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COOPERACIÓN TRANSFRONTERIZA E INTEGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA: LA EXPERIENCIA DEL PROYECTO FRONTERAS ABIERTAS

Coordinadores: José Luis Rhi-Sausi y Dario Conato



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3.6 Cooperación cultural entre pequeñas ciudades gemelas del MERCOSUR

En función de las condiciones de contexto de las pequeñas ciudades de frontera del MERCOSUR y considerando las numerosas experiencias internacionales exitosas, se ha acordado verificar en primer lugar la temática de cooperación cultural.

De esta forma, Fronteras Abiertas diseñó un Programa de “Cooperación cultural entre pequeñas ciudades gemelas del MERCOSUR” cuyo objetivo fue identificar y formular proyectos de cooperación cultural transfronteriza entre pequeñas ciudades contiguas del MERCOSUR para fortalecer la integración regional.

La creación de una ciudadanía cultural transfronteriza es entendida como el derecho y el acceso a los bienes y servicios culturales tanto materiales como simbólicos. Es una relación a la vez individual y comunitaria que busca fortalecer tanto las capacidades de creación, participación y expresión ciudadana como la inclusión en los circuitos de oferta y consumo cultural, toda vez que se funda en una serie de relaciones estables con los espacios culturales transfronterizos que le dan origen. La cooperación cultural estimula la inclusión social y fortalece la integración regional.

Fronteras Abiertas realizó una primera misión en el marco de este programa en la frontera de Mato Grosso do Sul de Brasil con los Departamentos paraguayos de Canindeyú, Amambay, Concepción y Alto Paraguay en el mes de agosto de 2009. Los responsables fueron el CeSPI y el IILA conjuntamente con el Centro de Análise e Difusão do Espaço Fronteriço (CADEF) de la Universidade Federal de Mato Grosso do Sul y la colaboración de la Associaçao dos Municipios de Mato Grosso do Sul (ASSOMASUL), la Asociación de Estudios de Población del Paraguay (ADEPO) y el CIP coordinado por el Ministerio del Interior de Paraguay.

Tras el trabajo de campo y la reflexión del equipo (Rhi-Sausi, 2009b) se seleccionó una serie de proyectos culturales transfronterizos que se encuentran en ejecución a partir del financiamiento de acciones directas. Particularmente se han financiado acciones destinadas a la creación de un grupo de Escuelas de Danza y Música (Arpa y Guitarra) a los largo de la frontera, a la constitución de una Red de Bibliotecas de Fronteras y de una Red de Museos de Frontera, a la realización de festivales de literatura y cuento y se ha brindado soporte a festivales típicos locales y competencias deportivas transfronterizas.

Diagnóstico, Gobernanza y Cooperación Cultural

La cooperación transfronteriza entre ciudades contiguas es una de las modalidades que mayormente favorecen los procesos de integración. Las ciudades fronterizas contiguas, con idiomas y leyes diversas, son espacios particularmente sensibles en las relaciones internacionales de proximidad. Teatros de conflicto o de convivencia pacífica, las ciudades contiguas viven en forma extrema las relaciones entre los países. Comparten a menudo una historia de conflictos y tensiones, pero sobre todo tienen frente a sí un futuro que la geografía les obliga a compartir.

Las ciudades fronterizas constituyen, por consiguiente, uno de los desafíos más interesantes de los procesos de integración. Por ello, la idea de que Fronteras Abiertas se ocupase de “ciudades gemelas” fronterizas en América Latina circulaba desde su fase de formulación. El contexto fronterizo de América Latina, sin embargo, se prestaba poco para estos laboratorios socio-políticos de integración. Los espacios fronterizos latinoamericanos, con excepción de los centroamericanos, son escasamente poblados e incluso aquellos que cuentan con una cierta densidad demográfica se caracterizan por un esquema compuesto de algunas pocas ciudades-polo, normalmente comerciales y de medianas dimensiones, rodeadas por vastas extensiones rurales.

Fronteras Abiertas, gracias a la propuesta del CADEF de la Universidade Federal de Mato Grosso do Sul, decidió centrar su atención en una frontera caracterizada por una aglomeración de once pequeñas ciudades fronterizas contiguas de Mato Grosso do Sul (Brasil) y de cuatro Departamentos de Paraguay (Alto Paraguay, Concepción, Amambay y Alto Paraná). Las once ciudades fronterizas contiguas visitadas han sido: Mundo Novo - Salto del Guairá; Coronel Sapucaia - Capitán Bado; Ponta Porâ - Pedro Juan Caballero; Bela Vista - Bella Vista Norte; Porto Mourtinho - Carmelo Peralta - San Lázaro.

