Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 31 (septiembre 2011)

LA UNIVERSALIZACIÓN EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR: MASIVIDAD VS CALIDAD. EXPERIENCIA CUBANA


Roberto de Armas Urquiza (CV)
Centro de Estudio de Administración Pública, Universidad de La Habana
roberto@ceap.uh.cu




RESUMEN

El desarrollo local requiere disponer de un gran capital humano preparado para garantizar el desarrollo sostenible y aprovechar las oportunidades que se presentan en un mundo globalizado.  El trabajo presenta la experiencia cubana en lograr una masificación de la educación superior a través de la constitución de sedes universitarias en todos los municipios del país y se presentan los retos y acciones para lograr la mejora continua de la calidad a través de procesos de evaluación y acreditación de los programas y las carreras que se desarrollan bajo esas condiciones. En el mismo se reflexiona sobre las perspectivas de este proceso en el desarrollo local y se presentan los retos que en materia de políticas públicas deben asumirse para elevar la efectividad del impacto universitario en este ámbito.

INTRODUCCIÓN

La universidad como institución social es fruto de una época muy diferente a la actual. En sus orígenes, las universidades se convirtieron en las instituciones que atesoraban todo el conocimiento de la sociedad. El desarrollo de las cien­cias entonces, posibilitaba tal situación. Hasta la primera mitad del pasado siglo XX era posible afirmar con bastante certeza que cuando una persona cul­minaba sus estudios universitarios estaba preparada para ejercer profesional­mente durante toda su vida. Hoy no ocurre de ese modo. Ni los conocimientos se atesoran privilegia­damente en la sociedad, ni es posible pensar en tener desempeños profesiona­les exitosos sin una constante actualización. Educación para todos durante toda la vidaes el objetivo supremo asumido por la UNESCO para caracterizar la nueva cualidad que debe estar presente en la educación en la época actual. Esta tesis es igualmente válida, cuando se profundiza en el verdadero papel corres­pondiente a las universidades de hoy.
Un aspecto de suma importancia, relacionado con la real capaci­dad de la universidad de dar respuesta a las demandas de este siglo, que se ha dado en llamar siglo del conocimiento, es la denominada masificación de la educación superior. Como consecuencia de ello se aprecia una tendencia al incre­mento de los jóvenes en las edades comprendidas entre 18 y 24 años cursando estudios superiores. En Cuba, esa población rebasa ya el 40 % como puede observarse en la Tabla 1 debido a la etapa actual  del proceso de universalización que ha dado lugar a la así llamada Nueva Universidad Cubana y cuyas características expondremos más adelante.
En muchos lugares esa tendencia ha puesto en crisis las capacidades de las universidades, diseñadas para otros contextos, incapaces, con sus propios re­cursos, de dar respuesta a tales demandas de crecimiento.
Unido a ello, surge el debate en torno a si tales crecimientos ponen en riesgo la calidad de esas instituciones. En Cuba defendemos el criterio que la verdadera calidad es aquella que asegura los mayores niveles de acceso y no la que se alcanza cuando la educación superior se restringe a unos pocos, excluyendo de los estudios superiores a la mayoría de los miembros de la sociedad. Ello supone la primera gran contradicción que la universidad ac­tual debe asumir y resolver: el problema de pensar la calidad asociada a peque­ños grupos de personas con el privilegio de acceder a estudios superiores excluyendo al resto de la sociedad, a la cual sólo les queda aceptar y asumir esa diferencia.
Desde el pasado siglo, este tema ha estado en el centro de los debates académicos como tema recurrente, muchas veces tratado pero en escasas ocasiones con la efectividad y los resultados que realmente requiere.  Así aparece tratado en los documentos de importantes foros regionales y mundiales como por ejemplo: La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), La Convención contra Discriminación en la Enseñanza (1960), La Conferencia Mundial Educación para Todos (1990), Cambio y Desarrollo en la Educación  Superior (UNESCO, 1995), Conferencias Regionales sobre Educación Superior (UNESCO, 1996-98), Conferencia Mundial sobre Educación Superior (UNESCO, 1998), Foro Mundial sobre la Educación (2000) entre otros.
En la Conferencia Mundial sobre Educación Superior celebrada en París en el año 2000, se insistía en la necesidad de lograr una verdadera igualdad con el acceso abierto a toda persona que haya finalizado satisfactoriamente la enseñanza secundaria, sin distinción de edad y sin ninguna discriminación.
Existe un planteamiento generalizado consistente en contraponer los conceptos de calidad y masividad, afirmando que  ambas cosas son inversamente proporcionales. Estos enfoques tienen su origen en una concepción elitista de los estudios superiores, forjada a todo lo largo del desarrollo de la universidad como institución social y es expresión concreta del modo en  que la universidad, hasta nuestros días ha asumido ese problema. 
Cuando se reflexiona en este tema se comprende que para una sociedad con aspiraciones de ser cada vez mejor el tema de la calidad de los estudios universitarios comienza a tener sentido cuando estos se hacen realidad para los más amplios sectores sociales.  Sin masividad no puede haber realmente calidad educativa, porque esta carece de impacto, de significación social, y ello impide lograr transformaciones sociales de envergadura.
Este razonamiento es suficiente para comprender el significado de la calidad en los estudios universitarios y la necesidad de divorciarla de los enfoques exclusivos que limitan su verdadero impacto en los marcos de la sociedad.  La calidad se abre paso en la sociedad cuando tiene  como sostén a la mayoría de la población.  De aquí, la necesidad de poner en primer plano  el problema de la calidad cuando se aborda el complejo problema de la universalización de los conocimientos y muy en particular los conocimientos universitarios.  La calidad verdadera está asociada a la masividad, al acceso de las mayorías a los conocimientos.
En Cuba esta idea está indisolublemente ligada a la extensión de la universidad a los municipios del país, integrando todos los actores implicados en esta labor en función de la excelencia de esa universidad; esto es, las entidades laborales, las instituciones culturales y las organizaciones estudiantiles, laborales y sociales.  Y de conjunto con ello, algo de una importancia primordial, las autoridades del gobierno local.
Está claro que la universidad por sí sola no puede producir esos cambios.  Se trata, en  esencia de integrar en cada municipio, en cada localidad, las fortalezas tradicionales de la universidad con las propias de los territorios.
Una sociedad sólo puede considerarse culta cuando es capaz de ofrecer a todos sus ciudadanos amplias y variadas posibilidades de superación cultural y profesional de todo tipo, incluidos los estudios superiores. Ese es el camino verdadero de la libertad, de la democracia y de la justicia social. Decía José Martí en el siglo XIX “Ser culto es el único modo de ser libre”.
Todos estos principios están en la base de la actual etapa de universalización de la Educación Superior que conduce a lo que hemos llamado la Nueva Universidad Cubana, que garantiza el amplio acceso y trabaja por la mejora continua de su calidad.
El concepto de la "nueva univer­sidad" constituye una idea transformadora en pleno proceso de cons­trucción, el cual puede beneficiarse de nuevos puntos de vista en relación con el modo en que las Sedes Universitarias Municipales (SUM) deben incorporar las funciones de investigación, postgrado y extensión, a través de un enfoque integrado, centrado princi­palmente en la gestión del conocimiento y la innovación para el desarrollo social sostenible de los territorios.

