Ma. de Lourdes Arias Gómez*
Enrique Arias Gómez **
Jesús Arias Gómez***
María Margarita Ortiz Molina****
Azalea María Peña Blanco *****
Universidad Autónoma de Tamaulipas, México
derecholni@gmail.comRESUMEN
El presente proyecto  tiene la finalidad de enseñar el consumo  sostenible a las familias de Tampico, Madero y Altamira Tamaulipas, México, ya  que la sociedad actual se ha vuelto   consumista, podemos  decir el  consumismo es el mal del presente siglo, el cual causa graves daños a la  economía de los consumidores y al medio ambiente. Objetivo General:  Enseñar  el consumo responsable en forma  teórica y práctica a  los niños, jóvenes  y adultos de Tampico, Madero y Altamira Tamaulipas. Objetivos Específicos: Determinar  qué es lo que se entiende por consumo responsable e identificar cuál es la  información que está disponible al consumidor. Consideramos  indispensable enseñar a los niños, jóvenes y adultos  conocimientos sobre los temas de: educación  para el desarrollo sostenible, consumidor responsable, consumismo, comercio  justo y su relación con el cambio climático. Asimismo es importante que las  personas entiendan que no se deben dejar llevar por la publicidad engañosa, que  razonen antes de adquirir un bien o un servicio.
PALABRAS CLAVE: Consumo  Responsable, consumismo, educación para el desarrollo sostenible, comercio  justo, sustentabilidad.
ABSTRACT
The present project has the purpose of teaching sustainable consumption  to the families of Tampico, Madero and Altamira Tamaulipas, Mexico, since  today's society has become consumerist, we can say that consumerism is the evil  of this century, which causes serious damage to the economy of consumers and  the environment. General Objective: To teach responsible consumption in theory  and practice to children, youth and adults in Tampico, Madero and Altamira  Tamaulipas. Specific Objectives: Determine what is meant by responsible  consumption and identify what information is available to the consumer. We  consider it essential to teach children, young people and adults knowledge  about the topics of: education for sustainable development, responsible  consumerism, consumerism, fair trade and its relationship with climate change.  It is also important that people understand that they should not get carried  away by misleading advertising, reason before acquiring a good or a service.
KEYWORDS: Responsible Consumption, consumerism, education for sustainable development, fair trade, sustainability.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Ma. de Lourdes Arias Gómez, Enrique Arias Gómez, Jesús Arias Gómez, María Margarita Ortiz Molina y Azalea María Peña Blanco  (2017): “El consumo responsable para el desarrollo sustentable de las familias de Tampico-Madero-Altamira, Tamaulipas, México”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (diciembre 2017). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/12/desarrollo-sustentable-mexico.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1712desarrollo-sustentable-mexico
                INTRODUCCIÓN 
El  presente trabajo aborda el tema del consumo haciendo  hincapié en el consumo responsable, por ser la ciudadanía  comprador y usuario  de un sinnúmero de productos y servicios, por  tanto, consideramos nuestro  deber educar  a las personas para que se conviertan en compradores responsables y promuevan  el comercio justo.   
El consumismo a nivel mundial  se ha convertido en un problema que genera diferencias entre los países desarrollados y los sub desarrollados,  lo cual está acabando con las reservas  naturales y aumentando la cantidad de residuos que dañan el medio ambiente.
La cultura mexicana promueve  el consumismo, tanto empresarios como consumidores procuran  un beneficio individual,  compran y venden sin pensar en el comercio  justo. Por ende,  se requiere enseñar el  consumo responsable, educarle para que cree  el hábito  de leer las etiquetas para informarse  de las características de los productos que piense  adquirir y así evitar que los comerciantes le engañen. 
En cuanto al perfil del  consumidor mexicano, el INEGI ha publicado   “el consumidor mexicano promedio  es una persona de entre 25 a 69  años de edad, de clase  media, que vive en un  centro urbano, en un hogar  habitado por entre tres y cuatro personas, con auto, línea telefónica, televisor, teléfono móvil, computadora y que destina  una cuarta parte de sus ingresos a  alimentos y bebidas no alcohólicas”.
El ama de casa es la  que toma las decisiones, sus gustos y necesidades siempre quedan subordinados,  en primer lugar, a las demandas de la familia y en segundo, al gasto. Los hijos  influyen en las compras y recreación de la familia. 
En cambio, en el  comercio electrónico el perfil del comprador mexicano es diferente, tanto  hombres como mujeres comparten el protagonismo y el grupo de edad está  entre los veinticinco y treinta y cinco años.  Tres de cada cuatro mexicanos compran en línea.
Pese a que el  estudio Retos del E-Commerce en  México 2017 establece que el  e-commerce en México, representa un 2% del  total de las ventas de retail, en los últimos años, el comercio electrónico ha  tenido un crecimiento constante, al cierre del año 2016, se facturó 329,800  millones de pesos, centrados específicamente en tres categorías:
Los datos anteriormente  expuestos nos indican que tanto hombres como mujeres compran productos para  satisfacer sus gustos no sus necesidades.
