Roxana Malpica Calderón (CV)
 Santiago Gallur Santorum (CV)
          
roxana.malpica@uacj.mx
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez 
  
          
		      
		
			
            
-Resumen:
             Este artículo es el resultado de una investigación  que deriva de la necesidad de implementar cambios en la educación superior en  México que permitan a los estudiantes de licenciatura  egresar con habilidades, actitudes y valores estratégicos para el desarrollo  económico del país. Hoy en día uno de los principales factores que influye en  el desarrollo económico de los países es su capacidad para generar  conocimiento. Así, los países más desarrollados económicamente suelen ser  aquellos que poseen e implementan la innovación tecnológica y la educación como  clave para potenciar los avances científicos. Hace un par de años se empezó a implementar  un proyecto de investigación en la rama de las ciencias biomédicas en México  que pretendía desarrollar Sistemas bacterianos de dos componentes como dianas  terapéuticas, cuya utilidad es inestimable en el campo de la sanidad y de la  industria farmacéutica ya que permitirían mejorar los efectos de los  antibióticos así como desarrollar otros nuevos más eficientes (entre otras  muchas ventajas). Para el desarrollo de esta investigación, se decidió  implementar un modelo educativo por competencias que ha consistido en la  implicación de estudiantes de licenciatura en la realización de tareas de  investigación complejas. 
              -Abstract:
This paper is the result of a research that stems  from the need to implement changes in the higher education in Mexico that  allows undergraduate students getting the strategic skills, attitudes and  values for economic development. Nowadays one of the main factors that  influence actively the economic development of the countries is their ability  to generate knowledge. Thus, the “developed” countries tend to be those which  implement technological innovation and education as the key to enhance  scientific breakthroughs. A few years ago we began to implement a research  projecto in the field of biomedical sciences in Mexico aimed to develop  bacterial systems of two components as therapeutic targets, whose utility is  invaluable in the field of healthcare and pharmaceutical industry and that  would improve the effects of antibiotics and to develop new more efficient ones  (and many other benefits). For the development of this research it was decided  to implement a competency educational model that, mainly, is related with the  involvement of undergraduate students in carrying out extensive research while  they acquire many technical competencies.
Palabras  clave: Innovación tecnológica,  desarrollo económico, educación por competencias y ciencias biomédicas. 
              Keywords: Technology  innovation, economic development, competency education y biomedical sciences.
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1. PROBLEMAS  Y PERSPECTIVAS PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO EN UN MUNDO GLOBALIZADO: LA  DEPENDENCIA TECNOLÓGICA.
La crisis financiera actual ha  provocado que en todo el mundo uno de los temas de más interés para casi  cualquier persona, independientemente de su nivel sociocultural, sea el  desarrollo económico de los países. El cómo salir de las crisis es uno de los  temas más tratados en todo tipo de foros, tanto en los públicos con en los  privados. Cientos de libros se han escrito sobre el origen de la crisis actual  y cómo superarla. Sin embargo, muy pocos han tratado el cómo se entra en una  crisis económica de la intensidad de la actual. Esto se debe a que “la culpa”  de la situación financiera que se está viviendo está muy focalizada, y no en  personas o en entidades concretas, sino en actitudes. Es decir, costumbres de  comportamiento económico, tanto de particulares como de las empresas (o de los  propios “mercados”) provocan que vivamos en una época de inestabilidad  financiera por la misma naturaleza del sistema. Así, es muy llamativo que  mientras el número de pobres aumenta a pasos agigantados en todo el mundo, a la  vez, paradójicamente el número de ricos también se incrementa a nivel  prácticamente constante. Y es que por la pura lógica económica actual, las  crisis, a la vez que traen miseria a una gran parte del planeta, consiguen que  un número importante de los que poseen la mayor parte de las riquezas, las  aumenten. Podríamos incluso llegar a señalar que hoy en día el capital se  comporta como la energía, que no se crea  ni se destruye sino que se transforma. 
El capital actualmente se mueve  constantemente, cambia de manos y a mayor miseria para unos, mayor riqueza para  otros. Pero, ¿existe algún modo de poder conseguir que países en vías de  desarrollo superen la crisis y se sitúen en posiciones económicas más  favorables para sus ciudadanos?. En realidad sí, y va vinculado a las dinámicas  propias de la globalización. Éste es uno de los fenómenos socioeconómicos y  culturales más importantes de los últimos años. Muchos son los intelectuales  que han estudiado el tema 1 2 y cada vez más personas se interesan por un fenómeno que algunos perciben como  actual, pero que en realidad lleva con nosotros muchos años 3.  Además de ello, existen cientos de ideas preconcebidas y “falacias” 4 que se manejan habitualmente con total comodidad por todo aquel que cree tener  el conocimiento suficiente como para elaborar la “fórmula mágica” que  permitiría el desarrollo económico en un mundo globalizado. Sin embargo, una de  las principales evidencias de la globalización es que ni todos los países están  “invitados” a participar, ni todo el mundo parte de las mismas circunstancias  como para percibir como necesariamente positiva la situación actual. 
La globalización tiene muchas  características pero una de las más evidentes es que no todos los países son  beneficiados por sus “bondades”. Es más, una de las situaciones más obvias y  comunes del mundo globalizado es que mientras a unas naciones les va muy bien,  económicamente hablando, a otras les va muy mal. Y es precisamente esta lógica  de creciente y permanente desigualdad la que permite que el desarrollo financiero  se produzca a la velocidad y en las condiciones en las que se da. Así, nadie  puede negar que una de las condiciones más constantes de la globalización es la  movilidad de personas, bienes y servicios, así como un desarrollo tecnológico  nunca visto hasta ahora en la historia de la humanidad. Por ello, muchos  señalan que este fenómeno globalizador está consiguiendo un mayor desarrollo económico,  social, cultural y democrático en todo el mundo. Sin embargo, esta afirmación  sólo requiere de un análisis en profundidad para que comiencen a aparecer las  primeras inconsistencias, tanto teóricas como prácticas5 . 
Internet se ha convertido en uno de  los principales motores de desarrollo de un proceso globalizador, que  supuestamente permite acortar distancias y conectar a todos los países entre  sí, construyendo de este modo el concepto de “aldea global”. La cuestión es,  ¿cuánto hay de “aldea” y de “global” en el mundo en que vivimos en la  actualidad?. La respuesta abruma por lo obvia: muy poco, tanto de uno como de  otro concepto. En primer lugar porque a pesar de que Internet se suele  presentar como un “herramienta” al alcance de todos, y que por lo tanto  facilita el acceso a una suerte de “democracia virtual”, al final, en la  realidad de los hechos se acaba convirtiendo precisamente en todo lo contrario:  una herramienta muy útil para los que pueden acceder a ella, pero que aboca al  mayor de los “aislamientos” a aquellos que no puedan disponer de ella. 
A estas alturas podría haber  personas que estén pensando, ¿pero quién no puede acceder hoy en día a Internet  si es muy barato o incluso gratis en determinadas ocasiones (ya que en muchos  países en lugares públicos el servicio es gratuito)?. En realidad Internet ni  es “barato” ni es gratis, por varios motivos. Para poder acceder a la red de  redes se necesitan varios aparatos electrónicos caros, así como servicios e  infraestructuras con un costo añadido. A saber: 1) Una vivienda o local con  electricidad e instalación eléctrica en buenas condiciones. 2) una instalación  telefónica, un módem o “router” inalámbrico que permita proporcionar el  servicio bien sea mediante cable telefónico o por “wifi”. 3) Una computadora,  laptop, tablet o cualquier otro dispositivo electrónico que permita poder  disfrutar de la conexión a Internet. Si sumamos todos los gastos que suponen  estos servicios evidentemente la cifra se hace prohibitiva para una gran  cantidad de personas, que además de no disponer de electricidad en sus hogares,  tampoco tienen para costearse una línea fija de teléfono y menos aún para gastarse  varios cientos de dólares de media en la compra de una computadora (elemento  básico para poder disfrutar de la red). 
Si tomamos como referencia las  cifras que aporta por el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo y  que han sido ampliamente difundidas en la web del Movimiento Internacional ATD  Cuarto Mundo, tenemos los siguientes datos sobre la pobreza en el mundo:
-“Más de mil millones  de seres humanos viven con menos de un dólar por día. 
2.800 millones de  personas, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos  de 2 dólares por día. 
-448 millones de  niños sufren de bajo peso. 
-876 millones de  adultos son analfabetos, de los cuales dos terceras partes son mujeres. 
-Cada día, 30.000  niños menores de cinco años mueren de enfermedades que podrían haber sido  evitadas. 
