Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 2, Nº 14 (abril 2010)

UNA AYUDA PEDAGÓGICA VIABLE PARA EL APRENDIZAJE FORMATIVO


 

Pedro Jorge Mollinedo Nodarse (CV)
Universidad Central ¨Marta Abreu¨ de Las Villas, Cuba
pedromn@uclv.edu.cu

 

La evaluación una ayuda pedagógica viable para el aprendizaje formativo.

El aprendizaje formativo que aspiramos es el que se alcanza por los estudiantes con la posibilidad de una ayuda pedagógica efectiva la cual transcienda la zona de desarrollo próximo y convierta el conocimiento a aprendizaje permanente; en este trabajo el autor pretende presentar a la evaluación desde la óptica de lo antes expuesto.

La evaluación y sus funciones, son componentes esenciales que norman la correcta adquisición del conocimiento; quien no se evalúa, desconoce el nivel alcanzado en el estudio de los contenidos, los resultados de los métodos de aprendizaje utilizados, ya sea una evaluación que mida acciones prácticas o un nivel de abstracción teórica, a eso hay que agregarle ,si realmente usted y los destinatarios sociales, para la cual va a servir, están seguros de su capacidad , destreza y visión de futuro.

Nosotros, educadores de estos tiempos enfrentamos con conocimiento de causa los retos de la evaluación y nos proyectamos no solo por medir conocimientos de los temas recibidos, rapidez de respuesta sino también los métodos ante las exigencias del programa , el grado de organización, y la coherencia del sujeto con el medio, su equilibrio emocional y hasta grado de socialización.

El resultado de este paso depende de la importante relación Profesor – Alumno, relación que se vera fortalecida por una sucesión acciones que el primero pueda inculcar al segundo, como son: motivación, estrategia de aprendizaje o la seguridad en si mismo.

Evaluación, es el clásico tema del final del estudio, hay consideraciones sobre como evaluar y por que o para que, al educador le corresponde dar respuesta a una parte esencial de estas interrogantes, ahora como o por donde empezar a buscar, pensamos que existen dos caminos; uno las experiencias propias y segundo tomarlas de otros pioneros del tema. En relación al camino a tomar no es argumento de este trabajo y pensamos que tal decisión corresponde a cada formador. La proposición nuestra encara la problemática de la aplicación de la evaluación dentro del currículo flexible, buscamos un acercamiento de ella para la mejora desde el punto de vista de un profesor que vierte sobre este trabajo sus experiencias y problemáticas surgidas en la impartición en la universalización, donde se aplica el currículo flexible en la enseñanza, y llamar a la reflexión sobre este parámetro que no podemos obviar en nuestra labor formativa, con el propósito de promover intercambio y el debate colectivo.

Es obvio que lo nuevo tiende a tener dificultades, entre ellas la resistencia al cambio y la existencia de dos partidos, los detractores y los defensores, pero creemos que este tipo de curso, es la solución, mueve a una dialéctica que nos lleva a un camino correcto, para la elevación y rescate del nivel profesional de una sociedad, que tanto hace por la formación integral del hombre ,con altos valores éticos, al que tenemos que verlos como algo muy querido y que lo potenciamos con amor, que nazca con la seguridad de un futuro mejor, esforzarnos por alcanzar la madurez esperada; de ahí que los indicadores que caractericen la evaluación sean objetivos ,se tengan en cuanta los factores ambientales, reciban el máximo de atención y cuidado los recursos humanos con los que contamos para cada etapa.

En la actualidad se ha repetido mucho el termino “Currículo flexible”, pero la mayoría del que lo escuche, no sabe la diferencia de este y el tradicional extendido en nuestro país (currículo rígido) u otros, aunque este artículo no tiene la intención de realizar un exhaustivo análisis sobre el modelo educativo, creemos que es de gran ayuda mencionar algunos aspectos del mismo, lo cual nos permite a la vez adentrarnos en un capítulo dentro de este modelo, que es el de la evaluación.

