Revista: Turydes Revista Turismo y Desarrollo.
ISSN 1988-5261


PROYECTO ECOTURÍSTICO PARA IMPULSAR EL DESARROLLO LOCAL EN UNA REGIÓN RURAL DE JALISCO, MÉXICO

Autores e infomación del artículo

Juan Jorge Rodríguez Bautista*

Rosario Cota Yáñez**

Universidad de Guadalajara, México

jjorge65@gmail.com

Resumen
El turismo es una actividad que en los últimos años ha adquirido mucho auge debido al impulso generado a nivel mundial. Dentro de las diversas manifestaciones se encuentra el ecoturismo que consiste en disfrutar y conservar la biodiversidad de una región. Jalisco es un estado que cuenta con una variedad de lugares que pueden ser promovidos con tal fin. Por ello el siguiente documento se plantea analizar la relevancia de la actividad turística y brindar elementos para el desarrollo de un proyecto ecoturístico que permita el desarrollo local y la integración de la población en la propuesta. Se identifican los principales atractivos naturales en la región de Valles.
Palabras clave: ecoturismo, Desarrollo local, Jalisco, rural.
ECOTOURISM PROJECT TO BOOST LOCAL DEVELOPMENT IN A RURAL AREA OF JALISCO, MEXICO.

Abstract
Tourism is an activity which in recent years has gained much popularity due to momentum worldwide. Among the various manifestations is ecotourism consisting enjoy and conserve the biodiversity of a region. Jalisco is a state that has a variety of places that can be promoted to that end. Therefore the following document is planned to analyze the relevance of tourism and provide elements for the development of an ecotourism project to local development and integration of the population in the proposal. The main natural attractions are identified in the region of Valles.

Keywords: ecotourism. Local development, Jalisco, rural.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Juan Jorge Rodríguez Bautista y Rosario Cota Yáñez (2017): “Proyecto ecoturístico para impulsar el desarrollo local en una región rural de Jalisco, México”, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 23 (diciembre 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/turydes/23/ecoturismo-jalisco.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/turydes23ecoturismo-jalisco


