Mariolis Rodríguez Cabrera*
Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa, Cuba
Mayra M. Mena Mugica **
Universidad de La Habana, Cuba
Resumen
  El  artículo tiene como objetivo abordar los aspectos teórico-conceptuales de la  Gestión Documental como herramienta imprescindible para la toma de decisiones  en el contexto universitario. Se basa principalmente en el análisis documental  clásico haciendo énfasis en la legislación vigente en Cuba en materia de  archivo, resoluciones, normas y procedimientos para la aplicación en los  Centros de Educación Superior (CES). Parte además del estudio específico de  trabajos de investigación que se han realizado en universidades como la Universidad  Central de las Villas y Universidad de La Habana.
Palabras Claves: gestión documental, sistema de gestión de la información administrativa, la gestión documental en las universidades.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Mariolis Rodríguez Cabrera y Mayra M. Mena Mugica (2016): “La gestión documental en el contexto universitario: herramienta fundamental para la toma de decisiones”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (septiembre 2016). En línea: https://www.eumed.net/rev/caribe/2016/09/gestion-documental.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/CARIBE-2016-09-gestion-documental
Introducción  
La  gestión documental es una de las más antiguas profesiones de la humanidad,  puesto que los hombres necesitan dejar registradas sus acciones en documentos  perdurables. Esta surge en cualquier grupo organizado de manera natural como  consecuencia de la necesidad de memorizar aquellas cosas que les conciernen a  todos y que, por lo tanto, no pueden ser olvidadas. Por ello se conocen  evidencias materiales de dicha actividad en civilizaciones tan antiguas como  Sumeria, China o Mesopotamia.  (Mena,  2012) 
A  inicios de los años treinta del siglo XX se originó la gestión documental o records management, por su original en  inglés, en los Estados Unidos de América debido al gran cúmulo de documentos  que venían originándose de las oficinas del estado.
Cruz  (2006), expresa que se concibió como un conjunto de técnicas y de  procedimientos orientados a resolver la organización de los documentos;  mientras son necesarios para la conducción de las actividades y de los asuntos  propios de las empresas y de las administraciones, concluyendo su actividad una  vez que son seleccionados para su conservación perpetua.
De  manera que el interés de Estados Unidos por prevenir la enorme acumulación de  documentos producidos, fue de gran preocupación desde finales del siglo XIX. De  ahí que empezaron a realizarse diferentes labores para dar tratamiento a las  problemáticas existente, y no es hasta 1934 que se crea el Archivo Nacional  como duradero conservador de los documentos proveniente de la administración. 
En  1949 el presidente Truman creó la Comisión Hoover con el propósito de encontrar  una solución para la conservación de grandes volúmenes documentales, surgidos  como consecuencia del reordenamiento de la administración norteamericana  durante la Segunda Guerra Mundial. Los resultados fueron plasmados en la Ley de  Documentos Federales de 1950, en la que se institucionalizó la gestión  documental como la forma idónea para el tratamiento documental en los EE.UU.,  asignándosele al Archivo Nacional la responsabilidad del desarrollo de dicha  gestión.
Según  Mena (2012), se producía, se reconocía y  se aceptaba una demarcación rigurosa entre la labor de los archiveros, que  hasta el momento se ocupaban de los documentos en los archivos históricos y los  profesionales que se dedicarían a la gestión de los documentos. Los primeros  trabajarían con la documentación que fuera a ser conservada permanentemente y  los segundos con aquella que se producía en las oficinas, denominada desde  aquel entonces información documental administrativa activa y semiactiva. Esta  demarcación no comenzaría a ser superada hasta entrados los años 90 del siglo  XX.
¿Qué es gestión documental?
El Diccionario de Terminología  Archivística (1974) define el término gestión de documentos como aspecto de la administración general  relacionado con la búsqueda de la economía y eficacia en la producción,  mantenimiento, uso y destino final de los documentos.
