Jorge Luís Guach Estévez *
Universidad de Holguín, CubaResumen:
  Cuba vive una auténtica  revolución de su sistema económico, sustentada en la modernización doctrinal  acorde a los requerimientos del desarrollo en el siglo XXI en un mundo  globalizado y al mismo tiempo en las vertiginosas transformaciones que se  producen en la arquitectura estructural y funcional del sistema en la isla.  Parafraseando a José Martí, se trata de injertar los avances del mundo sin cambiar  el tronco socialista del ser social nacional. En estas condiciones, la  economía, a diferencia de las prioridades de otras épocas, se convierte en el  centro articulador y generador que asegura la invulnerabilidad del sistema en  medio de nuevas y crecientes demandas y contradicciones internas y externas. Se  transita de una cualidad estadocéntrica y verticalista a un sistema  policéntrico multiactoral, donde los contornos, los alcances e impactos de la  actualización en marcha definirán el contenido de la nueva cualidad en  construcción, no exenta de riesgos para la preservación de los valores  fundacionales.    
  Palabras Claves: Modelo de desarrollo, Socialismo,  Economía, Mercado, Propiedad Social.
  Abstract: Summary:  
  Cuba lives an authentic revolution of its  economic system sustained in the doctrinal modernization according to the  requirements of the development in the XXI century in a globalized world and at  the same time in the vertiginous transformations that take place in the  structural and functional architecture of the system in the island.  Paraphrasing José Martí, it is to implant the advances of the world without  changing the national social being's socialist trunk. Under these conditions,  the economy, contrary to the priorities of other times, becomes the central framework  and generator that assures the invulnerability of the system in the middle of  new and growing demands and internal and external contradictions. It is evolving  from a verticalist and state centered quality to a polycentric and multiactoral  community where the contours, the reaches and impacts of the ongoing updating  will define the content of the new quality in construction, although not exempt  of risks for the preservation of the foundational values.      
  Key words: Development model, Socialism,  Economy, Market, Social Property.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Jorge Luís Guach Estévez  (2017): “El modelo   cubano de desarrollo: actualidad y futuro”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (noviembre 2017). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/11/modelo-cubano-desarrollo.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1711modelo-cubano-desarrollo
INTRODUCCIÓN:
El pueblo cubano es un  pueblo de altas expectativas de desarrollo. Nunca como ahora la prosperidad  multidimensional se ha afianzado como la necesidad primera de progreso del  pueblo. Las expectativas son altas y variadas. No pocas veces exceden las  posibilidades reales del país. Será necesario mucho trabajo, unidad  e inteligencia para alcanzarlas o hacer un  intento decoroso. Existe un consenso generalizado del carácter impostergable de  los cambios hacia adelante en la sociedad cubana.
La economía se ha  convertido en el tema central del debate a partir de los 90 del siglo pasado y  sobre todo en el siglo XXI. Los últimos congresos del Partido (VI y VII) y las  labores de la Asamblea Nacional del Poder Popular se han centrado en esta  decisiva dirección. Sin economía eficiente y autosostenible no habrá país y  socialismo posible. Sin ella es imposible comprender la complejidad social,  sostener las conquistas alcanzadas y menos aún, avanzar por el camino del  desarrollo integral del proyecto emancipatorio    cubano.
Al respecto Raúl Castro  ha señalado: La batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal  y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la  sostenibilidad y  preservación de nuestro  sistema social1 
Los análisis económicos  que se realizan, aún adolecen de los enfoques parcelados, los viejos esquemas  heredados de otras prácticas y épocas y en muchas ocasiones de la obsolescencia  doctrinal que no se corresponde con los requerimientos de un mundo  interconectado y globalizado en el cual se inserta Cuba, a partir de las reglas  establecidas o sencillamente no podrá subsistir a un entorno cada vez más  convulso y competitivo. Lo primero a superar y a la vez el mayor obstáculo se  identifica con las mentalidades anquilosadas, inmovilistas y conservadoras  formadas durante decenios en visiones distorsionadas sobre el socialismo que  determinan en muchos casos el miedo al cambio, por convicción  doctrinal o provecho existencial estamental.