-Más de mil millones  de personas no tienen acceso al agua  potable. 
-El 20% de la  población mundial posee el 90% de las riquezas.”6  
Si después de tener  en cuenta estos datos señalamos que en el mundo actualmente según la ONU somos  7 mil 162 millones de habitantes, tenemos que: un poco menos de la mitad de la  población mundial vive con menos de dos dólares al día, y una séptima parte de  la población del planeta vive con menos de un dólar por día7 . Por todo ello es  evidente que más de la mitad del planeta apenas tiene para comer. Esto deja a  Internet como un lujo fuera de sus posibilidades. 
Si pensamos en el  caso particular de México, existen más de 50 millones pobres, casi la mitad de  su población8 .  En el país, paradójicamente se fabrica una gran cantidad de tecnología, lo que  no quita que a la vez México sufra de una grandísima dependencia tecnológica de  las naciones del primer mundo. Esta “surrealista” situación se explica de forma  sencilla si nos situamos en que en la frontera norte de México con Estados  Unidos el desarrollo de la economía globalizadora ha provocado que se extendiese  un proceso de deslocalización de las fábricas e industrias de grandes empresas  del “primer mundo”. Así, cientos de trasnacionales llevan los procesos de  producción de bienes de electrónica, computación, automotriz, etc. a ciudades  como Ciudad Juárez, donde cientos de maquilas se encargan de ensamblar las  piezas de complejos productos cuyos propietarios intelectuales son grandes  multinacionales de países del primer mundo. Así, Olga Lucía Rodríguez Álvarez,  señalaba ya en 2002 lo siguiente en un artículo académico:
“Generalmente las ciudades  fronterizas resultan un punto de atracción de inmigrantes, en el caso de Ciudad  Juárez el flujo de inmigrantes provenientes del sur tuvo un alto crecimiento  demográfico entre 1940 y 1970. Este crecimiento se vio intensificado con la  suspensión del Programa de Bracero (2) en 1964 que obligó a la repatriación masiva de  trabajadores, muchos de los cuales se quedaron a vivir en Ciudad Juárez. Entonces  el gobierno mexicano lanza el Programa Nacional Fronterizo  (PRONAF) tendiente a crear las condiciones institucionales para fomentar el  desarrollo industrial a lo largo de la frontera (Herzog, 1990:53) y así cambiar  la imagen de toda la frontera de México hacia los Estados Unidos y generar  mayores fuentes de empleo. Por su parte el sector privado, frente a la fuerte  crisis de empleo de los años 70, tuvo la iniciativa de inducir a un nuevo  desarrollo para el Estado (3) a través de la transición del sector primario a una  economía secundaria o industrializada. Así deciden que el camino era la  industria maquiladora porque requería relativamente poca inversión y por la  alta capacidad que tenía para generar empleo. Se hizo la actividad de  promoción, trabajo en conjunto entre empresarios y gobierno, se hicieron  inversiones en puentes, vías, centros comerciales con el cual se demostró el  potencial que podrían tener para la atracción de capital para el ensamble de  plantas o maquiladoras. Por definición la maquiladora es una planta industrial  extranjera que posee, controla o subcontrata operaciones que procesan  temporalmente componentes importados en México para la exportación. La industria  maquiladora de exportación es el conjunto de empresas o establecimientos que se  dedican a realizar alguna o varias de las etapas del proceso productivo. La  actividad de la maquila está destinada a la transformación, elaboración y  reparación de mercancías de procedencia extranjera, importadas temporalmente,  para su posterior exportación. (INEGI, 1994:1) Una de las características  principales de esta actividad es la utilización intensiva de mano de obra, lo  cual genera una significativa cantidad de empleos en los lugares donde se  establecen. En 1966 Ciudad Juárez fue asiento de las primeras maquiladoras y  con ella el desarrollo del primer Parque Industrial en México, muy al estilo de  los parques industriales estadounidenses y con los requerimientos establecidos  por ellos (áreas verdes, número de estacionamientos,  etc.). Las localizaciones más favorables para las plantas de este tipo siguen  siendo los parques industriales en la zona fronteriza norte del país que ofrece  a las empresas sus instalaciones industriales en arrendamiento o venta y se  esmeran en tenerlas listas para ocupación inmediata o en caso contrario cumplir  rápidamente con los requerimientos de los clientes. Actualmente se encuentran  en todo el estado de Chihuahua 26 desarrollos industriales que incluyen  Parques, Ciudades y Corredores Industriales en los que existen 549  establecimientos, de los cuales 371 pertenecen a Ciudad Juárez junto con Nuevo  Casas y 130 se dedican a la industria manufacturera. Ciudad Juárez, como otras  ciudades de la frontera, presentó una serie de elementos que la hicieron  atractiva para la instalación de las plantas maquiladoras, entre ellas la gran  oferta de mano de obra barata, su proximidad geográfica con Estados Unidos que  disminuyó los costos de transporte entre las plantas y además le permitió al  personal estadounidense que viviera en su país y viajar a diario hasta su lugar  de trabajo (CEPAL, 1996:44). Por todas estas razones no es de extrañar que en  su territorio se hayan localizado el mayor número de plantas maquiladoras del  Estado (4) y que sea quien destaca en primer lugar en ocupación de  personal en los parques industriales con 360.620 personas ocupadas (INEGI,  1999).”9 . 
Así, en la  localidad fronteriza se da la “esperpéntica” situación de que un producto de  electrónica como un televisor que ha salido de las grandes empresas maquiladoras  de Ciudad Juárez, cuesta un tanto por ciento más en la ciudad mexicana que en  su vecina estadounidense, El Paso, separada por apenas metros en algunos tramos  de frontera. Esto se entiende fácilmente por la dependencia tecnológica, ya que  los productos fabricados en México son en la mayoría de los casos “inventados”  y patentados en Estados Unidos. Según el profesor de Economía de la UNAM,  Salvador Medina Ramírez, las causas de la dependencia tecnológica que provoca  esta situación (y otras muchas), serían las siguientes:
“México es un país  dependiente de la tecnología que se genera en otras partes del mundo. Es  innegable que el país no ha participado activamente en ninguna revolución  tecnológica sucedida hasta el momento; nunca se ha caracterizado por construir  locomotoras, por dominar la energía atómica, por ser una potencia en la  biotecnología o en la fabricación de chips de computadora, por citar algunos  ejemplos. México, como resultado, sufre un retraso en tecnología. Entonces, a  qué se debe esta dependencia. La respuesta es a la escasez de desarrollo científico  nacional que derive en nuevas tecnologías aplicadas a la producción; pero en  tal caso, por qué sucede o ha sucedido esto. El fenómeno no tiene una solución  simplista ni mucho menos se puede resumir en unas cuantas líneas. Aun así es  posible explicar a grandes rasgos esta problemática sin recurrir a un examen  histórico de la nación desde sus inicios. Las razones se pueden agrupar en  tres grandes grupos. En primer lugar, la ausencia de inversión de los empresarios  en investigación y desarrollo tecnológico (I&D), debido a diversos  factores: falta de visión, escasa vinculación con los sectores académicos, no  se considera rentable invertir en I&D, falta de apoyo financiero, es más  barato importar la tecnología en vez de desarrollarla. En segundo lugar, un  bajo apoyo a la I&D por parte de las instituciones gubernamentales por  diversos motivos: restricciones presupuestarias, falta de visión o ignorancia  de los gobernantes, corrupción, motivos políticos, etcétera. Por último, la  limitada presencia de capital humano enfocado a la I&D provocada por la  falta de una educación adecuada y por la fuga de talentos al extranjero.”10 . 