   En México se le da poca difusión al  consumo responsable, por lo general, los compradores consumen lo que ven en los  anuncios, aunque posteriormente no lo usen o lo desechen,  generando basura. En cambio, el consumidor  responsable piensa en reciclar, reutilizar o regalar antes de adquirir un bien.  El consumo responsable satisface  las necesidades de la persona  individual  o de la familia y favorece al medio ambiente, así se garantiza el bienestar de  las futuras generaciones.
   PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
   Hoy en día, el mundo pasa por numerosos  cambios y situaciones que lo han hecho un escenario en el cual debemos actuar  con mayor responsabilidad, pues el aumento en el desempleo, la inmigración, la  pobreza, contaminación, crisis medioambientales, enfermedades, descomposición  social, entre otros problemas es lo que ha orillado a Naciones Unidas a tratar  de crear conciencia en la población a nivel mundial. 
   Nuestro mundo se encuentra circundado en un  sinnúmero de crisis sociales, económicas,  políticas y ambientales, causadas por el mal manejo  de los recursos naturales y de la inequidad social, por ello, los gobiernos  promulgan políticas de responsabilidad social para las empresas en pro de la  comunidad y el medio ambiente.  Asimismo,  los diferentes programas sociales de educación, salud, cultura, protección del  medio ambiente, etc., son de gran importancia y garantizan la satisfacción de  las necesidades de todos.
   Pese a que la UNESCO  ha estado trabajando con las autoridades de  diversos países y con un sinnúmero de organizaciones internacionales  preocupadas por el futuro de la humanidad y de nuestro planeta,  no ha logrado neutralizar los hábitos de  consumo en los países desarrollados, el cual es imitado por la población de las  naciones en vías de su desarrollo; ya que es propio del ser humano el deseo de tener  comodidades que faciliten su día a día, lo cual en sentido positivo beneficia a  la población de los países pobres al mejorar su calidad de vida, en lo que se  refiere a la compra de productos de primera necesidad y de servicios que  procuran el bienestar de las personas (medicamentos, equipo médico, electrodomésticos,  servicios públicos, etc.), el problema surge cuando compran bienes o contratan  servicios con la finalidad de imitar el estilo de vida de los países ricos, (vestimenta  de moda y marca, teléfonos inteligentes, alimentos chatarra, entre otros). 
Expresa Masera (2001)  “Es  necesario distinguir entre consumo de bienes y servicios para cubrir  necesidades actuales y el consumo de recursos. El consumo de recursos se  refiere a la cantidad en que se utilizan materiales y energía, y en la  capacidad de asimilación del ambiente para absorber estos desperdicios”.
   El consumo ha generado el sobreendeudamiento  de muchas familias debido a que los   créditos  están por encima de sus posibilidades de pago. La incapacidad de pagar las  deudas contraídas genera un deterioro en la calidad de vida de los deudores y  de su familia, así como de las empresas y sus empleados. 
   Lo anterior, demuestra la necesidad de  educar financieramente a las personas físicas y morales sujetos de crédito. Sin  embargo, parece ser que las corporaciones bancarias y financieras están  cambiando de actitud respecto al crédito de tarjetahabientes e hipotecario,  porque el embargo de bienes incrementa los problemas de los deudores y complica  la situación económica de las instituciones bancarias.
   Los compradores viven en una economía regida  por la oferta y la demanda y enfrentan el reto de convertirse en consumidores  responsables, si bien, altos niveles de consumo mejoran la economía del país, el  exceso afecta la capacidad de pago de los consumidores y reducir el consumo a  las necesidades básicas, detendría el crecimiento económico. 
   Para solucionar los  problemas económicos debemos recurrir a la educación para el desarrollo  sostenible cuyo objetivo  es  preparar  a la población a nivel mundial  para que adquiera el  compromiso de velar  por el bien del medio ambiente, uno de los puntos a partir del cual se puede  comenzar es cambiando la forma de actuar respecto al consumo de bienes. 
   Preguntas del problema
   Al finalizar la investigación daremos  respuesta a las siguientes cuestiones: 
   ¿Qué entienden los consumidores por  consumo responsable?
   ¿Cuáles son los hábitos de los  consumidores respecto al consumo responsable? 
   OBJETIVOS 
   Objetivo  General 
   Enseñar   el consumo responsable en forma teórica y práctica a  los niños, jóvenes y adultos de Tampico,  Madero y Altamira Tamaulipas. 
   Objetivos  Específicos 
JUSTIFICACIÓN 
   Elegimos abordar este tema porque el  consumo responsable es uno de los factores significativos que contribuyen al  Desarrollo Sustentable, promovido por el Programa de las Naciones Unidas para  el Medio Ambiente (PNUMA) y por varios Organismos Internacionales. 
   El presente proyecto  tiene la finalidad de enseñar el consumo  sostenible a las familias de Tampico, Madero y Altamira Tamaulipas, México, ya  que la sociedad actual se ha vuelto   consumista, podemos  decir el  consumismo es el mal del presente siglo, el cual causa graves daños a la  economía de los consumidores y al medio ambiente.
