Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 23 (enero 2011)

PROPUESTA DE DIMENSIONES, SUBDIMENSIONES E INDICADORES PARA LA EVALUACIÓN DEL DESARROLLO FORMATIVO DE LOS ALUMNOS EN LA ESCUELA CUBANA ACTUAL
 

Denis Borrás Pérez (CV)
denis@ucp.sc.rimed.cu
Daniel Acosta Santana (CV)
Centro de Estudios Pedagógicos, Universidad de Ciencias Pedagógicas “Frank País García”, Cuba
dacosta@ucp.sc.rimed.cu
 

 

RESUMEN

El desarrollo de la personalidad de los alumnos es una de las variables productos declaradas en el modelo de evaluación de la calidad de la educación cubana, la que incluye, tanto los aspectos relacionados con el desempeño cognitivo como los afines con el desarrollo de los aspectos formativos de estos, que resultan rasgos particulares de la gestión educacional.

La evaluación de los principales aspectos formativos de los alumnos es, sin lugar a dudas, un reto para la escuela cubana de hoy. En este trabajo, los autores realizan un acercamiento a una definición operacional que permita su evaluación en aras de contribuir al mejoramiento del desarrollo de valores, normas, sentimientos, capacidades, habilidades, etc.

PALABRAS CLAVES: evaluación de la educación, calidad de la educación, aspectos formativos, desarrollo formativo, evaluación de aspectos formativos.

En los últimos tiempos se aprecian esfuerzos sostenidos encaminados al mejoramiento de la calidad de la educación, a partir de la determinación y evaluación de las variables de productos que inciden en el salto cualitativo que hoy ostenta la educación cubana.

Sin embargo, en la práctica pedagógica y los resultados de las investigaciones más recientes apuntan hacia la necesidad de dirigir la atención a la determinación y diseño de metodologías que permitan la evaluación, desde un enfoque holístico y dialéctico, de esas variables.

En el modelo de evaluación de la calidad de la educación cubana propuesto por el Dr. Héctor Valdés Veloz se declaran como variables de producto: la eficiencia interna de la escuela, la eficiencia externa de la escuela y el desarrollo de la personalidad de los alumnos. Dentro de esta última variable se distinguen los aspectos relacionados con el desempeño cognitivo y el desarrollo de los aspectos formativos de los alumnos como rasgos distintivos del resultado de la gestión educacional.

Asumir el desarrollo formativo del alumno como variable de producto en la evaluación de la calidad educativa tiene, en el caso que nos ocupa, como fundamento epistemológico la concepción desarrolladora de la educación planteada por la Dra. Fátima Addine y otros especialistas de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” los que declaran que:

“(…) una educación desarrolladora es la que conduce al desarrollo, va delante del mismo, guiando, orientando, estimulando. Es también aquella que tiene en cuenta el desarrollo actual para ampliar continuamente los límites de la zona de desarrollo próximo o potencial, y por lo tanto, los progresivos niveles de desarrollo del sujeto”

Lo antes expuesto significa que para evaluar el desarrollo formativo del sujeto se deben tener en cuenta su actuación conductual, los contextos en que se desenvuelve y su interacción recíproca como vía de crecimiento personal, logrando de esta manera revelar el grado de incidencia de los componentes personales y no personales del proceso educativo.

En este sentido resulta un imperativo para las ciencias pedagógicas y para el sistema educativo la evaluación del desarrollo de los aspectos formativos de los alumnos, pues la misma deviene elemento transformador y de mejoramiento humano, a la vez que permite enrumbar las estrategias educativas.

Este último planteamiento constituye una aspiración del Programa ramal # 10 del Ministerio de Educación “La evaluación de la educación” y una necesidad para el completamiento del Sistema de Evaluación de la Calidad de la Educación Cubano (SECE).

Es entonces que un grupo de investigadores asociados al proyecto educativo “Profundización en las causas de las dificultades en el aprendizaje de las asignaturas básicas en la provincia Santiago de Cuba” se propuso diseñar un sistema de dimensiones, subdimensiones e indicadores que propicien una aproximación a la evaluación del desarrollo formativo de los alumnos de la escuela cubana.