Tal y como indica Medina Ramírez, actualmente el país se encuentra en dependencia  tecnológica con el “primer mundo” porque no ha desarrollado entre otras cosas  investigación e investigadores en ramas tan estratégicas como la de la  Biotecnología. Uno de los motivos directamente relacionado con lo anterior  sería que precisamente no existe una política a nivel nacional lo  suficientemente fuerte como para conseguir el fomento de lo que se denomina  I+D+I, es decir, inversión en investigación, desarrollo e Innovación. Tal y  como se señala en la introducción del documento titulado “Evaluación  de la política de I+D e innovación de México (2001-2006). Informe del Panel  Internacional Independiente”:
“El sistema mexicano de ciencia,  tecnología e innovación (CTI) es pequeño y se caracteriza por su falta de  articulación. La interacción entre los diversos actores del sistema  (universidades, centros públicos de investigación (CPI), empresas y otros agentes  del sector productivo, administraciones públicas, organismos sin ánimo de  lucro, etc.) es limitada. Utilizando la metáfora del sistema, se puede decir  que el sistema mexicano no existe, porque lo que caracteriza un sistema son las  interacciones entre sus partes y la emergencia de una dinámica nueva en la que  los diversos elementos evolucionan conjuntamente. Sin embargo, en el sexenio  pasado se han producido avances en este ámbito. El sistema mexicano de CTI presenta un  importante atraso relativo, tanto respecto a los países de la OCDE, como a los  países emergentes, que es resultado simultáneo de una insuficiente capacidad de  la producción de conocimiento y, a la vez, de la escasez de la demanda y de la  inadaptación entre ésta y la oferta pública. La sociedad y el sector productivo  otorgan una importancia reducida a los problemas del desarrollo  científico-técnico y de la innovación; además los recursos que el Gobierno  mexicano asigna en los presupuestos anuales a la ciencia y la tecnología son  muy escasos y dificultan la viabilidad de una política activa que contribuya a  resolver los problemas en este ámbito y a mejorar su contribución al  crecimiento económico y al bienestar social; además las estructuras  institucionales y los mecanismos de gobernanza presentan importantes  deficiencias. La situación de México en materia de CTI se encuentra en un  círculo vicioso. Es urgente romper esta situación por medio de una acción de  gobierno decidida; pero para que esa acción de gobierno sea algo más que  retórica se necesitan los recursos presupuestarios que permitan avanzar hacia  los objetivos señalados. México se  caracteriza, por un lado, por una limitada capacidad de producción (oferta) de  conocimiento científico y tecnológico (codificado en publicaciones y  patentes, o tácito en las competencias  adquiridas por las personas). Esta reducida oferta se mide de diversas  formas, por ejemplo: el número absoluto  y relativo de egresados (licenciados, maestros y doctores) con competencias  científico técnicas, así como sus niveles de formación y capacitación para  incorporarse al mercado de trabajo; el  número de investigadores, tanto en el sector público como en el privado; la  ausencia de un papel significativo de las empresas en la realización de  actividades de investigación y desarrollo (I+D), incluso en la etapa de  desarrollo de productos y servicios, por lo que cuando innovan lo hacen  exclusivamente a nivel local, etc. Por  otro lado, el sistema mexicano de innovación se caracteriza por una escasa  demanda de tecnología, conocimiento y recursos humanos altamente cualificados por parte de las empresas. Las  empresas en general (ya sean multinacionales o empresas mexicanas) compiten  internacionalmente por medio de bajos costes laborales, y nacionalmente a  través de una tenaz defensa de sus posiciones dominantes en el mercado interno.  Existen pocos casos de empresas mexicanas que basen su posición competitiva en  mercados internacionales en el uso avanzado de la tecnología y en la aplicación  y utilización del conocimiento producido por ellas mismas. El recurso a la  compra de tecnología en el exterior, cuando se ha necesitado, ha sido la pauta  dominante. El mercado mexicano y los niveles de competencia existentes no  parecen jugar un papel determinante para forzar a las empresas a utilizar el  conocimiento, la ciencia y la innovación como mecanismos clave en sus  estrategias competitivas. Esto se refleja en una baja contratación de recursos  humanos altamente calificados por parte de las empresas, particularmente  doctores, aunque la incorporación y el papel de los ingenieros en las grandes y  medianas empresas sea reconocible…” 11. 
Y si nos fijamos  específicamente en el papel jugado en esta situación por las universidades y  los centros de investigación en el país, el mismo documento señala que: 
“… Por añadidura, el sistema de  producción de conocimiento científico y tecnológico está dominado por las  universidades y CPI, y sus investigadores responden a una estructura de  incentivos que se limita a fortalecer una parte de su actividad, aquella que se  plasma en artículos y publicaciones científicas. A esta orientación en exceso academicista e individualista –que sin  embargo ha servido para elevar los estándares de calidad y la producción  científica- ha contribuido la orientación dominante en el Sistema Nacional de  Investigadores (SNI). El SNI y sus pautas de funcionamiento tienen un impacto  en la estructura de incentivos de los investigadores del sector público que  explica las actitudes y las estrategias que conducen a consolidar la  orientación preponderante de corte academicista, que tiende a aislarles e  incomunicarles del mundo de la empresa y de la producción, y fomenta la  conversión de universidad y CPI en mundos auto-referenciados., exclusivamente  coherentes con el modelos tradicional de la carrera académica; aunque bien es  verdad que ha facilitado el desarrollo de la práctica de los “entregables” como  productos finales. La existencia de un fuerte sistema universitario en Estados  Unidos, con altos niveles de excelencia y tradición de cooperación con la empresa,  tampoco influye de manera positiva en las oportunidades para las universidades  y CPI mexicanos, que corren el riesgo de ver como empresas mexicanas recurren a  universidades y entidades más allá de la frontera. El sistema de CTI carece de  las propiedades sistémicas que permiten romper el nudo gordiano de la falta de  interacción entre oferta y demanda. Hasta hace poco tiempo no se han comenzado a desarrollar mecanismos y funciones de vinculación  entre los actores del sistema (dispositivos para garantizar la transferencia de  conocimiento), ni los recursos humanos altamente capacitados han influido hacia  la empresa, para aumentar su capacidad de absorción. Salvo excepciones, los  niveles de vinculación y colaboración del sector público investigador con las  empresas son reducidos, y la estructura de incentivos de los diversos actores  tiende a impedir que esa cooperación se convierta en palanca esencial para la  ruptura del círculo vicioso y para la utilización del conocimiento científico y  tecnológico a favor del desarrollo económico de México y la mejora  del bienestar social de sus ciudadanos. En  resumen, el principal problema de México  al comienzo del sexenio pasado seguía siendo la desarticulación del sistema y  la falta de interacciones entre los actores de la I+D y la innovación. Sin  embargo, la ausencia de demanda tecnológica y de conocimiento por parte de las  empresas es el problema más grave, porque dificulta que la limitada producción  científico-técnica, que hay que aumentar de manera importante, se oriente no sólo  al mundo académico sino también a satisfacer las necesidad científicas y  tecnológicas de las empresas y de la sociedad.”12 .
Dentro de esta  situación los medios de comunicación cumplen una función esencial: difunden los  avances científicos y consiguen así obtener mayores presupuestos para las  investigaciones desarrolladas en las universidades y en los centros de  investigación. Sin embargo, precisamente a todo lo anterior en México se une la  circunstancia de que los medios de comunicación no llevan a cabo, tanto como  sería deseable, una buena labor de divulgación, por lo que la situación se  acaba agravando. Es decir, si la sociedad no conoce lo que hacen sus  científicos a través de los medios de comunicación, es muy difícil que vayan a  recibir dicha información por otras vías, y por lo tanto tampoco entenderán la  necesidad de financiar investigaciones relevantes, puesto que no tendrán los  datos necesarios para valorarlo correctamente. En concreto Marisa Avogadro  señala:
“El escritor científico Luis Estrada y la  profesora Patricia Magaña, de la UNAM, refieren que los riesgos que amenazan la  labor de la divulgación en los países de América son los siguientes:
1. El primero es que la improvisación tiende a  convertirse en la forma definitiva de trabajar. Muchos creen que cualquiera  puede divulgar la ciencia y que esta labor es esencialmente filantrópica. 
2. Carencia de escuelas y de otros medios de  formación de divulgadores de la ciencia. 
3. Creer que el manejo de un medio de  comunicación es suficiente para hacer la divulgación científica. 
4. Abuso del aspecto lúdico de la comunicación de  la ciencia. Hay actividades, en especial algunas dedicadas a los niños, en las  que, con el pretexto de dar el conocimiento científico como un asunto fácil y  divertido, todo queda reducido a información trivial. 
5. Algo que suele olvidarse es que una de las  características esenciales de la ciencia es el procedimiento empleado para  construirla, un proceso permanente que está siempre sujeto a prueba, tanto en  sí mismo cuanto en sus resultados. 
6. Otro problema es la estrechez del concepto de  cultura en estos países, que, aún habiéndose ampliado últimamente, no comprende  todavía a la ciencia. Uno de los propósitos de la divulgación debe ser corregir  esta situación. 
7. La divulgación de la ciencia que necesitan no  puede ser una copia de la que realizan los países más desarrollados sino una  parte del proyecto educativo de cada nación. 
8. En general, los científicos mexicanos juegan  el papel de comunicadores de la ciencia y se involucran en proyectos de libros,  artículos en revista, asesoran salas de museos o conceden entrevistas. Este  trabajo lo consideran más una labor social a la que destinan generalmente sólo  su escaso tiempo libre, y muchos de ellos piensan que son los únicos capaces de  hablar de ciencia. La tarea de divulgar es vista como algo secundario o menos  valioso, en relación con la investigación". (CALVO HERNANDO; M. 1999:  126/7).” 13. 
