Contribuciones a las Ciencias Sociales
Marzo 2011

REFLEXIONES ENTORNO A LOS PROFESIONALES DEL TRABAJO SOCIAL EN CUBA

 

Yanara Milagros Aróstica Lugones (CV)
Sahily Santander Rodríguez (CV)
Bárbara Lidia Aróstica Lugones
Osmara de la Caridad Tamayo Bazán
Carmen Loreta Moya Martínez (CV)
yanara@suss.co.cu

 

Resumen

Los trabajadores sociales en Cuba han alcanzado en los últimos tiempos una significación especial a partir de los cambios que han sucedido dentro y fuera de la isla. Reflexionar acerca de algunas cuestiones básicas que ayudan a comprender y fortalecer el desempeño de los trabajadores sociales constituye el objetivo principal de este artículo, como resultado de las experiencias de trabajo con estos profesionales. En el mismo se abordan conceptos, se describen y caracterizan elementos fundamentales para comprender las funciones y el rol de estos profesionales en la actualidad. Tales reflexiones van dirigidas no sólo a los profesionales del Trabajo Social, sino a cualquier otro que esté interesado en comprender la dinámica, características y desempeño de los trabajadores sociales en Cuba.

Summary

The social workers in Cuba have reached in the last times a special significance starting from the changes that have happened inside and outside of the island. To meditate about some basic questions that you/they help to understand and to strengthen the acting of the social workers constitutes the main objective of this article, as a result of the work experiences with these professionals. In the same one concepts are approached, they are described and they characterize fundamental elements to understand the functions and the list of these professionals at the present time. Such reflections go not only directed to the professionals of the Social Work, but to any other one that is interested in understanding the dynamics, characteristics and the social workers' acting in Cuba.

Palabras claves: reflexiones, trabajadores sociales, formación, desempeño, características.

Key words: meditate, social workers, formation, acting, characteristic



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Aróstica Lugones, Santander Rodríguez, Aróstica Lugones, Tamayo Bazán y Moya Martínez: Reflexiones entorno a los profesionales del Trabajo Social en Cuba, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, marzo 2011, www.eumed.net/rev/cccss/11/

Introducción

El Trabajo Social es una disciplina que responde al campo de las Ciencias Sociales. En los últimos años es muy familiar esta disciplina científica que tal parece surge como algo nuevo ante nuestra sociedad, sin embargo, si bien es cierto, que todavía está en construcción, no es un producto totalmente nuevo, recién creado entre los investigadores sociales, sino que constituye una ciencia novel que está construyendo su arsenal teórico y metodológico a partir de la praxis que desarrolla y viceversa, así como también apoyada en categorías y conceptos de otras ciencias a fines.

Esta disciplina como todas, define a sus profesionales, los trabajadores sociales, los que adquieren una nueva connotación social en el contexto cubano a partir de la creación en el 2000 de las Escuelas de Formación de Trabajadores Sociales (EFTS), hecho que pretende superar la visión asistencialista y empirista de estos hacedores, pues desde su formación reciben un conjunto de materias y adquieren diversas habilidades que los prepara como facilitadores de las transformaciones sociales que se llevan a cabo, teniendo en cuenta que su misión es la atención directa a individuos, familias y comunidades.

Para garantizar una adecuada formación de los trabajadores sociales desde el punto de vista teórico se concibe un período de estudio, de manera semipresencial. Esta forma de aprender exige independencia, autonomía y una capacidad autogestora de los conocimientos en los estudiantes. La variante convoca a la participación activa de la familia en la educación escolar de sus hijos, pues el autoestudio y la preparación que requiere esta modalidad se realizan en los hogares de los estudiantes.

La formación de los trabajadores sociales contempla también el componente práctico, pues desde muy temprano en la etapa de su preparación facilita el intercambio con la comunidad, el conocimiento de esta. Sin embargo, aún cuando desde su formación se tributa a la relación teoría y práctica, no es hasta en el pleno desempeño de su labor que los trabajadores sociales se apropian, comprenden, asumen y reconocen la importancia de un conjunto de conceptos o conocimientos esenciales para desarrollar adecuadamente su profesión.

Desarrollo

Conocimientos básicos para el desempeño adecuado de un trabajador social.

En su artículo: “El trabajo social como disciplina científica” la Dra. Teresa Muñoz Gutiérrez aborda que el objeto de estudio del Trabajo Social va dirigido hacia las distintas formas de la acción social vinculada a la ayuda al necesitado. De forma general se toma el concepto, aunque se considera que es necesario, según las condiciones objetivas imperantes, comprender que la función actual de los trabajadores sociales transciende el marco de la ayuda a los “más necesitados” pues los grandes cambios y transformaciones que hoy se realizan implican a este sector más vulnerable de la sociedad, pero no excluye al resto, por lo que para ellos, los trabajadores sociales también deben tener una respuesta, una explicación, una orientación que dar, al insertarse en una comunidad donde todos demandan atención.

Es una disciplina que se modifica para dar respuesta a la estructura económica-social que tiene de base y obtener como resultado el bienestar y la calidad de vida del recurso más importante que tiene cualquier sociedad: el hombre; lo que indica que no se trata de copiar y aplicar sin previo análisis, sino que requiere reflexión y estudio de las particularidades del lugar donde se aplique.

Ante las condiciones sociopolíticas actuales el alcance del objeto de estudio del Trabajo Social se extiende a la atención directa de todos los individuos, familias, comunidades con el propósito de facilitar la satisfacción de sus necesidades, mejorar sus condiciones de vida y aumentar su bienestar social. Su despliegue no hace que se pierdan las jerarquías y prioridades de sus orígenes; sino que para cumplir con las nuevas políticas sociales demanda una reorganización de las tareas y más responsabilidad y disciplina en la labor que realizan.

Asimismo, resulta significativo en el quehacer de los trabajadores sociales el diagnóstico de necesidades, y es porque para facilitar y lograr las transformaciones deseadas es necesario adentrarse en cada uno de los contextos de interacción de las personas que se estudian, para conocer su estructura, sus organizaciones, recursos, costumbres, hábitos, la cultura en general, así como las debilidades y fortalezas que posee el grupo estudiado.

Para el conocimiento de la comunidad y como parte del proceso de diagnóstico los trabajadores sociales deben recoger, analizar y evaluar la información para luego distinguir sus atributos peculiares y declarar las diferencias entre los participantes. Para llevar a cabo este proceso deben saber reconocer, aplicar e interpretar las técnicas para tal propósito, entre las que se encuentran: la entrevista, la observación, las técnicas participativas, etc. Otro elemento fundamental del diagnóstico es conocer a quién se le va a solicitar la información que se busca, no cualquier persona de la comunidad ofrece los datos necesarios para la investigación, por lo que se deben identificar los informantes claves. Este actor de la comunidad puede ser la enfermera, un ama de casa, el curandero del barrio, etc. Los requisitos indispensables para ser informante clave es desear y estar dispuesto a compartir información sobre la comunidad y participar para lograr las transformaciones que se desean.

Los trabajadores sociales cuentan con técnicas, conocimientos, habilidades para realizar el diagnóstico, los que aprenden durante su formación y luego se consolidan en su quehacer profesional. Lo aprendido tiene como fin promover la participación social de los sujetos, desarrollar su capacidad autogestora, su reflexión y su capacidad ante el cambio para resolver las situaciones problemáticas que en su comunidad se puedan presentar.

También resulta un instrumento importante en el quehacer de las ciencias sociales, la palabra. En el Trabajo Social específicamente juega un papel fundamental, pues a través de ella los trabajadores sociales deben ser capaces de lograr la empatía, la cual es parte esencial para la formación de la conducta altruista y moral e indispensable para la identificación y comprensión psicológica de los demás.

Establecer una relación empática es uno de los primeros pasos que debe dar el trabajador social para garantizar el éxito de sus acciones futuras en los distintos niveles de intervención. Ello implica ponerse en el lugar del otro, analizar sus problemas, sus necesidades, a partir de su inserción en las condiciones reales de vida de los sujetos. Significa vivir su cotidianeidad, conocer su historia, su cultura y sus valores.

Cuando se logra una buena relación empática el trabajador social es parte de ellos, sin dejar de ser él, porque en este proceso si bien debe comprender la realidad de los sujetos con los que interactúa, ver el mundo a través de sus vivencias, no puede despersonalizarse, no puede deshacer su propia historia, desprenderse de sus valores y prejuicios. En esta contradicción está lo complejo y difícil que resulta establecer la empatía con los sujetos investigados, sin embargo no es imposible lograrla, depende a nuestra consideración, de diferentes factores dentro de los que podemos mencionar:

 La comprensión y asunción del propio concepto de relación empática. Esto implica que el trabajador social no sólo comprenda teóricamente el concepto sino que asuma y aplique durante su praxis lo que significa establecer empatía.

 La claridad que debe poseer el profesional de esta ciencia en cuanto a los objetivos de la tarea que va a realizar. Resulta muy importante que conozca la tarea, el por qué, cuáles son sus fines, que esté motivado por ella, porque sólo así van a encontrar los motivos y argumentos sólidos para hacer comprender e implicar a los sujetos con los que va a trabajar.

 Ajuste de las características personológicas del trabajador social a la situación en la que está insertado: Este tercer punto constituye un aspecto implícito en el concepto de relación empática, pero se ha querido resaltar su valor, pues actualmente los trabajadores sociales se forman desde muy jóvenes y para lograr este aspecto es necesario educar la personalidad y asumir que ante cualquier situación son profesionales que van a interactuar con diferentes personas, con edades distintas, con diversos niveles de escolaridad, en fin, con sujetos únicos e irrepetibles, pero que a pesar de ello deben realizar con calidad la tarea a partir del rol que desempeñan.

Tal pareciera que la empatía sólo fuera posible, considerando los aspectos anteriores y una adecuada comunicación verbal sustentada en una cultura general, que exige de un lenguaje ameno, claro, comprensible y acorde al nivel de escolaridad de los sujetos con los que interactúa el trabajador social, una buena educación formal, sin embargo no es así, es necesario tener en cuenta el aspecto físico de estos profesionales, lo que trae consigo estar correctamente calzado, vestido y peinado, usar prendas discretas, mantener un aseo constante. Es importante esta cuestión, ya que estas características trascienden los marcos del ámbito laboral. Los trabajadores sociales deben ser ejemplo de estos aspectos constantemente en cada uno de los contextos donde participen, pues aún cuando no están en plena faena de trabajo, son reconocidos por la comunidad, la comunidad se identifica con ellos y a su vez influyen sobre ella, es decir, constituyen agentes de cambios en cualquier espacio donde se encuentren.

Para muchos jóvenes que optan o ejercen esta profesión los argumentos que se ofrecen anteriormente los pueden llevar a pensar que para ellos la moda no existe, sin embargo lo que deben comprender es que no se trata de renunciar a la moda, a las posibilidades que le brinda la etapa de la juventud, sino que deben hacer uso racional, moderado de la misma considerando la función social que desempeñan.

Los profesionales de esta ciencia no pueden perder la esencia de su función, la que está en facilitar la comprensión de la contradicción que se produce en los sujetos, entre las necesidades y su satisfacción, a partir de las condiciones concretas, procurando que con su ayuda los sujetos encuentren sus propios medios, tracen sus estrategias y se movilicen en la búsqueda de los recursos, ya sean internos o externos, para lograr y alcanzar mayores niveles en la calidad de su vida cotidiana.

Se hace necesario abordar otra categoría que es fundamental en el quehacer de los trabajadores sociales, la comunicación. El proceso de comunicación define la relación entre los hombres y los grupos, regulando la actividad humana. Constituye una fuente inagotable para la reflexión y la elaboración personal del individuo. Es un proceso que ocurre siempre, pues cualquier conducta que se asuma, emite un mensaje, expresa sentimientos, valores, vivencias. Para lograr una comunicación efectiva que propicie el diálogo, la reflexión, el consenso, se debe estudiar la comunicación y adquirir una cultura al respecto.

Reflexionar en torno a la comunicación desde las relaciones sociales e interpersonales como propone la Dra. Teresa Muñoz Gutiérrez resulta interesante y acertado, al potenciar el plano de las relaciones interpersonales en la comunicación, en tanto, como ella explica, permite el intercambio cara a cara, construir de forma conjunta la información verbal y no verbal entre los participantes, asegurando vínculos entre la personalidad con un ambiente social inmediato; pero no se puede soslayar que desde que el trabajador social comienza su relación empática e incluso durante todo el proceso de diagnóstico e intervención se insiste en que la investigación no puede ser permeada por su historia vital, sus sentimientos y prejuicios, por lo que nos parece que más que reducir las relaciones sociales, entendidas por la Dra. Muñoz Gutiérrez como resultado de las relaciones de producción y de los grupos sociales a los que pertenece para ampliar las interpersonales, resulta importante que se comprenda la necesidad de ambas, sin llegar a una simple integración o a hiperbolizarlas, sino analizar en qué momento es necesario conjugarla o preponderar una de la otra, porque para garantizar una relación empática efectiva, un compromiso, la participación del colectivo con que se trabaja, son significativas el desarrollo de las relaciones interpersonales como plantea la Dra., pero no se garantiza todo el éxito si el trabajador social no se inserta en el proceso comunicativo respetando la ética profesional a la cual se debe en ese momento; asumiendo una función, un rol concreto.

Al ampliarse las áreas de actuación del trabajador social y aumentar el reconocimiento de su trabajo en la sociedad son importantes entonces las relaciones sociales, y es porque en el seno de ellas es donde estos jóvenes profesionales interactúan a través de un rol social concreto, rol que la sociedad va definiendo para sí, asumiendo y respetando en la medida que muestre resultados, sea coherente con la función que se le asigna y la socialmente esperada.

Actualmente se hace necesario estudiar, reflexionar y definir claramente la relación rol-función en los trabajadores sociales a partir de la concepción del objeto de estudio del Trabajador Social que se aborda en este material y de esta manera se disminuyen las contradicciones que se observan y refieren en la práctica diaria, que entorpecen y desmotivan la labor del Trabajo Social y la visión que se tiene del mismo.

Es cierto que desde la relaciones interpersonales se garantiza una implicación, una relación más cercana, íntima, que puede resultar positiva para el desenvolvimiento de los hechos y experiencias en el campo de investigación, pero también puede provocar la recogida no fidedigna de los datos de la misma, ya que el investigador como sujeto psicológico involucra su mundo interno, sus sentimientos, intereses, y puede relegar desde las relaciones sociales su rol concreto como trabajador social.

Se expresa durante todo el artículo la necesidad de involucrar, implicar a las personas con las que se trabaja para lograr las transformaciones y cambios necesarios y deseados. Para ello se han abordado varias categorías que son necesarias para tales propósitos. Todas las categorías abordadas y otras, tributan en la categoría participación. Cuando se quiere llevar a cabo una investigación, a cualquier nivel, se hace obligatorio retomar dicha categoría.

Se entiende por participación el tomar parte activa en una actividad o suceso, lo cual depende de la motivación, interés, significación o importancia que tenga para el sujeto a participar, aunque también tiene que ver con la calidad, contenido de la actividad concreta. Este proceso dinámico permite a los sujetos, cuando la participación es auténtica, hacer conciencia de sus necesidades, determinar las causas y proponer soluciones a las mismas.

La literatura plantea que el éxito de la participación en las comunidades está en la complementariedad de la participación de los sujetos implicados en dichos contextos y la participación institucional. La primera cuenta con las motivaciones y el liderazgo que la originó y debe para su mantenimiento involucrar a las instituciones sociales. La última también requiere de los deseos y necesidades de estos grupos.

La labor del trabajador social debe estar dirigida a facilitar y mantener la participación de la comunidad y las instituciones sociales. Constituye un nexo entre ambas partes. La comunicación que se establece entre ellas debe indicar retroalimentación y no órdenes y mandamientos.

Un aspecto esencial también en la preparación de los trabajadores sociales lo constituye la investigación científica, que lo abordamos no como concepto o categoría, sino como una habilidad que deben poseer estos profesionales, ya que garantiza la calidad y la obtención de la información que necesitan para su labor, además porque en la medida en que la empleen fortalecen el carácter científico del Trabajo Social.

La investigación científica debe ser una tarea académica y práctica donde el Trabajo Social debe dejar de ser objeto para convertirse en sujeto de su propio arsenal científico. Las acciones que en tal sentido se realizan son todavía insuficientes, aunque resulta importante la labor que se lleva a cabo desde las EFTS, donde se elaboran informes como resultado de su labor en los diferentes contextos, proyectos o investigaciones científicas donde participan para dar solución desde sus conocimientos a los problemas que identifican en la comunidad. Los estudiantes reciben contenidos básicos acerca de este proceso científico y asumen una actitud crítica ante el mismo; dichos conocimientos se profundizan posteriormente en la Enseñanza Superior.

A pesar de ello se cree que aún falta la conciencia del carácter científico en las acciones que realizan los trabajadores sociales; y es importante trabajar en tal sentido, pues de esta manera se fortalece y reconoce el Trabajo Social como ciencia.

Conclusiones

En la actualidad resulta significativo investigar y abordar desde la formación hasta su desempeño, los trabajadores sociales, como profesionales del Trabajo Social; disciplina científica que se revoluciona al calor de las grandes transformaciones económicas, políticas y sociales que están ocurriendo en Cuba y en el mundo, pues el Trabajo Social cubano comparte y aplica sus experiencias, además de enriquecerse en países como Venezuela, Bolivia, Suecia y otros.

Al abordarlo es necesario retomar, profundizar y relacionar los aspectos abordados, para aproximarse adecuadamente al desempeño de los trabajadores sociales y perfeccionar el mismo para que ofrezca sus mejores resultados.

Los elementos en los que se reflexiona no son los únicos a considerar, sino que son varias las cuestiones que están y serán objeto de reflexión para lograr un adecuado desempeño de los trabajadores sociales y el Trabajo Social, en la medida en que se desarrolle y consolide su quehacer práctico y teórico.

Bibliografía

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• Selección de lecturas sobre Trabajo Social Comunitario (2000). Universidad de La Habana.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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