Danilo Santa Cruz Rodríguez
Teresa Domínguez Allende
Ángela María González Laucirica
Universidad de Especialidades Espíritu Santo
daniloscr@uees.edu.ecRESUMEN
El desarrollo de la actividad turística desde lo  cultural y patrimonial demanda brindar a los turistas lo más revelador del  patrimonio cultural de los destinos que visitan. El uso turístico del patrimonio  supone un proceso de conversión de los recursos patrimoniales en producto  turístico. El presente artículo tiene como objetivo determinar las  potencialidades que debe tener una localidad para el desarrollo del turismo  cultural mediante los atractivos patrimoniales de esa localidad, realizando un  uso adecuado y sostenible de ese patrimonio. Para ello se emplearon un conjunto  de métodos investigativos para una mejor comprensión del trabajo. 
Palabras Clave: turismo, cultura, patrimonio, sostenibilidad
The Cultural Tourism from  the patrimonial thing for the sustainable local development
SUMMARY:  
The development of the  tourist activity from the cultural and patrimonial demand to offer the tourists  the most developing in the cultural patrimony of the destinations that you/they  visit. The tourist use of the patrimony supposes a process of conversion of the  patrimonial resources in tourist product. The present article has as objective  to determine the potentialities that he/she should have a town for the  development of the tourism of cultural by means of the patrimonial  attractiveness of that town, carrying out an appropriate and sustainable use of  that patrimony. For they were used it a group of investigative methods for a  better understanding of the work.   
Words Key: tourism, culture, patrimony, sostenibilidad  
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato: 
Danilo Santa Cruz Rodríguez, Teresa Domínguez Allende y Ángela María González Laucirica (2015): El turismo cultural desde lo patrimonial para el desarrollo local sostenible, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 19 (diciembre 2015). En línea: http://www.eumed.net/rev/turydes/19/patrimonio-cultural.html
INTRODUCCIÓN
   La  cultura de un pueblo es vital para el logro de procesos identitarios, donde  cada individuo debe reconocer y reconocerse en su relación con las presentes,  pasadas y futuras generaciones. Este debe ser capaz de conservar, recrear y  crear bienes materiales e inmateriales para su comunidad.
   Se  considera que la formación del individuo en la sociedad ha de basarse como una  continua revaloración y actualización de su herencia, del patrimonio histórico,  político y cultural. El patrimonio cultural de un pueblo encierra el acervo de  elementos culturales que la sociedad considera suyos y de los que se sostiene para  enfrentar sus problemas, para desarrollar proyectos y cumplir sus aspiraciones.
   El  patrimonio a  juicio de los autores es  una producción cultural a partir de la cual se puede desarrollar la actividad  turística, donde se muestre al visitante los  valores, creencias, tradiciones, costumbres y horizontes  utópicos constitutivos y constituyentes de bienes materiales y espirituales  únicos, irrepetibles e históricamente determinados.
   Los  directivos del turismo deben aprovechar   al desarrollar la actividad turística el manejo responsable, la  preservación y uso racional del patrimonio. Las acciones que se desarrollen deben  generar beneficios y a su vez garantizar la sostenibilidad  económica, ambiental, cultural y patrimonial de  la localidad donde se desarrolla esta actividad.
   Lograr  la diversificación del turismo cultural desde las potencialidades que tiene el  patrimonio de las localidades constituye un factor importante para el  desarrollo de esta modalidad de turismo.
   Con este  trabajo se pretende establecer un conjunto de aportaciones que puedan ser  utilizadas como un instrumento de apoyo y valoración para la introducción del  turismo cultural en las localidades de forma sostenible mediante un análisis  desde el punto de vista de la demanda.
DESARROLLO
   En la Convención sobre la protección del patrimonio  cultural y natural aprobada por la organización de las Naciones Unidas para la  Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año 1972, la comunidad  internacional ha unificado sus esfuerzos por involucrar a toda la población en  una lucha común: proteger y conservar el legado cultural y natural que forma  parte del Patrimonio Mundial. Para lograr este objetivo, los diferentes  organismos internacionales y nacionales responsables de la conservación del  patrimonio despliegan numerosas acciones orientadas a promover la protección de  los bienes y espacios declarados de interés para toda la humanidad.