Concretamente, según  se señala en la página web del gran divulgador científico Calvo Hernando, las  principales funciones de la divulgación científica serían: 
-Transmite la ciencia “sin dolor”.  -Sitúa a la ciencia como elemento básico de la cultura general. -Establece una  comunicación entre las distintas ramas científicas. -Comunica ciencia, ya que  “la ciencia no está completa hasta que se comunica”14 . 
A pesar de todo lo señalado anteriormente a través de los mencionados  expertos en la divulgación científica, los medios constituyen un elemento  importante en esta estrategia de difusión de la ciencia, pero no son  suficientes por sí mismos. Por ello se necesita abordar el problema de la  dependencia tecnológica desde sus orígenes: La educación Universitaria. 
2. EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS EN  LA RAMA DE BIOMEDICINA: SISTEMAS  BACTERIANOS DE DOS COMPONENTES COMO DIANAS TERAPÉUTICAS 
                                            El  formar a investigadores universitarios con licenciatura, maestría y doctorado  se acaba convirtiendo al final en la única garantía de que se va a producir,  aunque sea mínimamente, un desarrollo científico y tecnológico en el país. Todo  esto teniendo en cuenta que según algunas fuentes sólo dos de cada 100  mexicanos que estudian consiguen llegar a realizar estudios de posgrado15 . Ahora bien, dentro de la  formación universitaria de “científicos”, se hace completamente necesario  señalar cuál sería el modelo educativo más adecuado como para conseguir el  mayor aprovechamiento de los futuros investigadores. Tal y como mencionamos que  señalaba el profesor de Economía de la UNAM, Salvador Medina Ramírez al principio de este apartado, uno de los modelos que se considera como  adecuado para desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje en las ciencias  es el de educación por competencias. 
                                            Pero,  ¿qué es la educación por competencias?. En los últimos años parece que el  concepto se ha puesto de moda, situándose para algunos como la clave para  conseguir una “educación perfecta”, es decir, el proceso ideal mediante el cual  el alumno aprende de manera efectiva. Existen cientos de libros que abordan  este modelo educativo, algunos de ellos ciertamente brillantes 16, así como abundantes artículos académicos que sacan a la luz sus  bondades. Dicho lo anterior, antes de comenzar a explicar el término y todo lo  que tiene que ver con él y que nos ha servido en esta investigación, se hace  necesario destacar y dejar claro que la educación no es un proceso que se logre  mediante recetas mágicas: No existen modelos perfectos que consigan que los  estudiantes aprendan grandes cantidades de conocimientos así como su aplicación  práctica, en muy poco tiempo y divirtiéndose. Los procesos educativos, los que  realmente favorecen un aprendizaje duradero y eficaz, suelen ser lentos y  requieren de grandes dosis de esfuerzo, tanto por parte del maestro como por  parte del alumno. Sin embargo, existen un elemento necesario en todo proceso de  enseñanza-aprendizaje que permite que el estudiante se esfuerce y disfrute a la  vez, sin darse cuenta y de un modo divertido para él: este elemento es el  interés. 
                                            Muchos  maestros dirán que éste sólo se consigue utilizando la empatía, comprendiendo  al alumno, poniéndose en su lugar, entendiendo cuáles son sus necesidades, sus  circunstancias, problemáticas, condicionantes y deseos. Habrá otros profesores  que consideren que en realidad el interés sólo se despierta llevando a cabo  actividades entretenidas en durante las clases, haciendo que los alumnos se  rían, compartiendo anécdotas con ellos y consiguiendo que así el ambiente de  clase sea distendido y que por lo tanto el alumno se relaje hasta el punto de  que perciba la materia como diversión 17. Independientemente de  si alguno de estos grupos de maestros (que todos conocemos) tuviesen razón en  sus planteamientos lo cierto es que el interés es algo personal que está  completamente vinculado a los gustos de cada uno: como personas individuales e  incluso como “animales” sociales. Por lo tanto, una parte importante del  interés depende del alumno, de aquello por lo que siente curiosidad, atracción,  aquello que inicialmente le gusta. Aquí entraría en acción el tan popular  aprendizaje significativo, es decir, el vínculo que se establece entre lo que  ya sabemos y el nuevo conocimiento que aprendemos, y que permite “absorber” de  modo natural lo que nos explican. 
                                            A la  vez, existe la posibilidad de despertar el interés del alumno a través de algo  que los seres humanos llevamos haciendo desde nuestro origen como especie y que  nos ha permitido desarrollar una buena parte de nuestro conocimiento como tal:  la práctica. Desde el origen de la humanidad los hombres y mujeres hemos  aprendido a través del descubrimiento, mediante el tan básico concepto del  ensayo y el error. Es decir, la puesta en práctica de “algo” nos permite  aprender a hacerlo. De ahí surge precisamente el tan famoso refrán el movimiento se aprende andando. Esto,  que pudiera parecer en un principio contradictorio, es quizás la forma de  aprender más natural que posee el ser humano, y que, la que normalmente menos  se suele utilizar en las aulas por un motivo muy obvio: no todo el conocimiento  teórico (obviamente necesario para poder entender los procesos desarrollados en  la práctica) puede ser puesto en práctica. Ejemplos tan obvios como el  aprendizaje de la historia o las matemáticas (complejas, más allá de sumas y  restas), obligan a entender que no todas las materias se prestan para su  aplicación práctica 18. Sin embargo, existen  ciertas materias cuyo aprendizaje exige necesariamente la puesta en práctica de  determinados conocimientos, que suelen ser conocidos en muchas disciplinas como  “técnicas”, cuya aplicación nos permite precisamente llegar a dominar la  disciplina en cuestión hasta grados realmente muy avanzados. Y aquí es donde  adquiere gran importancia el concepto de competencias en el proceso de enseñanza-aprendizaje  en la biología o incluso en las ciencias biomédicas. 
                                            Tal y  como indica la Dra. Guerrero Verano en su artículo del 2010 Educación superior basada en Competencias, el proceso  globalizador actual ha provocado una serie de cambios que hacen necesario que  la universidad se plantee los contenidos y los modos de enseñanza de los  mismos, así como su aplicación práctica: 
  “… La creación y  consolidación de la sociedad del conocimiento, la internacionalización de la  economía, el crecimiento de la pobreza, el aumento del desempleo y la búsqueda  de la convivencia y de la paz son importantes retos actuales y del futuro para  la educación superior y para los docentes. Es por ello que las universidad  requieren transformarse, resignificando sus procesos administrativos y  académicos en busca de la calidad. En los últimos años, los sistemas educativos  han sido objetos de presiones por parte de la sociedad, en sus diversos  contextos. Las tendencias internacionales han detectado que existe la necesidad  de que alumnos y trabajadores cuenten con ciertas habilidades básicas, por lo  que es necesario transformar los sistemas educativos a fin de adecuarlos a las  demandas del mundo globalizado. La razón de ser de las instituciones de  educación, sea del nivel que sea, pero primordialmente en el nivel superior, es  dotar de conocimientos suficientes a los estudiantes, prepararlos lo mejor  posible a fin de que su desempeño en la vida y en el mercado laboral sea  eficiente. La educación en general ha sufrido una serie de reajustes, en todo  el mundo, sin embargo, es más notorio en la educación superior debido a la  necesidad de que los alumnos egresen con determinadas características para que  se inserten en un ámbito laboral competitivo. Surgen así “nuevas necesidades y  exigencias relativas a las competencias y conocimientos de los hombres y  mujeres para insertarse activamente en el mundo laboral. Las crisis económicas  recurrentes y la dificultad de contar con escenarios estables de crecimiento  económico a mediano y largo plazos, representa uno de los mayores retos para  los procesos de planeación del sistema de educación superior. Las universidades  deben enfrentar este reto desde diversos ángulos, esto con la finalidad de  proporcionar a los estudiantes de las herramientas necesarias para su futura  inserción en el mercado laboral, un mercado cada vez más competitivo, en un  mundo donde se han traspasado fronteras…”.19  
              Por todo lo anterior  parece que la educación por competencias surge como una especie de necesidad de  la sociedad actual, tal cual sigue señalando la autora: 
  “…En  las últimas décadas del siglo XX se ha intentado implementar un modelo  educativo distinto al tradicional, conocido como “modelo de educación basada en  competencias”… es una respuesta a las necesidades laborales que origina la  sociedad del conocimiento o de la información, con lo que se crea un vínculo  entre el sector laboral y el sector educativo. Esta vinculación entre el sector  laboral y el sector productivo ha permitido que se capte con mayor claridad las  necesidades reales de la sociedad, permitiendo de esta manera la búsqueda de  soluciones a los problemas que se presentan tanto en la sociedad como en el  sector productivo, redefiniendo las políticas educativas. A partir de la década  de los noventa, se comenzaron a implementar programas educativos en los  diferentes niveles de la educación en México que permitiera dotar a los  estudiantes de ciertos conocimientos y  habilidades considerados como básicos para su desarrollo posterior; de tal  manera que, entre otras acciones, se iniciaron los rediseños de los currículos  de la educación básica, la educación media superior y la educación superior,  incorporando en ellos un relativamente reciente modelo educativo, el ya  mencionado modelo de educación basada en competencias”…”20 . 
