Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 2, Nº 14 (abril 2010)

ESTILO DE ENSEÑANZA Y ESTILO DE VIDA


 

Mercedes Soledad Guerrero Carrasco (CV)
Universidad Nacional de Piura – Perú
Universidad César Vallejo – Piura – Perú
soleminerva@hotmail.com

 

 

Resumen

Este artículo busca respaldar la correlación que existiría en el estilo de enseñanza y estilo de vida de los docentes universitarios, empezando por una revisión bibliográfica de conceptualización y definiciones para conocer cuáles son las formas típicas de enseñanza de los profesores universitarios prestando especial atención a la correlación que existe con los estilo de vida de los mismos. Si bien la pregunta ¿cómo enseñan los profesores? no parece ser original, sí lo son ¿Cómo enseñan los profesores que llevan un estilo de vida determinado?, ¿Enseñan igual o distinto en sus clases? ¿Existe un estilo mejor que otros o depende del estilo de vida que lleva el profesor? (aspecto original). Éstas son las preguntas que se intentaría responder y en donde residiría la importancia de una futura investigación.

Palabras Claves: Estilo, Docente, Vida, Educación, Docencia, Perú.

La Real Academia Española define estilo como: “modo, manera, forma de comportamiento” y también como “uso, práctica, costumbre, moda, hábito”. El comportamiento humano está constituido por un conjunto de hábitos, costumbres, modas y/o usos que forman el gran y complejo aspecto del ser humano que está compuesto por rasgos tanto positivos como negativos que dan luz al cuerpo humano físico-material, dando vida de esta manera, al aspecto psico-espiritual humano, la personalidad; tema de incontables e inacabables debates de eminentes estudiosos y que guarda aún grandes incertidumbres. Basando en una definición simple y aclarando la complejidad del mismo, la investigación se centra en el estudio del estilo de enseñanza y el estilo de vida de los docentes universitarios.

Cuando se habla de estilo de enseñanza es menester recurrir a opiniones de de autores como: E. Weber (1976), quien dice que estilo de enseñanza es el “rasgo esencial, común y característico, referido a la manifestación peculiar del comportamiento y la actuación pedagógica de un educador o de un grupo de educadores que pertenece a una misma filosofía”; Beltrán (1990), dice que los estilos de enseñanza son: “ciertos patrones de conducta que el profesor sigue en el ejercicio de la enseñanza, iguales para con todos los alumnos y externamente visibles a cualquier observador”. Si al quehacer pedagógico en el aula se le trata de definir se puede decir que: el estilo de enseñanza es el sello característico plasmado por una determinada forma de ejecutar la práctica pedagógica que por ende configura un modo de ser, una identidad que a su vez se despliega en los modos del hacer, las manifestaciones de la personalidad y allí es reconocida por otros como estilo; opinión similar manifiesta Restrepo y Campo (2002) la misma que apoyo.

De Estilo de Vida habla en 1939 Alvin Toffler, quien manifiesta el nacimiento de una gran cantidad de los estilos de vida los que son denominados "subculturas", y esto a consecuencia del aumento de la diversidad de las sociedades post industriales. La Organización Mundial de la Salud define al estilo de vida como patrones generales elegibles de vivir que interactúan entre las condiciones de vida y los patrones individuales de conducta, los mismos que están preceptuados por factores socioculturales y las características personales de los individuos. De esta manera, propone la siguiente definición: “Los estilos de vida son patrones de conducta que han sido elegidos de las alternativas disponibles para la gente, de acuerdo a su capacidad para elegir y a sus circunstancias socioeconómicas” (OMS, 1986).

