Contribuciones a las Ciencias Sociales
Abril 2012

SEGREGACIÓN SOCIOURBANA Y ESPACIOS DE SOCIALIZACIÓN

Leonel Farías (CV)
leofarmol22-5@hotmail.com
Escuela Superior de Informática en la ciudad de Montevideo

RESUMEN

El fenómeno de la segregación espacial y las formas de sociabilidad que se generan en estos espacios constituyen un abordaje complejo.
En el presente trabajo no pretendo hacer un desarrollo exhaustivo, aunque si se tomarán en cuenta varios autores y su referencia al mismo, como forma de ejercer un anclaje teórico que me permita integrar varios aspectos en una misma temática, como lo es el caso de la hibridación cultural, concepto manejado por García Canclini, un concepto que nos debería llevar a comprender la heterogeneidad cultural sin caer en una actitud etnocentrista y de exclusión, algo que no ocurre en la realidad, y a su vez se tomará como núcleo de análisis la fragmentación y la distancia social entre los diversos grupos llevando a una privatización del espacio y a conformar nuevas formas de vínculos sociales.

PALABRAS CLAVES: Segregación, socialización, privatización, estigmatización, hibridación cultural.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Farías, L.: "Segregación sociourbana y espacios de socialización", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, abril 2012, www.eumed.net/rev/cccss/20/

DESARROLLO

En los primeros años del siglo XX, el fuerte proceso de industrialización contenido de una escasez estructural de fuerza de trabajo al no reunir las condiciones demandadas por la estructura social, y además, contenido de una abundancia de capitales,  hizo que se diera un éxodo masivo de inmigrantes del viejo continente europeo 1, de las zonas mas pobres. Estos inmigrantes se concentraron en los espacios urbanos mas industrializados como Chicago o Nueva York, creándose de esta manera los denominados “guetos de la miseria” 2, estos implican conglomerados o universos sociales conformados por valores bien diferentes a los de la cultura dominante, y a veces, generando conflicto entre ellos, dándose situaciones de resistencia o malestar entre los grupos, provocando una desorganización social.
Este contexto propició una serie de problemáticas respecto al orden social; es decir, ¿cómo lograr un marco de integración de un universo social tan heterogéneo en un modelo de sociedad capitalista? Por tanto, aquí vemos la necesidad de que estos grupos tan heterogéneos y conflictivos entre sí encuentren un modo de vivir en común, y además, fusionarse entre ellos para crear una nueva sociedad, un nuevo estilo de vida, aludiendo de esta manera a lo que García Canclini denomina como “hibridación cultural”.Aquí se visualiza claramente la cultura popular organizada entorno a un escenario de lucha con los valores dominantes. El término “hibridación” refiere a la unión de diferentes prácticas sociales que luego dan origen a algo mas homogéneo, “algo nuevo”, como se planteó anteriormente.
Muchas veces el imaginario colectivo tiende a ver las culturas de América como aisladas de las europeas, y esto evidentemente constituye un error, debido al contexto histórico mencionado, por tanto, no existen identidades puras o absolutas.
García Canclini plantea en su obra “Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad”, lo moderno como opuesto a lo tradicional en un determinado momento histórico, lo primero reservado para la élite, es decir, el grupo hegemónico, y lo tradicional considerado como popular, subalterno y excluido, pero el concepto de lo popular no ha sido estático, sino una construcción social que se ha transformado y retransformado significativamente, pues lo que antes se consideraba popular, en la actualidad puede ser visto como “culto” o relacionado con la cultura hegemónica.
Las sociedades a las que hice referencia a lo largo del trabajo, es decir, aquellas donde se dan la heterogeneidad y el conflicto, se consideran sociedades interculturales, ya que si bien persiste una diversidad cultural, su legado o identidad como cultura no es considerado, no habiendo un respeto hacia el pasado cultural, produciéndose así conductas de tipo desviadas como sinónimo de desintegración, haciendo problemática la adaptación en términos parsonianos, y provocando la disgregación o segregación social.
Encontrar un modo de vida en común como dice Pavarini ha quedado en un sueño americano, ya que los diversos estilos de vida y la diversidad cultural ha provocado y provoca altos niveles de marginación, considerando al “otro” como un outsider.
La modernidad entonces, permanece frágil, pues las grandes instituciones sociales como la familia al ser un agente socializador primario, o la escuela vista por Foucault como institución de encierro para evitar el contacto con una realidad peligrosa, que se esperaba integrarían a la sociedad otorgándoles una identidad colectiva incluyendo a la cultura popular, se ha vuelto debilitada3 , permaneciendo una gran desigualdad.