   Así mismo en el Foro  Juvenil del Patrimonio Mundial celebrado en Bergen, Noruega se planteó: Los  sitios culturales y naturales conforman el entorno del cual los seres humanos  dependen psicológica, religiosa, educacional y económicamente. Su destrucción e  incluso su deterioro, sería perjudicial para la supervivencia de la  identidad, el país  y el planeta. 
   En estas ideas se resaltan los valores patrimoniales 
   para el desarrollo del hombre en la sociedad, donde el patrimonio muestra  lo construido por las generaciones anteriores  y la responsabilidad de estas de entregarlo como herencia a las generaciones futuras. 
   El patrimonio comprende lugares y  objetos,  tanto naturales  como  culturales que se valorizan,  entre otras cuestiones   porque provienen de los antepasados, por su calidad artística, histórica,  estética  que son fuentes de vida e inspiración. Desde lo cultural lo  entendemos como una forma particular de vida, de una etnia, una etapa, o de un  grupo humano. Encierra además costumbres, estilos de vida, sus orígenes y la  importancia de sea preservado y asimilado por las nuevas generaciones.
   En el 8º Borrador de la  Carta de ICOMOS (Consejo Internacional sobre Monumentos y Sitios) se planteó:
   el patrimonio cultural junto al natural, han  constituido por muchísimos años y constituyen, uno de los principales motivos  para que las personas emprendan un viaje en busca de distracción, de conocer  algo nuevo, de vivir nuevas experiencias. En este sentido, el patrimonio  cultural, entendido como todo aquello material e inmaterial que registra y  expresa largos procesos de evolución histórica y que constituye la esencia de  muy diversas identidades nacionales y locales, es la “materia prima”, el  fundamento para el desarrollo del turismo, que es en definitiva uno de los  medios más importantes para el intercambio cultural entre los pueblos (ICOMOS,  2002).
   Tener presente los atractivos culturales desde lo  patrimonial sería importante para el desarrollo del turismo cultural que ya desde  mediados de los 80 y principios de los años 90, suscitó interés de los turistas  por los destinos que ofrecen atractivos culturales. 
   El Turismo cultural es una modalidad de turismo que se  apoya en aquellos atractivos culturales que ofrece un determinado destino  turístico, ya sea una pequeña localidad, una ciudad, una región o un país. En  los últimos años ha cobrado relevancia como oferta complementaria en el paquete  turístico de determinados destinos.
   Este tipo de actividad turística es considerada como  turismo alternativo, donde se realizan cortas estancias con una duración entre  3 ó 4 días. En ella se combina la cultura con otras motivaciones con lo que  supone un fácil manejo de la demanda.
   En un artículo relacionado con el  tema del turismo cultural, donde se deduce la  concepción sobre la cultura a partir de la noción de patrimonio, se explica que:
   ésta  última se ha ampliado considerablemente en el tiempo y en el espacio, pasando  del monumento aislado al paisaje natural, de los bienes inmuebles y muebles al  patrimonio conceptual, del monumento histórico al lugar de recuerdo, por lo que  considera que tiene un significado muy amplio que abarca todos los testimonios  de la acción del hombre y de la naturaleza, dejándose de lado la idea de  tesoro, de tal forma que en la definición de cultura cabe hablar entonces de  todas las concepciones del tiempo, de la historia, de lo artístico, lo técnico,  lo popular, lo etnológico e incluso del medio ambiente como simbiosis del  patrimonio natural y  cultural, de ahí  que pueda hablarse de una oferta patrimonial que se acercaría a un todo  cultural (Morère, 1999).
La Conferencia Internacional de la UNESCO al  referirse a las Políticas Culturales, se definía el término de la manera  siguiente: “…la cultura puede ser considerada como un conjunto de signos distintivos,  espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una  sociedad o grupo social. Engloba además de las artes y las letras, los modos de  vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las  tradiciones y las creencias”… (UNESCO, 1983, p. 200). 
   Después de realizar un análisis sobre la cultura  desde lo patrimonial se concluye que las ideas anteriores recogen las  dimensiones fundamentales de lo cultural, histórico, natural, lo étnico,  incluso hasta lo medio ambiental. En la primera se asume la cultura como estilo  o modo de vida y como mentalidad, incluyendo el grado de desarrollo que puede  alcanzar un grupo social; por otro lado la segunda ve la perspectiva estética  considerando el conjunto de obras artísticas  e intelectuales que se desarrollan en cualquier sociedad.
