Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 30 (agosto 2011)

UNA MIRADA AL PROCESO DE PREVENCIÓN EDUCATIVA, DESDE EL INTERIOR DE LA UNIVERSIDAD


Niurka Tellez Rodríguez
Profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas, “Frank país García”, Cuba
ntellez@ucp.scu.rimed.cu
Ana Esther Bisset Rodríguez
Profesora de Fundamentos Básicos de Especialidad
Hospital Materno Norte




RESUMEN

El presente trabajo contiene algunas reflexiones sobre la labor de prevención educativa en los marcos de la universidad de ciencias pedagógicas, aspecto este que es de trascendental significación teniendo en cuenta que este estudiante en formación debe ser un mediador activo de los procesos preventivos que se desarrollan en las diferentes instituciones educativas.

Palabra Clave: Prevención, Prevención educativa, Colectivo de Año, Profesor tutor, proyecto educativo.

INTRODUCCIÓN

La prevención se ha constituido desde el siglo pasado un una preocupación social que ha generado todo un accionar en los gobiernos de algunos países y de agrupaciones internacionales en aras de poder establecer un orden de equidad social que facilite la existencia de la raza humana. A pesar de los esfuerzos realizados, las distintas sociedades humanas existentes en el planeta han entrado al siglo XXI con evidente síntomas de deterioro que se reflejan en los diferentes espacios y sectores poblacionales.

La población de adolescentes y jóvenes es la más vulnerable a padecer los males sociales estos sufren serios problemas de integración social, violencia, de desempleo, explotación infantil, discriminación sexual o racial, erosión de los valores morales, el consumo de sustancias nocivas, las enfermedades, la pérdida de puntos de referencia que tienden a reforzar sentimientos de inseguridad, desconfianza y pesimismo, que suelen ser particularmente peligrosos porque siempre tienden a conductas violentas, a conflictos, todo este cuadro esto refleja la necesidad imperiosa de adoptar acciones preventivas desde la implicación de los sectores sociales como el sector de la educación.

En Cuba le existencia de un proyecto social humanista ha ejercido sus influencias educativas en la nueva generación, aunque esto no está exento de las señales del deterioro de algunos valores como la responsabilidad.

La universidad no está ajena a estos males, las evidencias llegan a través de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (NTIC). Las causas generadoras de este cuadro son múltiples y complejas.

La situación actual obliga a realizar un análisis crítico del desarrollo de la práctica educativa a nivel de toda la sociedad y en especial de la universidad de ciencias pedagógicas que revele los problemas que se han ido acumulando y las carencias que subsisten en el proceso de formación, que de no atenderse pudieran comprometer los objetivos de la política educacional y del proyecto social cubano.

Entre los problemas que se han comenzado a manifestar se hallan:

• Deterioro en el cumplimiento de normas y valores de la convivencia, sobre todo en los espacios residenciales de los estudiantes, llevándose en ocasiones a cabo, actos de robo, ingestión de bebidas alcohólicas y la trasgresión del cumplimiento del Reglamento Disciplinar de la Educación Superior.

• Inconsistencia en el cumplimiento de normas legales.

• Insuficiente desarrollo de la exigencia y de la sistematicidad en los modos de actuación de los docentes y no docentes.

• Insatisfacciones en el logro del protagonismo estudiantil en la Brigada FEU.

• Desarrollo de reflexiones positivas ante la aspiración futura a lograr.

Todo lo anteriormente planteado convoca a la Universidad de Ciencias Pedagógicas a encontrar y aplicar los métodos que permitan la consecución del encargo social, para la formación de un profesional cada vez más preparado y capaz de desarrollar una eficiente labor de prevención.

En la intención de preservar la cultura creada por la sociedad, se constituye la prevención educativa en un vínculo efectivo para el logro de tales fines.

El presente material pretende realizar una aproximación a tales empeños, sustentado en la experiencia práctica y en los resultados de las investigaciones realizadas. ¡De la prevención aun queda mucho por decir, y aun más por hacer!

