Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


LA AUTOGESTIÓN COMUNITARIA COMO ALTERNATIVA AL CAMBIO SOCIAL. DIAGNÓSTICO COMUNITARIO PARTICIPATIVO

Autores e infomación del artículo

Eilén Reyes Miranda*

Barbarita Mitjans Moreno**

Osmani Camallea Martínez***

Profesores del Centro Universitario Municipio Guane, Cuba

eilen@sum.upr.edu.cu

RESUMEN
Este artículo presenta los resultados obtenidos a partir de la aplicación de un diagnóstico comunitario participativo en la fase inicial de la investigación: ¨ Estrategia de autogestión comunitaria en el sector campesino de la circunscripción 16 del municipio Guane ¨, la cual está insertada al proyecto ¨Gestión del conocimiento y la innovación para el desarrollo social comunitario integral de la provincia Pinar del Río¨. En él se muestra cómo las funciones cognitivas, sociales e instrumentales del diagnóstico participativo, lograron ser articuladas, a partir del uso de diferentes métodos y técnicas como la encuesta, la observación participante, la entrevista en profundidad y los grupos de discusión, conducentes a valorar críticamente el desempeño autogestivo de los campesinos y organizaciones involucradas en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas existentes,  desde la descentralización, flexibilidad de participación e integración de los campesinos en las actividades agrícolas que contribuya al cambio social de la comunidad.

Palabras Claves:Diagnóstico comunitario participativo, comunidad, autogestión,  cambio social.

ABSTRACT
This article presents the gotten results from the application of a participative diagnostic in the initial stage on the research: ¨ Strategy of community self-management in the rural sector from district 16 in Guane municipality, ¨ that is inserted at the project knowledge and innovation management for the whole social community development in Pinar del Río ¨. It  shows how the instrumental, social and cognitive functions of the participative diagnostic  articulated from the use of different methods and techniques as the survey, the observation, the interview and groups    discussion in order to value critically the self-management performance of the countryman and organizations involved in the search of alternatives to salve the  problems, looking for the integration and participation of the countryman at the forming activities that contribute to the social change of the community.
Key words: Participative diagnostic, community, self- management, social change.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Eilén Reyes Miranda, Barbarita Mitjans Moreno y Osmani Camallea Martínez (2017): “La autogestión comunitaria como alternativa al cambio social. Diagnóstico comunitario participativo”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2017). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/03/guane.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1703guane


INTRODUCCIÓN
La atención al trabajo comunitario, se hace cada vez más oportuna e imprescindible, como factor estratégico determinante para el desarrollo  económico y social del país. En la década actual se aprecian grandes potencialidades para el desarrollo del enfoque participativo comunitario, caracterizadas por la creación de programas sociales, proyectos territoriales generados por instancias de gobierno y especialistas vinculados a diferentes áreas de la actividad profesional a nivel local. Sin embargo, a pesar de todo el esfuerzo realizado, la realidad demuestra que las prácticas comunitarias aún requieren modificar su mirada hacia la transformación de las condiciones económicas, sociales y culturales en su entorno y buscar respuestas que les permitan una acción más eficiente.
Varios investigadores sociales convergen en el tema de la creación de procesos participativos conducentes a la emergencia de una conciencia crítica popular para entender la praxis social como una unidad inseparable de reflexión y acción; tal es el caso de los trabajos de autores como González, M. (2003), D´ Angelo, O. (2005), Valdés, J. (2009) y Mitjans, B. (2014), los cuales ofrecen un enfoque actual y profundo sobre el trabajo comunitario desde la participación y la autogestión social. Además de la valiosa bibliografía procedente del Centro de Investigaciones Educativas Graciela Bustillos, Asociación de Pedagogos de Cuba y el Equipo de Educación Popular del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.
En aras de darle continuidad a las ideas anteriores en función de la crisis  económica actual que atraviesa el país; el presente estudio se ha centrado en una comunidad rural con alta implicación en el sector campesino, por ser un espacio en el que tradicionalmente se ha hecho más énfasis en el desarrollo empresarial y en los resultados económicos, que en el impacto social que haya producido las operaciones en la comunidad. Si bien es imprescindible la diversificación y la innovación tecnológica, la rentabilidad de este sector tiene sobre todo una dimensión social que no puede ignorarse (Rivera, C et al., 2004).
Independientemente de los logros alcanzados en la política agrícola del sector campesino, aún se requiere transformar el entorno en que se desenvuelve y aprovechar la amplitud de sus potencialidades, para lograr una actividad económica autónoma en los campesinos, donde la mayor responsabilidad y participación del trabajador se convierta más bien en una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida e implementar la política del Estado, mediante estilos coherentes y democráticos, encaminados a la generación de  procesos autogestionarios y participativos como alternativa al cambio social.
En correspondencia con la línea de pensamiento planteada, este artículo persigue como objetivo valorar el estado actual del desarrollo de los procesos de autogestión comunitaria rural en la circunscripción 16 del municipio Guane, con alta implicación en el sector campesino, a través del análisis y discusión de los materiales y métodos empleados y la obtención de sus resultados.

