Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 23 (enero 2011)

EXPERIENCIAS DERIVADAS DE LA INTERACCIÓN SOCIOCULTURAL COMO ENLACE ENTRE LA MISIÓN Y LOS PROCESOS SUSTANTIVOS DE LA UNIVERSIDAD EN LA CARRERA LICENCIATURA EN ESTUDIOS SOCIOCULTURALES
 

May Yudith Serrano Mulet
Sede Universitaria de Contramaestre, Cuba
Ismael Fuentes Elías
Subdirector de Postgrado y Superación en la Sede Universitaria de Contramaestre, Cuba
amalfi@gera.uo.edu.cu
 

 

Resumen:

El presente artículo es resultado de la suma de experiencias de la praxis de la universalización desde la carrera de Estudios Socioculturales de la Sede Universitaria de Contramaestre, Santiago de Cuba, Cuba. Esta suma, elaborada desde los presupuestos de la investigación endógena , incluye la crítica de algunos procederes y las sugerencias emanadas de la práctica en este municipio, demuestra la posibilidad real de imbricar los procesos sustantivos de la universidad, la formación, la investigación y la extensión a la vez que verifica la pertinencia de la carrera en la Sede y el municipio a partir del diagnóstico de la situación de las comunidades, la investigación y el trazado de propuestas de proyectos susceptibles de ser aprovechados en función del fortalecimiento, la dinámica y la promoción de la propia cultura local (historia, arte, sociedad, economía, religión), e incluso en el propio proceso educativo de la carrera y la Sede en el municipio. El proceso formativo reclama del compromiso permanente del claustro; instruye al estudiante a la vez demanda de él determinados resultados prácticos que sólo son factibles, en última instancia, a través de la investigación y el extensionismo desarrollados en íntimo contacto e interacción sociocultural.

Palabras clave:

misión, experiencias, procesos sustantivos, Estudios socioculturales, interacción sociocultural

Introducción:

Cualesquiera que sean los propósitos particulares que desde el punto de vista formativo se plantean los profesionales que laboran en las sedes universitarias municipales cubanas, deben tener en cuenta en primer lugar dónde se encuentra el núcleo de la misión de la Universidad moderna, aquello que la mayor parte de los teóricos coinciden en ubicar en “Preservar, desarrollar y promover, todo ello a través de sus procesos sustantivos y en estrecho vínculo con la sociedad, la cultura de la humanidad.”

La misión de preservar, desarrollar y promover a través de la formación, la investigación y la extensión constituye la directiva fundamental de la universidad que ha de extenderse estratégicamente al proceso de Universalización propuesto por el sistema educacional en la Cuba de este tercer milenio.

Creadas en función del desarrollo nacional, regional y local; las sedes universitarias han verificado la necesidad de estrechar los vínculos del claustro, la matrícula y los procesos universitarios con el medio social que los circunda y con el cual interactúan constantemente.

Al fragor de las prácticas de la universalización, sus cambios contextuales y sus numerosas variedades locales, resulta sumamente difícil intentar acercamientos objetivos a los fenómenos que el proceso implica para el claustro universitario y la sociedad en general. Es por ello que preferimos utilizar (con algunas libertades) la perspectiva de la investigación endógena, vista a la manera de Martínez cuando aclara que:

“La investigación endógena (investigación generada desde adentro) es una investigación etnográfica en la que los investigadores pertenecen al grupo que se investiga. Están asistidos y asesorados, no guiados, por un experto externo al grupo, pero son ellos quienes eligen el objetivo y foco de interés, escogen los procedimientos metodológicos, diseñan la investigación y la ubican dentro de su marco de referencia.”

Tal y como explica el autor, la investigación endógena ha sido comúnmente utilizada para estudiar grupos difíciles de enfrentar en investigaciones realizadas o manejadas desde fuera. En este sentido el contexto de la universalización se presenta como un campo especialmente favorecido para la investigación desde dentro, máxime cuando los gestores y docentes no representan una mirada “ingenua” o desfavorecida, sino un observatorio capacitado tras años de sistemática cognición y metacognición de los procesos.