El Modelo rígido tiene como meta forjar el carácter del individuo tomando como base la disciplina, ante el estudio, ante la vida; forjar su espíritu organizativo desde el punto de vista, que no tiene en cuenta las diferencias entre los estudiantes. En este modelo el alumno se desarrolla según sus facultades, que le acompañan y factores psicosociales. Las primeras pueden ser la memoria, y la concentración y de las segundas su estado mental y social adecuado. También podemos decir que este modelo la relación profesor – alumno es una relación trasmisor – receptor, donde el segundo solo interviene como oyente pasivo y su actividad se limita a responder, por lo que se cercena su actividad creadora. En este modelo la evaluación se concibe como una evaluación sumativa que permite constatar resultados preferentemente finales.

El modelo viejo, el cual no puede ser aceptado en nuestro proceso de Universalización, el número de horas - profesor es reducido al máximo posible, por lo que el ente aprendiz debe prácticamente valerse por si solo, y como hacemos esto, solo con un modelo donde el profesor no sea el protagonista sino el que va a propiciar la adopción de un método de estudio a este estudiante. Nosotros debemos y tenemos la obligación no solo de enseñar o trasmitir conceptos, formulas, teoremas, demostraciones, o sea solo contenidos, sino que enseñaremos un aspecto mas importante, que es la forma de adquirir un método de estudio, una posición firme donde apoyarse y resolver por si mismo todos los problemas surgidos, y como combatirlos. Ahora muchos se preguntaran como lograremos esto, con el currículo flexible les responderemos.

Este nuevo modelo es para el nuevo contexto que nos rodea en el proceso de Universalización de la enseñanza que está dado por una revolución del Conocimiento donde la velocidad de los descubrimientos, métodos y tecnologías superan al tiempo de impartición del aprendizaje. En nuestra ayuda vienen las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones que en correspondencia con el objetivo que queremos lograr y apoyándonos en una evaluación formativa, en una evaluación para la mejora estaremos aportando una nueva pagina en la adquisición del conocimiento requerido a la altura de nuestros tiempos.

Este tipo de evaluación el colectivo de dirección y los demás factores, deben tener en cuenta, para la mejora, los nuevos cambios en las aulas, en cuanto a diversidad de alumnos, intereses y materiales existentes. La evaluación del aprendizaje considera importante las condiciones siguientes: los tipos de aprendizaje, los cuales son diferentes y por tanto tienen que ser diferentes las formas de evaluarlos de acuerdo a las características de los mismos y que el objetivo principal de la evaluación es mejorar la calidad del aprendizaje, la formación en su sentido amplio, lo que se logra cuando se registran los avances de cada alumno respecto de sí mismo de manera tal que él pueda tomar medidas y decidir pertinentemente para mejorar su desempeño.

Lo maravilloso de este programa está en la propia diversidad, representada por el colectivo de estudiantes, el secreto está en tocar las puertas de la enseñanza, sin distinción de sexo, raza, credo, posición social o prejuicios sociales para lo cual deberá dejar bien claro que nuestra misión no es de fiscalizar o llegar al extremo de ser paternalistas, sino lograr convertirnos en mentores, guías y comunicadores pedagógicos que conduzcan y facilitan la comprensión de temas no solo de la asignatura, sino en el orden de la historia y la cultura. Conocer las características de la personalidad de cada estudiante matriculado, cuál pertenece a “Continuidad de Estudios”, o otros modalidades, estos pueden ir desde muchachos adolescentes, que estuvieron desvinculados de estudios y desocupados, en los duros tiempos del período especial y que los “Programas de Batalla de Ideas” los ha devuelto a las aulas, una realidad sin precedentes en la historia de la enseñanza cubana, para que se formen y sean ciudadanos útiles a una sociedad donde el hombre, es el principal recurso humano.

Lamentablemente no todos avanzan por igual, muchos carecen de la preparación adecuada, de motivaciones personales y de hábitos que modelen conductas acordes con el programa de estudio, esto pone a prueba la capacidad, la voluntad, así como la persistencia del educador. Otro tipo de estudiantes son los cuadros dirigentes que por su madurez vienen con su objetivo bien definido, no así su preparación, varios años fuera de las aulas y encuentran un alto rigor en los actuales estudios lo cual requiere de un esfuerzo especial, de nuevos métodos y la adquisición de hábitos de estudio, en correspondencia con la nueva realidad. También están los que provienen de la Tarea “Álvaro Reinoso”, por citar tres fuentes, de las que se nutre nuestras sedes, un programa que cuenta con un apoyo educacional específico de la Universidad, que incluye un curso de nivelación que los pone en un nivel ventajoso para su introducción al medio que este se insertará.