   Entre el turismo y el patrimonio cultural se  genera una dinámica -con la conflictividad inherente a los factores que le son  consustanciales a las realidades que ambos conceptos denominan- , donde por una  parte se aportan atractivos que vienen siendo objeto de una creciente demanda,  y por la otra, se generan beneficios a la comunidad anfitriona para cuidar y  mantener el patrimonio que los identifica ante los otros (Consejo Internacional sobre Monumentos y Sitios 2002).
Se asume en este trabajo como Turismo Cultural,
   A aquella actividad  turística en la que se produce un acercamiento total o parcial de los  visitantes hacia el patrimonio cultural (material e inmaterial) a través de la  gestión cultural y turística en el territorio visitado, y en el cual tiene  lugar la ocurrencia de un conjunto de experiencias de diferente intensidad, de  acuerdo a cuan intenso sea el encuentro entre el turista y los atractivos  patrimoniales”.   (Moreno, 2008)
En la contemporaneidad  para desarrollar el turismo cultural hay que considerar la   diversidad cultural y la autenticidad de los  pueblos. Este tipo de turismo se distingue por la interacción y la experiencia  de aprendizaje sobre otras culturas, 
   permite presentar  al visitante las riquezas del patrimonio de la localidad. Fomentar el desarrollo del  turismo en las localidades resulta de gran importancia ya que desarrollar este  sector genera empleos y la entrada de divisas. Su efecto multiplicador trae  aparejado el desarrollo del transporte, la restauración de obras históricas y  culturales que enaltecen las tradiciones de las localidades; este desarrollo  por consiguiente eleva el nivel y calidad de vida de sus pobladores.
   Esta modalidad de  turismo debe aprovechar el patrimonio cultural si se concibe, organiza y  promueve, generando recursos para su conservación y desarrollo.  La  cultura tiene un alto valor para el desarrollo del turismo, el patrimonio  cultural es un elemento de identidad de los sitios y comunidades, es un  atributo para desarrollar actividades para los turistas y el valor para el  turismo da respuesta a la oferta de los destinos, aumenta la competitividad, la  estadía, el gasto y el agrado de los turistas y propietarios de ese patrimonio.
   Es una actividad socioeconómica  que incluye a muchos otros sectores, niveles e intereses de la sociedad. Al  igual que con la naturaleza, lo cultural requiere de protección parte esencial  de su propio desarrollo, ya que sin una adecuada calidad del ambiente cultural,  la actividad turística actual y su desarrollo futuro pueden verse  comprometidos, al igual que las organizaciones turísticas, los turistas y las  comunidades receptoras, por el doble papel que el turismo implica 
   La actividad turística  puede ser considerada como un producto turístico cuando es reconocida como una  mezcla, como una auténtica amalgama de servicios que se escalonan desde que se  inicia el viaje, hasta que se regresa al lugar de origen (Boullón, 1998).
   Es importante comprender la relación patrimonio cultural - productos turísticos culturales:
   se deja claro que en las ciudades históricas,  por ejemplo, donde es destacable el patrimonio histórico en sus diferentes  manifestaciones: marco histórico y cultural, y en las que este constituye el  principal atractivo turístico, la presencia de estos recursos patrimoniales no  es garantía del éxito de las mismas como destinos turísticos. Esto se explica  por la existencia de factores que condicionan (impulsan o anulan) el efecto de  atracción turística del patrimonio; entre ellos se citan los siguientes: el  producto complementario (servicios turísticos como restaurantes, hoteles,  comercios, etc.); la accesibilidad externa e interna; y la imagen que proyecta  la  ciudad o territorio (De la Calle,  2002).
   Se comparten las ideas de  Chias (2003) y Tresserras (2006) que plantean que para el diseño de un  producto turístico cultural es importante considerar que el proceso de  estructuración de los productos turísticos culturales y su posterior conversión  en oferta, se erigen sobre la base de la existencia previa de los productos  culturales, que resultan de la acción de la gestión cultural sobre los recursos  patrimoniales.
   Chias define por Producto Turístico Cultural a “…la  propuesta de viaje fuera del lugar de residencia habitual, estructurada desde  productos y ofertas culturales a las que se incorporan servicios turísticos  (transporte, alojamiento, guías de viaje, etc.)” (Chias, 2003, p. 4). 