1.1 La prevención educativa en la Universidad de Ciencias Pedagógica

Las investigaciones realizadas por grandes pedagogos tales como Carlos Álvarez de Zayas (1993,1996, 2001), Guillermina Labarrere y G. Valdivia Pairol (1988), Rita Marina Álvarez de Zayas (1995 a, b), José Zilbertein (2002), Fátima Addine (2004), Gilberto A. García Batista (2002), Homero Fuentes (2009), Fernando González y (1989) y así como con los resultados de equipos especializados de instituciones muy importantes como el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, el Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe y del Centro de Estudio de la Educación Superior “Manuel F. Gran”; han abordado la función o el rol preventivo que desempeña el docente. Desde sus producciones científicas, refieren la significación de la prevención para poder atender las exigencias del proceso de enseñanza aprendizaje.

No obstante es insuficiente la comprensión de la dinámica y de las relaciones de la prevención como fenómeno consustancial con el proceso de formación del profesional de la educación y esto se revela en que no se utilizan suficientemente todas las potencialidades de las ciencias de la educación en el proceso de prevención en la formación del profesional de la educación.

La prevención educativa posee una complejidad práctica teórica de sus elementos estructurales y refleja la orientación de los cambios en el medio socioeducativo, en relación con las circunstancias y regularidades que atañen a ella como fenómeno social complejo. Estas permiten establecer las interpretaciones teóricas para una definición de prevención y su dinámica relacional en el proceso de formación del profesional de la educación.

Esto conduce a comprender a la prevención educativa en los marcos de la universidad pedagógica, como expresión de la realidad contextual del sujeto en formación en un periodo históricamente determinado, que permite la relación entre las proyecciones y los objetivos del Modelo del Profesional para la consecución de un docente de nuevo tipo, capaz de desarrollar con eficiencia los procesos de socialización y la individualización de la atención en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Esta definición establece las relaciones de los elementos que conducen al logro de los objetivos comunes del proceso de formación del profesional de la educación para cumplir con la preservación del proyecto humano y la transformación de este ser social de acuerdo con los objetivos y fines de la sociedad.

En la Declaración Mundial sobre Educación Superior para el siglo XXI adoptada en la Conferencia Mundial sobre Educación Superior de la UNESCO celebrada en Paris (1998) expresa al respecto en su artículo 6:

“la pertinencia de la Educación Superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas, imparcialidad política, capacidad crítica y al mismo tiempo una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente”

Como puede observarse queda explicita la relación existente entre la universidad y la sociedad por lo que González González (1996) al señalo que “el cumplimiento de este encargo social no corresponde a una función específica de la universidad, sino a la institución en su conjunto, ya que su satisfacción se concreta en la preservación, desarrollo y promoción de la cultura, que en su interrelación dialéctica son expresión de la integración docencia-investigación-extensión”

La prevención educativa en el proceso de formación del profesional de la educación se materializa en las diferentes dimensiones:

Ideopolítica y axiológica. Parte la relación dialéctica entre los procesos ideológico / político y lo axiológico. Lo ideológico es el elemento medular de la conciencia del sujeto, a través del cual interpreta y valora la realidad como condición para la transformación. Lo político articula axiológico, alcanza su máximo despliegue con la asunción de valores morales La consecución de todo el accionar en la formación transcurre en la búsqueda de un profesional con sentido del momento histórico y trasformador de l realidad educativa, esto solo es posible si posee sólidos valores humanos.

Curricular. “El currículo es una cristalización de las políticas, los fines y las teorías, las prácticas y las relaciones pedagógicas que conforman un buen proyecto de educación superior, dentro de un sistema de educación de mayor alcance y extensión” Es por ello que desde lo curricular la prevención educativa promueve los niveles de la ley de la doble formación del futuro profesional lo que se evidencia en los efectos del sistema de influencias que recibe este estudiante en formación y sus modos de actuación personal y profesional.

