Revista OIDLES - Vol 2, Nº 5 (diciembre 2008)

ASPECTOS LEGALES DE LA GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Por Oscar M. Taborda

 

 

I.- Introducción

En la República Argentina, la temática ambiental ha cobrado, en los últimos tiempos, mayor relevancia debido, en parte, a un reconocimiento expreso a nivel constitucional de los derechos llamados de “Tercera Generación”.

El reconocimiento por parte de los constituyentes de los denominados doctrinariamente como Derechos de Incidencia Colectiva o de Tercera Generación, dentro de los que se puede ubicar a los Derechos de los Consumidores y Usuarios, a los Derechos Humanos y al Derecho a un Ambiente Sano, representa un avance desde el punto de vista normativo que instala a la Argentina como un país que no le da la espalda a los problemas más actuales.

Repasando la historia reciente del país es preciso decir que a partir de la reforma constitucional de 1994 se incorporó el Capítulo de Nuevos Derechos y Garantías. Es en ese nuevo capítulo en el que se establece, entre otros, el derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano

Ahora bien, la idea de “desarrollo humano”, plasmada en el Art. 41 de la Constitución Nacional , implica algo más que la posibilidad de desarrollo económico sin freno que vulnere impunemente al ambiente como receptor de la actividad contaminante. Asimismo, la vida en grandes conglomerados urbanos supone que tampoco debe considerarse prudente la idea de la negativa férrea a cualquier tipo de emprendimiento, ya que la funcionalidad de los servicios que brindan los centros urbanos requiere un mínimo de aceptabilidad respecto de las actividades humanas. Es claro que el sincretismo en estos casos es imprescindible y debe propiciarse el desarrollo económico e industrial responsable, ya que, por imperativo ético y mandato constitucional, el ambiente debe ser preservado al ritmo del crecimiento económico pero no como un elemento de segundo plano sino con el mismo rango de importancia.

Un punto destacado entre lo que se ha dicho y escrito rescatando esta visión sincrética del desarrollo se lo puede encontrar en SS Benedicto XVI, quién dice que “además de la ecología de la naturaleza hay una ecología que podemos llamar humana y que a su vez requiere una ecología social”