Contribuciones a las Ciencias Sociales
Febrero 2012

CONTRIBUCIÓN DEL DR. FRANCISCO PRAT PUIG A LOS ESTUDIOS HISTÓRICOS EN SANTIAGO DE CUBA (1947-1983)

 

Eyedelkis Medina García (CV)
Daniel Fernández Urgellés
eyedelkism@fcs.cug.co.cu
Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Marxismo, Cuba.

 

Resumen

El presente trabajo que lleva como título: Contribución del Dr. Francisco Prat Puig a los estudios históricos en Santiago de Cuba (1947-1983), destaca una relevante figura del magisterio universitario que desde 1947 hasta 1997 formó parte del claustro de profesores de la Universidad de Oriente. Se trata de un emigrado catalán que llegó a nuestra Patria con reconocidos logros como pedagogo, investigador, arqueólogo y restaurador.
Desde entonces el quehacer diario de este intelectual dentro de la historia y cultura cubanas marcó su posición como teórico de las Ciencias Sociales. La constante preocupación del Dr. Prat por trasmitir saberes y conocimientos dirigió su interés hacia la profesión pedagógica universitaria y a la vez con sus intervenciones, desarrolló la organización de procesos docentes que combinados con la práctica integradora permitieron preparar profesionales comprometidos e identificados con el proyecto social y político que defendemos.
Dentro de los intereses de esta investigación se encuentra fundamentalmente argumentar cómo la labor desplegada por el Dr. Prat desde la Universidad, estuvo encaminada a enriquecer los estudios históricos en Santiago de Cuba. Por ello la misma cuenta con dos capítulos en los que son abordados  aspectos relacionados con su vida y obra así como su contribución a dichos estudios a partir de destacar su labor como maestro, investigador, restaurador y autor de importantes libros.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Medina García, E. y Fernández Urgellés, D.: "Contribución del Dr. Francisco Prat Puig a los estudios históricos en Santiago de Cuba (1947-1983)", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Febrero 2012, www.eumed.net/rev/cccss/18/

Introducción
Los retos del conocimiento en la cultura universitaria exigen continuamente la superación profesional para que los resultados repercutan con mayor calidad y cientificidad en la práctica social.
La Universidad de Oriente, fundada el 10 de octubre de 1947 al cumplirse un aniversario más del inicio de nuestra gesta independentista proclamada por Carlos Manuel de Céspedes en el ingenio La Demajagua en 1868, -quien con un gesto altruista dio la libertad a sus esclavos convocándolos a la lucha por la independencia de Cuba-; estableció entre sus postulados el ofrecer una educación basada en ideas progresistas que condujeran a la formación integral de un profesional cuyo desempeño estuviese a tono con las necesidades económicas, sociales, políticas e históricas de la provincia. Para la realización de esos propuestos, la misma contó con un claustro cuyos miembros  combinaron con destreza y maestría la teoría científica con la práctica social en función de ponerlas al servicio de la sociedad.
Como ejemplo de la formación y el desempeño de muchos de los educadores de la Casa de Altos Estudios oriental, destaca el Dr. Francisco Prat Puig, emigrado catalán que llegó a nuestra Patria después de haber demostrado su postura revolucionaria en la década del treinta ante el régimen del dictador español Francisco Franco. A los treinta y tres años de edad doctorado en Derecho, licenciado en Filosofía y Letras, con un reconocido prestigio profesional y varios logros en investigaciones realizadas tanto en España como en Francia, pisa suelo cubano y aquí se establece definitivamente.
Amante de las artes en todas sus expresiones, y apasionado por la arqueología, la restauración, la arquitectura y el magisterio, desde entonces, su quehacer diario en el campo de la historia y cultura cubanas marcó su posición como teórico de las Ciencias Sociales, con investigaciones que determinaron su práctica social. Su constante preocupación por trasmitir saberes y conocimientos dirigió su interés hacia la docencia universitaria y a la vez con sus intervenciones, desarrolló la organización de procesos docentes que combinados con la práctica integradora permitieron formar profesionales comprometidos e identificados con el proyecto social y político que defendemos.
Con notable valentía y sinceridad puso al desnudo acciones irresponsables que afectaban el patrimonio artístico y arquitectónico, y abogó siempre por la conservación de cualquier obra de significación cultural e histórica, como era el caso de: un jarrón, un cuadro, un abanico, un candelabro o una edificación; sin que constituyese un elemento invalidante su connotación artística o la personalidad de su propietario.
Los resultados de su labor pedagógica, intelectual, investigativa y educativa desde la Universidad santiaguera, llevan a reconocerlo como una personalidad de la cultura cubana que con mesura y responsabilidad fue capaz de simultanear la labor docente con la investigativa, lo cual practicó y defendió como un deber insoslayable del profesor universitario. Otra de las características personales del Dr. Prat Puig que lo ennoblecen muestran su adaptación  y amor a nuestro país que él sintió como suyo, fue que nunca tuvo una visión eurocéntrica; siempre vio a Cuba desde Cuba.
Su huella se encuentra en gran parte de Cuba. Pero su impronta  y quehacer cotidiano se evidencian con más fuerza  en Santiago de Cuba, lo que provoca la fidelidad, la honra y gratitud de esta ciudad para el hombre que no se cansó de distinguirla con los mayores halagos y el más  genuino amor. Es por ello la decisión de continuar investigando aspectos relevantes de su quehacer.

En este empeño investigativo, resulta de suma importancia la consulta de  diversas fuentes que permitan obtener información sobre la labor por él desplegada. En este sentido resulta importante el libro compilado por Aida Liliana Morales Tejeda y Juan Manuel Reyes Cardero: Seis miradas a la obra de Prat Puig,  publicado en el  2008, por  Ediciones Santiago,  donde diversos investigadores exponen ideas y experiencias para abordar la figura de Francisco Prat Puig en diferentes facetas de su vida. Es un texto que permite obtener información de mucha validez ya que realiza un acercamiento a relevantes actitudes y aptitudes que caracterizaron a la figura del Dr. Prat, mirándolo como maestro, investigador, critico de arte, coleccionista, arqueólogo y resaltando aquellos  momentos de su vida que resultaron muy significativos para su persona.

La compilación del libro: Tres siglos de Historiografía Santiaguera, llevada a cabo por los investigadores Rafael Duharte Jiménez, Olga Portuondo Zúñiga e Ivette Sóñora Soto, en coordinación con la Oficina del Conservador de la Ciudad, contiene un artículo de la profesora Lidia Margarita Martínez Bofill titulado: “Francisco Prat Puig: maestro”, que también resulta de gran utilidad, ya que constituye una aproximación a la labor ejercida por Prat Puig como pedagogo, muestra características de algunas de sus publicaciones, con énfasis principalmente en el libro: El prebarroco en Cuba. Una escuela criolla de arquitectura morisca, considerada por la autora como su “ópera prima”.
 