En el socialismo  conocido, la economía siempre se subordinó de forma abrumadora a la política.  De lo que se trata en los procesos de modernizaciones y actualizaciones es hacerlas  coexistir de forma armónica e integrada   a ambas sin subvaloraciones o reduccionismos extemporáneos y  descontextualizados. Se impone cada vez más hacer coincidir las necesidades de  desarrollo del entorno con el tiempo teórico, el tiempo económico financiero,  el tiempo científico tecnológico, el tiempo político-jurídico, el tiempo  subjetivo y también el ético.
La sostenibilidad de  las Políticas Públicas y sociales es impensada  sin el aseguramiento económico duradero y  progresivo.
DESARROLLO:
Antes de entrar en el  complejo tema del modelo de desarrollo cubano, debemos abordar de forma  primaria un tema no menos controversial pero necesario, que nos permita fijar  las posiciones epistemológicas sobre el mismo. Nos referimos a la categoría de DESARROLLO y MODELO. 
En el mundo  contemporáneo han entrado en crisis los paradigmas y las diferentes  epistemologías. Sin embargo es absolutamente imposible avanzar en el  conocimiento científico y la práctica social, sin ellos. Una interpretación  sesgada y reduccionista de un concepto con marcados objetivos de dominación  epistemológica y política no nos puede llevar a descalificarlo y privarnos de  asumir otras resignificaciones descolonizantes. Eso ocurre con el concepto de  desarrollo, un concepto que proviene de la biología y se ha extrapolado al  mundo político, cultural, social,    económico y ambiental.  
Para la eminente  socióloga cubana Mayra Espina,  la  discusión sobre el desarrollo es la piedra de toque del pensamiento social, y  su punto de apoyo para extenderse a la práctica con propuestas concretas de  estrategias de cambio y políticas. Toda propuesta transformativa exige un  modelo de desarrollo, parte de él, explícita o implícitamente, tiene que fijar  una posición sobre un antes y un después, una ubicación inicial y una final, o  un conjunto de posiciones progresivas, que marcan una ruta de avance en la  solución del problema, o el conjunto de problemas sobre el que se trabaja.
Aunque para algunos no  tiene sentido recuperar una idea de desarrollo, ya que ella se identifica  inexorablemente con modelos homogenizadores, que valorizan las prácticas y experiencias  de los países centrales y descalifican, minimizan y estigmatizan como  inferiores y atrasadas la de las naciones y culturas periféricas, y que legitiman  el consumo ininterrumpidamente ampliado como su centro, ocultando el carácter  autodestructivo de este, en la etapa actual también se recuperan perspectivas  de desarrollo que se desmarcan de ese paradigma y parten de otra noción del ser  humano y de la sociedad.
Está en construcción  una nueva episteme sobre el concepto de desarrollo que incluye en lo  fundamental los siguientes elementos:
El desarrollo es un  concepto universalmente utilizado en los países y los organismos  internacionales. Es el medidor general de bienestar y progreso aceptado por la  comunidad internacional. Así por ejemplo, la principal metodología por la cual  se mide el progreso de las naciones en el mundo es el ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO3   de las Naciones Unidas y sus informes  anuales. En la región ocurre igual con la CEPAL y otras organizaciones.
   Se deben diferenciar  las visiones neoliberales del desarrollo de los enfoques integradores del  mismo. El contenido reduccionista e ideologizante del tratamiento  neoliberal  que lo identifica con  crecimiento económico, no puede determinar la negación a ultranza del concepto  sin tener en cuenta otras perspectivas epistemológicas y holísticas de mismo.
Las visiones sobre el  desarrollo están signadas por las ideologías, los intereses de las clases y los  paradigmas civilizatorios que se han entronizado en el mundo, unos centrados en  la mercancía, la ganancia, la dominación y el frío cobro al contado. Otros,  sustentados en el ser humano, sus potencialidades y valores.  En general se pueden sintetizar en dos  direcciones principales:  
   En sentido descriptivo neoliberal, el  desarrollo   se identifica usualmente con el proceso de crecimiento económico,  industrialización y modernización (desarrollismo)  resultantes en una sociedad a partir de una  mayor acumulación de capital y del logro de un alto Producto nacional bruto  (per cápita).  Su objetivo es perpetuar  el capital mediante relaciones de dominación sobre el medio ambiente y los  seres humanos. El concepto de desarrollo ilimitado presupone una naturaleza  infinita y sin límites. Es un concepto asimétrico. De él se derivan el  desarrollo y el subdesarrollo a partir de magnitudes económicas-financieras. 
