EL MODELO DE DISEÑO INSTRUCCIONAL ASSURE  APLICADO A LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

 

María Gregoria Benítez Lima
Profesor Investigador de la Facultad de Contaduría y Administración
Universidad Autónoma de San Luis Potosí (México)
gregoriabenitez@uaslp.mx

 

Resumen

Este trabajo presenta un análisis del modelo de diseño instruccional  conocido por  sus siglas en inglés ASSURE, el cual integra seis pasos que consiste en: analizar las características del estudiante;  establecer estándares y  objetivos de aprendizaje; la selección de  medios y materiales; utilización de los medios y  materiales;  la participación  de los estudiantes y evaluación y revisión de la implementación y resultados del aprendizaje, aplicado a la educación a distancia.

Primeramente se presentan los fundamentos teóricos del  diseño instruccional,  la clasificación de los modelos  de  diseño instruccional  así como las teorías educativas  que han contribuido a su  desarrollo;  posteriormente  se  presenta el análisis de  cada una de las etapas del modelo ASSURE y su aplicación a la educación a distancia.

Fundamentos del Diseño Instruccional

Los avances científicos y de tecnología de información y comunicación en las últimas décadas han generado cambios significativos en el proceso de planeación, diseño, implementación y evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje en todos los niveles educativos  y específicamente  han impactado la educación superior en sus diversas modalidades, así como los modelos bajo los cuales  realizan su diseño instruccional y las teorías educativas que subyacen en los mismos. El diseño instruccional en cualquier modalidad educativa ya sea presencial o a distancia, requiere de  la revisión de los fundamentos pedagógicos, así como de cada una de las etapas que conducen a la realización de un diseño eficiente.

El  diseño instruccional tiene sus fundamentos en la tecnología instruccional y hablar de ésta obliga a recuperar elementos de la tecnología  educativa. La tecnología educativa se concibe por la Association for Educational Communications and Technology (AECT, 2004) como el estudio y la práctica ética de facilitar el aprendizaje y de mejorar el rendimiento por medio de la creación, el uso, y la gerencia  de procesos y de recursos tecnológicos apropiados.

En el significado de tecnología educativa intervienen  conceptos  de psicología y filosofía relacionados con la tecnología instruccional, porque forma parte de la  teoría educativa;  la palabra tecnología proviene del griego tekne (técnica, oficio) y logos (ciencia, conocimiento); tecnología significa técnico, concebido por los  antiguos griegos como el arte, oficio o habilidad (Seatller, 2004).  Para Platón representó una técnica sistemática del conocimiento científico, una actividad particular y un tipo de conocimiento cercano (Seatller, 2004).

Las teorías de la instrucción tienen su origen en las teorías del aprendizaje, por lo cual no existe una teoría  única. De hecho, existen combinaciones y variaciones de estas teorías, se diferencian en función del enfoque acerca del aprendizaje que posea quien las haya generado. El diseño instruccional representa el puente, la conexión entre las teorías del aprendizaje y su puesta en práctica, y reflejará el enfoque teórico que posea el diseñador instruccional respecto a los procesos de enseñanza y aprendizaje. El diseño instruccional traduce los principios del aprendizaje y la instrucción en especificaciones para la elaboración de materiales y la  aplicación de  actividades de instrucción.

Según Burton (s.f.) la tecnología instruccional se fundamenta en la corriente  conductista,  la cual ha influido en la planeación,  implementación y evaluación, del diseño instruccional,  y destaca  que desde el conductismo se debe conocer qué respuestas se  esperan  de los estudiantes, por lo que la evaluación se enfoca a evaluar conductas observables y medibles.

Una de las aportaciones más importantes a la teoría educativa y por ende al diseño instruccional  es la teoría de Skinner;  al respecto Seattler (2004) destaca de  este enfoque el  reforzamiento de las conductas del estudiante, que consistía en condicionarlo para que actuara de determinada manera y que su comportamiento reflejara los objetivos conductuales.  La influencia más fuerte  del conductismo en la tecnología educativa fue  en década de los años 60, con el movimiento de objetivos conductistas; la fase de la máquina de enseñanza; el movimiento de la instrucción programada y la aproximación de la instrucción individualizada Seattler (2004).