Se trata de ciudades de pequeñas dimensiones con una antigüedad de un siglo, o poco más: las dos mayores de ellas no superan los 75 mil habitantes (Ponta Porâ y Pedro Juan Caballero) y la más pequeña cuenta apenas con 2.500 habitantes (Carmelo Peralta). En algunas de estas ciudades las líneas fronterizas ni siquiera se “sienten”. Son fronteras secas dividas por una calle o un camellón. Las otras tienen fronteras húmedas atravesadas por ríos comunicantes que con sus cauces caprichosos tampoco respetan los límites fronterizos. En ninguno de estos casos es necesario algún documento para cruzar la frontera .

Ciudades caracterizadas, de consecuencia, por una fuerte y estrecha relación de proximidad: física, cultural e incluso familiar. Una frontera porosa, abierta hacia adentro y hacia afuera: los forasteros de primera y segunda generación son numerosos. Sus residentes cuentan con una amplia variedad de orígenes regionales, nacionales y lingüísticos, pero que han logrado codificar una comunicación rica y fluida en tres idiomas “oficiales”: el español, el guaraní y el portugués.

Este cluster de pequeñas ciudades fronterizas permitió al equipo de Fronteras Abiertas observar desde cerca cómo se manifiesta (y se vive) la integración regional en los territorios fronterizos . En realidad, como se verá más adelante, no sólo permitió “observar desde cerca” sino, sobre todo, observar desde otro ángulo visual el proceso de integración. Por otra parte, las ciudades contiguas de frontera permitieron verificar una modalidad de cooperación transfronteriza: la metodología de las twinning cities, tan importante en el desarrollo de integración europea.

En realidad, el enfoque twinnig cities había sido parcialmente descartado por las mencionadas características de las fronteras latinoamericanas y había sido parte de las interesantes discusiones realizadas con SEBRAE Nacional y SEBRAE Paraná en la fase de formulación de su programa Fronteiras do Brasil. Se entendía que para el tipo de proyectos que promueve y realiza SEBRAE (apoyo a micro, pequeños y medianos empresarios para el desarrollo económico territorial), el enfoque de ciudades gemelas presentaba grandes dificultades para ser estructurado. La frontera brasileña, en efecto, cuenta con amplios espacios “vacíos” en términos poblacionales y una estructura de ciudades mayoritariamente pequeñas y dispersas, salvo en algunas áreas específicas. En otros términos, resultaba bastante natural dar prioridad a la faixa fronteriza más que a la linha fronteriza.

La prudencia inicial al organizar la misión exploratoria de Fronteras Abiertas por las pequeñas ciudades fronterizas radicaba en el razonamiento anteriormente descrito que implicó excluir algunas temáticas de la eventual propuesta proyectual, en particular la temática del desarrollo económico local .

Como resultado de esta primera reflexión, se optó por concentrar la misión en tres objetivos: 1) por un lado, identificar los principales elementos analíticos para la elaboración de un diagnóstico integral de una frontera constituida por ciudades gemelas;

2) por el otro, relevar problemas y eventuales soluciones de gobernanza territorial transfronteriza en ciudades gemelas de frontera y 3) por último, concentrar la atención temática y proyectual en la dimensión cultural de la cooperación transfronteriza de ciudades gemelas.

Privilegiar la temática cultural no era una opción arbitraria. Ya la experiencia acumulada por Fronteras Abiertas en otros contextos fronterizos latinoamericanos había mostrado como la dimensión cultural, al igual que el ambiente, constituyen un eje temático prioritario. Por otra parte, la experiencia de la cooperación descentralizada italiana en los Balcanes, acompañada y estudiada por el CeSPI (CeSPI y OICS, 2007), había demostrado la “potencia” de la cultura en los procesos de construcción para la buena convivencia y la integración. A esto, se debía sumar en forma más específica los valiosos estudios sobre la zona fronteriza en cuestión realizados por el CADEF que mostraban una particular vivacidad y demanda cultural en estas pequeñas ciudades fronterizas. Sin lugar a dudas, el fatigoso proceso de construcción de identidad, particularmente sentido en esta frontera, ha convertido la temática cultural en una agenda prioritaria.