   En el sentido normativo, una sociedad desarrollada, abarcando  pueblos, naciones y regiones, es aquella cuyas instituciones establecidas  comprenden o se aproximan a lo que el proponente considera como fines  valiosos—más propiamente, la superación de la privación económica, política y  social por tanto tiene un contenido axiológico.   El objetivo del desarrollo no puede ser otro que el desarrollo auténtico  de los mismos seres humanos. Es un concepto multidimensional incluyente de las  magnitudes objetivas y subjetivas. Además del crecimiento económico incluye el  bienestar social, la participación política y por tanto el grado de libertad de  cada sociedad, la vida cultural, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo  integral del ser humano.
   La actualización del modelo cubano hace suya esta segunda acepción del  concepto. En  Cuba es de amplia utilización el concepto de desarrollo. En los documentos  rectores del país se encuentra de forma recurrente, en los Lineamientos aprobados por los congresos del Partido Comunista de Cuba. Los otros   documentos del VII Congreso  del Partido se denominan:  
El diseño-país hacia el 2030 se llama:
En los Documentos del  VII Congreso del Partido  se establece la  visión país hacia el 2030    “… como  la nación que se desea alcanzar, (…) entendida como soberana, independiente,  socialista, democrática, próspera y sostenible4 .
   Para alcanzarlo se  deben producir transformaciones integrales en el modelo socialista cubano. 
   En el párrafo 42 del  mismo documento se destaca: “Esta visión  de la nación tiene implícita la necesidad de estructurar un enfoque de desarrollo capaz de enfrentar, al mismo  tiempo, los principales problemas y dificultades que exhibe la sociedad cubana  en los ámbitos político, ideológico,  institucional, social, económico, demográfico, cultural, tecnológico y  ambiental; y los retos que depara el futuro, asociados a una situación  internacional —política, financiera y comercial—, muy compleja y a los  constantes cambios en términos tecnológicos y climáticos”5 .
   La prioridad en las  condiciones actuales se encuentre la economía. De ella dependerá la sostenibilidad  del modelo en construcción. Cuba se encamina hacia un nuevo modelo económico6  de desarrollo que supera el viejo modelo sovietizante de desarrollo socialista. 
  2.- LOS  MODELOS DE SOCIALISMO CONOCIDOS: 
   Modelo es una construcción teórica  que nos permite caracterizar los rasgos más  generales del funcionamiento del sistema:
En concepto de modelo es de especial importancia  epistemológica y práctica para el socialismo.
   Ya Lenin  había alertado: No podemos dar una definición de socialismo; cómo será el socialismo  cuando alcance sus formas definitivas, no lo sabemos, no podemos decirlo7 
   Los principales ejes para definir el socialismo han  girado alrededor del sistema económico, el tipo de propiedad y las formas de  estructurar y ejercer el poder político. Hasta hoy las discusiones científicas  continúan.
   Para los clásicos del marxismo: Los comunistas pueden resumir su teoría en esta fórmula única;  abolición de la propiedad privada8 . Ello sin embargo ha generado históricamente una gran polémica con plena  actualidad entre la izquierda, donde cada vez con más fuerza se producen  privatizaciones y se utilizan mecanismos de mercado en varias experiencias de  construcción socialista. ¿Un paso atrás? ¿Un paso adelante?
   El concepto de modelo de socialismo tomó  auge en Polonia y otros países socialistas en los años 50-60 del siglo XX. Fue  excomulgado del diccionario soviético por considerarlo subversivo, una herejía  alevosa,  contraria a la uniformidad del  sistema socialista de entonces. Se aceptaba solo un tipo de socialismo, el  Socialismo Real soviético, con una visión ortodoxa del mismo, para todos los  países a partir de las Regularidades establecidas de forma  universal, que definían sí se era socialista en dependencia de lo que  consideraba  Moscú. Esta visión primó hasta  los años 90 del pasado siglo, que se nutría de la ideología estalinista  predominante en el movimiento comunista internacional.
   En un sentido más  concreto se habla del modelo económico, entendido como   el modo de funcionamiento y los mecanismos de  gestión de un sistema económico. En la literatura se pueden encontrar  indistintamente los términos modelo  económico, modelo de gestión económica, modelo de acumulación, modelo de  desarrollo o modelo de funcionamiento económico. En realidad cada uno tiene  una significación diferente.