La Universalización de la Educación Superior en Cuba

La universalización de la educación superior, como parte consustancial del proceso de universalización de los conocimientos, se ha desarrollado en Cuba durante todos estos años y constituye la extensión de la universidad y de sus procesos sustantivos a toda la sociedad a través de su presencia en los territo­rios, permitiendo alcanzar mayores niveles de equidad y de justicia social en la elevación del nivel cultural integral de los ciudadanos.
Sus primeros antecedentes fueron la campaña de alfabetización y la Refor­ma Universitaria. En la propia década de los años 60 se estableció la enseñanza universitaria gratuita y la creación de un sistema de becas que amplió las posibilidades de estudios universitarios a estu­diantes de sectores humildes de la población de todas las provincias del país y permitió establecer los nuevos compromisos contraídos por la enseñanza su­perior con la sociedad.
En este período se desarrollaron cursos de nivelación para decenas de miles de ciudadanos que no se habían podido formar como bachilleres, con el obje­tivo de prepararlos para su ingreso a las universidades.
Con el comienzo de los cursos para trabajadores, a principios de la década del 70, se produce un proceso de transformación dirigido a incrementar nue­vamente el acceso a la educación superior y con ello el inicio masivo de estu­dios superiores a trabajadores con duodécimo grado vencido.
En el curso 1976-77 existía al menos una institución de educación supe­rior en diez de las catorce provincias del país, con énfasis especial en las univer­sidades médicas y pedagógicas. En este período se crean las primeras unidades docentes en diferentes entidades laborales, para propiciar mayor integración entre la docencia, la producción y la investigación y se establecen filiales y sedes universitarias. Es precisamente en esta década, en el mes de julio de 1976, cuando se crea el Ministerio de Educación Superior y se multiplica la red de centros del país. Estos cambios dieron un decisivo impulso a los estudios uni­versitarios y al proceso de universalización, que demandó miles de docentes para dar respuesta al incremento de matrícula en todo el país.
 A finales de 1979 se inicia la educación a distancia, cuyo único requisito de matrícula es tener nivel medio superior vencido, con lo cual se amplían más las fuentes y vías de acceso a los estudios universitarios. En los años 80 conti­núa creciendo la red de centros de educación superior y la matrícula universi­taria alcanza la cifra de 310 000 estudiantes en el curso 1987-1988, lo que constituyó un récord histórico en estos más de 200 años de vida universitaria; igualado y superado en esta nueva etapa donde ya se ha más que duplicado.
En la actualidad tiene lugar una nueva etapa en la universalización, cualitativamente superior, que redimensiona y amplía la misión de la universi­dad. Se caracteriza por un franco proceso de cambio que transforma las viejas concepciones y a la vez incorpora todo lo ya alcanzado, dando lugar al surgi­miento de una nueva universidad, más acorde con los requerimientos de la sociedad.
A diferencia de las etapas anteriores del proceso de universalización, presi­didas por una concepción centrada en el desarrollo de la educación superior desde sus instalaciones principales y basada fundamentalmente en sus propios recursos humanos y materiales, esta nueva etapa incluye no sólo las instalacio­nes universitarias tradicionales, sino también la incorporación de nuevas sedes, aulas universitarias, policlínicos, consultorios médicos y microuniversidades pedagógicas, en todos los municipios del país. Esto ha permitido un acelerado incremento de los estudios universitarios y, con ello, la multiplicación de los conocimientos de todo el pueblo. Este desafío representa la más importante oportunidad para el desarrollo de la universidad cubana en toda la historia.
Estos cam­bios se materializan ya en la existencia de sedes universitarias en todos los municipios, donde decenas de miles de jóvenes estudiantes cursan estudios en cerca de medio centenar de carreras diferentes, las cuales abarcan prácticamente todas las ramas de las ciencias que se estudian en Cuba. Miles de profesores, la mayor parte profesionales de la producción y los servicios, debidamente categorizados y preparados para cumplir esas funciones como profesores a tiem­po parcial, desarrollan esa hermosa tarea con alta motivación y responsabili­dad, combinándola con sus actividades laborales habituales. En la Tabla 2 se puede apreciar el significativo incremento en las cifras de matrícula que estos cambios han permitido a la universidad cubana y en consecuencia el también incremento de profesores a tiempo completo que se han incorporado al claustro universitario y en la Tabla 3 se muestran algunos indicadores que permiten caracterizar el avance en el proceso de universalización. La mayor matrícula correspondió al curso 2007/08, posteriormente ha comenzado a disminuir esta cifra asociada con la introducción de mayores exigencias para el ingreso lo que ha motivado disminución también en el número de profesores necesarios para atender a estos estudiantes.