INTRODUCCIÓN
El turismo, debido a su dinamismo en cuanto a los niveles de inversión, creación de empleos y captación de divisas, es una de las principales actividades que pueden contribuir al desarrollo regional; siempre y cuando se busque, además de las retribuciones económicas, beneficios sociales y conservación ambiental, todo en el marco de la sustentabilidad.
La implementación y desarrollo de proyectos dentro de la nueva tipología de turismo Alternativo, el cual es definido por la Secretaria de Turismo (SECTUR) como los viajes que tienen como fin realizar actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y las expresiones culturales que le envuelven con una actitud y compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en la conservación de los recursos naturales y culturales: resultan ser una forma idónea de incluir a los actores locales (empresarios, gobierno y sociedad) para lograr un aporte al desarrollo regional.
El ecoturismo es una de las diversas formas en que se pueden ofrecer como turismo alternativo. Este es definido por diversos autores y organismo, tal es el caso de la Organización Mundial de Turismo, la cual, toma la definición de Héctor Cevallos- Lascuráin (1993), como un “turismo ecológico, consistente en visitar Áreas Naturales relativamente sin trastornar, con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar los atractivos naturales y culturales (paisaje, flora y fauna silvestres) de dichas áreas, así como, cualquier manifestación cultural (del presente y del pasado) que pueda encontrarse ahí, a través de un proceso que promueva la conservación, tiene bajo impacto ambiental y cultural y propicia un involucramiento activo y socioeconómicamente benéfico de las poblaciones”.
Por otra parte la Secretaría de Turismo (SECTUR) considera al ecoturismo desde un enfoque de PRODUCTO TURÍSTICO, el cual está dirigido al visitante que disfruta de la Historia Natural, procurando apoyar y participar activamente en la conservación de la biodiversidad.
Considerando la característica que debe tener el turista ecológico, el ecoturismo es definido por la SECTUR como: “Los viajes que tienen como fin el realizar actividades recreativas de apreciación y conocimiento de la naturaleza a través del contacto con la misma”.
La Sociedad de Ecoturismo (The Ecotourism Society), con asiento en North Bennington, Vermont, E.U.A., lo define como "el viaje responsable por parte del turista hacia áreas naturales, el cual promueve la conservación del ambiente y el mejoramiento del nivel de vida de las comunidades que se visitan".
Mientras tanto para Weaver (2000) “Ecoturismo es la Forma de turismo basada en la naturaleza, que se esfuerza por ser ecológicamente, socioculturalmente y económicamente sustentable, mientras provee oportunidades de apreciar y aprender del medio ambiente natural o algunos elementos específicos de este”.
Dentro de las definiciones mencionadas anteriormente, se puede rescatar que el ecoturismo comprende la inmersión en un medio natural; ello implica actividades como apreciar lo existente, adquirir conocimientos, pero además contribuir a la conservación del lugar y los elementos que los conforman.
Sobre turismo alternativo y ecoturismo, existen diversos artículos que mencionan el amplio potencial que tiene México, ya que es un país maga-diverso, por su clima, las áreas naturales protegidas, su orografía, vegetación, entre otros. Además existe una variedad de expresiones culturales, lo que hace a México un país con capacidad de desarrollo en el ámbito del turismo alternativo. Sin embargo, no se han implementado proyectos o programas que aprovechen ese potencial.
Para el caso de Jalisco, México y particularmente una región rural denominada “Región de los Valles”, a pesar de tener vocación agrícola, presenta diversos atractivos que pueden ser aprovechados para impulsar el ecoturismo. Entre ellos se encuentran bosques, ríos, presas, geysers, volcanes, formaciones geológicas, sierras, cuevas, barrancas, paisajes.
Además existen otros de carácter cultural que pueden combinarse con los antes mencionados: haciendas, casonas, construcciones antiguas, edificios religiosos, museos y zonas arqueológicas.   
Con base en lo anterior, este trabajo tiene como objetivo exponer la relevancia que tiene este tipo de turismo en la conservación de los recursos naturales, además de ser una actividad que más se vincula con el desarrollo local, para finalmente hacer una descripción de los atractivos que pueden potencializarse dentro del ecoturismo, resaltando los elementos que deben desarrollarse dentro de un proyecto ecoturístico, que permitan la conservación y el desarrollo de las comunidades.
            Para lograr este objetivo el trabajo está dividido en cinco partes, el primero tiene que ver con una explicación de cómo se ha planteado, por diversos autores, el desarrollo y como este puede tener una visión sustentable. Aquí se encontró que el desarrollo es un proceso complejo, en el cual surge indispensable la acción de los diferentes actores locales, pero se propone como el gobierno local, quien debe diseminar ese desarrollo mediante estrategias de distribución para buscar la equidad, mientras que la sustentabilidad es una acción que permite la participación de los diversos actores no un estatus de desarrollo.
En un segundo apartado se enfoca al ecoturismo como una opción para el desarrollo sustentable, ya que este puede regular los recursos naturales, mediante una actividad que busca el equilibrio y cuidaría su no su agotamiento; considerando que los mismos actores locales, quienes deben involucrarse de manera activa en el proyecto ecoturístico, serán parte fundamental para el desarrollo de esta actividad, ya que consideran necesario la conservación del atractivo turístico.
            Un siguiente apartado tiene que ver con una descripción de los atractivos turísticos con lo que cuenta la región de los Valles, la cual tiene una gran variedad de recursos naturales, pudiendose potencializarse mediante el ecoturismo.
Finalmente se hace una revisión de los elementos relevantes que deben de contener todo proyecto ecoturístico, los cuales permitirán impulsar un desarrollo sustentable que facilite mejorar las condiciones socioeconómicas de los pobladores de ese lugar.
Este trabajo es parte de una investigación que se está llevando a cabo en la región de los Valles con la intensión de proponer estrategias de desarrollo local, lo cual busca aprovechar las potencialidades de la región, bajo una forma que facilite el mejorar el nivel de vida de sus habitantes.

