Tesis doctorales de Economía


¿QUÉ HAY DETRÁS DE LA DECISIÓN DE COOPERAR TECNOLÓGICAMENTE?

Eunice Leticia Taboada Ibarra

 

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¿Cuál es la Explicación de la Cooperación Tecnológica Inter firma desde las Teorías de Costos de Transacción, Recursos y Evolutiva?

Después de haber presentado la revisión teórica (capítulo uno) y de haber ubicado y definido la cooperación tecnológica inter firma, en este punto se presenta la interpretación de esta última desde la perspectiva de las teorías de los costos de transacción, recursos y evolutiva. Se reitera que ninguno de los enfoques teóricos aborda este tipo de relación, por lo que la explicación que ahora se da es a la luz de la revisión teórica antes mencionada.

El orden de la presentación es la siguiente: costos de transacción, recursos y evolutiva. Al final del capítulo, como conclusión, se contrastan brevemente las tres interpretaciones teóricas de la CTIF.

3.1. La Cooperación Tecnológica Inter firma desde la Teoría de los Costos de Transacción

En el marco de la teoría de los costos de transacción, la cooperación tecnológica Inter firma puede ubicarse como una alternativa de intercambio dentro de las estructuras de organización intermedias o híbridas con la que la firma busca minimizar los costos de transacción asociados con los ajustes adaptativos que debe realizar para mejorar su tecnología y con ello hacer eficientes sus sistemas de producción y sus medios de organización o intercambio.

Con la CTIF la empresa enfrenta menor incertidumbre tecnológica y de mercado, al abaratarse la detección y procesamiento de información y conocimiento y al atenuarse las fricciones transaccionales causadas por la racionalidad limitada y el oportunismo de los agentes, esto alrededor de una transacción que involucra activos específicos (tecnologías, conocimientos), alta recurrencia, y una relación entre pocos agentes. Este tipo de relación, normalmente es de largo plazo y se presenta en sistemas en los que la incertidumbre tecnológica y económica, la dependencia bilateral y la condición de influencia de la información, son hechos característicos.

La CTIF es un alternativa que permite mejorar la especialización tecnológica una vez que se reconoce:

i) La importancia y las características propias de la transacción (especificidad de activos, frecuencia e incertidumbre tecnológica y económica)

ii) Que importa la identidad de las partes que realizan la transacción, así como su historia y la de la relación (en términos de la teoría de los costos de transacción, reconocer el proceso de transformación fundamental)

iii) Que las transacciones en el tiempo se van modificando debido a cambios en la propia transacción, en los agentes, en la tecnología o en el mercado, lo que da lugar a que sea necesario realizar adecuaciones, tanto en las formas de gobernación como en las de contratación (en términos del planteamiento teórico en estudio, reconocer la lógica del proceso de transformación inter temporal)

iv) Que es una modalidad que permite la disminución de los costos de transacción debido a que se reducen los problemas que presentan la gobernación de mercado y la jerárquica, al mismo tiempo que rescata sus cualidades:

a. Se superan los problemas que se presentan tanto bajo el esquema de la jerarquía: altos costos burocráticos (por problemas de incentivos competitivos) y deseconomías transaccionales (generadas por la racionalidad limitada y el oportunismo); así como las del mercado: dependencia bilateral (por condición de influencia de la información e intercambio de números pequeños).

b. Se mantienen los incentivos competitivos que en determinado momento faltan en una relación de propiedad unificada y se enfrentan mayores propiedades adaptativas cooperativas que las que pueden presentarse en el mercado y en la integración vertical o en la forma multidivisional (forma M).

Las transacciones inter firma en el renglón tecnológico realizadas entre pocos agentes y en relaciones de largo plazo, permiten avanzar en la consolidación y aprovechamiento de los activos específicos involucrados por parte de cada uno de los agentes a un costo de transacción menor que el del mercado y que el de la propiedad unificada. Los costos son menores porque se economiza en racionalidad limitada, se desalienta el oportunismo y se enfrenta menor incertidumbre tecnológica y de mercado y se reduce la condición de influencia de la información.

La economización de la racionalidad limitada se presenta al tener lugar la especialización de las partes y del conjunto: cada una se especializa en lo que sabe hacer, al mismo tiempo que “aprenden” a realizar actividades que expandirán sus conocimientos utilizando mejor los recursos con que ya cuentan. Asimismo, la toma de decisión adaptativa y secuencial que va demandando la propia transacción es más fácil por la autonomía de las partes y porque la actitud cooperativa de las mismas hace que se cuente con mayor información y experiencia.

