Contribuciones a las Ciencias Sociales
Noviembre 2011

PERSONALIDADES DE LA CULTURA DE NORTEAMERICANA: UNA VISIÓN MARTIANA



Eduardo Pérez Novo (CV)
Dunia Pino Bermúdez
Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, Cuba
eperez@ucf.edu.cu



RESUMEN

La obra de José Martí constituye una fuente inagotable de riquezas que debemos preservar y socializar. La originalidad de su obra hace de esta un legado cultural excepcional, digno de explotar a través del análisis y la promoción. Su vocación por descubrir, conocer, entender otras culturas y su estancia en los Estados Unidos le permitió realizar semblanzas de intelectuales norteamericanos como Emerson, Whitman, H. W. Beecher y W. Phillips.  Esta información ha constituido un valioso aporte en el estudio de estas personalidades.
Este trabajo tiene como objetivo analizar las reseñas sobre estas personalidades escritas por José Martí en cuanto a la apropiación de símbolos literarios, tanto estéticos como éticos, que ofrece la obra martiana en su visión sobre los intelectuales norteamericanos. Esto propició además apreciar la vinculación de la cultura y el idioma, teniendo en cuenta el punto de vista martiano, siendo su pensamiento un aporte en el estudio de esta dualidad.
Para su realización se revisó el tomo 13 de las Obras Completas de José Martí, donde aparecen sus apuntes acerca de la cultura de este país, el artículo Lecturas norteamericanas de José Martí, del intelectual José Ballón; así como el texto Celebración del lenguaje: hacia una teoría intercultural de la literatura, del argentino Adolfo Colombres.

Palabras claves: visión martiana, símbolos literarios, intelectuales norteamericanos, literatura, oratoria.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Pérez Novo y Pino Bermúdez: Personalidades de la cultura de norteamericana: una visión martiana, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, octubre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/14/

INTRODUCCIÓN

José Julián Martí Pérez es uno de los intelectuales más reconocidos en América y a nivel mundial por su capacidad de dominar la interrelación dialéctica entre pensamiento y lenguaje, lengua y sociedad; escribir y comprender textos auténticos de diversos estilos funcionales y temáticas; analizar y apreciar los valores estéticos del lenguaje (de su lengua materna y la lengua inglesa); así como desarrollar la valoración crítica a través de sus ensayos y reseñas.
Como respuesta a la necesidad de apropiación de símbolos literarios, tanto estéticos como éticos que ofrece la obra martiana en su visión sobre los intelectuales norteamericanos, surge este artículo, cuyo objetivo general se desprende de la idea de analizar las reseñas martianas de personalidades de la cultura de habla inglesa como R. Emerson, W. Whitman, H. W. Beecher y W. Phillips, cuyas obras fueron traducidas y analizadas por dicho autor.
La vocación de Martí por descubrir, conocer, entender otras culturas y su estancia en los Estados Unidos durante el período de tregua de la guerra revolucionaria, le permitió estudiar la obra de intelectuales norteamericanos como Emerson, Whitman, H. W. Beecher y W Phillips.  Esta información brindada por Martí ha constituido un valioso aporte en el estudio de estas personalidades. Para la realización de este trabajo fueron revisados los textos martianos dedicados a la cultura norteamericana, así como los criterios de autores como José Ballón y Adolfo Colombres.

DESARROLLO

Acercarse a la vida – he aquí el objeto de la literatura --: ya sea para inspirarse en ella:
ya para reformarla conociéndola
José Martí

José J. Martí Pérez, conocedor incansable de la cultura, describió al mundo, la naturaleza, la acción humana, sentimientos y motivaciones de los hombres en sus escritos. Durante su estancia en los Estados Unidos, tuvo la experiencia de abrirse más al mundo, no solo como patriota, sino como humano, artista e intelectual. En sus lecturas en la lengua inglesa se familiarizó con la obra de muchos norteamericanos, lo que le permitió realizar semblanzas de intelectuales como R. Emerson, W. Whitman, H. W. Beecher, Bronson Alcott, Louisa May Alcote, Henry Garnet y Wendell Phillips.  Esta información brindada por Martí ha constituido un valioso aporte en el estudio de estas personalidades.

