Contribuciones a las Ciencias Sociales
Septiembre 2011

RULLAN: LA CONSTRUCCIÓ TERRITORIAL DE MALLORCA



Luís Hector Bailón García (CV)
bailon_lui@gva.es


RESUMEN

Este libro estudia fundamentalmente las modificaciones que ha realizado la historia sobre el paisaje de las islas de Baleares, centrándose especialmente en Mallorca.

El trabajo del profesor Onofre Rullan Salamanca, respecto a este libro, fue premiado en 2002 con el galardón “Lluis Solé i Sarabis de Geografía del Instituto de Estudios Catalanes.

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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Bailón García, L.H.: Rullan: La construcció territorial de Mallorca, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, septiembre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

Rullan: La construcció territorial de Mallorca

Rullan, Onofre. “La construcció territorial de Mallorca”. Palma de Mallorca: Editorial Moll, 2002.

Este libro estudia fundamentalmente las modificaciones que ha realizado la historia sobre el paisaje de las islas de Baleares, centrándose especialmente en Mallorca.

El trabajo del profesor Onofre Rullan Salamanca, respecto a este libro, fue premiado en 2002 con el galardón “Lluis Solé i Sarabis de Geografía del Instituto de Estudios Catalanes.

El libro esta estructurado en cuatro partes:

Fronteras que demarquen la natura

En esta primera parte, Onofre, expone los cambios físicos que ha experimentado la isla de Mallorca desde pangea. Explica la individualización que la historia natural le ha deparado a Mallorca debido a su condición insular.

Explica que mientras África y la península ibérica se separaron hace dos millones de años, las Baleares se convirtieron en islas en el periodo postglaciar (hace 10.000 años.

También explica las condiciones morfológicas creadas, como la orografía (creación de montañas, planicies, turons). Explica la diferenciación de la flora ejemplificándola con la encina, que predomina frente al roble, más habitual en la península.

Hace una reseña (con notas y datos de estudios realizados) sobre la incidencia del clima de las islas, haciendo énfasis en los microclimas creados en Mallorca.

La construcción del artificio territorial.

Inicia el repaso a la historia cultural de Mallorca hacia el 2.500 AC, con la llegada a sus costas de los primeros humanos. Estos primeros pobladores, en pleno paleolítico superior, iniciaron el proceso de neolitización en la isla. Se establecieron en dos zonas muy diferenciadas, incluso es posible que fueran en dos oleadas diferentes. Mientras los pobladores de esta época, e incluso la de la romanización se conserva mas bien poco, la entrada de la cultura islámica y de la catalana posteriormente, si resulta diferenciador significativo. No obstante resulta muy interesante (y es de gran importancia para el estudio del megalítico en Europa) los grandes monumentos de las islas Baleares, especialmente los de menoría, que han sido llamados “museo al aire libre”.. Estos monumentos sorprenden por sus colosales dimensiones, por su extraordinario estado de conservación y por levantar la incógnita de cómo pudieron ser erigidos con la tecnología de que se disponía en épocas tan remotas. Estas huellas se concretan en los célebres talayots, taulas y navetas, construcciones funerarias o probablemente relacionados con rituales y ceremonias de origen religioso y guerrero.

Así pues, Onofre realiza un repaso a los hechos principales, así como las características culturales de Mallorca en el último milenio separándola en cuatro fases:

Incorporación al emirato de Córdoba, en el año 903. Después de una etapa de esplendor al-Andalus entró en crisis y se desmembró surgiendo los pequeños reinos taifas, más débiles ante los ataques de los cristianos del norte, pero con un alto nivel cultural y económico. De esta manera en 1015 Mallorca pasó a depender de la taifa de Denia, hasta que en 1086 aprovechó la crisis de la taifa de Denia para conseguir una independencia precaria, marcada por la falta de alimentos, que incitaban a los isleños a la piratería para poder sobrevivir. Entre los siglos X y XIII se desarrolló en Mallorca una rica agricultura de regadío, se construyeron acequias, fuentes, canales

La conquista de las islas Baleares por Jaime I, rey de la corona catalanoarogonesa, que llevaba huestes principalmente de origen Catalán, y de cultura catalana, que dejaron la mayor impronta. Estos formarán el punto de partida del actual pueblo mallorquín. Una de las motivaciones de la conquista era el continuo ataque de piratería mallorquina a las naves comerciales catalanas. En la organización tras la conquista, el sistema feudal imperante en Cataluña quedó atenuado para favorecer la llegada de nuevos pobladores. El conquistador, a su muerte deja como rey de Mallorca a su hijo Jaime II. Culturalmente los años del Reino Privativo fueron de esplendor y consolidación de la nueva cultura que llevó Jaime I. La lengua catalana tuvo su máximo exponente en Ramón Llull, filósofo y escritor de renombre universal. Pero la independencia no duraría mucho, y en 1343 Pedro IV invade Mallorca, y pasa de nuevo a la corona catalanoarogonesa.