No obstante ser comprendidas y aceptadas extensivamente las necesidades del modelo de formación de la nueva universidad cubana (magistralmente analizadas y registradas por Pedro Horrutinier Silva). Existen, hasta el presente, algunas características parecen ser comunes a las dificultades para desempeño de no pocas de las Sedes Universitarias Municipales de Santiago de Cuba y otras áreas de Cuba. Sin pretender absolutizar, creemos necesario mencionar algunas problemáticas de las que más se destacan en el desempeño general y particular de la Sede Municipal de Contramaestre:

-El proceso formativo se realiza muchas veces a contrapelo de las cristalizadas estructuras institucionales locales, que obligan a los gestores universitarios a una amplia y variada labor de convencimiento, para la cual no siempre se encuentran preparados. El ejemplo clave puede tomarse de las formas sumamente variadas en que se asume la noción de “semipresencialidad” de acuerdo con la objetivación de la práctica docente en situaciones de muy escasa disponibilidad de locales, equipamiento, etc.; lo que no responde a la verdadera esencia del concepto de enseñanza semipresencial como necesidad didáctica y educativa de la universidad del siglo XXI. Muchos profesionales se ven precisados a laborar contra el tiempo sin ser conscientes aún de la necesidad de instruir al futuro profesional desde las invariantes de contenido de la asignatura que les corresponde.

-El proceso investigativo tiende a replicar los procesos de la sede central o universidad rectora regional, sobre todo en lo que respecta a la investigación de corte teórico y bibliográfico, olvidando en ocasiones que la investigación en la universidad debe ubicarse en una perspectiva de pertinencia local y territorial. De la misma manera los procesos de actualización en los nuevos saberes de la didáctica se sobreponen en el profesional de la SUM a su propio desempeño investigativo; la dinámica del acceso, el análisis y la crítica de la información adquiere dimensiones desproporcionadas frente a la necesidad de investigar y experimentar en y para su quehacer cotidiano.

-El proceso extensionista no recibe generalmente la atención que merece, considerándose un agregado a las funciones “primordiales” de la formación del profesional. De hecho, la asesoría de extensión (que vendría a significar trabajo metodológico de la extensión (recordemos que, “lo metodológico es inherente a todos los procesos que tienen lugar en la educación superior” ) viene a desarrollarse (al menos formalmente) desde los centros rectores regionales, y no desde la propia sede municipal, en las que muchas veces se realiza el proceso espontáneamente y con desconocimiento de los principios reguladores. La extensión universitaria es vista desde la SUM desde una perspectiva que semeja más a los modelos de universidad “iluminista” y “mecanicista” que al verdadero modelo de desarrollo integral, en el cual la extensión se construye desde una universidad “que no solamente aporta al crecimiento cultural, sino también a la transformación social y económica y con ello a su propia transformación”.

Vistas algunas especificidades que dificultan en este territorio específico los procesos para los cuales se fundaron las Sedes Universitarias Municipales, cabe apuntar algunas de las riquezas fundamentales con que se cuenta actualmente para rebasar las situaciones emergentes de la relación universidad-sociedad en nuestro contexto:

-Se cuenta con un claustro altamente capacitado en las tradiciones docentes cubanas

-Se cuenta con una matrícula que en el período que va desde 2003 hasta 2010 ha ido tamizándose a través de múltiples ejercicios académicos y de una imprescindible superación cultural individual

-La eficiencia en el desarrollo de los procesos sustantivos ha ido en aumento, y aunque no satisface los niveles a los que se aspira sí consolida una trayectoria ascendente

-Se cuenta con mayor y más estable apoyo y asesoría metodológica por parte de la Sede Central (Universidad de Oriente).

-La Maestría de Amplio acceso en Didáctica de la Educación Superior ha suplido en gran parte las necesidades de superación profesional de los docentes, proveyéndolos de un importante vehículo de actualización e impulsando a la investigación permanente.

-Se cuenta con carreras que influyen notablemente en los niveles de pertinencia de la SUM en el municipio.