La literatura es para Martí la bella forma de los pueblos, cada estado social – dice -- trae su expresión a la literatura, de tal modo que, por las diversas fases de ella, pudiera contarse la historia de los pueblos con más verdad que por sus cronicones y sus décadas (…). (Martí, 1964:134)

Esta estrategia de estudio y análisis de la literatura y la oratoria norteamericana, a través de las obras de algunos de sus representantes, propició la vinculación de la cultura y el idioma, teniendo en cuenta el punto de vista martiano, siendo su pensamiento un aporte en el estudio de esta dualidad. Los cuatro intelectuales escogidos proporcionan con sus letras no solamente disímiles tipos de símbolos poéticos, diversidad de pensamiento y expresión, sino que se puede observar en su labor la riqueza de ideas, conocimientos, sentimientos, valores éticos, estéticos y literarios. Estos cuatro grandes de la cultura norteamericana son los poetas Walt Whitman y Ralph Waldo Emerson - también filósofo-, y los oradores Henry Ward Beecher y Wendell Phillips.
Se realizó un estudio a partir de los símbolos literarios, tanto estéticos como éticos que resalta Martí en relación a estos autores, en cuanto a su obra y a su labor intelectual y social. La importancia y pertinencia de resaltar las ideas declaradas a través de estos elementos (los símbolos) reside en la idea de que: los símbolos no operan aislados, sino que forman un sistema coherente (por más que este albergue contradicciones) que podríamos llamar matriz simbólica. Además de posibilitar la vida social, dicha matriz cumple la función de procesar los elementos que le llegan del exterior, realizando una síntesis de ellos conforme a su visión particular del mundo. (Colombres, 2009:9)
Es aquí donde aparece la vinculación historia-literatura-lenguaje, que merece gran importancia para Martí.
Walt Whitman, poeta público, que canta al progreso de la humanidad y celebra el nacimiento de una nación y de un continente, de quien Martí expresara en su crónica enviada al director de “El Partido Liberal”, publicada en 1887, hay que estudiarlo, porque si no es el poeta de mejor gusto, es el más intrépido, abarcador y desembarazado de su tiempo, colocando a Wiltman en la lista de los más grandes de las letras en los Estados Unidos. (Martí, 1964:132)
De este poeta se eligieron para realizar el estudio tres poemas representativos de su libro Hojas de hierba: “A Abraham Lincoln”, “Canto a mí mismo” y “Los hijos de Adán”, poemas mencionados y analizados por Martí en su semblanza al “hijo de Manhattan”. Entre los símbolos o códigos revelados por Martí inmersos en el carácter, así como en la obra poética de Wiltman están:

Ralph Waldo Emerson, poeta y filósofo norteamericano, quien ganó la admiración de Martí, y que tanto influyó en él, el “poeta–profeta de la ciencia”, cuyos escritos han trascendido en señales en la obra martiana. En el ensayo que lleva su nombre, Martí ilustra a los lectores a través de inolvidables metáforas, la grandeza y brillantez de la obra de Emerson. Llama a sus libros “tablas de leyes”, y a sus versos: “vuelos de ángeles”, “robledales en flor”, frases que vislumbran símbolos de luz, fortaleza, libertad en la palabra emersoniana. Sus escritos son una máxima, he ahí la polémica que inspiran sus versos.
Emerson fue un hombre que supo brillar en la época que le tocó, se halló vivo, se sacudió de los hombros todos esos mantos y de los ojos todas esas vendas que los tiempos pasados echan sobre los hombres, buscó penetrar en los misterios de la vida, de la naturaleza, descubrir las leyes que justifican la existencia del Universo, vivió, al decir de Martí viendo lo invisible y revelándolo, siempre buscó la verdad, y toda esta filosofía la reflejó en su obra, caudal de conocimientos e ideas. (Martí, 1964:18)
Naturaleza, considerado su mejor libro, narra sus visiones acerca del mundo que le rodea, expone planteamientos de tal exactitud y agudeza que se ha dicho que se anticipó en algunas ideas a la exposición de la teoría darwiniana de la evolución de las especies, con su “poesía profética” que inspiró más tarde importantes descubrimientos. Los símbolos más significativos que aparecen dentro de la obra de Emerson desde la visión martiana son:

Henry Ward Beecher, orador norteamericano, cautivó a Martí con su palabra de fuerza, elocuente, batallante y esmaltada. Defendió el amor y la libertad humana: con su voz sensible y rica, divisaba el amor futuro; defendía (…) la dignidad humana; se le abrazaba el corazón de libertad. (Martí, 1964:134)
Este intelectual participó en la Campaña por la abolición de la esclavitud y arremetió contra esta con todas sus fuerzas. H. W. Beecher, considerado por Martí como otro de los grandes de la cultura de los Estados Unidos, al que decidió honrar y exaltar, ya que otros le habían juzgado y opacado.
“La Tierra tiene sus cráteres, la especie humana, sus oradores”: así comienza el artículo dedicado al famoso orador norteamericano Wendell Phillips, a quien Martí llenó de halagos, colocando su obra humana en la cumbre de la historia y la cultura norteamericanas. Lo llamó “monte que anda”, “racero ilustre de los pobres”, “magnánimo y bello caballero de la justicia y la palabra”, “abolicionista terco”, porque fue Wendell Phillips, un ejemplo de hombre grande de espíritu y razonamiento, que no creía en injusticias que favorecieran a algunos y perdieran a otros; y su oratoria, al decir de Martí: afilada, serena, flameante, profética, tundente, aristofánica, como si al hablar, lo hiciera de manera que sus palabras alentadoras, punzantes y agudas, llegaran al oído de todos. Aunque no todos estaban de acuerdo con sus ideas, el abolicionista incansable, caminó al lado de los humildes y proclamó incesantemente su amor al sacrificio, la perfección humana y la pureza.
Los textos dedicados a estas personalidades evidencian el interés y la atención que a Martí le merecieron sus vidas y obras en sus tres dimensiones esenciales: la visión cultural del mundo, la historia real y el análisis del devenir de la sociedad que les rodeaba; en tanto consideró de suma importancia las visiones sobre la libertad, la condición humana, los valores humanos, el progreso social, la ciencia, la naturaleza y el arte que tuvieron estos intelectuales norteamericanos.
La exaltación de la verdad, la bondad y la relación entre el hombre y la naturaleza de Emerson; la defensa del amor y la libertad humana de H. W. Beecher; la exaltación de la libertad, la verdad y la importancia del amor universal de/para Whitman; y las ideas de abolición de la esclavitud, el amor al sacrificio, la perfección humana y la pureza en W. Phillips, son rasgos esenciales que Martí supo apreciar en la sensibilidad y originalidad de la literatura y oratoria de estos autores.

CONCLUSIONES

La obra de José Martí constituye una fuente inagotable de riquezas que debemos preservar y socializar. La originalidad de su obra hace de esta un legado cultural excepcional, digno de explotar a través del análisis y la promoción.
Las reseñas de Martí acerca de estas personalidades vislumbran la novedad y profundidad de sus obras, la riqueza e imaginación de su lenguaje, así como los aportes, reconocidos o no en la época en que vivieron, que elevaron a la literatura y oratoria norteamericanas. El ámbito de lo simbólico queda definido por la fuerza expresiva de la palabra, condensada para alcanzar una mayor significación. Estos autores resaltan en su obra y oratoria la importancia de la libertad, la verdad, la justicia, y el amor entre los hombres.
Los planteamientos martianos, rompen esquemas del análisis literario, por su profundidad y agudeza,  se basan en la cultura ética, científica, estética que deben poseer los intelectuales del área literaria y artística.

BIBLIOGRAFÍA

Ballón, J. (s.f.). Lecturas nortemericanas de José Martí. Recuperado el septiembre 23, 2011, de
http://joseballon.com/imagenes/lecturas_norteamericanas.pdf

Colombres, A. (2009). Celebración del lenguaje: hacia una teroría intercultural de la literatura. La Habana: Ediciones Alarcos.

Martí Pérez, J. J. (1964). Obras Completas en 28 tomos, t 13. La Habana: Editorial Nacional de Cuba.