Sin embargo Cruz (2006), manifiesta que su ámbito se extiende al ciclo de vida  completo de los documentos, desde su producción hasta su eliminación final o su  envío al archivo para su conservación permanente. El objeto está dirigido a  asegurar una documentación adecuada, evitar la no esencial, simplificar los  sistemas de creación y uso del papeleo, mejorar la forma de organizar y  recuperar los documentos, proporcionar el cuidado y el depósito a bajo coste de  los documentos en los archivos intermedios y asegurar el expurgo o descarte  adecuado de los documentos que no se necesitan desde hace tiempo en la gestión  de los asuntos del momento.
Cortiza (2006), considera esta actividad  como un conjunto de operaciones y de  técnicas relativas a la concepción y a la evaluación de los sistemas  administrativos que se requieran desde la creación de un documento hasta su  destrucción o transferencia a los Archivos”.
Roberge (1992), manifiesta que la gestión documental, es visto como un  sistema: la información que entra, la información procesada, la información que  sale informationqui entre, informationtraitée, informationquisort”, dando  prioridad a los diversos sistemas de información, la clasificación, la descripción  y la preservación (...) su función es la de apoyar la toma de decisiones y  operaciones diarias de una organización, su objetivo sigue siendo la eficiencia  administrativa y la rentabilidad.
Este autor sostiene (2009) que uno de  los retos que enfrentan las organizaciones de hoy es proteger su memoria  corporativa y ser viable para el buen funcionamiento del gobierno a través de  un sistema de gestión sostenible que incluye sus componentes, para darles a las  personas acreditadas acceso a cualquier información pertinente a través de  soportes que documenten la actividad de la organización.
Para Cruz (2006), gestión de documentos viene a ser la traducción literal del  término norteamericano records management, que también se pudiera traducir como  administración de documentos, pues la palabra management admite ambas  acepciones(…) no es más que el tratamiento archivístico al que se someten los  documentos en las primeras fases del ciclo de vida, orientado a una explotación  más eficaz, eficiente, y económica de los mismos por parte de las  organizaciones, durante el tiempo que son necesarios por la gestión  administrativa, la toma de decisiones y la obtención de pruebas. Afirma que la  gestión de documentos es el conjunto de tareas y procedimientos orientados a  lograr una mayor eficacia y economía en la explotación de los documentos por  parte de las organizaciones.
Por otra parte Heredia (2007) plantea,  que la gestión documental no es sólo tratamiento archivístico, aunque éste  forme parte de la misma, la define como: el  conjunto de intervenciones archivísticas desde la creación o desde la  producción de los documentos hasta después de decidida su conservación  permanente buscando su mayor rentabilidad para la sociedad… cuando nos situamos  en la etapa de creación, de concepción y de diseño, los documentos ni siquiera  existen, cuando existen es a partir de su producción, iniciada en la  tramitación administrativa… defiende su posición al afirmar que la gestión documental es solo una, no una  para los documentos administrativos y otra para los de conservación permanente,  sostenida en el ciclo vital de los documentos, que no concluye en la  eliminación pero que tampoco empieza en la recogida de documentos inútiles,  teniendo como responsables a los archiveros y los archivos de las instituciones  para favorecerla y desarrollarla sin necesidad de crear nuevas unidades de  gestión documental.
En consecuencia la gestión documental  hoy es definida como el área o campo de la  gestión responsable del control eficaz y sistemático de la creación, la  recepción, el mantenimiento, el uso, la disposición y la preservación de  documentos, en la que son determinantes los procesos de captura y mantenimiento  de la evidencia y la información sobre las transacciones y actividades de  negocios de la organización. (ISO 15489-1, 2001) 
Por lo tanto se puede considerar la  gestión documental como la gestión de pruebas, de las evidencias que quedan  plasmadas en los documentos de forma sistémica a partir de las acciones de la  organización. 
Por consiguiente, la gestión de  documentos persigue los siguientes objetivos: 
1. El diseño normalizado de los  documentos. 
2. Evitar la creación de documentos  innecesarios, la duplicidad y la presencia de versiones caducadas.
3. Simplificar los procedimientos.
4. Controlar el uso y la circulación de  los documentos.
5. Organizar (clasificar, ordenar y  describir) los documentos para su adecuada explotación al servicio de la gestión  y de la toma de decisiones.