   Los modelos de  socialismo se han construido   de las realidades existentes en los diferentes  países a partir de las pruebas de ensayo-error y no de diseños teóricos  premeditados y consensuados por las amplias mayorías ciudadanas y académicas.  En muchos casos fueron construcciones impuestas desde el poder en franca  contradicción con las realidades existentes con una fuerte carga de  voluntarismo e incluso idealismo.
   Se han superado las  visiones teleológicas tradicionales que identificaban el desarrollo con el  socialismo y a la inversa. No existe una determinación lineal entre el  socialismo y el desarrollo o a la inversa: Ni el camino del desarrollo conduce al  socialismo ni tampoco el camino del socialismo conduce automáticamente al  desarrollo9 Cada  vez más se reafirma la idea de Mariátegui de asumir su construcción no como  calco y copia lineal, sino como creación heroica en medio de asertos, errores e  incertidumbres.
   En general los  socialismos que se edificaron fueron subversivos en el sentido que no se  correspondían con la concepción originaria del sistema aportada por los  clásicos del marxismo y el leninismo. No se puede negar también el cambio entre  los contextos en el siglo XIX-inicios del XX y los que han ocurrido después.
   Para Adolfo Sánchez  Vázquez,
  “Lo que se construyó como “socialismo real” fue  un sistema-ni capitalista ni socialista—que, tras los avances logrados en otras  décadas, acabó por estancarse económica, científica y tecnológicamente y entrar  en un proceso de descomposición social y degradación moral. Por su inmovilismo,  ese sistema no retrocedía al capitalismo ni avanzaba hacia el socalismo”.10  
   En el desarrollo del  socialismo mundial se pueden encontrar varios modelos y submodelos:
En la actualidad varios  partidos burgueses se autodenominan socialistas aunque con interpretaciones  diametralmente opuestas a lo que se considera en el movimiento revolucionario.  No olvidemos que incluso los nazis fascistas llamaron a su movimiento el  Nacionalsocialismo.
   Los ideales socialistas  han sido impactados de manera negativa por el derrumbe de las experiencias  oeste-soviética y las campañas de descredito orquestadas desde los centros de  poder. En su descrédito, no menos importancia ha tenido las divisiones  intestinas e incluso las traiciones de las izquierdas en el mundo y  particularmente en América Latina.
   Para el teórico  brasileño Frey Betto,  las esencias  principales de las diferencias del socialismo sovietizante y el capitalismo  neoliberal se encuentran en la siguiente sentencia:
 
   A  partir de los años 80, ante la crisis de los  modelos de socialismo existentes se iniciaron procesos de reformas en  diferentes estados, signados por las características propias de cada país. En  cada lugar, los procesos de cambios han tenido nombres diferentes. Así por  ejemplo:
Al decir del científico  cubano Fernando Martínez Heredia: 
   El marxismo necesita una revisión profundamente  crítica que cierre el paso a la vuelta del dogmatismo y el reformismo., y más  que dar buenas respuestas ante los nuevos problemas, necesidades y actores,  debe hacer buenos análisis y formular preguntas nuevas12 .
   En su evolución  histórica, el socialismo ha transitado cada vez más de la ortodoxia a la  heterodoxia, de la linealidad discursiva a la polilinealdad práctica. Llama la  atención que como regularidad, los procesos de reforma, innovación,  modernización o actualización que se han gestado en su nombre, han estado  sustentado en una mayor utilización de los mecanismos de mercado, de la  propiedad y la gestión privada y no en la profundización de las esencias  primigenias que caracterizaron el contenido social del sistema como antípoda al  capitalismo y sus categorías y prácticas fundamentales. Hacia el futuro se  abren grandes interrogantes, que están relacionadas  con la certeza y eficiencia de las políticas  adoptadas y también con la capacidad de supervivencia del sistema en medio de  relaciones y principios que pueden socavar sus cimientos.
  3.-  EL MODELO  SOCIALISTA CUBANO:
   El modelo cubano de socialismo  se ha construido en medio del subdesarrollo y  de un país bloqueado por la mayor potencia de la historia y una hostilidad  extrema. Ello signa sus particularidades. 
   En el país ha existido  una amplia experimentación en el desarrollo del modelo nacional a partir de  prácticas exógenas y realidades propias. Es innegable que ha existido el  copismo acrítico de otras realidades con impactos negativos en la sociedad,  pero también demuestra el carácter no sacralizado ni dogmatizado de la  dirección cubana en el objetivo de crear una sociedad socialista nueva, apegada  fundamentalmente a la historia, la cultura, la psicología social y  las condiciones nacionales. Ello puede ser  una poderosa razón que explique por qué la desaparición de otras realidades  socialistas no originaron el efecto dominó esperado en la sociedad cubana.
