Contribuciones a las Ciencias Sociales
Julio 2011

CONFLICTOS ENTRE EL TRABAJO DOMÉSTICO Y EXTRADOMÉSTICO DE LAS MUJERES DEL CENTRO UNIVERSITARIO MUNICIPAL DE CONSOLACIÓN DEL SUR



Isabel Reinoso Castillo
isarec@eco.upr.edu.cu
Juan Carlos Hernández Martín
jcarlos63@sum.upr.edu.cu




RESUMEN

La problemática sobre la participación femenina en la educación superior ha estado presente en la agenda de análisis y discusión de eventos, conferencias, reuniones y seminarios de profesionales académicas, además ha sido objeto de estudio de investigaciones que se han realizado tanto en el país como a nivel internacional, con el propósito de poner al descubierto las asimetrías y los conflictos que se generan entre el trabajo doméstico y extradoméstico en la vida cotidiana.

El proceso social cubano iniciado en enero de 1959 trajo consigo una serie de transformaciones en todas las esferas de la vida social, que tuvo entre sus propósitos fundamentales la eliminación de las desigualdades sociales y sobre todo la desigualdad de género para buscar el logro de la equidad en el desarrollo social. En este sentido se elaboraron una serie de políticas que beneficiaron a los sectores más vulnerables de la población.

El interés científico por determinar los rasgos característicos de la participación de la mujer consolareña en la educación superior ha motivado la realización de la presente investigación.

Palabras claves: conflicto, trabajo doméstico, trabajo extradoméstico, género, educación superior.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Reinoso Castillo y Hernández Martín: Conflictos entre el Trabajo Doméstico y Extradoméstico de las mujeres del Centro Universitario municipal de Consolación del Sur, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

INTRODUCCIÓN

La problemática sobre la participación femenina en la educación superior ha estado presente en la agenda de análisis y discusión de eventos, conferencias, reuniones y seminarios de profesionales académicas, además ha sido objeto de estudio de investigaciones que se han realizado tanto en el país como a nivel internacional, con el propósito de poner al descubierto las asimetrías y los conflictos que se generan entre el trabajo doméstico y extradoméstico en la vida cotidiana.

El proceso social cubano iniciado en enero de 1959 trajo consigo una serie de transformaciones en todas las esferas de la vida social, que tuvo entre sus propósitos fundamentales la eliminación de las desigualdades sociales y sobre todo la desigualdad de género y buscar el logro de la equidad en el desarrollo social. En este sentido se elaboraron una serie de políticas que beneficiaron a los sectores más vulnerables de la población.

Las transformaciones que desde el punto de vista macrosocial han sido generadas por la Revolución trajeron aparejado importantes modificaciones en la situación social de las mujeres cubanas como grupo social, convirtiéndola en sujetos activos y protagónicos de los cambios que tienen lugar en la sociedad.

El interés científico por determinar los rasgos característicos de la participación de la mujer consolareña en la educación superior ha motivado la realización de la presente investigación, a partir del curso recibido sobre las desigualdades de género en la esfera del trabajo. Los conflictos generados entre el trabajo doméstico y extradoméstico en la vida cotidiana.

El propósito de este trabajo es caracterizar los conflictos generados entre el trabajo doméstico y extradoméstico de las mujeres en la educación superior

El criterio de selección de los casos se siguió teniendo en cuenta el estudio de los casos de mujeres que participan en la educación superior como profesionales o administrativas, además se tuvo en cuenta que las personas fueran conocidas para que se nos facilitara la información y fluyera mejor la investigación.

Para realizar el estudio se utilizó como técnica principal la entrevista en profundidad. Con este tipo de entrevista se obtuvo la información con previa estructuración de aspectos a tratar, a partir del guión que emanaba de los temas tratados por la entrevistadora y que se fueron profundizando en las sucesivas entrevistas, para constatar la participación de la familia en las labores domésticas. Se llevó un registro con las correspondientes notas que permitieron posteriormente realizar el análisis de los resultados.

Se realizó un análisis de contenido de las entrevistas que se realizaron.

Una vez concluidas las entrevistas, nos despedimos de los casos. La salida del campo no se produjo de manera abrupta y las personas entrevistadas estuvieron agradecidas de poder participar en el tratamiento de esta problemática.

Para completar el análisis cualitativo se utilizaron datos cuantitativos, con estadísticas aportadas en las investigaciones realizadas por estudiosos/as de la temática.

La realización del trabajo transitó por dos momentos: el de revisión de la bibliografía especializada para construir el marco teórico de referencia sobre la temática donde se definen las principales definiciones conceptuales y una segunda parte donde se realiza un análisis de los resultados de los indicadores estudiados.

