José Pérez Villamar*
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Ecuador
jose.perez05@cu.ucsg.edu.ecResumen
El  propósito del presente artículo es contribuir a mejorar la comprensión de la  relación entre la cultura corporativa y el desempeño de las organizaciones,  mediante una revisión crítica de las metodologías y los resultados de  investigadores de las últimas décadas que relacionan la cultura corporativa y  el desempeño organizacional, para lo cual se plantea la siguiente pregunta de  investigación: ¿Cuál es la relación que existe entre la cultura corporativa y  el desempeño organizacional?. La mayoría de los estudios que buscan explicar  los factores determinantes del desempeño organizacional se concentran  principalmente en el entorno de la organización, las relaciones entre las  empresas y otros factores a nivel de empresa, pero en muchos casos pasan por  alto el papel de la cultura organizacional y algunos  que lo hacen muestran datos inconsistentes (Cao, Huo, Li, & Zhao, 2015). Se presenta  los conceptos de (a) cultura corporativa, (b) desempeño organizacional y (c) la  relación entre la cultura corporativa y el desempeño organizacional. Este  estudio utiliza un enfoque cualitativo, no experimental a partir de la  literatura de las investigaciones recientes. Los resultados de la investigación  de la literatura indican que si se cambia el modo en que los empleados ven a la  organización por medio de las políticas, prácticas, habilidades y  procedimientos se puede influenciar en el cambio de la cultura corporativa. Este  estudio ofrece lineamientos a los gerentes para evaluar y ajustar la cultura  organizacional como una variable importante y necesaria para mejorar el  desempeño organizacional. Este estudio realiza aportaciones teóricas mediante  la integración de diversos resultados y hallazgos de varios autores que han  relacionado la cultura organizacional y el desarrollo de las empresas en las  últimas décadas desde diferentes perspectivas de la cultura organizacional.  Esta revisión amplia de la literatura profundiza la comprensión de la relación  entre la cultura y el desempeño organizacional.
  Palabras claves
  Cultura corporativa, cultura  organizacional, desempeño organizacional, rendimiento organizacional
Abstract
The purpose of this paper is to improve understanding  of the relationship between corporate culture and performance of organizations  through a critical review of the methodologies and results of research in  recent decades linking corporate culture and organizational performance , for  which it raises the following research question: what is the relationship  between corporate culture and organizational performance ?. Most studies that  seek to explain the determinants of organizational performance are mainly  concentrated in the environment of the organization, relations between business  and other factors at company level, but often overlook the role of  organizational culture and some who do show inconsistent data (Cao, Huo, Li,  & Zhao, 2015). the concepts of (a) corporate culture, (b) organizational  performance and (c) the relationship between corporate culture and  organizational performance is presented. This study uses a qualitative  approach, not from the experimental literature of recent research. The results  of the research literature indicate that if the mode is changed when employees  see the organization through policies, practices, skills and procedures can  influence the change of corporate culture. This study provides guidelines to  managers to evaluate and adjust the organizational culture as an important and  necessary variable to improve organizational performance. This study provides theoretical  contributions by integrating various results and findings of several authors  who have linked organizational culture and business development in recent  decades from different perspectives of organizational culture. This  comprehensive review of the literature deepens the understanding of the  relationship between culture and organizational performance.
  Key  Words
  Corporate  culture - organizational culture - organizational performance
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
José Pérez Villamar (2016): “La cultura corporativa como un factor clave en el desempeño organizacional”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (agosto 2016). En línea: https://www.eumed.net/rev/caribe/2016/08/cultura.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/CARIBE-2016-08-cultura
En las  últimas décadas varios investigadores han estudiado el desempeño organizacional  (Asree, Zain, & Rizal Razalli, 2010; Germain, Dröge, & Christensen, 2001; Gordon &  DiTomaso, 1992; Kim Jean Lee & Yu,  2004; Murphy, Cooke, & Lopez, 2013;  Pennington, 2003) y de acuerdo a la  revisión de la literatura existen dos áreas de interés clasificadas por los  factores internos y externos de las empresas. Mientras algunos autores hacen  referencia a los factores externos del mercado, tales como la posición  competitiva de la empresa, sin embargo la perspectiva organizativa se basa en  paradigmas conductuales y sociológicos y su ajuste con el medio ambiente, por  su parte Montgomery (2011) sugiere que  ambos factores organizativos y económicos son determinantes del desempeño de la  empresa.
