Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 29 (julio 2011)

UNA ESTRATEGIA DE ENSEÑANZA PARA LA PROMOVER EL USO DE ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DESARROLLADOR


Yaina Martínez Viel (CV)
Profesora UCP “Frank País García” Santiago de Cuba. Cuba
ymartinez@ucp.sc.rimed.cu




RESUMEN

El proceso de enseñanza aprendizaje desarrollador promueve el desarrollo integral de la personalidad del educando, a partir de activar la apropiación de conocimientos, destrezas y capacidades intelectuales y la formación de sentimientos, motivaciones, cualidades, valores, convicciones e ideales. El trabajo que se presenta propone una estrategia de enseñanza para promover el uso en los educandos de estrategias de aprendizaje, de modo que se potencie su desarrollo en la actividad cognoscitiva de los alumnos para garantizar el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y a la autorregulación del aprendizaje, así como el desarrollo en el educando de la capacidad de conocer, controlar y transformar creativamente su propia persona y su medio.

Palabras Claves: estrategia, enseñanza, aprendizaje, estilo, metacognición, potencialidades, proceso, desarrollador.

 

 

La mirada tradicional de la educación ha significado el papel que juega el profesor en el aprendizaje de los estudiantes de aquellos contenidos que son objeto de la enseñanza, obviando o disminuyendo en muchas ocasiones la importancia que la participación del propio sujeto tiene en el acto de aprender. Afortunadamente, en la actualidad, nuevas miradas hacia el proceso de aprendizaje reconocen la relevancia que la actuación personal del sujeto que aprende posee en los resultados y la calidad del mismo.

El aprendizaje depende de muchos factores como la motivación, los intereses cognoscitivos, profesionales, o de otra índole; el desarrollo de habilidades y capacidades; el conocimiento previo que se tiene para aprender algo nuevo, los estados de ánimos, las vivencias afectivas y hasta la autovaloración que el estudiante posee de sí mismo; por solo citar algunos. Sin embargo, aprender es un proceso que también requiere de un aprendizaje (aprender a aprender). Es común encontrar en nuestras aulas que las actividades de estudio se realizan sin la calidad requerida y es pobre el desempeño de nuestros estudiantes en este sentido; lo que lleva a preguntarnos si nuestros educandos están preparándose adecuadamente de forma independiente y si conocen las diferentes vías para adquirir los conocimientos como medios para su autopreparación constante y su formación profesional.

Las estrategias de aprendizaje son conductas o pensamientos que facilitan el aprendizaje. Estas estrategias van desde las simples habilidades de estudio, como el subrayado de la idea principal, hasta los procesos de pensamiento complejo como el usar las analogías para relacionar el conocimiento previo con la nueva información (Weistein, Ridley, Dahl y Weber, 1988-1989). Permiten la participación del estudiante como sujeto de su aprendizaje y por tanto la utilización intencional de sus recursos personales en función de la adquisición de nuevos contenidos, hábitos, habilidades y capacidades en la actividad cognoscitiva; así como el desarrollo de actividades cotidianas con un pensamiento reflexivo y premeditador en la toma de decisiones y en la forma de proceder.

Es evidente que debe existir una voluntad del sujeto que aprende para elaborar sus estrategias de aprendizaje, pues como una estrategia en fin necesita de determinadas metas a partir de las necesidades y motivaciones individuales y/o grupales, en este caso de un grupo estudiantil. Las estrategias comprenden el plan diseñado deliberadamente con el objetivo de alcanzar una meta determinada, a través de un conjunto de acciones (que puede ser más o menos amplio, más o menos complejo) que se ejecutan de manera controlada. (Según Pozo J.).

Según Burón, Javier en “Aprender a aprender: Introducción a la metacognición”: Aprendizaje significa no sólo adquirir conocimientos, sino que incluye también aprender a buscar los medios que conducen a la solución de problemas: seleccionar información, elegir medios y vías, destacar hipótesis, ordenar y relacionar datos, etc. Este acercamiento al aprendizaje supone dar un giro en la enseñanza, pues exigiría enseñar no solo contenidos o datos, sino estrategias para aprenderlas y usarlas. Las estrategias están conformadas por aquellos conocimientos y procedimientos que los estudiantes van dominando a lo largo de su actividad e historia escolar y que les permiten enfrentar su aprendizaje de forma eficaz; comprenden todo el conjunto de procesos, acciones y actividades que los/las aprendices pueden desplegar intencionalmente para apoyar y mejorar su aprendizaje.

Lograr que los educandos se sientan protagonistas del proceso mediante la problematización constante en la actividad intelectual, productiva y creadora y que asuman progresivamente la responsabilidad de su propio aprendizaje, autodirigiendo y autorregulándose en su actividad en función de metas a corto, mediano o largo plazo; establecer planes de acción para lograrlas a partir de tomar decisiones, necesita de la enseñanza de un aprendizaje estratégico.

Enseñar a aprender es una urgencia de estos tiempos, donde el desarrollo de las nuevas tecnologías de la informática y la comunicación imponen un ritmo acelerado a las exigencias de cada nivel de enseñanza y las aspiraciones en la formación de las nuevas generaciones. En este sentido existen diferentes opiniones acerca de la implementación de estrategias de aprendizaje. Gonzalo Retamal Moya plantea la diferenciación de las estrategias impuestas y las estrategias inducida. Las primeras son impuestas por el profesor al realizar modificaciones o manipulaciones en el contenido o estructura del material de aprendizaje.

Las estrategias inducidas se vinculan con el entrenamiento de los sujetos para manejar directamente y por sí mismos procedimientos que les permitan aprender con éxito. Es decir, las estrategias impuestas son elementos didácticos que se intercalan en el texto, como resúmenes, preguntas de reflexión, ejercicios, autoevaluaciones, etc., mientras que las estrategias inducidas son aportaciones, como el auto-interrogatorio, la elaboración, la repetición, entre otros, los cuales son desarrollados por el estudiante y constituyen sus propias estrategias de aprendizaje.

Se entiende entonces que existe una estrategia de aprendizaje dada por el profesor y otra elaborada por el estudiante, lo cual es contraproducente si tenemos en cuenta que estas se plantean por la necesidad, las motivaciones y las metas que se propone el educando, lo que si es pertinente es hablar de estrategias para enseñar a aprender en el caso del profesor y estrategias para aprender a aprender en el caso de los estudiantes.

Cómo enseñar a aprender a nuestros educandos, cómo lograr que estudien más y mejor; es una preocupación de los maestros de estos tiempos. La cuestión es entender que las estrategias de aprendizaje no son un aspecto más que el profesor debe asumir en su actividad docente metodológica sino que tiene su elaboración eficaz y creativa por parte de los estudiantes en el propio tratamiento al contenido de la clase, el objetivo propuesto, los métodos y procedimientos utilizados, el tipo de evaluación que se desarrolla (auto-co-heteroevaluación) y las formas de organización del proceso de enseñanza aprendizaje. En este sentido las estrategias de enseñanza son consideradas acciones sistemáticas realizadas por el maestro, con el objetivo consciente que el alumno aprenda de la manera más eficaz y son controladas por el docente. Incluyen medios de enseñanza para su puesta en práctica, el control y evaluación de los propósitos. Las acciones que se planifiquen dependen del objetivo derivado del objetivo general de la enseñanza, las características psicológicas de los alumnos y del contenido a enseñar, entre otras.

Estos aspectos deben propiciar que el educando establezca estrategias para su aprendizaje, con metas que tengan en cuenta el conocimiento de sus propias deficiencias y limitaciones como aprendiz, sus potencialidades, fortalezas y capacidades y la autoevaluación adecuada de la eficacia de sus progresos y resultados de su trabajo (metacognición). Promover la motivación intrínseca del aprendizaje al indagar, polemizar, debatir, plantear dudas, sostener posiciones. Asumir decisiones acerca del tipo de estrategia a utilizar para adquirir determinado contenido en correspondencia con su estilo de aprendizaje y el desarrollo de sus capacidades, así como el interés intelectual y/o profesional que posea.

¿Cómo enseñar a los educandos a utilizar las estrategias de aprendizaje?

Un proceso de enseñanza aprendizaje desarrollador debe ser aquel que constituye un sistema donde tanto la enseñanza como el aprendizaje, como subsistemas, se basan en una educación desarrolladora, lo cual implica una comunicación y actividad intencionales, cuyo accionar didáctico genera estrategias de aprendizajes para el desarrollo de una personalidad integral y autodeterminada del educando, en los marcos de la escuela como institución social trasmisora de la cultura (Castellanos S, D.2002). La dirección del proceso que realiza el profesor debe tener entre sus propósitos enseñar a los educandos a adquirir los conocimientos necesarios de los que se va a valer en la vida, así como un pensamiento estratégico que le permita vivir nuevas experiencias y enfrentar nuevos retos a partir del proyecto de vida que se plantee. Por lo que en la preparación y planeación de dicho proceso deberá desplegar estrategias de enseñanza con las acciones necesarias para el desarrollo de ese pensamiento estratégico con el que el estudiante aprenderá los contenidos:

• Realizar un diagnóstico pedagógico integral tanto individual como grupal.

• Determinar las potencialidades que posee el contenido a impartir para el desarrollo de estrategias de aprendizaje.

• Seleccionar las estrategias de aprendizaje que utilizarán los estudiantes en las clases y en las actividades independientes.

• Implementar las estrategias en el proceso de enseñanza aprendizaje.

• Evaluar el desarrollo en los educandos de la utilización adecuada de estrategias de aprendizaje.

Realizar un diagnóstico pedagógico integral tanto individual como grupal

El diagnóstico se dirige a identificar, a través de la caracterización, las dificultades y/o potencialidades que en cada área a diagnosticar posee el sujeto, para transformarla en aras de su mejoramiento personal. Con frecuencia en la práctica pedagógica al diagnosticar el aprendizaje, el docente toma en consideración el desarrollo del nivel cognoscitivo del educando, así como la situación actual del aprendizaje con relación a los nuevos contenidos que recibirá, obviando que la personalidad al regular la conducta del individuo en el desarrollo de la actividad cognoscitiva pone de manifiesto las motivaciones, intereses (cognoscitivos, profesionales), las necesidades, la autovaloración, la actividad volitiva, entre otras formaciones sicológicas motivacionales que determinarán en gran medida el comportamiento del educando en el acto de aprender. Es por ello que para conocer las características del aprendizaje el diagnóstico debe ser integral, es decir debe dar un conocimiento completo de la personalidad del sujeto.

Un aspecto poco diagnosticado es el estilo de aprendizaje que poseen los educandos y que se refiere al hecho de que cada persona utiliza su propio método o estrategias a la hora de aprender. Aunque las estrategias varían según lo que se quiera aprender, cada uno tiende a desarrollar ciertas preferencias o tendencias globales que definen un estilo de aprendizaje concreto. Cada persona aprende de manera distinta a las demás: utiliza diferentes estrategias, aprende con diferentes velocidades e incluso con mayor o menor eficacia aunque tengan las mismas motivaciones, el mismo nivel de instrucción, la misma edad o estén estudiando el mismo tema.

Es importante no utilizar los estilos de aprendizaje como una herramienta para clasificar a los alumnos en categorías cerradas, ya que la manera de aprender evoluciona y cambia constantemente. De lo que se trata es de conocer los recursos personológicos que utilizan los estudiantes en el acto de aprender para potenciarlos y mejorarlos en las diferentes situaciones de aprendizaje ya que cuando se les enseña tomando en cuenta sus estilos de aprendizaje, aprenden con más efectividad.

Un aprendizaje exitoso es posible si el docente dirige el proceso de enseñanza aprendizaje considerando las características grupales que posee el grupo escolar que atiende. Cada individuo se forma en su grupo y aunque la formación es individual, la enseñanza es colectiva. El grupo es un sistema, en el que cada educando es un componente que se interrelaciona con los demás. El alumno aprende en y desde lo grupal, y el maestro dirige el proceso de aprendizaje facilitando la dinámica de los procesos grupales hacia el cambio y la transformación de cada uno de sus miembros. La clase es una actividad cognoscitiva en la que cada educando aportará sus conocimientos, habilidades, hábitos y recursos personológicos que permitirán la construcción grupal del contenido que se trata, en la interacción que a través de la comunicación se produce entre todos los miembros y con el profesor. Potenciar las relaciones entre los educandos en el grupo permitirá la apropiación con calidad de los contenidos de aprendizaje; por lo que el docente en el proceso de enseñanza debe propiciar que el trabajo grupal y el individual se conviertan en elementos de un mismo sistema, en el que cada uno ocupe su lugar en el momento y espacio conveniente. Sólo así se crean las condiciones para la solución de la contradicción entre el carácter socializador, colectivo de la enseñanza y la naturaleza individual del aprendizaje.

Determinar las potencialidades que posee el contenido a impartir para el desarrollo de estrategias de aprendizaje

La enseñanza de las estrategias de aprendizaje debe estar contemplada dentro del proceso de enseñanza aprendizaje de cada asignatura, en correspondencia con el contenido a tratar y el objetivo de cada clase, de la unidad o tema y del programa de la misma. El conocimiento de las estrategias de aprendizaje separadas del para qué utilizarlas las alejaría de su verdadero propósito ya que no se pueden utilizar si no hay un fin manifiesto. El docente debe tener esto en cuenta al determinar que estrategias se pueden utilizar en la clase, pues estas varían teniendo en cuenta el conocimiento que se adquiere, el método que se utilice, los medios con que se cuenta, el tipo de evaluación y la forma de organización que se planifique para la clase.

Las estrategias de aprendizaje forman parte del sistema de habilidades del contenido que representan el dominio consciente y exitoso de la actividad. El proceso de formación de estas habilidades que van desde el subrayado de las ideas esenciales en un texto o la toma de notas lineales hasta la elaboración de mapas conceptuales o la planificación consciente y organizada de los conocimientos a aprender es un proceso complejo en el que el educando va dominando paulatinamente las distintas acciones y operaciones en la sistematización de las mismas; por lo que el profesor debe considerar en el proceso de enseñanza aprendizaje partir de las estrategias de aprendizaje más simples a las más complejas de modo tal que la asimilación progresiva de las habilidades de unas contribuyan al dominio gradual de otras en las que las habilidades creadas constituyan acciones a sistematizar para lograr habilidades más complejas.

El sistema de conocimientos del contenido constituye la base para la formación y desarrollo de las habilidades, en este sentido las estrategias de aprendizaje permiten operar con el conocimiento tanto de forma teórica como práctica en contextos diferentes, propiciando el desarrollo de un pensamiento estratégico que al incorporarse a la forma de realizar diferentes tipos de actividades garantiza el progreso exitoso de las mismas.

Seleccionar las estrategias de aprendizaje que utilizarán los estudiantes en las clases y en las actividades independientes

La selección de las estrategias de aprendizaje en un primer momento será responsabilidad del profesor dado que los estudiantes desarrollarán paulatinamente y en correspondencia con su nivel de desempeño las habilidades para seleccionar y utilizar las estrategias pertinentes para el aprendizaje.

El docente deberá considerar para el criterio de selección lo siguiente:

 Los diversos estilos de aprendizaje que utilizan los educandos.

 Las estrategias con las que han aprendido en el transcurso de su vida escolar.

 El conocimiento previo que poseen sobre la materia a impartir.

 El tipo de contenido a tratar y el objetivo que se debe cumplir en la clase. No se aprenden de la misma manera los contenidos teóricos (lo que estudiantes puede decir acerca del mundo) y los prácticos (lo que puede hacerse o ejecutarse, ya sea a nivel motor, externo, o intelectual, mental o interno).

 El tipo de estrategia a utilizar atendiendo a las potencialidades y dificultades reveladas en el diagnóstico.

 Las condiciones que se disponen para el desarrollo de la clase: tiempo disponible, la forma de organización, la motivación, las ganas de estudiar, los recursos didácticos.

 Ninguna estrategia es, en sí misma, más eficiente que otra. La eficiencia de la estrategia descansa en una adecuada conjunción entre:

a) las características del/ de la estudiante (por ejemplo, sus necesidades de aprendizaje, conocimientos y experiencia previa, sus estilos de aprendizaje)

b) La naturaleza de los contenidos específicos a aprender.

c) Las particularidades y demandas de la tarea en cuestión.

d) las características de la situación de aprendizaje y enseñanza.

¿Qué estrategias de aprendizaje se pueden emplear en las clases?

Diversas han sido las clasificaciones o tipos de estrategias tratados por los autores que han investigado el tema. Entre las clasificaciones más comunes está la que contempla tres tipos, teniendo en cuenta los aspectos motivacionales, por la importancia que revisten los aspectos afectivos, en la adquisición y uso de una estrategia específica en los educandos. Según las funciones de las estrategias en el aprendizaje: son las estrategias cognitivas, metacognitivas y de apoyo al aprendizaje.

Las diversas estrategias que existen poseen distintos grados de complejidad y por sus características se aplicarán mejor en un contenido u otro, las más sencillas pueden constituir operaciones de otras más complejas por lo que se deben considerar estos aspectos para su implementación en las clases.

Implementar las estrategias en el proceso de enseñanza aprendizaje

Propiciar la motivación para aprender y para aprender a aprender a partir del conocimiento de sus propias limitaciones y potencialidades, así como la necesidad de utilizar las estrategias para mejorara la calidad del aprendizaje es un paso importante en la implementación de las estrategias durante la clase. El profesor planificará cuidadosamente la modelación de cada estrategia para que los estudiantes aprendan a operar con ella y posteriormente utilizarla creativamente en cada acto de aprendizaje.

Las estrategias de aprendizaje en sí mismas constituyen un conocimiento a aprender para poder ser utilizado posteriormente de forma eficaz, los educandos deben conocer el fin o propósito de su utilización así como las acciones a realizar para cada estrategia y el criterio para su selección a través del tratamiento dado al contenido en la clase; lo que les permitirá hacer un uso reflexivo de los procederes que enriquecerán con sus propios recursos personológicos y su creatividad.