En el VIII Seminario Nacional para Educadores Cubanos, se precisó que:

“La aplicación de conceptos como moral, ética, actitudes, valores, sentimientos y otras formas de la subjetividad humana está condicionada tanto por la historia individual de cada ser humano, como por las circunstancias sociales en que se da el acto de su vida; en una dialéctica compleja, influida a su vez por el grado de responsabilidad que poseemos.

La vida regida o instituida por patrones, normas y tipologías de conductas, es necesaria en la organización social, nos dispone hacia lo que hacemos y se configura internamente en la función reguladora de la personalidad, donde valores y sentimientos ocupan un lugar esencial en la orientación social de nuestros actos.”

Como se aprecia en la cita anterior, la formación y desarrollo de los valores constituyen el núcleo fundamental del producto de la educación cubana, lo que se explicita además en el concepto de educación dado por el grupo Pedagogía de investigadores del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, citado por los doctores Héctor Valdés y Paul Torres, y en el que se expresa:

“La educación es un proceso conscientemente organizado, dirigido y sistematizado sobre la base de una concepción pedagógica determinada, que se plantea como objetivo más general la formación multilateral y armónica del educando para que se integre a la sociedad en que vive y contribuya a su desarrollo y perfeccionamiento. El núcleo esencial de esa formación ha de ser la riqueza moral”

Y que se corrobora en la sentencia de Fidel Castro Ruz al decir:

“(…) Para mí educar es sembrar valores, inculcar y desarrollar sentimientos, transformar a las criaturas que vienen al mundo con imperativos de la naturaleza, muchas veces contradictorios con las virtudes que más apreciamos, como solidaridad, desprendimiento, valentía, fraternidad y otras”.

Entonces, ¿qué son los valores y cómo se manifiestan estos?

Los estudios realizados por las doctoras Esther Báxter Pérez y Lissette Mendoza Portales aportan desde una arista axiológica el papel de los valores morales en el proceso educativo como elemento esencial del desarrollo de los aspectos formativos de la personalidad del individuo. En el curso pre – evento que impartieran en Pedagogía 2007 titulado “Educación en Valores: ¿Opción o Imperativo del Mundo de Hoy?”, estas señalaron que la educación en valores es un proceso complejo y contradictorio, forma parte de un proceso más amplio que es la formación de la personalidad, aunque a su vez la condiciona; tiene que ver con la individualidad y con la espiritualidad del ser humano y es multifactorial. Los componentes de la educación en valores son: los fundamentos ideo – culturales, la experiencia práctica, los elementos cognitivos y la esfera afectivo – emocional.

Por tanto, los valores son:

“(…) determinaciones espirituales que designan la significación positiva de las cosas, hechos, fenómenos, relaciones y sujetos, para un individuo, un grupo o clase social o la sociedad en su conjunto.

Están condicionados por las relaciones sociales predominantes, constituyen componentes esenciales de la ideología, expresión de la cultura y la historia de una sociedad en una época determinada, y de los intereses, puntos de vista, necesidades y contradicciones de los diferentes sujetos.”

Los valores morales constituyen un sistema, pues se relacionan unos con otros y guardan una jerarquía entre ellos, orientando y regulando la conducta del individuo.

La conducta también se ve influenciada por otros aspectos de la subjetividad y la individualidad de la personalidad como las habilidades, las capacidades, los sentimientos, las actitudes, el temperamento, etc. que conjuntamente con los valores se manifiestan en la actividad y en las relaciones, a través de los modos y las formas de actuación y donde se reflejan las asunciones que hace el individuo de lo que aprende o conoce modificando lo que siente y aspira.

Las manifestaciones estables, armónicas que en correspondencia con las exigencias del modelo educativo existente que se manifiestan en la conducta de los sujetos en condiciones de escolarización institucionalizada es a lo que llamamos aspectos formativos de la personalidad del individuo.

En otras palabras, los aspectos formativos se manifiestan en el “saber hacer” y en el “saber ser”, lo que implica para el individuo el desarrollo “(…) de las herramientas necesarias para poder interactuar con el momento histórico en el que le toca vivir y sentir satisfacción como individualidad, como sujeto protagónico y transformador del escenario histórico en que desarrolla su vida”.