DESARROLLO LOCAL BAJO UNA VISIÓN SUSTENTABLE
El desarrollo es un proceso que debe generar un bienestar a los habitantes, pero este proceso ha destruido y transformado el entorno natural, por lo que la humanidad ha cambiado las técnicas de transformación y apropiación de la naturaleza; ello implica que a mayor evolución del hombre, en cuanto a la tecnología, ha aumentado su capacidad de transformar  y controlar la naturaleza (Toledo, 1996, Lattuada, 2000).
Lo anterior lleva a que la problemática sobre los recursos naturales tiene perspectivas diferentes, ya que no es lo mismo el recurso agua o tierra, para una empresa electrónica, que para una industria alimenticia o para un agricultor, mientras que para la primera son recursos que no están directamente relacionados con la producción, la segunda son recursos naturales básicos para obtener sus materias primas y para el último, es la base para obtener sus productos.
Sin embargo, la explotación y transformación de los recursos naturales han tenido un significado relevante en los ámbitos económicos y políticos, aunque los que toman las decisiones no tienen el valor o la capacidad de defender más allá de lo que pueda afectar a sus propios intereses.
La problemática del agotamiento de los recursos no se limita a una cuestión de racionalización de los mismos, más bien tiene que ver con la sociedad en su conjunto a través de sus organizaciones y particularmente con la expresión política que es el Estado (Lattuada, 2000).
Lo anterior exige proyectos políticos que lleven a buen término en cuestiones de racionalidad, sostenibilidad, equidad y distribución de los beneficios que lleven a una forma de lograr un desarrollo sustentable.
Este tipo de desarrollo tiene como elemento clave el equilibrio que permita la continuidad de la vida tanto del ambiente como del hombre. Lo define la FAO como la gestión y conservación de los recurso naturales y la orientación del cambio técnico e institucional de forma que asegure la continua satisfacción de necesidades presentes y futuras (Lattuada, 2000)
Esta definición permite distinguir que los recursos naturales, la tecnología y las instituciones son las que deben asegurar la satisfacción de las necesidades presentes y futuras, por lo que es necesario plantear estrategias que permitan lograr este objetivo, mediante el uso racional de los recursos, utilizando tecnología adecuada y teniendo una organización que facilite este fin.
Una posible estrategia es la planteada por David Barkin (1999), la cual consiste en tener una base productiva diversificada, lograr un uso creativo de los recursos disponibles y la participación local en la planeación y la implementación de la estrategia.
Esta propuesta permitirá alcanzar nuevas alternativas de desarrollo donde los actores locales serán claves para alcanzar un mayor nivel de vida. Para ello, es necesario que los espacios rurales, aquellos que están catalogados como regiones perdedoras de la globalización, diversifiquen su base económica, por lo que deben buscar nuevas alternativas de utilizar sus recursos naturales disponibles, no depender sólo del sector primario, sino darle un valor agregado o incluso aprovecharlo como un atractivo turístico donde los servicios pueden ser un sector detonador del desarrollo.
Lo anterior, será aplicable siempre y cuando se genere un plan estratégico, donde los actores locales sean la parte clave, alcanzando nuevas formas de organización y donde el gobierno participe como diseminador del desarrollo, procurando que los posibles beneficios del crecimiento se vean reflejados en la población.
Con base en lo planteado dentro de este apartado se puede afirmar que el desarrollo es un proceso social, con dinámica horizontal y con un alto grado de complejidad; así también, la sustentabilidad es un marco participativo para la acción, no un estado de desarrollo que pueda ser alcanzado (Bringas y González, 2004).

EL ECOTURIOSMO OPCIÓN PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
El turismo en masa generó una serie de transformaciones en el territorio, desde la construcción de obras de infraestructura para la comunicación y el turismo modificando el espacio y solo vinculándose al atractivo de playa y mar. Este proceso que fue espontaneo no permitió tener un ordenamiento del territorio, ocasionando que se hiciera un desarrollo desproporcional en el entorno, afectando no solo el espacio físico, sino también el social, cultural y ambiental (Bringas y González, 2004).
El debilitamiento de este tipo de turismo que se da en países desarrollados, ha favorecido el surgimiento de una nueva forma de hacer y pensar el turismo, la cual busca un espacio natural, donde se rescate lo tradicional de las culturas y descubrir espacios y paisajes poco conocidos por el ser humano que vive en un territorio totalmente transformado, como es el urbano.
Las tendencias llevan al surgimiento del turismo alternativo, el cual puede vincularse de una manera fácil al desarrollo local; y si se aborda el ecoturismo, como una de las formas de desarrollar este tipo de turismo se está enfocando a un desarrollo de carácter sustentable. Es así como comunidades que tienen recursos naturales y culturales pueden impulsar un turismo responsable inclinándose hacia el tipo alternativo, considerando que deben conservar y mantener dichos recursos que pueden deteriorarse si no se da un uso adecuado.
El ecoturismo nace como resultado de la integración del desarrollo sustentable y el turismo. El concepto más aceptado es la propuesta hecha por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) que lo define como: “Aquel tipo de turismo ambientalmente responsable, el cual visita áreas naturales, con el fin de disfrutar y apreciar la naturaleza, así como cualquier manifestación cultural del presente y del pasado. Este tipo de turismo promueve la conservación, procurando un bajo impacto y se involucra de manera activa al beneficio de las poblaciones locales.” (Ceballos Lascuráin, 1993).
Es así como el ecoturismo comprende la inmersión en un medio natural, lo que implica hacer actividades como apreciar lo existente, adquirir conocimientos, contribuir a la conservación del lugar y los elementos que los conforman, pero además involucrarse en el beneficio socioeconómico de la comunidad local. Ello permite que el ecoturismo no solo sea una nueva forma de hacer turismo, sino una estrategia que permitiría alcanzar mejores condiciones de vida para los grupos sociales involucrados.
En México presenta posibilidades de impulsar el ecoturismo, ya que existe una diversidad biológica, variedad de sus ecosistemas y gran riqueza arqueológica. Para Ceballos Lascuráin (1994), México cuenta con un clima agradable en una buena parte de su territorio; cuenta con hermosas playas; pueblos y ciudades de gran belleza; una riqueza en su patrimonio arqueológico; manifestaciones culturales; una gastronomía de fama mundial; y un pueblo que en lo general se caracteriza por su tradicional hospitalidad.
La posibilidad que se vislumbra sobre el ecoturismo en México, debe plasmarse en políticas, planes y proyectos que propicien su desarrollo y consolidación, considerando sustancialmente los beneficios que puede aportar a la economía del país y con especial énfasis en determinadas regiones marginadas.
Como beneficios reales hacia éstas se puede señalar que tiene la capacidad para generar empleos en remotas comunidades, muchas de las veces poblaciones indígenas; promueve el nivel de vida de estas comunidades, que se traduce en la dotación de servicios elementales de agua potable, electrificación, educación, vivienda y salud. Además de lo anterior es importante considerar que esta actividad puede involucrarse en la conservación de los recursos naturales, los cuales serian los atractivos turísticos, tal y como lo propone Janka (1996), que el ecoturismo en México puede aprovecharse como un instrumento para la conservación y el manejo sustentable de las áreas naturales, procurando que estas últimas puedan contribuir al desarrollo turístico.