El oportunismo disminuye porque, aún cuando es un relación de dependencia entre pocos agentes, las partes reconocen la importancia de los activos con que cada uno cuenta y el interés recíproco de largo plazo implicado en la relación, por lo que se genera cierta familiaridad al establecerse una relación de largo plazo en el que la identidad y la confianza entre las partes es fundamental. También la condición de influencia de la información es menor que en otro tipo de relación porque precisamente la CTIF se realiza para allegarse de información tecnológica respecto a un tópico especifico que a ambas partes interesa. Todo esto aunado a la especificación contractual adecuada, dan lugar a que el oportunismo se atenúe.

La incertidumbre tecnológica y de mercado disminuye al abaratarse la detección y el procesamiento de información y al aumentarse el conocimiento entre las partes de la transacción. Así como por la posibilidad de monitoreo a menor costo entre las mismas (las partes aceptan ex ante tal monitoreo).

Con la CTIF normalmente se establece una relación de largo plazo, en la que la propiedad de los activos no es unilateral y en la que se estipulan salvaguardas contractuales adicionales conforme se va desarrollando la relación y en función de la modificación de la misma transacción en el tiempo (cambio en el grado de incertidumbre, en el mercado y en la tecnología). El hecho de que sea una relación de largo plazo es debido a que la transacción es, o se pretende que sea, frecuente. Esa recurrencia propicia que se recuperen los costos de las estructuras de gobernación y contratación.

En esta modalidad de vínculo es posible atenuar los riesgos de la contratación bilateral con sacrificios menos severos para las partes, tanto porque se pueden crear compromisos creíbles de modo que se desarrolla confianza mutua entre ellos, como porque pueden compartirse los costos y riesgos que implica la inversión en activos específicos. En este sentido, los costos de la transacción se distribuyen entre los implicados en la misma.

La particularidad de la CTIF es que establece una relación de intercambio “idiosincrásica” en el que la familiaridad entre las partes permite la realización de economías de comunicación, que disminuyen la incertidumbre normalmente presente en las transacciones que involucran especificidad de activos y que generan un aumento en el número e importancia de adaptaciones secuenciales.

Lo anterior es especialmente importante si se considera que las partes de una relación que involucra inversión en activos específicos enfrentan el problema de la movilidad imperfecta de los mismos y, en este sentido, la irreversibilidad en su uso y de la relación que pueden establecer. Como apunta Williamson, el problema esencial de los activos específicos no es que involucren inversiones grandes y durables, sino las implicaciones que tienen la movilidad de las mismas ante la necesidad y la facilidad de adaptación a las circunstancias cambiantes del mercado y la tecnología. Al respecto, la solución es considerar salvaguardas contractuales adicionales a medida que se fortalece la condición de especificidad de los activos con la finalidad de resolver la problemática del ajuste al menor costo de transacción.

En una relación de CTIF, las empresas involucradas establecen un contrato relacional con el que buscan fortalecer su posición en la transacción allegándose de más información y conocimiento, disminuyendo racionalidad limitada, oportunismo e incertidumbre, sobre todo al disminuirse la condición de “influencia de la información” y al realizarse una negociación con pocos participantes de manera más flexible.

Existen varias alternativas de contratos o acuerdos bajo los cuales la relación de CTIF puede ser mejor llevada en el presente y el futuro, éstas, como se ha señalado, se apegan al ordenamiento privado y al manejo de salvaguardas. Entre otras opciones se tienen: los contratos recurrentes de corto plazo con renovaciones automáticas; los contratos que involucran la inclusión de rehenes por parte de ambas partes; acuerdos por incumplimiento; acuerdos recíprocos, como puede ser la exigencia de exclusividad, el monitoreo y la evaluación recíproca. Así mismo, en el contrato se incluyen salvaguardas que pueden tener la forma de penalizaciones, modificación de los incentivos y hasta el aparato de ordenación privado que permitirá hacer frente a las contingencias.

Es así que para la CTIF, la gobernación bilateral resulta ser la adecuada para hacer cumplir el tipo de contrato relacional que se establezca, debido a que las partes conocen y saben de las consecuencias de incumplir con lo previamente pactado o de no hacer los ajustes convenientes al contrato en el momento de la renovación.

