Revista OIDLES - Vol 5, Nº 10 (junio 2011)

“AGUA DE VIDA, AGUA DE MUERES”. LA CUESTIÓN DEL AGUA EN LA AGENDA INDÍGENA INTERNACIONAL

Por Joseba I. Arregui

 

Resumen abstract

El agua constituye un componente fundamental de las culturas y reivindicaciones indígenas vivas y activas en el siglo XXI. Por su cercanía a y dependencia de entornos naturales delicados los pueblos indígenas (PIs) son los primeros en percibir y sufrir las consecuencias de la expoliación de los recursos y la contaminación del agua. En el siglo XXI, además, el agua constituye tanto un recurso de vida como una amenaza para los pueblos indígenas. Esta doble dimensión coloca al agua en el centro de sus reivindicaciones como parte fundamental de sus territorios. La paradiplomacia indígena ha conseguido impulsar una nueva visión internacional de los PIs y su relación con la Naturaleza. Esta nueva visión, presente en importantes documentos internacionales, reconoce la importancia de reconocer los derechos sobre la tierra y el territorio de los PIs como punto de partida para cualquier iniciativa compartida de Desarrollo Sostenible. Cualquier iniciativa a favor en defensa del agua debe contemplar la rica y compleja relación entre el este recurso natural y los PIs.

Para los Pueblos Indígenas (de aquí en adelante PIs) especialmente aquellos que pueblan la Amazonia, el agua es un componente primordial de la red de la vida, un pilar básico y sagrado de sus culturas y objeto de protección dentro de su agenda de reivindicación de derechos indígenas a nivel mundial, tal y como se recoge en la Declaración Indígena de Kyoto sobre el agua de 2003. Pero una visión más global de la realidad indígena nos muestra que el agua también constituye una amenaza para numerosos PIs, que sufren los efectos devastadores del cambio climático o las consecuencias de la polución sobre su salud. Sobre todo en las islas del Pacífico, en Kirabati o Tubalu, la subida de las aguas amenaza con sumergir sus territorios. El agua, bien por exceso en el caso de inundaciones, o defecto, en el caso de sequías, o por ser fuente de o utilizada en conflictos constituye una amenaza y una cuestión vital para la pervivencia de los PIs y la supervivencia de sus culturas .

El agua constituye para los PIs un recurso vital para la vida y un componente cultural de carácter sagrado . Para el resto del mundo se trata de un recurso estratégico para garantizar el futuro de la biodiversidad del planeta, vital para el desarrollo de industrias biotecnológicas, pero sobre todo según Chivian& Bernstein (2008), para garantizar la salud de la humanidad en el siglo XXI. Además, históricamente, el agua, como el resto de sus recursos naturales que conforman los ecosistemas indígenas, ha sido objeto de ocupación y degradación por parte de agentes no indígenas. El etnocidio y al constante violación de derechos humanos que afecta a los PIs ha corrido paralelo a la perdida de control indígena sobre sus tierras y a la degradación de y prohibición de uso de los recursos existentes en sus territorio y ecosistemas . Los PIs sufren las consecuencias en mayor medida por su cercanía y dependencia de los ecosistemas en los que viven. Con mayor intensidad desde la segunda mitad del siglo XX, los sistemas acuíferos indígenas han sufrido el efecto de mega-proyectos de desarrollo que mediante la construcción de grandes presas , proyectos de agricultura intensiva , extracción y minería (United Nations Department of Economic and Social Affaire, 2007) o la explotación comercial de reservas de agua subterránea (Indian Country Today, 2006) han contaminado sus aguas con productos químicos tóxicos, generado deforestación y erosión de la tierra. El impacto de estos procesos de colonización de sus territorios en los pueblos y culturas indígenas es muy importante, llegando la contaminación generada a afectar a la salud de individuos y comunidades, así como a su economía y cultura al no poder acceder a recursos tradicionales presentes en sus bosques o líneas de costa (animales, pájaros, plantas, vida marina etc). Además, con mayor frecuencia los recursos hídricos de los PIs son objeto de sistemas de gestión externos que ignoran los sistemas indígenas tradicionales y consideran al agua como un recursos comercial más.