Laura Hernández Arencibia*
Yurianna Cordero**
Belkis Rojas Hernández***
Universidad de Pinar del Río, Cuba
laura@upr.edu.cuRESUMEN. 
  En este artículo se hace un análisis de las diferentes  posturas críticas por las que se ha concebido la distinción del tipo de familia  institucional y grupal lo cual se ha tenido en cuenta para entender y  desarrollar un nuevo tipo de familia que reconozca los estudios de esta unidad  social desde lo institucional grupal en una misma definición. La perspectiva  metodológica desarrollada es la cualitativa con la utilización del método  histórico- lógico y el análisis de documentos.
Palabras claves: familia institucional, familia grupal, familia institucional grupal.
ABSTRACT 
  In this  article we analyze the differents critical positions that have conceived the  distinction of the type of institutional and group family which has been taken  into account to understand and develop a new type of family that recognizes the  studies of this unit Social from the institutional group in a same definition.  The methodological perspective developed is the qualitative one with the use of  the logical-logical method and the analysis of documents. 
Key words: institutional family, group family, institutional group family.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Laura Hernández Arencibia, Yurianna Cordero y Belkis Rojas Hernández (2017): “Familia institucional grupal: en busca de una nueva definición”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2017). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/03/familia.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1703familia
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN. 
En casi todos los estudios de familia se perciben y suponen  una distinción entre la familia institucional y la familia grupal como tipos  diferentes para entender, estudiar e interpretar la dinámica de esta unidad  social, elemento que resulta necesario, desde nuestra perspectiva, repensar,  sobre todo en momentos actuales cuando se aboga por estudios  multidisciplinarios y proyectos de investigaciones multi-paradigmáticos que en  definitiva pudieran dar al traste de resultados más completos.   
Teniendo en cuenta lo anterior se ha reconocido como  objetivo fundamental comprender las distinciones que encierran las dos  tipologías de familia tradicionalmente definidas que permitan encausar un  discurso en busca de una nueva definición para entender la familia  institucional grupal. 
2. POSICIONES TEÓRICAS: LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN Y LA FAMILIA COMO GRUPO.
La familia es sin dudas una de  las unidades sociales más estudiadas desde cualquier ciencia social, dígase la  pedagogía, el derecho, la historia, la antropología y la sociología; quizás por  ser el espacio donde todos, en alguna medida, hemos convivido, crecido y  desarrollado hábitos, costumbres y   valores, al mismo tiempo que experimentamos sentimientos hacia el resto  de los miembros que en ella interactúan, siendo los primeros conocimientos  aprendidos que justifican los futuros comportamientos que luego guiarán los  modos de actuación del individuo pero que estarán influenciados también por la  sociedad macro donde este se desarrolla.
     Constituye entonces, una  “comunidad de especial significación por la intimidad del trato que entre sus  miembros se desarrolla, por la fuerza y peculiaridad de los sentimientos que en  la interacción social se van elaborando y por la estabilidad o  institucionalización de los procesos que la caracterizan y las relaciones  sociales que construye”(Fleitas, 2002:  108).
     Desde la sociología en  particular los estudios de familia pueden resultar tan antiguos como la propia  sociología como ciencia, encontramos diferentes paradigmas que desde la teoría  han abordado el estudio de la familia desde su diversidad, de ahí que exista  “una continuidad de sus enfoques que hace que la sociología de la familia se  constituya en una especialidad con cuerpo teórico propio frente a otras que  también se dedican al estudio de esa entidad social.”(Pastor, 1997: 21). 
     La reflexión que a  continuación se formula está relacionada con el poder distinguir la familia en  el siguiente orden:
Teniendo en cuenta lo anterior  se hace necesario entender esta unidad social desde las dos perspectivas  (institucional y grupal),  lo cual  permite reconocer no sólo la evolución teórica de la familia como disciplina,  sino que va más al entendimiento de los momentos de su desarrollo  y los factores que hacen posible su  dinamización. Así se hará referencia a las principales escuelas de pensamiento  sociológico y los aportes o similitudes que presenta como aporte de este  debate.
     2.1  Una aproximación a la familia institucional. 
     Para ello se puede partir de  los aportes desde el positivismo a través de los escritos de Frederic   Le Play editados entre 1840 y 1856 y titulados Campesinos y  pescadores del norte de España: tres monografías de familias trabajadoras a  mediados del siglo XX. En el mismo prevalece la explicación de la realidad  familiar como resultado de investigaciones empíricas, en la que se utilizan  métodos como la comparación, el análisis histórico y  la observación, siendo estos puntos de  contacto con estudios contemporáneos.  