Son válidas las valoraciones que hacemos acerca del currículum flexible, tiene la ventaja de estar centrado en el estudiante y por tanto ajustarse a sus necesidades, intereses y ritmos de aprendizaje, comprende las fuentes de conocimiento, aunque con una visión más interpretativa, no objetivista, como en un currículum rígido. Se observan algunas limitaciones que se presentan en el control, dado el carácter subjetivo de las interpretaciones que promueve; y las dificultades que pueden darse cuando este incluye una optatividad, con libertades de elección que muchas veces se convierten en encrucijadas para los sujetos; estas desventajas pueden ser contrarrestadas por varias vías y la fundamental está dada en la acción tutorial.

El currículum flexible es un instrumento orientativo para configurar la práctica educativa a partir de interrelacionar fundamentalmente el subsistema político administrativo, con óptica de alternativas posibles; el subsistema de producción de medios y creación científico cultural, con disposición de apertura y el subsistema práctico-pedagógico con previsión de posibles cambios en la situación instructivo-educativa real y que cuente además, con procedimientos evaluativos en función de la mejora continua.

Es por ello que llamamos la atención al análisis de los tipos de evaluación según la orientación pedagógica de la universalización, en este caso a la evaluación diaria o por llamarla de una forma la evaluación del estudio independiente del Encuentro Presencial anterior; lo cual es parte del formato de la estructura del Encuentro Presencial en las Funciones didácticas como desarrollo de Comprobación y Control. Y otros como la realización de exámenes parciales y finales, o la orientación de trabajos extractases para discusión o no.

Es difícil para los profesionales que tienen una adecuada formación pedagógica, el camino de la verdad sobre la evaluación, sus funciones y su correcta utilización. Esa práctica es compleja y nos puede llevar a cometer errores, que en un momento dado ponen en peligro todo un trabajo realizado antes y después de la evaluación sistemática y al final de la etapa, prevenir todo lo que conduzca a la inducción de falsas conjeturas de apreciación, sobre la situación tanto en el educador como en el educado, constituye un deber insoslayable.

Puede darse el caso que con un resultado de una evaluación un trasmisor se pregunte o exclame las ideas siguientes:

¿Me entienden los alumnos?

¿Estaré a la altura de la asignatura que imparto?

¿Habré preparado bien a los alumnos?

¡La realicé con un rigor demasiado alto!

¿Me puedo sentir confiado de los resultados?

¡La realice muy fácil!

¡He realizado un buen trabajo!

Dado en primer caso de que un gran por ciento o todos hayan reprobado o un segundo caso que un gran por ciento o todos los alumnos aprueben; formándose un falso argumento.

En vez de preguntarse lo siguiente:

¿He preguntado correctamente?

¿Se habrá entendido la pregunta?

¿He hecho un correcto estudio sobre la planificación de esta?

¿Los objetivos están bien definidos?

De lo anterior podemos reconocer una serie de aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de conformar una evaluación.

1. El enfoque de la pregunta. Cómo evaluar

2. La planificación. Qué, quienes y cuándo evaluar.

3. Los objetivos. Para qué evaluar

En este breve artículo, intentamos abordar una serie de interrogantes esenciales, siempre teniendo en cuenta el sistema categorial estudiado y abordando aquellas aristas que constituyen problemáticas e interrogantes esenciales del trabajo con los programas docentes de la educación superior.

Por ejemplo….. Para qué evaluar.

La respuesta debe expresar en síntesis que lo hacemos para obtener determinado tipo de información ya sea sobre los avances de los alumnos de manera individual, la posición que ocupa, en relación con la media del grupo o el comportamiento que tienen los aprendizajes con respecto a los criterios prefijados en la concepción educativa de universalización de la Educación Superior.