Provenientes de diferentes fuentes de ingreso, los estudiantes cursan estu­dios en carreras de ciencias pedagógicas, humanidades, ciencias económicas, ciencias técnicas, ciencias agropecuarias, salud y cultura física, lo que evidencia el amplio espectro de estudios superiores existente en la actualidad en los mu­nicipios y otras localidades.
Persuadidos de la viabilidad de esas ideas y concepciones se diseñó un modelo pedagógico, hoy probado y validado; cuya principal cualidad ha sido permitir asumir, con la flexibilidad requerida, la incorporación de fuentes de ingreso con diferentes regímenes de estudio y trabajo.
Se avanza hacia una integración entre la nueva universidad, el gobierno y las diferentes organizaciones y organismos del territorio, necesidad imperiosa para el exitoso desarrollo de la universalización. Particular importancia ha te­nido para el desarrollo de este programa la creación de 13 nuevas facultades de humanidades, en provincias donde prácticamente no existían esas carreras.
Son estimulantes las nuevas experiencias en el empleo de las bibliotecas municipales, que reverdecen con mayor presencia de jóvenes. Se han ampliado los horarios y crece la demanda de nuevos títulos para complementar la preparación de los profesores y de los estudiantes. El fortalecimiento de las bibliote­cas municipales es un requerimiento básico, actual y futuro, para el desarrollo de la universalización.
Los resultados docentes alcanzados en estos primeros años han permi­tido comprobar la voluntad de estudiar y los avances en la asimilación de conocimientos de los estudiantes. Esta masa estudiantil, en la misma me­dida en que progresa en sus estudios, además de prepararse como futuros profesionales, constituye una fuerza profesoral adicional para afrontar la docencia universitaria, en los casos necesarios.
Unido a todo lo anterior, se ha ampliado la oferta de carreras en los territorios; se trabaja intensamente en el perfeccionamiento de los planes y programas de estudio vigentes para lograr una respuesta más integral a las exigencias actuales del desarrollo económico y social del país; se fortalece y amplía la investigación científica con resultados de alto impacto para la sociedad; se trabaja arduamente en la formación pedagógica de los profe­sores a tiempo parcial y se incrementan los estudios de posgrado en sus diferentes modalidades.
Lo alcanzado hasta hoy permite afirmar que esta nueva etapa de la universalización ha constituido un reto y una extraordinaria oportunidad para estudiantes, profesores y trabajadores en general, en cuanto a su in­corporación activa a estos programas. La dimensión de la respuesta brin­dada tiene un alcance inédito en la educación superior, no imaginado varios años atrás; y ha producido, además, importantes y profundas transforma­ciones al interior de la comunidad universitaria.
Como consecuencia de todo esto, tiene lugar un redimensionamiento de la vida social y cultural de los municipios. Su impacto hay que verlo tanto en el plano social general, como a nivel individual y familiar, por cuanto abre nuevas perspectivas al desarrollo ciudadano y a la vez, crea las condiciones para la transformación de la vida social y material de cada territorio. En este nivel-municipios y otras localidades- ha tenido lugar una interacción de los recursos humanos que propicia una nueva dinámica de relaciones entre todos los allí residentes, desde los representantes de lo más elevado de la cultura, hasta los hombres y mujeres más sencillos del pueblo.
Como parte de este impacto, la universalización permite que el municipio pueda desarrollar la gestión de recursos humanos altamente calificados, diri­giendo la formación hacia aquellas carreras más demandadas por el desarrollo económico y social local.
El modelo pedagógico establecido tiene como característica particular la posibilidad de ofrecer amplias oportunidades a los estudiantes para alcanzar la culmina­ción exitosa de sus estudios; asegura en todo momento el reforzamiento posi­tivo de la necesidad de superarse culturalmente y mide su eficiencia a partir del progreso alcanzado por cada estudiante, al desterrar de su vocabulario térmi­nos tales como: repitencia, baja académica, arrastre, etcétera.
A los efectos de orientar a los estudiantes sobre cómo transitar por su plan de estudio, en el modelo pedagógico se ordenan las asignaturas por año y periodo, teniendo en cuenta las precedencias que dictan sus contenidos, en los plazos establecidos para cada programa. En esos plazos deben concluir los es­tudios, aquellos estudiantes que pudieron avanzar al ritmo promedio previs­to. Quienes no lograron avanzar a dicho ritmo reciben un tratamiento personalizado, a fin de ayudarlos a salvar las dificultades con sus estudios. A ese fin, en algunos de los programas se consideró conveniente facilitar mayor flexibilidad en la selección de las asignaturas matriculadas en cada periodo lectivo, en correspondencia con las posibilidades de progreso de cada estudian­te y de las características de su actividad laboral, caso de existir. De hecho se crean condiciones para el avance ordenado de cada estudiante, sin límite de tiempo para terminar sus estudios, al ritmo que las circunstancias laborales y personales se lo permitan.
En el tránsito de los estudiantes por el plan de estudio se tienen en cuenta desde el inicio de la carrera hasta su conclusión, dos elementos esenciales: El dominio de lengua maternay el desarrollo de la capacidad de autoaprendizaje. El primero, para asegurar una adecuada comunicación de los estudiantes, tan­to oral como escrita, al cursar cada una de las tareas docentes previstas. El segundo, porque el diseño del modelo demanda la capacidad de estudiar con independencia y creatividad, lo que supone un elevado desarrollo en cuanto a gestionar sus propios conocimientos.
La educación de posgrado, comienza ya a desarrollarse en esas filiales, y será igualmente la opción principal de los profesionales residentes allí, donde po­drán hacer sus diplomados, especialidades, maestrías y doctorados. Las prime­ras experiencias de trabajo en esta dirección auguran un futuro promisorio a este tipo de estudios. Un esfuerzo significativo en esta dirección ha sido el desarrollo de maestrías y especialidades de amplio acceso en el campo de la formación psicopedagógica de los profesores que a tiempo parcial se incorporan a esta modalidad de enseñanza, las cuales también se desarrollan a distancia gracias al desarrollo de la incorporación de las TIC en los procesos de aprendizaje.
La investigación científica será un elemento consustancial a la existencia de esas sedes, del mismo modo que hoy ocurre en las instalaciones centrales de las universidades y en sus centros de investigación adscritos. En particular las in­vestigaciones sociales tienen en el municipio el laboratorio perfecto para su amplio y sostenido desarrollo. Ahora bien, la "nueva universidad", en su emplazamiento territorial, no debe proponerse reproducir a su escala local lo que es propio del trabajo científico de la sede central. Las actividades epistémicas de las SUM, vinculadas a las capacidades acumuladas en las universidades mayores, deben derivarse de los problemas locales que requieren conocimientos, nuevos o existentes, disponibles o no. En otras palabras, la agenda de investigación de las SUM no puede ser la réplica de las agendas centrales. La misión epistémica preferente de las SUM, operando dentro de un modelo contexto céntrico residirá más bien en actuar como agentes locales, dinamizadores, capaces de identificar problemas y colaborar en la gestión del conocimiento que facilitará su solución.
Una tarea de suma importancia ya cumplida en algunas sedes universita­rias municipales, la constituye la oferta de cursos de superación cultural a per­sonas interesadas en ese tipo de estudios, que no exigen nivel universitario para incorporarse a ellos. Su pretensión no es la titulación, sino elevar el nivel cul­tural de los participantes. Particular acogida han brindado a esta modalidad personas de la tercera edad. Las cátedras del adulto mayor surgen y se multipli­can gradualmente en esas sedes, en un proceso que se ha de extender de modo natural a todas ellas en un futuro cercano.
Unido a lo anterior, las universidades ya comienzan a desarrollar en las filiales, diferentes programas de extensión universitaria. En particular hoy existe una amplia gama de proyectos comunitarios de diferentes tipos que van abriendo un nuevo espacio de trabajo conjunto entre la universidad y la comunidad, lo cual incide favorablemente en la calidad de vida de esas localidades.
Si de algún modo hubiera que caracterizar sintéticamente este nuevo tipo de universidad cubana, diríamos que se trata de un concepto superior a la universidad tradicional, limitada dentro de sus muros y estructurada con pa­trones rígidos, tradicionales, difíciles de cambiar.
Es un concepto extendido, de amplia significación social, abarcador porque cubre todo el territorio nacional, soportándose sobre la infraes­tructura educacional y utilizando los recursos materiales y humanos dis­ponibles en cada territorio, lo cual asegura su sustentabilidad. Es una integración que transforma culturalmente la comunidad donde está encla­vada y crea las bases para lograr el pleno acceso a estudios superiores, la aspiración final de dicho modelo.
El objetivo supremo ha de ser el pleno acceso a los estudios superiores de todos los ciudadanos que tengan el nivel requerido y así lo deseen.
En correspondencia con los conceptos actuales de equidad y justicia social forjados por la sociedad cubana en los últimos años, esta nueva uni­versidad se estructura sobre la base de nuevas ideas, entre las cuales se signi­fican, por su importancia, las siguientes:

