Contribuciones a las Ciencias Sociales
Febrero 2012

REGULEMOS INTERNET…DEMOCRÁTICAMENTE

Sheina Leoni (CV)
davidlee@adinet.com.uy



Resumen:
¡El derecho a navegar libremente en Internet! Hermosas palabras  que parecen mostrarnos un nuevo universo virtual en el cual cada uno de nosotros hemos puesto nuestras expectativas y elaborado una variedad de proyectos que concretar.
¡Pero, cuidado!, La famosa consigna: Mi derecho llega hasta donde empieza el de los demás debe  ser tenido muy en cuenta por todos los cibernautas, si se busca crear una comunidad virtual ordenada, solidaria  y responsable.
A continuación, veremos los diferentes inconvenientes que pueden suscitarse al hacer efectivo este derecho  y cuáles son las diferentes posiciones actuales relacionadas con su aplicación.

 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Leoni, S.: "Regulemos internet…democráticamente", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Febrero 2012, www.eumed.net/rev/cccss/18/

Prólogo
Navegar en Internet se ha convertido hoy en algo común para la mayoría de las personas, por lo menos para una gran cantidad de nosotros.
Sin embargo, es bueno recordar, que  todavía quedan lugares en el mundo  en los cuales las personas  apenas tienen la posibilidad de acceder a una adecuada alimentación, o a una vivienda digna, o incluso carecen de una correcta atención médica. Muchas veces, ni siquiera  pueden participar de una educación de calidad.
¿Cómo hablar entonces de navegar en Internet  a quiénes no tienen satisfechas sus necesidades básicas?
Pese a la mencionada situación estas personas no pueden desconocer  el papel que cumplen  las nuevas tecnologías en la actualidad, porque ignorarlo solo agregaría  un inconveniente más a los que ya tienen.
Estamos en la sociedad del conocimiento, no participar de dichos adelantos implicaría convertirse en excluidos o marginados sociales, en unas palabras, quedar fuera  de los beneficios económicos, sociales, culturales y políticos que si obtienen  quienes pueden gozar de estas herramientas tecnológicas.
Si navegar en Internet  es un derecho humano, debe ser universal, imprescriptible, inalienable…como todos los derechos.
Los Gobiernos tienen el deber  de alcanzar un equilibrio global, tratando de que la utilización de las Nuevas Tecnologías se extienda a todas partes, teniendo en cuenta el potencial incalculable que su utilización tiene actualmente para la humanidad.

Y formar a las personas democráticamente para su utilización debería estar entre los objetivos prioritarios de las autoridades de cada Estado, incluyéndolas d entro la formación integral del as personas.
Entramos en un nuevo mundo, con nuevos derechos y deberes, de los cuales todos los ciudadanos del mundo deben ser partícipes.
Vivimos   en un remolino cultural, cuya velocidad aumenta cada día, y es imprescindible tener todos los mecanismos necesarios para poder sostenernos con fuerza y estar  bien parados para no ser arrastrados despiadadamente.
Y ese es el primer derecho y deber que  al que deben comprometerse los Gobernantes respecto a todos los habitantes de sus Estados:
Brindarles  la posibilidad de  adquirir el conocimiento necesario que les permita expresarse con total libertad, ya que solo el que tiene la capacidad de discernir  entre toda la información que lo invade es realmente libre. Y las Nuevas tecnologías, especialmente, Internet, tiene un papel fundamental en este nuevo camino.

Entrando a una Nueva Era.