6. La conservación y la instalación de  los documentos a bajo coste en los archivos intermedios.
7. Valorar, seleccionar y eliminar los  documentos que carezcan de valor para la gestión y para el futuro. 
8. Asegurar la disponibilidad de los  documentos esenciales en situaciones de crisis o emergencia. (Cruz, 2006)
Bases  teóricas de la Gestión Documental
Principio  de procedencia y orden natural de los documentos
El principio de procedencia ha estado  hasta hoy en el centro de la gestión documental ya que en él se expresa la  interrelación y el carácter orgánico complejo, de toda la documentación  archivística producida por una organización en el transcurso del cumplimiento  de sus funciones. Al ser el vínculo esencial a dicho documento, este debe ser  respetado en el ordenamiento de la documentación. 
La ordenación según el principio de  procedencia preserva el vínculo entre los documentos y la cadena de actos que  los ha producido y su creador. En otras palabras, permite mantener los  contextos de procedencia y documental del documento según el momento en que  este fue creado. 
Existe  consenso en considerar que la primera formulación de los basamentos teóricos de  este principio correspondió a Fhillipp Ernst Spiess, quien en 1777, en la obra  Von Archiven reconoció que el mejor orden para los documentos era aquel que  estos sugerían; aunque hay evidencias de la aplicación empírica del principio  desde la antigüedad, condicionada por el propio origen institucional de los  documentos y su valor utilitario. (Mena, 2005)
Después, en 1841 el francés Natalys de  Wally emite la circular Instructions pour la mise en ordre et le classement des  archives départamentales el comunales, donde manifestaba que reunir los  documentos por fondos, es decir, reunir todos los documentos que provienen de  cuerpo, de un establecimiento, de una familia   o  de un individuo, y arreglar  estos fondos con sujeción a un orden determinado.
Puede apreciarse, que la  formulación de los franceses, conocida también como “principio francés de  fondo”, comienza a perfilar la necesidad del reconocimiento de un orden emanado  del sujeto productor de los documentos, conformándose así un orden específico,  con el cual el valor informativo de los documentos sería mucho más completo.  Este enfoque apuntaba a la necesidad de respetar el orden procedente de la  estructura de funcionamiento de la institución productora de los documentos;  visto archivísticamente: el respeto a la integridad del fondo documental. (Mena,  2005)
El  principio de procedencia u orden natural de los documentos archivísticos  tradicionalmente se definió como aquel “… según el cual cada documento debe  estar situado en el fondo de archivo del cual procede y en este fondo, en su  lugar de origen” (Elsevier’sLexicon of ArchivalTerminology, 1964) 
Para  Cruz (2004), consiste en respetar el  origen de  los  fondos, es decir, en mantener agrupados, sin  mezclarlos con otros, los documentos de cualquier naturaleza procedentes de una  entidad, ya sea una administración pública, privada, una persona, familia,  etc.; respetando la estructura o clasificación propia de dicha entidad.
Según  Núñez (1999) es…la prueba más evidente de  que son dos principios diferentes la tenemos en las diversas posturas que sobre  el orden originario mantienen algunos teóricos de la archivística de diferentes  países sin poner en tela de juicio el principio de respeto a la procedencia de  los fondos…
Heredia  (1991) expone que la cualidad esencial  será el “orden” en el más amplio sentido del término al proceder de esa  realidad de que los documentos se producen naturalmente a partir de una  institución o persona y a lo largo de un proceso dentro de una estructura  determinada. El principio de procedencia va a determinar, insisto, la condición  esencial del archivo: su organicidad.
Para Mena (2005) la aceptación universal del principio de procedencia condujo al  reconocimiento del concepto de fondo como el nivel superior de agrupación de  documentos (agrupación documental) del total de las partes que constituyen la  documentación generada por una institución. 