En un país pequeño como Cuba, con unos 11 millones de habitantes, y una división político-administrativa constituida por 14 provincias y 169 municipios, esa nueva universidad se concreta ya en:

Muy importante resulta comprender la necesidad de que todas esas expresiones de la educación superior, se integren en un todo único a nivel de cada municipio con el objetivo de utilizar de modo óptimo las instala­ciones allí disponibles.
Esa nueva universidad del municipio no es una universidad diferente a la existente en las sedes centrales. Dichas sedes son también parte de la nueva universidad, bajo un enfoque integrador. Esta universidad creada como resultado de dicha integración será portadora de todas las fortalezas de aquella. Más aún, extender la universidad al municipio, es también extender y ampliar sus fortalezas, ya que incorpora a las ya existentes las resultantes de esa nueva cualidad.
La concepción de esta nueva universidad  se aviene con el enfoque del desarrollo local que enfatiza lo social como condición previa para el desarrollo económico.  Según sus objetivos, deben convertirse en un activo agente social, tanto en el territorio, como en el vínculo con el contexto externo, que promueva y facilite, mediante la generación y promoción del conocimiento, la par­ticipación permanente, creadora y responsable de ciudadanos, en un proyecto común de desarrollo que incluya, desde la óptica del desarrollo sustentable, el potencial humano, la ciencia y la técnica, la economía, la opción artístico-literaria y deportiva, así como político-legal e ideológica de los ciudadanos del municipio, con el fin de elevar la calidad de vida en ese territorio, contribuir al desarrollo del país, y enfrentar  adecuadamente los retos que impone la economía mundial.

Sistema de evaluación y acreditación de carreras

El Ministerio de Educación Superior (MES) desde su creación en 1976, le ha prestado gran importancia al control del trabajo que desempeñan las instituciones de educación superior, como vía fundamental para lograr un mejoramiento continúo de la calidad.

En correspondencia  con el  grado de desarrollo alcanzado por las instituciones  de educación superior cubana y como parte del sistema de control el Ministerio de Educación Superior  estableció el Sistema Universitario de Programas de Acreditación  (SUPRA). Este Sistema ha  considerado, de forma permanente, los requerimientos del contexto internacional y  las metodologías,  métodos y procedimientos empleados para crear una cultura de calidad  en la comunidad universitaria, a partir del fortalecimiento de la autoevaluación y evaluación externa con vistas a la acreditación de programas e instituciones, y que prepare a la organización para enfrentar los nuevos retos del presente siglo.

La acreditación es el resultado de la aplicación de un sistema de evaluación interna y externa, dirigido a reconocer públicamente que una institución o programa reúne determinados requisitos de calidad, definidos previamente por órganos colegiados de reconocido prestigio académico. En Cuba es la Junta de Acreditación Nacional (JAN).

El Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias (SEA-CU) es parte integrante del SUPRA y constituye el elemento esencial para evaluar y acreditar la calidad en las carreras que se desarrollan en las distintas instituciones de Educación Superior del país bajo cualquier modelo epistemológico de aprendizaje.

El objetivo general del sistema es, en esencia, la elevación continua de la calidad del proceso de formación en las carreras universitarias, y sus objetivos específicos son:

Lo anterior significa que el SEA-CU se convierte en un eficiente y eficaz instrumento de gestión cotidiana y sistemática para el aseguramiento y mejoramiento continuo de la calidad en la formación de los profesionales de cada rama y, por lo tanto, constituye el contenido fundamental  del trabajo de los  principales actores universitarios, a partir de la autoevaluación de las carreras y del evidente seguimiento del Plan de Mejora.

Se destaca la importancia de la autoevaluación  como elemento básico en la gestión de la calidad, involucrando directivos, profesores, personal administrativo y no docente, estudiantes, empleadores, egresados y comunidad.