Para Ertmer y Newby (1993) la mayoría de los supuestos y características del conductismo están incorporadas en las prácticas actuales del diseño de instrucción, y señalan  que  este enfoque fue la base para el diseño de los primeros materiales audiovisuales, lo que dio lugar a  las  máquinas de enseñanza de Skinner y los textos programados. Los ejemplos más recientes, señalaron  Ertmer y Newby (1993) son los principios utilizados en la instrucción asistida por computadoras y el aprendizaje para el dominio.

Otras dos teorías del aprendizaje que han influido en la tecnología educativa y por tanto en  el  diseño instruccional son, la cognitiva y la constructivista. Al  respecto  Good y Brophy (citado en  Mergel, 2004)   destacan que los teóricos del cognoscitivismo conciben  el proceso de aprendizaje como la adquisición o reorganización de las estructuras cognitivas a través de las cuales las personas procesan y almacenan información. 

Para Seattler (2004) la ciencia cognitiva valora más el conocimiento que la   respuesta,  y la estructura mental u organización, por lo cual concibe a la persona activa, constructiva, capaz de resolver problemas y de interpretar la realidad.  La teoría cognitiva conceptualiza a la persona  como  un  sujeto activo, constructivo,  que estructura y organiza en su mente el conocimiento, que es capaz de  esquematizar acciones, conceptos, plantear hipótesis  y resolver problemas.

Los teóricos de la ciencia como Ausubel y Bruner y Piaget (citado en Seattler, 2004) cuestionaron  la  explicación del  conductismo sobre el aprendizaje  estímulo-respuesta, y enfatizaron los procesos mentales y las representaciones  del conocimiento, explicando que existe una estructura cognitiva, una representación mental, de tal forma que el  individuo  desarrolla procesos  de pensamiento para  construir el conocimiento y resolver problemas.

Uno de los modelos de la teoría  cognitiva que  han tenido más influencia   para la explicación de la memoria,  fue el de Atkinson y Shiffrin  (citado Seattler, 2004) quienes argumentaron que la memoria tiene tres depósitos: los registros  sensoriales, el almacén sensorial corto  y el almacén de memoria a corto plazo,  y a largo plazo; y la información se procesa y retiene en los registros sensoriales, procesos mentales, la organización de esquemas  y  percepciones e inferencias

Mergel (1998) explica  que la influencia de la ciencia cognitiva, el diseño instruccional se pone en  evidencia con el uso de organizadores avanzados, dispositivos nemónicos, metafóricos, divididos en partes con significado y la organización del material instruccional de lo simple a lo complejo.

La influencia de  la teoría cognitiva en el  diseño instruccional radica en motivar al estudiante a utilizar estrategias instruccionales adecuadas (Ertmer y Newby, 1993). La  teoría cognitiva se preocupó porque el  profesor aplicara  estrategias instruccionales que permitieran la participación activa del  estudiante  y lo motivaran a lograr aprendizajes significativos para relacionar nuevos conocimientos  en su memoria.

En cuanto a la  teoría constructivista, ésta se sustenta en la concepción de que las  personas  aprenden  asociando  nuevas experiencias a conocimientos previos para construir conocimientos más complejos (Sherman, 2005). Al respecto, la  teoría de Piaget (1967) sobre las etapas de desarrollo cognitivo y  sus aportaciones a la epistemología del conocimiento,  han tenido  una influencia significativa  en el constructivismo. Ertmer y Newby (1993) destacan que  el constructivismo se ha convertido en un asunto de moda en la medida que ha comenzado a recibir mayor atención en un número considerable de disciplinas, incluyendo el diseño instruccional.

Los tres enfoques anteriores, han influido en el tecnología educativa y en la diversidad de modelos de diseño instruccional en los cuales prevalecen una o varias teorías  educativas.

El Diseño Instruccional en Educación a Distancia

El diseño instruccional se considera  parte central de todo proceso de aprendizaje porque representa la planificación detallada de las actividades educativas sin importar la modalidad de enseñanza. Representa un proceso fundamentado en teorías de disciplinas académicas, especialmente en las disciplinas relativas al aprendizaje humano, las  cuales  buscan la comprensión, uso y aplicación de la información, a través de estructuras sistemáticas, metodológicas y pedagógicas Yukavetsky  (citado en Luzardo, 2004).