MATERIALES Y MÉTODOS
Para lograr el objetivo se tuvo en cuenta la aplicación de un diagnóstico comunitario participativo en la fase inicial de la investigación, el cual constituyó la primera etapa del ciclo de trabajo comunitario donde se promovió la participación directa de los productores y sus familias, en la identificación, caracterización y jerarquización de los problemas económicos y sociales que afectan la  comunidad.
La investigación se llevó a cabo en la circunscripción  16 del consejo popular Guane II, del municipio Guane, provincia Pinar del Río. Esta comunidad está enclavada en una zona socialmente compleja, con bajos niveles de calidad de vida e insuficientes ingresos generados por la inestable producción agrícola, debido entre otros elementos al débil protagonismo de los actores locales en la búsqueda de soluciones a sus propios problemas, teniendo siempre en cuenta la correspondencia de estos con las condiciones existentes en el país y en el escenario internacional. Es una zona rural determinada por la relación estrecha de las personas a la tierra, donde la agricultura es la actividad económica fundamental, predominando el cultivo del tabaco y el cuidado de un número reducido de ganado vacuno y de corral.
Dada la complejidad de la localidad y la necesidad de tener claridad tanto de la visión de la participación de las organizaciones institucionales, como de los campesinos frente a las problemáticas existentes y las potencialidades y estrategias de solución; la investigación se concibió para que tuviera un enfoque participativo, de manera que el diagnóstico fue elaborado con la participación de la comunidad para transformar las dificultades, que mediante el conocimiento crítico, han impactado más en su conciencia y su voluntad.
Para ello se escogió un universo de 116 actores locales implicados en los procesos de autogestión comunitaria en el sector campesino del área estudiada (109 ejecutores y 7 decisores), con una muestra de 24 individuos, distribuidos en 17 campesinos ejecutores y 7 decisores (Instructor de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Técnico de Sanidad Vegetal, el Supervisor de la Empresa de Acopio y Beneficio al Tabaco (EABT), Delegado de la Circunscripción, el Presidente y el Técnico Integral de la Cooperativa). El criterio de selección de la muestra fue concebido como no probabilístico intencional, teniendo en cuenta los campesinos de mayor permanencia en la cooperativa y la comunidad, los cuales poseen sentido de pertenencia e identidad al lugar de residencia, además comparten intereses y objetivos comunes en permanente interacción social.
Se utilizó la metodología ccuantitativa y cualitativa, con mayor predominio de la segunda por la asociación de sus características a los propósitos de la investigación, la cual se concentra en la relación sujeto-sujeto, como interpretación de los significados de las acciones en su realidad dinámica. Por consiguiente, en  la colecta de información sobre el desarrollo de los procesos de autogestión comunitaria rural fueron indispensables los métodos empíricos cuantitativos y cualitativos, con sus respectivas técnicas ajustados a las metodologías referidas anteriormente. También fue necesario el uso de métodos teóricos como el análisis y la síntesis, el histórico lógico  e inducción deducción.
En el caso específico de los métodos empíricos cuantitativos se empleó la encuesta, a partir de la aplicación del cuestionario, como instrumento de obtención de la información, anticipadamente elaborado y de estricto cumplimento, referido al grado de gestión e integración de los campesinos para movilizarse en la búsqueda de soluciones a sus problemas, como alternativa al cambio social de la comunidad.
Dentro de los métodos  empíricos cualitativos, se aplicaron: el Etnográfico y la Investigación Acción Participativa (IAP), siguiendo los criterios de Rodríguez, G et al., (2008).El método etnográfico se utilizó para realizar un estudio sobre el modo de vida de los campesinos en su realidad social, y así apreciar las identidades culturales que lo componen de forma interpretativa. Por su parte, la investigación-acción-participante propició la participación del investigador de forma conjunta con los actores sociales de la comunidad rural, formando un espiral permanente de reflexión y acción,  lo cual permitió recolectar información y  elaborar la estrategia de autogestión comunitaria rural, de modo tal que facilitó el traslado inmediato de la producción de los conocimientos a la transformación social.
Como técnicas para la recogida de información se utilizaron: la observación participante, basada en el contacto directo y convivencia del investigador con los diferentes actores sociales de la comunidad, para de esta forma obtener una representación de la realidad social y el modo de vida de los campesinos en la circunscripción 16 del municipio Guane; y la entrevista en profundidad dirigida a decisores (Presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicio Fortalecida, funcionarios de la Empresa de Acopio y Benefecio al Tabaco, Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, en lo adelante CCSF, EABT, ANAP respectivamente,  Delegada de la Circunscripción) y ejecutores (campesinos líderes de la comunidad), con el fin de obtener información y conformar la representación analítica de las actividades agrícolas que realizan los campesinos desde un enfoque autogestionario y participativo. También se aplicó el grupo de discusión con el propósito de conocer el funcionamiento del trabajo comunitario y apreciar las intenciones de los campesinos para ejercitar la autonomía integradora desde las nuevas condiciones transformadoras de la autogestión social.