En la investigación de campo, la recogida directa de los datos e informaciones se limitó al caso de Cuba y específicamente al comportamiento de la problemática en el municipio de Consolación del Sur, como unidad privilegiada de análisis, se utilizó la entrevista a mujeres profesionales y administrativas del Centro Universitario del territorio.

Fueron estudiados 9 casos, que comprenden el 69,2 % de todas las mujeres casadas del centro. A cada una se le realizó un estudio de caso único.

Las principales características que se destacan de los casos estudiados son las siguientes:

 Las edades están comprendidas entre 26 y 54 años.

 En su totalidad responden a una organización que las agrupa y apoya en la realización de las tareas laborales.

 El 100% son mujeres casadas.

 El 77,7% tienen uno o más hijos.

 El 88,8% posee nivel universitario.

La perspectiva metodológica se caracterizó por buscar las interrelaciones existentes entre los resultados de las entrevistas realizadas, los resultados de investigaciones sobre el tema y de los datos estadísticos con que trabajamos.

DESARROLLO

“Los estudios de género son un aporte académico del feminismo que aparecen con mayor auge en la década del 70, y que en los espacios de la investigación universitaria y de la comunidad científica en Cuba alcanzan cada vez mayores resultados en las últimas décadas.

Con el triunfo del primero de enero de 1959 en Cuba se produjo un conjunto de transformaciones en todas las esferas de la vida social que beneficiaron a la mujer, donde tuvo un significativo impacto las políticas dirigidas a garantizar el empleo femenino y su participación en las labores productivas, así como la incorporación al trabajo, entendido este como aquella actividad humana física y mental dirigida a la creación de bienes y servicios necesarios para la satisfacción de las necesidades de las personas que tienen que ver con la sobrevivencia y desarrollo humano.

La Federación de Mujeres Cubanas es la organización que a lo largo de todos estos años ha desempeñado un papel importante en el desarrollo alcanzado por la mujer cubana, apoyado por las políticas y estrategias trazadas por el Gobierno y por el trabajo permanente de los intereses de las mujeres, contribuyendo de manera activa a su educación ciudadana trabajando de conjunto con los organismos estatales, políticos, sociales y de masas para hacer realidad el ejercicio de la plena igualdad de mujeres y hombres en nuestro país.

A pesar de los cambios ocurridos en la situación de la mujer cubana y de la voluntad política del gobierno revolucionario, para posibilitar el acceso de la mujer al empleo y a la educación, aún existen factores objetivos y subjetivos que limitan la plena participación de la mujer en la educación superior, en el acceso al trabajo, en el acceso a los cargos directivos, porque la cultura es más fuerte que las normas, esto está entronizado en los modelos de familia, en los sistemas educativos de manera sexista, modelos sesgados por este enfoque, aun cuando el sistema quiera romper con esos modelos patriarcales, la cultura no se ha reconstruido en la manera de pensar y obrar de las personas.

La división sexual del trabajo es la distribución de las esferas de producción a partir del sexo de las personas y que generan inequidades de género que se expresan en la dicotomía trabajo productivo y reproductivo.

Las mujeres y los hombres trabajan en diferentes sectores de la economía para asegurar el bienestar de sus familias; sin embargo, la presencia de la mujer predomina en el trabajo reproductivo, el que no se tipifica como trabajo social, comprende todas las actividades humanas dirigidas a la supervivencia y reproducción de las personas.

Es el proveedor de la alimentación, higiene y mantenimiento de la vivienda, vestuario, educación de los hijos, etc., es el trabajo destinado a satisfacer las necesidades de la familia y a la reproducción de la fuerza de trabajo, este es un trabajo que se desarrolla en el ámbito doméstico.

Al ser definido el papel social de la mujer como madre y ama de casa, automáticamente su ámbito es el privado, pero no se reduce únicamente a este ámbito, ya que incluye actividades de gestión, relación, mantenimiento y cuidado, entre otras. Pero la realización de este trabajo no es remunerado. Su valoración se realiza de forma interdependiente, no se le cuantifica ningún beneficio económico y está subordinado al trabajo productivo que comprenden las actividades que realizan las personas para producir bienes y servicios destinados a la venta y consumo de otras personas y retribuido mediante un salario o una remuneración, a través de ingresos que se obtienen por concepto de lo que producen. Es el único que social y económicamente ha recibido el reconocimiento de trabajo, de aquí, que estos dos ámbitos mantengan una relación contradictoria que radica en la relevancia social del primero frente a la invisibilidad del segundo.

Social e históricamente se les ha otorgado a las mujeres la responsabilidad en la esfera de lo doméstico, de la reproducción, y a los hombres en la de la producción y de lo público. Desde una perspectiva de género se constata que esta relación en hombres y mujeres se comporta de manera diferente, porque como las mujeres han accedido al espacio extradoméstico manteniendo la misma posición de subordinación en el espacio doméstico, lo que hacen es asumir nuevas funciones sin distribuir en la familia las tareas consideradas tradicionalmente femeninas.