LA REGIÓN DE LOS VALLES, UN BREVE ANÁLISIS DE SUS ATRACTIVOS
La Región Valles de localiza en la parte centro-oeste de Jalisco, colinda en zonas de sierra que pueden ser aprovechados para el desarrollo turístico. Su superficie total de 5,891.00 km2, equivalente al 7.35% de la superficie del Estado.
Esta región se caracteriza por su vocación agrícola; sin embargo, en los últimos años, algunos municipios que la conforman se han esforzado por abrir paso al turismo, tal es caso del municipio de Teuchitlán, donde dada a las investigaciones hechas a las ruinas arqueológicas “Guachimontones”, pueden ofrecerse como un atractivo turístico cultural. Por otra parte, está el municipio de Tequila, en el cual ha desarrollado la “Ruta del Tequila”, misma que abarca varios municipios y comprende la visita de fábricas y/o haciendas tequileras, así como disfrutar del Paisaje Agavero, el cual fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2006.
En cuanto al turismo alternativo, el municipio de Ahualulco de Mercado presenta mayor aplicación con su Área Natural Protegida “Piedras Bola”, que tiene la categoría de áreas de formaciones naturales de interés municipal, donde además de poder apreciar estas rocas con su peculiar forma esférica, puede realizarse senderismo, escalada, tirolesa, entre otras actividades comprendidas dentro del turismo de aventura y ecoturismo.
La Región de los Valles y más específico los municipios que la conforman poseen gran potencial en cuanto a sitios o atractivos turísticos de carácter cultural y natural, desafortunadamente su dinámica e inclusión a la actividad turística está siendo pausada, debido a la falta de valoración y de proyectos viables para su correcto aprovechamiento.
Dadas sus características geográficas, la región de los Valles posee importantes recursos naturales, entre los cuales se encuentran sierras, cerros, arroyos, barrancas, cuerpos de agua, cascadas, grutas, minas y bosques1 , los cuales que pueden ser aprovechados para implementar proyectos relacionados con ecoturismo, ya que este tipo de turismo se basa, principalmente, en el aprovechamiento de atractivos o áreas naturales.
Todos los atractivos son importantes para las localidades donde se ubican, no sólo por su belleza escénica o por las singularidades particulares, sino porque además proveen de servicios ambientales a las mismas. Para este trabajo se hizo una selección de los atractivos que pudieran potencializarse dentro del ecoturismo, debido a su reconocimiento en el municipio o en su zona de influencia.