Hay que recordar que en condiciones de especificidad intermedia, de alta recurrencia de la transacción, intercambio de números pequeños y condición de influencia de la información, hay más incertidumbre y mayor necesidad de ajustes adaptativos, por lo que las partes deben poner en práctica una forma de contratación flexible que les permita responder a esos hechos. En este sentido la conveniencia de poder ajustar la modalidad de contrato relacional, o de poder agregar salvaguardas al contrato vigente en el marco del ordenamiento privado.

Como en las otras formas de gobernación de las transacciones, lo que las empresas buscan es una relación contractual que: i) prometa rendimientos justos (competitivos), que atenúe el oportunismo; ii) promueva la eficiencia de adaptación, que reduzca la ventaja que implica la condición de influencia de la información, y iii) sea relativamente satisfactoria en términos de experiencia en la participación. No obstante, desde la perspectiva de Williamson, establecer una forma de intercambio con las características antes descritas no es fácil. “La idea de que los individuos son oportunistas destruye la posibilidad de que forjen alianzas perdurables. [...] Al advertir que los beneficios de la cooperación surgirán confiablemente sólo cuando las alianzas se apoyen en seguridades mutuas, es de preverse que se harán algunos esfuerzos para establecer compromisos creíbles. [...] En realidad, tales alianzas son imperfectas y a veces se derrumban. De igual modo su formación resulta más costosa en una sociedad de baja confianza que en una sociedad de alta confianza” (Williamson, 1985:392).

Las relaciones empresariales enfrentan muchos obstáculos, principalmente por las características de los activos que cada uno tiene y por no reconocerse que para que las transacciones puedan considerarse de manera independiente, debe tenerse en cuenta no sólo la separación tecnológica de la misma, sino también la separación de actitudes individuales y colectivas de las partes involucradas (Williamson 1975). Es decir, es la conducta diferenciada de las partes la que hace que sus objetivos en una relación inter firma no necesariamente coincidan.

En este sentido, puede considerarse que la CTIF es una alternativa que de inicio considera no sólo la separación tecnológica, sino también la de actitudes. Esto en la medida en que se establece claramente el interés de las partes por cooperar con la finalidad de obtener tecnología (conocimiento), aprovecharla y adecuarla a condiciones específicas. Asimismo, por ser una relación explícitamente de cooperación, la relación contractual que se estipula se aproxima cercanamente a lo descrito líneas arriba respecto a lo que la firma espera o busca de una relación contractual.

De aquí que la CTIF sea capaz de ofrecer a las empresas un mayor dinamismo tecnológico al generarse una relación de comunicación cercana y frecuente de las partes, así como un lenguaje particular que hace que la racionalidad limitada y el oportunismo sean menores y que la experiencia de las partes y su cercanía en la transacción, sean elementos que inciden positivamente para enfrentar los cambios que en el tiempo presenta la propia transacción y que repercuten en la necesidad de adecuar, tanto las formas de gobernación como las de contratación.

Finalmente, es pertinente enfatizar que las modalidades de contratación de una relación de cooperación tecnológica inter firma, en mayor o menor medida, se acercan a la resolución del dilema básico de la teoría de los costos de transacción al presentar la posibilidad de que se enfrenten menores costos burocráticos que con la propiedad unificada y tener una fuerte capacidad de adaptación comparada, hecho que la hace superior a la organización de mercado.

Este dilema transaccional involucra una mezcla de competencia y cooperación. Competencia en la medida en que es el interés de buscar los términos más favorables que le convengan a cada parte, lo que fomenta las actitudes oportunistas y el regateo. Cooperación porque es factible que se promuevan los intereses del sistema, si las partes se unen de tal modo que se reduzcan tanto los costos de negociación como los costos indirectos (sobre todo los de una mala adaptación) que se generan en el proceso (Williamson, 1975). De aquí que Williamson concluya que “está claramente indicada una solución de sistemas que transforme la relación entre las partes, de una relación de antagonismo calificado a una cooperación más completa” (Williamson, 1985:122).

De lo anterior se desprende que la relación contractual deseada es aquella que frena el oportunismo entre los participantes, al mismo tiempo que promueve la especialización de los mismos, con lo que se economiza racionalidad limitada. Los contratos de CTIF permiten avanzar en este sentido.