Por otro lado, Luis Alberto Quevedo en “Identidades, jóvenes y sociabilidad: una vuelta sobre el lazo social en democracia”4, hace alusión a que las ciencias sociales tienden a centrarse en lo macro estructural y no atienden a los problemas concretos, como es el caso de las segregación en espacios urbanos, pero la que comienza a interesarse por estas problemáticas es la Sociología de Chicago, considerándolos como fenómenos de patología social, por tanto, aquellos que investigaron acerca del fenómeno de la segregación urbana han sido llamados “patólogos sociales”.

Manuel Castells plantea el cambio estructural generado en las sociedades, cambio que modificó los principios de nacionalidad que fueron articuladores de la ciudadanía, rompiéndose así con el orden colectivo de la integración social, tomando como modelo las ciudades abiertas de Europa, pasando entonces de una primacía del espacio público hacia el espacio privado, y al mismo tiempo tomando el modelo norteamericano de las ciudades cerradas, donde radica la fragmentación social y las urbanizaciones privadas. Este fenómeno de privatizar los espacios urbanos, trajo anclado, como consecuencia, un relacionamiento social mas diferencial y sincrónicamente restringido, viéndose afectada así la convivencia social, por lo tanto, se naturaliza la distancia social a través de los espacios de sociabilidad.
Esto ha provocado un crecimiento de la sensación de inseguridad, pero una inseguridad mas profunda que el mero sentimiento de temor a la delincuencia, es decir, lo que J. Borja denomina como “agorafobia urbana”, mas allá de esto, lo que persiste es un sentimiento de desconfianza hacia los propios representantes de la democracia, dándose un declive hacia la legitimidad de las autoridades 5.

En América Latina, los sectores mas excluidos de la economía global son los jóvenes, los sectores populares sufren así un aumento de la inseguridad y de la incertidumbre, ya que al no compartir los valores de la cultura hegemónica son excluidos del sistema, y por consiguiente, sin tener autonomía económica no acceden a los mercados de empleo formal.
Aquí se ve reflejada la contingencia de la modernidad, donde el futuro y el porvenir de estas clases populares se vuelve incierto en un mundo cambiante 6.
Autores como Tocqueville y Quevedo proponen una transformación de cómo entender la democracia,  el primero hace hincapié en fortalecer los lazos sociales7 , es decir, generar mayor participación de todos los sectores y no centralizar el poder en un solo sector, mientras que el segundo autor propone construir una democracia que vea a la diversidad cultural no como una amenaza, rompiendo con la idea de la homogeneidad e institucionalizando el conflicto como una vía hacia el cambio.

Cabe destacar el estudio de la argentina Maristella Svampa respecto a la dualización interna provocada en las clases medias, entre “ganadores” y “perdedores”, quebrándose en los años 80’ y 90’ con el modelo homogeneizante de la integración.
La segregación espacial también se da en clases medias en ascenso (comunicadores, etc.), es decir, en aquellos que se adaptaron a las reglas de un capitalismo dinámico, sabiendo que su propia situación también es dinámica.