Rafael Duharte Jiménez y Elizabeth Recio Lobaina como compiladores del libro: Santiago de Cuba siglo XX. Cronistas y viajeros miran la ciudad de la Editorial Oriente,  presentan un artículo de tan solo dos cuartillas  realizado por la historiadora Teresa González que lleva como título: “Francisco Prat Puig”, donde la autora define cualidades inherentes a la personalidad de Prat y resalta su labor como profesor e investigador, trasmitiendo además la experiencia de quienes tuvieron el honor de recibir clases de aquel erudito. Una combinación de pensamientos que nos permite caracterizar a la figura, no sólo por sus resultados profesionales, sino como hombre.
El libro editado por el Centro Provincial del Libro y la Literatura en el año 1992, en homenaje al Dr. Francisco Prat Puig, con el  título: ¿Quién es? Homenaje al Dr. Francisco Prat Puig, escrito por Flora Morcate Labrada, Marta Elena Lora Álvarez y Juan Pascual Menéndez, basado en una entrevista que se le realiza al Dr. Prat, resulta de necesaria consulta, ya que los autores logran realizar un estudio de su vida basándose en momentos que resultaron para él de mucha relevancia para su vida personal y proyección profesional.
Resultó imprescindible para la investigación, la utilización de diversas fuentes bibliográficas que permitieron constatar el empeño y la entrega de Francisco Prat Puig en su trabajo, como es el caso de: El prebarroco en Cuba. Una escuela criolla de arquitectura morisca (1947), monumental obra con la cual el Dr. Prat Puig hubo de poner al descubierto la huella morisca de la arquitectura vernácula llegada a través de la influencia sevillana y de los inmigrantes andaluces. Un libro de obligatoria consulta para los especialistas, que resultó ser un gran aporte desde nuestro punto de vista no solo a la cultura cubana, sino también a la comprensión de nuestra historia, además de resaltar cualidades inherentes de la figura.
Lo referido, evidencia que la personalidad y el accionar del Dr. Francisco Prat  han sido estudiados en sus diversas aristas por diferentes autores, una parte importante  de los cuales fueron sus discípulos. Sin embargo en la mayoría de las caracterizaciones se muestra la figura de Francisco Prat Puig como aquel restaurador que se encargó de reconstruir y cuidar el Patrimonio santiaguero, el apasionado del arte y de la arqueología, o el profesor que trasmitía sus conocimientos con entrega, amor y dedicación, y no se enfatiza en el hecho de cómo a través de su labor pedagógica e investigativa realizó importantes contribuciones a los estudios históricos.
Los aspectos expuestos anteriormente nos llevan a definir como:
Título de la investigación: Contribución del Dr. Francisco Prat Puig a los estudios históricos en Santiago de Cuba (1947-1983).
De esta forma, la estructura del Trabajo de Diploma queda definida en los términos siguientes:
Titulo: Contribución del Dr. Francisco Prat Puig a los estudios históricos en Santiago de Cuba (1947-1983).

Desarrollo
Aproximación a la vida y obra del Dr. Francisco Prat Puig.
1.1Formación política, intelectual y científica.
Francisco Conrado Prat Puig, nace el 11 de noviembre de 1906 en un pueblo empinado en los Pirineos catalanes, llamado La Pobla de Lillet, provincia de Barcelona, España, donde vivió hasta los nueve años. Fue el mayor de tres hermanos. Sus padres, Luisa Puig Meto y Conrado Prat Fébregas procrearon también a Isabel, (la segunda) y a Luis (el tercero). En el seno de una familia integrada por un ama de casa y un maestro de enseñanza primaria, discriminada socialmente, en un  ambiente normado y controlado por el clero -enemigo por naturaleza de los maestros de la enseñanza oficial a la que consideraban rival de la religiosa-, que ellos propiciaban; nació y creció. 1
La primera etapa de su juventud la vivió en un pueblo llamado Santa Coloma de Fornés. La madre del Dr. Prat  poseía una marcada aptitud hacia la pintura y demás manifestaciones del arte; mientras el padre se inclinaba al conocimiento más profundo de los objetos antiguos. Entre los de su profesión, se destacaba por su elevado nivel de conocimientos. Tuvo una gran influencia en la formación intelectual de su hijo, y en el amor y la entrega que posteriormente éste profesó a  las cosas antiguas. Sobre este particular, el Dr. Prat apuntó: “En una palabra, era un hombre que por su vocación hizo un Museo de Ciencias Naturales, y a mí me indujo, me inyectó, digamos, la vocación por las cosas raras”.2
Los primeros estudios hasta el octavo grado (1912-1920), el Dr.  Prat los cursó en una escuela pública. El bachillerato lo obtuvo gracias a la ayuda de su padre quien lo preparó, junto a otros estudiantes destacados, para que se presentara por la modalidad de enseñanza libre. Se tituló de bachiller en 1926. 3 En cuanto a los estudios superiores, para cursar  la Universidad (1926-1930), debido a la carencia de recursos económicos de su familia, para sustentar los gastos que implicaban la entrada a la institución, tuvo que simultanear los estudios con el trabajo de pasante de abogado4 , además de convertirse en ayo5 de niños de colegios privados, y así poder costear los gastos que ocasionaban los estudios  en la Universidad de Barcelona. Pensar en una beca resultaba un sueño pues de los aproximadamente veinte mil estudiantes que cursaban diversas carreras, sólo dos podían disfrutar de esos beneficios.
A pesar de esas precarias condiciones, se graduó en 1930 de Licenciado y Doctor en Derecho, carrera que estudió para complacer a su padre, y al mismo tiempo de Licenciado en Filosofía y Letras, que matriculó y cursó por su propio deseo. Su incesante interés de aprender, unido a las exigencias que requería llegar a ser un buen profesional lo conllevaron a prepararse en varios idiomas: llegó a dominar el español, francés, italiano, portugués, y a conocer algo de inglés.
Después de haber terminado sus estudios universitarios, el Dr. Prat se casa con la cubana de padres catalanes Hortensia Turró, con quien tuvo dos hijas: María Dolores Prat Turró (1932), y Luisa Prat Turró (1934). Los conocimientos recibidos del historiador Pedro Bosch Gimpera6, durante el periodo en que el Dr. Prat estuvo estudiando en la Universidad de Barcelona, dejaron una profunda huella en él, y desempeñaron un decisivo papel en su posterior trayectoria profesional. Una vez graduado comenzó a trabajar como profesor de Historia y Geografía en el Instituto de Segunda Enseñanza de Mataró (1931 a 1937), donde obtuvo una Cátedra por oposición. También se desempeñó como auxiliar de la Cátedra de Arqueología de la Universidad de Barcelona, adscrita al Museo de Arqueología. Simultaneaba su trabajo de profesor con investigaciones arqueológicas en la Comarca de Maresme en busca de estaciones prehistóricas y protohistóricas, amén de mantener una superación constante de manera autodidacta. Asistía a los cursos de postgrado sobre Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología Romana. El periodo de vacaciones escolares, los aprovechaba para realizar excavaciones.
Aquella etapa  de la vida del Dr. Francisco Prat Puig se enmarca en el contexto en que en España ocurre el derrocamiento de la ya obsoleta monarquía que entonces encabezada el rey Alfonso XIII y el comienzo de una nueva etapa caracterizada por el establecimiento de la Segunda República, proclamada el 14 de abril de 1931. La voluntad popular se había manifestado en las urnas a favor del cambio de monarquía a república. La mayoría de la población española, sobre todo la que pertenecía a los sectores populares, pensó que podía ocurrir un cambio profundo en sus vidas. Durante la Segunda República (1931-1939), en España se fueron contraponiendo diversas fuerzas políticas e ideológicas, que culminaron en la Guerra Civil, iniciada en 1936.
En esas circunstancias históricas, el Dr. Prat militó incondicionalmente junto a los partidos políticos catalanes de izquierda. En el Instituto de Segunda Enseñanza de Mataró, creado por el gobierno de la Segunda República, donde además fue secretario, animado por la favorable y tolerante circunstancia política-social en la que se encontraba España, en vinculación con otros compañeros que compartían la misma convicción y sentimientos ideológicos, aunó fuerzas y voluntades para que al citado centro de estudios, pudieran tener acceso estudiantes pobres que, en tiempos de la Monarquía, eran totalmente marginados de la enseñanza media y superior.
Las acciones que se emprendieron en Mataró, tuvieron mucho valor en la formación política e intelectual del Dr. Francisco Prat Puig. Sobre la experiencia vivida y el trabajo realizado, el Dr. Prat comentó:

Estoy completamente convencido que en el Instituto de Segunda Enseñanza de Mataró, hicimos una buena labor política, pedagógica y social de la que el año pasado [1973],  en mi visita a España pude cerciorarme de que quedaba vivo recuerdo al tributarme entusiasta y confortable homenaje de significación política, cincuenta y seis de mis antiguos alumnos de cuarenta años atrás. 7