     En cuanto  al problema, la mayoría de los estudios que buscan explicar los factores  determinantes del desempeño organizacional se concentran principalmente en el  entorno de la organización, las relaciones entre las empresas y otros factores  a nivel de empresa, pero en muchos casos pasan por alto el papel de la cultura  organizacional y algunos  que lo hacen  muestran datos inconsistentes (Cao, Huo, Li,  & Zhao, 2015), es por esto que se hace necesario explorar más sobre  la relación que existe entre la cultura organizacional y el desempeño de las  empresas.
     El  propósito de este artículo es contribuir a mejorar la comprensión de la  relación entre la cultura corporativa y el desempeño de las organizaciones,  mediante una revisión crítica de las metodologías y los resultados de  investigadores de las últimas décadas que relacionan la cultura corporativa y  el desempeño organizacional, para lo cual se plantea la siguiente pregunta de  investigación: ¿Cuál es la relación que existe entre la cultura corporativa y  el desempeño organizacional?
En esta  sección se presentarán los conceptos de (a) cultura corporativa, (b) desempeño  organizacional y (c) la relación entre la cultura corporativa y el desempeño  organizacional. De acuerdo a la literatura la cultura corporativa es un  constructo difícil de definir, considerando que sus fundamentos conceptuales están  fuera del área de los negocios y se derivan de una larga tradición de  investigación antropológica (Murphy, Cooke,  & Lopez, 2013). Sin embargo según Pennington (2003) la cultura corporativa es el intangible que proporciona una  ventaja competitiva sostenible, es una herramienta que conecta a los empleados,  clientes, comunidades y a la organización, convirtiéndose en un factor clave  para el éxito financiero. El cambio de cultura es impulsado por un cambio en el  rendimiento, la cultura corporativa no puede ser instalada, pero sí puede ser  guiada e influenciada por la implementación de políticas, prácticas,  habilidades y procedimientos. Los supuestos, creencias y valores declarados o  no por la empresa influyen en todos los aspectos de su vida organizacional y de  esto depende la manera en que las empresas tratan a sus clientes y proveedores  e influyen en la toma de decisiones. Este criterio es compartido por Denison (1990) quien definió a la cultura  organizacional como un sistema de significados usuales dentro de la empresa que  afecta en el actuar de los empleados.
     Uno de  los estudios más conocidos de la cultura organizacional es el que realizó Hofstede  (1980), quien utilizó datos de los  empleados de IBM de más de 40 países, desarrolló cuatro dimensiones para  diferenciar entre las nacionalidades (a) distancia de poder, (b) control de la incertidumbre,  (c) individualismo y colectivismo y (d) masculinidad y feminidad. Sin embargo algunos  investigadores como Lewis (1998) afirmaron  que las organizaciones están integradas por   subculturas lo cual hace más complicado el estudio de la cultura  organizacional. Entre los científicos interculturales Hofstede (2001) definió la cultura organizacional como  la programación colectiva de la mente que distingue a los miembros de una organización  de los de otra. A nivel nacional, las diferencias culturales residirían, sobre  todo, en los valores, mientras que, a nivel de organización residirían, principalmente,  en las prácticas. Por lo tanto, los sistemas de organización pueden ser descritos  en términos de los valores y las prácticas de sus miembros  (O’Reilly &  Chatman, 1996). 
