Contribuciones a las Ciencias Sociales
Noviembre 2011

DESDE UNA PERSPECTIVA HUMANISTA EN EL TRATAMIENTO DE LAS HABILIDADES COMUNICATIVAS EN LAS CIENCIAS DE LA SALUD



Juan F. Tejera Concepción (CV)
Profesor Titular. Ciencias Médicas Cienfuegos
jtejera@ucf.edu.cu
Miriam Iglesias León
Profesor Titular. Universidad de Cienfuegos
miglesias@ucf.edu.cu


Resumen:
Las habilidades como componentes cognitivo- instrumentales de la actuación del sujeto, han sido ampliamente estudiadas en el ámbito de la actividad como categoría humana.
 La teoría de A. N. Leontiev (1985), acerca de la estructura de la actividad ha sido un aporte teórico metodológico significativo en el campo de la Psicología, que ha servido de fundamento para esclarecer la comprensión de las habilidades e instrumentar estrategias para su desarrollo según el tipo de actividad de que se trate. Los trabajos de Y. Galperin (1987), y N. Talízina (1989), son ilustrativos en esa dirección.
Al respecto Fernando González (1989, p.32) precisa : “una tarea primordial de la psicología es definir la estructura de las distintas formas que adopta el proceso de comunicación, sus elementos esenciales, la forma en que este proceso se expresa en distintos tipos de relaciones y sus elementos más significativos en su incidencia sobre la personalidad.”

Palabras Claves. abilities, communication , author , principles , features , essential.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Tejera Concepción, J.; Iglesias León, M.: "Desde una perspectiva humanista en el tratamiento de las habilidades comunicativas en las ciencias de la salud", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, noviembre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/15/

 

Desarrollo.
Fundamentación didáctica para la formación de las habilidades comunicativas en el ciclo clínico de la Carrera de Medicina. 
No obstante, hay estudios que aportan elementos interesantes y valiosos para la comprensión de las habilidades comunicativas y que pueden ser útiles a los efectos de promover su desarrollo, como es el caso del médico, que requiere de las mismas para desarrollar su labor profesional.
Sánchez, G.1993, analiza las habilidades comunicativas sobre la base del ejercicio de las funciones básicas de la comunicación y precisa tres habilidades rectoras que aplica al contexto pedagógico, pero retomando las mismas para la comunicación en la práctica médica pudieran enunciarse de la manera siguiente.

  • Dirigir el proceso de intercambio y transmisión de la información oral, escrita y gráfica, utilizando adecuadamente los recursos expresivos del lenguaje.
  • Establecer una adecuada comunicación sobre la base de la comprensión mutua y el respeto a la personalidad del sujeto.
  • Regular el proceso de interrelación médico paciente, la actividad y conducta de los pacientes  y de sí mismo.  

Salazar, T. 1993, en otros trabajos plantea la habilidad general de establecer relaciones interpersonales a través de una comunicación efectiva y desglosa varias habilidades integradoras, como son:

  • Habilidad para expresar la conducta verbal con apoyo de la extraverbal.
  • Habilidad para establecer el contacto psicológico.
  • Habilidad para interactuar a través de la actividad conjunta.
  • Habilidad para consolidar ese contacto psicológico.
  • Habilidad para establecer la comunicación con una comprensión mutua en la relación.