   En general, la población no tiene  conciencia  del consumo responsable,  pocas personas valoran todos los aspectos del producto o servicio que esperan  comprar, por eso consideramos  indispensable  llevar a cabo talleres, seminarios, conferencias de  concientización dirigido a toda la población del sur de Tamaulipas, con  el objetivo de  transmitir a los  consumidores y usuarios  conocimientos  útiles que les permitan tomar conciencia de la importancia y responsabilidad  que tienen como compradores, así como los beneficios que les traerá un cambio  de conducta en sus hábitos de consumo, para transformarlos en compradores  responsables.
   El consumidor responsable es el consumidor  consciente de que no debe centrar su atención solamente en la satisfacción de  sus gustos o la realización de sus sueños, debe valorar si sus  necesidades serán cubiertas con determinado  producto o servicio, sin dañar al medio ambiente.  Incorporar estos valores a nuestro consumo no  implica disminuir el bienestar ni la calidad de vida sino más bien todo lo  contrario. Practicar un consumo responsable empieza por algo tan sencillo como  reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y sus consecuencias.
   Actualmente, la problemática ambiental es  una realidad que va en constante crecimiento debido a la falta de conciencia  tanto de los productores como de los compradores, por esa razón se requiere  consumir productos sustentables.
   Desafortunadamente, nuestra sociedad ha  llegado al hiperconsumismo, lo anterior se prueba con la campaña llamada  “El  Buen Fin” que se realiza cada año en México, el penúltimo fin de  semana del mes de noviembre, con el  propósito  de incentivar el comercio, efectuando ofertas o descuentos sobre el precio.  La mayor parte de los compradores varones  adquieren pantallas de TV, equipo de sonido y celulares,  las mujeres ropa y electrodomésticos, por lo  general, la forma de pago es con tarjeta de crédito.  En nuestro país ha crecido el número de  consumidores irresponsables, ya que el   crédito al consumo les facilita adquirir bienes y servicios. 
   Es necesario que los consumidores tengan conciencia sobre  el origen de los productos y evaluar si tienen necesidad de adquirirlos, de esa  forma lograremos ser consumidores responsables y así cumplir con el objetivo 12  sobre el consumo y producción sostenibles establecido en la Agenda 2030 para el  Desarrollo Sostenible.  
   La mayor parte de las personas encuestadas  desconocen  la relación que existe entre  el consumo y el medio ambiente.
   Tras el desarrollo del presente trabajo  esperamos concientizar a la comunidad   del sur de Tamaulipas de la situación en la que se encuentra nuestro  planeta, pretendemos  convertirlos  en consumidores responsables  para que logren la sustentabilidad de su  familia. Para ello consideramos indispensable enseñar a los niños, jóvenes y  adultos  conocimientos sobre los temas  de: educación para el desarrollo sostenible, consumidor responsable,  consumismo, comercio justo y su relación con el cambio climático. Asimismo es  importante que las personas no se deban dejar llevar por la publicidad  engañosa, que razonen antes de adquirir un bien o un servicio. 
   DESARROLLO DEL TEMA
   EDUCACIÓN  PARA EL CONSUMO
   Durante las últimas décadas, las nuevas tecnologías, la globalización, la  televisión y la publicidad han modificado el estilo de vida de la  sociedad y hasta la forma de aprender de niños y jóvenes, lo cual llamó la  atención de Naciones Unidas, quien a través de la UNESCO se ha ocupado de la  protección del medio ambiente y el desarrollo sustentable,  de ello nace la necesidad de educar a la  población sobre los temas de consumo responsable y comercio justo. 
   La educación para el consumo tiene como  principal objetivo fomentar las  habilidades, actitudes y los conocimientos de las personas para que se  conviertan en consumidores responsables y que sean capaces de  actuar de manera crítica con aquello que se le presenta en los escaparates,  estantes o comerciales.
   La educación  para el consumo  debe impartirse a los educandos en  los cursos educación obligatoria (kínder, primaria y secundaria) enseñarles los  derechos y deberes que tienen como consumidores y la trascendencia del comercio  justo.  Centrar la atención en niños y jóvenes es significativo porque los  jóvenes son el grupo más importante de consumidores.
   En México, la mayor parte de la población  desconoce  los temas de consumo  responsable y el del comercio justo debido a que las autoridades responsables y  las empresas promueven el consumismo y el consumidor no piensa en  satisfacer  sus necesidades sino sus  gustos, por eso adquiere los productos por moda, marca o porque lo ve en los  comerciales. 
   Por lo general, el consumidor compra por  el precio, calidad y marca quedan de lado, lo cual obliga a los comerciantes a posicionar  la marca y competir para ofrecer precio calidad.
   Por lo antes mencionado, consideramos que a  través de la educación ambiental se enseña a la población a tomar conciencia de  la importancia del medio ambiente, asimismo,  promueve en la ciudadanía el desarrollo de  valores y nuevas actitudes que contribuyan al uso racional de los recursos  naturales y a la solución de los problemas ambientales.