     La familia constituía para él  una institución organizada de manera jerárquica, de la cual se podían  establecer otras instituciones políticas como el Estado, de ahí que  constituyera la misma  una institución  fundamental dentro del sistema social, planteando por vez primera el estudio de  la sociedad sobre la base de esta, además de legitimar las diferencias entre  hombres y mujeres en su interior.
     Otro de los teóricos de esta  perspectiva lo constituye Augusto Comte el cual percibió la familia como una  unidad  social básica de toda estructura  social, de donde nacen, las otras instituciones sociales, la cual descansa en  la división sexual del trabajo y donde impera la subordinación de la mujer, con  un fuerte rol doméstico, elemento que si bien trascendió, fue transformándose  paulatinamente por los cambios que en el orden social en su conjunto y el  empoderamiento femenino se han venido gestando, aunque no es menos cierto que  la mujer continúa teniendo un papel preponderante en el cuidado de la casa y el  resto de los miembros que componen la familia. Así sus criterios sobre esta  unidad se asocian a su estática social donde la misma aparece como una  institución social de control que tiene como función la satisfacción del sexo.
     La  familia como institución es estudiada de la misma manera por  Hebert Spencer, su concepción tiene  igualmente una visión positivista y su relación con el desarrollo de la  sociedad, teniendo una fuerte influencia darwinista donde  muestra la apropiación de un organización de  tipo estructural- funcional y en la cual el movimiento social se explica por la  ley de la lucha por la supervivencia de la forma social mejor adaptada y  superior.
     De  esta forma  Spencer constituye una de los  primeros autores en asumir criterios científicos de la familia como institución  a través de datos recogidos por otras ciencias sociales y naturales, con una  visión orgánica de la sociedad, donde todas sus partes se complementan y cuya  concepción se sustenta en conceptos como: “sistema, estructura, equilibrio e  institución”(Folleto, S/F: 32). de esta forma encontramos en su sociología  una teoría de progreso familiar y una definición institucional de ella,  elemento que resulta relevante en investigaciones actuales pues la familia como  institución en la contemporaneidad posee relaciones internas que se integran y  relacionan con un sistema más amplio que resulta la sociedad en general y con  la cual se establecen lazos de interdependencia, en este sentido la familia  establece relaciones internas, basada en principios éticos, morales,  económicos, culturales y de identidad, establecidos por la propia familia, que  a la larga son el reflejo de la sociedad macro, por lo que ambas van  progresando al unísono.
     Los elementos planteados  anteriormente se ponen de evidencia con mayor representatividad en las teorías  de otro estudioso de la familia, Emilie Durkheim, superando la visión darwinista de  Spencer, ya que reconoce esta como el “producto social y no natural, que surge de la acción de causas de  índole social”(Michel, S/F: 55). Se presenta a la sociedad como un  conglomerado de familias, donde según su criterio “la familia  forma parte de esos  subsistemas que forman parte de la sociedad global y que se mantienen en una  constante interacción entre sí”(Durkheim, 1987:  21). Con ello se reconoce en  su análisis teórico el privilegio del orden frente al progreso. 
     En  esta obra se reconoce en Durkheim la existencia de una diferencia entre los  sexos para lo cual plantea que: 
  “Actualmente  en los pueblos cultos,  la mujer lleva  una existencia totalmente distinta de la del hombre. Se diría que las dos  grandes funciones de la vida psíquica se han disociado, que uno de los sexos  acaparó las funciones afectivas y el otro las funciones intelectuales. Al ver,  en ciertas clases que las mujeres se ocupan de arte y de literatura, como los  hombres para las ciencias, se podría creer, es cierto, que las ocupaciones de  los dos sexos tienden a volverse nuevamente homogéneas. Pero, incluso en esta  esfera de acción, la mujer aporta su propia naturaleza, y su papel sigue siendo  muy especial, muy diferente del papel del hombre. Además, si el arte y las  letras comienzan a volverse cosas femeninas, el otro sexo parece abandonarlos  para dedicarse más especialmente a la ciencia. Podría ocurrir pues, muy bien  que este retorno aparente a la homogeneidad primitiva no fuera otra cosa que el  comienzo de una diferenciación”.
     Si se  tiene en cuenta este planteamiento podría señalarse que desde la teoría  durkheniana la relación familia- sociedad no sólo constituye una dualidad para  entender el orden social sino también constituye un referente para discernir  las distinciones individuales y el papel de hombres y mujeres dentro de la  sociedad e incluso al interior de la familia.  