Desde otra perspectiva Bravo (1999), define que las habilidades comunicativas. “Son el dominio de acciones (psíquicas y prácticas) que permiten la regulación racional de la actividad con ayuda de los conocimientos y hábitos que posee el sujeto”.
También B. Márquez (2001), asume que las habilidades comunicativas están relacionadas con las: "Formaciones psicológicas mediante las cuales el sujeto manifiesta en forma concreta la dinámica de la actividad con el objetivo de elaborar, transformar, crear objetos, resolver situaciones y problemas, actuar sobre sí mismo: autorregularse”.
De igual forma Villavicencio (2007), define que las habilidades comunicativas por su parte son las operaciones que constituyen pequeñas acciones, procedimientos, formas de realización de la acción atendiendo a las condiciones, o sea las circunstancias reales en las cuales se realiza la habilidad y desde la perspectiva médica forman un paradigma esencial para conjugarlas, y de esta forma enseñar a los estudiantes de la Carrera de Medicina  a establecer una adecuada comunicación. 
Los autores antes mencionados, en sus análisis, hacen referencia a las habilidades desde su perspectiva, pero en ninguno de los casos, se ha trabajado las habilidades comunicativas en la formación del Médico General Básico. 
En las definiciones referidas anteriormente se destaca que la habilidad es un concepto en el cual se vinculan aspectos psicológicos y pedagógicos indisolublemente unidos. Desde el punto de vista psicológico se precisan las acciones y operaciones como componentes de la actividad y desde el punto de vista pedagógico el cómo dirigir el proceso de asimilación y aprendizaje de esas acciones y operaciones, mediante la integración de los contenidos de las diferentes asignaturas.
Toda acción se descompone en varias operaciones con determinada lógica, consecutividad. Las operaciones son pequeñas acciones, son procedimientos, las formas de realización de la acción atendiendo a las condiciones, o sea las circunstancias reales en las cuales se realiza la habilidad, le dan a la acción esa forma de proceso continuo.
En cada habilidad se pueden determinar las operaciones cuya integración permite el dominio por el estudiante de un modo de actuación, una misma acción puede formar parte de distintas habilidades, así como una misma habilidad puede realizarse a través de diferentes acciones, las acciones se correlacionan con los objetivos, mientras que las operaciones se relacionan con las condiciones.
Los conceptos de acción y operación son relativos y no absolutos, lo que en una etapa de la formación de la habilidad interviene como acción, en otra etapa se hace como operación, al proceso donde no existe coincidencia entre motivo (móvil) y el objetivo (representación del resultado) se denomina acción y cuando existe coincidencia se refiere a la actividad, en este caso a la habilidad.
Se identifica la etapa de la formación de una habilidad como centro del trabajo que desarrollamos y es  aquella que comprende la adquisición de conocimientos de los modos de actuar, cuando, bajo la dirección del profesor el estudiante recibe la Base Orientadora para la Acción (BOA)  sobre la forma de proceder. La formación de las habilidades depende de las acciones, de los conocimientos, hábitos, valores conformando todo un sistema que contiene la habilidad.
La base orientadora para la acción (BOA) según N Talízina (1981), se presenta atendiendo a tres características fundamentales, por su carácter generalizado, según su plenitud y según el modo de obtención. Las diferencias entre estas tres características sirven de fundamentos para clasificar los cuatro tipos de base de orientadora para la acción; pero por vía teórica pueden obtenerse ocho tipos de base orientadora para la acción.
El primer tipo se caracteriza por una composición incompleta de la BOA y se avanza muy lentamente, con un gran número de errores.
El segundo tipo se caracteriza por la existencia de todas las condiciones necesarias para un cumplimiento correcto de la acción, brindándole al sujeto en forma preparada y particular que sirve para la orientación sólo en el caso dado. La acción formada es más estable que en el primer tipo, no obstante, la esfera de la transferencia de la acción está limitada por la similitud de las condiciones concreta de su cumplimiento.
La base orientadora para la acción del tercer tipo se caracteriza por tener una composición completa, están representados en su forma generalizada y concreta, la elabora el sujeto independientemente por medio del método de generalización, le son inherentes no solo la rapidez y el proceso, carente de faltas, sino también una gran estabilidad y amplitud del traslado.   
Se puede precisar que el proceso de formación de las habilidades consiste en apropiarse de la estructura del objeto y convertirlo en un modo de actuar, en un método para el estudio del objeto, donde juega un papel preponderante la asimilación del conocimiento.
Atendiendo a los estudios realizados sobre el tema desde el punto de vista didáctico este autor ha  reflexionado en los siguientes presupuestos metodológicos que propician el proceso de formación de las habilidades:

  • Planificar el proceso de forma que ocurra una sistematización y consolidación de las acciones.
  • Garantizar el carácter activo y consciente del alumno.
  • Realizar el proceso garantizando el aumento progresivo del grado de complejidad y dificultad de las tareas y su correspondencia con las diferencias individuales de los estudiantes, integrando y sistematizando los contenidos de las asignaturas y las actividades de la práctica Médica.

N.F Talízina (1981), planteó que las habilidades tienen una estructura integrada por tres aspectos fundamentales:

  • El conocimiento específico de la asignatura. (carácter sistémico e integrador del proceso).
  • Sistema operacional específico (acciones).
  • Conocimientos  y operaciones lógicas.

Por otra parte, plantea que toda acción ó actividad humana ya sea mental, perceptual, motora, posee una composición de elementos que pueden ser considerados como invariantes.

  • El estudiante ¿qué debe dominar de dicha habilidad?
  • El objetivo cuyo cumplimiento se satisface mediante la habilidad.
  • El objeto sobre el que recae la acción del estudiante.
  • Un motivo para realizar la actividad.
  • Un sistema de operaciones o procedimientos para realizar la acción.
  • La base orientadora para la acción (boa), que determina la estructura de dicha acción.
  • Los medios para la realización de la actividad.
  • Las condiciones en que se realiza la actividad.
  • El resultado de la acción que no necesariamente debe coincidir con el objetivo.

Oportunamente desde esta dimensión, N. F. Talízina (1981), expresa que para garantizar adecuadamente la asimilación de los conocimientos de toda asignatura, las habilidades deben responder a tres criterios básicos:

  • Adecuación de las habilidades a los objetivos de la enseñanza.
  • Las habilidades seleccionadas deben revelar o profundizar en la esencia de los conocimientos.
  • El proceso de formación de las habilidades debe apoyarse en las leyes de la asimilación.