Experiencias en el marco de la carrera Licenciatura en Estudios Socioculturales:

Ahora bien, una de las carreras que más se ajusta, en métodos e intereses, a una praxis guiada por la tríada “preservar, desarrollar y promover” y apoyada muy especialmente en el eslabón extensionista, es la joven carrera Licenciatura en Estudios Socioculturales, encargada de formar un profesional cuyo objeto de trabajo es “el trabajo sociocultural comunitario” y cuyo modo de actuación “es la realización de un trabajo especializado de detección, investigación e intervención sociocultural”, lo que define a su vez el objeto de la profesión como “la intervención social comunitaria que implica el trabajo con grupos étnicos, género, territorios, generaciones, lo urbano y lo rural, el turismo, etc”.

Los profesionales de los estudios socioculturales deben ser entonces “facilitadores de la afirmación y construcción de la identidad personal y social, la apreciación y creación de valores éticos y estéticos y el despliegue de la creatividad, la comunicación y la participación social, formaciones todas de amplia aplicación en el porvenir de la sociedad cubana.”

De acuerdo con los campos de acción fijados en el Plan de Estudio de la Carrera el egresado en trabajo sociocultural debe rebasar los límites del reduccionismo que ha lastrado este trabajo y asumirlo en su más amplia acepción, debe ser capaz de dar respuesta a exigencias culturales, artísticas, sociales, político ideológicas y del turismo; deben ser capaces de integrar grupos de trabajo interdisciplinarios en y de realizar diagnósticos de problemas con fines de intervención – transformación; todo esto en las esferas de actuación vinculadas a la cultura del individuo y las que demanden “un trabajo especializado de detección, investigación e intervención, tales como la sociocultural, la político ideológica, el turismo y la educación”.

La carrera Licenciatura en Estudios Socioculturales la sede central (Santiago de Cuba) no tiene referente en la enseñanza diurna. Esto implica que la estrategia de trabajo elaborada por la facultad tenga pocos años de tradición y por consiguiente, objetivos y prioridades educativas que no se desprenden de una adaptación “natural” de la carrera a condiciones municipales (como sí ocurre en el caso del resto de las carreras de la Sede Universitaria que nos ocupa).

En nuestra Sede procesos como el de la práctica laboral se han visto sumamente afectados por el hecho de que hoy por hoy el ciento por ciento de la matrícula de la carrera forma parte de algún colectivo laboral estable y estructurado durante toda la semana, lo que imposibilita concesiones en materia de horarios y tanto la actividad como la adquisición de competencias por parte del estudiante se resiente notablemente. Debe apuntarse que la posibilidad de convertir esta dificultad en una nueva cualidad utilizable en el proceso formativo y extensionista aún no ha cuajado en acto, al menos no sistemáticamente.

Si se estudia la evolución de la carrera en la SUM, los índices de ingreso y egreso, nos percatamos de que existe en el territorio un grupo de ex-estudiantes, individuos que no lograron cursar todos los años académicos y, consecuentemente, tampoco alcanzaron graduarse, sin embargo, cursaron con mayor o menor éxito asignaturas, años, etc. En este sentido resulta llamativo que aún no se haya creado el mecanismo de obtención de créditos o expedición de certificados por asignaturas o núcleos de contenido cursados. Este hecho no sólo fortalece la sensación de fracaso académico, sino que tiende a crear prejuicios en cierta parte de la sociedad contra la propia universidad (que les presenta una especie de realidad de “todo o nada” en la que los menos favorecidos por la suerte, la inteligencia o la voluntad, empeñan el tiempo sin adquirir nada a cambio). De más está señalar que se pierde una muy jugosa oportunidad de considerar estas incursiones como cursos de superación y/o extensión a grupos no profesionales de la sociedad en el territorio.

Si intentáramos describir uno de los mayores riesgos de la universalización para la carrera (al menos en la Sede que nos ocupa) señalaríamos la extrema dependencia de la tecnología en la gestión de algunos procesos. Debe considerarse que tal vez sólo un treinta por ciento de los estudiantes que la cursan tienen acceso más o menos permanente a una computadora, y tal vez sólo el cinco por ciento a Internet e Intranet fuera de los marcos de la Sede Universitaria Municipal de Contramaestre.