Las vacaciones en el Instituto, las ocupaba en excavaciones que permitieron fortalecer su vocación por la arqueología. Sus excursiones se vieron  recompensadas al descubrir más de una treintena de  estaciones entre prehistóricas, romanas y visigodas.8 Cerca de estas estaciones, localizó los restos del acueducto romano de Pineda. Los resultados del trabajo de restauración que hizo a  este último constituían en esos momentos una primicia científica. Por su importancia, decide presentarlos en un concurso convocado por el Instituto de Estudios Catalanes. Fue premiado en el año 1933 por la Sección Histórico-Arqueológica del mismo, y en 1935 recibe el Premio Martorell.
Como resultado de sus investigaciones en la Comarca de Maresme, el Instituto de Estudios Catalanes editó entre 1936 y 1937 las dos primeras publicaciones del Dr. Prat Puig, que lo consagrarían como científico: El Acueducto Romano en Pineda y El Mapa Arqueológico de la Comarca de Maresme, el primero considerado por la Universidad Autónoma de Barcelona como su defensa de doctorado, categoría que no obtuvo debido al estado de sitio en que se encontraba Madrid. Las fuerzas de la reacción española, en confabulación con la Italia fascista y la Alemania nazi, se habían levantado en armas contra el gobierno republicano legítimamente constituido, en julio de 1936.
El Dr. Prat, con posturas definidas de izquierda, y con la mala experiencia que había tenido para él y su familia el levantamiento franquista, pues fue bombardeada su casa y el tren que lo llevaba al trabajo, ametrallado; tomó una decisión, y se dijo a sí mismo: “No doy más clases, la próxima clase es en el frente”9 , y marcha a la Guerra de manera voluntaria. Por su preparación intelectual y política se le asignó el cargo de Miliciano de la Cultura. Su labor consistía en tener comunicación con el enemigo en función de convencerlos a que depusieran las armas y dejaran de servir a un ejército traidor. Arenga que era respondida cada día con ráfagas de fuego que emergían de diferentes lugares y de las que, como él reconoció en más de una oportunidad,  tuvo suerte de salir ileso.10
La vida en el frente fue dura para el Dr. Prat. Varias veces estuvo enfermo, y sufrió, además,  las consecuencias del hambre y del frío. En ocasiones éste resultaba tan  insoportable, que en las noches, propensos a adquirir cualquier otra enfermedad, él y sus compañeros, se disputaban un sitio junto a los cadáveres de los mulos muertos, para así calentarse con el calor producido por la putrefacción, pero la energía de luchar y salvar la República fue mayor que esos riesgos.11
Un elemento a destacar de la labor realizada por el Dr. Prat durante esta época es que desde la guerra hacia gestiones para salvar la mayor cantidad de obras de artes que pudiese perderse en la contienda; cuadros, imágenes, o cualquier  objeto que tuviese valor cultural. El accionar de Prat estuvo encaminado a salvaguardar el patrimonio histórico cultural de la nación, que lo consideraba como la primera vía para conocer su historia.
 A inicios de 1939, los ejércitos republicanos fueron derrotados por la fuerza reaccionaria. El 26 de enero de ese mismo año, las tropas franquistas tomaron Barcelona, de esta forma, y en tales circunstancias, lo único que pudo lograr el gobierno de la República fue que Francia aceptase el cruce por su frontera de los restos del ejército republicano y parte de la población civil que huía de la represión fascista. En 1939 aproximadamente unos 500 000 españoles cruzaron la frontera francesa en busca de refugio.  Entre ellos unos 250 000 eran milicianos del Ejército Republicano. Así tuvo lugar un éxodo masivo de hombres llamados por la prensa francesa como “los españoles rojos”.12 Al llegar a territorio francés fueron confinados en campos de concentración ubicados en la región de los Pirineos Orientales, principalmente en Argeles, Saint Cyprien, Le Barcarés y Agde. 13 Otra parte de los republicanos logró embarcarse en Valencia, rumbo a lugares disímiles, algunos se concentraron en la Unión Soviética y otros en países de América Latina. 14
Francisco Conrado Prat Puig salió de España junto al último batallón del ejército republicano. Fue confinado al campo de concentración en Agde. Este  fue creado en el mes de febrero de 1939 con el fin expreso de recibir a los milicianos españoles, particularmente a los catalanes.15 El alto mando del Campamento estaba bajo la responsabilidad de Georges Benoit-Guyod, Jefe de Escuadrón del Ejército francés, quien posteriormente se hizo amigo del Dr.  Prat, y se volvió un defensor de los intereses de los refugiados españoles.16
Después de la instalación del campamento de refugiados españoles se formaron cuadrillas encargadas de diversas faenas necesarias para las actividades diarias, entre las cuales figuraba la construcción de calzadas para las calles dentro del recinto. El Dr. Prat Puig  se convirtió en enfermero debido a sus conocimientos de asepsia y de curas de heridas.
Durante su reclusión se percató que el grupo de voluntarios que traía piedras para empedrar el cenagoso campo estaba destruyendo una estación arqueológica ibérica. Confundidos junto con las piedras identificó muchos molinos de manos. Nuevamente, en este caso fuera de su país y a pesar de las circunstancias verdaderamente difíciles, podía incorporarse a la labor que en su vida había sido una fuente de inspiración para él. De esa manera podía continuar fortaleciendo su vocación como maestro, investigador y arqueólogo. En tal coyuntura, conoce a Raymond Aris, farmacéutico, que al igual que él,  compartía el amor por la arqueología, lo que facilitó la organización de un grupo, conformado con los mismos refugiados del campamento para realizar excavaciones arqueológicas que pudieran revelar las riquezas patrimoniales, culturales e históricas que existieran en aquel lugar. 
Convencidos de que se hallaban en una localidad que había servido de asentamiento a griegos y fenicios siglos atrás, obtuvieron permiso del Comandante del campamento para realizar excavaciones arqueológicas. La labor desempeñada en aquel lugar resultó ser para el Dr. Prat y demás compañeros muy provechosa y educativa. De ella señala:

Con compañeros del campo de Adge, auspiciadas por las autoridades francesas, promovidas y dirigidas por mí se realizaron las excavaciones del poblado y de una necrópolis visigoda; con el material de esta última hice una instalación en el museo de la localidad. Estos trabajos además de prestigiar a los refugiados españoles en Francia, salvaron de enfermedades y de la locura a muchos compañeros escogidos por mí entre los que estaban más expuestos a contraerlos a consecuencia del encierro en el campo, del que se libraban trabajando conmigo.17