Algunos de los atractivos que se identifican como principales; dado su potencial, para el desarrollo de un proyecto ecoturístico en la actualidad ya tienen indicios  de aprovechamiento turístico, tal es el caso de Piedras Bola, Sierra de Quila y el Bosque de la primavera. Todas las anteriores se caracterizan por poseer la declaratoria de Área Natural Protegida, quizá a ello se deba que presenten un cierto aprovechamiento turístico.
Los objetivos de creación de las Áreas Naturales Protegidas son: preservar los ambientes naturales representativos de las diferentes regiones biogeográficas y ecológicas del país, así como los ecosistemas más frágiles, para asegurar el equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos y ecológicos; asegurar la preservación y el aprovechamiento sustentable de la biodiversidad en sus tres niveles de organización, en particular de las especies en peligro de extinción, amenazadas, endémicas, raras y las sujetas a protección especial; proporcionar un campo propicio para la investigación científica y el estudio de los ecosistemas, y rescatar y divulgar conocimientos, prácticas y tecnologías, tradicionales o nuevas, que permitan conservar la biodiversidad nacional; y proteger los entornos naturales de zonas, monumentos y vestigios arqueológicos, históricos y artísticos, así como zonas turísticas y otras áreas de importancia para la recreación, la cultura e identidad nacional y de los pueblos indígenas. Estos objetivos son básicos para preservar los recursos naturales y serian una guía para la implementación de proyectos ecoturísticos
Por otro lado la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente divide las áreas naturales protegidas en ocho categorías, seis de las cuales se establecen como de interés para el gobierno Federal; éstas son: Reserva de la Biósfera, Parque Nacional, Monumento Natural, Área de Protección de Recursos Naturales, Área de Protección de Flora y Fauna, y Santuario. Por su interés regional o local, las dos categorías conferidas a estados y municipios son: Parques y Reservas Estatales y Zonas de Preservación Ecológica de los Centros de Población.  
Piedras Bola tiene categoría de Formaciones Naturales de Interés Municipal, mientras que la Sierra de Quila y el Bosque de la Primavera, ambas poseen la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna.
Con base en lo anterior, el decreto de las áreas tiene como prioridad su preservación; sin embargo, ello no limita su uso y aprovechamiento, siempre y cuando este sea sustentable. Es así como Piedras Bola, que son formaciones rocosas peculiares por su dimensión y forma esférica se aprovechan como atractivo turístico, el tipo de turismo que se desarrolla es precisamente el ecoturismo y turismo de aventura. Para el caso de la Sierra de Quila y el Bosque de la Primavera, tienen el mismo uso turístico, solo que en el caso de este último tiene mayor afluencia, por su cercanía a la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Es necesario plantear que en estas áreas naturales, tengan proyectos ecoturísticos, que atienda necesidades y posibilidades de desarrollo en el área; además, es necesario considerar la participación de actores locales como principales ejecutores, con el fin de impulsar un desarrollo regional que sea sustentable, suponiendo que ellos, se interesen por cuidar de forma adecua estas áreas.
Entre otros atractivos que se pueden potencializar de forma ecoturística, esta la Sierra de Ameca, representada por bosque de 20.853 hectáreas de superficie, está integrado por los municipios de: Ameca, Ahualulco de Mercado, Etzatlán y San Juanito de Escobedo. Dicha Sierra está en proceso de ser declarada Área Natural Protegida. Con lo que se pretende incrementar la conservación del bosque de encino, pino, selva baja caducifolia y de galería, además de especies como puma, venado cola blanca, jabalí, tigrillo, águila y gavilán, así también se cuidara el aporte de agua que esta sierra proporciona a los mantos acuíferos y de los caudales del Río Ameca y de la Presa La Vega.
La región de los Valles posee otros recursos y atractivos que, aun sin ser declaradas áreas naturales protegidas, tiene las características para serlo. Estas áreas pueden ser aprovechadas por las localidades a las cuales pertenecen de forma ecoturística, propiciando establecer un proyecto que plantee la conservación y de beneficios locales. 
Entre esos recursos esta la Barranca de Achío en Amatitán, esta zona es una mezcla de barrancas y planicies donde se encuentran huertas y áreas de cultivo, todo lo cual conforma una zona de paisaje.
El Cerro de la Pila en Cocula, con una altura de 2.100 metros sobre el nivel del mar. Comprende ecosistema de bosque, Su vegetación está formada principalmente por pino, encino, roble y su fauna la caracterizan el venado, el gato montés, el zorro, el coyote, el zorrillo, el armadillo, el conejo, la liebre y diversas aves.
Río Salado; en El Arenal, se localiza en las orillas de la cabecera municipal, siendo este un río tranquilo y con aguas termales durante todo el año, encontrándose lugares con árboles de gran altura y extensas áreas verdes.
Las Minas de Hostotipaquillo, ubicadas a nueve km. de la cabecera municipal importante por la buena calidad de sus yacimientos. Las Minas de Ópalo en Magdalena, donde se extrae desde la antigüedad cristales de ópalo considerados piedras semipreciosas, además estas minas están rodeadas de bosques de pino.
Las Cuevas en San Juanito de Escobedo, son cuevas precortesianas, también conocidas como La Isla, La Otra Banda y Atlitic. El centro es un cono volcánico ya extinto, que fue una isla en la laguna de Magdalena antes de su desecación a principios del siglo XX.
Ojo de Agua “Agua Blanca” en San Marcos, cuerpo de agua alimentado por un arroyo con agua todo el año, con diversa vegetación conformando elementos paisajísticos.
Dentro del Área Natural Protegida Sierra de Quila; en San Martín de Hidalgo, se encuentra el Cerro del Huehuentón formación geológica de más de 100 metros de altura con rocas de grandes diámetros que permiten gran atracción visual hacia los municipios de Tecolotlán, Tenamaxtlán, Atengo, Ameca, San Martín de Hidalgo y Cocula. En las faldas de este cerro nacen algunos de los manantiales de más importancia que alimentan a poblaciones aledañas al área.
Volcán de Tequila en Tequila, actualmente inactivo es una Formación rocosa que alcanza una altura de 2.900 msnm. La flora está representada por pino, roble, madraño, mezcal, encino, mezquite, guamuchil, nopal, pitahayo, plátano, mango, huizache, limón, ciruelo y aguacate; además, en sus laderas nace el agave azul. La fauna que se concentra en el lugar son especies como el venado, coyote, tejón, lagartijo, zorra,  zorrillo, armadillo, ardilla, conejo, mapache y algunos reptiles y aves.
Géiser de los Hervores en Teuchitlán; ubicados aproximadamente a doce km. De la cabecera municipal, son fuentes naturales que expulsan agua y vapor a presión de una temperatura entre los 60° y 70°  centígrados.
Los anteriormente mencionados no son los únicos pero pueden ser los más representativos de cada uno de los municipios de la región. Pero estos deben de aprovecharse, con base en un proyecto, el cual debe de presentar las características que plantean a continuación, procurando la conservación del los recursos naturales y el aprovechamiento de los actores locales, alcanzando mayores niveles de bienestar.