   Naciones Unidas se ha esforzado para que se cumplan los  objetivos del milenio y de los distintos acuerdos internacionales en materia  del cuidado y conservación del medio ambiente, con la finalidad de revertir el  calentamiento global y así evitar que el cambio climático siga generando daños  y perjuicios a nivel mundial. Pese a ello, los países no se han esforzado por disminuir  el número de automóviles ni la contaminación de los ríos y mares con desechos  tóxicos y siguen promoviendo el consumismo. 
La educación  para la sustentabilidad tiene la finalidad de enseñar a las personas a  desarrollar actitudes y aptitudes para garantizar la satisfacción de las  necesidades de la familia  y su calidad  de vida, asimismo, enseñarles a cuidar los recursos naturales y el medio  ambiente, para ello, deben tomar conciencia que  “Estamos tomando prestado capital del medio  ambiente de las futuras generaciones sin intención ni perspectiva de  reembolso”  Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (1988).
   El consumo responsable para el desarrollo  sustentable contribuye al bienestar no sólo de los consumidores sino de los  comerciantes y productores, por ende a la economía del país, porque se  garantiza el consumo eficiente de los recursos naturales.  Por ese motivo, Naciones Unidas “pretende  promover la educación como fundamento de una sociedad más viable para la  humanidad e integrar el desarrollo sostenible en el sistema de enseñanza  escolar a todos los niveles”.  Para  Martínez, (2010), “Apostar por educar  para la sostenibilidad significa definir un proyecto educativo que determine un  estilo –de aprendizaje, de organización, de toma de decisiones y de relación  entre las personas- y una cultura escolar acordes con los valores afines a esa  sostenibilidad. Un proyecto educativo que, además, potencie una reflexión  constante acerca de lo que se enseña y del significado de la evaluación”. 
   La educación para el consumo sostenible  (ECS) tiene la finalidad de desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes  que permitan a los ciudadanos ser protagonistas del cambio hacia  comportamientos de consumo sostenibles. Su objetivo es asegurarse de que las  necesidades básicas de la sociedad estén cubiertas, que la calidad de vida para  todos mejore y que se evite el uso ineficiente de recursos y la degradación  medioambiental. 
  “La EDS no es educación sobre el medio ambiente o  desarrollo sostenible, sino educación para el desarrollo sostenible, que  incluye el aprendizaje de los valores, los derechos humanos, el buen gobierno,  la economía y la cultura”.
   Si  bien, la ECS se puede transformar la conducta de la ciudadanía, con el fin de enseñarles  los principios de prudencia y contención, es decir, anteponer la razón al  deseo, lo necesario a  lo superfluo, para  que se convierta en un comprador responsable. El problema es que solamente el  22% de las personas entrevistadas conocen sobre el tema, por ende, se requiere de  la labor conjunta de los gobiernos federal y estatal y de los responsables del  sector educativo en todos los niveles, para proporcionar a la niñez y la  juventud  los conocimientos necesarios  para que sean los próximos consumidores responsables.
   La ECS tiene que contrarrestar las  acciones de  las empresas que  tratan de llamar la atención de la niñez para  que elijan los productos que les presentan en los anuncios comerciales,  bien sean juguetes, comida chatarra,  accesorios de sus héroes o personajes favoritos y video juegos.   
   El objetivo  de los anunciantes es  entrar a la mente de los pequeños   por  medio  de   los mensajes  subliminales y  así  inducirlos a comprar un producto,  sin importar  que  el producto dañe la salud, sea de mala calidad  o no reúna las características que muestran en los comerciales, ya que los  niños son grandes consumidores en el presente y son  un mercado futuro.  
   Por ello,    es fundamental proporcionar a los consumidores la información adecuada,  bien sea a través de una enseñanza formal e informal,  por medio de talleres o de campañas  publicitarias socialmente responsables   que transmitan mensajes  que  contribuyan al cuidado y conservación   del medio ambiente. 
   OBJETIVO 12: GARANTIZAR  MODALIDADES DE CONSUMO Y PRODUCCIÓN SOSTENIBLES
   Los Estados Miembros de  Naciones Unidas aprobaron en setiembre de 2015 la Agenda 2030 para el  Desarrollo Sostenible, para poner fin a la pobreza, luchar contra la  desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático. De los  objetivos  propuestos,  el objetivo 12  es el que versa sobre el consumo y producción  sostenibles. (Asamblea General de Naciones Unidas, 2015). 
   Para la UNESCO el  objetivo del consumo y la producción sostenibles es hacer más y mejores cosas  con menos recursos. Para ello se requiere la participación activa de todos los  agentes sociales, económicos y políticos,  sí todos actúan con responsabilidad social se  evitará un daño irreversible tanto a la población menos favorecida como al  medio ambiente. Es importante que se trabaje en pro  de una mejor calidad de vida para todos y  reducir la pobreza, porque al ritmo desproporcionando que vamos creciendo  afectará a las naciones más pobres.
   La UNESCO promueve que “el consumo y la producción sostenible fomenten  el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de  infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los  servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y  con buenas condiciones laborales”.  
   Metas del objetivo 12 
CONSUMO RESPONSABLE 
   El concepto de consumo  responsable puede considerarse relativamente moderno. Su evolución se ha ido  creando conforme los principios en los que se sustenta y los problemas que  pretende resolver han pasado a formar parte de la actualidad. 