La coexistencia actual de diversos estilos de vida que los individuos asumen según sus creencias, valores y actitudes, influyen en las distintas dimensiones de su vida, particularmente en el desempeño socioeconómico. Al respecto Robertson y Simons (1998), sugieren que el estilo de vida se va ajustando a lo largo de la historia individual de la persona, que es un proceso de aprendizaje, ya sea por asimilación o imitación de modelos, de patrones familiares o grupos informales; en tal sentido Walkman y Cols (1998), sostienen que el estilo de vida es un representación de la actividad vital diaria de las personas, que muestra el perfil y disposición de la conducta y el juicio de las personas; opinión coherente a lo manifestado por Robertson y Simons (1998) cuando afirman que, el estilo de vida, es el colofón de las decisiones conscientes de los individuos que desean transformarse a sí mismos y a la sociedad, en la dirección considerada por ellos como deseable, producto de la creación humana.

Arellano Cueva (2000), sostiene que el estilo de vida desde un punto individualista es un patrón que cumple con dos funciones: caracteriza al individuo y dirige su conducta, entonces el acervo de patrones y hábitos conductuales cotidianos de la persona tienen consecuencias trascendentes en su vida y específicamente en su educación, y dado que el proceso enseñanza-aprendizaje está correlacionado por el estilo de vida del individuo. Situación que haya respaldo en autores como: Díaz Barriga y Hernández (2002) quienes resaltan que en la construcción del conocimiento, el papel ineludiblemente trascendental que juega el aspecto sociocultural, como un factor determinante en el proceso de aprendizaje, apoyándose en Vigostky, quien consideran que el conocimiento es adquirido dentro y fuera de la escuela.

Entonces, el ente transformador “docente” debe ser tratada como un punto neurálgico en el desarrollo de las reformas educativas que desde hace una decenio figuran en el escenario pedagógico latinoamericano, reformas que el Perú en sus afanes por no quedarse rezagado debe trabajar arduamente. En este contexto, diversos organismos gubernamentales y no gubernamentales, internacionales y nacionales, y otros de carácter multilateral han asumido prioritariamente la investigación dirigida al análisis y a la futurología del “docente” como un todo que encaja perfectamente en lo que se conoce como formación docente, como una estrategia sostenible y sustentable para favorece el desarrollo educativo de una nación.

La argumentación de la interculturalidad trata de definir la imagen del latinoamericano y particularmente el peruano en un contexto globalizado, al modificarse los roles y las prácticas sociales de los actores responsables de desarrollar el capital social a través del sistema educativo. Así pues, se plantea la reinvención de la realidad de la simbiosis nación-sociedad, lo que da a entender la ocurrencia de diversos procesos que secundan la existencia de un mundo cada vez más diverso, heterogéneo y por consiguiente acepta la diversidad cultural como un común denominador de las prácticas sociales cotidianas. Heterogeneidad que en el campo de la enseñanza-aprendizaje debe manejarse con mucho cuidado ya que esto ha dado pie, por ejemplo a la diversificación curricular, que de ser mal interpretada caería en un vacío peligroso, que dejaría de lado inclusive prácticas pedagógicas elementales.

Las reformas educativas demanda la acción de los miembros de los distintos sectores sociales, los mismos que, desde la incorporación de sus representaciones sociales a las prácticas, se convierten en transformadores sociales del nuevo orden. Es válido afirmar actualmente que la educación, la escuela, el educador y el educando, están obligados a asumir un nuevo rol como actores sociales comprometidos en mejorar la calidad de los procesos educativos.

Por tanto, el propósito de esta investigación es vincular o relacionar el estilo docente con los patrones socioculturales de desarrollo global, de cara a satisfacer las demandas locales que ameritan la construcción de identidades y de valores socioculturales básicos para la transformación del conocimiento, del currículo y de las prácticas pedagógicas. Con dicha finalidad, su estructura estará en vías de establecer conexiones entre los estilos de la práctica docente y los estilos de vida individuales de los docentes enmarcados en su entorno sociocultural, referenciando a definiciones elementales de “estilo”, “estilo de enseñanza” y “estilo de vida”, los que servirán de sustento a la investigación y a su vez para la construcción de saberes sociales y a la legitimación de valores socioculturales y de identidades, y a su vez la interacción de los mismos.

¿Existen correlación significativa entre los Estilos de Enseñanza y los Estilos de vida de los docentes universitarios?