• Interdisciplinariedad comunicativa ( Dr. C Barrera 2009) Vista como el modelo que logra desarrollar las competencias profesionales del sujeto en formación a partir de lograr integrar en el plano mental y en la acción los conceptos, las regularidades, leyes y teorías que recibe en los diferentes años de la carrera. En este sentido incorpora paulatinamente toda la cultura que le ha antecedido y la futura en su actuación como profesional.

Relación currículo prevención educativa

El currículo es portador de toda la estructura de la actividad y las necesidades sociógenas del sujeto, en el está materializado la prevención educativa desde la orientación teniendo en cuenta los fines de la educación del individuo, según el medio para el que fue creado. El currículo responde y legitima a la actividad educativa en su totalidad porque sus elementos integrantes se determinan desde el diseño curricular a partir del problema profesional, el objeto de la profesión y los objetivos del profesional.

La prevención educativa como categoría necesaria en la formación del profesional, requiere que en cada profesión se determinen los problemas más comunes, frecuentes y se adopten las soluciones, que precisan de conocimientos, habilidades, valores, relacionados con el proceso de enseñanza aprendizaje.

El contenido o de las asignaturas y/o disciplinas del Plan de Estudio de cada carrera pedagógica en el proceso de formación de profesionales promueven la formación de valores, actitudes e intereses profesionales. Este sistema de conocimientos posibilita el enfrentamiento y la solución de los problemas más generales y cotidianos que matizan la profesión.

El currículo y la prevención educativa, se interrelacionan desde los diferentes componentes del plan de estudio: el académico, el laboral y el investigativo. El currículo al tomar su contenido de la ciencia, no es sino la prevención educativa la que facilita el acceso al mismo, al contemplar las acciones necesarias de acceso al currículo desde el tratamiento a las necesidades y potencialidades del sujeto de la formación que permita la efectividad en la actuación del futuro profesional, por tanto la prevención educativa confiere los elementos necesarios para el logro de adecuados modos de actuación y en la misma medida que s actúa preventivamente con el sujeto de la formación así mismo el aprende los métodos educativos aplicables a situaciones que se les puedan presentar en el desarrollo de su actividad preprofesional.

La prevención educativa en el currículo, es un elemento importante por estar sistematizada en cada una de sus partes.

En la actualidad se plantea la necesidad de realizar modificaciones al Plan de Estudio vigente, en las diferentes carreras pedagógicas, se aboga por establecer un currículo de base. Las trasformaciones que se establezcan deberán sustentarse en la validación del actuar de los sujetos de la formación en el proceso operando de este modo desde la prevención.

En el proceso de formación, la prevención educativa va a atravesar todo el sistema lo que supone el establecimiento de los principios que lo soportan, y garantizan su funcionamiento, por lo que teniendo en cuenta las relaciones entre todos sus elementos, se manifiestan los rasgos siguientes:

Participativo: en tanto involucra estudiantes, docentes, trabajadores, universidad y entorno social desde una postura activa y de transformación de la realidad, posibilitando la evaluación multidisciplinaria de las acciones que deben ser emprendidas, en función de potenciar el mejoramiento humano de todos los actores sociales implicados.

Dialógico: porque tributa al establecimiento de una realidad dialogal para l logro de los propósitos.

Creativo: por generar acciones innovadoras teniendo en cuenta las necesidades y potencialidades de las situaciones que se presenten.

Contextualizado: en tanto se adecua a las peculiaridades del contexto en que actúa y evoluciona dinámicamente en función del cambio que experimenten las condiciones en las que se desenvuelve, manteniendo la eficacia y la orientación hacia los objetivos.

Sobre esta base se pude establecer las direcciones de la prevención educativa en la formación del profesional de la educación como un proceso de gestión, que desde los presupuestos de la promoción del proyecto social, establece las estrategias hacia intra y extrauniversitaria, para optimizar y lograr los objetivos propuestos.

