Contribuciones a las Ciencias Sociales
Diciembre 2007

 

ANÁLISIS CRÍTICO DE LA CULTURA. POBREZA: CARA INCÓMODA DE CELAYA
 

Ricardo Contreras Soto (CV)
Universidad de Guanajuato
Facultad de Ciencias Administrativas
Área de investigación

 

“La pobreza es el asesino más cruel del mundo y la mayor causa de sufrimiento en la tierra”

David Gordon

En la historia cultural en Celaya encontramos en las entrevistas con la gente, quienes nos hablaban recurrentemente de la pobreza, sabemos que es generada por la concentración de la riqueza en las manos de agricultores, latifundistas, ganaderos, comerciantes, intermediarios, usureros, posteriormente en industriales y financieros, de esta manera se va propiciando desigualdades sociales económicas. La pretensión de mostrar los testimonios que históricamente hacen referencia a ella, no quiere decir que la “naturalicemos” para hacer creer que “siempre han existido pobres y ricos”, cada periodo de pobreza corresponde a la estructura específica en el proceso del capitalismo y a las coyunturas sociales en su conjunto (crisis recurrentes, efectos de políticas de estado, desplazamientos y reacomodos en las relaciones de fuerza económica dentro del sistema mundial, así como cuestiones locales o regionales). Sabemos que se ha agudizado más, recientemente con las políticas neoliberales en las periferias (ver a Boltvinik y Damián 2005). Ante la pregunta de nuestro cuestionario ¿Qué hacia la gente de entonces y como era?, encontramos los siguientes testimonios:

“Pos mi familia era humilde, humilde”. (Entrevista 45) (Sabina Segura Campos, 65 años, Ama de casa, Celaya).

“¿Cómo era la gente?

Sra. Pilar: pss toda así pss muy

ENT: como era, como era la gente

Sra. Pilar: La gente era humilde, Celaya muy chiquito”. (Entrevista 68) (María del Pilar Vargas, 60 años, femenino, primaria, comerciante).

“Pues antes toda la gente que vivía casi aquí alrededor muy humilde, pobre. ¿Mi familia?, pos era pobre, humilde”. (Entrevista 88) (Sofía Pimentel Valencia, 61 años, Femenino, Primaria, cocinera, Celaya, Gto.)

“Era muy pobre y mis amigos pues no eran de aquí eran de Apaseo, yo aquí llegue en el 47 tenia 14 años”. (Entrevista 123) (Gabriel Lojero Lojeño, 77 años, panadero)



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Contreras Soto, R.: Análisis Crítico de la Cultura. Pobreza: Cara incomoda de Celaya., en Contribuciones a las Ciencias Sociales, diciembre 2007. www.eumed.net/rev/cccss/0712/rcs3.htm



Hay un referente común en las entrevistas señalan la pobreza de muchas de las personas que vivían en Celaya como familia, principalmente dentro de lo que se llama cinturones de miseria (alrededor de la urbe), no era privativo del municipio, propiciaba también que en los municipios más pobres (con menos recursos) y en las comunidades rurales hubiera migración interna a otros municipios con más recursos o a la capital.

Encontramos las limitaciones que se dan bajo la pobreza en las prácticas culturales:

“No, no nunca hacíamos fiestas, pues no nos alcanzaba a nosotros para hacer una fiesta, apenas para comer, como le digo pues antes si rendía ahora ya no”. (Entrevista 45) (Sabina Segura Campos, 65 años, Ama de casa, Celaya).

“Pues amigos casi no, te digo que era de familia muy humilde y pues no era de andar paseando ni nada”. (Entrevista 35) (Antonia Ruiz, 66 años, Femenino, pensionada, Celaya).

“Pues era muy, pos muy de a tiro pobre, según ganaran los señores, así era la comodidad de las personas, nosotros no teníamos, no teníamos buena comodidad, porque no ganábamos suficiente como para tenerla”. (Entrevista 2) (Paula Beltrán Hernández, 82 años, primer año de primaria, originario de acámbaro, trabajadora doméstica).

“Todo era muy tranquilo, la gente era muy trabajadora y muy humilde, la mayor parte del día se pasaba trabajando y las distancias eran recorridas en su mayoría a pie. Yo digo que por eso no se enfermaba tanto uno antes todos éramos muy sanos y no se veían tantas enfermedades tan feas como en estos tiempos”. (Entrevista 107) (Josefina Hernández, Hernández, 62 Años, Femenino, Ama de casa, Celaya, Gto.).

“Pues era buena gente, era mas amable muy pacifica pues como todos estábamos mas pobres, no había tanta maldad, ni violencia caminaba uno en los caminos atraer el alfalfa, andaba uno por ahí y ni quien le dijera nada, no había maldad en ese tiempo, todos muy pobres, pero no había maldad como hoy en día”. (Entrevista 69) (Juana Flores, 79 años, femenino, no estudio, vendedora tortillas).