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
En la encuesta realizada a los 17 campesinos que conforman la muestra (Reyes, E.,2015), se procedió al análisis de los resultados agrupando las preguntas por la similitud de los temas. De modo que en el intervalo de la 1 a la 7, orientado a la integración de todos los actores sociales, externos e internos, en función de la solución a los problemas de la comunidad (atención que reciben los campesinos de los distintos funcionarios que los atienden por la EABT, la ANAP y la Junta Directiva de la Cooperativa y  la relación de estas instituciones con el Gobierno, la comunidad y la familia), se evidenció que los porcientos obtenidos en las respuestas de bien se encuentran todos inferiores al 29.4%, los de regular oscilan entre un 29.4 y un 41.1%, sin embargo los de mal se ubican por encima del 41.1% hasta el 58.8%, destacándose con un 58.8% la pregunta 7 referida a la integración de todos los actores implicados con las labores agrícolas en la comunidad.
Ante tales resultados se infiere que si los mayores por cientos aparecen reflejados en las respuestas de mal y regular, resulta evidente la insuficiente coordinación entre los campesinos y los distintos funcionarios que los atienden directamente, resaltando con más incidencia los representantes de la dirección de la EABT y la ANAP, a lo que se suma la carencia de consensos reales y de una acción integrada, de clarificación, negociación y problematización de los órdenes de relación entre las empresas, el gobierno, la cooperativa y la comunidad, para poder actuar como sistema y producir un efecto positivo de sinergia social , en vez de disruptivos.

Por otra parte, la pregunta 8, referida al nivel de gestión de los campesinos en la búsqueda de alternativas de solución a sus problemas; se obtuvo un 41.1% en las respuestas marcadas de bien, un 47.0% en las de regular y un 11.7% solamente en las de mal. De manera que solo el 58,7% de los campesinos consideran la existencia de dificultades en este sentido, lo cual significa que aún no reconocen la necesidad de una gestión orientada al redimensionamiento de su acción social, desde la formación de sujetos colectivos y no individuales que es la manera habituada, a partir de la creación de nuevas maneras de hacer, de interacción constructiva, donde se conviertan en entes activos, autónomos y responsables de la colectividad social para el logro de un  desempeño autogestivo. Este resultado deviene muy a tono con la formación cultural, económica, política y educativa que han recibido estos sujetos  a lo largo de sus vidas, por lo que requieren desarrollar una conciencia crítica de acción-reflexión para transformar la realidad y transformase a sí mismos.
Sin embargo, los resultados de la pregunta 9, enfocados a la participación en la toma de decisiones para el desarrollo de las producciones agrícolas, se comportaron en un 17.6 % las respuestas de bien, las de regular en un 29.4% y las de mal en un 52.9%, por tanto, si el 82.3% de los campesinos se ubican en las respuestas de regular y mal, se puede inferir la insuficiente posibilidad real de participación en la formulación y control de las decisiones, entendida en el sentido de accionar, decidir, oír o ser oído; lo que adolece a una centralización de la producción (toma de decisiones, prioridades, asignación de recursos, inversiones), a partir del empleo de métodos interventivos, autoritarios y tradicionales, carentes de organización para enfrentar eficientemente los procesos agrícolas en la comunidad.