Elementos para un diagnóstico y una reflexión de la frontera Mato Grosso do Sul - Paraguay

La frontera de las ciudades gemelas se caracteriza por la riqueza de sus recursos naturales (agua dulce y tierra en abundancia). Se trata de una frontera que basa su economía en dos ejes predominantes: (a) una economía rural extensiva (soja y ganadería) presente en ambos lados de la frontera y (b) una economía comercial de bienes globalizados de alto consumo en la frontera paraguaya, particularmente activa y creciente en las ciudades de Pedro Juan Caballero y Salto del Guairá.

La estructura social de esta frontera refleja estas coordenadas económicas: ricos propietarios de tierra (sobre todo brasileños), nuevos ricos en el sector comercial (sobre todo extranjeros asiáticos), un sector medio pequeño (pero muy activo), concentrado en las actividades de servicios y en la administración pública, y una población mayoritaria pobre (y paupérrima), poco calificada y bastante fluctuante.

Por otra parte, la frontera de las ciudades gemelas no ha sido incorporada en forma significativa en los procesos infraestructurales de la integración física sudamericana. Esta relativa marginalización se traduce en vías de comunicación terrestres y fluviales deterioradas poco funcionales a la creciente producción agrícola y comercial que se ha registrado en la zona en los últimos años.

Por último, va señalado que las ciudades gemelas fronterizas son también escenario de crecientes tráficos ilícitos. A su vieja tradición de “tierra de contrabando” se ha agregado un “corredor de droga” generado por actores externos al territorio que, sin alcanzar niveles colombianos o mexicanos, produce altos niveles de violencia.

Algunos elementos específicos de las ciudades gemelas

1. Ciudades asimétricas en la dotación de recursos públicos. Las ciudades gemelas se presentan bastante diferenciadas en lo que respecta a las políticas públicas de los dos países. Esta asimetría, se observa en forma evidente en los presupuestos municipales que disponen las intendencias paraguayas y las prefeituras brasileñas de las ciudades contiguas. Inclusive en aquellos casos caracterizados por una población similar, los municipios fronterizos brasileños disponen de partidas de gasto 10 o 15 veces superiores a las de las ciudades paraguayas. Esta asimetría de las ciudades contiguas fronterizas en la provisión de servicios públicos no depende tanto de las características intrínsecas de sus municipios, cuanto de la presencia de las políticas públicas nacionales en las áreas fronterizas. Baste pensar que ciudades como Pedro Juan Caballero o Salto del Guairá en Paraguay no producen menos riqueza o disponen de una estructura urbana menos consolidada que sus ciudades gemelas brasileñas de Ponta Porâ o Mundo Novo. Es el diferencial de país, por un lado, y el grado de presencia del Estado nacional, por el otro, lo que explica la asimetría. La acción del gobierno brasileño se manifiesta en el peso que tiene en las partidas presupuestarias de estos municipios , que a su vez expresan diferentes tratamientos fiscales (en entrada y en destino), así como en los mecanismos de co-participación entre el gobierno nacional y los gobiernos locales . La acción del gobierno nacional también se manifiesta en el impacto que tienen en estas áreas sus políticas económicas y sociales (salud y educación, en particular). Si bien esta asimetría tiene orígenes históricos, su crecimiento y ampliación están estrechamente asociados a las acciones más recientes del gobierno brasileño.

2. Ciudades comunicantes. Las ciudades contiguas mantienen una interacción intensa y dinámica. Estas pequeñas ciudades gemelas están bastante lejos de ser ciudades-fortines encerradas en sí mismas. Se trata, por el contrario, de ciudades de intenso intercambio, sobre todo en términos de movilidad humana. Los flujos de tránsito de personas son constantes y alternan sólo su composición social. La impresión, sin embargo, es que la movilidad y la interacción se desarrolle mucho más en los espacios sociales (escuela, hospital, visita a parientes, restaurant) y comerciales (relaciones de compra-venta) que en los espacios económico-productivos y del mercado de trabajo. Esto es debido fundamentalmente a las dimensiones demográficas y a la reducida complejidad del tejido productivo del contexto urbano.

