecuente en aparatos y muebles para el hogar en familias de la región oriente, 2004-2005

Otro elemento que se consideró dentro de la infraestructura del hogar es la percepción sobre los gastos en vivienda. La adquisición de alguna casa nueva casi es nula (97.7%), y es evidente el dato sobre la construcción de alguna vivienda, pues aunque casi la mitad señaló no haber iniciado o concluido alguna construcción (49.4%), el resto sí lo hizo, yendo de poco, regular y mucho (20.7%, 16.1% y 13.8%). Algo similar se presenta con las mejoras a la vivienda, pues poco más de la mitad no hizo mejoras (57.5%), el resto de familias sí, yendo también en el orden de poco (20.1%), regular (16.7%) y mucho (5.7%), en ese orden. Básicamente los gastos en vivienda se realizan para que el migrante a su regreso vea en qué se ha ocupado parte del dinero que envía, mas no es una condición para seguir enviando el recurso.

Cuadro 30 Frecuencia en gasto por compra, construcción o mejoras a la vivienda, 2004-2005.

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