En la pregunta 10 relacionada con el nivel de capacitación de los campesinos, se aprecia que solo un 17.6% de los productores se ubican en las respuestas de bien, mientras que el resto se concentra en las respuestas de regular y mal con un 23.5% y un 58.8%, respectivamente. Por consiguiente, se deduce que el 82.3% de los campesinos aluden a un insuficiente sistema de capacitación para el desarrollo de los procesos agrícolas en la cooperativa; elemento este que incide considerablemente en los indicadores anteriormente evaluados.

El análisis de los datos obtenidos en la encuesta, evidencian un conjunto de insuficiencias que responden a los indicadores señalados, los cuales influyen directamente en el desarrollo reflexivo y creativo de los campesinos para promover un mayor nivel de eficiencia de los procesos autogestivos, sobre la base de la autotransformación y empoderamiento en las actividades agrícolas.
Otra de las técnicas aplicadas fue la observación participante, donde se pudo constatar como aspectos de interés:

  • Limitado conocimiento de los campesinos en la adopción y cuantificación de prácticas agroecológicas para lograr una producción autogestionada, estable y de calidad, de modo que mantienen un sistema de monocultivo manejado con insumos agroquímicos que afectan las prácticas productivas.
  • Pobre emprendimiento y autogestión de los campesinos, como base fundamental para la búsqueda de alternativas de solución a sus problemas, lo que conduce al incumplimiento del plan en la cooperativa.
  •  Insuficiente incorporación de materias orgánicas, residuos de cosechas,  rotación de los suelos, aplicación de la lombricultura, entre otras acciones que se pueden desarrollar con los propios medios del productor, a partir de la libre iniciativa y creatividad, sin soslayar las soluciones que emanen de instancias superiores.
  • Insuficiente realización de actividades en función de la capacitación y el intercambio de experiencias y saberes entre los agricultores, técnicos y directivos, como contribución al cambio en la percepción de los cooperativistas.
  • En las asambleas de socios se evidenció el desconocimiento de los directivos hacia cómo asumir posturas que generen participación y cómo dirigir procesos participativos.
  • Escaso reconocimiento y estimulación del campesino en su contribución al mejoramiento económico y social de la  comunidad, lo cual provoca desinterés e insatisfacción de los productores y sus familias para vincularse de forma activa a las labores agrícolas, trayendo consigo bajos niveles en el uso de la tierra.