Para  Dorrego (citado en Sarmiento, 2007) el diseño instruccional es el proceso sistemático que permite analizar las necesidades y metas de la enseñanza, se seleccionan y desarrollan las  estrategias, actividades y recursos que facilitan alcanzar las metas fijadas así como los procedimientos de evaluación del aprendizaje y de toda la instrucción; para. Gustafson y Gama (citados  en Akbulut s.f.) este proceso hace de la instrucción un proceso más eficiente y relevante.   

De acuerdo con los conceptos anteriores, el diseño instruccional representa un proceso fundamentado en teorías educativas; sistemático, dinámico y continuo, de selección, elaboración, implementación y evaluación de actividades; facilita la enseñanza y el aprendizaje de un tema, unidad o curso no importando su nivel de complejidad y la modalidad educativa.  Al respecto Luzardo (2004) sostiene que la expresión de diseño instruccional ha irrumpido en el ámbito de la educación y más precisamente en el proceso de enseñar y aprender como una expresión esencial en la educación virtual.

Es evidente que en una modalidad de educación a distancia el diseño instruccional es más complejo tanto en una modalidad semipresencial o en línea, porque requiere que el curso se planifique a detalle con sus objetivos, estrategias,  medios y recursos para  asegurar el éxito de los aprendizajes. Esta complejidad radica en la incorporación de múltiples medios tecnológicos en la instrucción, lo cual también debería de ocurrir en una modalidad presencial.

Si se considera al diseño instruccional como un proceso de organización de  las acciones educativas así como de selección e implementación de materiales, recursos, medios, influido por las corrientes educativas y los cambios tecnológicos, luego entonces  su evolución parte desde una visión restringida del conductismo hasta una enfoque cognitivo y constructivista (Sarmiento, 2007).

Para  Luzardo (2004)  el diseño instruccional  tiene una etapa de análisis la cual permite  identificar la fuente del problema y definirlo. La segunda etapa es el  diseño, se fundamenta en la etapa de análisis para pasar a la planeación y por último implementarlo en el salón de clase o en un ambiente de aprendizaje basado en la Web.

En la modalidad a distancia el papel del  estudiante requiere una mayor participación y compromiso con las actividades que se le asignan en el curso, su participación es permanente y activa. En cuanto al profesor, cambia su estilo tradicional al de un facilitador para  mantener una comunicación permanente con los estudiantes con la finalidad de retroalimentar su proceso de aprendizaje y actividades. Esa  necesidad de actuar recíprocamente estudiante-maestro no debe minimizarse porque  la  interacción  que se genera  contribuye al alcanzar sus logros. Por lo anterior, el desafío para el profesor es mayor, rompe con el esquema tradicional  de  estar  cara a cara todos los días con los estudiantes y representa una oportunidad de enseñanza y aprendizaje, tanto para diseñar  programas complejos de acuerdo con modelos y teorías educativas,  como para  innovar su práctica docente.

En ese sentido, la modalidad en línea demanda del profesor el acompañamiento permanente para que el estudiante no se  perciba en soledad durante su aprendizaje,  porque esto puede generar desinterés y posteriormente el abandono de los estudios. Al respecto Simonson, M., Smaldino, S., Albrighgt, M. y  Zvacek, S. (2006) destacan que el papel de  los profesores en esta modalidad es el ser comprometidos y autodirigidos.

Un buen diseño instruccional facilita tanto a los estudiantes como al profesor el desarrollo de las actividades  de  enseñanza aprendizaje, y  promueve que  los estudiantes  participen activamente y se comprometan durante el proceso. Por lo tanto, el material instruccional es un elemento esencial para asegurar la calidad de la experiencia de aprendizaje (Heinich, Molenda, Russell, & Smaldino, 1999). Para el éxito del material de instrucción, se requiere escoger los medios tecnológicos apropiados, pues representan a la herramienta que ayuda al logro del objetivo.  

Los Modelos de  Diseño Instruccional

Después de haber  explicado  los  fundamentos  teóricos que subyacen  en el diseño instruccional, sus conceptos y la importancia que tiene  para cualquier  ambiente de aprendizaje, se puede destacar que  existen una diversidad de modelos de  diseño instruccional los cuales han evolucionado influenciados por  el desarrollo de las teorías educativas y las tecnologías de información y comunicación.