   La evolución del modelo  de socialismo en Cuba ha estado influenciada por las diferentes polémicas,  discusiones y actualizaciones recurrentes en su evolución histórica. Nunca ha  sido una realidad antidialéctica,  inmóvil,  cerrada. La dirección cubana ha aplicado aquella sentencia martiana: el dogma que vive de autoridad, muere de  crítica13 . Se  ha polemizado de forma recurrente, entre revolucionarios y otros de ideologías  contestarías, sobre el modelo económico, ideológico, cultural, la política  acerca de la religión, los sindicatos, que se han desarrollado en el país por  más de 50 años, etc. 
   En la dirección de la  Revolución siempre ha existido una concepción dialéctica del modelo  cubano, más allá del copismo y el acriticismo de otras experiencias foráneas.  Cambiar todo lo que deba ser cambiado no ha sido una mera consigna aunque no  siempre con  la oportunidad, celeridad y  profundidad necesarios. Ello explica el amplio abanico de ensayos y  contraensayos que se han experimentado en casi 60 años.
   A continuación se  exponen de forma muy sintetizada algunos de los principales momentos que  justifican la afirmación anterior:
EVOLUCIÓN DE ALGUNAS CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS  SOBRE EL MODELO CUBANO.
   Los cambios en la  política económica han sido frecuentes. En Cuba han existido diferentes modelos  económicos en estos casi 60 años de Revolución que van desde malas copias de  experiencias exógenas hasta creaciones autóctonas   tropicalizadas. Entre ellas se destacan:
En los momentos  actuales Cuba se encuentra en un profundo proceso de recomposición y rediseño  del su modelo de desarrollo con prioridad en lo económico como la base fundamental de la arquitectura social  socialista14 . 
   La política económica  en Cuba, que sustenta el nuevo modelo de desarrollo,  está determinada por tres causas principales:
A partir del VI y VII  Congresos de Partido Comunista de Cuba realizados en el 2011 y 2016  respectivamente, el país transita hacia una modernización de su modelo de  desarrollo socialista en medio de aciertos y errores. Existe claridad meridiana  en los principios estratégicos a defender; no ocurre lo mismo con las tesis,  las formas prácticas de construcción. Las certidumbres doctrinales chocan con  las incertidumbres de las prácticas cotidianas: Eso le da riqueza a la  experimentación pero también ralentiza los ritmos de construcción e incrementa  las ansiedades e incertidumbres por los resultados esperados.     
   En general la  construcción del socialismo es un viaje a lo ignoto- al decir de Raúl  Castro. 
   Ya en el 2005 Fidel Castro  había alertado “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos  errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien  sabía de socialismo o que alguien sabía cómo se construye el socialismo”15  
   
  4.- IDEALES DE SOCIEDAD Y CAMBIOS EN EL MODELO  SOCIALISTA CUBANO:
   Caminante no hay  camino, se hace camino al andar- decía con mucha razón el poeta. En las  condiciones actuales existe en Cuba una pluralidad de visiones y propuestas  epistémicas sobre los más diversos ámbitos de la realidad nacional y en  particular sobre los Modelos de Socialismo. Los modelos e ideales transitan  desde el radicalismo populista de la “vieja guardia” hasta las visiones socialdemócratas  encubiertas en un ropaje socialista que coquetea con el liberalismo burgués  postmoderno. No faltan además, pequeños grupos representantes de  una minoritaria nueva derecha retrógrada en  construcción, con propuestas antisistémicas radicales en diferentes variantes y  alcances.
   El modelo cubano que se  edifica, origina criterios encontrados dentro y fuera del país. Para unos,  asistimos a un paso atrás en la dirección de la aplicación de mecanismos  capitalistas de mercado que pueden comprometer el futuro socialista. Para  otros, los cambios se realizan de forma lenta, carecen de integralidad y  son  pocos radicales, lo que no originarán  los resultados declarados en los documentos programáticos.