     Además el  hecho de que los valores son compartidos por los miembros de la organización  conlleva a un efecto directo en el rendimiento organizacional. Para varios  autores la cultura organizacional es considerada como un conjunto de prácticas,  valores compartidos, creencias y supuestos subyacentes que los miembros de la  organización comparten sobre el comportamiento adecuado (Denison D., 1990; Gordon &  DiTomaso, 1992; Kotter & Heskett,  1992; O’Reilly & Chatman, 1996;  Schein, 1992; Schwartz & Davis, 1981; Wilson,  2001).
     Schein (1984) resumió este concepto en tres niveles  básicos determinantes de la vida de la empresa (a) los supuestos que determinan  cómo los miembros del grupo perciben, piensan y sienten, (b) valores y las  creencias que utilizan para justificar sus acciones y evaluar los resultados y  (c) los artefactos visibles desde el diseño de oficinas, los códigos de  vestimenta hasta los libros vinculados con la historia de la empresa. Estos  tres niveles de la cultura organizacional se incorporan intuitivamente en el  actuar de los altos ejecutivos y son utilizados para administrar al personal y  planificar estrategias para mejorar el desempeño de la organización.
     Por su  parte Goffe y Jones (1998) clasificaron  la cultura organizacional en cuatro tipos principales basados en dos  dimensiones: (a) la sociabilidad y (b) la solidaridad. Definiendo la  sociabilidad como la relación de amistad entre los miembros de la organización  la cual se valora por sí misma y es independiente de su impacto en el  rendimiento de la organización y la solidaridad considerada como la capacidad  de las personas para conseguir eficientemente los objetivos comunes en  beneficio de la organización.
     Sin  embargo Brown (1992) afirmó que el  liderazgo efectivo y los programas de diseño y desarrollo de las empresas deben  considerar y comprender la cultura organizacional. Los líderes no solo deben  conocer las suposiciones básicas de la organización, sino que también deben  saber cómo tomar medidas para moldearlas y refinarlas.
     En un  estudio reciente Fortado y Fadil (2012) indicaron  que con el tiempo el significado de la cultura ha cambiado. Además afirmaron que  las culturas pueden ser moldeadas de forma rápida y fácil dentro de cualquier  organización que lo necesite. Por otro lado indicaron que los métodos para la  investigación organizacional de hoy son mucho más superficial ya que las  encuestas están reemplazando a las entrevistas a profundidad y las  observaciones a largo plazo.
     Aunque  existen muchas definiciones de cultura, varios investigadores a nivel mundial  concuerdan que la cultura es algo que está ampliamente compartida por sus  miembros y esta característica hace que sea antropológica, histórica,  construida socialmente, holística y nublosa (Hofstede,  2001; Rousseau, 1990).
     Con  respecto a la definición del desempeño organizacional McGivern y Tvorik (1997) indicaron que las empresas son un  repositorio de habilidades y capacidades que presentan recursos alineados y  estilos de liderazgo que movilizan a la empresa a través de la creación de una  visión compartida. La literatura indica la posibilidad de que existan problemas  derivados de la deficiente elección de indicadores de rendimiento  organizacional (Eccles, 1991; Gomes, 1983; Kaplan,  1982; Solomons, 1976) los cuales  pueden ser causados por (a) falta de correlación entre los indicadores  seleccionados y las dimensiones que se desean medir, (b) la falta de  correspondencia entre las prácticas de gestión y los resultados medidos por los  indicadores elegidos y (c) el grado de subjetividad de los indicadores  seleccionados. Por su parte Kim Jean Lee y Yu (2004)  en un estudio realizado en las empresas de Singapur utilizaron argumentos más  críticos a la industria, utilizaron indicadores financieros de las empresas  manufactureras como el volumen de ventas, la rentabilidad de los activos y la  rentabilidad. Para las compañías de seguro se comparó la tasa de crecimiento de  la empresa para las pólizas de vida y las primas anuales, los ingresos netos de  las inversiones y las tasas de persistencia. Los hospitales fueron un desafío  especial, porque no eran empresas comerciales y no aplicaba la comparación de  ratios, pero se comparó la mejora interna de las tasas de ocupación de las  camas y la reducción de la duración media de la estancia de los pacientes en  las salas, además de la tasa de rotación de personal. La medición de desempeño  en las organizaciones de bienes y servicios es fundamental, existen dos formas  de medir el rendimiento (a) utilizando medidas objetivas y (b) utilizando medidas  subjetivas. Los medidores objetivos utilizan cifras reales de las empresas,  mientras que los medidores subjetivos utilizan las percepciones de los  encuestados (Johannessen, Olaisen, & Olsen,  1999; Pizam, Shapoval, & Ellis, 2016).  Por otro lado la medida de percepción es una medida más coherente de  rendimiento y no varía en términos generales de las medidas objetivas en  términos de precisión ya que si se pregunta a los encuestados medidas  financieras específicas puede generar ansiedad en ellos sobre la  confidencialidad de la información proporcionarían (Asree, Zain, & Rizal Razalli, 2010).