Los grupos que antes estaban protegidos por el Estado, ahora están empobrecidos por las reformas del Estado neo-liberal, en palabras de Robert Castel subyacen la movilidad social descendente, y además, las contradicciones y el doble discurso del liberalismo actual8 .
Svampa alude a la existencia de una brecha entre los que se adaptaron a los cambios tecnológicos y aquellos que quedaron descalificados, y por ende, segregados del sistema9 , cabe recordar que como se mencionó anteriormente, el no aceptar este tipo de cambios provoca que el futuro y el porvenir de aquellos que no lo aceptan sea incierto y contingente.
Por tanto, la demanda de seguridad justifica la urbanización privada, pues como dice Castel, la propiedad da cierta garantía de seguridad de aquellos aspectos con los que no se esta tan seguro (lo contingente), como puede ser un acto delictivo.
Uno de los casos que propone la investigadora ya mencionada en cuanto a las urbanizaciones privadas, es el de las comunidades cercadas de los countrys recientes, con escasas relaciones de sociabilidad con el mundo exterior, entonces, esto termina por fijarse en una especie de “gueto”, cuya privatización del espacio territorial refleja un contraste con el entorno conformado por barrios sumergidos en contexto crítico, villas miserias, etc.
El problema de la socialización aquí se expresa entonces en la peligrosidad del entorno, lo que para R. Castel serian las clases peligrosas, el vandalismo de los jóvenes adolescentes, pero a su vez, el vandalismo infantil que parece ser mayor en las zonas de los countrys recientes, esto puede darse debido a que los modelos de familia que reciben estos niños están en crisis, es decir, por una falta de control familiar pero también por darles una autonomía sobreprotegida, entre otros factores.
Esta problemática lleva a que se fortalezcan los mecanismos de control sobre niños y adolescentes, brindando las autoridades de estos espacios urbanos las posibilidades de integración social de las que antes se encargaban las instituciones educativas y los espacios públicos en el marco de la modernidad, donde la integración era homogeneizadora, pero lo que se pretende aquí es integrar tomando en cuenta las diversidades culturales, y este es el punto mas complejo, integrar lo deshomogéneo, por encima de las diferencias. Entonces, las urbanizaciones privadas requieren de nuevas formas de sociabilidad.
Volviendo a la segregación espacial que se comienza a producir como ya se ha dicho, en las clases medias en ascenso según pudo afirmar la investigadora argentina, hay que decir que hay una participación en la expansión de la globalización económica como consecuencias que dejó la propia Revolución Industrial, y a su vez, una globalización cultural, donde según Quevedo, los vínculos y las relaciones sociales se intensifican debido al aumento de los accesos a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, pero cabe aclarar que se intensifican de manera privada o individualista, “puertas adentro”, generándose así una proliferación de las identidades posibles construidas a través de lo simbólico que circula en los mas media, pues la sociedad se vuelve vulnerable ante las nuevas inseguridades del espacio público, un espacio que se ha vuelto agresivo, violento e incierto.
La forma de sociabilidad aquí es diferente a como se veía tradicionalmente, promocionada incluso por los medios de comunicación a través de las ficciones costumbristas de la TV, donde se revalorizaban o resignificaban los valores de la familia, la solidaridad barrial, las relaciones “cara a cara”, etc.
Para Quevedo entonces, la sociabilidad se da “puertas adentro” en el espacio privado mediante los consumos tecnológicos, y Svampa plantea que la autonomía “puertas adentro” en los niños no les genera destrezas y competencias que les ayude a ser autónomos en el espacio público donde coexiste la heterogeneidad cultural, por tanto, estas privatizaciones disminuyen los contactos sociales con otros individuos por fuera del ámbito privado10 , es decir, con los considerados “outsiders”.

Según Svampa estamos ante otras formas de sociabilidad que consisten en un espacio común por encima de todas las diferencias internas, relacionando a los “semejantes”, lo que se denomina como red socio-espacial, donde se encuentran barrios privados y diferentes servicios (shoppings, etc), por tanto, esta red va homogeneizando los diferentes circulos sociales, estos valores son naturalizados y reforzados por las instituciones educativas (privadas) ubicadas dentro de dicha red.
Por otra parte, y saliéndonos un momento del contexto latinoamericano, Wacquant hace mención a una “nueva pobreza” (Inglaterra, Francia, Italia, etc.) por las desigualdades urbanas y las nuevas formas de marginalidad socio-económica en Europa, formas donde subyacen componentes étnicos y distintivos creándose procesos de segregación espacial.
Wacquant sostiene en su obra :”Parias urbanos”, que la pobreza europea se esta “norteamericanizando”, debido a la articulación de nuevas formas de exclusión urbana (desempleo de larga duración, empleos precarios, debilidad a la hora de la asistencia pública para disminuir la pobreza, etc.) y la segregación etno-raciales.
El fenómeno de la formación de “guetos” en Gran Bretaña y Francia, por ejemplo, preocupa en la discusión europea, pues estos guetos están conformados por inmigrantes en barrios obreros críticos cuya infraestructura de viviendas (cités) esta reservada para personas con bajos niveles de ingreso en Francia.
El concepto de infraclase, es decir, por debajo de la línea de pobreza, en dicho país se expande debido al desempleo, la discriminación étnica y el deterioro barrial.
Estos grupos residentes en los espacios segregados sufren un fuerte estigma en términos de Goffman, que condena a estos grupos a seguir anclados en su paupérrima situación debido a la violencia socio-económica y simbólica que sufren, y que a su vez, los relega a estar en dicha situación. Este estigma, entonces, se vuelve tan fuerte que afecta inclusive todas las posibilidades de vida social, ya sea a la hora de buscar empleo, etc.
Las “cités” o “guetos” en las zonas urbanas segregadas en Francia son estigmatizadas teniendo una imagen negativa asociada con la delincuencia y la inseguridad 11, lo interesante es que esa estigmatización esta dada tanto por personas residentes como por quienes no viven en ellas.
Esta estigmatización de carácter territorial afecta, a su vez, los espacios de sociabilidad con aquellos individuos mas cercanos, como la policía en este caso, pasibles de modificar su reacción frente a un individuo residente de un “gueto”, o bien en nuestra sociedad, frente a un individuo joven de la subcultura plancha.
Entonces, el pertenecer a un “gueto”, o en el contexto uruguayo, el ser “plancha”, trae anclada una sospecha de desviación y de culpabilidad12
El vivir en un determinado lugar condiciona los vínculos con los “de afuera”, y al mismo tiempo, se considera un estigma como ya se dijo, a la hora de buscar empleo, y por lo tanto, provoca un sentimiento de frustración y desmoralización.
Por último, cabe destacar que en Francia, cuando los jóvenes de los “guetos” pobres salen al exterior y recorren los espacios de sociabilidad de las clases mas altas, comienzan a vivir de alguna forma, una sensación utópica o imaginaria de inclusión, haciendo un manejo del estigma o de la impresión (Goffman).
Pero en EE.UU., el hecho de que el color sea una marca de identidad y un motivo para restringir el libre acceso y uso del espacio público y la interacción, vuelve muy difícil sortear ese estigma, aunque sea temporalmente13 .
Por ende, la distancia social se convierte en un problema clave como consecuencia de la reestructuración de las relaciones sociales, planteándonos como sociedad el desafío de reflexionar y repensar esta cuestión acerca de los límites, las barreras sociales y principalmente, de los vínculos con el otro.-