El profesor enseñará la forma más adecuada de ejecutar la estrategia y los educandos la aplicarán bajo la supervisión de este. Se practicará en varias clases y en actividades independientes orientadas para desarrollar las habilidades correspondientes en la aplicación de las estrategias de forma que se potencie gradualmente el protagonismo de los estudiantes en la selección y aplicación de las mismas en el acto de aprender. El profesor comenzará a responsabilizar a sus alumnos, de las decisiones que deben tomarse al extender la estrategia a distintas áreas. En este caso, el profesor puede, para aprovechar a los alumnos más aventajados, facilitar la práctica en pequeños grupos heterogéneos. Se facilitará que el alumno generalice la estrategia a otros temas y tareas de mayor complejidad, con la mínima ayuda del profesor y promoviendo que el alumno practique la estrategia de forma autónoma en entornos de aprendizaje tan reales como sea posible.

Evaluar el desarrollo en los educandos de la utilización adecuada de estrategias de aprendizaje

La evaluación es necesaria para determinar la validez de la estrategia empleada por el profesor así como los aspectos que en la utilización de las estrategias de aprendizaje se deben trabajar con profundidad a partir de las dificultades y el nivel de desempeño cognitivo que presenten los alumnos. Puede realizarse tanto cuantitativamente como cualitativamente, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

• Selección adecuada de las estrategias de aprendizaje a utilizar.

• Aplicación con destreza y creatividad la estrategia de aprendizaje seleccionada.

• Resultados superiores en el aprendizaje de los contenidos impartidos.

• Calidad en la realización de actividades independientes y el estudio individual.

• Evidencia de un pensamiento estratégico para realizar tareas docentes, a partir de reflexionar sobre cómo se realizará la tarea, con qué recursos cuenta, qué conocimientos aprendidos emplear, qué será necesario para desarrollarla con éxito, cuáles son las dificultades y las vías, procedimientos más fáciles para resolver la tarea, etc.

Se dice que un alumno emplea una estrategia de aprendizaje, cuando es capaz de ajustar su comportamiento, (lo que piensa y hace), a las exigencias de una actividad o tarea encomendada por el profesor, y a las circunstancias en que se produce. Por tanto, para que la actuación de un alumno sea considerada como estratégica es necesario que:

• Realice una reflexión consciente sobre el propósito u objetivo de la tarea.

• Planifique qué va a hacer y cómo lo llevará a cabo.

• Utilice la estrategia seleccionada con éxito.

• Evalúe su desempeño en el aprendizaje (para qué aprende, que factores entorpecen o favorecen el aprendizaje, qué falta por aprender, qué hacer para aprender con éxito).

• Emplee lo aprendido para comprender nuevos conocimientos, así como para aplicar las estrategias conocidas en nuevos contextos de aprendizaje y de la vida cotidiana.

La capacidad para reflexionar, tomar conciencia y controlar la construcción de los conocimientos, las tareas de aprendizaje y las estrategias para mejorar el rendimiento y alcanzar determinados fines en el aprendizaje, propicia el desarrollo de un pensamiento estratégico en los estudiantes que a su vez permitirá el empleo por parte de ellos de estrategias para adquirir conocimientos y para emplearlos de forma eficaz en nuevas situaciones de aprendizaje.

La motivación por aprender sustentada en un interés por el propio proceso de aprender y un sentimiento de realización personal, dado por una imagen y autovaloración positiva resultado del logro exitoso de las tareas de aprendizaje propuestas por el profesor y autopropuestas por los alumnos a partir de la valoración adecuada de su actuación en el proceso de aprendizaje; constituyen impactos favorables para el desarrollo adecuado del proceso de enseñanza aprendizaje y el crecimiento personal de los educandos.

Enseñar a nuestros estudiantes a aprender de forma estratégica supone cambiar en muchos casos los métodos tradicionales de enseñanza y profundizar nuestra preparación como docentes para poder hablar por boca de nuestros discípulos. Lograr que los estudiantes decidan que estrategias tomar, qué procedimientos seguir para resolver una tarea de forma consciente y autodirigida a fines propuestos, cómo organizar su actividad de estudio, qué les falta por aprender y como hacerlo mejor, no solo evidenciará un aprendizaje estratégico en los alumnos, significa además el éxito en la enseñanza estratégica y en la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje por parte del profesor.

BIBLIOGRAFÍA

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