El nuevo concepto tiene un carácter multilateral, pues para evaluar debemos cumplir una serie de aspectos a partir del control, el diagnóstico certero, el carácter desarrollador y educativo entre ellos, para concretar una mayor fluidez del proceso y con ello ayudar más al alumno A continuación relacionamos algunos aspectos cuya observación pedagógica es vital para alcanzar resultados cualitativamente superiores.

Que la evaluación esta dirigida a…….

• Mejorar los resultados. En ningún caso es para clasificar, enmarcar o controlar a los alumnos según sus conocimientos.

• Implica llevar a la discusión de la materia evaluada. Con esto se busca la participación de la totalidad del grupo.

• Evitar los esquemas, la obligación. No debe quedar como una de las partes de una clase sino como una necesidad del profesor para enseñar.

• Favorecer el estado de ánimo e induzca al estudio. Para con ello contribuir a una mejor comprensión del contenido impartido.

• Para que el acto de evaluar, sirva de guía para los estudiantes en la reafirmación de la impartición del encuentro presencial.

• Que el estudiante enfrenta la evaluación con una carga emotiva positiva, que se extienda a la preparación exigida para el próximo encuentro. Que se convierta en una espera productiva, concientes de la necesidad de realizar creativamente los trabajos independientes orientados por el profesor.

• La evaluación sirva para diagnóstico certero de la realidad, el docente se oriente y pueda realizar un mejor diseño metodológico de los contenidos y métodos de enseñanza.

En uno de los últimos encuentros de la asignatura que impartimos, en el P-1 estaba programado una Prueba Parcial, los alumnos nos preguntaban, para qué evaluar, si ya solo faltaban dos encuentros para el examen final. Ante esta situación el profesor debe expresar el carácter sistemático que tiene la evaluación, la importancia del criterio pedagógico, que se basa en la continuidad que da el control en todos los encuentros de la etapa. Sería un error pasar por alto estas cuestiones las cuales desvirtúan la preparación integral, destacando que a la larga preparamos a un profesional, que en la culminación de estudios deberá realizar una tesis o un examen estatal de mucho rigor, para lo cual deben tener un arsenal teórico y las habilidades suficientes que le permitan vencer este reto en condiciones favorables.

Son múltiples las experiencias aportadas por nuestros docentes dirigidas a lograr motivación a la hora de controlar los resultados, ellas se expresan en las diferentes formas, de concebir las actividades que son controladas, exigir valoraciones críticas de los núcleos duros de cada tema, de manera que el alumno sea capaz de pensar por sí mismo y muestre un elevado espíritu analítico y crítico de la realidad abordada, por ejemplo: a la asistencia a una consulta donde no medien la formalidad, que sirva para aclarar dudas , profundizar en el contenido y adquirir informaciones precisas para el manejo de la bibliografía orientada .

Otro ejemplo lo pudimos constatar en el primer año de ingeniería industrial, primer semestre Matemática Básica, los alumnos no asistían a consultas de la asignatura, a pesar de tener problemas en la asimilación del contenido, sumando a la falta de una adecuada base académica, cuyas deudas pesan necesariamente en la exigencias de este nivel, a ello se agrega la pobre motivación, el hecho de haber estado largo tiempo alejado de los estudios, se les orientó cómo aprovechar los espacios creados por la sede universitaria para la atención a los estudiantes de cada carrera, cómo evacuar las dudas.

Un estudio realizado por el profesor a cada estudiante implicado, arrojó un alto grado desmotivación en la asignatura, entra las causas se mencionó la alta concentración de materia que se imparte en el encuentro presencial, esto los presionaban y lesionaban su autoestima a la hora de asistir y cumplir con las tareas docentes asignadas.

La dirección de la carrera y los profesores de la asignatura asumieron los retos y se pronunciaron no atacarlos ni aturdirlos con otras actividades, reorientar la actividad independiente y reforzar la atención individualizada incluyendo la labor tutorial, así como la asistencia a las consultas. Fue incluido un ejercicio evaluativo por discusión individual en la consulta y la convalidación, trabajo de control, que tocaba en el encuentro siguiente. Hubo un cambio, expresado en una mayor asistencia en el horario establecido, a las consultas y se elevó la participación en el encuentro.