La implementación del SEA-CU genera información que puede utilizarse para adoptar decisiones acertadas y oportunas relacionadas con  la mejora continua de la calidad; y  sus resultados tienen tanto visibilidad nacional como internacional, y pueden conducir a desarrollar un clima de confianza y transparencia con vistas  a lograr  el reconocimiento y la equivalencia internacional de títulos universitarios.

El  marco contextual en el que se realiza el actual perfeccionamiento del SEA-CU es el siguiente:

Los fundamentos que sustentan el SEA-CU, son las siguientes:

Se establecen  tres niveles de acreditación para las carreras universitarias: Carrera Autorizada, Carrera Certificada y Carrera de Excelencia

Dado el rigor de los actuales procedimientos vigentes para la apertura de una carrera en una institución de educación superior, la categoría de Carrera Autorizada expresa el primer y más importante nivel de calidad del sistema, a partir del cual tiene lugar un proceso de gestión y aseguramiento  de acciones para su mejoramiento continuo.

El SEA-CU consta de tres documentos básicos: Patrón de Calidad, Guía para la Evaluación Externa y el Reglamento.

El patrón de calidad señala el conjunto de estándares que, de acuerdo con la teoría y la práctica de la evaluación académica internacional, así como la experiencia cubana en el campo de la formación de profesionales, deben ser satisfechos para garantizar la   acreditación nacional de una carrera universitaria  con independencia de la modalidad en que se desarrolla.

La formulación del patrón de calidad persigue identificar un modelo ideal al cual deben aproximarse las carreras que se desarrollan en los diferentes CES del país, el que define el "deber ser" del proceso de formación de profesionales en Cuba según la concepción de la nueva universidad, entendiendo por calidad la conjunción de la excelencia académica con la pertinencia social en su acepción más amplia. Todo ello sobre la base de un concepto estructurador en la sociedad cubana: la universalización del conocimiento y de la educación superior.

El proceso de formación de profesionales en las diferentes carreras universitarias descansa en un  modelo pedagógico  de amplio perfil, en el cual se privilegian, como aspectos esenciales, la labor educativa y político-ideológica, expresada a través de la unidad entre la educación y la instrucción, la relación entre la teoría y la práctica  y el vínculo entre el estudio y el trabajo. El trabajo metodológico que realizan los profesores constituye un elemento esencial para gestionar la calidad  del proceso de formación que tiene lugar en cada uno de los niveles en que se organiza.

La gestión de la carrera se expresa en aspectos tales como el trabajo metodológico de los colectivos pedagógicos en función de la estructuración didáctica del proceso en correspondencia con los requerimientos de la carrera y sus  modalidades de estudio, las estrategias educativas y curriculares, el aprovechamiento de la infraestructura existente en la institución y en el territorio, las proyecciones de la investigación científica, la actividad investigativo-laboral de los estudiantes, la alianza con los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), el trabajo docente y de formación de los profesores, la calidad científica y profesional del claustro, entre otros. Dicha gestión está encaminada a brindar las facilidades requeridas y posibilitar el uso más eficiente de los recursos disponibles.
 
La evaluación de la calidad es una tarea compleja, que involucra a muchos actores y será efectiva cuando se logre que todas las personas e instancias vinculadas al proceso de formación de profesionales compartan ideales de calidad semejantes y los estándares se conviertan en conciencia común.

Esos estándares deben conducir a la autorregulación de la conducta de los actores individuales y colectivos vinculados al proceso de formación en sus diferentes modalidades de estudio, de modo que se propongan y acrediten, por las correspondientes instancias, aquellas carreras que demuestren su calidad en el proceso de formación. Por otro lado, también propician evaluaciones rigurosas que permitan interrumpir dicho proceso, cuando este evidencie insuficiente calidad para lo cual se operacionalizan las variables de calidad siguientes:

Pertinencia se expresa a través de la respuesta que la carrera brinda al encargo de la sociedad y su contribución a la transformación y desarrollo socioeconómico  de la nación y/o de la región a la cual tributan sus egresados, al fortalecimiento de la identidad cultural, al logro de los objetivos de la formación integral de nuestros profesionales y a la atención de los ideales de justicia y equidad que caracterizan nuestro sistema social.

En correspondencia con lo expresado anteriormente, la carrera logra una amplia proyección hacia el territorio, la región y/o el país, insertándose de forma efectiva en los principales programas de desarrollo vinculados a su área de conocimientos. Los profesores y estudiantes gozan del reconocimiento de la sociedad por su activa participación en la solución de los problemas del territorio y de la región vinculados a la profesión y se logra una activa y sistemática presencia de los estudiantes, lo cual es reconocido por las instituciones afines.

El proceso docente educativo revela como  núcleo  la integración cultural entre la universidad y la sociedad, que tiene como método esencial la promoción de la cultura general y de la profesión. Los egresados asumen a cabalidad los retos de la época actual y participan activamente  en el desarrollo económico y social del país

Se destacan los profesores  por sus cualidades como educadores, lo que se  fundamenta en una sólida preparación político-ideológica y científico-tecnológica. Igualmente se evidencia su elevada maestría pedagógica; todo lo cual es reconocido por los estudiantes, mediante su satisfacción con la calidad del proceso de formación que reciben. Los profesores del claustro de la carrera poseen una alta capacidad para el trabajo profesional y de investigación científica, acreditada públicamente con un importante número de ellos con el grado científico de Doctor y  título académico de Master o Especialista. Participan igualmente en tareas de este tipo otros profesores de una elevada experiencia profesional  en dependencia de las ramas del saber a que se dedican, con un reconocido prestigio en el ejercicio profesional  en las disciplinas y asignaturas que atienden.

De igual manera, se satisface plenamente la pirámide de categorías docentes. Un número importante de los profesores poseen las categorías de Profesor Titular y Profesor Auxiliar, y ellos asumen la dirección de la carrera y de los diferentes colectivos pedagógicos. En particular en la disciplina y asignaturas principales integradoras participan los profesores con mayor calificación y experiencia profesional. La dirección de los trabajos de diploma y de los exámenes estatales está igualmente a cargo de especialistas de alta calificación.