Las fiestas privadas no son eventos comunes en las clases subalternas (salvo algunas conmemoraciones privadas-públicas religiosas o cívicas: navidad, año nuevo, 15 de septiembre en algunos casos), la vida festiva de los pobres se dan en los espacios públicos, principalmente religiosos. Las fiestas privadas que tienen como fin “festejarse” como cumpleaños, santos no son muy comunes, bodas, bautizos, casamientos, funerales van a ser austeros. La austeridad se encarna en la vida cotidiana, no hay recursos para la recreación, para el tiempo libre, para obtener servicios que ofertaran comodidad, la austeridad encarnada es una especie de disciplina en predisposiciones donde el dolor, el esfuerzo, el cansancio pasan a ser expresiones de la gente. El placer de comer, de estar, de ver, de imaginar, de experimentar artificios, de viajar, no está muy presente. Los viajes no son frecuentes, muchos de ellos son por necesidad ir a trabajar a otros lugares, visitar a un pariente enfermo, ayudar o recoger a alguien que tiene algún problema. Por eso cuando el recurso de migración laboral se presenta, seduce a muchos personas de la comunidad, porque va a ser la oportunidad de conocer, de ver otras cosas, otros lugares, otras costumbres y quizá salir de la pobreza. Por otra parte se experimenta y se disfruta algunas veces de cierta solidaridad social (por ejemplo preparar la fiesta de los santos en el barrio, en otros casos los apoyos de la vuelta mano), de convivencia comunitaria, esos son los pequeños placeres de los pobres.

En este tercer bloque de testimonios nos hablan de las actividades económicas que se realizaban en aquel entonces:

“La mayoría de la gente se dedicaba al campo, porque había mucha tierra para sembrar, y pues la gente de ese entonces era humilde, caritativa, así como cuando salías a la calle a caminar un rato te saludaban aún sin conocerte te daban los buenos días”. (Entrevista 105) (Francisco Mandujano, 60 Años, Masculino, Panadero, Paletero, Pintor, Rotulista, Ceramista, Celaya, Gto.).

“Mi familia era humilde, tenían animales, terrenos, trabajaban cosechando el maíz, fríjol, mis amigos eran amigos que tomaban”. (Entrevista 124) (José Gómez, 62 años, comerciante).

“Pues la gente de ese entonces era muy pobre, mi papa se dedicaba a la agricultura, pues yo pienso que casi todos se dedicaban a eso y pues no salía mucho de mi casa. También uno hacia su fogón en el suelo con leña o con olotes de maíz y pues si uno era pobre”. (Entrevista 113) (María López Sánchez, 62 Años, Femenino, Primaria, Ama de Casa, Celaya).

“Mi familia en ese tiempo pues era pues muy numerosa y la falta de que no había mucho trabajo ahí no había ni fabricas, ni industrias solo había comercio y el campo y la familia pues era pues pobre…” (Entrevista 51) (Rubén Galván Miranda, 60 años, masculino, contador publico).

“¿A que se dedicaba la gente? “Trabajaba en el campo se dedicaban a cultivar, ajo, cebolla, jitomate, trigo, y maíz…Era la gente muy humildemente pobre, muy pacifica, tranquila y estaban de su casa al trabajo por que llegaba uno rendido…No había tiempo de nada puro trabajo, vivir en la vil pobreza por que solo había para comer…” (Entrevista 101) (Delfino Hernández, 73 años, Masculino, Lechero, Celaya)

En las descripciones anteriores podemos observar que hacen referencia a que algunas de las familias se dedicaban a las actividades agrícolas y ganaderas en pequeña escala, ejidatarios, peones, trabajadores. Recordemos que todavía para 1945 aproximadamente las actividades económicas principales en esta región (y en el país) eran agrícolas, muchas de las personas se dedicaban al campo. También que a través de las reformas agrarias permitieron después de la revolución mexicana (para que no se olvide, producto de una lucha social contra desigualdades e injusticia), hubo una redistribución para que muchas personas tuvieran medios (tierra) para producir la subsistencia, principalmente se impulsó el ejido. Con pocos recursos realizaban sus actividades económicas, a las personas solo les alcanzaba para la subsistencia y de su familia.

“Pues yo nada mas me acuerdo que iba a trabajar y me pagaban muy, muy poco, nooooo yo trabajaba en mi casa y aparte en casa ajena y ahí trabajaría unos 15 años”. (Entrevista 55) (Clementina Doñatés García, 61 años, 3ro.de Primaria).