Por su parte, la entrevista en profundidad, realizada a 7 actores decisores, con alta implicación en las labores agrícolas de la comunidad, arrojó como resultados que el 100% (7/7) de los entrevistados aluden a las dificultades presentes en los procesos productivos, que repercuten de forma general en el desarrollo de las actividades agrícolas, en las que citan: la fuerza de trabajo adicional a la que hoy acceden los productores se presenta deficitaria; los equipos de bombeo de riego están en mal estado, no se cumple con las cifras pactadas en los contratos de reparaciones; limitaciones con los proveedores en la entrega de pesticidas para el control de plagas y otros; insuficiente entrada de piezas para las reparaciones de equipos de maquinaria y fumigación. Además existen otras afectaciones objetivas provocadas por afectaciones climáticas, plagas y enfermedades así como problemas con la fertilidad y degradación de los suelos.
De igual manera, el 42,8% (3/7) de los actores decisores (técnicos de la EABT y el de la cooperativa) expresan que los campesinos también incurren de forma frecuente en violaciones de la disciplina tecnológica del cultivo, añadiendo que estos no implementan las indicaciones del técnico y el supervisor. Dentro de las principales violaciones que destacan estos funcionarios se encuentran: deficiencia en la preparación y mejoramiento del suelo, inadecuado manejo agrícola del cultivo, recolección de tabaco con deficiencias, atraso en la aplicación de los fertilizantes, no velar por la humedad ambiental requerida para efectuar las diferentes labores y mala manipulación del tabaco en el proceso de beneficio, entre otras.
Por su parte el 71.4% (5/7) de los decisores agregan que las anteriores dificultades conlleva a que el campesino trabaje en la adopción de alternativas para un desarrollo más autogestionado, a partir de prácticas que por su facilidad y bajo costo de introducción permitan resultados rápidos, tal es el caso de promover el uso de policultivos, los abonos verdes, los esquemas de rotación y la fertilización orgánica, entre otros.
Otro elemento recurrente en las entrevistas a los decisores fue el tema de la capacitación, en su más amplia concepción de agricultores, técnicos, profesionales y dirigentes, partiendo de la idea que los directivos son los primeros que deben estar preparados para dirigir con efectividad la producción y liderar los procesos de cambios. Dichos actores reconocen la capacitación en función de satisfacer una demanda y no como una oferta en la que empleen prácticas participativas, autogestionadas y eficientes en la determinación de necesidades de los campesinos y el intercambio de experiencias agroecológicas, entre otras modalidades, comportándose en un 85.7% de los entrevistados.
En cuanto a la integración y coordinación en los procesos de dirección para el desarrollo de actividades agrícolas en la comunidad, solo el 57.1% (4/7) de los decisores reconocen que les falta comunicación y coherencia para poder actuar como sistema, incluso refieren que poseen una estructura de base bien conformada, pero a la hora de articular las acciones siempre quedan eslabones sueltos que no llegan a concretarse para incidir en la base productiva, actuando estos de forma parcelada.
En el caso específico del representante de la EABT entrevistado, refiere que la empresa necesita el apoyo de la dirección de la ANAP, en cuanto a las deudas que genera la venta de insumo a las estructuras de base por parte de las cooperativas, trayendo consigo valores de cuentas por cobrar en sus balances.
En este sentido se evidencia la necesidad de un entrelazamiento entre todos los factores(externos e internos) implicados en los procesos agrícolas de la comunidad, a partir de mecanismos de organización y gestión que propicien un obrar y accionar mutuo, desde la articulación y consenso del poder desde abajo con el poder desde arriba y desde el medio.
En el caso de las entrevistas realizadas a los actores ejecutores (campesinos líderes) de la comunidad, las respuestas se clasificaron como colectivas porque se apreció uniformidad en ellas y al mismo tiempo, se pudo percibir, a través de miradas, gestos y frases de aprobación o desaprobación, que existía unidad de criterios, coincidiendo con los resultados obtenidos por Mitjans, B. (2014)
Todos los moradores convergen en sus respuestas el problema de la entrega tardía de los recursos contemplados en el contrato, tales como: herbicidas, fertilizantes, sogas para animales de trabajo, limas, guantes, combustibles, lubricantes, y otros que en ocasiones no presentan la calidad requerida; en este sentido aluden a la existencia de paternalismos en la distribución de los recursos; aspecto que influye considerablemente en el desarrollo de las producciones agrícolas, reflejado en el 100% de los entrevistados.
También plantean que presentan numerosas dificultades con el regadío, producto al deterioro  de la infraestructura hidráulica, fuentes de abasto en muy mal estado y no tienen la capacidad para abastecer la zafra. En consecuencia agregan que ellos como campesinos necesitan organizarse y trabajar de forma protagónica para gestionar y solucionar sus propios problemas.
En cuanto a la participación en la toma de decisiones para el desarrollo de las actividades agrícolas, expresan que sus criterios no son lo suficientemente valorados, y la solución de los problemas que se presentan dependen de ayudas gubernamentales, lo que provoca en ellos desmotivación e insatisfacción para el emprendimiento de dichas labores. Esto deviene como resultado de la alta dependencia de los productores  y su papel  pasivo en el diseño organizativo de los aseguramientos, y su centralización en el ciclo productivo, entre otros factores.
La atención a la base productiva se realiza a través de los técnicos y supervisores que atienden las diferentes cooperativas. El técnico, como su nombre lo indica, se centra en la atención especializada al suelo y la sanidad vegetal. El supervisor tiene un espectro más integral que va desde el control del historial de campo hasta la compra del tabaco por las escogidas, abarcando incluso la atención de los problemas familiares de los productores, siendo este un eslabón clave en el vínculo empresa-productor. Sin embargo, los campesinos declaran la insuficiente asesoría técnica de estos, de manera que les permita acceder a los nuevos conocimientos tecnológicos, donde se establezca una coherencia entre la teoría y la práctica, mediante metodologías participativas, procesos horizontales de validación, discusión y adaptación de tecnologías que se consideren apropiadas para introducir en la agricultura campesina.
Según lo expresado por los propios productores, la ANAP como organización que agrupa a los productores, es uno de los factores más activos en el proceso productivo. Su tarea principal es lograr la motivación entre los productores y más aun en las condiciones actuales, sin embargo, el desempeño de este papel es limitado, debido a la falta de atención sistemática del instructor de la ANAP a la cooperativa.
Los grupos de discusión ayudaron a validar los criterios anteriores a partir del debate y profundización del papel de los campesinos orientados preferentemente a la maximización de la iniciativa, la participación popular y la integración de todos los factores en procesos descentralizadores encaminados al logro progresivo de la autogestión comunitaria. En los dos grupos de discusión realizados, se logró la participación de los campesinos y decisores principales de las organizaciones e instituciones sociales implicadas en los procesos agrícolas de la comunidad, conservando sus individualidades para potenciar en acciones integradoras, la participación de los campesinos y el apoyo de las instituciones de la comunidad como vehículo hacia el desarrollo progresivo de la autogestión comunitaria.
La aplicación de esta técnica propició la constatación de los resultados obtenidos en las técnicas ya mencionadas, a través del diálogo de saberes y la retroalimentación de conocimientos a partir de las explicaciones de los más experimentados a los de menos experiencias, estimulando la creatividad, la confianza grupal, así como la búsqueda conjunta de soluciones a problemas comunes con vistas a lograr un cambio de actitud y aptitud en los campesinos para el mejoramiento y perdurabilidad de sus condiciones de vida.
Las visitas a viviendas y a las fincas de los campesinos, también se aprovecharon para el intercambio con los demás actores de la comunidad, así como  actividades culturales realizadas en la comunidad y eventos como el Guaní Ciencia.
Sobre la base de los resultados obtenidos y su constatación en el área de estudio de forma conjunta con los participantes, se determinó la situación existente en la comunidad y las limitantes que inciden en el desarrollo de procesos agrícolas autogestionados y participativos en el sector cooperativo campesino de la circunscripción 16 del municipio Guane.
Limitantes detectadas:

  • Ausencia de una visión integradora en los procesos de dirección del sector cooperativo campesino de la comunidad para poder actuar en sistema.
  • Insuficiente vinculación de los productores y sus familias, orientados preferentemente a la maximización de la iniciativa y a la participación popular a partir de procesos descentralizadores.
  • Necesidad de capacitación continua, endógena, intencionada y participativa, en campesinos y decisores.
  • Carencia de autonomía integradora en los campesinos para la satisfacción de sus necesidades básicas.
  • Empleo de métodos interventivos, autoritarios y tradicionales para la realización y conducción de las acciones agrícolas.
  • Tendencia al verticalismo, la parcelación y al protagonismo institucional.
  • Limitado apoyo de la cooperativa a la comunidad.
  • Debilidad en las relaciones horizontales, que se manifiestan en la falta de comunicación, información y coordinación entre los diferentes actores.
  • Insatisfacción y desmotivación de los productores hacia las labores agrícolas.
  • Se desconoce cómo asumir posturas que generen participación, cómo dirigir procesos participativos.
  • Existencia de prejuicios mutuos entre las entidades que atienden la cooperativa.
  • Bajos resultados en las producciones agrícolas.
  • Deficientes niveles de explotación de la tierra por parte de los propietarios de la cooperativa.
  • Dificultades con el riego por insuficientes fuentes de abasto de agua, carencia de equipos de bombeo e inexistencia de redes hidráulicas.
  • Carencia y entrega tardía de insumos.
  • Insuficientes actividades culturales que contribuyan a desarrollar una visión cultural formadora de autonomía social.
  • Dificultades en el estado constructivo de las viviendas.
  • Problemas con el abastecimiento de agua y la carencia de medios para almacenarla.

CONCLUSIONES

  • El diagnóstico comunitario participativo posibilitó articular las funciones cognitivas, sociales e instrumentales, a partir de la generación de un conocimiento colectivo y la identificación de las necesidades más sentidas por la comunidad, con alta implicación en el sector cooperativo campesino, como alternativa al cambio social de la comunidad.
  • Los métodos y técnicas utilizados propiciaron la construcción del conocimiento campesino como base fundamental en la búsqueda de alternativas de solución a sus problemas.
  • Los resultados obtenidos demostraron la necesidad de un accionar integrado, encaminado a la creación de procesos de autogestión comunitaria que propicien desarrollar una capacidad transformadora cada vez más productiva, en consecuencia con  las necesidades sociales  actuales.

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Recibido: 15/09/2015 Aceptado: 28/03/2017 Publicado: Marzo de 2017

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