     Otro  de los clásicos  desde la teoría  sociológica estudiosos de la familia fueron Marx y Engel, con una mirada  igualmente institucional pero presentada de  manera diferente por la visión dialéctica, en la que se establecía esta  institución  de una forma dinámica en  constante cambio y progreso. En muchos casos el progreso familiar se “representa  causado por los conflictos que genera la desigualdad entre hombre y mujer en la  familia, que lejos de mejorar la condición de la mujer la ubica en una  situación de explotación y subordinación"(Durán,1996: 65). 
     Habiéndose  mejorado la familia monogámica desde los comienzos de la civilización – apunta  Engels -, y de una manera muy notable en los tiempo modernos, lícito es, por lo  menos, suponerla capaz de seguir perfeccionándose hasta que se llegue a la  igualdad de los sexos. 
     Desde  la teoría marxista el progreso familiar se fundamenta desde una perspectiva  institucional que no desconoce el protagonismo de la familia en su propio  desarrollo, pero tampoco tiene los suficientes datos empíricos, ni el  insuficiente desarrollo de la ciencia sociológica le permite abundar en un  análisis al estilo grupal (Engels, 1975: 107). 
     El  enfoque institucional  marxista sobre la  familia privilegió el enfoque de clases, reconociendo otras desigualdades como  las sexuales, denunciando el carácter explotador de la dominación masculina  sobre la mujer. Tuvo igualmente un lugar destacado el tema de las desigualdades  generadas por la posición de los individuos en el sistema de producción y  distribución de bienes. En “El Capital”, Marx denuncia las condiciones  laborales de explotación que vive la mujer obrera por su condición de sexo  inferior y reconoce la importancia del trabajo público femenino, masificado por  el capitalismo, para su emancipación. Engels también reconoce que la gran  industria arrancó del hogar a la mujer para arrojarla al mercado de trabajo  convirtiéndola en sostén de la casa (Fleitas, 2002:17).   
     Así la comprensión de la  familia como institución social, según reconoce Fleitas (2002: 17)  presupone entender el orden familiar como una  estructura cuya integración depende de una reglamentación jurídica y moral: de  deberes y derechos que se distribuyen desigualmente entre los miembros  parientes y que regulan las conductas y determinan las jerarquizaciones de  roles y status. 
     Desde la presente reflección se considera necesario  dedicar también un apartado a la teoría Estructural funcionalista de la  familia, no sólo por la recurrencia nuevamente de la visión institucional de  esta, sino por los nuevos intereses de explicar el origen de la familia y las  razones de su existencia, la cual puede constituir un apoyo importante al  análisis teórico del estudio. 
     El paradigma estructural  funcionalista en los análisis teóricos que realiza con respecto a la  institución familiar, abarca dos grandes dimensiones; la primera es una macro teoría  de la sociología de la familia, donde se presenta a la familia como un  subsistema social, con funciones bien delimitadas que cumplir como la de  socializar al individuo y la segunda dimensión una micro teoría, donde se  muestra un marcado interés por el problema del orden social, y se le presta un  especial interés a la familia cuyo poder es capaz de mantener el consentimiento  y la participación del individuo en la sociedad. También desde esta  dimensión,  a la sociología de la familia  (desde este paradigma), le va a interesar la estructura de la institución  familiar y la dinámica de sus relaciones que se desarrollan en su interior  (Rodríguez, 2012: www.eumed.net/rev/cccss/20/).
     Por otro lado  Talcott  Parsons, resulta uno de los  exponentes más significativos de este paradigma, siendo importante sus estudios  al desplazar de la familia funciones de tipo económicas, productivas,  educativas, religiosas, entre otras, mientras que se mantiene siendo, según su  criterio, una agencia subsidiaria especializada en funciones de socialización  de los niños y de soporte afectivo o estabilidad emocional de los adultos  insustituible (Pomero, 2014: 13). 
     Igualmente  resulta novedoso en los análisis de Parson la pérdida de funciones de la  familia como institución, desplazadas a otros espacios o instancias con el  desarrollo de la sociedad industrial, elemento que puede verse en las  sociedades contemporáneas, viéndose por ejemplo, el papel de la escuela como  institución de enseñanza y socialización del individuo. 
     Hasta  aquí aparece entonces una comprensión de la familia como institución en la que  esta va a ejercer un influencia en la sociedad al mismo tiempo que la sociedad  determina modos de actuación, siendo necesario entender el orden familiar para  distinguir deberes y derechos entre los miembros que componen la familia y que  determinan conductas y estatus, elementos que se pueden evidenciar en  investigaciones actuales, al comprobar la constitución de la familia actual  desde las viejas maneras, estableciendo elementos ligados a la división sexual  del trabajo donde hombres y mujeres poseen papeles y modos de actuación  diferente. 