Tras varias semanas de ardua labor encontraron las ruinas muy bien conservadas de un pueblo ibérico, allí Prat creo lo que llamó: “Museo viviente”.18 Unido al reconocimiento e impresión que causó esta investigación en Francia, le llegó a Francisco Prat Puig el permiso de poder circular por el territorio francés. Como ha sido reconocido:  “La experiencia francesa en medio de aquellas circunstancias particularmente trágicas –a pesar de su brevedad- constituyó para él, después de sus investigaciones de joven docente en Cataluña, un momento decisivo de la formación de su personalidad espiritual y científica, como francófilo y arqueólogo”. 19
El inicio de la segunda conflagración mundial sorprendió al Dr.  Prat en el campo de concentración de Adge. Al igual que otros muchos refugiados españoles volvió los ojos hacia Cuba, donde vivían los familiares de su esposa y con quienes mantenía una buena relación. De Adge pudo salir con una autorización extraoficial para trasladarse a Burdeos y embarcar hacia Cuba. El pasaporte que lo identificaría fue falsificado bajo el nombre y documentos de su cuñado que había muerto fusilado. Hasta su salida hacia la Isla antillana, se mantuvo escondido en la Iglesia Parroquial de Burdeos por más de quince días. En una madrugada del mes de septiembre de 1939, partió del Puerto de Burdeos hacia New York;  de allí a Miami, y posteriormente hacia La Habana, donde lo esperaban sus suegros. De ese modo el Dr. Francisco Prat Puig alcanzó en suelo cubano su residencia definitiva. En 1940 obtuvo la nacionalidad cubana. En diciembre de 1939, su esposa e hijas salieron de España rumbo a Cuba.
El Dr. Francisco Prat llega a Cuba en un contexto histórico muy complejo, no solo para el país sino para el mundo. El estallido de la Segunda Guerra Mundial crea dificultades en el abastecimiento de azúcar en el mercado mundial, al ser destruidas muchas plantaciones remolacheras de Europa. Esta situación estimuló una expansión de la producción azucarera cubana, además de  impulsar otras actividades económicas que favorecieron el incremento de algunos renglones productivos en sustitución de las importaciones, lo que representó un despliegue de la burguesía nacional, necesitada de ampliar su cultura y de alcanzar reconocimiento social.
A lo referido anteriormente se le incorporan los cambios ocurridos en la proyección política del gobierno cubano. A partir de 1937 se había producido en el país una “reapertura democrática”, que dio la posibilidad de que se adoptaran una serie de medidas favorables al pueblo como la legalización del Partido Comunista (1938), la fundación de la Central de Trabajadores de Cuba (1939) y la apertura de la Asamblea Constituyente (1940).
Como en el caso de otros muchos exiliados españoles, el proceso de adaptación del Dr. Prat a la realidad cubana resultó difícil, y sufrió momentos de estrecheces económicas y de desánimo. La necesidad lo obligaba a buscar empleo. Su disposición a impartir clases se vio frustrada dada su condición de combatiente de la República Española. Tanto las escuelas religiosas como las de los laicos, habían decidido no dar empleo a ningún refugiado, por lo que siempre encontró respuestas negativas. Las ayudas ofrecidas por el Circulo Republicano Español, la Sociedad de Beneficencia “Naturales de Cataluña” y otras instituciones solidarias con los inmigrantes españoles eran muy limitadas en el caso de los refugiados de la guerra civil. 20
Es bajo estas circunstancias donde Prat Puig establece contacto con Fernando Ortiz, con quien posteriormente mantuvo fuertes lazos de amistad. Este le presenta a un joven casado con la hija del dueño del Cander College, colegio americano ubicado en las afueras de La Habana, por cuya vía fue invitado para dar unas  charlas en dicho establecimiento. Es allí donde conoce y fija relaciones con Julio Soto Sagarra, profesor de Historia, quien con su influencia logra que el Dr. Prat pueda impartir clases en los cursos de verano ofrecidos por la Universidad de La Habana. El vasto conocimiento que tenía Prat Puig sobre la Historia de España, lo conllevaron a dirigir los contenidos de sus conferencias hacia: El Arte Español del siglo XVI y XVII, la Cultura española durante la Edad Media y Pre historia de la Península Ibérica; lo que le permitió ganar dinero para sustentar a su familia. Sobre sus primeros años en la capital, Prat Puig precisa:

Mi estancia habanera constituyó una experiencia totalmente negativa, debido a mi manifiesto desajuste con aquel vacío y frívolo ambiente en el que entonces me enfrenté, tan maleado políticamente como desfigurado por su ostensible yanqui fobia, contra la que me pronuncié airadamente, determinando mi actitud que se me cerraran casi todas las puertas con excepción de los referidos cursos de veranos y mi actuación en la frustrada Escuela de la Habana, pretendida imitación criolla de la madrileña Institución Libre de la Enseñanza, en compañía de otros compañeros del exilio y de otros cubanos de ideología a fin. 21

En 1940 el Dr. Prat logró impartir varias conferencias en la Institución Hispano Cubana de la Cultura. Luego tuvo la posibilidad de ofrecer en la misma un curso de más de veinte lecciones sobre Historia del Arte. Estas disertaciones le ofrecieron la oportunidad de abrirse un espacio en el panorama académico cubano y establecer estrechas relaciones con algunos intelectuales, entre los que se encontraban la etnóloga Lydia Cabrera y la historiadora María Teresa Rojas. Ambas formaban parte de un grupo de personas adineradas, interesadas en restaurar y conservar edificaciones de valor histórico-cultural y arquitectónico.
En ese contexto, por su trayectoria como arqueólogo y los resultados obtenidos en sus investigaciones, se le encomendó a Francisco Prat Puig la tarea, entre los años 1940 y 1945, de asesorar la restauración de la iglesia Parroquial de Remedios, la del Espíritu Santo en La Habana, y poco después la de Santa María del Rosario, llamada la Catedral de los Campos de Cuba.
En 1942, por cuestiones de trabajo, el Dr. Prat Puig realiza su primera visita a Santiago de Cuba. Queda sorprendido por la forma arquitectónica de la ciudad y la vida social que allí se desarrollaba. Conoce a los doctores Pedro Cañas Abril y Felipe Martínez Arango, presidente y secretario, respectivamente, de la Comisión Pro-Monumentos, Edificios y Lugares artísticos de dicha ciudad, quienes lo invitan a dictar conferencias sobre arquitectura colonial. De ahí surge su deseo de volver. En 1945 se le proporciona regresar a la ciudad, en esta oportunidad con el fin de cooperar en el proyecto de fundación de la Universidad de Oriente.
Desde principios de la década de 1940, como consecuencia de los cambios socio-políticos que se establecían en Cuba, surgieron en las diferentes provincias del país disímiles instituciones promotoras de la cultura. Oriente  no escapó de este proceso. Entre las instituciones creadas en esta región se encontraban: la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente, Acción Ciudadana, la Sociedad de Historia de Oriente, la Sociedad de Estudios Superiores Orientales y el Grupo Humboldt.22
Se trataba de una región en pleno siglo XX, donde había aumentado el número de centrales azucareros y, por ende, el cultivo de la caña de azúcar se había incrementado. Asimismo lo hicieron otros renglones de la economía, lo que en su conjunto demandó la necesidad de profesionales en estas materias, para  lograr un mejoramiento en la misma, que la pusiera a tono con la situación provincial y nacional. Es en ese escenario que maduró el empeño de crear una Universidad en esta zona del país.
En el año 1946, se constituyó un Comité Gestor. Se formó un Consejo Directivo y se discutieron la orientación pedagógica, los planes de estudio, los estatutos y la matrícula que debía tener el centro. Desde el mes de julio del siguiente año se aceleraron los trabajos para echar a andar la Universidad de Oriente. Este proyecto contó con el apoyo de las organizaciones estudiantiles de segunda enseñanza, del ayuntamiento, de las firmas comerciales e industriales de la localidad, y en general de todo el pueblo.23
El 10 de octubre de 1947, en los locales de la antigua Escuela Profesional de Comercio, en la ciudad de Santiago de Cuba, se fundó la Universidad de Oriente; institución que vendría a concretar el sentir general de la región oriental frente a necesidades de tipo cultural y económico, y el afán de superación de una juventud estudiosa, ávida de conocimientos útiles y prácticos que se tradujera un día en mejores oportunidades de trabajo y de bienestar. El 27 de abril de 1948, por acuerdo del Consejo de Ministros de la República de Cuba,  se oficializa la Universidad. La misma había sido fundada bajo el amparo del Artículo 54 de la Constitución, que autorizaba la creación de Universidades privadas, pero la proyección de este centro fue más allá, ya que mantuvo un carácter público.
Fue siempre interés del claustro de profesores de la Universidad de Oriente el fomento de la investigación científica y la inserción de sus estudiantes en la cultura general, y así lo hicieron constar en los estatutos que regían el funcionamiento del centro universitario, firmados el 23 de marzo de 1949:

La Universidad de Oriente es un centro de enseñanza e investigación superiores destinados al desarrollo de la alta cultura, a la orientación y mejoramiento de los valores cívicos y morales, al progreso de la técnica y a la preparación profesional. Los fines y la actuación de la Universidad responderán siempre a una elevada función y utilidad social y servicio del pueblo.24

En 1947, gracias también a la contribución monetaria de María Teresa de Rojas, el Dr. Francisco Prat publica la monumental obra: El prebarroco en Cuba. Una escuela criolla de arquitectura morisca; que le valió la obtención de  los Votos de Gracias, distinción otorgada por el Congreso de Historia Local de San Juan (Puerto Rico). Al mismo tiempo, por parte de la Sociedad de Estudios Superiores de Oriente, recibió la oferta de integrar la nómina de fundadores de la Universidad de Oriente. En ese sentido fue nombrado profesor fundador honorario. Santiago de Cuba, acogió al Dr. Prat, quien había llegado para quedarse.
Desde fines de 1947, Francisco Prat Puig se hospedó en la pensión Jover25 de la ciudad de Santiago de Cuba. Luego se trasladó al Reparto Las Flores, en la carretera de El Caney. Tanto fue el amor y la identificación con aquel  lugar que allí vivió cuarenta y cinco años, hasta su muerte, y fueron sus deseos que se le enterrara en el humilde y sencillo cementerio del poblado de El Caney.
Francisco Prat, al igual que otros españoles 26 radicados en Santiago de Cuba  quienes encontraron en la prestigiosa institución universitaria un hogar donde aportaron sus experiencias actualizadas en los diferentes órdenes de la enseñanza superior, marcándola así como una Universidad diferente de la ya existente en la Isla, se opuso siempre a los métodos memorísticos. Con esa óptica, impartió una decena de asignaturas, y en poco tiempo se convirtió en un renovador que trasmitía, de forma activa y científica, sabiduría a sus estudiantes, quienes quedaron agradecidos con la labor desplegada por el Dr. Prat. Así lo refiere la Dra. María Elena Orozco, una de sus más allegadas discípulas:

Prat fue y seguirá siendo mi maestro, el que me enseñó a comprender el proceso histórico del arte y también me llevó de la mano hacia la interpretación de la obra de arte. Me hizo amar la arquitectura, como manifestación del ser de una nación, de un pueblo, de una localidad donde se forja y evidencia su espíritu y su alma […] Sin Prat, a lo mejor no hubiese hecho nada. No soy arquitecta pero me siento capaz de restaurar, por lo que me enseñó.27

El Dr. Francisco Prat Puig fue en todo momento un profesor ejemplo; un formador. Ejemplo en su disciplina ante el horario de clases, ejemplo en la ilimitada capacidad de saberlo todo, de poder responder a cada pregunta aunque esta no tuviera que ver con lo que se estaba explicando, porque como bien afirma una de sus discípulas: “[…] no hay manera de educar a nadie si no se demuestra cada día que dominas lo que explicas, como él lo hacía”.28
Una acción que destacó también su pensamiento avanzado, fue cuando diseñó el emblema que identificaría a la Universidad de Oriente, el que había sido concebido por los doctores Max Figueroa Araújo -se desempeñaba en ese momento como Director del Departamentos de Actividades Sociales y Publicidad - y Pedro Cañas Abril -entonces  Decano de la Facultad de Filosofía y Educación-. El escudo universitario, en el lema de “Ciencia y Conciencia” que lo preside, esbozaba con claridad el objetivo no solo pedagógico, sino general que el centro se había trazado, que él defendió con la pasión y el empeño de su magisterio creador.
El solo hecho de tener el emblema ambas palabras daba la medida de la profundidad con que se educaría a quienes egresaran de cualquiera de sus Facultades, pues estas palabras indicaban el carácter progresista con que se marcaba a este intelectual, quien en conjunto con sus demás compañeros de trabajo tenían la responsabilidad de crear una Universidad donde se dieran la mano el estudio, la cultura y el deporte y que se ajustara a la situación histórica de la región oriental del país.
Consecuente con la máxima de “Ciencia y Conciencia”, la Universidad de Oriente no estuvo al margen de las acciones revolucionarias que se realizaron en el país a partir de 1952. Sus estudiantes y profesores repudiaron el golpe de estado encabezado por Fulgencio Batista el 10 de marzo del citado año
. El Consejo Universitario y la Federación Estudiantil  Universitaria de Oriente (FEUO), realizaron declaraciones en rechazo al régimen de facto y en defensa de la Constitución ultrajada por el golpe militar. “Mientras las clases eran suspendidas por cuarenta y cinco días, la comunidad universitaria  participaba en los actos de la Jura de la Constitución”.29
Además de su carga docente, el Dr. Prat  se dedicó al estudio de la arquitectura cubana y santiaguera, así como a la restauración de valiosas edificaciones. En 1952 participó en un concurso para el proyecto del nuevo Ayuntamiento para la ciudad. Gana el mismo con una solución inspirada en un proyecto de Ayuntamiento para esta ciudad, diseñado en el siglo XVIII. La obra se hizo según los planos por él diseñado en el proyecto, y la ejecución estuvo bajo su dirección y control. En tanto se materializaba el proceso de demolición del viejo edificio, descubre una fosa sepulcral correspondiente al siglo XVI. Los restos allí encontrados le permitieron escribir y publicar el libro que titulo: Conjunto cerámico del Siglo XVI.
En el año 1963, el Dr. Prat confeccionó una Guía razonada de los monumentos más antiguos de Santiago de Cuba. Durante los años comprendidos entre 1964 y 1974,  por cuenta del compañero Arturo Duque de Estrada y con atribuciones sobre los monumentos de la Provincia de Oriente, dirigió la restauración de la Casa de Diego Velázquez donde posteriormente se instaló el Museo de Ambiente Histórico Cubano; el Castillo de San Pedro de la Roca; y la casa natal del poeta José María Heredia y Heredia. Asimismo ejerció la crítica de arte30 y fomentó la realización de exposiciones de pintura y de piezas arqueológicas.
Su labor como restaurador no se limitó en esos años a la ciudad de Santiago de Cuba. Abarcó además el Castillo de La Fuerza, en La Habana, la casa natal de Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo; el museo de la ciudad de Puerto Padre; el fuerte de Matachín, en Baracoa;  edificaciones en Gibara y en otras poblaciones. Orientó además el trabajo de restauración de la ciudad de Trinidad, en la provincia de Santi Spíritus. A su labor se debe haber podido realizar el informe sobre el valor arqueológico del Castillo de Jagua, y los informes técnicos para la restauración de las casas del siglo XVI al XVIII en Camagüey y Cienfuegos.
Uno de los trabajos realizados por el Dr. Prat Puig, eventualmente desconocido por muchas personas, fue específicamente el asesoramiento técnico que brindó a numerosos organismos e instituciones de carácter nacional y local. Uno de ellos fue a la Dirección Nacional de Monumentos. Debe destacarse que este trabajo, lo simultaneaba con sus responsabilidades en los cargos de dirección que desempeñó; así como en las diversas asociaciones a las que perteneció.
Sobre sus hombros descansaron varias tareas administrativas. En 1960 asumió la responsabilidad de  Decano de la Facultad de Humanidades. En el año 1965, encabeza la dirección de la Escuela de Historia, y en 1968 comenzó a dirigir el Departamento de Historia General. De igual manera, desde 1978 perteneció al Consejo Científico de la Universidad de Oriente, en el cual ocupó la responsabilidad de Secretario. Fue Asesor de la Biblioteca Central de la Universidad de Oriente, y del Archivo Histórico de la misma.
El Dr. Prat poseía una biblioteca personal de más de 1150 volúmenes que contaba con aproximadamente 982 títulos agrupados en 30 materias. Tenía también una valiosa colección de obras de arte que había atesorado durante toda su vida, a costa de sacrificios personales y familiares, “la  que en un gesto altruista donó a la Universidad de Oriente”. 31 Tanto los libros de la biblioteca como las obras de arte estuvieron a disposición de sus estudiantes quienes en oportunidades hicieron de la casa del Dr. Prat un salón de estudio.

 […] Sus obras de arte de enorme valor, las conservaba en su casa en el Caney, con una organización que no obedecía casi nunca a la lógica, sino al escaso espacio de que disponía.  De modo que en el baño de la casa podría encontrarse uno con un cuadro de autor famoso o en el desván de la casa mantener toda la riqueza de arte aborigen que poseía. El Apolo Citáreo, por ejemplo, yacía bajo su cama, por cuestiones de seguridad, pues podría ser una pieza deseada por los delincuentes y ladrones (es de plata). Las porcelanas, y otros objetos valiosísimos formaban parte de la decoración de la sala, la saleta, las habitaciones, del baño, etc.32

En 1964, Francisco Prat Puig obtiene la categoría de Profesor Titular. Desde 1968 hasta 1977, fue designado como  Trabajador Ejemplar de la Universidad de Oriente. En los cursos académicos de 1979-1980 y 1980-1981, fue seleccionado como profesor más destacado de la Casa de Altos Estudios Oriental. Por sus méritos profesionales tuvo participación en los Congresos de Historia, efectuados entre 1968 y 1975. En el año 1973 es elegido para asistir al Congreso Internacional de Historia del Arte realizado en España.
En mayo de 1980, el Ministerio de Educación Superior le otorgó el grado de Doctor en Historia del Arte, el que le fue concedido de manera  excepcional como reconocimiento a la labor docente e investigativa que había realizado durante toda la vida. En septiembre de ese mismo año tiene la misión de impartir por tres meses algunos cursos en la Universidad Estatal de Leningrado, en la hoy desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El 7 de diciembre de 1981 en el salón de actos Camilo Cienfuegos de la Academia de Ciencias, en La Habana), se crea el comité gestor de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC). La comisión, integrada aproximadamente por 35 personas, estaba dirigida por el Dr. Julio Le Riverend Brusone. La provincia de Santiago de Cuba fue representada por Francisco Prat Puig, Fernando Boytel Jambú, y Octavio López Fonseca, en representación de la Universidad de Oriente, la Casa del Caribe y el Instituto Superior  Pedagógico “Frank País”, respectivamente.