Justificación e Importancia del Tema

La globalización es un referente cotidiano, un elemento importante del escenario vital del ser humano en la actualidad, y extiende su incidencia a diversos ámbitos – económicos, culturales, sociales – entre los que el ámbito educativo encuentra también, un lugar privilegiado. El sistema educativo peruano es causa de grandes y serias discusiones de las cuales afloran graves acusaciones como fraude a los peruanos, esto por la proliferación de instituciones educativas no acreditadas tanto del nivel superior como básico, que brindan el servicio a los peruanos, que al margen de cumplir o no con su objetivo esencial les interesa la rentabilidad.

La educación peruana está abocada a sufrir serias transformaciones si se quiere lograr cambios sustanciales, en elementos inmediatos, didácticos y micro-sistémicos, como pueden ser los procesos de enseñanza y aprendizaje, y hasta los componentes más complejos, estructurales y macro-sistémicos, como la organización misma del sistema educativo. Todo esto implica reformular un planteamiento que ha de hacerse desde la perspectiva educar para la vida en un ambiente globalizado, esto diversifica cada vez más los canales formativos de la educación: a la influencia de la escuela se suman las posibilidades educativas de los medios de comunicación y de la cultura de la imagen, de otras vías de educación informal y no formal. Una parte de esa educación “global” se encamina, sin embargo, no tanto a la formación de identidades diversas como de identidades globales, cosmopolitas, viables en contextos diferentes; lo que implica la flexibilización de las propuestas educativas de forma que sean asequibles a los diferentes entornos culturales, a las necesidades cambiantes del mundo del trabajo, a la transmisión a través de los diversos espacios educativos en los que se confunde, con mucha frecuencia, formación con información, aprendizaje con consumo, enseñanza con rentabilidad… Abriéndose así posibilidades, incertidumbres y perspectivas que los educadores deben conocer y debatir, implicándose en la búsqueda de nuevas identidades que supone la sociedad de la globalización.

El fenómeno globalizador nos da un nuevo esquema de los principales retos que se deben afrontar; esto debido a la presencia de las nuevas teorías de las esenciales necesidades humanas y diversos horizontes desde los que se representar el futuro próximo, en ocasiones ya presente, que merecen atención especial. Desde el punto de vista de algunos investigadores son cuatro líneas de trabajo:

• Educar para la toma de conciencia de los límites de la vida en el planeta;

• Reflexionar sobre los nuevos espacios sociales reales y virtuales de la educación;

• Los escenarios educativos diversos que suponen los países desarrollados y los países en vías de desarrollo, centro y el entorno del sistema;

• Los enfoques renovados de la educación para la población, y el actual debate establecido en torno al lugar de la educación entendida como servicio público o como bien de consumo.

Los contextos educativos de la educación superior han variado de tal forma que ha crecido la complejidad del trabajo propio del profesorado de todos los niveles educativos y específicamente del nivel universitario, para muchos los responsables directos de los “buenos o malos” profesionales que construirán el futuro de una nación. Ante esta realidad, la capacitación adopta una importancia singular como respuesta a la necesidad de adaptación a nuevos contextos y mejora de la calidad de la enseñanza. Necesidad de la que hacen eco universidades, organismos evaluadores, gobernantes, como los mismos profesores y alumnos. Empero, para brindar una capacitación pertinente se requiere detectar aquello en lo cual es necesario formar, buscando los medios adecuados para hacerlo, teniendo en cuenta las características particulares de cada disciplina, de los profesores que la transmiten y hasta incluso de la cultura institucional de la cual son parte. Un proyecto de mejora de la enseñanza y sus objetivos deben responder y estar acorde con las particularidades de los profesores, los destinatarios y los contenidos educativos.

Entre los dominios que integran el estilo de vida se han incluido conductas y preferencias relacionadas con el tipo de alimentación, actividad física, consumo de alcohol, tabaco u otras drogas, responsabilidad para la salud, actividades recreativas, relaciones interpersonales, prácticas sexuales, actividades laborales y patrones de consumo (Walker, 1986) en (López Carmona, 2003: 259). Esto conlleva a un gran impacto en el aprendizaje de las personas, el mismo fin esencial del sistema educativo.