3.2. La Cooperación Tecnológica Inter firma desde la Teoría de Recursos

Aunque en el planteamiento de Penrose no se abordan las relaciones inter firma distintas a la compra-venta y a la fusión, es posible que las mismas tengan cabida en función de, por un lado, la presión de la competencia y, por otro, la necesidad de aprovechar las oportunidades productivas a menores costos y haciendo mejor uso de los recursos.

En la explicación de Penrose la competencia tiene un papel primordial en la búsqueda constante de la empresa por ofrecer nuevos servicios; es la competencia la que impone altas exigencias y lleva a la firma a establecer estrategias para obtener beneficios de los recursos (y capacidades) con que cuenta.

En este sentido las relaciones de cooperación inter firma pueden interpretarse como una alternativa para alcanzar el crecimiento de la empresa. En tal relación, los límites de cada empresa están claros y las mismas establecen un vínculo para el logro de un objetivo específico común.

Así, a pesar de que Penrose no desarrolla ninguna alternativa que se refiera al vínculo entre firmas que les permita mejorar su utilización de recursos y base tecnológica, sin que el nexo pase por alguna forma de posesión de una firma por otra, en la presente investigación y siguiendo su lógica se considera que la cooperación tecnológica inter firma puede interpretarse como una estrategia de crecimiento de la firma con la que se aprovechan recursos externos para hacer una mejor utilización de los propios y para expandir las capacidades especializadas y con ello lograr la obtención de beneficios positivos en el largo plazo. Con esta estrategia es factible lograr los beneficios de la fusión y combinación, sin incurrir en los desembolsos que estas estrategias representan, así como mantener la independencia en cuanto a la propiedad de la empresa.

En específico el objetivo de la CTIF es el de aprovechar mejor los recursos técnicos, organizativos y directivos de la firma mediante el logro de complementariedad cognitiva para, en el mediano y largo plazos, enfrentar la competencia ofreciendo más servicios. Con esta relación, la empresa pone en práctica una táctica para hacerse de recursos (información, conocimiento, experiencia, personal) con el fin de ampliar sus capacidades, provocando una mejor utilización de recursos y con ello la posibilidad de ampliar la gama de servicios que ofrece en el mercado.

El acceso a recursos y la mejor utilización de los que ya se tienen, posibilitan el crecimiento de la empresa al permitirle reducir costos al posibilitar la obtención de economías de escala o amplitud, y con ello, la obtención de beneficios totales en el mediano y largo plazos.

Esta experiencia de trabajo cooperativo en el ámbito tecnológico con otra(s) firma(s), resulta de especial importancia para el staff directivo, para el personal encargado de la I+D, y en general para el trabajo en equipo de la firma, ya que son estos los elementos que principalmente inciden en la mejora futura de las competencias y la capacidad empresarial.

Bajo esta perspectiva teórica, la cooperación tecnológica inter firma tiene cabida porque:

i. Es una de las alternativas de coordinación planeada de recursos que tiene la empresa. La dirección de cada firma participante es la que decide con qué empresa, qué tipo de recursos se involucran y qué forma de relación se establece con la finalidad de unir capacidades corporativas complementarias.

ii. Es una estrategia de crecimiento que incluye el aprovechamiento de recursos internos y externos. Involucra recurrir a otra firma para buscar y/o aprovechar oportunidades para emplear recursos productivos disponibles con la finalidad de crear valor significativo, sin implicar necesariamente cambios de propiedad o la copropiedad de las firmas.

La manera en que en la actualidad funcionan las relaciones que se establecen en muchas de las variantes de cooperación tecnológica inter firma, permitiría considerar a las empresas involucradas como si fuesen una sola llevando a cabo estrategias para la obtención de economías de escala o de crecimiento (de diversificación, absorción o combinación). Esto porque requieren que se cumplan varias de las características que Penrose destaca como elementos fundamentales de una “empresa”. Esta relación inter firma:

i. Coloca a las empresas que la realizan en una situación muy cercana de coordinación administrativa.

ii. Subraya o propicia la especialización de las empresas en su base tecnológica y en sus áreas de especialización.