Es decir comenzar por el planteamiento del objetivo, en correspondencia con el mismo determinar la esencia de los conocimientos que deben ser asimilados por los estudiantes y tener en cuenta el carácter activo y conciente del proceso.
Para determinar el trabajo con las habilidades a formar en una asignatura, es fundamental esclarecer las habilidades generales y especificas.
Las habilidades generales son aquellas comunes a diferentes asignaturas para el trabajo con distintos conocimientos.
Las habilidades específicas son las que se relacionan con una asignatura concreta. El saber no puede materializarse sino es a través de este tipo de habilidad.
En el sistema de acciones específicas para formar la habilidad hay que destacar dos tipos de acciones:

  • Las específicas para apropiarse del conocimiento (comprender y fijar).
  • Las acciones que le permitan operar con sus conocimientos.

De manera que las operaciones lógicas son las que permiten la asimilación y aplicación de los conocimientos adquiridos por los estudiantes en una asignatura o actividad de la práctica Médica determinada. No se puede formar una habilidad determinada sin la presencia de las acciones mentales u operaciones lógicas tales como el análisis, la  síntesis, la comparación, la abstracción, la generalización, además de las acciones de control y evaluación en cada habilidad.
La formación de habilidades en el ciclo clínico de la Carrera de Medicina, exige la necesidad de sistematizar las diferentes etapas del Método Clínico, (Interrogatorio, elaboración de la hipótesis diagnóstica, uso de complementarios y exámenes diagnósticos para corroborar la hipótesis diagnóstica, planteamiento de los diferentes diagnósticos o diagnóstico definitivo, y determinación de la conducta terapéutica a seguir) y las formas de organización docentes a la luz de un nuevo enfoque, en el cual no siempre  el punto de partida sea la conferencia , seminario, clase práctica; sino que la formación de la habilidad puede partir también de una situación problémica, surgida en el propio proceso docente asistencial, que lleve al estudiante y al profesor a reflexionar acerca de situaciones nuevas presentadas derivadas del quehacer Médico diario, aportando las formas y vías para solucionar el mismo y su posterior fundamentación teórica en las actividades académicas y laborales. Este proceso debe cumplir el carácter sistémico e integrador de los contenidos de las asignaturas, aprovechando la posibilidad particular que ofrece cada una de ellas de acuerdo a las potencialidades específicas y las necesidades educativas que ofrece de cada grupo de alumnos, los elementos descritos anteriormente le dan la posibilidad al profesor y al estudiante de trabajar las habilidades comunicativas, cumpliendo el principio de la integralidad, y armonía.
Por último analizamos el modelo de los procesos concientes, propuesto por el Dr. Carlos Álvarez de Zayas (1997), basado en la teoría didáctica del perfeccionamiento de la Enseñanza Médica Superior en los momentos actuales. 
El encargo social del Médico General Básico se expresa en el plan de estudio a través del modelo de formación, el cual comprende tres perfiles: político-ideológico, profesional, ocupacional; y define cinco funciones del médico: atención médica integral, docente-educativa, administrativa, investigativa y especiales. La primera desempeña la función rectora, se precisa el campo de acción, la Medicina General Integral, la esfera de actuación: el nivel primario de atención, en estrecha relación con el nivel secundario y el terciario.
Los objetivos parciales se expresan por ciclos de formación, los específicos en las actividades laborales y académicas,  Los objetivos determinan la selección de los contenidos de la enseñanza y la selección de los métodos, medios y formas de enseñanza, los contenidos se enfocan en tres proyecciones: los conceptos; referidos a leyes, definiciones, teorías, relacionadas con el saber y con la capacidad de conocerlos y manifestarlos, dirigidos a completar la formación del  estudiante, en la dimensión cognitiva, participando en las actividades de la práctica médica, con la asesoría de los profesores tutores y coordinadores, bajo la dirección, asesoramiento y control del grupo básico de trabajo, sistematizando el proceso armónicamente e integralmente para contribuir a la formación de las habilidades comunicativas, para la expresión, observación y relación empática.
Los procedimientos; con los cuales se desarrollan las habilidades específicas de la profesión, comunicativas, métodos, técnicas,  algoritmos y metodologías, que los estudiantes van realizando a través de las actividades docentes asistenciales, tomando como paradigma esencial cada situación presentada.
Las actitudes;  tendentes a potenciar el aspecto afectivo de la personalidad, el perfil político- ideológico, normas, actitudes, valores que aportan directamente al modo de ser del sujeto. 

Conclusiones.

Concluimos asumiendo lo descrito por el Dr. Carlos Álvarez de Zayas (1997), cuando señala que: el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje constituye un aspecto fundamental en el presente estudio, por lo cual se hace necesario tener en cuenta los rasgos esenciales que lo tipifican, los principios que lo sustentan y los componentes que lo conforman.
Se encuentra sustentado en el enfoque histórico cultural de Vigotsky, corriente pedagógica contemporánea, basada a su vez en la teoría de aprendizaje del mismo nombre que contempla como concepto básico la Zona de Desarrollo Próximo, lo que debe ser el soporte teórico esencial de una educación, enseñanza y aprendizaje desarrolladores.

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