En julio de 1982 comienzan a constituirse las filiales provinciales por todo el país. El 30 de julio de ese año, al cumplirse el XXV aniversario de la desaparición física de Frank País García; fue constituida la Filial de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba en la provincia de Santiago de Cuba. La Comisión Organizadora propuso 5 candidatos para formar la Dirección de la Filial Provincial, quien designó como presidente al Dr. Francisco Prat Puig, actividad que desempeñó hasta 1986 donde le cedió su lugar a  Octavio López Fonseca quien sobre él afirmó: “El Dr. Prat durante esos cuatro años nos asesoró y preparó con gran maestría […] él tenía una visión muy grande de lo que podía ser un historiador”.33 En el mismo año que se constituye en Santiago de Cuba la UNHIC, el Rector de la Universidad de Oriente le confiere al Dr. Prat la condición de Profesor de Mérito.

El 1983, fue un año muy importante para el Dr. Prat Puig, ya que tuvo la satisfacción de ver materializado su esfuerzo y anhelo de que se creara  la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Oriente. No obstante al no compartir la decisión de que ésta no perteneciera a la Facultad de Filosofía e Historia, los vínculos afectivos que tenía con ésta y con el Departamento de Historia General lo llevaron a mantenerse en su claustro, lo que no afectó la labor que desarrolló en la recién creada carrera, tanto en lo que concierne a la formación de los profesores como a la docencia de pregrado.

Una vez trasladado el Departamento de Historia del Arte hacia el edificio docente 3, las autoridades universitarias decidieron hacerle una suerte de  regalo al Dr. Prat y asignaron el 3er y 4to pisos del edificio, para que allí se instalara el Museo Pedagógico con el que él había soñado y para el cual había donado su colección de obras de arte. El Dr. Prat Puig sabía que aquel no era el lugar adecuado para que existiera su Museo donde, además de los estudiantes de la especialidad de Historia del Arte  y de otras afines que como Historia y Letras, también reciben asignaturas curriculares relacionadas con la Historia del Arte, y alguna que otra visita que llegaba de funcionarios del Ministerio de Educación Superior (MES), nadie acudía allí, pero Prat aceptó la solución que se le brindó porque no había, en realidad, condiciones para otras.
El lugar que ocupa nuestra Institución  impedía la afluencia de público, y más aún  atentaba la ubicación de este, destinado a las dos últimas plantas de un edificio alejado, que no se diferencia de otros de los que hay  en ese entorno. Y él como museólogo, sabía que cuando las colecciones –cualesquiera que sean- no interactúan con el público, no tienen ningún valor, pues no cumplen las funciones para las que se ha concebido su exhibición. Fue por ello que a propuesta del arquitecto Omar López, Conservador de la ciudad, se trasladó el Museo hacia el corazón de la vieja ciudad, con el firme propósito de promover y divulgar la excelencia de  sus colecciones. Lo mas acertado de este cambio fue que se ubico en una sección del emplazamiento rescatado y restaurado sabiamente por el Dr. Francisco Prat y donde en su momento funcionó el Colegio Seminario San Basilio Magno, primer centro de enseñanza superior que tuvo Cuba.34
Por su destacada labor profesional, Francisco Prat Puig recibió en nuestro país diferentes medallas y condecoraciones. Entre ellas se destacan: las Medallas de la Alfabetización, Por la Educación Cubana, Rafael María de Mendive, que otorga el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Enseñanza y la Ciencia a los afiliados que se mantengan de manera ininterrumpida en el sector por más de 25 años; 28 de septiembre, de los Comités de Defensa de la revolución; la Distinción por la Cultura Cubana, que recibió en 1981, la Orden Frank País, la Félix Varela (1986) y la Alejo Carpentier (1993). Asimismo recibió   la Medalla por la dirección, proyecto y realización del Ayuntamiento, y la que otorgó la Academia de Ciencias de Cuba por el 25 Aniversario de su fundación.
No sólo Cuba reconoció el  trabajo desplegado por el Dr. Prat. El 21 de septiembre de 1973 los antiguos alumnos del Instituto de Segunda Enseñanza de Mataró (ISEM) le otorgaron la Placa y Medalla del establecimiento. En el marco de las conmemoraciones por el 5to Centenario del Encuentro entre dos Culturas, su majestad el Rey de España le confirió, el 6 de diciembre de 1991,  la Orden de la Cruz Isabel la Católica, y el 9 de marzo de 1993, la Generalitat de Catalunya, le otorgó la condecoración de mayor rango que concede el Gobierno de esa la región autónoma de Cataluña: la Orden de la Cruz de San Jordi.
El 3 de noviembre de 1986 el Dr. Fernando Vecino Alegret, Ministro de la Educación Superior, motivo al 80 cumpleaños del Dr. Prat, envía a este  una comunicación como muestra de su respeto y admiración; lo que refleja en las líneas siguientes:

[…] En su larga y fructífera vida ha sido usted maestro, en el sentido martiano, que es decir creador, de muchas generaciones de profesionales cubanos, a los que ha contribuido usted a formar en la disciplina del estudio consciente, en el afán por la investigación científica, en la dignidad que debe tener todo hombre dispuesto a darlo todo por la Revolución.35

Y a continuación destaca:

[…] Pienso que en usted, profesor Prat, tienen los jóvenes profesores universitarios, y, por supuesto, los estudiantes, un alto ejemplo de consagración al trabajo--esa a la que nos llama hoy nuestro Comandante en Jefe--, de maestría pedagógica, de vertical conducta revolucionaria desde los años de su juventud, de dedicación a la labor científica, con resultados concretos, todo lo cual les debe servir de guía a las nuevas generaciones que, herederas de las mejores tradiciones de nuestro pueblo, construyen una sociedad más justa.36

El 30 de octubre de 1988, teniendo en cuenta los méritos científicos y docentes demostrados en el campo de la disciplina de Historia, fundamentados en los métodos y técnicas arqueológicas, el Rector de la Universidad de la Habana acredita al Dr. Francisco Conrado Prat Puig como Especialista en Ciencias Arqueológicas.
En sus últimos tiempos el Dr. Prat vivió algunas aflicciones, a causa del incendio que afectó en 1991 el Museo de Ambiente Histórico Cubano, situado en la Casa de Diego Velázquez; la acusación de algunos colegas suyos de sustentar patrones valorativos muy españolistas y religiosos y las limitaciones impuestas por la crisis económica a causa del llamado periodo especial, que impidieron materializar algunos de sus proyectos. El 28 de mayo de 1997 a la edad de 90 años, muere Francisco Prat Puig. Fue sepultado en el cementerio  del poblado de El Caney con los honores que le dispensaron muchos de sus antiguos alumnos, colegas, vecinos y compañeros de labor.
Los dos grandes sueños de la vida profesional del Dr. Prat Puig fueron el poder restaurar la Ciudad de Santiago de Cuba y crear en la Universidad de Oriente la Especialidad de Historia del Arte. 37 En gran medida logró cumplirlos aunque nunca se sintió satisfecho con el trabajo realizado y así lo reafirmaba en sus intervenciones: “[…] me considero siempre deudor en cualquier frente de los que me ha correspondido actuar, tanto me considero obligado a servir a nuestra Revolución”. 38
La actividad profesional del Dr. Francisco Prat estuvo marcada por la  labor docente en torno a la cual desarrolló las de investigación, arqueología y restauración que vivificaron cada uno de los actos de su vida. Maestro siempre, con una generosidad sin límites, vivió animado de un amor por los testimonios de la cultura y la historia cubanas que él interesó como propias. Asimismo mantuvo una actitud consecuente con los asuntos políticos de la época que le tocó vivir que lo llevaron  a alistarse en el ejército republicano durante la Guerra Civil española y, ya en Cuba, incorporarse desde muy temprano a las tareas de la Revolución. Esta actitud le valió múltiples reconocimientos  tanto en Cuba como en el extranjero.