     La idea de fondo va unida a la totalidad  de la documentación producida y recibida por una institución o persona que  suele estar conservada en el archivo de dicha institución o persona. (Heredia,  1991)
     El Diccionario de Terminología  Archivística (1992) lo define como conjunto  de documentos o de series generadas por cada uno de los sujetos productores que  conforman la estructura de un organismo en el ejercicio de sus competencias…
     Por consiguiente podemos decir que las  series documentales son evidencias prolongadas de las actividades desarrolladas  por cualquier sujeto o como resultado de una actividad.
     Duplá (1997) explica que si ponemos en relación las unidades  documentales pertenecientes a un mismo tipo documental con el órgano productor  y la función tendremos la serie documental, entendida como el conjunto de  documentos que responden a un mismo tipo documental producido por un mismo  órgano (...) en el ejercicio de una función determinada dentro de una  institución... Se entiende aquí por tipo documental …la unidad documental  (simple o compleja) producida por un organismo en el desarrollo de una  competencia concreta, regulada por una norma de procedimiento y cuyo formato,  contenido informativo y soporte son homogéneos, o sea, son los documentos  producidos como reflejo de una función concreta del sujeto productor que está  regulada por un procedimiento administrativo.
La  serie documental es el conjunto de documentos producidos por un sujeto en el  desarrollo de una misma actividad administrativa y regulado por la misma norma  jurídica y/o de procedimiento.(Fernández,1999)
     Las  unidades documentales simples están conformadas por un solo documento: una  carta, un informe, una memoria, un registro. Las unidades documentales  complejas son los expedientes: “Conjunto ordenado de documentos (…) que  materializan actuaciones secuenciales y procedimentales de la Administración  encaminadas a la resolución de un asunto, que reflejan una situación continuada  en el tiempo o que están dotados de cierta autonomía. (Duplá, 1997)
  El ciclo de vida de los documentos y la teoría de  edades
     Heredia (1993) explica el ciclo de vida de los documentos de la siguiente  forma: ...para nosotros el ciclo vital (...) no se queda a las puertas de los  archivos históricos y además tiene una correlación estrechísima con las redes  de archivos, determinadas por los topes cronológicos fijados para las  diferentes edades de los documentos (oficina, centrales, intermediose  históricos), que integran los sistemas de archivos. 
     La información documental tiene una vida  similar a la de un organismo biológico, el cual nace (fase de creación), vive  (fase de mantenimiento y uso) y muere (fase de expurgo). (Cruz, 2006)
     Según Llansó (1993) la teoría del ciclo vital del documento incorpora la idea de la  globalidad al método archivístico en la medida en que se concibe el fondo  documental de una institución -el fondo documental- como un todo indivisible  que fluye permanentemente desde las oficinas productoras hasta el archivo  histórico (…), es decir, fluye a través del sistema archivístico institucional  pasando por las etapas activa, semiactiva e inactiva o, si se prefiere,  corriente, intermedia e histórica.
  Etapa  activa o corriente:
     Los documentos entran en una etapa desde  el momento en que son creados, hasta el momento del cierre del expediente al  cual pertenecen. A los archivos que se encuentran en esta etapa se les llama  archivos de gestión, los cuales contienen documentos en trámite, en busca de  solución de asuntos iniciados, y además, están sometidos a continua utilización  y consulta administrativa por las mismas oficinas u otras dependencias que los  solicite.
  Etapa  semiactiva o corriente:
     Una vez finalizado el trámite por el  cual se inició el expediente, uso o consulta se hace menos frecuente, de manera  que el gestor no necesita tenerlo cerca, puede pasar a otro tipo de archivo,  generalmente, pasa al archivo central del organismo o institución. No es  recomendable alejar demasiado los documentos en esta edad puesto que, aunque su  consulta es o puede ser menos frecuente, se trata de una documentación que  puede ser útil y necesaria en cualquier momento y que se ha de poder localizar  con rapidez.
  Etapa  inactiva o no corriente
     Se considera documentación inactiva  aquella cuyo uso o consulta es muy esporádica, es decir la documentación que  tiene un grado bajo o prácticamente nulo de intervención en la gestión diaria  de los asuntos corrientes. Este tipo de documentación se conserva en los  denominados archivos históricos o depósitos permanentes.  