   En la Conferencia de  las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de 1992, celebrada en Río de  Janeiro, Brasil, los países declararon que "para alcanzar el  desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las  personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y  consumo insostenibles". 
La UNESCO  en el manual Jóvenes X Cambio — Biodiversidad  y estilos de vida define al consumidor “Todo  comprador de un bien o servicio en un comercio minorista, o todo usuario final  que forme parte de la cadena de distribución de un bien o servicio” y al  consumo “Gasto efectuado durante un periodo  determinado en bienes o servicios para satisfacer necesidades o deseos. También  puede ser un proceso por el cual la sustancia de alguna materia resulta  destruida por completo, o se incorpora a otra, o se transforma en otra distinta”.
   El concepto de consumo  sustentable o sostenible apareció por primera vez en el seno de la ONU,  mediante una recomendación formulada por la Comisión sobre el Desarrollo  Sostenible de Naciones Unidas al Consejo Económico y Social, en el año 1999. 
   La UNESCO  en el manual de Jóvenes X Cambio-Cambio Climático  y Estilos de Vida define el consumo responsable “consiste en la compra de materiales producidos con criterios  responsables, lo que significa que estos materiales causan el mínimo daño a las  personas, animales o al medio ambiente. Podría decirse que lo más importante es  hacer una elección positiva para comprar artículos que sean de comercio justo,  sin experimentación animal, orgánicos, reciclados, reutilizados o producidos a  nivel local, apoyando directamente a empresas innovadoras”.
   Durante la Cumbre Mundial  sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo en el año 2002, los  países participantes acordaron que "la erradicación de la pobreza, el cambio de los patrones no sostenibles  de producción y consumo y la protección y el manejo de los  recursos naturales sobre la base del desarrollo económico y social eran objetivos  fundamentales del desarrollo sostenible y a la vez, un  requisito esencial para lograrlo".
   
   A la pregunta expresa de si ha asistido a algún  curso o taller sobre consumo sustentable casi el 90% respondió que no, en  consecuencia, no tienen ni la menor idea de la relación que existe entre el  consumo y la sustentabilidad, además, sólo el 33% tiene conocimiento de lo que  significa ser un consumidor responsable, por tanto, es necesario y urgente  enseñar  a los niños, jóvenes y adultos a  comprar lo que sea necesario para satisfacer sus necesidades básicas  y reutilizar o reciclar los bienes que ya no  use.  
   En 1994, el Simposio de Oslo sobre Consumo Sostenible celebrado por el  Ministerio de Medio Ambiente de Noruega,   definieron la producción y el consumo sustentable, como "el uso de servicios y productos que  responden a las necesidades básicas, mejoran la calidad de vida, al mismo  tiempo que minimizan el uso de recursos naturales y de materiales tóxicos, y la  generación de residuos y contaminantes a lo largo de su ciclo de vida, sin  poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de las generaciones  futuras".   
   Para García Canclini (1998) el consumo es el conjunto de  procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los  productos. Para  PNUMA (2004) el consumo sostenible “el uso de bienes y servicios que cumplan con  las necesidades básicas, proporcionando una mejor calidad de vida, mientras  minimizan el uso de los recursos naturales y materiales tóxicos, la generación  de residuos y la emisión de contaminantes durante todo el ciclo de vida del  producto o del servicio, de modo que no se coloque en riesgo las necesidades de  las futuras generaciones”. 
   Afirma Masera (2001) “Es necesario distinguir entre consumo de  bienes y servicios para cubrir necesidades actuales y el consumo de recursos.  El consumo de recursos se refiere a la cantidad en que se utilizan materiales y  energía, y en la capacidad de asimilación del ambiente para absorber estos  desperdicios. La manera en que utilizamos los recursos […] en el acto de  consumo depende de la proporción entre el uso de los recursos, la producción y  el consumo”. 
   El PNUMA (2010)  establecieron los principios básicos del consumo sustentable: 
El gobierno mexicano instituyó  la Política Nacional de Producción y Consumo Sustentable con el propósito de  responsabilizar a los sectores público, privado y social, en la solución de  los problemas ambientales (reducir la  emisión de gases de efecto invernadero, salvaguardar los bosques y selvas, reducir el impacto de la contaminación del agua  y aire, entre otros) para combatir el calentamiento global, por ello es preciso modificar  la producción y consumo de bienes y servicios por el daño ambiental que  generan  y así transitar a una  economía verde y al desarrollo sustentable del país. “El consumo responsable defiende los efectos positivos de un consumo  cuidadoso con el medio ambiente y las personas, consciente, frente a un consumo  excesivo, superfluo e innecesario, dañino para la vida del Planeta, y, por  tanto, para todos sus habitantes.” 
   Aunque el gobierno  mexicano está cumpliendo los compromisos adquiridos ante Naciones Unidas para  el desarrollo sustentable y el cuidado del medio ambiente, existe un problema  en la forma de dar a conocer las políticas públicas, ya que 98% de las personas  encuestadas desconocen la política pública mexicana en materia de consumo  responsable.