Conclusiones

La búsqueda, revisión y análisis de  la información contenida en la bibliografía y documentos consultados, así como la que fue aportada por las personas que fueron entrevistadas, permitió, tras la elaboración de la propuesta  presentada, llegar a las conclusiones siguientes:
La contribución del Dr. Francisco Prat a los estudios históricos en Santiago de Cuba tuvo como punto de partida la labor docente que desde el año 1962 él desarrolló en la carrera de Historia la que se vio precedida por el trabajo que desempeño en la carrera de Filosofía y Letras. En ambas impartió asignaturas de corte histórico como Historia Antigua, Historia de la Edad Media y Técnicas de la Investigación Histórica. Su tesis acerca de la relación historia-arte/arte-historia, que lo llevaron a defender y demostrar la importancia que la historia del arte tiene para una mejor  explicación, análisis y comprensión de los hechos históricos se materializó en que en los planes de estudio de la carrera de Historia fueran incluidas asignaturas de corte artístico como es el caso de Panorama de la cultura cubana e Historia del Arte, cuya impartición asumió en más de una oportunidad. De igual forma, la utilización de muchas de sus publicaciones como bibliografía básica o complementaria de estas asignaturas potenciaron su contribución a los estudios históricos.
Las responsabilidades que asumió como Director de la Escuela de Historia y Jefe del Departamento de Historia General constituyen espacios desde los cuales también contribuyó al desarrollo de los estudios históricos ya que en el desempeño de esas funciones, dio una organización coherente a las áreas que dirigía; aportó sus conocimientos en la elaboración de los planes y programas de estudio de la carrera los que, en los momentos iniciales, eran diseñados en la propia Universidad de Oriente; y con vistas a lograr la formación de un egresado más competente organizó especializaciones de Historia de Cuba, Arqueología y Museología.
La labor que el Dr. Prat desempeñó como formador de nuevos profesores resultó también una significativa contribución a los estudios históricos pues con esta actividad dotaba a la joven Escuela de un grupo de profesionales que, permeados de los métodos de su Maestro, participarían en la formación  de los nuevos historiadores.
La actividad realizada por el Dr. Francisco Prat Puig  dirigida a la restauración y conservación del Patrimonio arquitectónico en Santiago de Cuba, está indisolublemente ligada a los estudios históricos. Algunos de los monumentos por él restaurados constituyen espacios apropiados para materializar la actividad laboral de los estudiantes de historia quienes, además, realizan allí diversas actividades de carácter educativo y profesional.
De esta manera, la docencia, la investigación, la restauración, la obra historiográfica y la formación de cuadros científico-pedagógicos constituyen los aspectos del quehacer profesional del Dr. Francisco Prat Puig que sirvieron de base a la contribución que el mismo hizo a los estudios históricos en Santiago de Cuba.


Fuentes Consultadas

Bibliografía:
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-Consejo Superior de Universidades. La Reforma de la Enseñanza Superior en Cuba. [s. c. e], 1962.
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-Departamento de Extensión y Relaciones Culturales. Informe presentado por el Dr. Francisco Prat Puig para el nuevo Palacio Municipal de Santiago de Cuba. Principios en que se inspira el proyecto premiado. Santiago de Cuba, 1951. (folleto)
-Duharte Jiménez, Rafael y Elizabeth Recio Lobaina (Compiladores): Santiago de Cuba. Siglo XX. Cronistas y viajeros miran la ciudad. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2005.
-Duharte Jiménez, Rafael, Olga Portuondo Zúñiga e Ivette Sóñora Soto (Compiladores): Tres siglos de Historiografía santiaguera. Oficina del Conservador de la Ciudad. Santiago de Cuba, 2001.
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-Sandoica Hernández, Elena: Los caminos de la historia. Cuestiones de historiografía y método. Madrid Editorial Síntesis. S.A. 1995.
-Universidad de La Habana. Escuela de Verano, julio a agosto de 1948 (folleto).
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-Ubieto Antonio, Juan Reglá, José María Jover y Carlos Seco: Introducción a la Historia de España. Editorial Teide-Barcelona, 1970. 
-Valdez Sánchez, Servando: Cuba: ejército y reformismo (1933-1940). Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2006.
Publicaciones.
Revistas:

  1.  Acción Ciudadana, No 51. 31 de enero de 1945.
  2.  Bohemia, No 18. 5 de mayo de1989.
  3. Gaceta Económica, No 88, agosto de 1955.
  4. Revolución y Cultura, No 77, enero de 1979.
  5. Revolución y Cultura, No 115, marzo de 1982.
  6. Revolución y Cultura, No 121, septiembre de 1982.
  7. Revolución y Cultura, No 7, julio de 1990.
  8. Santiago, No. 54, junio de1984.

Periódicos:

  1. Diario de Cuba. 31 de agosto de 1952.
  2. Diario de Cuba. 2 de febrero de 1958.
  3. Diario de la Marina. 31 de mayo de 1942.
  4. Diario de la Marina. 27 de mayo de 1956.
  5. Diario de la Marina. 16 de junio de 1956.
  6. Granma. 14 de agosto de 1971.
  7. Granma 18 de julio de 1973.
  8. Granma. 19 de febrero de 1981.
  9. Granma. 19 de abril de 1992.
  10. Sierra Maestra. 25 de noviembre de 1972.
  11. Sierra Maestra. 20 de junio de 1979.
  12. Sierra Maestra. 21 de diciembre de 1979.
  13. Sierra Maestra. 1 de junio de 1980.
  14. Sierra Maestra. 20 de octubre de 1985.
  15. Sierra Maestra. 22 de diciembre de 1985.
  16. Sierra Maestra. 17 de enero de 1987.
  17. Sierra Maestra. 25 de enero de 1987.
  18. Sierra Maestra. 15 de marzo de 1989.
  19. Sierra Maestra. 13 de abril de 1992.
  20. Sierra Maestra. 20 de abril de 1992.
  21. Sierra Maestra. 11 de noviembre de 1995.
  22. Sierra Maestra. 14de junio de 1997.