     Este modelo teórico se complementó a  partir de 1972 con la teoría de las edades de los documentos, propuesta por Wyffels  en la que planteaba que los documentos pasaban por tres edades: edad  administrativa (documentos corrientes), edad intermedia (documentos  semicorrientes) y edad histórica (documentos no corrientes o permanentes) y consideraba  que los documentos no son algo muerto e inactivo, sino que tiene vida propia.
  Primera edad: en la que los documentos circulan y se  tramitan. Su uso es frecuente, reunido y organizado que forman parte de archivo  de gestión.
  Segunda edad: los documentos carecen de valores  administrativos, pero su conservación es necesaria ya que tienen valor legal  y/o fiscal y son consultados por la administración u otras entidades y por esa  razón llegan a formar parte del archivo central.
  Tercera edad: la tercera etapa es aquella en el que  el documento está inactivo y almacenado. Durante este periodo, el documento es  conservado, por razones de carácter legal, o debido a necesidades de referencia  poco frecuente de los usuarios y por esa razón llega a formar parte del archivo  histórico, el cual coordina y controla el funcionamiento de los distintos  archivos, defina y entrega los lineamientos de operación y reúne los documentos  transferidos por los mismos, una vez finalizado su trámite, y cuando su  consulta no es constante.
  Sistema de Gestión de la Información  Administrativa
     Núñez (1999) define, al Sistema Archivístico Institucional  como“estructura lineal determinada por el ciclo vital del documento… y…como  sistema propio de una institución, organización o administración para llevar a  cabo la planificación, organización y gestión de sus fondos… Por ende, se trata  del sistema que debe implantar una organización específica para garantizar la  correcta gestión de su o sus fondos documentales.
     Retomando a Núñez (1999), el SAI no es  un conjunto más o menos coordinado de  centros archivísticos dispuestos en un espacio territorial concreto y  preparados para prestar servicio a la comunidad de ese espacio territorial…
     Podemos decir que al SAI lo define la  institución productora de los documentos (sujeto productor de los documentos  que configura el fondo documental), por el fondo documental producido por ella  (plasmación de las funciones y actividades), y por la estructura de archivos  emanada del ciclo vital de los documentos de archivo (modelo de organización de  archivos para el tratamiento del fondo). Son estos los elementos necesarios del  sistema. (Mena, 2005)
     Además se considera el SAI como el  conjunto de estructuras, funciones, procedimientos operativos y recursos  asignados al control intelectual y material de la información producida y  utilizada por los organismos, que posibilita la implantación de un Sistema  Integral de Gestión de documentos de Archivos encargado de controlar los  documentos desde el momento en que son creados hasta que se destruyan o  transfieran a otros archivos. 
  Sistema  de gestión de la información activa
     Es un subsistema del sistema  archivístico de la entidad en el cual se integran y actúan coordinadamente, también  se les denomina archivos de oficina, de gestión o administrativos. El sistema  de gestión de la información activa es el primer eslabón del sistema de  archivos.
     Según Conde (1992), quien ha abordado con profundidad el tema de los tipos de archivos que  forman el SAI; en la primera edad de los documentos, que se corresponde con los  de gestión de la información activa, se produce la formación de los documentos  y estos deben permanecer en dicho sistema hasta que este proceso formativo  concluye, o hasta que las necesidades de consulta por parte de la oficina  productora hayan menguado considerablemente. Por lo tanto, el plazo establecido  para la transferencia de la documentación es de 5 años. 
     Por lo tanto podemos decir que los  sistemas de gestión de la información activa conservan documentos recibidos o  generados en el desarrollo de sus actividades, mientras la tramitación del  asunto al que hace referencia mantenga su vigencia. Por lo cual son  considerados el primer vínculo en la cadena de archivos.
     Una buena organización del sistema de  gestión de la información activa agiliza el trabajo administrativo. Teniendo en  cuenta que para facilitar la toma de decisiones basada en una información  eficaz solo se logra mediante la correcta gestión de la documentación, pues  permite que su localización resulte fácil y rápida.