     Según Germain,  Dröge y Christensen (2001) el control de desempeño puede ser de dos  maneras (a) desempeño interno, relacionado con los costos, calidad de productos  y niveles de beneficios y (b) el desempeño de referencias relacionado con los  costes que comparan la calidad, la satisfacción del cliente y las operaciones  desde un punto de referencia de la industria o de sus líderes. Sin embargo Maltz, Shenhar y Reilly (2003) propusieron cinco indicadores para medir el desempeño  organizacional (a) rendimiento financiero, (b) mercado/clientes, (c) procesos,  (d) desarrollo de personas y (e) el futuro. Otros investigadores como Jones, Cline y Ryan (2006) indicaron que el papel de la cultura organizacional  está  fuertemente asociado con el  desempeño organizacional. Indicaron que los líderes deben ser conscientes que  el rendimiento proviene de un comportamiento interdependiente como la  cooperación, el intercambio de conocimientos y la asistencia mutua.
     Con  respecto a la relación entre la cultura corporativa y el desempeño  organizacional para Garibaldi, Wetzel y Ferreira  (2009) los mercados emergentes son los  motores de crecimiento de la economía mundial e indicaron que hay evidencia  creciente de que la incompatibilidad cultural es la principal causa de la falta  de rendimiento proyectado, la salida de los principales ejecutivos y los  conflictos que requieren mucho tiempo en la consolidación de los negocios.  Además Gordon (1991) indicó que  diferentes industrias han desarrollado diferentes modelos culturales y las  recompensas financieras pueden diferir dado el objetivo de hacer hincapié en el  rendimiento a corto o largo plazo. La forma en que una empresa está organizada  y cómo las personas operan dentro de la estructura está fuertemente condicionada  por su cultura. Por lo tanto, concluyó que la cultura es una variable clave que  afecta al rendimiento.
     En diversos  estudios relacionados con la cultura y el rendimiento organizacional realizados  en diferentes tipos de organizaciones, las medidas de rendimiento que se  utilizaron tienden a ser diferentes, pero esto no es una sorpresa, dado que las  medidas de rendimiento generalmente se relacionan en el grado en que cada  organización logra sus objetivos propuestos (Lim,  1995).
Al  considerar la cultura corporativa dentro del marco teórico como un factor  importante para los resultados de la organización, este artículo establece una  revisión conceptual para comprender mejor la relación entre la cultura  organizacional y el desempeño de las empresas. Este estudio utiliza un enfoque  cualitativo, no experimental a partir de la literatura de las investigaciones recientes.  Por su parte Garibaldi, Wetzel y Ferreira  (2009) utilizaron un diseño de  investigación que combinó la investigación cuantitativa con un procedimiento  cualitativo exploratorio para verificar si los indicadores de rendimiento (llevados  a cabo por la sociedad absorbente en una empresa de energía estatal de Brasil  durante la fase posterior a la adquisición) eran compatibles con la cultura  organizacional. Según la percepción de los gerentes y la mayoría de los  empleados los resultados indicaron diferencias sustanciales de cultura  organizacional. Por otra parte los resultados también sugirieron la necesidad  de mejorar la coherencia entre los indicadores de rendimiento y las dimensiones  de la cultura organizacional.