Como se describió en el apartado anterior, el diseño instruccional, tiene diferentes fases, en algunos modelos representa etapas lineales y en otros su diseño es holístico, dinámico y sus etapas van interrelacionadas.

Rivera (citado en Luzardo, 2004), define los modelos de diseño instruccional como guías o estrategias aplicadas en todo  proceso de enseñanza y aprendizaje. Constituyen la estructura  sobre la cual se produce la instrucción de forma sistemática y sustentada  en teorías del aprendizaje. Dichos modelos son aplicables en  módulos para lecciones presenciales y en línea, para cursos de un currículo universitario, y  para cursos de adiestramientos variados para la empresa privada (Luzardo, 2004).

Existe una diversidad  de modelos de diseño instruccional, clasificados por  generación y por teorías educativas, entre estos se encuentra el de Briggs y Wagner; Kemp, Morrison y Ross; Dick y Carey y Carey; Heinich, Molenda y Russell, entre otros (Luzardo, 2004). Se distinguen cuatro generaciones de modelos de diseño instruccional; a esta diversidad de características se debe al desarrollo que según Tennyson (citado en Polo, 2001) los diseños instruccionales evolucionan por el empuje de las tecnologías y sus correspondientes adaptaciones de las teorías que  los fundamentan. De acuerdo con Luzardo (2004) los diseños instruccionales se clasifican  por década y tienen las siguientes características.   

Lo modelos de primera generación de 1960, los cuales tienen su fundamento en el conductismo, son lineales, sistemáticos y prescriptivos; se enfocan en los conocimientos y destrezas académicas y en objetivos de aprendizaje observables y medibles.

Los modelos de segunda generación surgieron en 1970, tienen su origen en los diseños instruccionales de la primera generación, se fundamentan en la teoría de sistemas, se organizan en sistemas abiertos y  a diferencia de los diseños  de primera generación  buscan mayor participación de los estudiantes, y por tanto de la enseñanza y aprendizaje.

La tercera generación de l980 tiene un enfoque heurístico, se fundamenta en la teoría cognitiva, se preocupa por la comprensión de los procesos de aprendizaje, el conocimiento debe estar basado en la práctica y resolución de problemas.

En cuanto a la cuarta generación de 1990, estos modelos son heurísticos, se fundamentan en las teorías constructivistas y de sistemas. Se caracterizan por  estar centrados en  el proceso de aprendizaje, en la creatividad del estudiante y no en los contenidos específicos (Luzardo, 2004).

La evolución de estos modelos de diseño instruccional es resultado de  debates por parte de los investigadores sobre las fuentes teóricas que los sustentan, la evolución y estudio de las posturas sobre el aprendizaje, la tecnología educativa, y las discusiones sobre la calidad de la educación y el impacto de las tecnologías de  información y comunicación (Polo, 2001).

De acuerdo con esta clasificación, se aprecia que estas  generaciones de modelos son aplicados de acuerdo con las necesidades de las instituciones y personas, tanto en un  ambiente aprendizaje presencial como a distancia. Es importante destacar también que estos debates teóricos han surgido desde tres  enfoques  epistemológicos el positivista, el interpretativo y el crítico, y sus fundamentos se han utilizado para sustentar las teorías psicológicas, pedagógicas y sociológicas que intervienen en  los diseños instruccionales (Polo, 2001).  

El  Modelo ASSURE aplicado a la  Educación a Distancia

El propósito de analizar el modelo ASSURE en el proceso de enseñanza aprendizaje en línea, es por considerar que reúne las características para aquellas instituciones que pretende implementar modelos semipresenciales o en línea, y  para profesores que empiezan a innovar el  proceso de enseñanza y aprendizaje; es adaptable para diseñar un curso o una lección, y además tiene todas las etapas de una adecuada planeación. 

Para Heinich, et al. (1999) el modelo ASSURE, se orienta  al salón de clases y se apoya en el enfoque de Robert Gagné (1985); tiene sus raíces  teóricas  en el conductismo por  el énfasis en  el logro de objetivos de aprendizaje, sin embargo se identifican rasgos constructivistas al preocuparse por la participación activa y comprometida del estudiante.