En este sentido, cuando las mujeres son trabajadoras y amas de casa al mismo tiempo se mezclan en la vida diaria estos dos momentos, por tanto tienen una sobrecarga y tienden a desgastarse más que los hombres, por tanto sufren una mayor afectación de su estado de salud. Esto es lo que sucede con las mujeres que hemos entrevistado y que constituyen objeto de estudio de nuestro trabajo.

Aunque se ha avanzado en este sentido, aún queda mucho camino por recorrer en este terreno y sobre todo desde lo cultural es necesario un cambio sistemático en la familia, en la escuela, en los medios para continuar avanzando en tal sentido y reforzar una socialización diferente.

La incorporación formal de la mujer al mercado de trabajo ha generado cambios que han sido poco estudiados, por lo que se hace necesario que la investigación social se dedique a estudios de esta índole.

Históricamente la distribución de las tareas del hogar, el acceso al poder y los recursos de hombres y mujeres en la vida doméstica, así como las posibilidades de superación, la realización de actividades laborales y comunitarias, son el resultado de la organización familiar establecida.

RESULTADOS

Para levantar la información, se utilizó como instrumento la entrevista en profundidad con preguntas que contenían: 1) variables sociodemográficas de interés, como: edad, escolaridad y estado civil; 2) variables laborales como: antigüedad en la institución, ocupación, experiencia laboral, salario, formación profesional; acceso al empleo, igualdad de oportunidades de hombres y mujeres en el mercado laboral, interrupciones laborales en los dos últimos años y afectaciones salariales por este concepto; 3) variables relacionadas con las actividades domésticas o roles al interior de la familia como: preparación de alimentos, limpieza del hogar; lavado de la ropa; compra de alimentos; cuidado de hijos y otros miembros de la familia, y mantenimiento y orden del hogar, administración del dinero, apoyo a las tareas escolares, reparación de viviendas y equipos, cuidado de ancianos y enfermos y 4) variables relacionadas con la toma de decisiones en el hogar:

Fueron entrevistadas 9 mujeres, casadas, con uno o más hijos, entre 26 y 54 años de edad, 3 de ellas se desempeñan en esfera administrativa y el resto como profesionales, todas laboran en el Centro Universitario Municipal de Consolación del Sur.

En relación a las mujeres entrevistadas que se desempeñan como profesionales el rango de edad varía de los 26 a los 39 años y el promedio de edad de este grupo de mujeres es de 34,3 años, las funciones que realizan son de docentes y jefas de carreras que laboran a tiempo completo en el centro universitario, el 71,4% tiene entre uno y dos hijos, tienen entre dos y cuatro años en la institución, el salario oscila entre 375 y 738 pesos y el 83,3 % tienen una formación de licenciadas, mientras que el 16, 66% de ingeniera.

Con respecto a las mujeres que se desempeñan en la esfera administrativa, la edad promedio es de 44,6 y las edades comprenden entre los 37 y los 54 años, todas son casadas, 2 cuentan con estudios universitarios y una posee nivel medio superior, las funciones que realizan en el centro son 2 de técnicas docentes y una auxiliar de limpieza. Llevan entre 3 y 4 años de antigüedad en la institución, el salario varía de 272 a 395 pesos, la formación profesional de dos de ellas es de licenciadas.

Al evaluar el indicador que mide la forma de acceso al mercado laboral se pudo constatar que el 33,3 % de las entrevistadas lo hizo a través de la ubicación del centro donde cursaban estudios, un 11,1% a través de amistades y el 55, 5 % directamente en la institución, ya que se desempeñaban como profesoras a tiempo parcial se les ofertó la plaza y la aceptaron.

El 100% de las entrevistadas manifestó no tener dificultades para acceder al empleo, que les fue fácil.

Si bien se reconoce por parte de la mayoría de las entrevistadas que el Estado cubano reconoce la igualdad de oportunidades para que hombres y mujeres puedan acceder al empleo, el 22,2% es del criterio de que ciertamente existe esa igualdad de oportunidades, pero que existen centros donde los directivos no son consecuentes con eso y dan mayor prioridad para emplear a los hombres, siendo las mujeres discriminadas porque tienen hijos, por la maternidad, lo cual puede traer problemas de ausencia y por eso en ocasiones pasan más trabajo para ser ubicadas.

Además plantean que se adoptan medidas para ampliar sus posibilidades de incorporación al trabajo, proteger sus derechos y garantizar la igualdad de oportunidades para acceder al empleo

Cuando indagamos acerca de si es igual para ambos el acceso a cargos de diferentes niveles, encontramos que el 66,6% señala que sí que no importa el sexo para ocupar un cargo de dirección, siempre que la mujer posea habilidades, inteligencia y condiciones, mientras que el 33,3 % es del criterio que la limitación la ponen los mismos directivos de los centros porque cuando existen dos personas propuestas un hombre y una mujer con iguales condiciones proponen al hombre porque dicen que tiene menos problemas que la mujer que tiene los hijos, la carga de la casa, etc.