     Lewis (1994), empleó el método de triangulación en un  estudio sistemático en el que examinó la cultura y el rendimiento en relación  con el cambio de estado de una institución educativa de Australia que pasó de  ser un centro de enseñanza superior a una universidad. Con el método de  triangulación, la recogida de datos se realizó durante un período de cuatro  años, incluyendo información tanto cualitativa como cuantitativa que se utilizó  como indicadores de resultados y se compararon con la información obtenida de  las entrevistas etnográficas y se centraron grupos focales que fueron  analizados. Luego del análisis estadístico los resultados indicaron que el  personal habría sufrido una significativa disminución en los valores  relacionados con el trabajo, pero los indicadores de desempeño mostraron resultados  positivos, lo cual sugiere un efecto negativo de la relación entre la cultura y  el rendimiento, contrario al hallazgo de otros investigadores.
Denison (1984) realizó uno de los primeros estudios  cuantitativos para examinar la relación entre la cultura y el rendimiento  organizacional, el estudio se realizó durante cinco años en 34 empresas de los  Estados Unidos. Cada año las respuestas de la encuesta respecto de la  percepción de la organización del trabajo y la participación en la toma de  decisiones resultaron correlacionadas con los datos recogidos al año siguiente  de la rentabilidad de la inversión y las ventas. Las empresas que tienen una  alta percepción de la organización del trabajo fueron consistentemente mejor en  el desempeño en comparación con las empresas de percepción más baja. Cuando  estas empresas se compararon con el resto de la industria los resultados fueron  similares.
     Uno de los estudios más amplios que ha relacionado la cultura  con el desempeño organizacional fue el de Kotter y Heskett (1992), quienes  durante cinco años estudiaron 207 organizaciones para examinar la relación  entre las culturas denominadas fuertes (valores claramente identificables y  coherentes con la forma de hacer las cosas) y el rendimiento a largo plazo. Los  resultados sólo mostraron una correlación moderada entre los indicadores de  cultura fuerte y el rendimiento a largo plazo.
     Lee y Yu (2004) realizaron un estudio en las empresas de  Singapur para evaluar cómo la cultura influye en el rendimiento organizacional  y encontraron que la cultura impacta varios procesos de la organización, sin  embargo obtuvieron resultados contradictorios, la fuerza de los valores culturales  en pocos casos se correlacionaron con el rendimiento de la organización, por  ejemplo se correlacionó con los activos en las empresas manufactureras y el  crecimiento de las primas anuales. No se encontró correlaciones significativas  en los hospitales. Por lo tanto, mientras existe un cierto grado de relación  entre la cultura organizacional y el desempeño organizacional esta relación no  es lo suficientemente fuerte para proponer un modelo que sea aplicable a una  muestra más grande.
     Sin  embargo tres estudios que relacionaron la cultura con el rendimiento  organizacional reportaron datos con resultados exitosos, pero ninguno encontró  una relación firme entre la cultura y el rendimiento organizacional (Frame, Nielsen, & Pate, 1989);  (Lewis D. S.,  1994).
     Cao et al (2015) en un estudio realizado a 317 empresas de diez  diferentes países indicó que tanto el desarrollo y la cultura de grupo se  relacionan positivamente con tres dimensiones de la integración de la cadena de  suministros, sin embargo la cultura racional solo se relacionó positivamente  con la integración interna y la cultura jerárquica está negativamente  relacionada con la integración interna y el cliente. Además identificó cuatro  perfiles de cultura organizacional (a) el jerárquico, (b) el flexible, (c)  planos y (d) perfiles en todos los ámbitos. El perfil plano mostró los más  altos niveles de desarrollo e integración interna, con los clientes y con los proveedores.