Es un modelo que los maestros y los capacitadores pueden  utilizar para diseñar, desarrollar y mejorar ambientes de aprendizaje adecuados a las características de sus estudiantes (Heinich, et al.1999). Representa una guía  para planear y conducir la enseñanza aprendizaje  apoyado con las Tecnologías de Información y Comunicación, es útil para que los instructores que empiezan a poner en práctica la tecnología (Russell, Sorge y Brickner, 1994). Faryadi (2007)  destaca que el capacitar a los profesores  en la aplicación del  modelo  ASSURE  contribuye a  incrementar  su conocimiento y a dominar el uso de la tecnología, y a  comprometerse con el cambio.

Para  Heinich, et al., (1999) autores de este  modelo, el acrónimo ASSURE  representa seis procedimientos, los cuales se describen a continuación, así como la  aplicación del mismo en el proceso de  enseñanza aprendizaje y resultados que evidencian el éxito de este modelo.   

El primer paso del modelo ASSURE consiste en Analizar las características del estudiante o de los  participantes del curso, recuperar aspectos socioeconómicos y culturales, antecedentes  escolares, edad, sexo, estilos de aprendizaje, así como sus hábitos de estudio y su nivel de motivación,  todo lo anterior permite una adecuada  planeación (Smaldino, Russell, Heinich, y Molenda, 2007).

Russell, et al. (1994)  proponen  que en esta etapa el instructor se cuestione sobre los siguientes aspectos: ¿qué tanto sabe  el estudiante? ¿Qué necesita saber? ¿Qué estrategias y actividades educacionales son las más adecuadas? Todos los instructores  deben contar con estas respuestas antes de pasar a la planeación de sus estándares y objetivos de aprendizaje. Esta etapa  es básica porque el profesor que cuenta con información sobre las características tanto generales como específicas de sus estudiantes le será más fácil realizar una planeación objetiva y cuidadosa para el logro de los aprendizajes.

El segundo momento hace referencia a Establecimiento de  objetivos de aprendizaje, Smaldino, et al. (2007) explican que después de que se han analizado las características de los estudiantes se  puede  preparar la lección para  garantizar y asegurar el aprendizaje; afirman que si el estudiante tiene claridad de lo que se espera de él mantiene una participación más activa. 

Para  fundamentar  esta  etapa, Calliso (citado en Faryadi, 2007) aclara que  la declaración del objetivo también implica el planeamiento y el procedimiento sistemáticos,  y  los objetivos deben especificar  los comportamientos que se van a evaluar, ya que dependiendo del  éxito de los mismo es  el éxito del modelo. Por lo tanto, la descripción del verbo demuestra las nuevas capacidades  que  el estudiante tendrá después de la instrucción (Smaldino, et al., 2007). Otra justificación para este paso, es asegurar la evaluación del aprendizaje del estudiante, medir el aprendizaje del estudiante con las pruebas y estándares requeridos.

La selección de estrategias, tecnologías, medios y materiales, corresponde al tercer paso, Smaldino, et al. (2007) exponen que la tarea del profesor es construir un puente entre estos dos puntos, por un lado las estrategias de instrucción apropiadas, las tecnologías, y medios y después decidir los materiales para la implementación. Una vez seleccionadas  las estrategias y el tipo de tecnologías y medios necesarios para la lección, el profesor está listo para optar por los materiales que apoyarán su lección (Smaldino, et al., 2007). Lo anterior significa que se hace una selección de los materiales disponibles, se  modifican los que ya existen y se seleccionan nuevos. 

En esta etapa el profesor tiene que seleccionar cuidadosamente los medios y  materiales  relevantes y adecuados tales como sonidos, gráficos, animaciones, para el logro de los aprendizajes. Es importante que el profesor analice la congruencia entre los objetivos de aprendizaje y la selección de tecnologías, medios y materiales, si son adecuados tanto para el estudiante como para el logro de los aprendizajes.

Una vez que se cuenta  con esa selección de los recursos y materiales a  implementar  en su curso, es el momento que el profesor piense  en organizar  el escenario de aprendizaje. Por ejemplo, organizar una bienvenida a los estudiantes, hacer una introducción, expresar una opinión del contenido de la lección, explicar la relación del tema con sus necesidades para motivarlos al éxito de su aprendizaje (Smaldino, et al., 2007). 