La escasa disponibilidad de equipos en función de estudiantes (sólo diez este curso para una matrícula total-SUM de ochocientos estudiantes), la contingencia energética por otro lado, impiden el acceso muchas veces a la bibliografía mínima, eso sin mencionar los textos de apoyo que se han ido digitalizando curso tras curso. Tampoco debe olvidarse la dolorosa pérdida de vínculos informativos y capacitadores del claustro de profesores; que se ven imposibilitados de acceder con la periodicidad requerida a la Web de la Sede Municipal o a las de las facultades; esto crea un fatal sistema de exclusas, que contribuye a una suerte de atasco en los procesos relacionados con la investigación debido a la escasa retroalimentación Sede Universitaria Municipal –Universidad de Oriente.

Solo gracias a la adopción de una perspectiva crítica de la didáctica se ha logrado desde la Sede Universitaria Municipal, suplir las carencias emanadas de la contextualización de la carrera. Recordemos que una de las definiciones de didáctica crítica explicita que “En esta no se trata de cambiar una modalidad técnica por otra, plantea analizar críticamente la práctica docente, la dinámica de la institución los roles de sus miembros y el significado ideológico que subyace en todo ello” . El ejercicio de la pedagogía desde el humanismo de corte martiano y el compromiso permanente con los fines de la educación cubana, han amparado muchas veces del descontento y la apatía; consolidando una carrera con resultados muy positivos desde su surgimiento en la Sede hasta la actualidad.

Uno de los mayores logros en la concepción de la carrera de Estudios Socioculturales (logro que por supuesto, debe seguir perfeccionándose) ha sido la inclusión de la posibilidad de realizar propuestas de proyectos como parte de su ejercicio de culminación de estudios. En tal sentido los resultados han sido muy significativos sobre todo en lo que respecta al incremento apreciable en los índices de interacción sociocultural y pertinencia de la carrera en la Sede y el territorio.

Uno de los ejemplos más recientes que puede citarse ha sido la graduación del curso 2009-2010. Para la graduación correspondiente a dicho curso, los estudiantes de la carrera Licenciatura en Estudios Socioculturales elaboraron (entre otras) siete propuestas de proyecto con los temas siguientes:

-Proyecto para la construcción de la identidad a través del teatro en la comunidad “30 de Diciembre”

-Proyecto para la promoción de la cultura rock en el municipio Contramaestre.

-Proyecto para el fomento de la agricultura familiar a través de la coturnicultura en la comunidad de Maffo.

-Proyecto para organizar y dar coherencia a las acciones de catalogación, estudio, conservación y promoción de los valores de la Arquitectura Moderna en el centro de la ciudad Contramaestre.

-Proyecto de educación medioambiental para el tratamiento de los desechos sólidos en la comunidad de “Nuevo Bijagual” de Maffo.

-Proyecto para la integración de las actividades de la Iglesia Pentecostal “Lirio de los Valles” al trabajo comunitario en la comunidad de América.

-Proyecto de promoción cultural de la conga “La Cuba” en la comunidad Patricio Lumumba de Contramaestre.

En la elaboración de dichas propuestas de proyecto, estudiantes y tutores tuvieron que sumergirse de lleno en la dinámica sociocultural de las comunidades seleccionadas, establecer una plena interacción sociocultural en aras de realizar un diagnóstico acertado que revelase las verdaderas problemáticas, así como los medios y el capital humano disponible, determinando su posible resolución a través de la ejecución de un proyecto.

Casi sin percatarse, los investigadores en ciernes se introdujeron en los ámbitos de retroalimentación de la gestión universitaria en el municipio. Predominaba la perspectiva de una universidad que funcionara como irradiadora del saber (teórico, por lo general) hacia su periferia; sólo en segundo lugar se preveía la posibilidad de que la gestión universitaria resolviese problemas prácticos -o dotara de los mecanismos necesarios para resolverlos-; y en una instancia muy relegada, la posibilidad de que la universidad solicitase ayuda de la sabiduría local, del conocimiento adquirido en la praxis cotidiana y espontánea.

De más está señalar que las propuestas de proyecto contravinieron los prejuicios de las comunidades extra e intrauniversitaria al reparar pronto, estudiantes, profesores y pobladores, de que el propio diagnóstico arrojaba potencialidades desconocidas e inexploradas tanto por los líderes formales de la comunidad como por la gestión de la universidad en los tres procesos sustantivos antes citados. El proceso formativo daba por sentada la autonomía metodológica y cognoscitiva, la investigación no había tocado zonas del desempeño sociocultural sumamente significativas, y la extensión había avanzado a pasos cortos si se medían las posibilidades y necesidades culturales de los territorios seleccionados.