   En México existen un  total de 38.3 millones de jóvenes, de acuerdo con los resultados de la Encuesta  Intercensal 2015, en cuanto a la estructura por edad y sexo de la población  joven, 50.9% son mujeres y 49.1% son hombres; 35.1% son adolescentes de 15 a 19  años, 34.8% jóvenes de  20 a 24 años y 30.1% tienen de 25 a 29 años de edad, el promedio de edad es de  27 años. En consecuencia,  es importante  enseñar a nuestros jóvenes lo referente al consumo sustentable, comercio justo  y el medio ambiente por ser los consumidores del presente y del futuro, sus  gustos y preferencias marcan tendencia en la sociedad y en los mercados de  consumo. 
   La Constitución  Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece en el artículo 4º que toda  persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y  bienestar.. Asimismo en el artículo 25° constitucional establece que le corresponde  al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea  integral y sustentable y  en el artículo 15 de la Ley General  del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), contiene las  disposiciones en materia de preservación y restauración del equilibrio  ecológico y protección al ambiente,  y  los principios que observará el Ejecutivo Federal.
   La Ley General de Cambio Climático en el artículo  2 establece que ley tiene por objeto “Garantizar  el derecho a un medio ambiente sano y establecer la concurrencia de facultades  de la federación, las entidades federativas y los municipios en la elaboración  y aplicación de políticas públicas para la adaptación al cambio climático y la  mitigación de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero”.
   En el Plan Nacional de  Desarrollo, en su Eje 4, México Prospero, menciona que debemos aprovechar los  recursos naturales de manera sustentable y agregarles valor. “Que el producto de los recursos naturales  llegue a los bolsillos de los mexicanos de hoy y de mañana, ya que son los  dueños de esa riqueza”. 
   La UNESCO  expone que “La cultura del consumo ha generado unos desechos sin precedentes, algo  que, afortunadamente, ha multiplicado las iniciativas y la innovación en el  sector del reciclaje”. Por ello creo el programa jóvenes por el cambio, por  un consumo sustentable, cuyo objetivo es promover estilos de vida sostenibles en los  jóvenes (entre 15 y 24 años) a través de la educación, el diálogo, la  sensibilización y el fortalecimiento de capacidades. La serie está destinada a  los jóvenes y a las personas que trabajan con ellos, como educadores, docentes,  formadores y líderes juveniles de todo el mundo. En México se aplica dicho  programa a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo  Sustentable (Cecadesu), de la Semarnat.
La gráfica 7 nos  muestra que 57% de las personas no se considera consumista. El 43% de los  entrevistados se encuentran dentro del grupo que se caracteriza por los hábitos  de consumo desmedido de bienes y servicios, el cual se realiza sin tomar en  cuenta si existe una necesidad real para ello, la durabilidad y origen de los  productos, los recursos utilizados para su fabricación y tampoco sus impactos,  tanto en el ambiente como en la sociedad, al terminar su vida útil. Los  resultados de la gráfica 8 (66%) determinan que la sociedad está inmersa en un  materialismo, resultado del incremento de una clase consumista que no solo  busca cumplir con sus necesidades básicas, sino también alcanzar un bienestar  basado en otro tipo de satisfactores aspiracionales. 
   Desafortunadamente, la  población del sur de Tamaulipas no está exenta del consumismo, con lo cual se  constata que la políticas económicas y la publicidad internacional y nacional  invitan al consumo, para ello crean necesidades triviales, por ejemplo, la  compra de celulares inteligentes, cuyos productores  año con año aumenta sus ventas, al igual que las  marcas mejor posicionadas de ropa, zapatos, accesorios, las cual convencen a un  sinnúmero de personas de comprar sus productos para estar a la moda y ser  aceptados socialmente.
   Las economías  han promovido el consumismo, desincentivando  la demanda, diseño y fabricación de productos duraderos y sustentables, así  como el interés de los productores y consumidores por conocer sobre los  impactos sociales, económicos y ambientales relacionados con sus decisiones de  producción, compra y consumo. 
   Desgraciadamente, las  empresas transnacionales utilizan su poderío económico para influir en las políticas  económicas de los países y así incrementar sus ganancias.
   La población mundial ve  las mismas películas, los mismos programas de tv, los mismos comerciales, compra  las mismas marcas de ropa, calzado, celulares, electrodomésticos, etc.,  en consecuencia, el consumismo existe a nivel mundial  y provoca el uso desmedido de recursos naturales, materias primas y energía, lo  cual, genera escasez de recursos naturales y de fuentes de energías fósiles, contaminación  ambiental, degradación de suelos, deforestación, extinción de especies, entre  otros daños. Esta problemática, aunada al crecimiento poblacional a nivel  mundial ha provocado la necesidad urgente de cambiar las estrategias que se han  venido implementando, porque de continuar por el mismo camino, cada año más y  más personas se verán afectadas por la contaminación de los ríos, mares y el  aire, además de que tarde o temprano comenzaran a escasear los recursos  naturales, el agua potable se convertirá en un artículo de lujo y no se  garantizará alimentos al total de la población. Las personas consideran como  catastrofista los presagios de los expertos ambientalistas, por eso, hay  trabajar en serio para modificar la conducta de las personas consumistas e  implementar la cultura sustentable en su vida cotidiana. 