Los aspectos formativos del individuo se hacen observables en la conducta mediante la implicación personal en la actividad, la asunción de posiciones en las relaciones sociales, la competencia comunicativa y en la aplicación de sus elementos cognitivos en la práctica.

Estos elementos enunciados, en nuestra opinión, constituyen las dimensiones que permitirían evaluar la calidad del desarrollo de dichos aspectos formativos de la personalidad del individuo, en particular, del alumno en los ámbitos educativos.

Al referirnos a la evaluación de la calidad del desarrollo de los aspectos formativos del alumno, o más simplemente desarrollo formativo del alumno, consideramos conveniente tomar como referentes teóricos los conceptos asumidos por el SECE sobre “Calidad de la Educación” y “Evaluación de la Calidad de la Educación” para aproximarnos a una definición formal de lo que entendemos por “calidad del desarrollo formativo del alumno” y “evaluación de la calidad del desarrollo formativo del alumno”. Veamos:

“Calidad de la Educación se refiere a las características del proceso y a los resultados de la formación del hombre, condicionados histórica y socialmente, y que toman una expresión concreta a partir de los paradigmas filosóficos, pedagógicos, psicológicos y sociológicos imperantes en la sociedad de que se trate y que se mide por la distancia existente entre la norma (los paradigmas) y el dato (lo que ocurre realmente en la práctica educativa)”.

“(…) Evaluación de la Calidad de la Educación (es) el proceso sistemático de recogida de datos, incorporados al sistema general de actuación educativa, que permite obtener información válida y fiable (...) La información así obtenida se utiliza para emitir juicios de valor acerca del estado de la calidad educativa, los que constituyen punto de partida para la toma de decisiones para mejorar la actividad educativa valorada”.

En consecuencia se definen:

Calidad del desarrollo de los aspectos formativos del alumno

La calidad del desarrollo de los aspectos formativos del alumno, es la caracterización socio cultural del resultado educativo de la conformación de los valores, sentimientos, actitudes, capacidades, habilidades que de manera constante tipifican los modos de actuación de los alumnos teniendo en cuenta la situación histórico – social concreta.

Evaluación del desarrollo formativo del alumno.

La evaluación del desarrollo formativo del alumno es el proceso sistemático de recogida de datos válidos y fiables acerca de la implicación personal, la asunción de posiciones en las relaciones sociales, la competencia comunicativa y la aplicación en la práctica de los elementos cognitivos que este alcanza en el proceso de su formación en los contextos educativos, con el objetivo de valorar su estado que constituye punto de partida en la toma de decisiones para su mejora.

Una definición operacional del concepto pone en manos de los maestros y directivos una herramienta que les posibilita acercarse a los niveles de logros e insuficiencias alcanzados en el desarrollo de los aspectos formativos como resultado del proceso pedagógico y de todo el sistema de influencias educativas que reciben los educandos. Por tanto, a continuación se ofrece un acercamiento a dicha operacionalización.

Propuesta de sistema de indicadores para la evaluación del desarrollo formativo del alumno.

1.- La implicación personal incluye su participación en las actividades:

- ideológicas,

- deportivas,

- culturales,

- recreativas,

- de ejecución de tareas docentes y extra – docentes.

- laborales, y la

- capacidad para la toma de decisiones en sus contextos de actuación ante los problemas que se le plantean en la cotidianidad.

2.- La asunción de posiciones en las relaciones sociales se refiere a la:

- adaptabilidad al medio social: (cumplimiento de sus deberes escolares, relaciones interpersonales que establece),

- influencia que ejerce dentro del colectivo escolar,

- expectativa social dentro del contexto escolar (continuidad de estudio, orientación vocacional y educativa).

3.- La competencia comunicativa abarca:

- dominio del vocabulario acorde al grado,

- desarrollo de estrategias comunicativas con enfoque creativo,

- creatividad con que interactúa en el contexto escolar,

- uso del tono y volumen de la voz,

- calidad de su expresión oral y escrita.

4.- La aplicación de los elementos cognitivos en la práctica se refiere a la:

- calidad de la toma de decisiones ante situaciones de carácter moral y/o sentimental,

- calidad del desempeño cognitivo alcanzado en las evaluaciones del aprendizaje curricular.