Cuando se afrontan la cuestión del aprendizaje se ofrecen distintas vías. Desde la perspectiva de la calidad del docente y de su evaluación, aflorará un cúmulo difuso y amplio de la formación personal y profesional de cada docente. Si nos situamos en el plano institucional sistémico, la búsqueda de esa calidad nos llevará resaltar aspectos que tienen mayor interacción con la gestión de la docencia y los planes institucionales para lograrla. Si se atendiera al aspecto de la deseable y necesaria conexión entre los conocimientos y áreas del saber para no perder la indisoluble unidad del ser humano, surgirán todas las cuestiones relativas a la formación continua del profesorado en ámbitos no relacionados con su parcela de conocimiento y de docencia sino con la aplicabilidad y la transmisibilidad exitosa de éstos conocimientos a las áreas del saber.

Un plan o proyecto de formación docente debe partir de la ineludible evaluación del profesorado. Evaluación que debe estar centrada en la búsqueda de la calidad y la excelencia, y orientada claramente a la mejora que implique la convivencia armónica de los actores sociales. Investigaciones como la que se plantea, contribuyen grandemente a los planes de evaluación justa y con ella a planes de mejora sustentable y sostenible.

La formación docente es un tema que ocupa a diversos expertos en educación y en áreas afines en la investigación y desarrollo de políticas, modelos y tendencias orientadas a mejorar la profesionalización de la docencia, con el interés esencial de estimular la excelencia del proceso pedagógico crucialmente en esta época de cambios culturales, históricos y sociales, que se perfilan como determinantes del devenir socio-histórico-cultural de diversas partes del planeta, donde “todos demandamos y reconocemos la necesidad de la formación, sobre todo en un mundo en que la información nos llega con más facilidad, y por tanto, nos hace ver cuánto desconocemos y deberíamos o nos gustaría saber” (Marcelo, 1999, p. 13).

El Talón de Aquiles en las universidades latinoamericanas y particularmente en el Perú: “La investigación” practica inherente a la formación permanente de los docentes se desarrolla en con referentes internacionales, generando de esta manera sesgos culturales que ha sido notable en el desarrollo de políticas educativas para América Latina. La diversidad cultural de nuestros días ha llevado a replantear la misma legitimidad de la educación dentro de la narrativa del desarrollo que sustenta las diferentes prácticas sociales, enfatizando la transformación cultural.

El conjunto de conductas que presenta un individuo que pueden influir en su salud mental y física de manera positiva o negativa, los patrones de comportamiento son hábitos como: el tipo de alimentación, descanso, actividad física, actividad intelectual, etc. Por lo que cada estilo de vida, plantea a la persona demandas físicas o psicológicas especiales, definición de estilo de vida que concuerda con autores como Lazarus (1966) y Rodríguez (1995).

Otros autores como Henderson y cols (1980): el estilo de vida es: El conjunto de pautas y hábitos comportamentales cotidianos de una persona; en el mismo sentido, Rodríguez Marín (1995) lo concibe como una forma de vivir. En opinión de Grau (1999), el estilo de vida debe ser considerado como la forma en que la gente se comporta, concepto que incluye el tipo de alimentación que ingiere, sus prácticas de ejercicio o actividad física, la atención que guarda de sus dientes, los cigarros y el alcohol que consumen, dedicación a su actividad intelectual, etc. Por otro lado, y de acuerdo Roth (1995) con el término estilo de vida, se pretende designar, genéricamente, aquellos patrones de conducta individual, que tienen determinada consistencia en el tiempo, bajo condiciones más o menos constantes, y que pueden constituirse en factores de riesgo o seguridad, dependiendo de su naturaleza.