CONCLUSIÓN

Entender que el núcleo central de análisis del nuevo modelo de sociedad es la dinámica de la fragmentación social me hace pensar en como la sociedad actual quiere disipar u ocultar las diferencias y las divisiones entre las clases, buscando una integración globalizada ya sea a través de los vínculos sociales en las redes virtuales o en los intercambios comerciales, queriéndonos hacer pensar que “el mundo es uno”, pero de motu proprio, considero que existen varios submundos fragmentados entre sí, que en el discurso se pretenden incluir pero que hasta ahora no lo han logrado masivamente, sino todo lo contrario, los han marginado socialmente, lo que constituye un desafío pendiente.

BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:

BECKER, H. “Outsiders: hacía una sociología de la desviación”. Ed. Siglo XXI.
   Bs. As. (2009).

CANCLINI GARCÍA, N. “Culturas híbridas. Estrategías para entrar y salir de la
   modernidad”. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Universidad de Texas.
   (1990).

CASTEL, R. “La inseguridad social”. Ed. Manantial. Bs. As. (2004)

GOFFMAN, E. “Estigma: la identidad deteriorada”. Ed. Amorrortu. Bs. As.
   2da edición (2003).

PAVARINI, M.“Control y dominación”. Ed. Siglo XXI. México. (2003)

QUEVEDO, L. “Identidades, Jóvenes y Sociabilidad, una vuelta sobre el lazo
   social en democracia”. CEPLAN. Brasil y Santiago de Chile. (2008). 

SVAMPA, M. “Clases Medias, Cuestión Social y Nuevos Marcos de Sociabilidad”.
   Publicado en revista Punto de Vista. Bs As. (2000).

SVAMPA, M. “Fragmentación espacial y nuevos procesos de integración
   social hacia arriba”. Universidad Nacional de General Sarmiento- Investigadora
   del Conicet. Guadalajara. (2002). 

WACQUANT, L. “Parias urbanos: marginalidad en la ciudad a comienzos
   del milenio”. Ed. Manantial. Bs. As. (2001) 

1 “(…) tendencias interconectadas han reconfigurado el rostro de las ciudades de Europa en la década pasada. (…) la irrupción y diseminación de ideologías y tensiones etnorraciales o xenófobas como consecuencia del aumento simultáneo de la desocupación persistente y el asentamiento de poblaciones inmigrantes antes consideradas como trabajadores de residencia temporaria”.
WACQUANT, L. “Parias urbanos: marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio”. Ed. Manantial. Bs. As. (2001). p. 123.