     Desde esta distinción y primer acercamiento a la  teoría de la familia se pudiera percibir y preveer la necesidad de no hablar de  institución y grupo como modos distintos de percibir su análisis pues se  evidencia la recurrencia en muchas ocasiones el reconocer la importancia del  espacio social en el desarrollo de significados en función de un mejor comportamiento  del individuo con las otros instituciones sociales, quedando sesgada la  importancia que para esta unidad supone funcionar además como grupo con lo cual  se otrogan valores. Pero para llegar a las conclusiones veamos primero la otra  mirada: la del grupo. 
2.2 Otro lado de una misma moneda: la familia como grupo. 
     Para los inicios del siglo XX  la sociología da un giro, con lo cual se deja a un lado la comprensión de los  problemas sociales desde los modelos de las ciencias naturales y se desarrolla  una sociología con un enfoque cultural, donde los procesos sociales se estudian  mediante la comprensión y se reconoce la familia como un espacio simbólico.  Aquí aparece en sus inicios la Escuela Alemana Interaccionista que aunque no  fundamentó una sociología de familia, sí evidenció la necesidad de estudiar los  procesos sociales desde la interacción individual.
     Se  reconoce en esta visión grupal el pensamiento  formalista de F. Tönnies (S/F: 21) donde todas las relaciones sociales  se sustentan en la actuación conjunta, íntima y sentimental, es el espíritu de  lo que une, del consenso, de la voluntad natural, que en la familia tiene un  origen en la consanguinidad y la afinidad del parentesco, mientras que la  sociedad aparece como el reflejo del mundo público. Esto hace que su  explicación de la relación familia- sociedad no presente similitud con las  teorías anteriores ya que se reconoce a esta como una entidad autónoma,  desarrollada por su propia dinámica, alejada en muchos de los casos del  contexto macro social por lo que este no resulta determinante.
     Esta  teoría se percibe entonces como el sustento teórico de lo que vino a  desarrollar la Escuela de Chicago. El significado comenzó a ser el hilo  conductor para entender el funcionamiento y organización estructural de la familia  con una perspectiva cultural necesaria en el análisis de su realidad. 
     La  relación familia- sociedad, quedó ahora muy restringida, al no prever en los  análisis una contextualización de la realidad social  en su conjunto, sino que se centra a un número  de familias concretas y en la que estuvieron influyendo otras disciplinas o  corrientes como el conductismo y la psicología. Así se reconoce en la Escuela  de Chicago investigaciones que asumen a la familia como un grupo primario,  centrándose en la interpretación de la dinámica de su funcionamiento y  estructura interna, importando el papel que ella juega en la formación de la  personalidad y de su propio movimiento.
     De  esta forma la familia se representa como un grupo de interacción cuya  estructura se organiza en roles. “El actor miembro de ella se orienta por  normas y expectativas de rol que pesan sobre su conducta. El individuo toma  conciencia de sus roles parentales y le impregna un sentido a la relación  grupal. La familia es el agente socializador más importante y su vehículo el  lenguaje que se construye en la comunicación. Los símbolos que en ella se crean  se comparten y son aprendidos, la socialización del niño contribuye a la  interiorización de los mismos. En ese proceso socializador el niño aprende a valorar  al otro y a sí mismo mediante experiencias colectivas” (Pomero, 2014: 17). 
     Uno de los investigadores que más se destaca, sobre  todo desde una visión psicosocial fue Ernest  Burgess (1945) el cual presentó  a la familia como una unidad interactiva en la que cada uno tenía una  posición  y un rol que desempeñar dentro  de una estructura jerarquizada. Durante el proceso de interacción los actores  perciben los patrones de conductas, forman sus expectativas sobre el resto de  sus miembros y definen la situación social de la familia. La interacción se  produce al nivel simbólico y de muy diversas maneras: conflictiva, autoritaria,  conciliadora, cohesiva, etc. Esta resulta una de las visiones más interesantes  dentro de esta reflección pues al estudiar la familia y su dinámica, se hace  necesario estimar lo que representa cada individuo de manera particular para  el  resto del grupo (miembros de la  familia) y el posterior funcionamiento de la familia como espacio de desarrollo  personal y social.
     Si se tiene en cuenta lo anterior cualquier estudio  que se centre en los significados, desarrollo y representatividad de la familia  desde la perspectiva grupal quedaría con cierto vacío, al dejar a un lado  cuánto le atribuye el resto de las instituciones sociales al aprendizaje,  normativas y funciones jerárquicas que se establecen al interior de ese espacio  social.  
