Contribuciones a las Ciencias Sociales
Noviembre 2008

 

EL RACISMO EN NUESTRA SOCIEDAD
 


 

José Mario Horcas Villarreal
jmariohv@yahoo.es

 

Si acudimos a la red encontraremos diversas definiciones sobre el tema. Desde la alojada en wikipedia.org, que lo define como “discriminación racial”, pasando por la de definición.org “ doctrina basada en la superioridad de unas razas sobre otras”, hasta la encontrada en oni.escuelas.edu “conjunto de creencias que aseveran la superioridad natural de un grupo racial sobre otro tanto a nivel individual como institucional. El racismo se refiere a la creencia de que la biología más que la cultura es la primera determinante de las actitudes y las acciones”.

Nosotros preferimos definirlo como “teoría fundamentada en el prejuicio según el cual hay razas humanas que presentan diferencias biológicas que justifican relaciones de dominio entre ellas, así como comportamientos de rechazo o agresión. Relacionado con la xenofobia y la segregación social”.

Los elementos fundadores del racismo, surgieron durante la colonización, son la conciencia de la identidad cultural propia de cada pueblo y las teorías que asimilan la jerarquía a un determinismo natural fundamentado en el concepto de raza.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Horcas Villarreal, J.M.: El racismo en nuestra sociedad, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, noviembre 2008. www.eumed.net/rev/cccss/02/jmhv3.htm


La evolución de las culturas muestra que el fenómeno del racismo encuentra su fundamento en la concepción que los hombres tienen de la diversidad.

En la Grecia antigua, la afirmación de la identidad colectiva se traduce en el hecho de que los habitantes de las ciudades llamaban “bárbaros” a los que vivían fuera de los límites.

Los esclavos no tenían derecho, ni siquiera a la ciudadanía.

A partir del siglo XVI, sociedades “científicas” han buscado clasificar las razas humanas intentando crear estereotipos y clasificando a los hombres en diferentes razas, en función del aspecto exterior y de las capacidades de inteligencia. Todo ello da pie a tesis, como la de Gobineau, quien achacaba el declive de la sociedad al envejecimiento de las razas.

El pensamiento racista contemporáneo del darwinismo social, se estructura en doctrinas que preconizan la aplicación de leyes biológicas al perfeccionamiento de la especie humana.

En este sentido, Gustave Le Bon sostenía que los extraños alteran el alma de los pueblos.

No será hasta comienzos del siglo XX, cuando se produzca una toma de conciencia internacional del fenómeno del racismo.

Los crímenes nazis provocaron una situación psicológica y política en la voluntad de las naciones parra erradicar el racismo, sin embargo, en la actualidad, aún perduran formas de racismo.

Desde un tiempo a esta parte, se viene debatiendo entre los docentes la integración de los alumnos en las aulas.

Los españoles parecen ser poco tolerantes con los alumnos extranjeros.

La mayor discriminación la sufren los marroquíes y los gitanos.

Según un Estudio del Ministerio de Educación dos tercios de los estudiantes españoles de la E.S.O no ven bien compartir tareas con ellos.

La solución a ello, según algunos expertos, empezaría con la elaboración de proyectos concretos que enseñen a los jóvenes a afrontar los problemas de convivencia.

De ahí la necesidad de que en aquellos Centros Educativos en los que haya mayor problemática se aconseje el “acogimiento” al Proyecto “ Escuela, Espacio de Paz”

La sociedad en la que estamos viviendo se muestra cada vez más inquieta con el problema de la violencia presente en todos los niveles, tanto internacionales, nacionales, comarcales como institucionales: familiar, y ¿cómo no? escolar. Basta ver cómo cada día se escribe y publica más, sobre violencia, conflicto, indisciplina, descontrol, incluyendo el ámbito escolar.

Nuestra sociedad está impregnada de lo que Johan Galtung (1990) denomina "violencia cultural", que es definida por el autor como los aspectos de la cultura, esfera simbólica de nuestra existencia -ejemplificada en indicadores sociales como la religión, la ideología, las ciencias empíricas, las ciencias formales y sociales- que dichos indicadores pueden ser utilizados para justificar o legitimar la violencia, la guerra. Las culturas de violencia están sometidas por una infraestructura de creencias individuales, normas sociales y valores que enfatizan el uso de la violencia como medio para alcanzar poder, autoestima y estima grupal, patriotismo, regionalismos y dominación social.

Durante mucho tiempo, los profesores e investigadores educativos estábamos preocupados por las deficientes calificaciones de los escolares, fracaso escolar etc, pero ahora estamos comenzando a darnos cuenta de que existe una carencia mucho más apremiante: el analfabetismo emocional y social. No obstante, aunque sigue haciéndose notables esfuerzos (políticos, pedagógicos, didácticos, psicológicos,...) para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, no parece hacerse gran cosa para solventar esta nueva y alarmante deficiencia escolar. En palabras de un profesor de Brooklyn (1996): "Parece como si nos interesa más su rendimiento escolar en lectura, escritura, matemáticas, ... que si seguirán con vida la próxima semana". Los incidentes violentos escolares, por desgracia, cada vez son más frecuentes en nuestra cultura occidental.(Wheldall, 1992; Marín,1996).