     Algunos autores han hecho mención a las  funciones o actividades que debe realizar (Conde, 1992; Molina y Leyva, 1996):
     1- Impedir la dispersión o eliminación  de documentos. 
     2- Formación correcta de las series  documentales, evitando el fraccionar un expediente según pasos en el trámite o  la agrupación de distintos tipos documentales por referirse a un asunto común. 
     3- Estar en contacto permanente con el  Archivo Central, tanto para solicitar recomendaciones y ayudas, como para  suministrar la información que el Archivo Central precise para la perfecta  identificación de las series documentales 
     4- Preparar las transferencias de  acuerdo con las normas existentes. 
     5- Controlar las salidas y entradas de  documentos y expedientes mediante un Registro de préstamos y Libros de Entradas  y Salidas. 
     6- Solicitar y devolver correctamente al  Archivo Central los documentos que aunhabiendo sido ya transferidos, su  consulta sea necesaria por la unidad administrativa. 
     7- Facilitar la información que tanto  los ciudadanos como la Administración solicite respecto a los documentos que  custodia. 
     8- Elaborar los instrumentos que  faciliten el acceso a la información y a la documentación (ficheros manuales o  informáticos) 
     9- Formar un registro de las  transferencias realizadas al Archivo Central. 
     Igualmente, Cruz (2006) expone otras  funciones. 
     1. Conservar los documentos generados  por la actividad de la propia unidad mientras dure la tramitación de los  asuntos a los que hacen referencia, y durante un período -por término medio- no  inferior a un año ni superiora dos desde la resolución de los mismos. 
     2. Cumplimentar los procedimientos de  clasificación, ordenación, descripción, control, instalación, expurgo y  transferencia, de acuerdo con lo que se establezca en el Manual de gestión de  documentos y en las directrices emanadas de la dirección del sistema. 
     3. Servicio de los documentos a los  usuarios autorizados que los demanden.
     Dentro de las herramientas de  organización, mencionadas por varios autores, en diferente literatura, hacemos  alusión a las que menciona Cruz (2006), las cuales forman parte de la gestión documental. 
     a) El cuadro de clasificación de los  documentos 
     b) Los procedimientos de ordenación de  los documentos 
     c) Los instrumentos de descripción 
     6) Los instrumentos de control 
     e) El calendario de conservación 
     f) Los procedimientos de instalación de  los documentos
     g) Los procedimientos de transferencia  de documentos 
     Esta primera fase o estadio, concluye  con el flujo de transferencias de documentación al archivo central de dicha  institución. Para comprender su importancia hay algo vital: su establecimiento  e interrelación con el archivo central de la institución garantizan la  eficiencia y eficacia del SAI.
  Archivo  central
     Es aquel que recibe las series  documentales transferidas por los archivos de gestión, una vez que la consulta  de los mismos se ha hecho muy esporádica. Este debe, además, coordinar y  controlar las actividades desarrolladas por los archivos de gestión.
     En el Diccionario de Terminología  Archivística se define de esta forma al archivo central: Dentro del ciclo vital de los documentos, es el que coordina y controla  el funcionamiento de los distintos archivos de gestión y reúne los documentos  transferidos por los mismos, una vez finalizado su trámite y cuando su consulta  no es constante…
     Según Conde (1992) citado por (Núñez  1999) plantea que los archivos centrales son  el eje fundamental del sistema archivístico estatal, atribuyéndoles como  función prioritaria el control y tratamiento de las series documentales en la  fase de producción y, dentro de ella, les atribuye de forma plena y exclusiva  la de los procesos de identificación del fondo. En conjunto, las funciones  descritas por el Manual de tratamiento de archivos administrativos para los  archivos centrales son las siguientes:
     1. Función principal:
     Control y tratamiento de las series  documentales en la fase de producción.