                                            Así, las competencias  que básicamente son conocimientos, habilidades y actitudes que los alumnos  deben tener para poder desarrollar su actividad 21,  son de algún modo impuestas por el ámbito laboral:
  “Contrario  a lo que pudiera pensarse, porque en la actualidad se le está dando cada vez  mayor importancia en el ámbito educativo, el enfoque por competencias tiene su  origen en el ámbito productivo, debido a la necesidad de los sectores  productivos de contar con personal lo suficientemente capacitado como para  desempeñar las labores específicas para el mejor desarrollo del proceso  productivo. Es así que esta necesidad del sector productivo se traslada al  ámbito educativo, a fin de resolverla a través de una preparación a los  alumnos, más enfocada al logro de sus objetivos… Yolanda Argudín señala que el  concepto de competencias en la educación significa básicamente “saberes de  ejecución”… Agrega que Chomsky las definió como la capacidad y disposición para  el desempeño y para la interpretación. Manifiesta que una competencia en la  educación, es una convergencia de los comportamientos sociales, afectivos y las  habilidades cognoscitivas, psicológicas y sensoriales y motoras que permiten  llevar a cabo adecuadamente un papel, un desempeño, una tarea o una actividad”22 . 
                                            Si nos centramos en los  tipos de competencias que se manejan más frecuentemente en la educación,  tenemos que: 
  “… Magda Cejas señala que la  mediante una combinación de aplicación de conocimientos, habilidades o  destrezas en la realización de un trabajo, se pueden expresar: -El saber. -El  saber hacer. -El saber ser. De tal manera que se llega a las siguientes  consideraciones: -La formación por competencia debe ir más allá de transmitir saberes  y destrezas manuales. -Debe buscar incrementar la capacidad de las personas. -Aspectos  culturales, sociales y actitudinales. De acuerdo con el Estudio de Análisis  Ocupacional (EAO) realizado por el Consejo de Normalización y Certificación de  Competencia Laboral (CONOCER), existen tres tipos de competencias: 1. Competencias básicas.  Describen los comportamientos elementales que  deberán mostrar los trabajadores y que están asociados a conocimientos de  índole formativa (lectura, redacción, aritmética, matemática y comunicación  oral) 2. Competencias genéricas. Describen los comportamientos asociados con desempeños comunes a diversas  ocupaciones, como son la habilidad de analizar, interpretar organizar,  negociar, investigar, enseñar, entrenar, planear, entre otros. 3. Competencias técnicas. Describen los  comportamientos asociados con conocimientos de índole técnica vinculados a una  cierta función productiva. Las competencias básicas son aquellos aprendizaje  que todo individuo debería tener una vez finalizada su educación obligatoria;  lo que constituiría el eje de su formación posterior… La nueva educación debe ser  orientada bajo cuatro aprendizajes fundamentales: -Aprender a conocer.  -Aprender a hacer. -Aprender a vivir. -Aprender a ser” 23.  
                                            Después de todo lo  señalado previamente queda claro que por competencias entendemos conocimientos,  habilidades y valores que “se construyen durante el proceso del aprendizaje y  que a la vez son el resultado del mismo”24 . 
                                            Estas competencias van  vinculadas a los tipos de conocimientos que se suelen manejar en educación:  Conceptuales, procedimentales y actitudinales. Las competencias que se  pretendían conseguir en los estudiantes durante el desarrollo del proyecto de  ciencias biomédicas “Sistemas Bacterianos de dos componentes como Dianas  Terapéuticas” se inscriben básicamente en la categoría de Competencias técnicas  (o científico-técnicas), y de manera específica se refieren a conocimientos  procedimentales a implementar durante la práctica. Estos procedimientos son tan  específicos en el proyecto a desarrollar que como consecuencia las competencias  conseguidas durante el mismo darían lugar a una “especialización” de tal grado  que convierten al estudiante, una vez concluida su licenciatura, en un elemento  perfecto para la investigación y la realización de estudios de maestría,  doctorado, y posteriormente posdoctorado como fase final en su proceso de  formación como “capital intelectual” para el país. Y es que, en los últimos  niveles de especialización estaría ya en la posición de producir “tecnología” y  desarrollar patentes netamente mexicanas. Todo ello constituye el primer paso  para superar la dependencia tecnológica del país, y si bien los resultados no  son inmediatos, sí aseguran la iniciación de un proceso adecuado. 
                                            Las competencias más  genéricas son manejadas de forma exhaustiva por varios autores e incluso por  instituciones universitarias a nivel internacional. En concreto la Universidad  española de Deusto en el País Vasco maneja los siguientes tipos de competencias  genéricas:
  -Competencias Genéricas Instrumentales: Competencia  de Pensamiento Analítico, Competencia de Pensamiento Sistémico, Competencia de  Pensamiento Crítico, Competencias de Pensamiento Creativo, Competencias de  Pensamiento Reflexivo, Competencia de Pensamiento Lógico, Competencia de  Pensamiento Analógico, Competencia de Pensamiento Práctico, Competencia de  Pensamiento Deliberativo, Competencia de Pensamiento Colegiado, Competencia de  Gestión del Tiempo, Competencia de Resolución de Problemas, Competencia de Toma  de Decisión, Competencia de Orientación al Aprendizaje, Competencia de  Planificación, Competencia de Uso de las TIC, Competencia de Gestión de Bases  de Datos, Competencia de Comunicación Verbal, Competencia de Comunicación  Escrita y Competencia de Comunicación en Lengua Extranjera. 
  -Competencias Genéricas Interpersonales: Competencia de  Automotivación, Competencia de Diversidad e Interculturalidad, Competencia de Adaptación  al Entorno, Competencia de Sentido Ético, Competencia de Comunicación  Interpersonal, Competencia de Trabajo en Equipo y Competencia de Tratamiento de  Conflictos y Negociación. 
  -Competencias Genéricas Sistémicas: Competencia  de Creatividad, Competencia de Espíritu Emprendedor, Competencia de Innovación,  Competencia de Gestión por Objetivos, Competencia de Gestión de Proyectos,  Competencia en Orientación a la Calidad, Competencia en Orientación al Logro y  Competencia en Liderazgo25 . 
                                            Sin embargo, en lo que  se refiere al proyecto de investigación en el área biomédica que aquí se  presenta, las competencias pretendidas son muy específicas y propias de dicha  investigación, que no necesariamente son incompatibles con otras áreas, pero  que ciertamente convertirían al alumno en un experto preparado para afrontar  actividades de investigación tanto en el ámbito laboral como para continuar  estudios de maestría y de doctorado. 
                                            Haciendo referencia al  proyecto en particular, “Sistemas Bacterianos de Dos Componentes como Dianas  Terapéuticas”, es importante señalar el marco teórico en el que dicha  investigación se sitúa: La presencia cada vez más numerosa,  de cepas bacterianas patógenas (y por tanto relevantes  agentes causales de enfermedades infecciosas) resistentes a múltiples  antibióticos26 ,  plantea la necesidad de buscar novedosos  antibióticos, y con ello, el explorar nuevos blancos de acción para estos  antibióticos. Las bacterias deben ser capaces de responder rápida y  eficientemente a los cambios constantes que ocurren en su ambiente, esta  respuesta determina la adaptación y sobrevivencia de poblaciones bacterianas.  Al igual que otros organismos, las bacterias utilizan la transducción de  señales como mecanismo de detección de señales ambientales  y generación de respuestas específicas a la  señal ambiental. Los sistemas de transducción de señales de dos componentes  (SDC), son ampliamente distribuidos y prevalentes en las bacterias como  principal mecanismo de transducción de señales 27. 