   La dirección de la  Revolución ha llamado a una construcción sin prisa pero sin pausa, que evite  el inmovilismo y a la vez las improvisaciones mutilante del experimento social.  Se transita por el fio de la navaja, donde los errores pueden llevar al abismo  y colapsar irreversiblemente las mejores ideas y sueños. En debate se centra  entre el socialismo deseado y el socialismo posible, las brechas sistémicas y  los modos de alcanzar los objetivos. A diferencia de otras etapas, los márgenes  para los posibles errores en la concepción e instrumentación de las estrategias  modernizadoras son muchos menores y pueden provocar peligros potencialmente  aniquiladores para el sistema, a partir de fragilidades internas y acechanzas  externas. Se transita por el filo de una navaja al borde del abismo. 
   En Cuba, se pueden  encontrar seis modelos ideales de socialismo y capitalismo en la discursividad  cotidiana y muchas más combinaciones de unos y otros, que demuestran la riqueza  en el pensamiento de la nación y a la vez las contradicciones subyacentes en la  policromía ideológica existente en el mundo académico, político y habitual. Se  debe señalar, que el sentimiento nacional predominante concuerda con las ideas  socialistas mientras que las alternativas capitalistas se centran en  relativamente pequeños grupos de nostálgicos de prácticas pasadas, personas que  perdieron la fe en la realidad socialista acumulada u otros deslumbrados por  las representaciones del capitalismo globalizado y las luces  enceguecedoras-para algunos,   que emergen de los centros de poder.
   Aunque no existen  estudios sistematizados sobre esta temática en el país o fuera de él, el autor  considera que en la actualidad  las  diferentes propuestas de sociedad emergente que se derivan   de los distintos actores sociales se pueden  resumir en seis direcciones principales:
  DIFERENTES MODELOS TEÓRICOS DE SOCIEDAD EN CUBA  EN LA ACTUALIDAD:
   Para la socióloga Mayra Espina 16,  el modelo cubano actual, además  de las experiencias propias y las asiáticas ya mencionas (China y Vietnam), se  inspira en la “agenda neodesarrollista postneoliberal” que se nutre de las  lecciones de la experiencias europea del desmantelamiento del Estado de  bienestar keynesiano y, muy especialmente de las prácticas de diferentes países  latinoamericanos que intentan remontar las secuelas del neoliberales. Tal  agenda en sentido normativo, parece combinar algunos elementos de la tradición  estructuralista cepalina (intervención estatal relevante, papel de las  instituciones, la conexión con el mercado exterior), con instrumentos de  estabilidad monetaria y al tiempo que reconoce la relevancia de las  contricciones y oportunidades provenientes de la articulación de cada país y  región con el sistema mundo, rescata el escenario nacional como espacio  pertinente para el desarrollo.
   Se debe destacar sin embargo, que a diferencia de los  modelos asiáticos de socialismo sustentados en la economía de mercado socialista17 ,  en el caso cubano asistimos a un proceso de una economía socialista con mercado. Las diferencias entre  ambos modelos son notorias. Allá, predomina el mercado por encima de lo  socialista. En Cuba, existe la decisión política irrevocable de que la empresa  social socialista es y será el centro de la arquitectura económica así como se  han aprobado mecanismos jurídicos que limitan la acumulación de capital y  propiedades en personas naturales más allá de los necesarios equilibrios  sociales entre los diferentes grupos que participan en la construcción social. 18 
   A diferencia de otras experiencias  de modernización que ocurren en el mundo, en Cuba no se transita hacia un  proceso de privatización de los bienes públicos lo que atentaría contra  los principios sustentadores del sistema social en construcción.
  La  transferencia temporal de la posesión o la gestión de determinados medios de  producción de propiedad de todo el pueblo a actores económicos no estatales no  constituye una privatización o enajenación de estos bienes, en el sentido de  que el Estado mantiene el ejercicio de las principales facultades que le  corresponden en virtud de la condición de representante del  propietario. Además, establece las normas  jurídicas para regular estas transferencias, controla a estos actores y vela  por los derechos y deberes delos involucrados. 19
   El socialismo es una  sociedad transicional. Socialismo y mercado no son antípodas irreconciliables.  El mercado es un patrimonio civilizatorio que antecede y sobrepasa el  capitalismo. Es un mecanismo de estructuración y reproducción económica, pero  también un modo de vida sustentado en representaciones, significaciones,  valores y formas de vida, totalizante, policlasista y autogerativo hasta  convertirse en un sólido anclaje cultural existencial. La gran disyuntiva que  exige sabiduría de los líderes socialistas no es su negación a ultranza como  una maldición capitalista contaminante demonizada, sino su utilización  inteligente, regulada y eficiente en función de la nueva civilidad que evite el  predominio del capitalismo. 