Sistema de dimensiones, subdimensiones e indicadores que se proponen:

Dimensión Subdimensiones Indicador

1. Implicación personal. 1.1. Participación en las actividades ideológicas. 1.1.1. Nivel de protagonismo en las actividades ideológicas.

1.1.2. Nivel de presencia activa en las actividades ideológicas.

1.2. Participación en las actividades deportivas. 1.2.1. Nivel de protagonismo como practicante de un deporte.

1.2.2. Grado de su asistencia a eventos, competencias, etc.

1.3. Participación en las actividades recreativas. 1.3.1. Grado de su protagonismo en la preparación y ejecución de actividades recreativas.

1.3.2. Grado de su asistencia a las actividades recreativas.

1.4. Participación en las actividades culturales. 1.4.1. Grado de su protagonismo como practicante de una manifestación artística.

1.4.2. Grado de su asistencia a las actividades culturales.

1.5. Participación en las actividades de ejecución de tareas docentes y extra – docentes. 1.5.1. Grado de responsabilidad que manifiesta en la ejecución de las tareas que les corresponden.

1.5.2. Grado de sistematicidad en las tareas que realiza.

1.5.3. Grado de cooperación en el trabajo en equipo.

1.6. Participación en las actividades laborales. 1.6.1. Grado de responsabilidad que manifiesta en la ejecución de las tareas laborales que le corresponden.

1.6.2. Grado de sistematicidad en las tareas laborales que realiza.

1.6.3. Grado de cooperación en el trabajo en equipo cuando desarrolla tareas laborales.

1.7. Capacidad para la toma de decisiones en sus contextos de actuación ante los problemas que se le plantean. 1.7.1. Grado de decisión para enfrentar los problemas.

1.7.2. Grado de asignación de prioridad a los problemas para su enfrentamiento.

1.7.3. Grado de solubilidad que alcanza en el enfrentamiento a los problemas.

2. La asunción de posiciones en las relaciones sociales 2.1. Adaptabilidad al medio social. 2.1.1. Grado en que se manifiesta afable con sus compañeros.

2.1.2. Grado en que recepciona los criterios y juicios de los demás.

2.1.3. Grado en que se manifiesta solidario, colectivista con los otros.

2.2. Influencia que ejerce dentro del colectivo escolar. 2.2.1. Grado en que sus maestros atienden sus criterios y propuestas.

2.2.2. Grado en el que sus proposiciones son tomadas en cuenta por sus compañeros.

2.3. Expectativas sociales que posee dentro del contexto escolar. 2.3.1. Grado en que aspira la continuidad de estudios a niveles superiores.

2.3.2. Grado en que manifiesta una orientación vocacional definida.

2.3.3. Grado en que manifiesta una adecuada orientación educativa de su conducta.

3. La competencia comunicativa 3.1. Dominio del vocabulario acorde al grado. 3.1.1. Grado en que utiliza adecuadamente el vocabulario acorde al grado.

3.2. Desarrollo de estrategias comunicativas con enfoque creativo. 3.2.1. Grado en que expresa dominio de las habilidades comunicativas básicas

3.2.2. Grado en que emplea estrategias, alternativas, recursos de manera creativa ante situaciones comunicativas.

3.3. Creatividad con que interactúa en el contexto escolar. 3.3.1. Grado de creatividad con que interactúa con los demás en el contexto escolar.

3.4. Uso del tono y volumen de la voz. 3.4.1. Grado con que usa el tono y el volumen de la voz adecuadamente para comunicarse con los demás.

3.5. Calidad de su expresión oral y escrita. 3.5.1. Grado de la calidad con que expresa sus ideas oralmente y por escrito.

4. Aplicación de los elementos cognitivos en la práctica 4.1. Calidad de la toma de decisiones ante situaciones de carácter moral y/o sentimental. 4.1.1. Grado de aciertos que posee en la toma de decisión al solucionar situaciones de carácter moral y/o sentimental.

4.1.2. Grado de profundidad con que logra fundamentar sus decisiones.

4.2. Calidad del desempeño cognitivo alcanzado en las evaluaciones del aprendizaje curricular.

4.2.1. Grado del comportamiento sistemático en el logro de niveles máximos de desempeño cognitivo en las evaluaciones de su aprendizaje curricular.

Descripción de los métodos propuestos.