2 “La ciudad se extiende como una mancha de aceite bajo el acoso de un proceso de urbanización caótico y salvaje; las ciudades se convierten en receptoras de hombres distintos por costumbres, lengua, cultura, riqueza. Todo esto no es más que el efecto de una concentración social que va al mismo ritmo que la económica: ciudades como Detroit y Chicago ven en pocos años duplicada su población. Y este violento proceso provoca con igual violencia nuevos problemas de orden social”.
PAVARINI, M. “Control y dominación”. Ed. Siglo XXI. México. (2003). p. 67-68

3 “La gran ciudad es vivida como capital del vicio: la pérdida de adhesión a los lugares de origen y el debilitamiento de los frenos y de las inhibiciones del grupo primario bajo la influencia del ambiente urbanos – se afirmará moralistamente – son los mayores responsables del aumento del vicio y de la criminalidad en las grandes ciudades”.
Ídem. p. 68

4 CEPLAN. Brasil y Santiago de Chile. (2008).

5 “No es sorprendente que entre ellos haya una gran desconfianza y amargura con respecto a la capacidad de las instituciones políticas y la disposición de los dirigentes locales a solucionar el problema”.
WACQUANT, L. “Parias urbanos: marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio”. Ed. Manantial. Bs. As. (2001). p. 133.

6 “Los barrios sensibles acumulan los principales factores causantes de inseguridad: fuertes tasas de desempleo, de empleos precarios y de actividades marginales, hábitat degradado, urbanismo sin alma, promiscuidad entre grupos de origen étnico diferente, presencia permanente de jóvenes inactivos que parecen exhibir su inutilidad social, visibilidad de prácticas delictivas ligadas al tráfico de drogas y a los reducidores, frecuencia de incivilidades, de momentos de tensión y de agitación, y de conflictos con las fuerzas del orden, etc.”.
CASTEL, R. “La inseguridad social”. Ed. Manantial. Bs. As. (2004) p. 69.

7  “Los innumerables discursos sobre la exclusión han mostrado en todas sus formas, (…), un aflojamiento del lazo social que habría marcado la ruptura de los individuos respecto de sus inserciones sociales para dejarlos frente a sí mismos y a su inutilidad”.
Idem. pp 62-63.

8 “La discriminación en el momento de contratar a alguien para un trabajo por razones relativas al color de la piel o la consonancia del nombre es una práctica corriente que no sólo es condenable moralmente sino contradictoria con los principios que pregona el liberalismo dominante. (…). Habría que insistir en esta contradicción del liberalismo actual: por un lado quiere imponer a cualquier precio la libre circulación de las mercaderías, pero por el otro se amolda a las barreras políticas y sociales que se levantan contra la libre circulación de los hombres”.
Ídem.. p. 71.

9 “Por otro lado, encontramos un vasto y heteróclito conglomerado social de perdedores entre los que se cuentan importantes sectores de la clase media tradicional y de servicios que hoy sufre los efectos de la descalificación social y la precarización laboral, así como también un creciente y nuevo proletariado, confinado a realizar las tareas menos calificadas que requiere la economía de servicios. En fin, la antigua clase trabajadora aparece debilitada en términos de derechos sociales y cada vez más exigua, al tiempo que existe, en muchas sociedades, un número importante de desocupados, con escasa o nula vinculación con el sistema”.
SVAMPA, M. “Fragmentación espacial y nuevos procesos de integración social hacia arriba”.Universidad Nacional de General Sarmiento- Investigadora del Conicet. Guadalajara. (2002). p. 1.

10 “La noción de brecha o fractura social conlleva la afirmación de que existe un escaso (sino nulo) contacto interclase, lo que- desde el punto de vista social- se expresa tanto a través de modelos de socialización homogéneos (intraclase), así como de un estilo de vida residencial más marcado por la segregación socio-espacial”.
SVAMPA, M. “Fragmentación espacial y nuevos procesos de integración social hacia arriba”. p. 14.

11 “La estigmatización de aquellos que presentan malos antecedentes morales puede funcionar claramente como un medio de control social formal”.
GOFFMAN, E. “Estigma: la identidad deteriorada”. Ed. Amorrortu. Bs. As. 2da edición (2003). pp.172-173.

12 “La posesión de un rasgo desviado puede tener un valor simbólico generalizado, de forma tal que la gente presupone automáticamente que su poseedor también tiene otros rasgos indeseables asociados”.
BECKER, H. “Outsiders: hacía una sociología de la desviación”. Ed. Siglo XXI. Bs. As. (2009). p. 52.

13 “ (…); la estigmatización de aquellos que pertenecen a ciertos grupos raciales, religiosos, y étnicos funciona como un medio para eliminar a estas minorías de las diversas vías de competencia”.
GOFFMAN, E. “Estigma: la identidad deteriorada”. Ed. Amorrortu. Bs. As. 2da edición (2003). p.173.