     2. Funciones derivadas de la principal:
     a) Identificación del fondo (en  exclusividad).
     b) Valoración del fondo (compartida o  coordinada con el archivo intermedio del sistema).
     c) Descripción del fondo (supeditada a  los resultados de los procesos de valoración).
     d) Difusión del fondo (supeditada a los  resultados de los procesos de valoración).
     e) Conservación del fondo (desde su  ingreso hasta su salida hacia el archivo intermedio).
     f) Transferencias desde los archivos de  gestión. 
     g) Transferencias hacia el archivo  intermedio. 
  Archivo  intermedio
     Es aquel “… al que se han transferido  los documentos de los archivos centrales (…) cuando la consulta de los  organismos productores es esporádica, y en el que permanecen hasta su  eliminación o transferencia al archivo histórico (…) no pueden conservar  documentos que superen los cincuenta años de antigüedad. “En este tipo de  archivos la documentación ha perdido considerablemente sus valores primarios y,  en una parte de ella, el valor secundario es predominante. Si bien este tipo de  archivo no conforma la realidad archivística de nuestro país, hemos querido  abordarlo teniendo en cuenta que desde el punto de vista conceptual, resulta un  elemento fundamental dentro del Sistema Archivístico Institucional. 
     Según  Cruz (1999) las funciones del archivo intermedio son las siguientes:               
Archivos  históricos
     Son quizás los más conocidos dentro del  Sistema, por su larguísima vida al servicio de la historia como ciencia, las  investigaciones y la cultura. Estos han sido definidos como aquellos a los que  “… se ha de transferir (…) la documentación que deba conservarse  permanentemente (…). También puede conservar documentos históricos recibidos  por donación, depósito, adquisición…” El usuario por excelencia de este tipo de  archivo lo serán, sin duda, los investigadores interesados en el valor  secundario que han adquirido los documentos. La fase del tratamiento  archivístico que corresponde a los archivos históricos es la descripción,  porlas características de los documentos que atesora (documentos de valor  permanente) y el tipo de usuario que asiste a los mismos (investigadores).
  La Gestión Documental en las  universidades.
     Las universidades tienen el  reto de organizar y utilizar sus archivos como recursos básicos de información  para la renovación de la gestión administrativa.
     En su mayoría, los archivos  universitarios han pasado por los mismos problemas: Fondos documentales  almacenados y dispersos en locales en malas condiciones, no existencia de  régimen jurídico, falta de estructura administrativa, insuficiencia de manuales  o inadecuados, ausencia de comisiones de archivos, pocas estrategias para el  tratamiento y conservación de los documentos, no existencia de un servicio de  archivo, contratación de técnicos impropios y en muchos casos existencia de  bibliotecarios ejerciendo las funciones en los archivos, los que organizaban  los documentos conforme a criterios bibliotecológicos, entre otros tantos  ejemplos. (Font, 2013)
     La gestión documental en las  universidades constituye el marco en el que se precisa, concibe, organiza,  desarrolla y evalúa el sistema archivístico institucional mediante principios  metodológicos, técnicas y herramientas archivísticas que sirven de apoyo esencial  para el tratamiento documental de la misma.
     Esto permite que se  garantice la organización, accesibilidad, tratamiento y difusión del patrimonio  documental de la universidad como evidencia de su actividad.
     Por lo tanto la documentación generada  en las oficinas de la universidad se guarda en los archivos de gestión o de  oficina que constituyen la primera fase de los archivos del Sistema Archivístico  Institucional, allí se codifican, organizan y conservan durante un periodo  determinado hasta que son transferidos al Archivo General.
     Es aquí donde se procede a la revisión y  recodificación, es decir: organización, valoración y conservación, hasta que,  pasados los plazos, establecidos para cada uno de los tipos que configuran las  series documentales, se procede a la selección de la documentación que va a ser  eliminada separándola de la que va a ser conservada de manera indefinida. 
     Esto impide el abarrotamiento en los  diferentes archivos y facilita el control de la documentación.
  La  Gestión Documental en las universidades cubanas
     El Sistema Nacional de Archivos de las  organizaciones estatales de Cuba, se ha venido consolidando a partir de la  creación del decreto ley 221, del 8 de agosto del 2001, derogado por la 265 del  2009 vigente actualmente. Los gestores documentales han ido conformando sus  Archivos Centrales, haciendo hincapié en la organización del documento desde su  creación. 