La efectividad de la actividad científica y profesional del claustro está avalada por publicaciones en revistas de reconocido prestigio, participación en importantes eventos nacionales e internacionales y aportes significativos en el desarrollo de la profesión.
El claustro se complementa con un personal no docente y administrativo cuya experiencia y dedicación representa un apoyo efectivo a la labor docente para el logro de los objetivos previstos en la formación de los profesionales.

Los estudiantes se destacan por la participación protagónica como sujetos activos de su proceso formativo y poseen la preparación general y básica para asimilar los estudios superiores. Además, participan en diversas tareas de impacto social incluidas en la estrategia educativa de la carrera.

Los estudiantes de los años o ciclos superiores de la carrera alcanzan buenos resultados avalados por el dominio de los modos de actuación profesional, la calidad exhibida en los trabajos de curso, de diploma  u otras formas de culminación de estudios.

Los resultados académicos alcanzados confirman la calidad en el proceso formativo, apreciándose  estabilidad o incremento gradual de la eficiencia en los últimos cursos,  como expresión  del avance y cualificación en el progreso  del rendimiento académico, la permanencia y egreso.

La organización docente para el aprendizaje  permite una adecuada atención diferenciada a las necesidades educativas individuales de cada estudiante, posibilitando un efectivo clima de orientación,  participación, debate, intercambio y control.

La carrera cuenta con un respaldo material, suficiente y pertinente, que le permite cumplir, con la calidad requerida, las exigencias del proceso de formación personalizado. Ello se concreta en:

Unido a los aspectos mencionados anteriormente, la carrera dispone de adecuadas instalaciones docentes (aulas, talleres, gabinetes metodológicos, bibliotecas, locales de estudio, etc.), en correspondencia con las características del proceso de formación.

A partir del currículo elaborado centralmente por la Comisión Nacional de Carrera, el centro realiza sistemáticamente un trabajo de gestión de calidad dirigido a su instrumentación y perfeccionamiento continuo. La estructuración didáctica  del proceso logra dar  respuesta a los requerimientos de la carrera y del  modelo pedagógico según las modalidades de estudio,  adecuándola a las características del centro y de la región. Para ello, el trabajo metodológico se organiza como un sistema en la carrera, al frente del cual se encuentran los profesores de más prestigio y experiencia y dirigido a enfrentar los problemas actuales del proceso de formación, con prioridad en la labor educativa desde la dimensión curricular.

El diseño de  las estrategias curriculares permite asegurar la integración de los objetivos de acuerdo al modelo del profesional y la actualización científica y pedagógica de los contenidos. Se observa una efectiva relación entre los componentes del proceso docente educativo de modo que se aprecia su desarrollo interno como garantía de calidad en la formación de los profesionales. La dinámica curricular se caracteriza por el empleo de métodos de enseñanza, formas organizativas, novedosos medios y pertinentes sistemas de evaluación, que favorecen el protagonismo del estudiante en su proceso de formación. Este proceso se caracteriza por su flexibilidad en atención a las particularidades de cada centro con relación a la pertinencia de la carrera en la región en que se desarrolla.

La actividad investigativo laboral de los estudiantes se desarrolla con un alto nivel de calidad, garantizándose el desarrollo de los diferentes modos de actuación profesional. La práctica laboral tiene lugar en las principales entidades laborales de la región, las que se destacan por su calidad profesional. Se brinda especial prioridad a lograr la presencia de los estudiantes en las entidades donde se dispone de procesos de avanzada en la profesión. Las unidades docentes se constituyen siempre en entidades laborales de alto prestigio profesional.

Es elevado el rigor científico de los trabajos de curso, de diploma u otras formas de culminación de la carrera, los que se vinculan a los principales problemas de la profesión. En ellos se garantiza la independencia y la creatividad de cada estudiante en la solución del problema y los documentos que avalan estos resultados evidencian dominio de la metodología de la investigación científica.

La formación humanista de los estudiantes es un aspecto de primordial importancia para su formación integral y es atendida de modo privilegiado en la gestión del proceso.

La gestión curricular  garantiza la flexibilidad del currículo,  la calidad del autoaprendizaje del estudiante, la permanencia, rendimiento docente, egreso y la eficiencia del sistema en su conjunto, donde predomina el perfeccionamiento de los métodos de enseñanza y aprendizaje y la efectiva  introducción de las tecnologías de la información y las comunicaciones como expresión de la  didáctica de la virtualidad, mediante un sistema integrado y progresivo de medios de enseñanza que garanticen la personalización de la educación.

Estrategia de la Provincia La Habana para desarrollar la Universidad Territorial

La nueva etapa de la universalización, dota a los territorios de instituciones universitarias antes inexistentes. Surge así la "universidad del territorio" que aglutina una parte signifi­cativa de las personas más calificadas en cada región. Esas personas tienen conocimientos, tienen contactos con personas e instituciones que poseen conocimientos, tecnologías y conocen o pueden investigar y co­nocer los problemas de los territorios donde actúan. Adelantando un poco se puede decir que las personas y las instituciones, a través de redes for­males e informales pueden tejer redes y propiciar flujos de conocimien­tos que sirvan para atender los diversos problemas sociales, culturales, económicos de los territorios. Dicho en breve, la "nueva uni­versidad", ofrece oportunidades inéditas de poner los conocimientos al servicio de la solución de los problemas territoriales, creando un nuevo actor colectivo, potencialmente volcado a la innovación, capaz de favo­recer la creación de competencias para la asimilación/creación de tec­nologías y saberes de significación social, siempre en vínculo con los restantes actores del territorio (políticos, administrativos, educativos).

De modo que se tiene una nueva institucionalidad de la educación superior que puede asumir en mayor medida la problemá­tica territorial y la función que se atribuye a la universidad en el territo­rio es plural, no reductible a la formación profesional dentro de ciertos perfiles. La "Nueva Uni­versidad" puede beneficiarse de un enfoque integrado de la gestión del conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación que multiplique sus oportunidades de favorecer los procesos de apropiación social del conocimiento que el desarrollo social, integral, sostenible, reclama.