Volvimos sobre el tema con la pregunta, qué evaluar; ¿es necesario rebuscar un ejercicio que sea extremadamente difícil, complicado y largo? Somos del criterio que la evaluación debe sentarse sobre el objetivo y realizarla de forma sencilla y que mida los contenidos esenciales impartidos.

Manejamos otros ejemplos entre ellos el que se refiere al encuentro presencial de Aplicaciones de las integrales definidas, nos proyectamos por realizar una pregunta escrita para la próxima actividad, se escoge una figura geométrica definida conocida para los alumnos y cuya área sepan calcular por geometría analítica de 12 grado, un rectángulo, saliendo de la combinación de tres rectas en un plano; usted dirá que es muy sencilla, la respondería sin tener que emplear las aplicaciones del contenido impartido recientemente, pero no pensaría usted que es un paso de avance que por su sencillez si este llega a plantear la integral y da un resultado. Por lo que podemos ver que sin exponernos a realizar preguntas difíciles, complejas llegaremos al mismo objetivo y un poco más.

Cómo y Cuándo evaluar. La respuesta a estas preguntas viene condicionada por el periodo y el tiempo y por sobre todo, por un análisis de la relación entre finalidad y objeto de la asignatura así como del análisis de estrategias, técnicas e instrumentos de evaluación, así como agentes participantes en la misma y determinación del tiempo de la evaluación.

La orientación del estudio independiente es la fuente principal de evaluación en el currículo flexible, por lo que recomendamos que las preguntas que deben dejarse de una clase para otra deberán estar en el libro de texto para que el estudiante se familiarice primero antes que todo con su libro de texto y aprenda a trabajar con el. También se pueden usar ejercicios de la literatura complementaria o realizada por uno mismo pero solo como forma de complemento o en el caso que no existan ejercicios propuestos adecuados para el objetivo que usted se propone o planifica.

En la forma de impartir la asignatura aplicamos el nuevo modelo con una evaluación para la mejora, evitando que los estudiantes no estén presionados a la hora de contestar o resolver los ejercicios delante de todos, no señalando los errores para una burla colectiva sino de forma que entre todos descubriríamos los errores, hacer pensar a todo el colectivo, sacar conclusiones de los errores y de los aciertos pues no solo se debe señalar con mucho énfasis, los primeros para no atormentar al evaluado y sembrar en los demás la chispa de participación.

Por lo que podemos señalar como dos partes la contesta a la evaluación como forma educativa.

1. Utilización de los errores como forma educativa para la corrección de la materia impartida.

2. El acierto como modo de impulsar la aceptación del conocimiento recibido.

Este es el concepto de Enseñar Evaluando.

Es importante tener en cuenta el tiempo mediante entre la evaluación y la discusión de está pues una prolongación, distorsionaría el objetivo.

Solo nos queda que y quienes evaluar. Las respuestas a estas preguntas requiere de un análisis triádico entre propósito, finalidad y objeto de evaluación, siempre atendiendo a la relevancia y pertinencia de los contenidos y en el caso de la segunda exige tener en cuenta el tipo de información que se requiere, según sea realizada por agentes externos o internos.

Al exponer de este modo el análisis de la parte esencial que reprenda la evaluación podemos dejar abierto el tema, conocemos de su amplitud y aportes que se pueden dar siempre en la sdireccione estratégicas abordadas, pues sabemos que sería interminable hablar sobre este. Pero si queremos expresar como idea que la evaluación en el currículo flexible es para la mejora, es una evaluación formativa y nunca sumativa, que se debe promover para la participación del colectivo, su fortalecimiento e incentivo; la contesta a la evaluación se debe tomar como forma educativa tanto la correcta como la contraria, la evaluación debe ser un elemento motivacional para la próxima clase, la evaluación debe consolidar, guiar y conllevar a la discusión sobre los contenidos impartidos. También puntualizar que la evaluación debe estar debidamente justificada, en tiempo y con la complejidad requerida para el momento, debe ser un diagnóstico del estado de los estudiantes de los contenidos impartidos, el profesor debe responderse las series de preguntas o terminologías esenciales antes de realizar la evaluación.

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