Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 28 (junio 2011)

VIGENCIA DEL PENSAMIENTO ÉTICO MARTIANO EN LA CREACIÓN DEL PROFESIONAL EN LA NUEVA UNIVERSIDAD CUBANA


Atabey Medina García
Profesor e investigador, Dpto. CESOC
Universidad de Cienfuegos "Carlos Rafael Rodríguez"
amgarcia@ucf.edu.cu




RESUMEN

El trabajo presenta una valoración de los conceptos martianos acerca de la educación y la cultura a la que todos tenemos derechos y como estas fueron de gran utilidad para la elaboración del nuevo modelo pedagógico de la universalización, que rompe con el carácter elitista de la vieja universidad.

Se diseña una estrategia curricular de formación de valores para las carreras de ingeniería en la cual se incorpora un nuevo aspecto a la visión de las características del proceso de formación, encaminada a elevar el conocimiento del pensamiento del más universal de los cubanos a partir de la ética que emana de su ejemplo, se presenta además un conjunto de acciones implementadas desde las tres dimensiones del proceso formativo; en lo curricular se vinculan a las asignaturas para alcanzar el objetivo general, en lo extracurricular, realizando acciones de promoción sociocultural a través de los proyectos comunitarios y la cátedra honorífica José Martí y por último la dimensión socio política que aglutina todas las acciones de formación de valores en los estudiantes para garantizar el aprendizaje de las ideas martianas y así continuar perfeccionando esta gran patria que es la humanidad.

INTRODUCCIÓN

La educación superior cubana se origina en el año 1728, cuando se crea la Real y Pontificia Universidad de La Habana. A partir de ese año, sólo en ese centro se ofrecían estudios superiores, hasta que 219 años después, en el año 1947, es fundada la segunda universidad cubana, la Universidad de Oriente, en la Ciudad de Santiago de Cuba. Cinco años más tarde, en la ciudad de Santa Clara, surge la Universidad Central de Las Villas.

En el año 1959, con el triunfo de la Revolución en Cuba, se realizan sustanciales transformaciones educativas en todo el país y en todos los niveles de enseñanza; a partir de un enfoque de la educación como un derecho fundamental de todos los ciudadanos. Se comienza a hacer realidad entonces, la frase del apóstol José Martí: “Al venir a la tierra todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después en pago contribuir a la educación de los demás ”.

La Revolución cubana hereda una universidad elitista, a la que sólo tenían acceso las capas más pudientes de la sociedad, además de estar llena de viejos y arcaicos conceptos académicos que hacían la enseñanza enciclopédica, repetitiva, carente de base experimental y sobre todo, ajena a las reales necesidades del desarrollo económico y social de nuestro país.

El concepto de universalización de la universidad cumple con la idea martiana de una universidad al alcance de todos, sin diferencias de ningún tipo pues todo hombre tiene derecho a ser libre y esto solo es posible cuando haya alcanzado un nivel cultural acorde a los momentos en que se vive.

DESARROLLO

La universidad cubana antigua como institución social fue fruto de una época muy diferente a la actual. En sus inicios, las universidades se convirtieron rápidamente en las instituciones que atesoraban todo el conocimiento de la sociedad. El desarrollo de las ciencias entonces posibilitaba tal situación. De igual modo, hasta la primera mitad del pasado siglo XX, era posible afirmar con bastante certeza que cuando una persona culminaba sus estudios universitarios estaba preparada para ejercer profesionalmente durante toda su vida. De esta forma no se cumplía la idea martiana expresada fundamentalmente en defensa de la educación científica y contra el escolasticismo y el dogmatismo, al afirmar..¨.Quien quiera pueblo, ha de habituar a los hombres a crear...,...Puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar… puesto que solo de esta forma se alcanza el verdadero desarrollo de la sociedad a partir del hombre como ser fundamental de la misma¨ .

En la actualidad la nueva universidad se manifiesta de un modo diferente al de hasta mediados del siglo XX. Ni los conocimientos se atesoran privilegiadamente en la sociedad, ni es posible pensar en tener desempeños exitosos profesionalmente sin una constante actualización. Universidad para todos, durante toda la vida, es el paradigma educativo que nos guía, el objetivo supremo que debe alcanzar la universidad cubana para estar a la altura de los retos planteados por el desarrollo social y económico de nuestro país, que aspira a convertirse en poco tiempo en el más culto del mundo y por ende consolidar la verdadera liberta plasmada en el apotegma martiano “Ser cultos es el único modo de ser libres ”.

Las ideas martianas generales sobre la educación se pueden analizar en tres aspectos que conducen a un resultado final que sería el hombre culto y por ende libre que planteó Martí.

1. La educación popular que debe ser caracterizada por:

• Nacionalista: afianzada a la realidad geográfica y sentir popular.

• Práctica: aprender haciendo vinculación del estudio con el trabajo.

• Transformadora: que conduce hacia la libertad.

• Moral: basada en cualidades morales y éticas.

2. El poder de cambio concebido desde dos puntos de vista:

• Individual: basado en el trabajo.

• Social: basado en la transformación de la naturaleza.

3. La forma de impartirla. Basada en la concepción de ser un acto de amor, eminentemente científica y práctica .

Del primer aspecto Martí plantea que: “El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos” y se aprecia en el carácter universalizador de la educación superior cubana que le da la posibilidad a todos los miembros de nuestra sociedad a cursar estudios superiores en nuevo modelo pedagógico donde no hay cabida al desaliento ni al fracaso, con un modelo flexible, estructurado y centrado en el estudiante, enfocando su preparación como un profesional competente y capaz de resolver los problemas existentes en su entorno laboral y social.

En cuanto a la valoración martiana de que el hombre de aprender haciendo se abordan algunas ideas fundamentales: ...El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos...,…Que el trabajo sea para ellos, no una carga, sino una naturaleza: que el día que no trabajen se sientan solos, descontentos y como culpables... Escuelas no debería decirse, sino talleres. Y la pluma debía manejarse por la tarde en las escuelas; pero por la mañana, la azada... Esta concepción tiene al trabajo como la vía para formar hombres integrales y útiles, que asuman como propios los problemas reales de la sociedad en que se desarrolla y se resume en dos ideas básicas o rectoras de carácter instructivo: aprender a trabajar durante su permanencia en la escuela y utilizar el método de la ciencia, como método fundamental de enseñanza y aprendizaje, y de trabajo. A estas dos ideas se le suma una tercera, educativa, que consiste en el hecho de que los rasgos más estables de la personalidad del educando: sentimientos, valores, entre otros, se forman, si se desarrollan adecuadamente, en el contexto del trabajo. Consideramos que el camino es el de perfeccionar un proceso didáctico que logre estas elevadas aspiraciones en el marco de las relaciones universidad - empresa, en la que estas dos ideas tienen como rectora que, en la unidad instrucción – educación, lo educativo hace más eficaz y eficiente lo instructivo, es decir, que la calidad de la instrucción se eleva mediante lo educativo, así por ejemplo, si en el contexto de la empresa en el estudiante se fomentan sus sentimientos, valores, sensibilidad, convicciones, entonces se han formado competencias . En la unidad dialéctica educación – instrucción, lo educativo cobra el papel relevante en el contexto del proceso formativo que se da en la empresa.

Otro punto importante es el basado en la transformación de la naturaleza y en el cual Martí exige la responsabilidad del hombre con la explotación racional de los recursos naturalezas y del amor del hombre hacia la naturaleza.

De esta forma se puede identificar la presencia de las ideas martianas en el papel de la universidad cubana actual a partir de la misión de la educación superior:

Preservar, desarrollar y promover toda la cultura de la humanidad, a través de sus procesos sustantivos y en estrecho vínculo con la sociedad, llegando con ella a todo nuestro pueblo y en particular a los sectores más desfavorecidos de la sociedad .

La formación de valores en la nueva universidad cubana.

Las estrategias curriculares aseguran el logro de objetivos que, por su alcance, rebasan las posibilidades de una disciplina, y por tanto deben ser asumidos por todas o por una parte de estas. Se concretan en cada uno de los años de la carrera, como parte de sus objetivos.

La universidad cubana centra su atención principal en la formación de los valores que deben caracterizar a ese profesional para que pueda servir del mejor modo posible a su país, atendiendo, desde el contenido de cada carrera, cómo se van formando esos rasgos de su personalidad. De hecho, tanto en su concepción teórica, como en su real materialización en el proceso de formación, la labor educativa y político ideológica constituye la idea rectora principal de la educación superior cubana, la estrategia maestra principal.

Los valores constituyen el fundamento del conjunto de preceptos, normas, patrones de conductas, que caracterizan la cultura organizacional y que condicionan o guían las conductas de los individuos y que son compartidos, consciente o inconscientemente por todos los miembros de la organización.

Para la declaración de los valores compartidos en nuestra carrera se tuvo en cuenta los valores inherentes a la personalidad de José Martí y que tanto abogó por que se potenciaran en el ser humano.

Valores fundamentales existentes en la estrategia maestra para la labor política e ideológica.

Patriotismo

Honestidad

Solidaridad

Responsabilidad

Humanismo

Del conjunto de problemas en relación con el cumplimiento de los objetivos educativos, de la carrera de ingeniería en Procesos Agroindustriales traducidos en valores se logró a partir de la valoración del pensamiento ético de José Martí, siendo figura cumbre de toda la concepción axiológica cubana en la proyección de todo un pensamiento no solo en lo pedagógico. Martí es lo ético en toda su dimensión, él ve en la educación un valor político: “Es a través de ella que se prepararán los pueblos latinoamericanos para ejercer un gobierno inteligente sobre sus destinos, alcanzar la prosperidad y la independencia” y habla de una educación que propicie “...la formación de un hombre nuevo (...) con cualidades morales elevadas” . Las implicaciones éticas y la visión preclara de la doctrina del maestro son apreciables en esta frase, en la que se manifiesta el hilo conductor de toda la obra martiana y su preocupación por el hombre que habría de formarse.

Valores Éticos

• Deber.

• Sinceridad.

• Espíritu critico.

Deber: Necesidad moral de cumplir las obligaciones. Se hayan determinados por el lugar del hombre en el sistema de las relaciones sociales, tienen carácter objetivo y se derivan del curso de la historia.

Tengo fe en el cariño que me impulsa, y en la tenacidad de mi carácter, -téngala usted en mi palabra ardiente, en la sinceridad que me capta amigos, en la solidez de mi conducta, en esta fuerza extraña con que suelo conmover y entusiasmar… (Carta a Francisco Zayas Bazán, 28/febrero/1877; Tomo 20, Pág.260)

No hay en la tierra más vía honrada, que la que uno se abre con sus propios brazos. (El Siglo XIX, México, 1878; Tomo 7, Pág.138)

… la indolencia en el trabajo es natural consecuencia de la indolencia en el espíritu. (Revista Universal, México, 29/julio/1875; Tomo 6, Pág. 283)

… mientras haya obra que hacer, un hombre entero no tiene derecho a reposar. (Carta a Leonor Pérez, 15/mayo/1875; Tomo 6, Pág. 283)

El trabajo nutre. La pereza encoleriza y enloquece. (La Opinión Nacional, Venezuela, 1882; Tomo 15, Pág. 307)

Sistema de Componentes éticos martianos

• Elevada conciencia del deber social.

• Ética Profesional.

• Autoconciencia por las obligaciones individuales.

• Responsabilidad.

Sinceridad: La actitud que asume el individuo en correspondencia con su concepciones del deber y la dignidad y se manifiesta a través de la verdad.

Es testimonio de una vida transparente, sin dobleces, veraz y pura. Cuando sus acciones son claras y rectas y no dejan espacio a la mentira .

Ni con la lisonja, ni con la mentira, ni con el alboroto se ayuda verdaderamente a una obra justa. (Patria, New Cork, 16/marzo/1994; Tomo 3, Pág.75)

Preferiblemente es no ser, a no ser sincero. (Apuntes personales; Tomo 21, Pág. 143)

Si se ha de deber el triunfo a ocultaciones, a compraventas de decoro, a retaceos de la justicia, a compadrazgos y comadrerías, - sienta mejor a un hombre grandioso el honor de la derrota que los regocijos del triunfo. (La Opinión Nacional, Venezuela, 7/marzo/1882; Tomo 14, Pág. 387)

… Yo quiero que le ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre. (Discurso, 26/noviembre/1891, Tampa, EE.UU.; Tomo 4, Pág. 190)

Sistema de Componentes morales

• Sujeción a la verdad.

• Desarrollo de la lealtad como virtud humana.

• Honradez.

• Honor.

• Dignidad.

Espíritu crítico: Conjunto de concepciones que tiene el hombre acerca de la realidad y que se reflejan en el modo en que se integran en la solución de tareas sociales, tomando como premisa a su ideología, a sus estatutos social y a las condiciones históricas .

Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero. Las palabras están de más, cuando no fundan, cuando no esclarecen, cuando no atraen, cuando no añaden. (Discursos, Estados Unidos; 10/octubre/1890; Tomo 4 Pág. 248)

Medida de la honra propia, en diarios y en hombres, es el respeto en que se tiene la honra ajena. El que no respeta la honra ajena, no respetará la propia. (Patria, 10/noviembre/1894; Tomo 3, Pág. 356)

Se tiene el talento para honrarse con él, no para deshonrar a los demás. (Revista Universal, México, 21/octubre/1875; Tomo 6, Pág. 350)

Sea usted bueno y todo el mundo le cae encima: aunque yo no sé que haya gusto mayor que servir de algo a los demás. (Carta a Federico Edelman, 1891; Tomo 20, Pág. 386)

Sistema de Componentes psicológicos

• Tolerancia.

• Autoestima.

• Estima Grupal.

• Nivel de participación.

• Nivel de integración.

• Sagacidad.

• Visión de sistema.

De esta forma nos percatamos que si queremos de verdad formar valores en los estudiantes de principios éticos y morales debemos como forma de motivación acercarnos a estudiar la obra de José Martí, que no por gusto es considerado el más universal de los cubanos y fue un hombre que se adelantó a su tiempo, incluso al nuestro pues cada día que avanzamos en el desarrollo social, nos damos cuenta de cuanta vigencia tiene su ideario.

CONCLUSIONES

• Las ideas de José Martí siempre han estado presentes en la concepción teórica de los modelos pedagógicos implantados y sus planes de estudio.

• Se logró la vinculación del ideario martiano con la formación de valores ya sean éticos, ideo políticos o culturales en los estudiantes en la estrategia maestra principal para la labor educativa y política ideológica de la carrera.

• Se logró realizar el 100% de las acciones de promoción sociocultural y de investigación del pensamiento martiano previstas en las Cátedras que han estudiado el tema

• Se diseñó una estrategia curricular de formación de valores a partir de los estudios arrojados por las investigaciones.

RECOMENDACIONES

• Consolidar la actividad formativa y educativa de los estudiantes a partir del ejercicio constante de los principios éticos y morales planteados en este trabajo.

• Expandir estas experiencias a los demás centros educacionales del país y contextualizarla a cada nivel de enseñanza con vista a desarrollar los valores en todos los estudiantes.

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