Todavía existen barreras que limitan que las mujeres puedan acceder a los cargos de dirección, no existe una correspondencia entre los niveles educacionales alcanzados por la mujer en las últimas décadas y su protagonismo en la esfera de dirección.

Al analizar el indicador relacionado con las interrupciones laborales de nuestras entrevistadas durante los dos últimos años nos pudimos percatar de que 5 de ellas han tenido interrupciones, destacándose como causas: cuidado de familiares, por enfermedad de sus hijos y de ellas, lo cual le provocó afectaciones salariales por dichas ausencias.

Esto nos demuestra que se mantienen todavía determinados estereotipos relacionados con que las mujeres son las mayores responsables del cuidado de los hijos y de los familiares.

Pudimos constatar que en la mayoría de los casos las entrevistadas manifestaron que quien toma la mayor parte de las decisiones en el hogar es el hombre y en cuanto a la repartición de su tiempo personal refirieron que lo dedican a:

-“Limpiar, descansar”.

-“No tengo mucho tiempo para ocuparme de mí”.

-“La atención de mis hijos y mi familia”.

-“Tengo poco tiempo libre”.

-“Dispongo de tan poco, pero cuando me queda lo dedico a leer y ver novelas, eso no es siempre”.

-“Recoger la casa y al trabajo del hogar”.

-“A la casa y a mis hijos”.

-“Labores del hogar, ver la TV, jugar en la computadora después de concluir las labores domésticas, aunque es poco del tiempo que dispongo”.

-“El poco que me queda lo dedico a las labores del hogar y al cuidado de los niños”.

La mayoría de las entrevistadas respondieron que quien planifica los viajes para visitar a la familia es el esposo, es quien hace todos los planes, solo un 22,2 % nos refirió que los planes se realizaban de conjunto.

En el ANEXO 2 se pueden observar los roles al interior de la familia desempeñados por hombres y mujeres, destacándose que a pesar de que estas mujeres se desempeñan en el trabajo productivo al igual que sus esposos, la mayor parte del trabajo reproductivo recae sobre ellas, o sobre algún otro familiar, son las mayores responsables del desempeño de las labores en el ámbito doméstico, del cuidado de los hilos y los ancianos, preparación de alimentos, fregado, lavar la ropa, sólo en las actividades relacionadas con mantenimiento del hogar, reparación de la vivienda y equipos, en la compra de víveres, es mayor la intervención de los hombres; en estas se involucran un poco más que en el resto de las tareas domésticas, se continúa reproduciendo la división sexual del trabajo al interior del hogar. El hombre como mantiene su rol de proveedor y considera que su actividad fundamental es la extradoméstica cuando participa en las actividades domésticas lo hace para ayudar y no en condiciones de equidad con la mujer.

Esa desigualdad, esas inequidades que se producen en el espacio doméstico afectan la participación plena de la mujer en las actividades extradomésticas y para que pueda cumplir con eficiencia sus roles en el espacio extradoméstico lo tiene que hacer a costa de afectar su espacio privado.

Resultados similares a los que aquí se expresan se reportan también en otras investigaciones que se han realizado acerca del tema objeto de esta investigación, donde existe la creencia de que las mujeres son las máximas responsables de las actividades y tareas del hogar, siempre tienen una carga mayor, mientras que los hombres fungen como los proveedores de los mismos, dedicando más tiempo a las labores extradomésticas.

CONCLUSIONES

1. En este estudio encontramos que a pesar de que le hombre contemporáneo realiza determinadas actividades que antes no realizaba en el ámbito doméstico, existen determinadas actividades que continúan siendo responsabilidad exclusiva de las mujeres, independientemente de su participación en el mercado laboral.

2. Aún prevalecen prejuicios, mitos y tabúes en las personas que continúan considerando a la mujer como máxima responsable de las actividades reproductivas.

3. Los resultados de esta investigación permiten visualizar inequidades de género debido a que la mujer se encuentra realizando múltiples actividades, participan de una doble jornada y esto la puede llevar a tener mayor desgaste que el hombre, que se reflejará invariablemente en su salud.

4. Mientras que para los hombres la privacidad es la apropiación de sí mismo, para las mujeres es la privación de sí misma, tiene poco espacio personal y lo identifican con las labores al interior del hogar.

5. En la investigación se constata el conflicto que viven las mujeres en lo doméstico y lo extradoméstico en virtud de esa desigual distribución de tareas, en la desigual distribución del trabajo que históricamente ha mantenido a la mujer en una posición de desigualdad.

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