Nuestro modelo educativo está impregnado de esta violencia cultural.

Uno de los movimientos paralelos a este modelo educativo propone las bases teóricas y prácticas para cambiar la situación social propugnando la creación de lo que se ha denominado, a propuesta de la UNESCO, "UNA CULTURA DE PAZ". Como ha dicho Mayor Zaragoza (1997): La transición de una cultura de guerra a una cultura de paz quiere decir transición de las sociedades en las que el poder es garante de la seguridad a una sociedad que respalda pautas de comportamiento que tratan los desacuerdos, discrepancias ideológicas y conflictos sin el recurso de la violencia.

Esto significa una cultura de democracia que alienta y promueve la participación ciudadana, tanto en las cuestiones nacionales como internacionales; que reemplaza una autoridad jerárquica dominadas por hombres por una igualdad entre hombres y mujeres en todos los niveles y define al poder como cooperación. Construye la paz en las mentes de los hombres y mujeres realizando a las personas en redes globales de intereses compartidos y comunidades locales con la comunidad internacional.

Para crear una cultura de paz una tarea esencial es reorientar el aprendizaje y los procesos de socialización que sostienen la infraestructura psicológica de la violencia (Alzate, 1998b). Mientras las culturas de violencia transmiten odio, la opresión de generación en generación.

La cultura de paz cultiva la cooperación y la interdependencia: valores de igualdad, diversidad, justicia social y salud económica. También cultiva normas, creencias y actitudes que apoyen la resolución de conflictos no violenta y la reconciliación. Aporta procesos de compromiso activos y realización espiritual que conduzcan a un cambio social positivo.

Para llevar a cabo este modelo educativo no debemos olvidar que la escuela tiene, además del aprendizaje académico, la obligación de enseñar a los niños y jóvenes a vivir juntos y a resolver conflictos de sus vidas, lo que permitirá que aprendan de manera más efectiva. Para la consecución de todo esto proponemos caminar hacia la construcción de una escuela pacífica que William Kreider acuñó con el término de "aula pacífica" allá por los años setenta.

Esta escuela pacífica descansa en varios principios que el profesor ha de cuidar mucho: y, entre otros, ofrecemos:

1. Tenemos que desarmar la historia. Hemos aprendido y hemos enseñado la historia del poder. No la del saber. La de la guerra, no la de la cultura. Historia jalonada de acontecimientos bélicos, con el fragor de las armas como única banda sonora. Tenemos, pues, que cambiar. Sí, tenemos que aprender a pagar el precio de la paz, como hemos tenido que pagar el precio de la guerra. Sería útil y necesario establecer nuevas prioridades en la enseñanza de las ciencias sociales. (Mayor Zaragoza, 1997)

2. Expresión positiva de las emociones. Los alumnos aprenden a expresar sus sentimientos, especialmente el enfado, la ira y la frustración, encausándolos de forma no agresivas ni destructivas. Aprenden a autocontrolarse.

3. Resolución de conflictos. Aprenden las habilidades de responder creativamente a los conflictos en el contexto de una aula humanitaria y de apoyo. No se trata sólo de evitar que surjan conflictos sino de modo especial de dar soluciones a éstos sin acudir a la violencia. He aquí el punto en el que quiero sentar un PROGRAMA DE INTERVENCIÓN para que el profesor enseñe a que los alumnos aprendan a solucionar los conflictos no por la violencia y guerra sino mediante una serie de técnicas y estrategias preventivas y de tratamiento que conduzcan a la paz. No dudamos que surjan en las aulas y centros escolares conflictos culturales, ideológicos, raciales, sentimentales,.... sino lo que interesa es que los alumnos aprendan a dar soluciones pacíficas en lugar de acudir a la agresividad, agresión física, armas, maltratos. De esta forma estamos enseñando a los chicos a vivir en paz y estamos sentando algunas bases de la Cultura de Paz.

Cuando hablamos de técnicas y estrategias de resolución de conflictos siempre diferenciamos entre las preventivas que tratan de evitar que surjan conflictos y las de resolución que tratan de resolver el problema.

El profesor ha de enseñar que los alumnos aprendan a solventar cada día los conflictos del aula. Creo que esta es una nueva línea de investigación y de perfeccionamiento del profesorado para evitar el fenómeno de la violencia escolar que, como he dicho, nos preocupa mucho y cada día más. Es lo que Goleman (1997) llama "La escolarización de las emociones".