   Moreno (2008) lo define como:
conjunto de componentes tangibles e intangibles basados en los recursos patrimoniales culturales, los cuales resultan accesibles a los viajeros visitantes a través de la armonización de la gestión cultural y turística, siendo generadores de beneficios en forma de experiencias con sentido para un público específico, de manera tal que se garantice la sostenibilidad económica y ambiental de los factores que intervienen en su prestación. (Moreno, 2008)
Los autores consideran de vital importancia para  convertir la oferta cultural y patrimonial en productos  turísticos culturales lo atractivo de la localidad,  que sea un espacio de fácil accesibilidad, que sea rentable y que por  consiguiente sea sostenible. Para el desarrollo de un producto turístico  cultural inicialmente se analiza  las potencialidades del territorio en el que se va a intervenir y se tendrá en  cuenta lo socio cultural, patrimonial, ambiental y económico.
   En lo socio  cultural se considera las  particularidades de sus pobladores, el número de habitantes, la distribución  geográfica de esa población, los diferentes grupos etarios, qué actividades  realizan. Es importante conocer cuáles son las potencialidades del patrimonio  cultural de esa localidad, donde todos los factores implicados tengan conciencia  de la necesidad de proteger y conservar el patrimonio para que pueda ser  utilizado por las generaciones presentes y futuras.
   Desde el punto  de vista económico los que invierten en esta modalidad de turismo tienen que  tener en cuenta los bienes con que se cuenta, si es factible el desarrollo de  esta actividad y qué ganancias le reportarán al territorio
   Para conocer  cuáles y cuántos son los recursos turísticos que se disponen en un territorio y  sus características, es necesaria la realización de un inventario de recursos  turísticos. Este inventario constituye un registro de todos los componentes del  patrimonio que por sus condiciones culturales, pueden constituir una motivación  para el turista. 
   El patrimonio  suele reflejar las vivencias de los antepasados y muchos de sus valores   solo sobreviven gracias a esfuerzos especiales por preservarlo. 
   Es por eso que comprender y valorar los recursos del patrimonio, su  interpretación permite un mejor entendimiento de determinados aspectos  importantes para el  desarrollo  pleno  de la humanidad, en las  actuales circunstancias como, la identidad cultural y  el auge de la  actividad turística.  
   El 16 de noviembre de 1972 se firma la Convención sobre la Protección del  Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. Este documento  representa el  primer instrumento internacional oficial donde se estipula la urgente necesidad  de identificar y proteger el patrimonio cultural y natural de valor universal  extraordinario el cual es irremplazable. 
   En esta  Convención se plantea,  la necesidad de divulgación de los sitios ubicados  en la Lista del Patrimonio Mundial.  De aquí se desprende la necesidad de  propagandizar  los sitios potencialmente incluibles en la misma y del  conocimiento del patrimonio existente en la región geográfica, el país y de la  localidad donde se vive, en busca de la sensibilización, comprensión y  vivencias de los pobladores con su conservación. 
   Las sociedades  del futuro para la conservación y sostenibilidad del patrimonio serán  sociedades de aprendizaje, donde se aprecien   los valores de su pueblo en el gobierno local, los negocios, la  agricultura, el trasporte, la energía y el turismo. 
   El desarrollo  local no debe transcurrir en una línea menor a lo que tiene concebido el país,  debe ese desarrollo estar integrado a las demandas de ese país. Todo ello  permite estimular opciones innovadoras para el desarrollo de esta modalidad de  turismo. Esto se logra en la medida que se orienten a los actores locales en  una dirección deseada para la transformación consciente de su territorio, donde  se conjugue lo histórico, cultural, natural y económico de forma sostenible.
   Los factores que  actúan en las localidades deben tener la capacidad y autoridad para trabajar en  aras de las sustentabilidad en sus propias comunidades pueden aportar una  contribución eficaz, independientemente de que su comunidad sea rica, pobre,  urbana, suburbana o rural. Estas y los diferentes grupos locales son los  canales viables con que cuentan las personas para revelar sus intereses y conducirse  en la creación de sociedades sostenibles basadas en la seguridad.  