3. Ciudades vulnerables. Como tantas otras ciudades de frontera, estas ciudades gemelas cuentan con “mala fama”. En años recientes la prensa nacional brasileña ha revelado que, en términos relativos, Coronel Sapucaia es la ciudad más violenta de Brasil . Y la “mala fama” persigue también a las ciudades fronterizas paraguayas. No se cuenta, ciertamente, con elementos suficientes para afrontar el tema de seguridad en forma acabada, pero lo que si se puede afirmar es que se trata en todos los casos de ciudades vulnerables. La fragilidad de sus tejidos económicos y sociales, hacen posible que estas pequeñas ciudades puedan convertirse en territorios de caza de la delincuencia. La porosidad de su frontera, la facilidad de acceso de sus vías de comunicación, la creciente demanda de estupefacientes en mercados ricos como Brasil y Argentina, pueden efectivamente convertir esta frontera en un corredor latinoamericano de droga, con dimensiones mucho mayores que las existentes actualmente .

4. Ciudades gobernadas. En este cuadro de potencial peligro, sin embargo, no es justo ofrecer una idea equivocada de “ciudades desguarnecidas”. Las instituciones de seguridad existen y funcionan. La presencia militar brasileña es histórica, consistente y bien preparada. Y la impresión que se tiene a partir del diálogo con los aparatos policiales es que se trabaja seriamente en la coordinación bi-nacional de seguridad. Por otra parte, la presencia institucional no se limita a las temáticas de seguridad, las ciudades gemelas de frontera cuentan con una sólida institucionalidad democrática. En la mayoría de los casos cuentan con una clase política local comprometida e innovadora, que abarca los principales partidos del arco constitucional de ambos países.

Necesidad de una visión (y de una política) estratégica de frontera

De estos elementos, se destaca la necesidad de una visión articulada que permita confrontar y construir políticas estratégicas de Brasil y Paraguay en su frontera compartida. Todavía se expresan lugares comunes y se constata una fatiga para actualizar una visión de frontera capaz de captar sus potencialidades en el desarrollo de la integración. En términos generales, para Paraguay todavía se trata de una frontera dejada a su suerte, aunque se registra un cambio de actitud. Relevante, en este sentido, es la iniciativa del Ministerio del Interior paraguayo de crear el Comité Interministerial de Población (CIP), que indica entre sus objetivos prioritarios a las ciudades fronterizas (Ministerio del Interior del Paraguay, Comité Interministerial de Población, 2009b). Por su parte, para Brasil el objetivo de Estado presente en las fronteras se ha alcanzado sustancialmente en estas ciudades. La impresión, sin embargo, es que en el cuadro geopolítico brasileño y en razón de sus ambiciones de actor regional y global, se trata de un objetivo mínimo, insuficiente para articular una visión y una política para sus quince mil kilómetros de frontera. Dotar su propia frontera de seguridad, institucionalidad y recursos materiales es fundamental, pero ello comporta nuevas responsabilidades porque, por un lado, acrecienta las asimetrías con sus vecinos y, por otro lado, desplaza sólo algunos kilómetros muchos de los problemas que pretende resolver.

Seguramente en las oficinas de Brasilia y de Asunción estas temáticas son tratadas y debatidas. Lo que Fronteras Abiertas se propone es recoger los puntos de vista de los actores locales de frontera como una contribución a los esfuerzos de los gobiernos nacionales en la construcción de una visión estratégica compartida de su frontera. En términos analíticos se propone la adopción de un enfoque integral de cuatro agendas prioritarias que comparten las ciudades fronterizas gemelas consideradas. En términos prácticos, Fronteras Abiertas con la colaboración del CADEF de la UFMS, realizará una consulta entre testimonios privilegiados (autoridades municipales y regionales, empresarios, intelectuales, organizaciones de la sociedad civil) de los actores locales con base en los puntos que a continuación se indican. Para cada uno de los puntos se hará una breve presentación y se formulará una batería de preguntas (cerradas y abiertas). Con base en esta consultación será elaborado un documento de síntesis.

1) Agenda económica:

Los límites de lo existente:

1.1. Más allá de la soja y la ganadería

1.2 ¿Estamos en el ciclo conclusivo de las ciudades comerciales basadas en la baja fiscalidad?

Nuevas perspectivas de integración y complementariedad económica

1.3 La hipótesis de una industria maquiladora transfronteriza

1.4 La hipótesis de un tejido de micro y pequeñas empresas

1.5 La hipótesis de producción de agricultura biológica

1.6 La(s) hipótesis turística(s)

1.7 La hipótesis de centros logísticos de los corredores infraestructurales

2) Agenda de seguridad

2.1 ¿Nuevo corredor del narcotráfico?

2.2. Informalidad, contrabando y propiedad intelectual

2.3 Seguridad ciudadana y violencia juvenil

2.4 Trata de personas

3) Agenda política bilateral

3.1 La “brasilianización” y la “desparaguayización” de la frontera: dos caras de la misma moneda

3.2 Movilidad de bienes y personas en la línea fronteriza

3.3 Ciudadanía e indocumentación

3.3 Migraciones internas y colonización

4) Agenda social

4.1. Servicios de salud

4.2 Servicios educativos

5) Recursos financieros y cooperación internacional

5.1. MERCOSUR y FOCEM

5.2. Propuestas y proyectos para la cooperación internacional

Institucionalidad y gobernanza transfronteriza en ciudades contiguas

Los problemas de institucionalidad y gobernanza en las áreas fronterizas latinoamericanas constituyen uno de los principales desafíos de los procesos de integración regional. Durante el Foro de Ciudad del Este (29-30 de abril de 2009) se ha podido, en parte, discernir sobre la situación en el MERCOSUR. Además esta temática constituye uno de los ejes de colaboración de Fronteras Abiertas con el FCCR (Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del MERCOSUR) y Mercociudades.

Las ciudades contiguas fronterizas de Brasil y Paraguay, por un lado, confirman este déficit de institucionalidad funcionante y articulada, capaz de ejercitar una gobernanza del territorio fronterizo. Por otra parte, en estas ciudades contiguas fronterizas se registra una especificidad propia, así como algunas experiencias interesantes de gobernanza en el nivel local que merecen ser tenidas en cuenta.

La principal especificidad de la frontera de las ciudades contiguas entre Brasil y Paraguay es que no se verifica ninguna tensión binacional en particular. No solamente las estrechas relaciones entre las poblaciones de ambos lados explican esta situación de paz social, sino también esto es debido a la ausencia de cualquier contencioso fronterizo en este territorio por parte de Brasil o Paraguay.

Esta condición de convivencia pacífica constituye una base propicia para desarrollar mecanismos de gobernanza territorial, que a su vez pueden ser favorecidos por el proceso de construcción de una identidad fronteriza compartida . Los cimientos de una cultura de la convivencia, se constituyen en base de la integración fronteriza, pues el capital social producto de las interacciones entre ambos lados de la frontera permite generar un conjunto de valores y normas informales compartidos por las poblaciones locales con el fin de cooperar ampliamente y sobre temas de diversa índole. De esta generación de confianza mutua pueden derivar una serie de externalidades positivas sobre las cuales estructurar, no solamente la gobernanza territorial, sino también la interacción con los otros niveles institucionales (subnacional, nacional e internacional) que ponga las bases para una gobernanza multinivel.

La autoorganización de las poblaciones locales sólo puede concretarse bajo ciertas condiciones diferenciadas, una de ellas es la cultura de la convivencia, y no está dicho que exista una única fórmula universal para lograr la coordinación de los grupos humanos poblacionales; por ello en el presente informe se han intentado reflejar las particularidades de la frontera en cuestión que, actuando como condicionantes o estimuladores, pueden afectar la cooperación transfronteriza.

Si bien las pequeñas ciudades fronterizas cuentan con una estructura de autoridad local bastante similar a otros contextos latinoamericanos: un Intendente o Prefeito elegido por sufragio universal y en elecciones directas y una Junta Municipal o Concelho Municipal en el que se encuentran representados los concejales o los vereadores en un número determinado de acuerdo a la población local, lo que llama la atención es el notable ejercicio de control democrático que realizan los concejales o vereadores sobre la acción del gobierno municipal.

En términos institucionales se presenta como novedosa la presencia de un mecanismo de articulación local transfronterizo que se ha dado en llamar PARLIM (Parlamento Internacional Municipal) (Nunes de Oliveira, 2006). El mismo es definido por los vereadores que lo crearon como un organismo propuesto por las “Câmaras Municipales” que busca constituirse en un Foro permanente para las ciudades vecinas de frontera.