Es importante recordar que es justamente la Universidad en Ciencias Pedagógicas la que fuera de sus muros conduce de manera científica la labor de prevención, en los diferentes subsistemas de educación, en su sentido extrauniversitario. Desde la década de los noventa del pasado siglo, la dirección del Ministerio de Educación de Cuba ha establecido regulaciones normativas que involucran a los centros d formación del profesional de la educación en la preparación de las estructuras d dirección de los territorios en materia de trabajo preventivo. Esto exige del perfeccionamiento de los procesos de dirección partiendo de las características del sujeto de la formación que ingresa en las carreras pedagógicas y de las necesidades operativas que poseen los territorios en materia de trabajo preventivo.

Desde lo intrauniversitario promueve la prevención educativa en la formación del profesional con doble sentido: para eliminar las causas y condiciones de las manifestaciones inadecuadas del comportamiento y para educar en la capacidad de prevenir, teniendo en cuenta el modelo de desarrollo integral y la ley de la doble formación.

En esta relación se produce un movimiento dialéctico de lo general a lo particular, y a lo singular; y transcurre por los objetos didácticos hasta el contenido de la enseñanza. Estos aspectos esenciales apuntan a la necesidad de la comprensión multivalente de la prevención educativa a partir de su definición y su consecuente sistematización en el proceso de enseñanza aprendizaje como objeto de la Didáctica y en particular para el diseño curricular, en aras de poder corresponder con los postulados requeridos por la sociedad actual: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

Para el logro de tales empeños se debe tener en cuenta los principios de la labor preventiva paro ajustados al proceso de formación.

Principios que rigen el trabajo preventivo: en la formación del profesional de la educación

• Detección y atención oportuna a grupos de riesgo, lo cual implica detectar lo más tempranamente posible la presencia de factores que pueden originar dificultades en el proceso de adaptación del sujeto de la formación a las exigencias del proceso de formación. Un elemento que se constituye n un dinamizador de la detección oportuna s el proceso de ingreso, al poder establecer los mecanismos necesario para reconocer las necesidades y potencialidades de los alumnos.

• Carácter sistémico del seguimiento: significa ir controlando y evaluando cada una de las acciones que se vayan ejecutando y sus efectos sobre el desarrollo del sujeto del sujeto de la formación e ir enriqueciendo las mismas en la medida que sea necesario.

• Enfoque ecológico: el cual implica que se tomen en cuenta todos los contextos en que se desarrollan el sujeto de la formación.

• Carácter dialógico de la decisión: exige del diálogo, la comunicación, y del intercambio entre todos los factores que están implicados en la valoración e interacción con el sujeto de la formación.

1.2 El profesor Tutor como mediador en la prevención educativa: principales logros y dificultades

La Educación Superior en Cuba dentro de su estructura organizativa, contempla el desempeñó del Profesor Tutor. Este acompañado por el Colectivo Pedagógico de Año, establece las direcciones estratégicas para la conducción del proceso de formación.

Dentro de la Universidad en Ciencias Pedagógicas el papel del Profesor Guía se revela como un agente dinamizador de la formación pedagógica que contempla la doble formación del estudiante para el cumplimento de los encargos contenidos en el Modelo de Formación del Profesional.

La teoría Socio Cultural de Vigotsky aborda el desarrollo como producto de la mediación de las personas, los objetos, los signos y los significados que tienen para el sujeto. Este eminente psicólogo planteó en la ley genética que. “cualquier función del desarrollo psíquico fue externa, porque fue social antes que interna, antes de ser función psíquica. Primero se da entre la gente como una categoría intrapsíquica después se da dentro del niño como una categoría intrapsíquica”

Partiendo de estos presupuestos, la teoría al contextualizarse en el mundo relacional que establece el Profesor Tutor deja manifiesta entonces el rol de mediador de los procesos, incidiendo entre el grupo de estudiantes y el Colectivo pedagógico de Año en el logro de los objetivos propuestos.