Las oportunidades que tiene esta nueva universidad para desarrollar las relaciones universidad-territorio son:

La Nueva Universidad Cubana se ha ido consolidando desde su creación como un movimiento masivo, hasta la fecha en que ya comienzan a producirse las primeras graduaciones de profesionales por estas vías. Son varios los Organismos de la Administración Central del Estado que participan en este proceso en correspondencia con las carreras universalizadas. Estos son el Ministerio de Educación Superior (MES), el Ministerio de Educación (MINED), el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y el Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER) como organismos rectores de la formación de profesionales en las distintas ramas del saber que hoy están universalizadas, cada uno con sedes o escenarios docentes municipales independientes unos de otros.  Esto trae como consecuencia que en cada municipio el gobierno municipal deba dar respuesta a necesidades, intereses, perspectivas e iniciativas que surgen condicionadas por las características de cada una de las estructuras creadas. 

Por otro lado la complejidad de la propia provincia por ser la Capital del país, encontrarse en ella las direcciones principales del gobierno y el estado, la alta densidad de población y la relativa cercanía de los municipios a las grandes universidades que fungen como sedes centrales de las diferentes carreras universalizadas, hacen que se tenga que buscar una organización que, en primer lugar, busque el desarrollo municipal, y dentro de ello, el de la universidad del municipio como un elemento consustancial del desarrollo que tribute significativamente a ello.

La Universidad del Municipio es una estructura virtual pero con un espacio real para los aspectos administrativos que puedan compartirse entre las distintas organizaciones universitarias que existan en el territorio. Así tenemos que las carreras del MES se estructuran en los Centros Universitarias Municipales (CUM) y poseen diversas fuentes de ingreso mientras que el resto se estructuran a través del concepto del estudio en el trabajo en múltiples escenarios docentes. No obstante las diferentes organizaciones docentes para el aprendizaje que poseen las distintas carreras universalizadas tienen necesidades comunes que pueden compartir como son las secretarías docentes, bibliotecas, servicios informáticos, etc.,  así como algunas tareas docentes que pueden conllevar a la organización de cátedras comunes para disciplinas básicas que se requieren en todos los planes de estudio.

Es decir la Universidad del Municipio se basa en el principio de integrar las distintas organizaciones de educación superior del municipio con el objetivo de compartir recursos y participar de forma inter y multidisciplinaria en el desarrollo del territorio.

La integración del Consejo de la Administración Municipal (CAM) y la Universidad Municipal debe potenciar el desarrollo del municipio. Por un lado el gobierno municipal debe comprender que en la Universidad Municipal tiene el mayor capital humano actual y perspectivo que requiere para acometer las tareas sociales, culturales y económicas priorizadas en el territorio. Por otro lado la Universidad Municipal debe interiorizar que su razón de ser es darle respuesta a los principales problemas para el desarrollo municipal y debe propender a  identificarlos y a darle solución con un enfoque multidisciplinario, con  la incorporación de la principal fuente de recursos humanos que posee, los propios estudiantes, a través de los componentes laborales e investigativos de los correspondientes planes de estudio.

La Universidad Municipal puede realizar una sensible contribución a incentivar la proyección local del conocimiento y la innovación, am­pliando su capacidad de fomentar el bienestar humano en los territorios. Allí, al nivel del territorio, a través del aprovechamiento de los recursos propios y externos, debe producirse un encuentro mucho más íntimo entre estrategias de conocimiento, prioridades del desarrollo y bienestar humano resultante. La gestión del conocimiento consiste en gran medida en colaborar en la identificación de problemas locales que requieran del conocimiento para su solución y contribuir a identificar las organizaciones o personas que pueden aportarlo para lue­go construir los nexos, las redes y los flujos de conocimiento que permi­tan la asimilación, evaluación, procesamiento y uso de esos conocimientos. Las Universidades Municipales deben actuar como agentes relevantes en la construcción social del conocimiento y el establecimiento de las conexiones que permitan los flujos de conocimiento.

La identificación de los principales problemas del territorio, la búsqueda de vías para su solución puede verse potenciada por la asesoría e incluso con la incorporación de otros recursos humanos desde las sedes centrales de las respectivas carreras universalizadas, siendo esto una fortaleza para el desarrollo de la propia Educación Superior en la provincia.

Este enfoque integrado hacia el desarrollo del municipio potenciará el propio desarrollo de la Universidad Municipal como parte consustancial del desarrollo municipal, por lo que los recursos necesarios que la Universalización requiere en cada territorio no se verán como algo adicional sino como un requerimiento del propio desarrollo municipal.

Identificar los problemas priorizados del territorio que con un enfoque multidisciplinario deben ser abordados y elaborar proyectos concretos para su solución, delimitando las responsabilidades compartidas por todos los participantes de las estructuras de gobierno y de la Educación Superior de los territorios, es una de las tareas para acometer inmediatamente, y a partir de ello, estimular la elaboración de los planes de investigación de los estudiantes y profesores, los planes de postgrado y los planes de extensión de la Universidad Municipal, tomando en cuenta el plan estratégico de desarrollo municipal y el banco de problemas priorizados establecido, con lo cual se avanzará de manera importante en el mejoramiento de la gestión local con vistas al desarrollo sustentable de cada territorio.