   El consumo y la  producción están vinculados con el cambio climático, por el uso de los recursos  naturales,  la contaminación ambiental  provocada por la industria, automóviles y el transporte  público y la generación de basura. El  Informe  de la UNESCO dio a conocer que  el  total de basura electrónica generada  a escala mundial pasó de 6 millones de toneladas en 1998 a entre 20 y 50  millones de toneladas en 2005 (PNUMA, Informe sobre la Economía Verde). Sin  embargo, el 57% de las personas encuestadas no relacionan el consumismo con el calentamiento  global. 
   Por tanto, es poco  probable que cambien su estilo de vida y el daño ambiental seguirá  incrementándose año con año,  afectando  la calidad de vida de la población mundial, aunque los más vulnerables son los  habitantes de las zonas marginadas y la de los países más pobres. Razón por la  cual se requiere que los gobiernos cambien sus políticas económicas y enseñar  ECS para frenar el consumismo y promover la cultura de la sustentabilidad en  las familias, empresas y gobiernos.  
   Es responsabilidad y  obligación de todas las personas comprometerse a garantizar que las futuras  generaciones aseguren su derecho a un medio ambiente adecuado, así como el  acceso a los recursos naturales que le permitan una calidad de vida no menor a  la de la generación actual.
   Características del consumo responsable
Los desafíos fundamentales relacionados con el consumo sostenible son:
Consumo Informado y Crítico:
Las condiciones que han favorecido el consumo responsable:
Un consumo irresponsable conlleva una mayor cantidad de basura y de contaminantes que como ya estamos viendo están causando el llamado cambio climático, que trae consigo:
Factores que influyen el comportamiento del consumidor
   1. Cultura: Es el modo de vida de una comunidad. 
   2. Estilo de vida: El estilo de vida de cada persona generalmente es  determinado por su cantidad de ingresos monetarios. 
   3. Motivación: Esta es la variable que impulsa a una persona a  considerar una necesidad más importante que otra.  
   4. Personalidad: La personalidad es un conjunto  de variables que están profundamente engastados en la mente de una  persona. 
   5. Edad: Este favor influye en el comportamiento de los consumidores  de una manera bastante directa. 
   6. Percepción: es la opinión prevaleciente popular acerca de un  producto o servicio en un momento determinado. 
  DISEÑO  DE LA INVESTIGACIÓN 
  Tipo    de   estudio 
   El estudio es de grupo por el mismo número de  sujetos que fueron seleccionados  (664)  y  por  la muestra (193)  a través  del  probabilístico simple.
   Es  explicativo, porque  trata de explicar  el riesgo por daños antrópicos en que viven  los residentes de Tampico, Madero y Altamira Tamaulipas.
  Sujetos  de   estudio
   Para la presente investigación se aplicaron 193 instrumentos a  diferentes personas, siendo 96 del sexo masculino y 97 del sexo femenino. El  rango entre las edades de los participantes fue de 18 a 65 años.
   La  muestra fue tomada aleatoriamente entre los asistentes  a los talleres y seminarios que impartimos a  jóvenes y adultos en la Facultad de Comercio y Administración de Tampico.
  I n s t r u m e n t o 
   En  la   presente investigación  se  empleó   un instrumento  elaborado por los  responsable de la investigación,   a los los asistentes  a los talleres y  seminarios que impartimos a jóvenes y adultos en la Facultad de Comercio y  Administración de Tampico, para saber si están  conscientes del consumo responsable.
  M  u  e   s  t  r  a
   El  muestreo aplicado es  probabilístico simple.   
   Una fórmula extendida  para el cálculo del tamaño de la muestra es la siguiente: 
N: es el tamaño de la  población o universo (número total de posibles encuestados).
   k: es una constante que  depende del nivel de confianza que asignemos. 
   e: es el error muestral  deseado. 
   p: es la proporción de  individuos que poseen en la población la característica de estudio. 
   q: es la proporción de  individuos que no poseen esa característica.
   n: es el tamaño de la  muestra        
   N: 664
   k: 1.65 
   e: 5%
   p: 0.5 
   q: 0.5
   n: 193 es el tamaño de la  muestra 
  Técnicas de Recolección de la Información
   En la primera fase se desarrolló un proceso de  investigación documental,  basado en el  análisis e interpretación de datos secundarios. 
   En la fase 2   se  aplicaron las encuestas a los  asistentes  a los talleres y seminarios  que impartimos a jóvenes y adultos en la Facultad de Comercio y Administración  de Tampico.
   En la fase 3   se  analizan y presentan los  resultados de las encuestas aplicadas, con el propósito de conocer lo si los encuestados  tienen conocimiento de lo que significa ser un consumidor responsable.