iii. Tiene la finalidad de aprovechar los recursos, conocimientos y experiencia de las firmas participantes. El hecho de compartir información y conocimiento altamente específicos de manera “confiable” y con resultados exitosos requiere que las mismas cuenten con personal directivo con las capacidades descritas por Penrose y de que la relación que se establezca sea de largo plazo, para de esta manera generar y potenciar conjuntamente la experiencia, capacidad imaginativa e innovativa y versatilidad de las mismas sin poner en riesgo su existencia.

iv. En muchos casos, surge de la extensión de una relación personal y amistosa propiciada por la interacción empresa-cliente que se origina por la frecuencia de la misma, pero se extiende a “asuntos técnicos” con la finalidad de allegarse de información y de resolver problemas o necesidades, respectivamente. El resultado de esta relación es que ambas partes mejoran la utilización de sus recursos productivos.

Tal como se definió la CTIF, es factible explicarla desde la perspectiva de Penrose, porque es una relación que permite a la empresa ampliar sus capacidades tecnológicas para de esta manera hacer frente a la competencia al superar, o al menos igualar, las innovaciones que pueden realizar los competidores.

El que la firma obtenga beneficios en el largo plazo depende de la experiencia individual de las partes y del conocimiento “objetivo” y la experiencia que se van acumulando en las mismas al actuar conjuntamente. El comportamiento colaborativo potencia las capacidades para el aprovechamiento de las oportunidades productivas, no obstante que los procesos de planeación y ejecución de la expansión toman tiempo

En estos procesos los recursos de cada firma son el factor clave , especialmente los que tienen que ver con las actividades directivas y de investigación y desarrollo, ya que en una relación de ese tipo es necesario un cuidadoso involucramiento de las partes de tal manera que permita alcanzar los objetivos comunes, pero tratando de no afectar intereses y objetivos individuales.

En general se puede decir que la CTIF permite que la firma:

i. Acceda a conocimiento objetivo y a experiencia de otra empresa respecto a la forma en que ésta aprovecha sus recursos.

ii. Expande su mercado en la medida en que los recursos especializados excedentes pueden ser utilizados.

iii. Incrementa y complementa su conocimiento, permitiéndole ofrecer nuevos servicios, reducir precios y mejorar calidad de los que ya ofrece.

iv. Da lugar a que enfrente menores costos de investigación, al realizarlos conjuntamente.

Bajo esta perspectiva teórica la CTIF puede explicarse por dos razones:

a) Como una forma en la que las firmas pueden adquirir conocimientos y experiencia en un renglón que actualmente no dominan.

b) Como una opción para que las firmas complementen sus conocimientos o capacidades en renglones que les son de interés o fundamentales.

Cualquiera que sea la razón, lo que la empresa estaría haciendo sería seguir con su crecimiento. En el primer caso, reconociendo ciertas limitaciones de los recursos productivos con que se cuenta y, en los últimos, aprovechando el conocimiento y la experiencia de los mismos en las cuestiones que se creen sustanciales, esto apoyado en una dirección que es capaz de establecer y dar seguimiento a una relación de cooperación con otra firma con lo que de alguna forma “hace suyo” el conocimiento de ésta y continua creciendo.

Así, la CTIF es una alternativa estratégica que permite a la firma aprovechar el conocimiento y las capacidades que tiene, disminuyendo los costos de realizar ciertas actividades (o sin incurrir en ellos) al realizarlas conjuntamente o sólo supervisándolas.

3.3. La Cooperación Tecnológica Inter firma desde la Teoría Evolutiva

En términos de la teoría evolutiva, “las empresas deben aprender a sobrevivir y a crecer, apropiándose de los recursos que existen en el ambiente e internalizándolos de una forma eficiente (selección natural darwiniana). Pero al mismo tiempo, para aprender a adaptarse a las variaciones del medio ambiente adverso, incierto y complejo (aprendizaje lamarkiano), tienen la alternativa de vincularse con otras empresas para de esta forma responder a los cambios del entorno aprovechando las capacidades individuales y colectivas (aprendizaje vía coevolución)” (Lara, 2000b).

La obtención de conocimiento para ampliar las capacidades de la firma puede darse de diferentes formas, una de ellas es accediendo a las cerradas comunidades tecnológicas, relacionándose con ellas a través de joint ventures y acuerdos cooperativos formales, y mediante vínculos informales (Nelson,1994).

Con la interacción tecnológica inter firma, las empresas buscan mejorar su tecnología indagando en aquellas áreas que les permitan construir y usar tecnologías sobre la base de las ya existentes (sobre la trayectoria tecnológica en la que en ese momento se desempeñan). Esto les permite aprovechar la experiencia que ya tienen, al mismo tiempo que les facilita la comprensión y adopción de los avances técnicos y organizacionales que pudieran ser convenientes para sus intereses.

Debido a que una parte del conocimiento y de la capacidad organizacional son tácitos, los resultados de la interacción van a depender de la historia tecnológica de las empresas que se relacionan, así como de los mecanismos de comunicación idiosincrásicos que les permiten aprovechar el conocimiento acumulado de las partes y el que generen con la interacción.

Con la cooperación tecnológica inter firma lo que la empresa hace es reconocer que puede obtener ventajas de aquello que no sabe hacer (y que es capaz de aprender), o que puede complementar; para tal efecto establece un trato que le permite apoyarse en otras organizaciones. La consideración de cooperar tecnológicamente con otra firma se puede presentar cuando:

i. Las rutinas con que cuenta no le permiten aprovechar al máximo las habilidades de los miembros de su organización. En este caso la firma enfrenta un mal planteamiento de las rutinas organizacionales (estructura y estrategia) para aprovechar sus capacidades fundamentales.

ii. Las habilidades que tiene no son las requeridas para satisfacer las necesidades del mercado (cuando carece de las capacidades fundamentales).

iii. Busca potenciar o mejorar sus habilidades y rutinas.

Para que la CTIF sea exitosa se necesita de la coincidencia de intereses y de la complementación de capacidades de las firmas involucradas. Para que tal complementariedad se dé, se requiere de la interacción de rutinas organizacionales especificas de cada una ellas, que a su vez dan lugar a la generación de rutinas comunes conformadas por el conocimiento y la experiencia de las partes, así como del conocimiento y experiencia del trabajo conjunto.

No obstante, la interacción y complementariedad de rutinas no son sencillas, ya que involucran un proceso de aprendizaje que toma tiempo y que incluye mucho conocimiento tácito, no codificado y no codificable. La diferenciación tecnológica de cada firma, manifiesta a través de rutinas, da cuenta de habilidades de know how distintas, de trayectorias tecnológicas específicas, de diferentes capacidades de aprendizaje y de distintos mecanismos de procesamiento de información. Lo que a su vez es consecuencia de que el patrón de resolución de problemas (las rutinas de búsqueda) de cada empresa es irreversible y dependiente.

Para que con este tipo de vinculación tecnológica, la firma aproveche sus capacidades disponibles o genere nuevas, debe tener la capacidad de adquirir o describir lo que quiere (si tiene el vocabulario de planeación adecuado), contar con el conocimiento mínimo o rudimentario de la capacidad que desea adquirir, y debe tener la facultad para reconocer e interpretar en alguna medida el conocimiento idiosincrásico de la firma con la que se relaciona. Lo que lleva a concluir que no cualquier firma puede incursionar en este tipo de estrategia y que consolidarla es un proceso que toma tiempo, aún cuando las firmas se conozcan por una relación previa de compra-venta simple.

Otro hecho a considerar es que en la relación de CTIF, cada firma participa con el “repertorio” de capacidades y rutinas que tiene respecto a lo que coopera. Sin embargo, al igual que al interior de la firma, la determinación de cuáles ejecutar depende de que se interpreten correctamente los mensajes de los otros miembros de la relación y del medio ambiente. En este proceso una vez más se involucra el conocimiento acumulado de las partes, pero también el código de comunicación que se genera en la relación y que es fundamental para procesar el conocimiento y la información externa.

El marco o medio ambiente en el que la CTIF es una alternativa para ampliar las capacidades para innovar y tomar ventajas de la innovación, pueden ser aquel caracterizado por:

a) Condiciones tecnológicas, regulatorias y competitivas con cambios rápidos y en algunos renglones, con dirección impredecible. En este caso la firma requiere hacer esfuerzos sistemáticos de búsqueda para enfrentar las modificaciones en el ambiente.

b) Donde los bienes y servicios tengan cierta complejidad tecnológica (sean no estandarizados) y requieran que la firma que los demanda tenga cierta habilidad o conocimiento al respecto y que conozca del establecimiento de las condiciones de compra-venta, que a diferencia de un bien estandarizado, son más complejas.

Algunas de los diferencias que Nelson y Winter señalan respecto a los bienes estandarizados y ‘no estandarizados’ son: los costos de verificación del desempeño, los arreglos de certificación, el grado de confianza interpersonal, la definición y cumplimiento de obligaciones contractuales.

Las dificultades se presentan cuando los bienes y servicios no son estandarizados, ya que la parte compradora no está protegida por la certificación y confianza respecto a la posible incompetencia y el oportunismo del proveedor. En estas circunstancias se requiere que el comprador se involucre en los detalles del desempeño y de todo lo relacionado con asegurarse de que obtendrá lo que demanda al precio y en las condiciones en que lo necesita. Para tal efecto Nelson y Winter sugieren recurrir a normas y estándares, protección contractual y supervisión cercana. Aspectos que pueden darse o seguirse con menor dificultad en una relación cercana y de cooperación.

Estas dos características del medioambiente tecnológico y competitivo, contribuyen a decantar al tipo de empresas en el que es posible encontrar con mayor probabilidad a la CTIF como estrategia de búsqueda: empresas que se desempeñan en ambientes altamente competitivos, con presiones tecnológicas fuertes respecto a la complejidad del producto y a la rapidez con la que se presenta la innovación en los mismos.

Recuérdese que para la teoría evolucionista, si la firma produce sólo un conjunto dado de productos con un conjunto dado de procesos será incapaz de sobrevivir mucho tiempo; por lo que para que permanezca en el mercado debe innovar. Las firmas que se desempeñan en ambientes como los antes descritos, normalmente no descuidan sus procesos de búsqueda; no obstante, los realizan a través de estrategias que implican un compromiso con un proyecto respecto al que exista cierta similitud en los objetivos definidos, en los procedimientos para alcanzarlos y en los recursos de I+D requeridos. La empresa profundiza respecto a lo que ya tiene cierto grado de conocimiento relevante. Cuando la alternativa estratégica seleccionada es la CTIF, también se rige por lo antes descrito.

Finalmente, dentro de este planteamiento teórico, la CTIF puede ser considerada como una modalidad de estrategia de búsqueda híbrida (de las estrategias de replicación e imitación), en la medida en que se busca la innovación en lo que la firma sabe hacer, pero tratando de aprovechar las ventajas de la replicación (capacidades y rutinas internas) y de la imitación (capacidades y rutinas externas).

Con base en lo hasta aquí expuesto puede decirse que para está perspectiva teórica la CTIF es una estrategia de búsqueda que tiene las siguientes características:

i) La llevan a cabo, principalmente, empresas inmersas en sistemas tecnológicos complejos. La CTIF es respecto a bienes no estandarizados, dentro de un mercado competido, donde las innovaciones son continuas y rápidas.

ii) Las empresas involucradas deben tener conocimiento respecto a lo que requieren, y a lo que prevalece en la frontera tecnológica.

iii) Las firmas se involucraran en CTIF en aquello que implica hacer más de lo que ya tienen cierto grado de conocimiento relevante.

iv) Los acuerdos cooperativos de este tipo, formales e informales, permiten a la firma acercarse más a las tecnologías disponibles en el mercado y acceder a las comunidades tecnológicas que le son de interés.

Bajo el esquema de Nelson y Winter la estrategia de cooperación tecnológica inter firma es una alternativa de la empresa para adaptarse al medio por la mejora de sus capacidades fundamentales que le permiten resolver problemas tecnológicos y llevar a cabo una mayor actividad innovativa.

Esta estrategia “facilita” la obtención de ventaja competitiva al incidir directamente en la tasa de innovación de la firma, dándole una orientación más “certera” a las rutinas de búsqueda (I+D) en la medida en que existe una vinculación cercana con los proveedores, usuarios o con la competencia (según con quien se coopere tecnológicamente), lo que da lugar a un conocimiento más cercano de las necesidades del mercado y de los cambios tecnológicos que en el mismo se presentan. Asimismo, incide positivamente en su capacidad de resolución de problemas tecnológicos.

La mayor actividad innovativa y la mayor capacidad de resolución de problemas generadas por la CTIF, le permite a la firma reducir costos y obtener mayores beneficios de las capacidades fundamentales y las rutinas con que cuenta, aumentando la posibilidad de que sobreviva en el mercado y de que obtenga beneficios positivos.

Para finalizar este capítulo, a continuación se presentan las conclusiones del mismo.


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