  3. ¿INSTITUCIÓN O GRUPO? UNA VISIÓN DESDE LA  DINÁMICA FAMILIAR.  
     Para la teoría sociológica existe un marcado interés  por entender la dinámica familiar la cual se relaciona con el tipo de familia  que se estudia. Desde la perspectiva institucional, como se ha reconocido en  párrafos anteriores, esta se relaciona con la sociedad en progreso, donde  origen y desarrollo de esta institución está en estrecha relación con la  sociedad macro. 
     En esta perspectiva se analizará entonces la  dinámica familiar bajo determinantes externos como: la economía, la política,  el derecho y la cultura, pero también desde determinantes internas como: las  relaciones de los sexos en el matrimonio, el parentesco, la división sexual del  trabajo, entre otros. Resulta entonces necesario el estudio de esta  perspectiva, ya que se valora cómo se establece o concibe el orden familiar  bajo determinantes macro y micro sociales como agentes dinamizadores del  espacio familiar.
     En el caso de la perspectiva grupal la dinámica  familiar  se concibe aislado del todo social, y donde prevalece el interés por las  individualidades. Los factores que explican su dinámica se ven en su  composición y desarrollo interno, para lo cual se reconocen en factores como la  comunicación grupal, las metas, los conflictos de roles, la pertenencia,  disfunciones internas, entre otras.
     Como se ha reconocido antes  verlas de manera individual, familia institucional o familia grupal, resulta un  modo comunmente establecido y que resulta necesario en muchos estudios, sin  embargo resultarían más completos si ambas tipologías se establecieran y  tuviueran en cuanta al unísono.
     De ahí que resulte necesario  no hacer una distinción de un estudio de la dinámica familiar desde un enfoque  institucional o uno desde el grupal, sino que ambos se complementen. Según  Mercedes González de la Rocha “se considera necesario analizar los grupos  familiares que se diferencian de los modelos tradicionales (nucleares, donde  figura el hombre proveedor), para saltar al estudio de los cambios que se están  produciendo en las estructuras familiares y en la división sexual del trabajo.  La familia hoy institucional o grupal se encuentra en estrecha relación con los  cambios que a nivel social se van gestando. Así se establecen nuevas  estructuras en las relaciones de género, nuevas formas en la división sexual  del trabajo con un deterioro en las estructuras de poder y donde se incrementa  una familia normal (pareja heterosexual con hijos)” (González, 2000:54). 
4. REFLECCIÓN FINAL. 
     Como reflexión final resulta necesaria desde nuestra  visión la introducción de una nueva definición y propuesta para entender la  familia. Hasta el momento se ha considerado que en las sociedades actuales más  que ver a la familia institucional o grupal como dos tipos ideales opuestos,  según la propia definición de Burgess (1945: 691-692), se  pudiera hablar de familias en las que institución  y grupo van de la mano. 
     Resulta  entonces que la relación familia- sociedad desde lo macro posee una función  organizadora e interactiva con el medio en el que esta se desarrolla, donde se  establecen normas, espacios, estructuras, acorde a lo establecido por la  sociedad, la cual a su vez influye en la dinámica de la familia, pero al mismo  tiempo la familia como grupo da sentidos, roles y funciones que son aprendidos  en pos de un funcionamiento beneficioso para la propia familia y la sociedad,  de ahí que se pudiera hablar de estudios que valoren al unísono la familia institucional grupal.
5. BIBLIOGRAFÍA. 
     BURGESS,E. (1945): “The Family: From  Institution to Companionship”. New  York, American Book Company.
** Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”, Cuba. Máster en Desarrollo Social en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en el Programa Cuba de la Universidad de La Habana. Profesora investigadora del Grupo Multidiciplinario de Estudios de Género y Familia en la Universidad de Pinar del Río donde trabaja en el tema de especialización: Diferencias de la mujeres trabajadores en zonas urbanas y rurales; su repersusión en la familia. Entronque de Pilotos, Pinar del Río, Cuba, CP 20100. yurianna@upr.edu.cu
*** Doctora en Ciencias Sociológicas. Profesora de la Universidad de Pinar del Río. Especialista de Ciencias Sociales del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Delegación de Pinar del Río. Jefa e investigadora del Grupo Multidiciplinario de Estudios de Género y Familia en la Universidad de Pinar del Río con la especialización en sociología de la educación, de género y sociología de la familia. Dirección: Calle Isabel Rubio No. 75, Pinar del Río, Cuba, CP 20100. brojas@upr.edu.cu
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