Como resultado de algunas deficiencias en el desarrollo de las trasformaciones de la educación en los niveles precedentes, se ha venido apreciando en los últimos años determinadas carencias en los estudiantes que optan por las carreras pedagógicas. Las mismas reflejan inadecuados hábitos de estudio y de concientización de un proyecto de vida ajustado a las posibilidades de los mismos. En los marcos de la convivencia estudiantil suelen apreciarse dificultades en el logro de las habilidades sociales, sobre todo en las relaciones hacia los demás. Teniendo presente estos cambios y las potencialidades que muestran en el orden de la motivación hacia el desarrollo de las actividades de carácter extracurricular, entre otras el Profesor Tutor actuará a favor de ir erradicando paulatinamente estas características, desde la promoción de la aplicación de estrategias dinámicas y con un elevado matiz de cientificidad.

En la Universidad de Ciencias pedagógicas, como resultado de las condiciones externas e internas se van produciendo, en los sujetos de la formación, los cambios cualitativos y cuantitativos perneados por las características culturales específicas contenidas en el desarrollo de la personalidad de los mismos, por los que los cambios atraviesan diferentes etapas que van desde la adaptación, que se va a extender o no en dependencia de la efectividad de las estrategias que adopte el Colectivo Pedagógico de Año, las cuales deberán contemplar a los diferentes contextos de actuación del sujeto de la formación, hasta la etapa de concientización de significación de la profesión. En cada una de las etapas el sujeto de la formación refleja una ruptura y continuidad con la etapa anterior. Ya que en toda existe la adaptación pero con sentidos diferentes.

El poder modelar el proceso de formación contemplando anticipadamente esta evolución facilita el cumplimiento de la misión del Profesor Tutor, sobre todo en el primer año de la carrera, al actuar como agente movilizador del proceso de transformación de la realidad, suscitando en ellos la búsqueda de soluciones a las contradicciones y conflictos que estos suelen enfrentar. En la medida que se domine los que se debe hacer, lo que se va a obtener, cómo y con qué proceder mayor será la calidad del proceso de formación.

Cualidades a tener en cuenta en el proceso de selección del Profesor Tutor:

Eficiente.

• Mostrar efectividad en su desempeño respecto a las metas a alcanzar para la formación del profesional.

Seguridad y confianza en el hombre.

• Reflejar seguridad y confianza en la atención y el trato hacia el universo estudiantil.

• Garantizar sistemáticamente que se cumpla el encargo social asignado a la universidad, desde la proyección del ejemplo personal.

Comunicativo

• Proporcionar criterios para la utilización óptima de los recursos para mejoramiento humano.

• Compartir y socializar las vivencias y estados emocionales que frenan el normal desarrollo del sujeto de la formación y de la brigada pedagógica con los sujetos implicados en la consecución de la estrategia de intervención.

• Incentivar la confianza en el mejoramiento humano, en los diferentes contextos de actuación.

Defensor del proyecto social cubano.

• Reflejar una alta preparación ideopolítica acorde a los principios del proyecto social cubano.

• Promover el debate de diferentes temáticas desde el trato respetuoso hacia el criterio ajeno.

Los procesos de intervención del profesor Tutor se constituyen bajo los preceptos martianos de:

• El respeto a la dignidad plena del hombre.

• La tolerancia.

• La fe en el mejoramiento humano.

• La búsqueda colectiva a las alternativas de respuestas a las necesidades e intereses de los educando.

• La unidad para la acción

En la conducción orientadora del Profesor Tutor con los actores sociales del proceso (dígase organizaciones, la familia y el Colectivo Pedagógico de Año) se deben potenciar los recursos para el desarrollo de la regulación, autorregulación y autovaloración del sujeto de la formación contemplando por parte de este:

• Las metas a lograr

• Los efectos logrados y esperados.

• La capacidad para dirigir y controlar su actividad en su proceso de desarrollo.

Las metas y los efectos se atenderán de manera sistemática y de diferentes formas dentro de la brigada estudiantil.