“Lo que mas me gustaba hacer era coser para sacar mas dinero, y mi casa y mi comida nunca la descuide, y mis hijos tuvieron aunque sea frijoles a la hora, nada de que mas tarde, cuando llegaban de su escuela a comer, les ponía hacer su tarea y yo en la maquina cociendo, yo le enseñaba a ellos lo poco que yo sabia, yo les enseñe las primeras letras, ellos no tuvieron Kinder yo les enseñe las primeras letras, este les enseñe las tablas a todos, yo aquí cociendo y ellos diciéndome, si no te la sabes repítela otra vez y hasta que se las sabían, lo que me gustaba era coser, atender a mis hijos, hacer de comer y todo me gustaba, a mi nunca me fastidio ni la lavada, ni la comida”. (Entrevista 54) (Elvira Zarate, 71 años, Femenino, Primaria completa, Costurera).

“Había mucha gente que trabajaba en el campo, pero también había otra que se dedicaba a la producción de cajeta en cascos de madera, todos ellos eran gente humilde, pero había muy poca gente en la cual se concentraba el dinero”. (Entrevista 49) (José de Jesús Ávila Martínez, 57 años, maestro universitario)

No todos tenían tierras para trabajar, existe el proceso de proletarización (donde las personas solo van contando con su fuerza de trabajo para vender en el mercado laboral), se sigue ampliando la fila de desposeídos. Había actividades micros empresariales: servicios, artesanales y comercio, que permitían generar ingresos pequeños para modestamente subsistir. Por otro lado, vemos que los salarios y ciertas remuneraciones son bajos y sabemos que las personas tienen que hacer malabares para subsistir.

“Yo… hacia toallas, colchas, eso era lo que me gustaba hacer… en los telares, telar de mano, yo hacia telar de mano y camballa, yo tendría unos 13 años…. Soy del 29’, así que calcúlalo… yo ya tejía cambayita, de eso era… pues era de lo que dependía la vida de muchas gentes…y lo hacia por la necesidad de traer un centavito… mi mama vendía flores, ahí a un lado del mercado, ni me acuerdo como se llamaba esa calle… en aquel entonces era la plazuela…, pero pues ya me gustó, es y ya después cambie a otros telares, pero ya más grandes donde ya tejía puras colchas, yo ahí trabaje mucho tiempo, hasta que ya después hubo industria, no me gustaba pero lo hacia por necesidad de que no faltaran centavos en la casa, pero yo bien pobre, puros jacalitos…pero muy pobre Celaya en esa época…” (Entrevista 52) (Zeferino Jungo Pérez, 79 años, Masculino, Operador).

“Eran pobres, pobre completamente, pobres nosotros, ya después mi padre tuvo un trabajo como le digo cuando estaba Torres, era un rancho Torres era una ladrillera, todo eso de ladrillo, el machetón (ladrillo grande) y toda esa cosa que sacaba para las casas y todas esas cosas, y pos todo eso era una cosa pos bonita, y ahora ya ve, brincando la vía ya ve lo que es ahí, la Chevrolet, la Ford, quien sabes es lo que esta montado allí, allí era una la saca, la saca, que era la que atravesaba desde allá, venia desde el puente del río y atravesaba la saca, agarraba todo ese rumbo la resurrección y todo ese rumbo, tierra blanca, pasaba hasta allá, entonces entraba toda esa cosa de camino de jofre, ahí estaba esa laguna de, ya no me acuerdo como se llamaba, pos no, no me acuerdo, pos ya le digo todo eso”. (Entrevista 11) (Román Ramírez Trejo, 81 años, primaria, campesino).

En los testimonios vemos transiciones de oficios que las personas experimentaron y dejaron de ser: hiladores ambulantes a trabajadores textiles (entrevista 52), del taller a la fábrica en los cambios tecnológicos, la geografía local paulatinamente se va modificando con las actividades económicas, de los grandes sistemas de riego que existían en las haciendas (lo que la entrevista 11 llamaba saca mejor dicho sequia y sobre todo laguna), a nuevos asentamientos irregulares (cinturones de pobreza) y colonias populares, comercios grandes y modernos, plazas, fabricas, cultivos que nacen y desaparecen, devorados por la mancha urbana que se modifica y los oficios también. Adiós vendedores de alfalfa, leñeros, chiveros y arrieros de ganado (estos últimos que iban de la estación del tren a jofre, pasando por las calles centrales, dejaron de circular), micro fábricas de lejía, cañeros de esta zona, pajareros, etcétera. Imaginemos que pudiéramos ver en foco fijo la ciudad de Celaya y observáramos los cambios vertiginosos industriales que modifican el predominio de las actividades agrícolas en el paisaje, así como sus formas de vida. La pobreza marchita las vidas.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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