Esto obliga a que tanto profesores como discípulos focalizen su atención en el entramado mismo de la vida emocional. Consiste en convertir las tensiones y conflictos y los problemas cotidianos en el tema de trabajo de cada día. De este modo se habla en clase de problemas reales (sentirse ofendido, sentirse rechazado, la envidia, celos, los altercados diarios,...) que podrían terminar en peleas en el patio de recreo, en la misma aula o en la calle, se analizan y reflexionan e intenta dárseles solución pacifica.

El I.E.S.” Mar del Sur”, sito en Taraguilla-San Roque ( Cádiz ) se haya inmerso en estos momentos en un proyecto, respaldado por la Junta de Andalucía e integrado por muchos de sus docentes, para trabajar sobre los problemas que pueden acarrear la mezcolanza de culturas y la rebeldía propia de la adolescencia.

Para más información sobre el tema pueden contactar con nosotros.

BIBLIOGRAFÍA

ALEGRET, J.L.: "CÓMO SE ENSEÑA Y CÓMO SE APRENDE A VER AL OTRO. LAS BASES COGNITIVAS DEL RACISMO, LA XENOFOBIA Y EL ETNOCENTRISMO EN LOS LIBROS DE TEXTO DE E.G.B., B.U.P. Y F.P." Barcelona; Ajuntament de Barcelona/lnstitut de Ciencies de l’ Educació de la UAB, 1991.

Estudio serio sobre el tratamiento que los textos escolares dan a las diferencias culturales y sociales. ¿Cómo se configura el concepto de especie humana, la diferente topología y naturaleza de las diferencias en la representación de la diversidad humana, la expresión de las diferencias entre los humanos, y la categorización del tercer Mundo asociada a factores culturales y socioeconómicos, etc.? ¿Cuáles son los factores que nos llevan a desarrollar actitudes racistas? - son dos de los planteamientos que se hacen los autores.

ALEGRET TEJERO, J.L.: "RACISMO Y EDUCACIÓN". En FERMOSO ESTEBÁNEZ, E. (ed.). Educación Intercultural; la Europa sin fronteras. Madrid. Narcea. 93-110. 1992.

Igualdad, justicia y derecho a la diferencia, como propuesta para una educación intercultural, son los postulados en los que se basa el autor para reflexionar sobre el Sistema Educativo frente a la diversidad cultural.

CACHÓN,LORENZO: "PREVENIR EL RACISMO EN EL TRABAJO EN ESPAÑA". Lorenzo Cachón; con la colaboración de Rocío Moldes; prólogo de Antonio Gutiérrez. Madrid. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales, 1999. 291 p.

El presente trabajo se enmarca dentro de la línea de trabajo del Observatorio Permanente de la Inmigración, y analiza el racismo en el mundo laboral. Recoge los informes sobre España elaborados para la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, que en 1997 publicó un Compendio de buenas prácticas en la prevención del racismo en el trabajo. La primera parte del estudio analiza las políticas nacionales de inmigración, el papel de los sindicatos y las actitudes del gremio empresarial con respecto a la contratación de mano de obra extra- comunitaria. La segunda parte analiza los cambios observados sobre la discriminación en el trabajo desde la Declaración de Florencia de 1995 hasta la declara ión de buenas prácticas en España.

CALVO BUEZAS, T: "CRECE EL RACISMO, TAMBIÉN LA SOLIDARIDAD". Madrid; Ed. Tecnos, 1995.

Investigación cuyos resultados nos proporciona una fuente de reflexión: Se contemplan tres enfoques del tema: 1. Racismo, xenofobia, intolerancia. 2. Imágenes de España y América. 3. Los valores de la Juventud española.

MALGESINI,GRACIELA: "GUÍA DE CONCEPTOS SOBRE MIGRACIONES, RACISMO E INTERCULTURALIDAD". Graciela Malgesini y Carlos Giménez. Madrid. La Cueva del Oso, 1997. 319 p.

Este trabajo, enfocado desde una perspectiva sociolingüística, pretende transmitir la importancia del lenguaje en las relaciones con las personas inmigrantes así como su influencia en la consolidación de conceptos y su papel excluyente o incluyente.

VALLES MARTÍNEZ, MIGUEL S: "INMIGRACIÓN, RACISMO Y OPINIÓN PÚBLICA EN ESPAÑA". Miguel S. Valles Martínez, Mª Ángeles Cea d’Ancona y Antonio Izquierdo Escribano. 1997. 258p.

Trabajo basado en el banco de datos del CIS. Se plantearon los siguientes objetivos: contrastar las estadísticas demográficas sobre las dinámicas migratorias y los datos procedentes de los sondeos; la comparación entre las políticas migratorias y la opinión pública y el papel desempeñado por los medios de comunicación en la formación de actitudes xenófobas por parte de la opinión pública.
 

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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