                                            Un sistema de dos  componentes (SDC), refiere a la transducción de señales que es mediada por dos  proteínas particulares: una cinasa sensora (CS) y un regulador de respuesta  (RR)28 .  Una cinasa sensora prototipo,  está anclada  a la membrana a través de dos segmentos transmembranales; estos segmentos  transmembranales forman una región que por localizarse en el espacio  periplásmico (en bacterias gramnegativas) se denomina dominio periplásmico, y  el cual generalmente se asocia con la función de detección de una señal  extracelular (que informa sobre una condición específica del entorno en el cual  vive la bacteria). Este dominio periplásmico es seguido (después de la región  transmembranal) de un dominio transmisor citoplásmico el cual se caracteriza  por contener un residuo de histidina altamente conservado que es el sitio de  fosforilación durante su función como cinasa. Por su parte, el regulador de  respuesta es una proteína citosólica que posee en su extremo amino un dominio  receptor con un residuo de aspartato altamente conservado (funciona como el  sitio aceptor del grupo fosfato); y contiene en su extremo carboxilo un dominio  de respuesta. Este dominio de respuesta es el que realiza una función efectora  y por lo tanto genera una respuesta al estímulo recibido por la cinasa sensora.  La transducción de señales realizada por los SDC, implica la comunicación entre  la cinasa sensora y el regulador de respuesta a través de eventos de  fosforilación en sus residuos conservados de histidina y aspartato,  respectivamente29 .  La fosforilación ocurrirá sólo cuando la cinasa sensora reciba al estímulo en  su dominio sensor. De esta manera un estímulo o señal extracelular  (generalmente) será recibido por la cinasa sensora, la cual se activará como cinasa,  se autofosforilará y transfosforilará a la proteína reguladora de respuesta que  entonces activará su función efectora, que generalmente es la de regular la  expresión génica, debido a la capacidad del dominio de respuesta de unirse a  secuencias específicas del genoma de la bacteria, y de esta manera indicar a la  maquinaria transcripcional que genes deben ser usados como moldes para generar  moléculas de ARN mensajero (que posteriormente sean traducidos a  proteínas),  es decir, funciona como  regulador transcripcional. 
                                            A través de los SDC,  las bacterias responden eficaz y rápidamente a un gran número  de señales de su ambiente; permiten la  generación de respuestas adaptativas adecuadas a los estímulos de su ambiente.  Estos sistemas de transducción de señales, se involucran en una enorme cantidad  de procesos fisiológicos fundamentales 30,  como la regulación del metabolismo 31,  así como en procesos más especializados32 ,  tales como el control de la virulencia 33. 
                                            Tomando en  consideración el papel que juegan los SDC en la adaptación y sobrevivencia  de especies bacterianas, la amplia  distribución y diversidad de SDCs en bacterias, el empleo de los SDC en el  control de la expresión de factores de virulencia y en la resistencia a  antibióticos, y la ausencia de estos sistemas en mamíferos, los SDC se han  propuesto como potenciales blancos de acción para agentes antibióticos 34  35 . 
                                            Un aspecto importante  por considerar en el abordaje de la propuesta de los SDC como dianas  terapéuticas, será el diseñar, desarrollar sistemas reporteros que sean de  fácil y rápida aplicación en la búsqueda extensiva de moléculas capaces de  suprimir la actividad de SDCs. 
                                            Los métodos existentes  de monitoreo de la actividad de los SDC hacen uso de fusiones génicas  transcripcionales que conjuntan secuencias promotoras que sean inducibles por  SDC a secuencias génicas que codifiquen productos proteicos que sean fácilmente  identificables y cuantificables 36. 
                                            En el diseño de  fusiones transcripcionales que nos permitan la evaluación de la actividad de un  SDC específico, de manera eficiente y sencilla, deben seleccionarse secuencias  promotoras de genes claramente regulados por el SDC en cuestión. Por otra  parte, debe conocerse los mecanismos de activación del SDC por estudiar. 
                                            Por tanto, como primera meta para explorar la  propuesta de los SDC como diana terapéutica potencial en el tratamiento de  enfermedades infecciosas de origen bacteriano, será generar una fusión  transcripcional que posteriormente, se valide   como reportero de la actividad de SDCs de forma sencilla y rápida. 
El objetivo de esta investigación es fundamentalmente educativo, ya que se pretende que el alumno obtenga, a través del desarrollo del proyecto de investigación (ampliamente explicado en el apartado anterior) una serie de competencias científico-técnicas muy concretas y que le situarían como un activo importante tanto para las empresas como para el desarrollo académico y tecnológico del país. Así, a continuación se ofrece una lista de competencias científico-técnicas que se sitúan como las deseables a desarrollar en la práctica de la investigación dentro del proyecto aquí presentado:
La hipótesis principal de la que parte esta investigación desde el punto de vista educativo es que es posible que estudiantes de licenciatura del área de ciencias químico-biológicas puedan desarrollar competencias científico-técnicas de carácter general y particular, a través de su participación directa en el desarrollo de proyectos específicos dentro de sub-áreas de las ciencias químico-biológicas como en este caso particular “Sistemas bacterianos de dos componentes como dianas terapéuticas” dentro del área de ciencias biomédicas.
La investigación aquí presentada  desde el punto de vista educativo se desarrolló durante el proceso de  elaboración de las tesis de licenciatura 38 de varios estudiantes de las Licenciaturas de Química, Biología y  Químico-Farmacéutico-Biólogo. Las tres tesis se están llevando a cabo en el  marco de dicho proyecto y por lo tanto parten de la metodología y técnicas  específicas contempladas en el proyecto de investigación. Desde el punto de  vista educativo el desarrollo de las competencias indicadas previamente se  produce durante la elaboración de un proyecto de investigación científico,  cuyos pasos, secuenciación, metodología y estructura, necesitan de la  adquisición de dichas competencias. Es decir, si no se adquiere alguna de las  competencias previamente señaladas el proyecto de investigación no se puede  desarrollar. Para ser más específicos, podemos incidir en el hecho de que la  evaluación de la adquisición de dichas competencias se produce de modo  automático en el desarrollo y puesta en práctica del proyecto de investigación. 
                                            Cuando hablamos de la adquisición  de competencias dentro de un proyecto concreto que las necesita como base para  su puesta en práctica y término, estamos asumiendo que el proceso de evaluación  de la adquisición de dichas competencias va incluido en el propio desarrollo de  dicho proyecto. Así, en nuestro caso específico, la metodología seguida (atendiendo  al punto de vista educativo del análisis de competencias) ha tenido dos fases:
                                            -1°) Identificación de todas las  competencias necesarias para la puesta en práctica de la investigación. 
                                            -2°) Desarrollo del proyecto de  investigación, durante el cual el estudiante pone en práctica de manera  constante todas las competencias científico-técnicas pretendidas, ya sean  generales o específicas. 
                                            Hay que tener en cuenta que si el  estudiante en algún momento no adquiriese alguna de las competencias  contempladas, la investigación no podría ser desarrollada. Es decir, en el  proyecto de investigación “Sistemas de dos componente como dianas terapéuticas”  la adquisición de las competencias científico-técnicas es una necesidad para  los propios estudiantes sin la cual no pueden avanzar en el desarrollo de dicha  investigación. Es más, al hablar de un número tan abultado de competencias  científico-técnicas necesarias estamos contemplando un proceso de enseñanza  aprendizaje realmente extenso en tiempo y en ejercicios prácticos previos  necesarios, tanto para adquirir dicha competencia, como para ponerla en  práctica en la investigación. 
                                            Así, el éxito de esta formación  en competencias científico-técnicas se aprecia en realidad en cuanto se  finaliza el proyecto de investigación del área biomédica y comenzamos a obtener  los primeros resultados desde el punto de vista científico. Por ello la  obtención de resultado específicos dentro del proyecto de investigación  “Sistemas de dos componentes como dianas terapéuticas” supone a la vez la  verificación de la obtención de todas las competencias señaladas previamente  desde el punto de vista educativo.
A continuación se expone, a  través de una tabla de elaboración propia, una lista completa de competencias  obtenidas en alguna de las dos fases principales de la investigación: la  preparación previa (donde se llevan a cabo todos los ensayos previos necesarios  para desarrollar la investigación) y la investigación propiamente dicha (donde  los estudiantes ponen en práctica las competencias necesarias para el correcto  desarrollo del proyecto de investigación mencionado). 
                                            Todas las competencias han sido adquiridas  durante el proceso de desarrollo del proyecto de investigación aquí presentado.  Sin embargo, su adquisición no ha sido inmediata sino que ha requerido de un  proceso de: enseñanza, puesta en práctica a través de ensayos, y desarrollo en  el mismo proyecto. Así, tal y como se ha indicado en la tabla anterior, se ha  podido comprobar que para los estudiantes existen ciertas competencias cuya  adquisición resulta más sencilla que otras. Las competencias  científico-técnicas que suelen requerir de mayor tiempo de ensayos y prácticas  para su dominio suelen ser aquellas cuyo proceso de aplicación práctica  requiere del dominio de conocimientos básicos previos. Al final, por lo tanto,  nos enfrentamos a un proceso de aprendizaje de conocimientos y procesos  acumulativos en cierta medida, cuyo éxito radica precisamente en la correcta  “acumulación” y asimilación de los mismos.