La relación del estilo de vida, con la salud, con educación es un tema fresco que se está estudiando últimamente con mayor intensidad. A partir de la década de los 70 el número investigaciones publicadas sobre el “estilo de vida” va en aumento. Los conceptos de estilo de vida alguna más antigua manejan estudios ligado a la idea de que correspondía a unos comportamientos voluntarios individuales. Sin embargo, en estudios más recientes ya se presta mucha atención a la posibilidad de alterar los sistemas sociales en que la persona participa, aunque siempre se mencione en el contexto sociocultural como marco de adquisición de los hábitos, es decir la educación de la gente, el mismo que es un proceso sociocultural.

Los hábitos personales son discretos y modificables que las personas pueden decidir voluntariamente la alteración o modificación de estas conductas. En estudios recientes se estudia las influencias sistemáticas de la sociedad, no solamente el foco de atención se centra en el individuo y su propia responsabilidad, sino también en los entornos en los que desenvuelve.

Desde la didáctica universitaria se dice, de manera general, que los procesos de aprendizaje de los estudiantes, están fuertemente relacionados con los métodos de enseñanza de los profesores, es decir que, existe una asonancia entre las estrategias de enseñanza que utiliza un docente, y la forma como los estudiantes aprenden. El trabajo del docente universitario tiene presente tal y como lo señaló Juan Amós Comenio (1597 -1670), creador de la didáctica moderna, que “todo maestro debe enseñar de tal forma que no pueda haber más que resultados ciertos (aprendizaje) por parte de sus alumnos”.

En cuanto a calidad de enseñanza en los docentes universitarios existe un grupo reducido de ellos que los alumnos califican como “buenos docentes”. En su mayoría todas las discusiones sobre los profesores universitarios, a nivel de la enseñanza, está inscrita en la necesidad de realizar con ellos una preparación para la docencia universitaria, pues el punto de inicio es que, si ellos están o no preparados para ser docentes, o realizan siempre una práctica docente de baja calidad o porque no decirlo, decididamente mala.

La preparación docente implica desarrollar proyectos para tal fin y esto implica actualmente insertar ineludiblemente un factor determinante como es los estilos de vida y la interacción con el desempeño docente.

La buena enseñanza resulta, entre otros factores, de un proceso continuo e ininterrumpido en el reflexionar y actuar sobre las actividades docentes. Esta buena enseñanza, realizada por buenos profesores, que es resultado inherente a la permanente reflexión y acción de estos docentes universitarios, quienes construyen conocimientos sobre cómo enseñar mejor. La clase su preparación, desarrollo, consulta bibliográfica y el seguimiento a los estudiantes forma un todo del proceso continuo que dan esencia y significado al trabajo docente, además de la inquietud por cualificarse mejor cada día, logrando así la mejora continua. Todo este proceso está enmarcado en la actuación cotidiana o lo que puede denominarse “estilo de vida”.

El conocimiento objetivo de la enseñanza sirve de soporte para el desarrollo estructurado de las practicas de enseñanza incluyendo otros elementos que interdependientemente estructuran la particularidad de hacer docencia propia de cada docente, lo que se denomina como “estilo docente”.

El dominio de los contenidos objeto de enseñanza es el punto inicial de la cátedra universitaria, lo que no es suficiente, debiendo complementarse con la necesidad de exponer antes los estudiantes una serie de saberes, producto de la práctica calificada del docente, saberes como: comunicación clara y lógica de las ideas y la utilización del saber en el contexto pedagógico-formativo, y por último los saberes éticos que van ejemplificados con la practica pedagógica del docente llegando a involucrara su actuación integral. Las imagen que los estudiantes tienen de los profesores, están estructuradas alrededor de una visión propositiva y vitalista de los mismos. En sentido inverso, los buenos profesores, siempre poseen una visión constructivista de los estudiantes haciéndolos verse y sentirse personas necesarias e importantes en el proceso de la construcción de conocimientos, son personas vitales con deseos de aprender, con motivaciones y aspiraciones que ansían ser profesionales íntegros. Situación antagónica sucede con otros docentes que ven a los estudiantes como personas pasivas, que repiten mecánicamente un saber cuyo único objetivo es obtener un diploma.