El PARLIM surge, en primer lugar, con el objetivo de debatir problemáticas y necesidades comunes de la línea fronteriza y, en segundo lugar, se fundamenta en el diseño y creación de mecanismos conjuntos de acción institucional que se puedan desarrollar y aplicar a ambos lados de la línea fronteriza. Estos argumentos son fuente para encuadrar al PARLIM como un esfuerzo por favorecer una gobernanza institucional de esta frontera .

La propuesta nació en paralelo en ambos lados de la frontera: la Câmara Municipal de Ponta Porà y la Junta Municipal de Pedro Juan Caballero, obteniendo rápida aprobación en agosto de 1999. A partir de allí, el PARLIM se transformó en objeto de varias interpretaciones jurídicas toda vez que se convertía en un mecanismo posible de replicar en otras ciudades gemelas de frontera. El PARLIM persigue la complementación y armonización de las legislaciones locales que rigen ambos municipios a la vez que estimula la realización de parcerias específicas para la resolución de los conflictos de intereses que afectan a la frontera.

Es importante destacar que el PARLIM tiene personalidad de derecho público nacional, creada por las juntas o concejos municipales y replicada en ambos países, en ningún momento se trata de un organismo internacional, ni intergubernamental, ni transnacional. Funciona a partir de los Reglamentos Internos desarrollados en ambos lados de la frontera, de idéntica naturaleza e idéntico contenido en el articulado, factible de ser desarrollado por poblaciones pequeñas y medianas de hondo conocimiento en donde la estructura jurídica ha podido ser debatida y consensuada. El PARLIM procura la construcción de una agenda común que ha permitido llevar adelante el hermanamiento de ambas ciudades y se ha demostrado como un mecanismo interesante para poder materializar, en términos de responsiveness, algunas de las preferencias expresadas por la ciudadanía local.

Fronteras Abiertas se ha comprometido con las autoridades locales de estas municipalidades a profundizar en el análisis jurídico-institucional del PARLIM. Este mecanismo institucional se presenta como un instrumento de relativa eficiencia que puede ser fácil y rápidamente replicable en ciudades gemelas con poblaciones de pequeño y mediano tamaño y en el ámbito de un proceso de integración como el MERCOSUR con características intergubernamentales.

El fortalecimiento de las administraciones locales y la coordinación inter-institucional para el desarrollo territorial ha sido una de las preocupaciones de Fronteras Abiertas desde el momento de la formulación del proyecto, por ello ha entendido conveniente estimular las relaciones de cooperación con las redes internacionales y regionales de ciudades más activas en la materia. En este sentido, se ha estimado conveniente la firma de un acuerdo de Fronteras Abiertas con la Red de Mercociudades y el FCCR que, con base en la complementariedad, pretende estructurar una serie de actividades que puedan dinamizar los estudios, propuestas institucionales y proyectos en materia de cooperación descentralizada y transfronteriza entre el MERCOSUR y la Unión Europea.

Una mayor vinculación de los municipios fronterizos en el marco de la Red de Mercociudades, podría verse favorecida a partir de la constitución de un Grupo de Trabajo de Ciudades de Frontera. Hoy en día más de 40 ciudades de frontera forman parte de Mercociudades (pero podrían ser más numerosas) sobre un total de 200, presentándose la particular presencia de varias ciudades gemelas.

Por otra parte, resulta importante dinamizar el acuerdo firmado entre el Parlamento del MERCOSUR y el FCCR con el objetivo de favorecer la constitución de una Comisión de Asuntos Fronterizos en el seno de dicho parlamento regional. Así como, es significativo estimular el sistema de interconsultas firmado entre ambos organismos. En este contexto se recuerda que Fronteras Abiertas ha propiciado la formación de una Red de Parlamentarios de Frontera (presentada en el Foro de Ciudad del Este), en la medida que considera esencial el diálogo y la creación de nuevos vínculos entre los parlamentarios elegidos en el territorio fronterizo y las entidades representativas de las localidades de frontera .