A manera de ejemplo puede señalarse que cada una de las propuestas de proyecto presentadas incursionó en un área específica del municipio, contribuyendo a develar situaciones de riesgo:

-La escasa dinámica cultural de las comunidades alejadas del centro urbano y el escaso aprovechamiento comunal de grupos importantes en función de reforzar el sentido de identidad.

-Los prejuicios existentes hacia los grupos de cultivadores y aficionados del rock, pese al intenso e histórico arraigo de dicha manifestación en el municipio.

-El escaso aprovechamiento de los recursos al alcance en función de la alimentación familiar.

-La situación de olvido y deterioro de los mejores representantes de la arquitectura moderna en el municipio.

-La agresiva y creciente contaminación del agua por vertimiento de desechos sólidos en algunas áreas.

-La pobre integración de las actividades de los grupos formales e institucionalizados con grupos religiosos solidarios con el proceso revolucionario y proveedores de apoyo social a los miembros de algunas comunidades.

-La escasa promoción y reconocimiento a grupos culturales de gran importancia y arraigo como el de la Conga “La Cuba”.

Más allá de todo lo anterior debe señalarse como la zona más interesante y promisoria de las propuestas de proyecto sociocultural, el hecho de que en todos los casos se ha propuesto incorporar un mínimo de apoyo institucional y se cuenta sobre todo con la efectividad de la participación comunitaria, una vez recabada la información pertinente acerca de los líderes, actores comunitarios y otros grupos gestores. En este sentido, cada estudiante que se graduó satisfactoriamente a través del ejercicio de conformación de una propuesta de proyecto sociocultural, no sólo incorporó las habilidades y competencias obtenidas en los seis años académicos sino que construyó un instrumento de trabajo sociocultural indiscutiblemente útil para el desarrollo local, y consecuentemente, un puente de enlace entre la universidad como institución y su gestión en función de la pertinencia dentro del territorio.

De la misma manera las propuestas de proyecto y los trabajos de diploma constituyen el más cercano ejemplo de adecuación para la elaboración de nuevos ejercicios académicos; pues su análisis por parte de estudiantes de años venideros, resulta de especial importancia tanto a la cultura investigativa, a la cultura de la profesión y a la cultura general integral que pretendemos afianzar en aquellos.

Conclusiones:

De las consideraciones anteriores hemos derivado algunas conclusiones, entre las que se cuentan las siguientes:

-La práctica ha demostrado que es necesario considerar las Sedes Universitarias Municipales no como puesto de mando ramal de un organismo superior que sería la Universidad regional que la asesora metodológicamente y controla sus procesos capitales, sino más bien como instancias de nuevo tipo, Centros gestionadores de superación cultural, diferentes unos de otros en tanto los distingue el ámbito social al que están adscritos (sin que ello signifique independencia absoluta de los centros regionales, cuya asesoría siempre será fundamental). En tanto instancia nueva su propósitos formadores deberían responder -no sólo en la virtualidad de los procesos de autoevaluación institucional, cuya importancia muchas veces no trasciende a los profesores a tiempo parcial y estudiantes- más que nada a la pertinencia local.

Concibiendo pertinencia –con Horrutinier- a la manera de respuesta a “(…) las múltiples relaciones que se establecen entre la universidad y su entorno, como respuesta de aquella a las crecientes demandas sociales en relación a los resultados de sus procesos sustantivos.” y considerando además las aclaraciones de Tünnermann sobre el hecho de que el concepto de pertinencia emergente de las consultas regionales y trabajos preparatorios de la Conferencia Mundial es el de pertinencia social, dada la relación dialéctica que debe existir entre la Sociedad y la Educación Superior, cabría revisar nuevamente los incisos de la “Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción”, que resumió los siguientes aspectos:

a) “La pertinencia de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas, imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente. El objetivo es facilitar el acceso a una educación general amplia, y también a una educación especializada y para determinadas carreras, a menudo interdisciplinarias, centradas en las competencias y aptitudes, pues ambas preparan a los individuos para vivir en situaciones diversas y poder cambiar de actividad.

b) La educación superior debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad (…), principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario para analizar los problemas y las cuestiones planteados.”