     En las universidades siempre ha existido  un archivo en los que se atesoran los expedientes docentes, pero estos no  pueden considerarse como archivos centrales e históricos, pues no recogen toda  la producción de la universidad.
     Los archivos universitarios conservan  los documentos de cualquier fecha, formato o soporte material, producidos o  reunidos en el desarrollo de las funciones y actividades de los diferentes CES  que brindan un servicio especializado en la gestión, conservación y difusión de  los mismos, con finalidades administrativas, docentes e investigativas.  (Decreto-Ley No.265)
     El Ministerio de Educación Superior en materia  archivística se rige por la Resolución 44/2004 la cual estipula que el Sistema  Archivístico Institucional en las universidades cubanas lo constituye: archivos  de gestión, archivo central y archivo histórico, en caso de ser necesario por  las características del fondo.
     Habrá tantos archivos de gestión en las  universidades como oficinas exista en la misma, se puede considerar como  archivos de gestión, en las universidades los siguientes:
     Archivo del Rectorado.
     Archivo de la Secretaría General.
     Archivos de los Vicerrectorados.
     Archivos de cada una de las Direcciones.
     Archivos de cada Centro de Estudios.
     Archivo de cada Centro de Investigación.
     En cada una de las Facultades:
     - Archivo del Decano y los Vicedecanos.
     - Archivo de la secretaría Docente.
     - Archivo de la Administración.
     - Archivo de Gestión para cada  Departamento (en dependencia del volumen documental de cada facultad).
     Esto puede variar en dependencia de la  universidad, pero para identificar concretamente los archivos de gestión en  cualquier centro universitario hay que partir de su organigrama, el que  representa su estructura general, dependencias e interrelaciones. La  identificación de las oficinas, departamentos o áreas que posean un archivo es  un paso preliminar para poner en práctica eficientemente la gestión documental.  (Pérez, 2013) 
     La documentación generada por la  universidad forma parte de su patrimonio mediante el cual se puede conocer cómo  ha evolucionado, además de la formación profesional de las distintas ramas.
     La aplicación de una correcta gestión  documental acorde con las exigencias de la Educación Superior en Cuba debe  partir de acciones concretas tales como:
Por lo tanto la gestión documental en  las universidades debe verse como el factor principal de las mismas, ya que  permite la eficiencia, eficacia y optimización de los recursos.
     CONCLUSIONES
     Una  adecuada gestión documental en el contexto universitario permite proteger la  integridad de la documentación para el futuro acceso a ella como evidencia de  los hechos y así garantizar una eficaz toma de decisiones.
  RFERENCIAS  BIBLIOGRAFICAS
     Conde,  Villaverde, M.L. (1992). Manual de  tratamiento de archivos administrativos. Madrid, España. 
     Cortiza  Enríquez, Y. (2006). Gestión documental, gestión de información y gestión del  conocimiento. Propuestas para su aplicación en organizaciones cubanas (Tesis de  Diploma). Universidad de La Habana, Cuba. 
     Cruz Mundet, J.R. (1999). Manual de archivística. Madrid,  España: Ediciones Pirámide.
     ______________  (2006). La gestión de documentos en las  organizaciones. Madrid, España: Pirámide.
  Diccionario de Terminología Archivística. (1974). Madrid, España: Dirección de  Archivos Estatales.
  Diccionario de Terminología Archivística. (1992). Madrid, España: Dirección de  Archivos Estatales.
     Duplá  del Moral, A. (1997). Manual de Archivos  de Oficina para Gestores. Madrid, España: Ediciones Jurídicas y Sociales.
  Elsevier’s  Lexicon of Archival Terminology. (1964).Amsterdam, London, New  York: Elsevier.
     Fernández  Gil, P. (1999). Manual de organización de  archivos de gestión en las oficinas municipales. Granada, España: Ediciones  Adhara.
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** Doctora en Ciencias de la Información. Profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
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