   Cada vez es más evidente el carácter paradoxal del  capitalismo y la propiedad privada: por una parte, son fuente de productividad  y eficiencia económica, de riqueza material. Al mismo tiempo se convierten en  motores generadores de grandes desigualdades, inequidades, traumas y rupturas  sociales insalvables que hoy hacen del mundo una verdadera locura ingobernable.
   Cualquier variante del capitalismo triunfante en  Cuba sería sobre un modelo subdesarrollado, periférico y neocolonial y nunca  una reproducción de los centros de poder- como piensan erróneamente algunos,  deslumbrados por las lentejuelas subliminales y la postverdad que emana de los  medios colonizadores de socialización del engaño.
5.- CARACTERIZACIÓN DEL MODELO VIGENTE EN CUBA:
   Después de varias  propuestas exitosas y fallidas que han originado sucesivas rectificaciones,  Cuba cuenta por primera vez en estos 60 años de Revolución con un Plan de  desarrollo estratégico- consensuado por la mayoría de la población, que regirán  sus destinos en las próximas décadas. Hacia el interior, asistimos a visiones y  cambios estructurales y funcionales del sistema con una amplitud y profundidad  no conocida antes en los diferentes intentos modernizadores que se han  efectuado.
   Dentro de las principales modificaciones se  encuentran. 
  1.- Convivencia de diferentes formas de  propiedad
Ello determina profundos y crecientes cambios en el ser social nacional con impactos integrales en el mundo político, ideológico, jurídico, ético y cultural.
La multiplicidad y asimetrías de las fuentes de distribución de la riqueza, que reafirman los principios socialistas de distribución, se convierten en un gran obstáculo para su desarrollo, a la vez que causales de corrupción, apatía laboral, explotación y surgimiento de crecientes sectores privilegiados, portadores de valores y expectativas que en muchos casos atentan contra los principios del sistema.
Fuente: Adaptado de Materiales del Diplomado en Administración Pública. Escuela Superior de Cuadros del Estado y el Gobierno. La Habana, 2014, página, 33
A diferencia de las prácticas tradicionales del socialismo cubano, el modelo actual inicia un proceso de superación de las visiones ortodoxas, verticalistas y metodologistas de la construcción socialista tradicional, más lineal y homogénea que partía de la producción hacia los consumidores para satisfacer necesidades reales o inducidas desde el poder central. Ahora se tiene más en cuenta las necesidades del mercado, del entorno cambiante y las contingencias múltiples que se producen en medio de turbulencias y crecientes complejidades en la producción y el consumo a partir de patrones de calidad universalizados en medio de una mayor democratización en el acceso y selección de los satisfactores individuales, grupales e institucionales.
a) La planificación socialista.
   b) La regulación.
   c) La gestión del Estado y el Gobierno.
   d) El control. Progresiva integración de la  economía dual (CUC-CUP)21 
  6.- CAMBIOS EN LAS FORMAS DE GESTIÓN EN EL  MODELO:
   En correspondencia con  los cambios estructurales que se están realizando se producen profundas  transformaciones en las formas y métodos de gestión de la economía y la vida  social.
6.-  PRINCIPALES  DIRECCIONES DE DESARROLLO DEL MODELO HASTA EL 2030:
   Si no  aprendemos a comprender, no aprenderemos jamás a sobrevivir. Fidel Castro.
   El VII Congreso del  Partido y la Asamblea Nacional del Poder Popular – previa discusión con el  pueblo, aprobaron los Seis  Ejes  principales de desarrollo hasta el 2030.
  Los seis ejes son: 
  Fuente: Conceptualización del modelo económico y social cubano
   de desarrollo socialista. Editora Política.  La Habana, 2017. 
  7.- SECTORES ECONÓMICOS ESTRATÉGICOS DEL MODELO  SOCIALISTA CUBANO.