Todos somos consientes de que las Nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación han logrado introducirse e influenciar la vida de las personas  de una manera como tal vez  ningún medio electrónico lo había logrado en la  historia de la humanidad.
Sabemos también que el telégrafo, teléfono, radio y tv  han ocupado,  lugares importantísimos  en la sociedad .Y que éstas últimas siguen ocupando hoy  un lugar insustituible en la vida cotidiana de cada individuo.
 Los medios de comunicación, han favorecido enormemente la comunicación entre las personas y sociedades. Sin embargo Internet, tiene, por sus características una serie de atributos que la hacen especial, y sumamente poderoso en la actualidad.
En una  época donde todas las actividades que realizamos se eligen   en relación al tiempo de duración (cuánto más rápido, mejor), Internet nos brinda en bandeja una serie de cualidades    que la transforman en una herramienta insustituible si de velocidad s e trata.
Efectivamente, es instantánea, inmediata, simultánea, flexible y adaptable a una gran cantidad de situaciones. En definitiva, tiene todo lo que  un planeta necesita para continuar interconectado sin demora a través  de modernas  transmisiones electrónicas.
¿Por qué es tan importante Internet?
En primer lugar, es un instrumento de un valor   incalculable para el desarrollo de la educación y el enriquecimiento cultural, para la participación política, así como también para la socialización y el disfrute de nuestro tiempo libre.
Sin embargo, es tan importante como peligrosa, ya que en manos inadecuadas puede ser utilizada para explotar a las personas, manipularlas, dominarlas y hasta corromperlas.
He aquí la cuestión del asunto: ¿Es posible regular a Internet sin dañar el derecho a la libertad de expresión?
Hemos escuchado en estos últimos meses que hay muchas situaciones problemáticas  que tienen que ver con asuntos como la privacidad, la seguridad y la confidencialidad de datos, el derecho a la propiedad intelectual, la pornografía, el ciberterrorismo y más.
Sin embargo, cualquier regulación  que se pretenda realizar en este ámbito no pude desconocer el derecho a la libertad, y muy especialmente a la libertad de expresión  que todas las personas tenemos.
Vivimos recientemente la angustia por la noticia de la posible aplicación de los proyectos de ley Stop Online Piracy Act y Protect Intelectual Property  Act (SOPA y PIPA) que supuestamente tenían como misión fundamental terminar con la piratería y el robo de material protegido por derechos de autor.
Pero lo que no se mencionaba, es que traían consigo la aplicación encubierta de mecanismos de censura y vigilancia para controlar el funcionamiento de la Red, socavando su naturaleza libre y global y amenazando la libertad en línea.
Seguramente, la mayoría aquellos que nos dedicamos a producir  obras para publicar en Internet  estamos de acuerdo que debe haber algún tipo de regulación de la Red, pero tenemos que tener en cuenta dos cosas.
1-Regular no es controlar .El derecho a la libre expresión está consagrado en la mayoría de los países del mundo y en las principales Declaraciones Internacionales.
2-Además, ¿a quién le atribuimos el derecho  de regular Internet?

Problemas a resolver en la utilización de Internet.
Empecemos observando algunos de los problemas  que se deben solucionar para un uso equitativo de esta herramienta.

  • Brecha Digital.

 

Nos referimos aquí al hecho de que tanto las personas como tras sociedades deben tener acceso a las nuevas tecnologías, para no quedar excluidos del sistema global. De ningún modo, se puede convertir la mala accesibilidad a Internet  como otra fuente de desigualdad y discriminación, además de las que ya existen.
Las Instituciones públicas deben tratar de que este medio sea accesible para todos, sin olvidar a los menos favorecidos.
Ignacio Ramonet, profesor de teoría de la Comunicación en la Universidad París-VII  y Director de Le Monde Diplomatique, sostiene que Internet está creando nuevas formas de desigualdad entre “inforricos” e “infopobres” (yo diría “ciberricos y ciberpobres), al establecer discriminaciones graves en al acceso a Internet entre el Norte y el Sur.
Y nos señala que hay más líneas telefónicas en la  isla de Manhattan  que en toda áfrica Negra.
Estas situaciones podrían  llevar a la exclusión social, cultural, política y económica a  millones de personas.
Si el conocimiento es poder (Francis Bacon, filósofo inglés, 1561-1626) tratemos de que ese conocimiento sea repartido en igualdad de condiciones.
2-Efectos culturales-
Internet es  especialmente, un instrumento  sumamente poderoso en el proceso de globalización. Esta, transmite, difunde e inculca un conjunto de valores culturales, referidos especialmente a los modos de pensar sobre las relaciones sociales, que podrían llegar a cuestionar y poner en duda los valores  tradicionales de cada cultura.
El enriquecimiento cultural es algo fundamental en la época en que vivimos, pero no debe dar pie de ninguna manera aun etnocentrismo exacerbado, es decir  a que ninguna sociedad intente imponerse sobre otra sosteniendo u una superioridad  inexistente.
Por o tanto, y teniendo en cuenta la potencia con que Internet ha llegado a nuestra vida, que todas las sociedades aprendan a valorar a racionalmente todos los mensajes que este medio trae de otros sitios.
3-Los derechos de autor en el entorno digital-
Durante los últimos años, se ha producido un proceso de digitalización, entendiendo  digitalizar como el proceso  de transformación de la información analógica, en  imágenes o señales de sonido en valores numéricos (código binario) para poder introducirlas en el ordenador.
Este ciberespacio digitalizado, trae nuevos  retos y amenazas para el derecho de autor. Mientras que en el mundo analógico las reproducciones a las obras son apreciables por los sentidos ya que se materializan en soporte físico, en el mundo digital se realizan copias imperceptibles por el ser humano, por lo que el derecho de reproducción debe ser regulado desde otros aspectos.
Si en el sistema tradicional  ya existen muchos problemas con el derecho de autor, en  el espacio digital aumenta.
Distinguimos:

  • Gran facilidad de reproducciones, tecnológicamente sencillas y baratas.
  • Facilidad en la distribución
  • Igual  calidad entre  la obra reproducida y la original, lo que muchas veces dificulta establecer las diferencias.
  • Poca concientización de que toda obra lleva gasto y esfuerzo para su creador por lo que implicaría un respeto hacia el trabajo.
  • -Maleabilidad de las obras digitales, que pueden modificarse  por cualquier usuario con un mínimo de conocimientos informáticos

Por eso, la reglamentación de Internet es deseable, pero sería especialmente importante una autorregulación, a través de códigos éticos elaborados por los usuarios, que deberían ser necesariamente obligatorios.
Esto parece también una utopía, ya que el carácter trasnacional de Internet, dificulta la formación de criterios comunes para elaborar dicho código.
Sin embargo, es totalmente reprobable la censura previa y controles gubernamentales que socaven el derecho a la libre expresión.
Por eso el tema sobre la libertad en Internet es complejo y costará mucho esfuerzo llegar a una decisión  final sobre el tema, teniendo  e cuenta, como vimos, la configuración global de Internet y los intereses de una gran cantidad de países deseoso de formar parte del ciberespacio.
4-Manipulación de la información: 
Y a mencionamos sin embargo, que no se debe aceptar la posibilidad de que las autoridades públicas puedan bloquear el acceso a la información que recibimos por Internet (así como ningún otro medio de comunicación social) considerándola  amenazadora o molesta, impidiendo la legítima libertad de expresión o de opinión.
Este fenómeno social que se da con frecuencia en los sistemas autocráticos, solo logran denigrar cada vez más a las sociedades que los soportan, hundiéndolas  en la ignorancia bajo el falso principio de la protección.
Cada integrante de la sociedad, debe estar suficientemente formado para poder decidir lo que es bueno o malo para él, elección que no se deja realizar en los países totalitarios.
La libertad de buscar y conocer la verdad en todos los aspectos de nuestra vida, son los pilares fundamentales de un sistema democrático  de gobierno, y debemos apoyarlo enérgicamente.
Y si bien, muchas veces es menospreciado en este tipo de sistema, son mejores resueltos por los cambios consecuentes de gobernantes, y por ende de ideologías.