En el desarrollo de la práctica pedagógica, ha existido una cierta inclinación a sustituir el esfuerzo y la voluntad del estudiante en formación, en el cumplimiento de sus deberes universitarios, esto de hecho retorna como una regularidad negativa del accionar pedagógico, por eso se hace necesario plantearles a los miembros de las brigadas, las exigencias y mostrarles cómo proceder en el control y dirección de su actividad. Esto posibilita que en el control del desempeño del Profesor Guía se pueda medir los niveles de auto dirección de la brigada pedagógica, desde una perspectiva integradora, con carácter progresivo.

El Profesor Tutor bajo estas circunstancias participa en la dirección del proceso de orientación en medio de una situación mediatizada por la cultura escolar y las características disímiles del ambiente social, político e ideológico en que se han desempeñados los sujetos de la formación.

La dimensión mediadora del Profesor Guía, revela las interrelaciones de los aspectos científico metodológico, político e ideológico y preventivo.

Estas interrelaciones se establecen en la actividad de orientación educativa e implican de manera armónica al Colectivo pedagógico de Año en el diagnóstico y seguimiento del ajuste a las exigencias del Modelo del Profesional.

Investigadores como Suárez C., Paz I. y otros reconocen la importancia del principio de concientización como fundamento para desarrollar la orientación educativa, la cual a consideración de la autora, desde la figura del Profesor Tutor se dirige a:

• El Colectivo pedagógico de Año

• La Brigada Pedagógica.

El trabajo preventivo desde el Colectivo Pedagógico de Año.

El destacado investigador Quiñones, con relación al Colectivo de Año destaca que “el colectivo de año por su relación con el medio ambiente es un sistema abierto, al tener relaciones totales con el medio donde se desenvuelve; por su estructura es complejo, por la cantidad de relaciones internas y externas, así como contar con otros subsistemas; por su estabilidad, lo consideramos estable, al tener una determinada capacidad de resistencia a los factores de perturbación; al analizar su capacidad de regulación, debemos plantear que es mixto, ni totalmente regulado, ni autónomo, esto está en dependencia de las funciones que se analicen y de las tareas que desarrolla y por sus componentes es social.”

Desde el proceso grupal se han realizado importantes investigaciones por parte de algunos autores como M. Calviño, 1998; G. Torroella, 2002; R. Bermúdez M y L. Pérez, 2003; y M. Rebollar, 2003, las cuales constituyen puntos de referencia a la hora de abordar el Colectivo Pedagógico de Año, dada las relaciones estables, y el encargo común que los involucra en el proceso de formación del profesional.

Se le atribuye al Colectivo Pedagógico de Año la misión de conducir el proceso de crecimiento personal que se promueve en las brigadas pedagógicas, desde el acompañamiento tutelar de cada uno de los docentes. Esto exige del dominio de las particularidades del universo estudiantil y del ajuste de los proyectos educativos en correspondencia con las necesidades crecientes que refleje el estudiante en formación.

El Colectivo de Año es un grupo multidisciplinario que dispone de tiempo para desarrollar el trabajo en equipo y posee cierta flexibilidad para ello, ellos intervienen en el proceso de conformación de las tareas integradoras de aprendizajes que deberán desarrollar los estudiantes en formación, para ellos se hace necesario sistematizar los resultados del diagnóstico que se posee de los sujetos de la educación y crear todas las condiciones para estos puedan encontrar la solución a los problemas de aprendizaje y de conducta de manera continua, este Colectivo a partir del trabajo metodológico debe evaluar los resultados de las acciones aplicadas, y controlar las estrategias definidas en el año y los proyectos educativos definidos en el grupo.

Es en el colectivo de año donde se trazan estrategias para que se cumplan los objetivos de año, se relacionan de modo activo profesores y estudiantes y se integra horizontalmente la carrera, en él se realizan las adecuaciones curriculares pertinentes para dar solución a los problemas profesionales, de manera gradual, atendiendo al Modelo del Profesional, al contexto, año académico y al diagnóstico integral, en tanto que, el problema profesional como uno de los componentes del proceso enseñanza - aprendizaje, se convierte en el punto de partida de todo el proceso, al ser portador de la necesidad social: formar al futuro profesional, en la que el año juega un papel fundamental. Está presente también, el objeto del proceso, los objetivos, el contenido, las formas de enseñanza, los medios de enseñanza y la evaluación de su formación.