La derrota en la guerra de sucesión (en que Mallorca apoyó al archiduque Carlos) conllevó los decretos de “Nova Planta” dictados por el rey Felipe V, que supondrían la pérdida de las instituciones propias de la isla y de su autonomía, así como el inicio del centralismo de raíces castellanas, que impusieron su cultura e instituciones. Hasta Ciudad de Mallorca pierde su nombre y pasa a denominarse Palma. La Administración se castellanizó rápidamente por nuevos funcionarios castellanos y la lengua castellana fue obligatoria en la enseñanza, la Administración y documentos oficiales. La Ilustración intentó generar cambios para sacar a Mallorca de su retraso y fomentar la industria, el comercio y la agricultura, pero no tuvo el éxito esperado ni el generado en otras zonas. La producción se centró en el textil, la transformación de productos del campo y posteriormente en el calzado. Culturalmente se produce el Renacimiento, un movimiento literario y cultural que pretende y reivindica la recuperación de los signos de identidad nacional mallorquina, con la lengua como máximo exponente.

La apertura económica de los años 60 y el cambio social que representaba posibilitaron un movimiento político y social que busca la recuperación del autogobierno para Mallorca. Lo que considera marca definitiva de este periodo es la extensión del negocio del turismo, que ya se había iniciado en los años 20 y 30 con la construcción de los primeros hoteles y la planificación de urbanizaciones, pero que a partir de 1955, se acelera rápidamente. La agricultura, la ganadería y la pesca ocupan un lugar marginal en el sistema productivo mallorquín. La industria diversificada de principios de este periodo, ha ido desapareciendo. L extensión del turismo mallorquín, ha tenido consecuencias negativas, como son la especulación de suelo, el impacto al medio ambiente, los desequilibrios sociales, la presión externa sobre la cultura y lengua, el agotamiento de recursos escasos como el agua o el suelo.

Fronteras que demarcan la naturaza y los humanos.

Hace un repaso de las formas culturales y de hacer turismo de Europa. Además realiza una serie pe propuestas para la mejora y modernización de las infraestructuras de la isla, es decir la labor política de “ordenación y planificación del territorio”. No en vano ha sido Director General de Litoral con el actual gobierno Balear (fué nombrado en 1999). Es una vocación política que queda en esta tercera parte del libo bastante patente, pero que en la ultima resulta evidente.

También habla en el libro de las señas de identidad diferenciadas en diferentes zonas de la isla (hace incluso referencia a las otras islas del archipiélago). Es el tema de la regionalización y sus problemas y ventajas. Explica la regionalización creada también con los “turistas sedentarios”, comunidades de extranjeros que viven afincados en la isla, y que no se terminan de integrar, formando núcleos dentro de núcleos de culturalidad.

En esta parte del libro, prácticamente historia de los últimos 50 años, explica los cambios urbanísticos de la isla, las necesidades infraestructurales (por ejemplo la autopista que hoy esta en entredicho), y los cambios en el núcleo urbano de la ciudad de Mallorca.

Mirando al futuro

La cuarta  y última parte del libro es una reflexión que hace Onofre sobre esta última fase histórica de Mallorca, marcadamente turística.

La geohistória que trata las secuencia, región fisiográfica, geográfica, funcional y difusa como resultado territorial de las relaciones socioeconómicas dominantes que, correlativamente, son la caza y la recolección, la agricultura, la industria y el actual sector terciario postindustrial de servicios.

Onofre propone que debe ser la geodiversidad frente a la disolución del modelo local en la globalización, la heterogeneidad auto abastecedora frente a la especialización desarrollista, y el de la autoorganización y autogobierno frente al modelo único centralista, mercantil y exterior. Onofre hace una propuesta par el futuro, proponiendo  la contención del turismo y el "decrecimiento sostenible" como solución principal y  fundamental, a la vez que en la economía apuesta por la diversificación que debe complementar el ahora hegemónico turismo con la agricultura y la industria.

Opinión

La obra sigue siendo vigente ya que la problemática balear del “monocultivo turístico”, sigue siendo el único motor que empuja la economía insular.
La gran cantidad de mapas y reseñas me han resultado un tanto excesivas, y a veces hace “denso” el libro.

La propuesta que creo principal del libro, hacer una regresión a la situación cultural y económica del principio de la última etapa histórica, me parece bastante utópica e irrealizable. Seria necesario el replanteamiento de las infraestructuras de la isla (difícilmente sostenible) para hacer industrialmente “interesante” el territorio. Así mismo el modelo agrícola esta siendo desechado en casi todo el mundo desarrollado occidental dada la grave crisis del sector. Yo más bien abogaría por un cambio en el modelo turístico, buscando una segunda vía turística, el turismo cultural, o el turismo deportivo náutico.

Lo más discutible del libro es la compartimentación de la historia balear que hace, obviando las fases de independencia total, el sistema polisinodial y los problemas con la monarquía que perfectamente podrían ser otra fase por sus singulares características, así como la influencia que tienen sobre el archipiélago. Pero queda explicado en la introducción del libro "En aquest assaig ens circumscriurem a la classificació geogràfica, la compartimentació de l'espai, la seva divisió i estructuració amb finalitat purament analítica com amb finalitat organitzadora del territori que sobre ell s'articula".

No obstante resulta muy interesante dado el exaustivo análisis que demuestra, fruto evidentemente de las reflexiones propias de un investigador universitario, pero también de un experto en Gabinete técnico, y un político en activo con experiencia en cargo publico.