Documentos.
-Acta del claustro de profesores de la Escuela de Historia del 5 de noviembre de 1964, en: Archivo personal del Dr. Francisco Prat Puig (SC).
 -Autobiografía del Dr. Francisco Prat Puig del 15 de febrero de 1978, en: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig. Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado” (SC).
 -Autobiografía del Dr. Francisco Prat Puig (1980), en: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig. Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado” (SC).
 -Carta del Ministro de Educación Superior al Dr. Francisco Prat Puig 3 de noviembre de 1986, en Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig. Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado” (SC).
 -Correspondencia enviada y recibida por el Dr. Francisco Prat Puig, en: Archivo personal del Dr. Francisco Prat Puig. (SC).
-Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig, en: Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado” (SC).
  -Expediente de autoevaluación para la acreditación de la carrera de Historia del Arte. Facultad de Ciencias Humanísticas de la Universidad de Oriente. Febrero del 2005.
Entrevistas.
 -Gladis Estévez Martínez: Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente. Martes 18 de mayo de 2010. Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado”.
- Luz Elena Cobo Álvarez: Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente. Viernes 10 de junio de 2010. Facultad de Ciencias Sociales.
-Varinia González Estévez: Profesora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de oriente. Viernes 28 de junio de 2010. Facultad de Humanidades.
-Lidia Margarita Martínez Bofill: Profesora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Oriente. Lunes 5 de julio de 2010. Departamento de Historia del Arte.
-María Elena Orozco Melgar: Profesora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Oriente. Sábado 10 de julio de 2010 (casa).
-Octavio López Fonseca: Profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente. Miércoles 26 de enero de 2011. Facultad de Ciencias Sociales.
- Luisa Prat Turró: Hija del Dr. Francisco Prat Puig. Viernes 8 de abril de 2011 (casa).
-Hebert Pérez Concepción: Profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente. Miércoles 4 de mayo de 2011. Facultad de Ciencias Sociales.
-Luis González Pérez: Profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente. Jueves 5 de mayo de 2011. Facultad de Ciencias Sociales.
Otros.
-Caballero Lora, Mirelis. La Reforma de la Enseñanza Superior en Cuba y su proyección en la Universidad de Oriente. Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciada en Historia. Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, 1991.
-Estupiñán Ponce de León, Yudel: Claustro de profesores de la Universidad de Oriente (1947-2000). Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciado en Historia. Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado”, 2003.
-Márquez Álvarez, Evelyn. Los profesores emigrados españoles en la Universidad de Oriente. Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciado en Historia. Archivo Histórico de la Universidad de Oriente “Nelsa Coronado Delgado”, 2004.
-Mustelier Ramírez, Manuel Orlando. “Francisco Prat: Figura Relevante de la cultura cubana y universal” (mecanografiado).
-Palermo Liñero, Zuzet Edelsy. Universidad de Oriente. Apuntes para la Historia de su Estructura académica y Gobierno desde 1948 hasta1998. Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciado en Historia. Facultad de Ciencias Sociales, 1999.
-Programa: La Historia y sus protagonistas; dedicado al Dr. Francisco Prat Puig.

1 Archivo Histórico “Nelsa Coronado Delgado” Universidad de Oriente (AHNCDUO): Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig.

2 Flora Morcate Labrada, Marta Elena Lora Álvarez y Juan Pascual Menéndez: ¿Quién es? Homenaje al Dr. Francisco Prat Puig, p. 6.

3 ídem.

4 Pasante de abogado: asistente de un jurista en el ejercicio de la profesión en función de apoyarlo en sus actividades y aprender la práctica de la misma.

Este trabajo consistía en llevar a los niños de la casa al colegio y viceversa.

6 Pedro Bosch Gimpera: considerado como el gran impulsor de los estudios arqueológicos en España, nace en marzo de 1891 en Barcelona, graduado en 1911 en la Universidad de Barcelona de Derecho y Letras, en 1915 fue nombrado Director del Servicio de Investigaciones Arqueológicas del Instituto de Estudios Catalanes, organización que fungió como principal campo de su actividad. A partir de 1916 comenzó a impartir cátedra en la Universidad de Barcelona. Mostró siempre gran interés por el arte rupestre, el cual estudió hasta sus últimos días. También realizó trabajos sobre el noreste de España y la historia de Oriente; resaltando siempre la problemática sobre las raíces de España y el por qué de su plurietnicidad. Asimismo, fue protagonista de uno de los debates más polémicos de la prehistoria en Europa: el origen del vaso campaniforme, para lo cual definió una gran área de contacto desde el Báltico hasta Rusia, estableciendo el origen en España. Además, intentó hacer un estudio del Mediterráneo como una unidad y su posible contacto con España. En 1933 fue rector de la Universidad de Barcelona y en 1936 fue nombrado Doctor Honoris Causa en la Universidad de Heidelberg. Más adelante, en la Guerra Civil, desempeñó durante tres años el cargo de Ministro de Justicia del gobierno catalán hasta que tuvo que abandonar su país. En 1954 fue designado Investigador del Instituto de Historia de la UNAM y después del Instituto de Investigaciones Antropológicas. En 1967 fue nombrado Investigador  de mérito por el Consejo Universitario y en 1972 se le concedió el Premio Fray Bernardino de Sahagún por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Muere en la Ciudad de México el 9 de octubre de 1974.

7 AHNCDUO: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig.

8 Flora Morcate Labrada, Marta Elena Lora Álvarez y Juan Pascual Menéndez: Ob. cit. p. 8

9 Ibídem, p.10.

10 Ibídem, pp. 10-11.

11 Ibídem, p. 11.

12 Jean Lamore: Francisco Prat Puig: “La experiencia francesa en Adge (1939)”, en: Aida Liliana Morales Tejada y Juan Manuel Reyes Cardero: Seis miradas a la obra de Prat Puig, p. 17.

13 Ídem.

14 Aurea Matilde Fernández Muñiz: Breve Historia de España, p. 336.

15 Jean Lamore: Ob cit, p. 18.

16 Ibídem, p. 19.

17 AHNCDUO: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig.

18 Museo viviente: Sistema inventado por el Dr. Francisco Prat Puig que consiste en presentar de la forma más original posible el panorama histórico o cultural de una época o un siglo determinado. Utilizando para su ambientación objetos o elementos que la hayan caracterizado.

19 Jean Lamore: Ob cit, p. 29.

20 Jorge Domingo Cuadriella: “En su centenario”, disponible en: http://www.palabranueva.net/contens/

21 AHNCDUO: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig.

22Edelsy Zuzet Palermo Liñero: “Universidad de Oriente. Apuntes para la Historia de su Estructura académica y Gobierno desde 1948 hasta1998”. Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciada en Historia, p. 4. (inédito)

23 Olga Portuondo Zúñiga, Nelsa Coronado Delgado, Hebert Pérez Concepción y María Cristina Hierrezuelo Planas: La Universidad de Oriente. Ciencia y Conciencia, p. 41.

24 Universidad de Oriente: Leyes y Estatutos de la Universidad de Oriente, pp. 10-11.

25 Pensión Jover: Casa de Huéspedes que existió en la Calle Aguilera entre Calvario y Carnicería.

26 Como ejemplo de españoles emigrados hacia nuestro país se encontraban el Dr. Juan Chabás Martí que se incorpora al Universidad en 1947, Dr. Julio López Renduele, en 1949, Dr. José Luis Galbe Loshuertos, en 1949, Dr. Herminio Almendros Ibáñez, en 1952 y el Dr. Francisco Félix Montiel Giménez en 1952. Para obtener mayor información pueden consultar el Trabajo de Diploma de Evelyn Márquez Álvarez titulado: Los profesores emigrados españoles en la Universidad de Oriente, que se encuentra ubicado en el Archivo Histórico de la Universidad: “Nelsa Coronado Delgado”.

27 María Elena Orozco Melgar: Entrevista (casa). Sábado 10 de julio de 2010.

28 Lidia Margarita Martínez Bofill: Entrevista. Departamento de Historia del Arte. Lunes 5 de julio de 2010.

29 Colectivos de Autores: “Universidad de Oriente: Hitos de sus sesenta años de Historia”, disponible en: http//intranet. csh.uo.edu.cu, p. 25.

30  Ver: Lidia Margarita Martínez Bofill: “Francisco Prat Puig, crítico de arte”, en: Aida Liliana Morales Tejada y Juan Manuel Reyes Cardero: Ob cit.

31 Manuel Orlando Mustelier Ramírez. “Francisco Prat: Figura Relevante de la cultura cubana y universal”, p. 4. ( inédito),

32 Lidia Margarita Martínez Bofill: Entrevista. Departamento de Historia del Arte. Lunes 5 de julio de 2010.

33 Octavio López Fonseca: Entrevista. Facultad de Ciencias Sociales. Miércoles 26 de enero de 2011.

34 El Colegio Seminario San Basilio Magno, se fundó el 14 de abril de 1722, bajo la dirección del obispo Jerónimo de Nosti y Valdés y la acción del entonces deán del cabildo catedralicio Pedro Agustín Morell de Santa Cruz. Centro de instrucción y formación de jóvenes. Por sus aulas pasaron como profesores y alumnos, destacadas personalidades del acontecer intelectual y patriótico de Oriente tales como José Antonio Saco, Esteban Salas, Pedro Santacilia, Laureano Fuentes Matons y Juan Bautiasta Sagarra.

35 AHNCDUO: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig.

36 Ídem.

37 María Elena Orozco Melgar: Entrevista (casa). Sábado 10 de julio de 2010.

38 AHNCDUO: Expediente Laboral del Dr. Francisco Prat Puig.