La sociedad actual está inmersa  en un complejo proceso de adaptación a las nuevas formas dominantes de  “funcionamiento global” que en muchas ocasiones están vinculadas a las reglas  del orden económico internacional y a la llamada “lógica de los mercados”. Así,  las empresas entran en una fiebre de la eficiencia y, tratando de generar los  mayores beneficios ofreciendo los mejores productos, acaban demandando  profesionales igualmente eficientes, formados en habilidades muy específicas  que los permitan destacar por encima del resto. De este modo se marcan las  diferencias entre unas empresas y otras, e incluso entre unos países y otros.  Es decir, la eficiencia en el funcionamiento de las empresas acaba determinando  lo “competitivos” (en términos de mercado) que son los países en los que se  instalan. Pero, ¿cómo puede ser competitivo un país en el mercado global de la  deslocalización y la externalización de costos y servicios?. En realidad, el  único activo real que puede tener un país que permita diferenciarlo del resto  es su capital humano: la formación de sus trabajadores y todos los recursos  derivados que ellos generan. 
                                            Sólo hay que fijarse en dónde se  sitúan las mejores universidades del mundo para saber a la vez en qué países se  acumula el mayor desarrollo económico y a la vez intelectual y social. Por lo  tanto el generar conocimiento propio parece que se sitúa como uno de los  mayores anhelos de los países en vías de desarrollo, ya que esto se puede  transformar de forma relativamente sencilla en tecnología propia, y esta a su  vez en recursos económicos derivados de las patentes y de la exportación y  venta de dicha tecnología. A la vez, los países que no consigan desarrollar  dicha tecnología se verán abocados a una dependencia tecnológica que será más  extrema cuando peor sea la situación económica del país, casi igualando la  fórmula que equipara pobreza con bajo desarrollo científico y por lo tanto bajo  desarrollo económico del país. 
                                            Existen ejemplos recientes de  países que, conscientes de esta situación apostaron por la única garantía  cierta de futuro: la formación de “sus hijos”. Después de varias décadas dichos  países son hoy en día los “números 1” de las encuestas PISA que evalúan el  nivel educativo de los estados desarrollados, y, curiosamente, también están en  los primeros puestos de los económicamente más “potentes” del mundo. Ejemplos  como Finlandia o Korea sirven perfectamente para ilustrar cómo en treinta o  cuarenta años un país puede pasar de la “pobreza” (o las vías de desarrollo) a  situarse en “el primer mundo”, apostando por la formación intelectual y el  desarrollo tecnológico como un binomio necesariamente inseparable. 
                                            El caso de formación por competencias  que aquí se presenta se sitúa precisamente en una de las áreas científicas que  más ha evolucionado en los últimos años y que más perspectivas de desarrollo  tiene para el futuro cercano: el área de la biomedicina, la biología molecular  y la tecnología derivada. Investigaciones que hace diez años parecerían de  ciencia ficción hoy en día se están desarrollando en laboratorios de países que  como México, tiene increíbles posibilidades de crecimiento en el corto plazo.  Así, el modelo educativo que aquí se presenta no sólo es interesante como  alternativa a la educación clásica (formación de clase magistral) que ha  imperado en las universidades de todo el mundo durante muchísimos años, sino  que además  se percibe prometedora por la  posibilidad real de formar a los estudiantes de licenciatura de las áreas  biomédicas en investigadores competentes en áreas clave para el desarrollo  económico de los países en los próximos años. De este modo, México, apostando  por la educación por competencias científico-técnicas en áreas tan prometedoras  como la biomedicina, la biología molecular, podría superar en un futuro cercano  la dependencia tecnológica que sufre con respecto a las grandes potencias,  situándose así entre los países exportadores de tecnología punta.
BIOBLIOGRAFÍA CIENTÍFICA DEL PROYECTO DE  INVESTIGACIÓN EN EL ÁREA DE LA BIOMEDICINA:
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                                            Castellanos Pérez,  Ernesto. Gestión escolar y mejora continua. Revista  Educare, Año 2 No. 4 Abril 2005. Sep. México. 
                                            Collon, Michel. ¡Ojo con los media!. Guipuzcoa, Argitaletxe Hiru, 1995. 
                                            Chomski, Noam y Ramonet, Ignacio. Como nos venden la moto. Barcelona,  Icaria, 1996. Deseantes, José María. La  información como derecho. Madrid, Editora Nacional, 1974. 
                                            De La Herrán Cascón, Agustín y Joaquín  Paredes Labra. Práctica de la enseñanza  en educación infantil, primaria y secundaria. Mcgrawhill. Madrid. 2008. 
                                            Frieden, Jeffry A. Capitalismo global; el  trasfondo económico de la historia del siglo XX. Madrid, 2007. 
                                            Guaqueli, Michel y Françoise (directores). El mecanismo de la persuasión. Bilbao,  Ed. Mensajero, 1976. 
                                            Gomis, Lorenzo. Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente. Barcelona, Paidós  Comunicación, 1981. 
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                                            Human Rights Watch. Ni seguridad, ni derechos. Ejecuciones, desapariciones y torturas en la  “guerra contra el narcotráfico” de México. New  York, Human Rights Watch, 2011. 
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                                            Oviedo Moran, Porfirio. ¿Qué Es La Didáctica? Antología Estrategias  Psicopedagógicas. Centro De Investigación Y Docencia (Cid), México, 2006. 
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                                            Sep. Programa De Educación  Inicial . México. 
                                            Sep. Programa De Educación  Preescolar 2004. México. 
                                            Sep. Programa De Educación  Básica  1993. México. 
                                            Sep. Programa De Educación  Secundaria  Plan De Estudios 2006.  México. 
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                                            Taylor, Peter J. Geografía política; economía  mundo, estado-nación y localidad. Madrid, Trama Editorial, 2002 (2ª  edición). 
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                                            Villa, Aurelio y Manuel Poblete (dir.). Aprendizaje basado en competencias. Una  propuesta para la evaluación de competencias genéricas. Bilbao, Universidad  de Deusto, Ediciones Mensajero, 2007. 
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                                            Wallerstein, Immanuel. Análisis de  sistemas-mundo. Una introducción. Siglo XXI Editories,
2 Entre otros, los siguientes: Bauman, Zygmunt. Globalización. Consecuencias humanas, Fondo de la Cultura Económica, México, 2003. Beck, Ulrich. ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización, Editorial Paidós, Barcelona, 2004. Frieden, Jeffry A. Capitalismo global; el trasfondo económico de la historia del siglo XX. Madrid, 2007 Ortiz, Renato. Mundialización: saberes y creencias, Gedisa Editorial, Barcelona, 2005. Santos, Milton. Por otra globalización. Del pensamiento único a la conciencia universal, Convenio Andrés Bello, Colombia, 2004. Taylor, Peter J. Geografía política; economía mundo, estado-nación y localidad. Madrid, Trama Editorial, 2002 (2ª edición). Wallerstein, Immanuel. Análisis de sistemas-mundo. Una introducción, Siglo XXI Editories, México, 2006.
3 Wallerstein, Immanuel. Análisis de sistemas-mundo. Una introducción, Siglo XXI Editories, México, 2006.
4 Beck, Ulrich. ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización, Editorial Paidós, Barcelona, 2004.
5 Santos, Milton. Por otra globalización. Del pensamiento único a la conciencia universal, Convenio Andrés Bello, Colombia, 2004.