ELEMENTOS A CONSIDERARSE EN UN PROYECTO ECOTURÍSTICO
Existen diferentes autores e instituciones que plantean la forma en cómo diseñar e instrumentar proyectos ecoturísticos; sin embargo, todos ellos resaltan tres dimensiones centrales: los turistas, que desean conocer, explorar y experimentar; las comunidades receptoras, que necesitan proyectos responsables, distributivos y rentables; y las condiciones e impactos de la actividad en el medio ambiente natural y cultural, que deben preservar los recursos.
Para el caso de la primera dimensión, que tiene que ver con los turistas, en la localidad debe de implementarse todo un sistema de manejo de visitantes, considerando los siguientes elementos:
1.- El turista es un agente activo por lo que debe entender que tiene una función importante en la conservación de los recursos, así también participa en la distribución de beneficios siendo un actor clave para el desarrollo del destino turístico.
2.- El proyecto ecoturístico debe considerar los flujos en el tiempo y el espacio de los visitantes, con el objeto de minimizar los impactos negativos, pero sin descuidar la satisfacción del visitante, el cual debe de tener un perfil adecuado para el tipo de atractivo turístico.
3.- El proyecto debe de vincularse a un sistema de planeación que debe ser planteado en ámbitos nacional y estatal, con el fin de que todos los atractivos turísticos de esta índole, muestren las mismas reglas en el manejo de visitantes y no sean incoherentes, lo que provocaría que la cultura del cuidado del medioambiente se distorsione.
4.- Realización de diversas actividades que no afecte el entorno pero que permita el conocimiento del mismo, ello facilita consolidar la cultura de la conservación de los recursos. 
Para el caso de la comunidad receptoras es necesario involucrarlas dentro del proceso de planeación con el fin de que se sientan parte del proyecto y puedan hacer ajustes necesarios para que tengan un adecuado funcionamiento. De la misma manera la comunidad debe ser parte activa del proyecto mediante la generación de empresas, las cuales deben de vincularse de manera tal que facilite su propio desarrollo, buscando siempre el beneficio colectivo y procurar que el producto común que es el atractivo turístico sea competitivo a nivel regional nacional e internacional.
Actualmente, se busca que los turistas, que participan en el turismo alternativo, convivan con la comunidad, entiendo su modo de vida, sus costumbres, su historia, demostrado, por parte de la comunidad receptora, un sentido de partencia e identidad.
Para el caso de las condiciones e impacto de la actividad, se requiere un manejo y control de los recursos, para ello es indispensable establecer reglas claras a los turistas, educar y sensibilizar a las comunidades para que acojan nuevas prácticas en el uso de los recursos naturales, adoptar reglamentos y leyes en el manejo de los recursos para su conservación.
Por otro lado, es indispensable considerar realizar promoción y comercialización, para atraer más turismo, definitivamente hay que empezar de adentro hacia afuera, esto es, alcanzar de manera inmediata mercados locales o regionales, para después brincar al mercado nacional y finalmente alcanzar los mercados internacionales. En muchas ocasiones es muy atractivo llegar a estos últimos, incluso estos mercados y particularmente el europeo está muy familiarizado con este tipo de turismo; sin embargo, cuando no se tiene la experiencia de desarrollar esta actividad en la comunidad, se pueden tener deficiencias y esto sería un efecto negativo, ya que la mala imagen se difunde rápidamente.
De la misma manera, es indispensable buscar fuentes de financiamiento para crear y desarrollar pequeñas y medianas empresas, considerando que en el proyecto debe de enfatizarse el involucramiento de los empresarios locales, los cuales requerirán de financiamiento y capacitación para emprender de manera adecuada sus empresas. Es importe no descartar la posible inversión de fuera, pero debe de plantearse reglas que consideren la sustentabilidad del recursos, insertarse a la cadena productiva local e impulsar el beneficio social de la comunidad, mediante la generación de empleos razonablemente remunerados y el aprovechamiento de manera mayoritaria de la mano de obra local.
Finalmente, debe de hacerse un estudio de la demanda potencial procurando identificar ese sector de forma adecuada, conociendo sus necesidades. De igual forma es importante conocer la competencia, con el fin de diferenciarse en el producto o los servicios, pero entendiendo que el turista puede visitar lugares similares, aunque el servicio es la clave de su visita.
Dentro del proyecto ecoturístico, debe considerarse la necesidad de operar de manera conjunta, por lo que es necesario involucrar a diferentes grupos de personas, las cuales les corresponde una función específica en el desarrollo, operación y comercialización de los productos o servicios turísticos, así como en el apoyo para su establecimiento. Estos diferentes grupos adoptan decisiones y ejercen responsabilidades conjuntas, y gozan de los beneficios de un área en particular. Entre los más importantes destacan instituciones gubernamentales, operadores turísticos, la comunidad local y el turista.
De todos los grupos de actores, se requiere un comportamiento adecuado, es decir, que actúen y perciban el medio ambiente natural y cultural de manera responsable, distributiva y rentable, lo cual sugiere la aplicación de principios y reglas que cada uno de los participantes deberá asumir en lo individual.
Un proyecto ecoturístico comprende el aprovechamiento de un área natural, ese aprovechamiento no debe ser de un solo elemento o de un área reducida, ya que el impacto en la misma puede ser negativo, para el caso de los atractivos que en el presente documento se potencializan para el ecoturismo en la región de los Valles debe considerarse el entorno de los mismos dentro del desarrollo de un proyecto ecoturístico.
Antes de promocionar un espacio natural como atractivo turístico, es necesario realizar investigaciones y/o estudios pertinentes, para determinar la prudencia de las actividades que se implementen, entre estas investigaciones esta la determinación de la biodiversidad del lugar, cantidad, tipos y características de ecosistemas, especies (flora y fauna) y genes, para saber el potencial del lugar, así como la información de los mismos, necesaria para ofrecer a los turistas o visitantes que accedan al lugar. Resulta relevante prestar atención a especies endémicas o en peligro de extinción ya que ello será un factor de diferenciación entre este y otros lugares o destinos ecoturísticos.
Posteriormente se realizan los estudios pertinentes de cualquier atractivo o sitio turístico, por ejemplo establecer el límite máximo que puede mantener un ambiente o mejor conocido como capacidad de carga. Además de otros estudios de impacto ambiental, con el fin de asegurar la sustentabilidad del recurso.
Teniendo identificado el sitio y sus potencialidades es prudente establecer un sistema y un grupo administrativo del mismo, es importante que dentro de este grupo se integren expertos y sobre todo personas de la zona o localidades aledañas, ya que este grupo se encargara de establecer parámetros o políticas de el uso y la realización de las actividades dentro de la misma así como vigilar el cuidado y la conservación del área; todo lo anterior comprendido en un Plan de Manejo.
Una vez establecido el plan de manejo y elementos o características distintivas del entorno, para establecer su potencial de uso, se debe definir espacios que pueden establecerse como zonas de concentración o también conocidas como de amortiguamiento, en áreas de observación y vulnerables en las cuales no es prudente la realización de ninguna actividad.
En las áreas de concentración se deben ubicar las instalaciones para la administración, alguna vivienda para el personal encargado, el espacio para recibir e informar al turista, así como establecimiento de algún servicio necesario para los mismos, estos espacios deben establecerse y diseñarse de la forma que se afecte el ambiente lo menos posible.
Otro aspecto importante es precisamente definir qué actividades ecoturísticas serán permitidas en respectivos lugares. Para el caso de la secretaria de turismo especifica las siguientes actividades ecoturísticas: Observación de atractivos Naturales, observación de fósiles, observación sideral, safari fotográfico, proyectos de investigación bilógica, talleres de educación ambiental, rescate de la flora y fauna, senderismo interpretativo, observación geológica, observación de ecosistemas, observación de la fauna, observación de la naturaleza. Ahora bien, también puede segmentarse a los visitantes en principiantes, conocedores y expertos o Soft y Hard (Boullón 2003) de manera que estos sean dirigidos a lugares pertinentes, dependiendo del perfil y del objeto de su visita en el área natural.
Para lo anterior, será pertinente el trazado de caminos, senderos interpretativos o circuitos, por donde se desplazaran los visitantes, los recorridos y visitas demás actividades que se realicen. Es necesario el acompañamiento de un guía que conozco el área y los lleve por el camino adecuado, además de conocedor de los atractivos, de datos específicos que proporcionará y en general el área natural en su totalidad a manera de que despierte interés a los visitantes por adquirir el conocimiento del área, admirarla y deseo de conservar este y todos los recursos naturales.
REFLEXIONES FINALES
Para Sachs, citado por Foladori y Tommasino (2000), considera que el desarrollo deseable debe ser desde una visión social, viable desde el punto de vista económico y prudente en el ámbito ecológico. Ello nos lleva a considerar que es necesario aterrizar el desarrollo desde un enfoque sustentable, el cual tiene principios básicos como la satisfacción de necesidades básicas, solidaridad de generaciones futuras, participación de la población involucrada y preservación de los recursos naturales.
Cada uno de estos elementos deben ser parte de un proyecto que debe implementarse para el aprovechamiento de los recursos naturales en la región de los Valles.
Los proyectos ecoturísticos deben de ser la vía para implementar el desarrollo sustentable en la región de los Valles, procurando alcanzar las siguientes características: viabilidad social (teniendo como objetivo la reducción de la distancia en el nivel de vida), viabilidad económica (repartición de los recursos de manera eficiente), viabilidad ecológica (aprovechamiento racional de los recursos), viabilidad espacial (una repartición más equilibrado de las actividades económicas, las cuales pueden impactar el desarrollo) y viabilidad cultural (tener una pluralidad de soluciones locales que impacten en cada ecosistema, cultura y situación existente en el territorio).
Para ese caso se busca que los proyectos que se diseñen dentro de los recursos naturales que puedan ser aprovechados por el ecoturismo no dejen de lado ninguna de estas características.
Por otro lado, el desarrollo sustentable, que se vincula de manera directa con el ecoturismo, tiene un proceso de carácter endógeno, en cual la comunidad toma el control de este proceso. En este desarrollo se pueden distinguir seis procesos: la primera tiene que ver con la toma de control del territorio, ello significa conocer el límite de su espacio y las características primordiales que tiene que ver con identificar los recursos naturales y culturales existentes en el territorio.
El segundo es el uso adecuado de los recursos, buscando lograr el equilibrio con la naturaleza y alcanzar tendencias de sustentabilidad mediante planes de manejo, los cuales deben de ser capaces de regular toda actividad económica que se establezca en el territorio, incluyendo el turístico.
Un proceso más es el control cultural, que tiene que ver con salvaguardar los valores culturales, para ello es necesario generar mecanismos que garanticen el rescate de la cultura y exista un arraigo de identidad, lo que facilita trasferir las costumbre y poder mostrarlas al visitante sin tener el peligro de no poder trasladarlas a generaciones futuras.
Un proceso más tiene que ver con la calidad de vida de la comunidad, ello implica dotar de alimentación, salud, educación, vivienda, servicios básicos, siendo estos fundamentales para mejorar el nivel de vida e involucrarse de manera adecuada a las funciones que implican para alcanzar el desarrollo.
La regulación de intercambios económicos, es otro de los factores que deben visualizarse dentro del desarrollo sustentable, la relación económica con otras regiones y la visita de turistas de distintas latitudes, exige a la región estar atenta a los acontecimientos que puedan distorsionar la relativa calma de los intercambios locales, considerando que las regiones están inmersas en un contexto global, que difícilmente pueden dejarse al margen.
Finalmente el proceso político, tiene que ver con la capacidad que tiene la comunidad por organizarse diseñando normas y principios que permitan un buen funcionamiento. En este elemento es importante resaltar, el involucramiento de los diversos actores los cuales serán claves para el buen funcionamiento y enfatizando la pertenencia del proyecto mediante su participación.
Nuestra generación esta transitando de un turismo viejo, estandarizado y transformador del espacio, a un turismo alternativo donde la singularidad es la naturaleza donde se adapta a las necesidades del turista, pero cuidando el entorno. Este nuevo esquema del turismo debe considerar la viabilidad económica, la sensibilidad hacia las manifestaciones culturales y el respeto hacia el entorno natural. Es por ello que en la región de los Valles deben de implementarse proyecto ecoturísticos que faciliten el aprovechamiento de estos recursos bajo un esquema que permita el desarrollo, facilitando el bienestar de los actores claves: empresas locales, actores locales y gobiernos locales. 

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* Profesor investigador Universidad de Guadalajara. Departamento de Estudios Regionales del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas. Licenciado en Geografía, Maestro en Desarrollo Regional, Doctor en Negocios y Estudios Económicos. Pertenece al Cuerpo Académico: Reestructuración productiva y Estudios Locales. Correo: jjorge65@gmail.com.
** Profesor investigador Universidad de Guadalajara. Departamento de Estudios Regionales del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas. Licenciada en Economía. Maestra en Desarrollo Local con especialidad en Políticas Públicas, Doctora en Ciencias Sociales. Pertenece al Cuerpo Académico: Reestructuración Productiva y Estudios Locales. Correo: macotaya@gmail.com.
1 Ver listado de recursos naturales por municipio en anexo.

Recibido: Septeimbre 2017 Aceptado: Diciembre 2017 Publicado: Diciembre 2017



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