Entrando al Ciberespacio…
El ciberespacio es un microcosmos digital, un sitio en el que no existen fronteras distancias ni autoridad centralizada. Es un lugar imprescindible de socialización para quienes deseen integrarse a la sociedad informática por todas las posibilidades que brinda para la interacción social.
El 8 de febrero de 1996, en Davos Suiza, John Perry Barlow publica “La Declaración de Independencia del Ciberespacio”
Esta declaración se articula en tres ideas claves (Antonio Enrique Perez Luño):
1- La afirmación  de la total autonomía de los cibernautas respecto a cualquier tipo de autoridad estatal. El Ciberespacio  está fuera de las fronteras de cualquier estado, es por lo tanto un espacio libre, fuera del control  de los gobernantes.   
2-  Negación de los conceptos y categorías jurídicas tradicionales. Los conceptos de propiedad, expresión no se aplican a nosotros. Los       conceptos  legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y  contexto no se aplican aquí... Se basan en la materia y  aquí no hay    materia.
   3-Confianza utópica en un ciberespacio ideal. Crearemos una     civilización de la mente en el ciberespacio. Que sea más humana y  hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado hasta ahora.

Declaración de Independencia del Ciberespacio

Gobiernos del Mundo Industrial, desgastados gigantes de carne y acero: vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro os pido que nos dejéis en paz en el pasado. No sois bienvenidos entre nosotros. No tenéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos.
No hemos elegido ningún gobierno, ni pretendemos tenerlo, así que me dirijo a vosotros sin más autoridad que aquélla con la que la libertad siempre habla. Declaro al espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos, ni tenéis ningún método para someternos que debamos temer verdaderamente.
Los gobiernos obtienen su poder del consentimiento de los gobernados. No habéis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado. No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera un proyecto público de construcción. No podéis. Es un acto natural que crece por medio de nuestras acciones colectivas.
No os habéis unido a nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad más orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.
Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta forma de gobierno se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente.
El Ciberespacio está formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en sí mismo, que se extiende como una onda estacionaria en la telaraña de nuestras comunicaciones. El nuestro es un mundo que está a la vez en todas partes y en ninguna, pero no está donde viven los cuerpos físicos.
Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento.
Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado mediante el silencio o el conformismo.
Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia. Aquí no hay materia.
Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos conseguir orden por coacción física. Creemos que nuestra autoridad emanará de la moral, de un progresista interés propio, y del bien común. Nuestras identidades pueden distribuirse a través de muchas de vuestras jurisdicciones. La única ley que todas nuestras culturas reconocerían es la Regla Dorada. Esperamos ser capaces de construir nuestras soluciones particulares sobre esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que estáis tratando de imponer.
En Estados Unidos hoy habéis creado una ley, el Acta de Reforma de las Telecomunicaciones, que repudia vuestra propia Constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, De Tocqueville y Brandeis. Estos sueños deben renacer ahora en nosotros.
Os atemorizan vuestros propios hijos, ya que ellos son nativos en un mundo donde vosotros siempre seréis inmigrantes. Como les teméis, encomendáis a vuestras burocracias las responsabilidades paternas a las que sois demasiado cobardes para enfrentaros por vosotros mismos. En nuestro mundo, todos los sentimientos y expresiones de humanidad, desde las más viles a las más angelicales, son parte de un todo único, la conversación global de bits. No podemos separar el aire que asfixia del aire sobre el que se baten las alas.
En China, Alemania, Francia, Rusia, Singapur, Italia y los Estados Unidos estáis intentando rechazar el virus de la libertad erigiendo puestos de guardia en las fronteras del Ciberespacio. Éstos podrán impedir el contagio durante un corto tiempo, pero no funcionarán en un mundo que pronto estará cubierto por los medios de transmisión de bits.
Vuestras cada vez más obsoletas industrias de la información se perpetuarían a sí mismas proponiendo leyes, en América y en cualquier parte, que asegurarán poseer la facultad de la expresión en sí misma por todo el mundo. Estas leyes declararían que las ideas son otro producto industrial, no más noble que el hierro oxidado. En nuestro mundo, sea lo que sea lo que la mente humana pueda crear, puede ser reproducido y distribuido infinitamente sin ningún coste. El trasvase global de pensamiento ya no necesita de vuestras fábricas para ser realizado.
Estas medidas, cada vez más hostiles y colonialistas, nos colocan en la misma situación en la que estuvieron aquellos amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que luchar contra la autoridad de un poder lejano e ignorante. Debemos declarar nuestros «yos» virtuales inmunes a vuestra soberanía, aunque continuemos consintiendo vuestro poder sobre nuestros cuerpos. Nos extenderemos a través del planeta para que nadie pueda encarcelar nuestros pensamientos.
Vamos a crear una civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea más humana y hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado hasta ahora.
Davos, Suiza el 8 de febrero de 1996 por John Perry Barlow,

                   Seguimos avanzando….

En setiembre del 2002,  surge el Manifiesto por el ejercicio de una ciberciudadanía activa, responsable y comprometida.
Dicha  declaración  fue elaborada por el 1 congreso on line del Observatorio para la Cibersociedad, en la fecha señalada, y aprobada mayoritariamente  y en todos sus puntos. El Congreso reunió a 700 cibernautas de todo el mundo.
El propósito principal de dicha Declaración  era reivindicar el ejercicio de una ciudadanía electrónica o ciberciudadanía responsable y éticamente comprometida con el uso de las TIC, que trabajen para lograr una sociedad más solidaria, justa, libre y democrática.

Entre sus principales principios, s e señala que el  acceso a la cultura, el conocimiento y la información nunca estuvo tan al a alcance de la humanidad como ahora.
Para lograr estos objetivos, se destacan 8 puntos que el mencionado autor, reúne  en tres postulados guías:
1-Proclamación de la libertad e igualdad del ciberespacio. Se propugna  a todos los gobiernos y organismos internacionales, air creando las condiciones necesarias para  que todos los seres humanos l posibilidad de ejercer su ciudadanía, lo que llevaría poco apoco a erradicar la brecha digital.
2-Fortalecimiento de la cultura cívica. Fomentar la elaboración d programas educativos en todos los niveles, que también de cultura cívica que propicien la utilización de las TIC,  y que no queden limitadas a los grupos  económicamente privilegiados.
3-Estrategias de tutela de la ciberciudadanía- Abogan por la implantación de organizaciones que protejan jurídicamente la ciberciudadanía contra las prácticas abusivas de gobiernos o empresas que lesionen sus derechos. Se propone también la denuncia de incumplimiento de los puntos contenidos en el manifiesto, con especial referencia a las consecuencias sociales que este  incumplimiento conlleva.

 

Manifiesto por el ejercicio de una ciberciudadanía activa, responsable y comprometida

El acceso a la cultura, el conocimiento y la información nunca estuvo tan al alcance de la humanidad como ahora. La invención y popularización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) tiene gran parte de responsabilidad sobre este hecho que supone un cambio cualitativo radical en lo que a esta posibilidad de acceso se refiere.

Ante esta oportunidad de cambio en el desarrollo de la humanidad, reclamamos el derecho universal de acceso al ciberespacio y a su defensa y conservación como un ámbito social libre e igualitario. Sostenemos que es un derecho que debe estar por encima de monopolios estatales, oligárquicos o empresariales, que no se alcanzará con sólo su establecimiento en normas o leyes ni con vacías declaraciones de principios sino, sobre todo, trabajando por él día a día.

Para eso, manifestamos nuestro compromiso con el ejercicio de una ciudadanía electrónica o ciberciudadanía activa, responsable y éticamente comprometida con una utilización de las TIC que trabaje para la consecución de una sociedad más solidaria, justa, libre y democrática.

Este ejercicio ciberciudadanía lo asumimos creando, fomentando, ayudando o exigiendo:

  • 1. Una apuesta decidida de los gobiernos y los organismos internacionales para el progresivo establecimiento de las infraestructuras y medidas necesarias que brinden a todo ser humano la posibilidad de ejercer su ciberciudadanía, con lo que se vaya reduciendo primero y erradicando después, la fractura digital.
  • 2. La creación de un marco legal que permita la existencia de un verdadero régimen de competencia comercial, sin barreras ni proteccionismos en ninguna dirección, que perjudiquen a persona o sociedad alguna.
  • 3. El establecimiento de organizaciones que protejan legalmente la ciberciudadanía contra las prácticas abusivas de gobiernos o empresas que afecten aspectos de fondo, forma, cualitativos o cuantitativos del derecho que proclamamos.
  • 4. El estudio de las ventajas derivadas de utilizar soluciones tecnológicas de código libre en las administraciones públicas y su implantación, siempre que sea viable, en detrimento de herramientas de tipo comercial, privado o cerrado.
  • 5. La elaboración, difusión y puesta en marcha de auténticos programas de educación, a todos los niveles, en la utilización de las TIC, que permitan que su utilización y provecho no quede limitado a los grupos social y económicamente privilegiados.
  • 6. Una política responsable y consecuente con la libre y fluida difusión de la información y el conocimiento en formatos tecnológicos de dominio público, su catalogación y exposición pública que permitan que estos recursos sean lo más fácilmente localizables y utilizables.
  • 7. La denuncia de incumplimiento de los puntos contenidos en este manifiesto con especial referencia de las consecuencias sociales a las que dicho incumplimiento nos lleva. Convirtiéndonos, de facto, en una voz firme que remueva las conciencias de las personas y de las administraciones públicas.
  • 8. Dada la facilidad de hacer público todo tipo de información a través de la red, promover y asumir la precisión, adecuada elaboración y presentación de los contenidos que puedan servir de guía, referencia o información y hacerlo siempre desde un ejercicio de responsabilidad ética, que tome en consideración las posibles consecuencias de la información publicada.


 Porque creemos que ya no es posible seguir poniéndole vallas al mundo,  ni fronteras, ni aduanas, ni peajes monopolísticos u oligárquicos. Porque estas vallas, fronteras, aduanas y peajes son testigos de un mundo caduco e injusto al que debemos renunciar para que la Humanidad sobreviva y porque creemos que el ciberespacio es el primer lugar donde esos obstáculos pueden ser, efectivamente, salvados.

  Declaración Conjunta Sobre Libertad de Expresión e Internet

El 1 de junio de 2011 el camino hacia la libertad de Internet  da un paso gigantesco. Los relatores de libertad de expresión de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y organizaciones gubernamentales de Europa y África emitieron una declaración conjunta de carácter global estableciendo principios internacionales para la promoción de la libertad de expresión y el libre flujo de información e ideas a través de Internet.

 En este documento, considerado histórico, este grupo de organizaciones reconoció que “la libertad de expresión se aplica a Internet del mismo modo que a todos los medios de comunicación”. (Principios generales)


La Declaración Conjunta Sobre Libertad de Expresión e Internet, firmada por los relatores de Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas (ONU), Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Comisión Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos (ACHPR) consagra los siguientes principios:

Restricciones a la Libertad de Expresión en Internet.

Las restricciones a la libertad de expresión en Internet solo resultan aceptables cuando cumplen con los estándares internacionales que disponen, entre otras cosas, que deberán estar previstas por la ley y perseguir una finalidad legítima reconocida por el derecho internacional.
Debe asignarse una mayor relevancia al desarrollo de enfoques alternativos que se adapten a las características singulares de Internet, destacando el importante rol de la autorregulación como herramienta efectiva para abordar éstos problemas.

Responsabilidad de Intermediarios de Internet.

Se consagra el principio por el cual ningún prestador de servicios de Internet que ofrezca únicamente servicios técnicos (como acceso e interconexión a Internet, alojamiento, procesamiento, referencia, búsquedas o conservación de contenidos) pueda ser considerado responsable por los contenidos nocivos o ilícitos generados por terceros.
No se les deberá exigir a los intermediarios controlar los contenidos generados, transmitidos o almacenados por sus usuarios.
Su responsabilidad nacerá únicamente cuando intervengan específicamente en la generación de contenidos o incumplan una orden judicial que exija la eliminación de un contenido ilícito siempre y cuando estén en condiciones de hacerlo.

Filtrado y bloqueo.

El bloqueo obligatorio de sitios web, direcciones IP, puertos y protocolos de red constituye una medida extrema –análoga a la prohibición de un periódico o una emisora de radio o televisión– que solo podría estar justificada conforme a estándares internacionales, por ejemplo, cuando sea necesaria para proteger a menores del abuso sexual.