6  Consultar el siguiente  sitio web para obtener las cifras oficiales: 
http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/agenda21spchapter3.htm 
                                                http://www.un.org/es/publications/publipl45.shtml 
                                                http://www.movimiento-cuartomundo.org/Cuanta-gente-pobre-hay.html 
                                                http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/07/24/onu-mas-de-2-mil-200-millones-de-personas-en-el-mundo-son-pobres-4820.html
 7 Consultar el siguiente  sitio web para obtener las cifras oficiales: 
http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/agenda21spchapter3.htm
                                               http://www.un.org/es/publications/publipl45.shtml 
                                                http://quo.mx/noticias/2013/07/10/cuantos-somos-en-el-mundo
                                                http://www.bancomundial.org/odm/pobreza-hambre.html
8  Consultar los siguientes  sitios webs donde aparece una gran cantidad de información sobre la pobreza en  México: 
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/05/18/959942
                                               http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/04/29/la-mitad-de-los-40-millones-de-ninos-y-jovenes-mexicanos-viven-en-pobreza-8902.html
                                                http://www.etcetera.com.mx/articulo/en_pobreza_multidimensional,_46.2&_de_mexico_inegi/17600/ 
http://www.coneval.gob.mx/Medicion/Paginas/Medición/Pobreza%202012/Pobreza-2012.aspx 
                                               http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:sqF-5BVskKIJ:www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/Contenidos/estadisticas/2014/justicia0.pdf+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=mx 
                                               http://www.onu.org.mx/objetivo1.html 
9 Rodríguez Álvarez, Olga Lucía. “La ciudad que hace la maquila: El caso de Ciudad Juárez (México)”. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencia Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. VI, número 119 (53), 1 de agosto de 2002. Consultar en: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn119-53.htm
 10 Medina Ramírez,  Salvador. “La dependencia tecnológica en México”. Economía, Número 330, Octubre de 2004. Disponible:
                                               http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:ohpc5_1FK54J:www.economia.unam.mx/publicaciones/reseconinforma/pdfs/330/07SalvadorMedina.pdf+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=mx
11 Sáenz Menéndez, Luis (coord.). Evaluación de la política de I+D e innovación de México (2001-2006). Informe del Panel Internacional Independiente. Documento Provisional para Debate, 7 de febrero 2007, pp. 5. Disponible en: www.adiat.org/es/documento/18.pdf
12 Sáenz Menéndez, Luis (coord.). Evaluación de la política de I+D e innovación de México (2001-2006). Informe del Panel Internacional Independiente. Documento Provisional para Debate, 7 de febrero 2007, pp. 6.
13 Avogadro, Marisa. “Periodismo científico en México”. Razón y palabra, número 36, diciembre de 2003. Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/comunicarte/2003/diciembre.html
14 Calvo Hernando, Manuel. “Ciencia y periodismo científico en Iberoamérica”. II Congreso Iberoamericano de Comunicación y I Reunión Iberoamericana de Radios Universitarias, Granada, 2005. Consultar el siguiente enlace web: http://www.manuelcalvohernando.es/articulo.php?id=38
15  Consultar los siguientes  documentales: 
                                                Rulfo, Juan Carlos. De  panzazo. México, 2012. Disponible en el siguiente enlace web: https://www.youtube.com/watch?v=0WDXNqH3JR8&hd=1
                                                SNTE . El afán  educativo. México, 2012. Disponible en el siguiente enlace web:https://www.youtube.com/watch?v=FcZEPVRClsY&hd=1 
                                                Doin, German. La  educación prohibida. Argentina, 2012. Disponible en el siguiente enlace  web: 
https://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc&hd=1
16  Argudín Vázquez,  Yolanda. Educación basada en  competencias: Nociones y antecedentes. Sevilla, Editorial MAD, 2007. 
                                                Se pueden encontrar  artículos de la autora donde resumen el contenido del libro en los siguientes  enlaces web:
http://educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/19/argudin.html 
                                                http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:eNpXMlICFRwJ:www.uv.mx/dgdaie/files/2013/09/Argudin-Educacion_basada_en_competencias.pdf+&cd=5&hl=es-419&ct=clnk&gl=mx&client=opera
17  Consultar los siguientes  libros y programas educativos: 
                                                Arredondo Galván, Víctor  Martiniano. Didáctica General: Manual  Introductorio. Editorial Limusa. México, . 
                                                Gutierrez  Ángeles, Ofelia. Enfoques y modelos  educativos centrados en el aprendizaje. Antología de fundamentos  psicopedagógicos de los enfoques y estrategias centradas en el aprendizaje en  el nivel de educación superior.  30  De Septiembre 2003. México. 
                                                Freire, Paulo. Pedagogía Del Oprimido. Edit. Siglo  XXI. México 1980. 
                                                Oviedo Moran,  Porfirio. ¿Qué Es La Didáctica? Antología  Estrategias Psicopedagógicas. Centro De Investigación Y Docencia (Cid),  México, 2006. 
                                                Joyce, Bruce Et Al. Modelos De Enseñanza. Gedisa Editorial.  1999. 
                                                Villalobos Pérez-Cortés,  Elvia Marveya. Didáctica Integrativa y el  proceso de aprendizaje. México DF, Ed. Trillas, . 
                                                Sep. Programa  De Educación Inicial . México. 
                                                Sep. Programa  De Educación Preescolar 2004. México. 
                                                Sep. Programa  De Educación Básica  1993. México. 
                                                Sep. Programa  De Educación Secundaria  Plan De Estudios  2006. México. 
                                                Sech. Gobierno  Del Estado. Programa Estatal De Fortalecimiento De La Educación Especial Y De  La Integración Educativa, 2005 – 2010. Chihuahua, México;  Tomaschewski, K. Didáctica General. Editorial Grijalbo. México. 1966.
18  Doin, German. La educación prohibida. Argentina, 2012.  Disponible en el siguiente enlace web: 
                                               https://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc&hd=1
19  Guerrero Verano, Martha  Guadalupe. “Educación superior basada en Competencias”. CINTEOTL, Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades  (Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo), No. 11, Mayo-Agosto de 2010,  pp. 4,5.. Disponible en el siguiente enlace web:
                                               http://www.uaeh.edu.mx/campus/icshu/revista/revista_num11_10/articulos/EDUCACION_competencias.swf
20 Ibídem.
21 Consultar: Villa, Aurelio y Manuel Poblete (dir.). Aprendizaje basado en competencias. Una propuesta para la evaluación de competencias genéricas. Bilbao, Universidad de Deusto, Ediciones Mensajero, 2007.
22  Guerrero Verano, Martha  Guadalupe. “Educación superior basada en Competencias”. CINTEOTL, Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades  (Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo), No. 11, Mayo-Agosto de 2010,  pp. 5, 6. Disponible en el siguiente enlace web:
                                              http://www.uaeh.edu.mx/campus/icshu/revista/revista_num11_10/articulos/EDUCACION_competencias.swf
23 Ibídem
24 Ibídem.
25 Villa, Aurelio y Manuel Poblete (dir.). Aprendizaje basado en competencias. Una propuesta para la evaluación de competencias genéricas. Bilbao, Universidad de Deusto, Ediciones Mensajero, 2007, pp. 5,6.
26 Fair, R.J., y Tor, Y. “Antibiotics and bacterial resistance in the 21st century”. Perspect Medicin Chem 28, 2014, pp. 25-64.
27 Hoch, J. A. “Two-component and phosphorelay signal transduction”. Curr Opin Microbiol 3, 2000, pp.165-70.
28 Stock, A. M., V. L. Robinson, y P. N. Goudreau. “Two-component signal transduction”. Annu Rev Biochem, 69, 2000, pp. 183-215.
29 West, A.H., y Stock A.M. “Histidine kinases and response regulator proteins in two-component signaling systems”. Trends Biochem Sci, 26, 2001, pp. 369-76.
30 Quon, K. C., G. T. Marczynski, y L. Shapiro. “Cell cycle control by an essential bacterial two-component signal transduction protein”. Cell, 84, 1996, pp.83-93.
31 Georgellis, D., O. Kwon, and E. C. Lin. “Quinones as the redox signal for the arc two-component system of bacteria”. Science, 292, 2001, pp 2314-6.
32 Raivio, T. L., y T. J. Silhavy. “Transduction of envelope stress in Escherichia coli by the Cpx two-component system”. J Bacteriol, 179, 1997, pp. 7724-33.
33 Gooderham, W.J. y Hancock, R.E. “Regulation of virulence and antibiotic resistance by two-component regulatory systems in Pseudomonas aeruginosa” FEMS Microbiol Rev. 33, 2009, pp. 279-94.
34 Gotoh, Y., Eguchi, Y., Watanabe, T., Okamoto, S., Doi, A., y Utsumi, R., “Two-component signal transduction as potential drug targets in pathogenic bacteria”. Curr Opin Microbiol, 13, 2010, pp. 232-9.
35 Roy, V., B. L. Adams, y W. E. Bentley. “Developing next generation antimicrobials by intercepting AI-2 mediated quorum sensing”. Enzyme Microb Technol, 49, 2011, pp. 113-23.
36 Shuman, H. A., y Silhavy, T. J. “The art and design of genetic screen: Escherichia coli”. Nature Reviews Genetics, 4, 2003, pp. 419.431.
37 Tabla de elaboración propia.
38 Ninguna de las tesis ha sido concluida, las tres se encuentran en desarrollo.