Cultura y desarrollo en ciudades fronterizas

La cultura como condición del desarrollo. Un primer elemento que debe ser considerado es que la dimensión cultural en estas pequeñas ciudades fronterizas no es percibida como una consecuencia del desarrollo. La demanda cultural no es una demanda inducida por un determinado grado de crecimiento económico alcanzado. Por ejemplo, la necesidad de construir un espacio cultural (auditorio, teatro, casa de la cultura) no obedece a la existencia de condiciones socio-económicas satisfactorias que permitan destinar recursos para las actividades culturales. Por el contrario, la cultura es concebida como una condición del desarrollo. La dimensión cultural constituye una variable independiente capaz de generar desarrollo. De ahí que las expresiones culturales existentes en estas pequeñas ciudades fronterizas busquen una conexión permanente con la participación social (un público) y con una función económica (un consumidor). Y no es casual que estas ciudades fronterizas expresen sus formas culturales en festivales populares donde el público es el principal protagonista.

Cultura e identidad. La importancia que los fronterizos de las ciudades gemelas le otorgan a las manifestaciones culturales está estrechamente vinculada a la temática identitaria. La identidad (¿quiénes somos?) condiciona enormemente la vida social y económica fronteriza (¿qué hacemos?). El ser precede al hacer. Por ello las relaciones entre cultura e identidad constituyen, en el contexto de las ciudades gemelas fronterizas, un debate vivo, explícito y participativo. Son numerosas las formas que adopta esta búsqueda.

De ellas se pueden destacar tres tipologías de construcción cultural de identidad:

o La recuperación de historia compartida. Tratándose de una frontera que fue teatro importante de la guerra de la Triple Alianza (1865-1870), la búsqueda de una historia compartida y pacífica constituye un importante objetivo de la identidad fronteriza. Este es el caso del Festival de la Hierba Mate de Ponta Porâ y Pedro Juan Caballero que reconduce al nacimiento de la población Punta Porá (Bonita,) en la trayectoria de la vía de la hierba mate, como origen de las dos actuales ciudades gemelas.

o La construcción de interculturalidad mediante la actualización y la hibridación de tradiciones populares. Este el caso de la Fiesta Desafio do Touro Candil de la ciudad brasileña de Porto Mourtinho que ha convertido una tradición religiosa-popular paraguaya (Toro Candil) en una iniciativa de interculturalidad con gran participación popular de ambos lados de la frontera. Con esta fiesta se busca re-crear una comunidad cultural fronteriza.

o La musicalidad de la frontera. La música constituye la mayor fortaleza cultural de estas ciudades fronterizas. La música de cuerdas (guitarra y arpa, en particular) es el lenguaje unificante y todas estas ciudades cuentan, aunque sea en pequeña escala, con escuelas de música, orquestas, coros y bandas musicales.

La identidad buscada por las ciudades fronterizas se propone como una identidad complementaria y no como una identidad sustitutiva. Las identidades nacionales, por ejemplo, son tan sentidas y consolidadas como en Brasilia o Asunción. No están en juego, ni se cuestionan, los valores nacionales. El punto que se pone en relieve es que mientras para el brasileño de São Paulo resulta “natural” ser también paulistano, para el paraguayo de Pedro Juan Caballero o para el brasileño de Ponta Porâ es necesario un ulterior esfuerzo para “construir” una identidad fronteriza que los unifique, que los haga superar las fracturas del pasado y las asimetrías del presente, que les permita edificar un futuro compartido.

Cultura y desarrollo. Las condiciones específicas de la dimensión cultural en estas pequeñas ciudades fronterizas permiten identificar algunas hipótesis interesantes en las relaciones entre cultura y desarrollo económico y social.

Una primera hipótesis hace referencia al sector turismo como posible vía de desarrollo de esta zona. Específicamente se podrían considerar los elementos culturales producidos y demandados por el territorio como uno de los puntos de partida para la oferta turística. En no pocas ocasiones, la relación cultura-turismo que se propone en América Latina resulta abstracta y adulza al territorio que se pretende desarrollar, sobre todo, se consideran sólo marginalmente las expresiones culturales presentes y vigentes de las poblaciones locales. El prejuicio hacia lo que viene considerado como “baja” cultura permea muchos de los proyectos turístico-culturales que se proponen. Es evidente que las formas culturales de estas localidades contienen numerosos elementos kitch, no muy diferentes, por lo demás, de los contenidos en fiestas europeas consolidadas como la Oktoberfest de Munich o las tantas conmemoraciones a los productos alimenticios en Italia (Sagra della Castagna o Sagra della Porchetta). Pero es igualmente evidente que su carácter de cultura popular los hace enormemente atractivos para un público regional carente de propuestas culturales, bajas o altas o como sean. Con una base mínima de economía turística ligada a las expresiones culturales locales se vuelve posible construir una oferta cultural más rica y diversificada, que ciertamente incluya expresiones de “alta” cultura. Como la creación de una orquesta sinfónica propuesta (y soñada) por el dinámico Intendente de Salto del Guairá.