Responsabilidad penal y civil.

La competencia respecto de causas vinculadas con contenidos de Internet debería corresponder exclusivamente a los Estados con los que tales causas presenten los contactos más estrechos, normalmente debido a que el autor reside en ese Estado, el contenido se publicó desde allí o este se dirige específicamente al Estado en cuestión.
Los particulares solo deberían poder iniciar acciones judiciales en una jurisdicción en la que puedan demostrar haber sufrido un perjuicio sustancial (esta norma busca prevenir lo que se conoce como ‘turismo de la difamación‘).

Neutralidad de la Red.

El tratamiento de los datos y el tráfico de Internet no debe ser objeto de ningún tipo de discriminación en función de factores como dispositivos, contenido, autor, origen o destino del material, servicio o aplicación.
Se debe exigir a los intermediarios de Internet que sean transparentes respecto de las prácticas que emplean para la gestión del tráfico o la información.

Acceso a Internet.

Los Estados tienen la obligación de promover el acceso universal a Internet para garantizar el disfrute efectivo del derecho a la libertad de expresión como así también el de otros derechos, como el derecho a la educación, la atención de la salud y el trabajo, el derecho de reunión y asociación, y el derecho a elecciones libres.
La negación del derecho de acceso a Internet, a modo de sanción, constituye una medida extrema que solo podría estar justificada cuando no existan otras medidas menos restrictivas y siempre que haya sido ordenada por la justicia, teniendo en cuenta su impacto para el ejercicio de los derechos humanos.

Estos principios son esenciales para garantizar que Internet continúe siendo un ámbito libre y abierto, de intercambio de ideas y opiniones.

La Declaración conjunta sobre Libertad de Expresión e Internet fue firmada el primero de junio de 2011 por:

Frank LaRue, Relator Especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Opinión y de Expresión;

Catalina Botero Marino, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos;

Faith Pansy Tlakula, Relator Especial para la Libertad de Expresión y Acceso a la Información de la Comisión Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos; y

Dunja Mijatović, Representante para la Libertad de Medios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.

                          Conclusión:

Hemos tratado de hacer ver la importancia que tiene Internet para el desarrollo integral de todas las personas.
Esto implica, que este derecho, debería llegar a todos los seres humanos sin ningún tipo de distinción, cosa que en el momento actual  no se ha dado.
Muchas naciones  están excluidas de  este proceso de adquisición de conocimiento, especialmente las sociedades más pobres, lo que llevará a que sigan siendo marginadas del mundo del conocimiento, y por ende de la participación mundial  si continúan sin acceder al Ciberespacio.
En una palabra: Alcanzar  Internet es un paso decisivo en el avance de los sistemas de información y comunicación a escala planetaria, pero para que este trayecto sea beneficioso para todos, requiere que llegue realmente  a todos los puntos del planeta. Y necesita además una regulación ética y solidaria, donde ningún  derecho sea menoscabado.
El objetivo está planteado, el trayecto recién comienza...

 

Bibliografía de consulta:
Fernández Calvo, R-El Ciberespacio y sus dilemas-en “Especial Simo”, El País 5 de noviembre de 1996
Foley, John-ética en Internet-Ciudad del Vaticano, 22 de febrero 2002
Perez Luño Antonio-Manual de Informática y Derecho –Ariel, Barcelona-1996
Perez Luño Antonio- Internet y los Derechos Humanos.-Facultad de Derecho- Universidad de Huelva-Derecho y conocimiento, vol. 2, pags101-121, ISSN 1578-8202

Documentos utilizados.
A-Declaración de independencia del Ciberespacio-John Perry Barlow
   B- Manifiesto por el ejercicio de una ciberciudadanía activa, responsable  y  comprometida -Primer  Congreso on line del Observatorio para la    Cibersociedad   -Setiembre 2002                                                    -
      C- Declaración conjunta sobre Libertad de Expresión e Internet .             Frank LaRue, Catalina Botero Marino, Faith Pansy Tlakula, Dunja Mijatovic          Junio 2011