   El logro de la  sustentabilidad depende del establecimiento de una firme alianza entre todos  los implicados. Estos deben ser capaces de satisfacer sus necesidades  esenciales de manera sostenible, conservando al mismo tiempo su medio  ambiente.  Es necesario facultar y capacitar  a los gobiernos locales y a las comunidades para que desempeñen su función en  el cuidado del medio ambiente.  Los  gobiernos deben crear una capacidad intersectorial, preferentemente bajo la  forma de una unidad de coordinación para la conservación y el desarrollo.
   Para el  desarrollo del turismo cultural los gobiernos deben aprovechar el patrimonio  cultural, organizando y generando recursos para su conservación y  desarrollo.  El valor de la cultura para el turismo y el patrimonio  cultural es un elemento de identidad de los sitios y comunidades, es un  atributo para desarrollar actividades para los turistas.
   Los principios  de un turismo cultural sostenible deben incorporarse en la constitución o en  otro instrumento jurídico fundamental sobre el gobierno y la política de una  nación.  Las actividades culturales  conforman elementos básicos entre los procesos sociales que tienen lugar en un  determinado contexto donde confluyen modos de comunidad territorial, aspectos  sociales, culturales, étnicos, lingüísticos, económicos y geográficos, junto a  una conciencia histórica de raíces comunes. 
   La identidad  territorial está estrechamente ligada a las actividades de cualquier tipo que  allí se desarrollen, les corresponde a sus pobladores conservar sus valores  patrimoniales y conservarlos para las futuras generaciones. Esta se manifiesta  en un espacio geográfico, en un determinado momento histórico donde se  desentraña una estructura socio clasista específica.
   En esta  identidad se evidencian las manifestaciones fundadas por el hombre, su  idiosincrasia, las relaciones sociales, la comunicación con diferentes  culturas, la presencia de una diversidad dentro de la misma identidad cultural.  Lo identitario debe mostrar en su devenir histórico, como un proceso en perenne  renovación y superación, donde se mantienen las constantes de sus elementos  originarios. Este carácter identitario es lo que proporciona interés al turista  para realizar su viaje. 
CONCLUSIONES
   El desarrollo del turismo cultural desde lo  patrimonial constituye una fuente de ingreso importante para cualquier localidad, siempre  utilizando estos atractivos de manera consecuente para un desarrollo  sostenible.
   La relación del turismo con el patrimonio cultural sirve de  fundamento al desarrollo de productos turísticos pues su vínculo es indispensable para  la satisfacción del cliente. Las riquezas culturales y las tradiciones que  posee una localidad sirven de fundamento al desarrollo de nuevos productos  turísticos
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Boullón, R. (1998) Marketing turístico. Una perspectiva desde  la planificación. Temas de Turismo. Buenos Aires.
   Chias Suriol, J. (2003) Del recurso a la oferta turístico cultural:  catálogo de problemas. Ponencia presentada en el Primer Congreso  Internacional del Turismo Cultural, Salamanca, España.
   Consejo Internacional sobre  Monumentos y Sitios (2002), Carta  Internacional Sobre Turismo Cultural. La Gestión del Turismo en los sitios con  patrimonio significativo, 8º Borrador para su aprobación por la Asamblea  General de ICOMOS (2002), disponible en: www.icomos.org/tourism/tourism-sp.html 
   De La Calle, M. (2002) La ciudad histórica como destino turístico.  Editorial Ariel Turismo, Barcelona.
   Moreno, N (2008). Modelo para el desarrollo del concepto de  productos turísticos culturales. Contexto Varadero – Matanzas. Tesis  presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Económicas.
   Morère, N. (1999) Turismo Cultural, en 50 Años del Turismo  Español. Un análisis histórico estructural. Centro de Estudios Ramón  Areces, Madrid.
   Perelló, J. L. (2002) Crisis económica e impacto del turismo en el  Caribe, Hosteltur. Comunicación para el turismo del futuro (Cuba especial),  Convención de Turismo de Cuba 2002. El impacto del turismo en Cuba, N0. 36,  mayo, pp. 34 - 36.
   Tresserras, J. (2006) Gestión pública privada del turismo cultural  y el desarrollo comunitario, VIII Congreso Nacional de Turismo – II  Congreso Internacional de Investigación Turística, Monterrey, junio, disponible  en: www.ub.edu/cultural,
   UNESCO (1983) Culturas, diálogo entre los pueblos del  mundo. París, p. 200
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