El apostolado docente ha sido construido a lo largo de toda la vida del docente, y es consecuencia de identificaciones, distanciamientos y oposiciones frente a modelos vividos en la etapa estudiantil. Experiencias trascendentes con personas cercanas, profesores de primaria, de secundaria y fundamentalmente de la Universidad a lo largo de toda su vida, han ayudado a la construcción de su personalidad pedagógica, la cual no es constituida solo por la identificación con un modelo en particular, puesto que existen casos que se ha construido en contraposición a ciertos modelos y en otros casos el llegar a la docencia es por un simple accidente académico. Estos aspectos determinan un estilo de enseñanza que no puede ser desconectado del estilo de vida del docente.

Referencias Bibliográficas

1. López Carmona, J. y. (2003, vol 45, No.4). Construcción y validación de un instrumento para medir estilos de vida en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2. Salud Pública de México, 259-268.

2. OMS, W. H. (1986; 22(2)). Lifestyles and health. . Soc Sic Med, 117-124.

3. Centeno, A., Corengia, A., Primogerio, C., Llull, L., Mesurado, B., Laudadio, M. (2005). Identificación de estilos de enseñanza en la universidad. Estudio en tres carreras universitarias: ciencias biomédicas, abogacía y comunicación social. Mar del Plata.

4. De la Torre, S., Tejada F., J. Estilo de vida y Aprendizaje Universitario. Revista Iberoamericana, Número 44. ISSN:1681-5653. 2007.

5. Acosta, Othoniel. (2006). Denominación de los vocablos Maestro, Magister, Magister Dixit y Magisterio. www.fd.uach.mx.joomal.

6. Alonso J, P. L. (1995). La versión española del SF-36 Health Survey (Cuestionario de Salud SF-36): un instrumento para la medida de los resultados clínicos. Med Clin 1995, 771-776.

7. Jhon, Y. (2003). Enciclopedia de la Nutrición. México: Trillas.

8. Salazar, & Arrivillaga. (2004). El consumo de Alcohol, Tabaco y otras Drogas. Como parte del estilo de vida de Jóvenes Universitarios. Revista Colombiana de Psicología , 74-89

9. Díaz Barriga, F. y Hernández, G. (2002). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación Constructivista. Editorial McGraw-Hill. México, D.F.

10. Zabalza, M. 2009. Didáctica Universitaria, Universidad de Santiago de Compostela, España, Pontificia Universidad Javeriana Cali.

11. Melandro E., M. 2008. La Globalización de la Educación. Artículo publicado en el volumen 17 de la Revista Teoría de la Educación de la Universidad de Salamanca.

12. Rodríguez, A., Goñi, A., Ruiz, S. 2006. Autoconcepto Físico y Estilo de Vida en Adolescentes. Intervención Psicosocial. ISSN: 1132-0559. disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1132-05592006000100006&script=sci_arttext.

13. Quezada Z., J. Retos de la Docencia Universitaria del Siglo XXI. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1680-38172005000100005.

14. Gómez, J., Jurado, M., Viana, B., Da Silva M., Mendo A. La Importancia de la Fortaleza Mental en los Deportes. Revista Digital - Buenos Aires – Año 10 - N° 90 aña. http://www.efdeportes.com/. Noviembre de 2005.

15. Vives, A. 2007. Estilo de vida saludable: puntos de vista para una opción y necesaria. ISSN:2011-2521. Disponible en:

16. http://www.psicologiacientifica.com/bv/psicologia-307-6-estilo-de-vida-saludable-puntos-de-vista-para-una-opcion-actual-y-necesaria.html.


 

 
Cuadernos de Educacin y Desarrollo es una revista acadmica de formato electrnico y de aparicin trimestral, editada y mantenida por el Grupo de Investigacin eumednet de la Universidad de Mlaga.

Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.

Director
Gerardo J. Gmez Velzquez (CV)

Editor Ejecutivo:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1989-4155
EUMEDNET

Logo CED
CUADERNOS DE EDUCACIN Y DESARROLLO
revista acadmica semestral