   Son once los sectores  estratégicos por los cuales Cuba apuesta para el desarrollo futuro del país.  Ello no significa minimizar el papel de otros que de acuerdo a las coyunturas  pueden emerger a un primer plano:
8.- PRINCIPALES OBSTÁCULOS INTERNOS AL  DESARROLLO DEL MODELO SOCIALISTA CUBANO EN LA ACUALIDAD Y HACIA EL FUTURO:
   El proceso de  actualización del modelo enfrenta un conjunto de debilidades y obstáculos que  hacen más difícil la consecución de los objetivos; unos asociados a  restricciones económicas-tecnológicas propias del subdesarrollo, otros a  herencias malignas hijas de un sistema igualitarista y benefactor y otras que  se han anclado en los patrones culturales y las mentalidades y actúan como  factores retardatarios de los necesarios cambios. Dentro de ellas se destacan:
Para José Martí: El pueblo puede cantar por la mañana o por la tarde, cuando raya el alba o cuando se retira a descansar; pero durante el día, es preciso trabajar. El trabajo es una poesía…..el trabajo es el aire y el sol de la libertad27
5.  Falta un  marco regulatorio jurídico que permitan  formas de gestión más plurales, superar las mentalidades arcaicas anquilosadas  en el pasado,  menos discrecionales y con  mayor sentido  de la racionalidad  económica. 
   6.  El  marco regulatorio político subyacente, el cual está constituido por el  saber hacer enraizado  en los  funcionarios administrativos y políticos a todos los niveles. En ellos, las  prácticas habituales formadas durante décadas de dirección verticalista han  adquirido anclaje cultural convirtiéndose en normas tácitas de  comportamiento, que pueden colocarse-incluso- al margen de lo explícitamente  regulado. Ello se acentúa por las normas de discrecionalidad, burocratismo y  secretismo.
   7. Las tendencias al economicismo, al pragmatismo  economicista y un utilitarismo extremo sin tener en cuenta la integralidad  del desarrollo humano socialista. No es posible “actualizar” una parte de la  sociedad sin afectar el todo sistémico.
  8.  Existen serias  distorsiones en el marco regulatorio  social determinado por las condiciones subjetivas que enfrenta la  reproducción social, en cuya tendencia actual pueden observarse fuertes rasgos  inconsistentes con el proyecto socialista. (Incremento de antivalores del  individualismo, egoísmo, la superficialidad, el hedonismo, la despolitización,  clasista, el incremento de las brechas Estado-pueblo, la inercia y apatía  sociales, la desafiliación real o formal de la institucionalidad establecida,  etc.
   9.- Predominan métodos y estructuras verticalistas de  dirección empresarial que determina que las decisiones se tomen en las  Organizaciones   superiores de dirección  empresarial (OSDE). La falta de horizontalidad se convierte en un elemento  retardatario a la toma de decisiones oportunas y ventajosas.
   10.- El burocratismo y la corrupción. Es el  principal enemigo que enfrenta hoy el proceso revolucionario. Al respecto Raúl Castro expresó: La corrupción es equivalente a la  contrarrevolución… La corrupción es (…)  uno de los principales enemigos de la
   revolución, mucho más perjudicial que el multimillonario programa subversivo e  injerencista que (aplica) el gobierno de Estados Unidos y sus aliados, dentro y  fuera del país31 .
  CONCLUSIONES:
   El sistema socialista  cubano transita por un proceso de actualización extremadamente complejo por las  deformaciones acumuladas en decenios de funcionamiento de un modelo anterior  caracterizado por importantes insuficiencias estructurales y funcionales y a la  vez las vulnerabilidades e incertidumbres que impone un escenario externo  agresivo signado por la confrontación y la fuerza bruta de dominación.
   El proceso en marcha en  el país   no tiene marcha atrás. Las transformaciones  son hacia adelante. Los principales cambios que están en proceso de  instrumentación y otros que vendrán en el futuro no admiten dilaciones ni  improvisaciones. En lo adelante, los errores que se puedan cometer por falta de  previsión o imprudencia pudieran tener un costo demasiado elevados para que  acontezcan. 
   La irreversibilidad del  modelo socialista dependerá del trabajo de todo el pueblo, la unidad  meridiana alrededor de los principios  fundamentales, la aplicación de la ciencia, la técnica, las tecnologías en  medio de un mundo innovador y la capacidad de los liderazgos que emerjan para  conducir al país sin perder el rumbo de los padres fundadores.  
   El nuevo modelo de  desarrollo en Cuba, para hacerse irreversible y perdurar en el tiempo deberá  dar respuesta a las necesidades de bienestar y sostenibilidad de la nación;  corresponderse con las expectativas, objetivos y proyectos de vidas  individuales y grupales de las nuevas generaciones, que serán sus actores  principales.
  No hay cambios sin  sueños, como no hay sueños sin esperanza. 
   Paulo Freire 
  Notas: