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Las disparidades económicas intrarregionales en Andalucía

Antonio Rafael Peña Sánchez
 

 

CAPÍTULO III. LAS DISPARIDADES ECONÓMICAS PROVINCIALES EN ANDALUCÍA 1955-1997.

Las disparidades en Valor Añadido Bruto.

En este apartado del trabajo trataremos de analizar la evolución, situación y estado de las disparidades económicas que presentan las provincias andaluzas a partir del Valor Añadido Bruto (a nivel global y a partir de su distribución por población) representativa de la capacidad productiva de las distintas áreas geográficas.

Análisis de las disparidades en el VAB.

En el cuadro nº 3.1 vamos a examinar la evolución provincial del VAB provincial al coste de los factores (a precios constantes tomando como año base 1986). Desde una perspectiva provincial se pueden apreciar cambios relativamente significativos, siendo el más relevante el que sólo dos provincias han aumentado significativamente su participación en la renta regional en el periodo analizado, y ambas provincias son costeras, a saber, Almería y Málaga . El crecimiento ha sido notable especialmente en Málaga, ya que en los cuarenta y dos años analizados, ha ganado más de 4 puntos en su participación regional. El resto de las provincias, o mantienen prácticamente su participación (como es el caso de Cádiz y Huelva) o pierden peso económico relativo en Andalucía, siendo Córdoba, Sevilla y Granada las más afectadas (ya que pierden 2,33, 3,13 y 1,1 puntos de participación, respectivamente). La caída de Sevilla se produce fundamentalmente entre 1955 y 1985, año a partir del cual podemos observar como mantiene la tendencia, y Córdoba sufre la pérdida de participación entre 1955 y 1975, año en el que se estanca dicha participación.

CUADRO Nº 3.1

% SUPERFICIE Y VAB PROVINCIAL SOBRE EL TOTAL REGIONAL

Sevilla, con el 16,04 % del territorio andaluz, genera el 23,26 % del VAB de Andalucía en 1997, mientras que Córdoba y Jaén, con un porcentaje similar del territorio (15,72 y 15,47 % respectivamente), sólo participa en un 11,07 y 9,31 % del VAB, respectivamente, en el año 1997. Por otro lado, cabe destacar la elevada contribución de Sevilla, Málaga y Cádiz, que con el 32,84 % del territorio, crean el 55,88 % del valor añadido, mientras que Córdoba, Jaén y Huelva, con el 42,75 % del territorio, sólo genera el 27,60 % del valor añadido.

Desde el punto de vista de la evolución de las disparidades en la actividad económica regional, podemos observar (cuadro nº 3.1) como atendiendo a la diferencia entre la provincia con mayor porcentaje del VAB generado y la provincia con menor (medido a través de su cociente), ésta ha evolucionado favorablemente en el periodo analizado, ya que pasó de 5,29 a 3,40. Igualmente, si el proceso lo hacemos con la media de las tres provincias con mayor y menor participación en el valor añadido, comprobamos como se produce también un ligero descenso en dicho indicador, pasando de 2,54 a 2,39.

Para un análisis más detallado de las disparidades provinciales del VAB de Andalucía, hemos de considerar el crecimiento que ha experimentado cada una de las provincias ya que ello nos va a indicar la intensidad con que varía el VAB de cada una de ellas y por consiguiente, la intensidad con que disminuyen o se intensifican las disparidades en la economía andaluza. Si nos centramos en la intensidad del crecimiento económico experimentado por cada provincia de Andalucía, medido por la tasa de variación del VAB al coste de los factores en pesetas constantes de 1986, en el periodo que estamos estudiando (véase cuadro nº 3.2), podemos observar como Almería, Cádiz, Huelva y Málaga ofrecen unos crecimientos superiores a la media andaluza, siendo destacable el de Almería y Málaga, por ser incluso superior a la media nacional. Por otro lado, y conformando la otra cara de la moneda, nos encontramos a Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla, con un crecimiento inferior a la media andaluza, aunque la tasa no difiere mucho de la media, ya que todas ellas presentan un crecimiento superior al 3 %, y la media andaluza es de 3,74 %.

CUADRO Nº 3.2

TASA DE CRECIMIENTO MEDIO ANUAL ACUMULATIVO

Otro hecho a reseñar es el fuerte crecimiento experimentado por la economía andaluza en el periodo 65/75, en el que la tasa de crecimiento fue del 5,19 %, destacando en ese periodo el crecimiento de Huelva, con un 7,99 % y el de Almería, un 6,91 %. Si nos centramos en las diferencias existentes en el crecimiento económico de las distintas provincias, es necesario resaltar las fuertes disparidades existentes en el mismo cuando tomamos las diferencias entre el valor de la provincia con mayor crecimiento y la provincia con menor. Estas disparidades se atenúan cuando lo medimos a partir de la media de los valores de las tres provincias con menor y mayor tasa de crecimiento. Todo lo anterior demuestra la diferente capacidad generadora de actividad económica de cada una de las provincias de una misma comunidad autónoma, explicada por razones que ya veremos más adelante. Las pautas de crecimiento económico de las provincias siguen la misma tendencia que el crecimiento experimentado por Andalucía y por España, con algunas diferencias en cuanto a la intensidad de dichas variaciones.

Una vez puesto de manifiesto el porcentaje de participación de cada provincia en el VAB andaluz y el crecimiento experimentado por cada una de ellas en el periodo analizado, sería conveniente medir la evolución de las disparidades existentes en relación a la capacidad productiva de las provincias andaluzas. Para ello utilizamos dos indicadores de dispersión como son el Índice de Theil y el Coeficiente de variación de Pearson. En un primer momento hemos de decir que el Índice de Theil y el coeficiente de variación de Pearson tienen prácticamente la misma evolución en el periodo analizado (véase las columnas de crecimiento en el cuadro nº 3.3), lo que refuerza, en principio, la calidad de las conclusiones que podemos extraer de la aplicación de ambos indicadores para medir el grado y evolución de las disparidades del VAB al coste de los factores.

CUADRO Nº 3.3

DISPARIDADES DEL VAB al coste de los factores

Según los datos del cuadro anterior, verificamos como la tendencia general, con algunas excepciones, es hacia la mejor distribución en la generación de producción en Andalucía entre 1955 y 1997, como así lo indican el crecimiento medio anual acumulativo de ambos indicadores (-0,59 %) y (-0,32 %). También debemos destacar como dichos índices se hacen mínimo en el periodo 1997, en el que alcanzan los valores 0,03 el índice de Theil y 42,67 el coeficiente de variación, significando ello que sería el año en el que la distribución de la producción se hace más equitativa entre las distintas provincias, es decir, que las diferencias provinciales en la consecución del VAB fueron mínimas.

Análisis de las disparidades en el VAB per cápita.

El análisis del VABpc de cada una de las provincias andaluzas nos permite observar como en 1997 Córdoba, Huelva, Jaén y Málaga presentaban unos índices superiores a la media andaluza, mientras que en 1955 sólo alcanzaban índices superiores Sevilla, Málaga y Cádiz. Por otro lado, hemos de señalar el fuerte incremento experimentado en el periodo en cuestión por Almería (17,85), Huelva (11,70) y Jaén (31,71), y por otro lado, el fuerte descenso de Cádiz (-12,65) y Sevilla (-32,10).

CUADRO Nº 3.4

NÚMEROS ÍNDICES DEL VAB PER CÁPITA PROVINCIAL

Una primera aproximación que podemos hacer de las disparidades es que, entre 1955 y 1985 se produce un acercamiento entre las provincias andaluzas, lo que implica una mejor distribución del VAB entre la población de las distintas provincias, mientras que este acercamiento se paraliza, prácticamente, a partir de 1985, en el que los indicadores permanecen inalterables o sufren una muy ligera disminución.

En cuanto al crecimiento anual acumulativo de cada provincia en el VABpc, observamos como Almería, Córdoba, Granada y Jaén presentan un crecimiento superior al de Andalucía en prácticamente todos los periodos que estamos analizando, e incluso superior al de España en el periodo 55/97. En el otro lado nos encontramos a Cádiz, Málaga y Sevilla, cuyos crecimientos han sido inferiores al de Andalucía en prácticamente todo el periodo analizado, debido, fundamentalmente, a las altas tasas de crecimiento de población (muy superior a la media andaluza) que se dio en el periodo en cuestión.

CUADRO Nº 3.5

TASA DE CRECIMIENTO MEDIO ANUAL ACUMULATIVO

Con respecto a las disparidades, si nos centramos en el cociente entre el mayor y el menor índice, podemos observar como la tendencia general es hacia la reducción de dichas disparidades, ahora bien, las mismas sufren el mayor descenso desde 1975. Lo mismo podemos observar cuando dichas disparidades son medidas por el cociente entre las 3 provincias con mayor índice y las 3 con menor índice.

CUADRO Nº 3.6

DISPARIDADES DEL VAB PER CÁPITA al coste de los factores

Esta tendencia hacia la disminución de las disparidades queda corroborada cuando analizamos la evolución seguida por el índice de Gini, el de Florence, el coeficiente de variación y el índice de desigualdad, cuya evolución es fiel reflejo de un mayor acercamiento de las provincias a la equidistribución del VAB por habitante. Además, hemos de resaltar que en el periodo 1997 las disparidades fueron las mínimas en todo el periodo analizado.

CUADRO Nº 3.7

APORTACIÓN PROVINCIAL A LAS DESIGUALDADES

En la aportación que realiza cada provincia al índice ponderado de desigualdad (medido a través de la diferencia existente entre el porcentaje de VAB y el porcentaje de población de cada una de las provincias en cada uno de los periodos) cabe destacar como en 1955 el 38,13 % de la aportación lo realizaba Sevilla, siendo este porcentaje más suave en 1997, que alcanzó el 8,61 %, y donde Granada con el 34,23 %, encabezó la lista, seguida por Huelva con el 22,73 %.

La evolución seguida por la aportación de cada provincia al índice ponderado de desigualdad muestra como Córdoba, Granada y Huelva aumentan la aportación al índice de desigualdad, con crecimientos porcentuales de 11,75, 17,05 y 21,23 %, respectivamente, mientras que Jaén y Sevilla disminuyen su aportación porcentual en 12,57 y 29,52 %, respectivamente.


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