Por la naturaleza del estudio que se propone realizar, es aconsejable precisar que deben ser evaluados todos y cada uno de los indicadores y en la medida de las posibilidades (atendiendo al carácter subjetivo de la recogida de datos) por más de un método aplicado, lo que permitiría disminuir el grado de subjetividad y aumentar la objetividad de los datos que se obtienen. Con ese mismo objetivo aconsejamos para las observaciones y, en lo posible, para las entrevistas realizar registros individuales por más de un evaluador que luego se puedan conciliar a través de una escala cuantitativa – cualitativa.

Asimismo consideramos que por el enfoque holístico – dialéctico del estudio que se realiza, el equipo de evaluadores debe analizar el modelo relacional de los indicadores y los métodos, o sea, deben determinar a través de qué métodos evaluarán cada indicador, cuidando cumplir con lo planteado en el párrafo anterior (VER EJEMPLO).

Se sugiere la utilización de los siguientes métodos:

 Observación de los modos de actuación del alumno

Objetivo: Constatar el desarrollo formativo en los diferentes contextos de actuación del alumno.

En esta propuesta se selecciona como variante de observación científica la que atiende a los medios utilizados, donde se incluyen las llamadas observaciones estructuradas y sistemáticas, en estrecho vínculo con la entrevista y la encuesta al alumno.

 La autoevaluación.

Objetivo: Determinar la capacidad de autoanálisis y autocrítica que manifiesta el alumno.

Es el método mediante el cual, el propio alumno hace un sincero análisis de sus propias características formativas de su modo de actuación, situándolo como el principal protagonista de la tarea evaluadora.

 La entrevista individual y grupal.

Objetivo: Conocer los criterios que poseen la familia, los docentes, el colectivo estudiantil y el propio alumno sobre el resultado formativo que se evidencia en los estudiantes.

- La entrevista a la familia (individual o grupal): es el método mediante el cual, la familia hace un sincero análisis de las características formativas del modo de actuación del alumno emitiendo los criterios que lo fundamenten.

- La entrevista a los docentes (individual o grupal): es el método para recoger las opiniones de la evolución que han tenido los aspectos formativos del alumno evaluado y que permita contrastarlo con los resultados de las encuestas a los docentes.

- La entrevista al colectivo estudiantil (grupal): es el método que ofrece recoger información acerca de la visión del resto de los condiscípulos del alumno evaluado, en la que pueda precisarse el lugar que ocupa este dentro del grupo.

- La entrevista al alumno evaluado: con su realización se corroboran o niegan los criterios u opiniones que este plasmara en su autoevaluación.

 Encuesta al alumno.

Objetivo: Establecer inferencias a partir de los criterios, juicios y posiciones que asume ante determinadas interrogantes y en las que se incluyen situaciones de la realidad (dilemas morales).

La encuesta se constituye en un método importante para recoger sintéticamente datos acerca del estado del desarrollo de los aspectos formativos, fundamentalmente los valores, sentimientos y actitudes al incorporarse dentro de esta situaciones de la vida práctica que, a partir de la escala de valores morales tipifican la conducta de los sujetos en la toma de posiciones (dilemas morales).

 La triangulación metodológica.

Objetivo: Tabular los resultados para obtener una visión global del desarrollo formativo del alumno contrastando los resultados de los métodos y técnicas aplicados.

Este método permite establecer la correlación que aportan los otros métodos, técnicas e instrumentos aplicados.

A manera de conclusión, se puede aseverar que con este trabajo se ha dado un paso adelante en la búsqueda de una metodología que permita la evaluación de los aspectos formativos de la personalidad de los alumnos, en los que aparecen implícitamente los valores morales, las habilidades, las capacidades, los sentimientos, las actitudes, el temperamento, etc.

En el proceso educativo, el sistema propuesto contribuye a direccionar la labor pedagógica de los maestros y directivos en función de brindar especial atención a la formación integral del escolar, a partir de su caracterización a través de los aspectos que la evidencian.

EJEMPLO

Modelo relacional entre los métodos propuestos y los indicadores a evaluar:

Dimensión Subdimensión Indicador Observación Autoevaluación Entrevista a la familia Entrevista a los docentes Entrevista al colectivo estudiantil Entrevista con el alumno Encuesta al alumno

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