     Por su  parte Pennington (2003) estableció cinco  ideas que pueden contribuir a las empresas para mejorar el rendimiento  organizacional al cambiar la cultura corporativa (a) crear un sentido de  urgencia relacionado con el negocio, (b) enfoque en el rendimiento,  estableciendo metas específicas y medir todo, (c) cambiar los sistemas y  estructuras y también mejorar las habilidades, (d) pensar en transiciones para  cambiar el estilo de vida en la organización y (e) crear oportunidades para el  sentido de pertenencia.
     Murphy,  Cooke y López (2013) encontraron que una cultura  corporativa constructiva eleva los niveles de cooperación entre los miembros de  la organización, los niveles de coordinación entre las organizaciones y el  rendimiento organizacional. Las empresas con mayor intensidad de cultura pueden  mejorar su rendimiento indirectamente por la cooperación, pero directamente por  la coordinación.
     Tseng (2010) realizó un  estudio empírico para investigar la correlación entre la cultura organizacional  y la conversión del conocimiento en el desempeño corporativo. Los resultados  indicaron que una cultura de adhocracia (lo opuesto a burocracia) permite la conversión de conocimiento y mejora el  rendimiento corporativo de mejor manera que una cultura de clan.
Los  resultados de la investigación de la literatura indican que si se cambia el  modo en que los empleados ven a la organización por medio de las políticas, prácticas,  habilidades y procedimientos se puede influenciar en el cambio de la cultura  corporativa.
     Los  gerentes deben dar mayor importancia a la cultura corporativa si desean mejorar  el rendimiento organizacional.
     Los  gerentes deben promover la cultura corporativa para mejorar los resultados de  cooperación y coordinación dentro de la organización, ya que estas influyen en  el rendimiento organizacional (Murphy, Cooke,  & Lopez, 2013).
     Los  líderes de las organizaciones deben conocer y considerar seriamente la cultura  de la organización a la hora de establecer los programas de desarrollo  organizacional y potencializarlos reorientando de ser necesario los supuestos,  símbolos y valores en la dirección estratégica de la empresa.
     Uno de  los obstáculos más relevantes en las investigaciones que relacionan la cultura  y el rendimiento organizacional parece estar desde la misma interpretación del término  cultura organizacional, seguido de la decisión de cómo medir esta variable.  Algunos autores recomiendan la triangulación de métodos de recolección de datos  para los indicadores de cultura organizacional, para mejorar la validez  convergente sobre los fenómenos investigados (Glaser,  Zamanou, & Hacker, 1987; Lewis D. S., 1994)  
     Bajo  ciertas condiciones, la cultura organizacional puede ser considerada una  ventaja competitiva. Si las organizaciones alimentan una cultura de adhocracia,  sería más fácil de crear un ambiente donde los trabajadores pueden aprender,  sentirse cómodos y ser más creativos e innovadores, mejorando el rendimiento de  la organización (Tseng, 2010).
En términos conceptuales, esta investigación no resuelve algunas contradicciones en la relación entre la cultura organizacional y el desempeño empresarial, esta revisión de literatura no puede proporcionar explicaciones causales, pero sí resumir los hallazgos amplios y generales que contribuyen a comprender mejor estas relaciones. Este estudio ofrece lineamientos a los gerentes para evaluar y ajustar la cultura organizacional como una variable importante y necesaria para mejorar el desempeño organizacional.
Este estudio realiza aportaciones teóricas mediante la integración de diversos resultados y hallazgos de varios autores que han relacionado la cultura organizacional y el desarrollo de las empresas en las últimas décadas desde diferentes perspectivas de la cultura organizacional. Esta revisión amplia de la literatura profundiza la comprensión de la relación entre la cultura y el desempeño organizacional.
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