-Las experiencia arrojan entre sus saldos que tampoco debiera considerarse la Universidad, al menos en la Universalización, como “ritual de paso” para aquellos a los que pretende “formar”, de forma tal que el estudiante que no logra cursar todos los años académicos no se “gradúa” de nada. En ello se crea una concepción errónea del conocimiento (o todo o nada), cuando en realidad debería considerarse de importancia formativa y social el hecho de haber cursado asignaturas y años, aún sin titularse el estudiante.

En este sentido es muy importante el aporte de quienes consolidan la enseñanza para los adultos mayores, dándole menor importancia a los currículos fijos y de acumulación de créditos que a los verdaderos “conocimientos para la vida” y al sentido real de la “educación permanente”. (Según Tünnermann Bernheim: “Ante un mundo en constante proceso de cambio, la educación permanente aparece como la respuesta pedagógica estratégica que hace de la educación asunto de toda la vida y dota a los educandos de las herramientas intelectuales que les permitirán adaptarse a las incesantes transformaciones, a los cambiantes requerimientos del mundo laboral y a la expansión y obsolescencia del conocimiento.”)

-Igualmente los gobiernos locales deben participar más activamente en el proceso de decisión sobre qué carreras se abren y cuáles no; así cómo qué ejercicio de graduación y ubicación se necesita para el futuro graduado. De la misma manera deben considerarse efectivamente los resultados de dichos ejercicios como material utilizable en función del desarrollo endógeno y una mayor y mejor gobernabilidad en nuestros municipios.

-Sin olvidar en ningún momento la imprescindible necesidad de incorporar lo tecnológico a la universalización debería optarse por consolidar estrategias alternativas que no estén subordinadas completamente a las tecnologías de comunicación y contribuyan a mantener activos los procesos universitarios aún en situaciones en que las más avanzadas estén ausentes por alguna eventualidad. Se ha comprobado que la dependencia de las tecnologías de la comunicación en ciertas circunstancias ha resultado nociva, dada la contingencia energética, los desperfectos, etc.

-Se hace necesaria la creación crear un grupo multidisciplinario en cada Sede que se encargue de recoger las experiencias inéditas develadas en la puesta en práctica de las estrategias formativas, investigativas y extensionistas como forma de conectar la teoría y las indicaciones de la Universalización con la práctica real en condiciones de interacción sociocultural en el contexto singular de cada municipio.

-Las propuestas de proyectos socioculturales y trabajos de diploma deberían integrar un catálogo investigativo que garantice el enriquecimiento constante del conocimiento autogestionado desde los municipios; así como la posible selección de las mejores proyecciones en función de aplicarlas en y para el desarrollo local, creando con ello en el estudiante y el graduado una mayor responsabilidad ante las consecuencias de su proceso formativo de pregrado.

-Las Sedes Universitarias Municipales debieran considerar como uno de los indicadores de pertinencia el examen de la aplicación de los resultados de investigaciones emanadas del proceso formativo como es el caso de los proyectos socioculturales, los planes de relaciones públicas y otros ejercicios prácticos que posean, por su esencia, importancia local, etc.

Todas las conclusiones anteriores resultan de asumir un verdadero compromiso de la universidad con su entorno más cercano, lo que implica cambiar la cultura de la institución y la forma de enfrentar sus prioridades formativas desde la interacción social (responsabilidad política, educativa y revolucionaria) y cultural (ante la ciencia, el arte y los modos de vida universales y locales).

Bibliografía:

*Martínez, M.: Comportamiento humano, P ed., Trillas, México, 1989.

*Hourrutinier Silva, Pedro. La universidad cubana: el modelo de formación. La Habana. Editorial Félix Varela.2006

“Tünnermann Bernheim, Carlos: “¿Qué tipo de universidad es pertinente para la construcción de una globalización alternativa desde América Latina?”.

*El resto de las citas corresponden a documentos en formato digital para usos docentes, metodológicos y de superación.


 

 
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