En el colectivo de año se planifican, ejecutan y valoran los componentes del Modelo del Profesional: el académico, el laboral, extensión universitaria y el investigativo, a través de los cuales se manifiestan las leyes de la didáctica expresadas en: las relaciones del proceso enseñanza - aprendizaje con el contexto social y la educación desde la instrucción.

Una herramienta que posee gran valor metodológico para el Colectivo Pedagógico de Año lo constituye la orientación educativa desde la planificación del trabajo político ideológico y de formación y desarrollo de los valores.

La Dra. Paz identifica a la orientación educativa, como relación de ayuda, se produce a través de un amplio proceso comunicativo que propicie la reflexión y autorreflexión para trabajar en pos del perfeccionamiento colectivo e individual. Esto plantea la necesidad de atender los procesos grupales, desde donde se potencie más lo orientador.

La concepción de trabajo preventivo que se establezca en la Universidad en Ciencias Pedagógicas deberá constituirse desde un enfoque desarrollador de las potencialidades de los alumnos en formación.

Para el logro de tales empeños se debe tener en cuenta los principios de la labor preventiva paro ajustados al proceso de formación.

Principios que rigen el trabajo preventivo: en la formación del profesional de la educación

1. Detección y atención oportuna a grupos de riesgo, lo cual implica detectar lo más tempranamente posible la presencia de factores que pueden originar dificultades en el proceso de adaptación del sujeto de la formación, a las exigencias del proceso de formación. Un elemento que se constituye en un dinamizador de la detección oportuna es el proceso de ingreso, al poder establecer los mecanismos necesarios para reconocer las necesidades y potencialidades de los alumnos.

2. Carácter sistémico del seguimiento: significa ir controlando y evaluando cada una de las acciones que se vayan ejecutando y sus efectos sobre el desarrollo del sujeto del sujeto de la formación e ir enriqueciendo las mismas en la medida que sea necesario.

3. Enfoque ecológico: el cual implica que se tomen en cuenta todos los contextos en que se desarrollan el sujeto de la formación.

4. Carácter dialógico de la decisión: exige del diálogo, la comunicación, y del intercambio entre todos los factores que están implicados en la valoración e interacción con el sujeto de la formación.

El proyecto educativo como forma de materialización de la labor preventiva

El proyecto educativo debe comprenderse como parte del diseño curricular y de los objetivos estratégicos de la Universidad, todo ello como un sistema que integre los siguientes componentes: la misión de la Universidad, el objetivo estratégico de formación profesional, el modelo de formación de valores del profesional, los modelos de formación profesional, el diseño curricular de las disciplinas y asignaturas, los proyectos educativos de los años, grupos e individuales de los estudiantes. Ello requiere y exige una alta preparación de los profesores y de los trabajadores en general de la Universidad.

El proyecto educativo es la forma organizativa de la educación en valores, formula las finalidades educativas que se pretenden conseguir; debe estar dotado de coherencia y personalidad propia asociada a los centros estudiantiles, a los colectivos y a los estudiantes de manera individual; donde deben participar en cada instancia de su elaboración los representantes de todos los sectores de la comunidad educativa. (Ruíz, 1996: 137).

Para la conformación de los proyectos educativos los sujetos implicados, en las diferentes brigadas pedagógicas, deben auto reconocer sus necesidades y potencialidades e identificar los objetivos que plantea el modelo del profesional en el año, para operacionalizar sus acciones y de manera colegiada implicarse en el proceso formativo profesional. La validez y eficiencia del proyecto educativo estará estrechamente relacionada con la proyectividad de la coherencia grupal en torno a aprender a ser y hacer.

La prevención educativa en la Universidad del siglo XXI es consustancial a los procesos sustantivos que desde ella se promueven, en plena relación con el modelo social que se esté desarrollando.

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