Contribuciones a las Ciencias Sociales
Febrero 2009

 

ESCUELA, CURRÍCULUM Y SOCIEDAD
 


 

Elisa Isabel Quiroga Maya (CV)
eliquirogamaya@hotmail.com 

 


La Escuela es una institución social y también un lugar para la enseñanza y el aprendizaje. La primera razón por la que toda persona va a la escuela es para aprender unos conocimientos y adquirir una cultura, pero de una manera indirecta, también se nos educa la conducta. El sistema educativo es el que decide qué saber y para qué, por lo tanto, desde que los niños entran en el colegio y son pequeños se les va guiando e inculcando una serie de valores que se creen los más apropiados para la sociedad donde vivimos.

Por esto, podemos hablar de unas funciones ocultas de la escuela que pretende producir el tipo medio de hombre disciplinado, es decir, mediante la escuela se consigue moldear al individuo, y preparar el tipo de personalidad que la colectividad recomienda. El sistema educativo es de este modo un elemento decisivo en la producción de identidades.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Quiroga Maya, E.I.: Escuela, currículum y sociedad, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, febrero 2009, www.eumed.net/rev/cccss/03/eiqm2.htm



La escuela, además de ser un lugar para aprender conocimientos y un sitio en el que ocurren cosas importantes para la integración en la sociedad o para el desarrollo personal tiene otras funciones no tan evidentes. Estas funciones son:

- Custodia: los niños se quedan en la escuela porque sus padres trabajan. La escuela es pues la encargada de recogerlos durante un tiempo. Esta escuela que recoge a todo el mundo nace con la Revolución Industrial, ya que todos los trabajadores se desplazan del campo a las fábricas y muchas mujeres comienzan a trabajar y necesitan dejan a sus hijos en algún lugar. Este lugar es la escuela.

- Forma identidades, ya que hoy en día está cambiando el concepto de infancia, la consideración de lo que es un niño o una niña. Va cambiando desde el punto de vista cronológico, ya que la infancia se va prolongando. Hoy hablamos de una sociedad “infantilizada”. Se amplía la escolarización porque se piensa que cuanto más tiempo se pasa en la escuela más se aprende.

- Por otra parte cumple la función de reproducir el orden social. Como bien hemos dicho al principio, la escuela es una institución social, y por ello podemos hablar de un cierto orden jerárquico. Es decir quienes ocupan mejores posiciones procuran que las cosas sigan así, y pretenden reproducir este orden ¿cómo? nos preguntaríamos, con los más allegados a su persona: sus hijos. Buscan que los hijos tengan como mínimo su misma posición. Esto es lo que se conoce como capital cultural.

La escuela juega un papel muy importante en este sentido, ya que maneja una cultura determinada que como no coincida con la que te han enseñado en tu casa el rendimiento va a ir disminuyendo. Te van a intentar rechazar inculcándote una identidad de fracaso “no vale para estudiar, por lo tanto que trabaje”. Pero hoy en día para trabajar en los que verdaderamente te gusta tienes que estudiar porque necesitas un título. Antes no hacía falta tener un papel que acreditara unos determinados conocimientos para alcanzar un determinado nivel socio-económico. Pero ahora esta dinámica se ha extendido a casi todo el mercado laboral, así que la única posibilidad de ejercer la profesión que se quiere es obtener un título.

Por esto podíamos decir que los alumnos no estudian, se preparan para pasar un examen que le justifique unos conocimientos. Así pues, no todo el que tiene un título está realmente preparado, pero es necesario para encontrar un empleo. De este modo se mercantiliza la enseñanza: “te doy si me das”, es decir, yo te doy una buena nota si tú a cambio me ofreces conocimiento.

Aparece pues, una motivación extrínseca, ya que se piensa más una futura vida laboral que en aprender y conseguir una utilidad intrínseca. Pero con esto se ha pasado también al otro extremo, es decir, es tan difícil encontrar trabajo sin acreditarlo que mucha gente se incorpora a los estudios pensando como hemos dicho en un mejor estatus. Por esto hay más títulos de los que el mercado demanda, es decir, hay una producción excesiva de personas con una educación en comparación con las oportunidades disponibles. Esto está creando dificultades al sistema educativo, y por esto, se produce una desvalorización. Se duda de que, al fin y al cabo, un título universitario compense ya que lo que verdaderamente proporciona riqueza y distinción es tener algo que los demás no tienen. Y hoy en día un título está al alcance de cualquiera, aunque, de él no se le saque el rendimiento que se esperaba a priori.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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