CONCLUSIONES

La Educación Superior ha sido transformada en Cuba para ponerla al servicio de los intereses de su pueblo garantizando el pleno acceso y la pertinencia social.
En el curso 2007-08 el número de estudiantes matriculados en la enseñanza superior ascendió a 743 979 que es superior en más de medio millón de estudiantes a la matrícula existente antes del inicio de esta Nueva Universidad Cubana integrada a todos los territorios del país.
Este incremento en el acceso a la Universidad, está asociado al Programa de Universalización de la Educación Superior a través de la creación de más de 3000 filiales universitarias en los municipios las cuales se agregan a las 65 universidades existentes en Cuba.
La masividad en la matricula ha exigido un incremento del claustro tanto a tiempo completo como a tiempo parcial, este último procedente de los profesionales más destacados de los propios territorios.  Estos nuevos profesores, por lo general no poseen la formación pedagógica que exige la labor docente educativa y han requerido una fuerte preparación psicopedagógica, dominio del modelo pedagógico empleado y un buen manejo de los sistemas didácticos desarrollados con la incorporación de las TIC y las plataformas de autoaprendizaje. Para ello el desarrollo de postgrados (diplomados, maestrías y especialidades) para la preparación de los profesores se ha unido a la estrategia para lograr la excelencia del proceso docente-educativo.
Simultáneamente se perfeccionaron los sistemas de evaluación y acreditación de carreras universitarias de la Junta de Acreditación Nacional. Así se han incorporado a los indicadores de calidad aquellos elementos significativos que caracterizan el desarrollo de las  carreras en la Nueva Universidad, los cuales han sido socializados,  para ser utilizados en los procesos de autoevaluación sistemáticos que deberán desarrollar todas las carreras. Como vía de demostrar la calidad que se vaya alcanzando se realizan procesos de evaluación externa y planes de mejora sistemáticos de forma tal que conduzcan finalmente a la acreditación de cada carrera en cada filial, como una forma de rendir cuentas a la sociedad del cumplimiento de la importante misión que significa, lograr el amplio acceso con excelencia y gran impacto social y poder contribuir de manera significativa al desarrollo local de todos los municipios del país.
La experiencia que se está desarrollando demuestra que lograr un amplio acceso con calidad es posible cuando se cuenta con una decisión política y un compromiso social para lograrlo. 

BIBLIOGRAFÍA

Arrechavaleta, N., Benítez, F. y Bendicho, M. Las relaciones universidad-territorio desde las sedes universitarias municipales en Cuba.  En La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento. Ed. Félix Varela, La Habana, 2006.
Calderón, R.M. Formación pedagógica para profesores a tiempo parcial de las sedes universitarias. En La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento. Ed. Félix Varela, La Habana, 2006.
de Armas, R., Lazo, J. y Espí, N. Experiencia piloto en la evaluación de carreras no presenciales que se desarrollan en las Sedes Universitarias Municipales. Taller iberoamericano de evaluación y acreditación de programas semipresenciales y a distancia.  RIACES, Bogotá, noviembre 2007.
de Armas, R., Vega, R., Lazo, J. y Espí, N. Balance de un quinquenio de acreditación de carreras en Cuba. Situación actual y perspectivas. VI Congreso Internacional de la Educación  Superior “Universidad 2008”. La Habana, Cuba, febrero, 2008.
Espí, N. Estudios sobre los antecedentes, situación actual y perspectivas de la evaluación y acreditación en la República de Cuba. IESALC, 2002.
Hernández, J.J. y Martínez M. Evaluación y acreditación. Experiencia de aplicación en las sedes universitarias. En La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento. Ed. Félix Varela, La Habana, 2006.
Herrero, E. Análisis del papel de los medios y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en el proceso de universalización de la enseñanza. En La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento. Ed. Félix Varela, La Habana, 2006.
Horruitiner, P. El problema de la calidad y el acceso a la Educación Superior. La experiencia cubana. Revista Pedagogía Universitaria. Vol IX, No.4, 2006.
Horruitiner, P. La Universidad Cubana: el modelo de formación. Ed. Félix Varela, La Habana, Cuba, 2006.
Lazo, J., Espí, N., de Armas, R., de la Cruz, B. y Roldán, R. Validación del proyecto SEA-CU como gestor de la calidad en la universalización de la Educación Superior. VI Congreso Internacional de la Educación Superior “Universidad 2008”. La Habana, Cuba, febrero, 2008.
Malagón, L.A. La pertinencia en la Educación Superior: elementos para su comprensión. Revista de la Educación Superior. ANUIES No. 127, 2003.
MES. Informe de Balance. Curso 2010-2011.  Ed. Felix Varela. La Habana, 2011.
MES. Prontuario Estadístico de la Educación Superior.  Curso 2007-08. ENPSES. La Habana, 2008.
MES. Prontuario Estadístico de la Educación Superior.  Curso 2010-11. Ed. Felix Varela. La Habana, 2011.
MINREX. La Educación: una revolución dentro de la Revolución. La educación, la cultura y el deporte al servicio de todos los cubanos. Libro blanco. Capítulo 4, 2006.
Núñez, J., Montalvo L.F. y  Pérez, I. La gestión del conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación en la nueva  universidad: una aproximación conceptual. En La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento. Ed. Félix Varela, La Habana,  2006.
Pichs, B.M., Sánchez, R., Hernández, D. y Benítez F. La formación y desarrollo de los profesores en las sedes universitarias.  La preparación psicopedagógica del tutor. En La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento. Ed. Félix Varela, La Habana, 2006.
Rama, C., Mena, M. y Facundo A.H. La diversidad de la construcción de los marcos normativos de la educación superior a distancia (EAD) en América Latina. En El Marco Regulatorio de la Educación Superior a Distancia en América Latina y el Caribe. Ediciones Hispanoamericanas LTDA, Colombia, 2008.
Santángelo, H. La normativa de Educación a Distancia para la enseñanza universitaria en Argentina: historia, aspectos relevantes y prospectiva. En El Marco Regulatorio de la Educación Superior a Distancia en América Latina y el Caribe. Ediciones Hispanoamericanas LTDA, Colombia, 2008.
Vecino, F. La universidad en la construcción de un mundo mejor. IV Congreso Internacional de la Educación  Superior “Universidad 2004”. La Habana, Cuba, 2004.
Vega, R. y de Armas, R. Experiencias de mejora continua en las universidades cubanas. Simposio de Acreditación. Lima, Perú, agosto 2007.
Vega, R., de Armas, R.  y Espí, N. El sistema de calidad y acreditación en Cuba.  II Simposio de Acreditación. UDUAL. Tlaxcala, Mexico, noviembre, 2004.


 

 
Cuadernos de Educación y Desarrollo es una revista académica de formato electrónico y de aparición trimestral, editada y mantenida por el Grupo de Investigación eumednet de la Universidad de Málaga.

Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.

Director
Gerardo J. Gómez Velázquez (CV)

Editor Ejecutivo:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1989-4155
EUMEDNET

Logo CED
CUADERNOS DE EDUCACIÓN Y DESARROLLO
revista académica semestral

Inicio |  
Objetivos |  
Consejo Editorial |  
Cómo publicar |  
Criterios de calidad |  
Números Anteriores |  
Anuncios |  
Otras Revistas de EUMEDNET