Entre las diversas estrategias que el profesor puede utilizar  en el ambiente de aprendizaje en línea, Pitt y Clark (citado en Williams, Schrum, Sangra, y Guardia, 2004) destacan, los contratos de aprendizaje, las lecturas, los intercambios de opinión, el aprendizaje auto dirigido, el estudio de casos concreto, los debates y foros; estas estrategias son implementadas en las aulas tradicionales, y fáciles de adaptarse  a un curso en línea.  Otro aspecto importante, es el proporcionar a los estudiantes una lista de tareas, lecturas y expectativas desde el principio del curso, de tal manera que refleje una buena organización con todas las actividades a realizar y pensadas tanto para expertos como para principiantes (William, Shurum, Sangra, & Guardia, 2004).

En cuanto a  la Utilización de los medios y  materiales, que representa la cuarta etapa del modelo ASSURE, Heinich, et al. (1999) destacan que es el momento de implementar la lección o el curso y  utilizar los medios y materiales seleccionados previamente; sugieren revisar previamente y preparar y usar el equipo antes de  implementar la clase. También contemplar otros medios en caso de que los seleccionados tengan fallas y así  no frustrar el  proceso de enseñanza-aprendizaje y desarrollar las sesiones tal como estén planeadas. 

La penúltima etapa se refiere a la Participación de los estudiantes, al respecto indica Azis (1999) que la investigación ha demostrado que la participación activa del educando en el proceso educativo mejora los resultados y aumenta la probabilidad de éxito de los aprendizajes; para lograrlo se requiere  que el estudiante comprenda analice y sintetice la información, lo cual significa una participación activa y comprometida para cumplir los objetivos del curso (Smaldino, et al., 2007).

El éxito de la participación activa del estudiante radica en la primera etapa de este modelo, y al no contar con un análisis del principiante se pueden elaborar objetivos de aprendizaje incorrectos y como consecuencia aprendizajes inadecuados (Moller 1991).

La etapa de cierre de  este  modelo explica la Evaluación y revisión de la implementación y resultados del aprendizaje. Para Smaldino, et al. (2007) representa el momento de evaluar el logro de los objetivos de aprendizaje, el proceso de instrucción y el impacto  en el uso de los medios tecnológicos.

Azis (1999) alude  a los medios oficiales como instrumentos de evaluación,  entrevistas y encuestas que permitan evaluar los resultados. Este proceso evaluativo  es útil para  retroalimentar  el curso o lección,   evaluar  aciertos,  áreas de oportunidad, mejorar el proceso, para que en su próxima implementación se logren mejores éxitos en el aprendizaje del estudiante. Para William, et al. (2004) los educadores más experimentados afirman seguir los pasos de este modelo y argumentan que teniendo una comprensión  del diseño instruccional se pueden determinar las maneras en  que estos elementos contribuyen a crear ambientes  en línea. 

Conclusiones

De acuerdo con el análisis de los pasos del modelo ASSURE y su aplicación a la educación a distancia, es de considerar que representa una  oportunidad de  innovación  para  un profesor al diseñar su curso  siguiendo las etapas de este modelo, ya que le permitirá incursionar en forma efectiva en un curso a distancia sobre todo si es un instructor novato en estos ambientes de aprendizaje.

Para aquellos profesores que antes de diseñar su curso se interesan en conocer  las características  de sus estudiantes, este modelo es  ideal, ya que les permite realizar una planeación objetiva basada en los antecedentes de los alumnos, así como seleccionar estrategias, medios y recursos, diseñar sus materiales, las actividades de aprendizaje y formas de evaluación. Este modelo es aplicable a un curso, una unidad  o una lección.

El modelo ASSURE, es flexible, completo en sus procedimientos, fácil de diseñar, y útil en cualquier ambiente de aprendizaje. Contribuye a mejorar la planeación de los cursos, a seleccionar los medios y recursos, además de que permite que los profesores desarrollen su propio material. Facilita el logro de los objetivos y por ende el éxito del aprendizaje del estudiante, porque permite durante el proceso evaluar y retroalimentar los avances en su aprendizaje.

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