   ANÁLISIS DE  RESULTADOS
Es notorio que las personas no se consideran responsables por el hecho de  realizar compras necesarias o no para satisfacer sus necesidades básicas o por  la compra de productos que satisfacen sus gustos. Al  no relacionar el consumismo con el cambio  climático, no reflexionan sobre el impacto ambiental que genera con sus  compras. La gráfica nos muestra que el 74% de las personas no asumen su  responsabilidad como consumidor, por ende, no adquieren productos  biodegradables, no reciclan ni reutilizan los bienes que van a desechar y  consumen agua, electricidad y gasolina sin reparo. 
   Por lo general, las personas no tienen una actitud crítica en relación a  lo que consumen porque no están conscientes que un sinnúmero de productos dañan  al medio ambiente, nos cuestionamos ¿Cuántas de las personas encuestadas saben  que el coltán es un componente esencial en los teléfonos móviles?  ¿Cuántas personas saben que la extracción del  coltán afecta a los gorilas de montaña en el Congo? En consecuencia, el  desconocimiento del daño que ocasiona el consumismo hace difícil que los  consumidores  cambien su conducta.
La mayor parte de la ciudadanía no está consciente de sus hábitos de consumo. No son consumidores responsables por falta de información. Las personas buscan la opción de consumo a menor precio, no se fijan en el impacto posible sobre el medio ambiente. Los jóvenes y las personas con solvencia económica no se cuestionan cómo, dónde y para qué compran.
La situación económica ha obligado a un porcentaje significativo de la población mexicana a cambiar los bienes de lujo por otros igual de funcionales, pero de menor precio. En sí, no centran su atención en lo que respecta a los beneficios o servicios que ofrecen los productos que adquiere.
La decisión de los consumidores está influida por factores como las experiencias, los recursos, los hábitos, los conocimientos, la posición social. El asunto es que los consumidores no son capaces de leer detenidamente las etiquetas de un producto y comprender toda la información que suministra. Sin embargo, lo que motiva al comprador a leer la etiqueta es conocer la fecha de vencimiento, el precio, la calidad y el tamaño de la letra.
Todos los productos no son amigables con el medio ambiente, no obstante, las autoridades competentes están promoviendo el consumo de productos locales con menor huella de carbono. Si el producto es biodegradable, ecológico, saludable y a buen precio los consumidores lo compran, dos factores definen la compra el precio y el gusto, sin embargo, el precio se antepone al gusto.
El 79% de los encuestados no se responsabilizan por la conservación del medio ambiente, porque les falta información sobre el comercio justo y consumidor responsable.
El consumismo nos invita a comprar una serie de productos (ropa, calzado, electrodomésticos, aparatos para hacer ejercicios, entre otros) que los compradores jamás utilizan y en ocasiones ni recuerda haberlos comprado. Lo que detiene a las personas a no comprar por comprar es la economía familiar o personal. Sin embargo, la cultura de consumidor responsable poco a poco hará que la razón supere al deseo, es decir, pensará y analizará todos los pros y contras tanto del producto como de la necesidad que se tiene del mismo. Dejará de satisfacer sus gustos, caprichos.
Los entrevistados están divididos en cuanto la aplicación de las tres R, si bien, no todos reducen sus compras o reciclan sus bienes, si reutilizan los mismos, ya que existe la cultura de regalar ropa, juguetes y demás posesiones que ya no utilizan los miembros de la familia.
Las personas han dividido sus opiniones, por lo cual es necesario seguir  trabajando en la enseñanza de la educación para el desarrollo sostenible, para  que todos los productos que sean desechados se depositen en el contenedor  correspondiente, para que sean reciclados y no dañen el medio ambiente.
   CONCLUSIONES
En el presente trabajo estudiamos la educación para el desarrollo  sostenible, el consumo responsable y el consumismo.
   La problemática ambiental es una realidad que va en constante crecimiento  debido a la falta de conciencia tanto de los productores como de los  compradores, por esa razón se requiere evitar   el consumo de productos que dañen el medio ambiente y consumir productos  sustentables. 
   Es necesario que los consumidores tengan conciencia sobre el origen de  los productos y evaluar si tienen necesidad de adquirirlos, de esa forma lograremos  ser consumidores responsables y así cumplir con el objetivo 12 sobre el consumo  y producción sostenibles establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo  Sostenible.  
   El precio y la marca siguen siendo los atributos clave considerados por  el ciudadano a la hora de adquirir sus bienes o servicios. 
   Por lo antes mencionado concluimos lo siguiente: 
REFERENCIAS
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 *Dra. en Derecho Internacional Privado, docente-investigador, profesor titular de la materia de Derecho Internacional en la Facultad de Comercio y Administración de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. 
**  Maestro en Administración, docente-investigador, profesor titular de la materia de Finanzas en la Facultad de Comercio y Administración de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. 
*** Maestro en Administración, docente-investigador, profesor titular de la materia de Finanzas en la Facultad de Comercio y Administración de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
**** Maestro en Administración, docente-investigador, profesor titular de la materia de Administración en la Facultad de Comercio y Administración de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
***** Maestro en Administración, docente-investigador, profesor titular de la materia de Finanzas en la Facultad de Comercio y Administración de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
   
   
   Recibido: 06/12/2017
   Aceptado: 18/12/2017
   Publicado: Diciembre de 2017