Una segunda hipótesis interesante que propone la cultura local es la posibilidad de generar empresas de la industria creativa. La alta propensión musical de esta frontera podría generar pequeñas pero dinámicas cadenas productivas: manufactura artesanal de instrumentos musicales, en particular del arpa; casas de producción de música local; grupos de danza y música profesionalizados; etc.

Por último, una tercera hipótesis que podría generar la cultura local es la artesanía. En general, no se parte de una artesanía de niveles refinados, como la mexicana o la peruana, salvo en algunos casos de comunidades indígenas, como el caso de la excelente alfarería Cayu’el en las cercanías de Porto Mourtinho. Sin embargo la existencia de destrezas y manualidades históricas puede ser la base para una producción de nuevos productos “hechos a mano” con buenas perspectivas de mercado, gracias a la posibilidad de interceptar el dinámico turismo de compras.

Cooperación cultural transfronteriza. El significativo peso de la cultura en estas comunidades fronterizas no constituye, sin embargo, un dato adquirido. Las expresiones culturales y la demanda de cultura son procesos de construcción social. Requieren ideas y recursos financieros. No existen procesos irreversibles y siempre positivos de la cultura popular. Baste pensar como una tradición musical popular mexicana como el corrido ha sido casi monopolizada por el narcotráfico. Sin una oferta cultural viva y diversificada la demanda se vuelve raquítica y poco exigente. Y con ello no se despliega una relación funcional entre cultura y desarrollo.

Por estas razones, Fronteras Abiertas se propone apoyar la cooperación cultural entre las ciudades gemelas con base a cuatro líneas proyectuales principales:

1. Promoción de espacios culturales. La creación y consolidación de espacios culturales transfronterizos constituye una de las exigencias más sentidas por las ciudades gemelas: La ausencia de una “infraestructura” física para la cultura constituye una de los mayores límites para la ampliación y diversificación de la oferta cultural. La mayor parte de estas pequeñas ciudades no dispone de auditorios, teatros, bibliotecas , en síntesis de espacios culturales donde desarrollar las actividades. No se trata de pensar que el “espacio” crea la cultura, sino de acompañar e impulsar el enriquecimiento de la oferta cultural, mediante un proceso de “infraestructuración” cultural que permita satisfacer y dar continuidad a la demanda cultural real y potencial. La creación de espacios culturales polivalentes, mediante la utilización del patrimonio de arqueología industrial en desuso, constituye un buen ejemplo de este proceso. Este el caso de la FUNCESPP (Fundação de Cultura e Esporte de Ponta Porâ), la cual mediante la reconversión de la vieja estación de ferrocarril en un centro cultural y deportivo ha generado un espacio importante de agregación social de niños y jóvenes brasileños y paraguayos. La necesidad de un mínimo de pequeña infraestructura civil también se puede observar en la carencia de bibliotecas. En las pocas existentes, los estudiantes forman grupos numerosos alrededor de un libro. Una sugerencia muy interesante planteada por las autoridades locales de las ciudades brasileñas y paraguayas con frontera seca es la creación de espacios culturales en la línea fronteriza, esto es, convertir simbólicamente en integración la frontera misma.

2. Promoción de la formación cultural. La demanda de formación (música, danza, teatro, artes visuales) por parte de niños y jóvenes es particularmente alta en estas ciudades fronterizas. Como se ha señalado anteriormente en estas comunidades existen escuelas de música, orquestas, coros, bandas y grupos culturales. Ya se hace tanto en proporción a los recursos disponibles, sin embargo la demanda es muy superior a la oferta. Por ello, un programa de cooperación cultural transfronteriza debe dar prioridad al desarrollo de esta línea de trabajo. Se trata de actividades con un fuerte impacto social que crean alternativas concretas para la vida cotidiana de los niños y jóvenes de estas ciudades. El pequeño fondo de “acciones directas” que dispone Fronteras Abiertas para co-financiar pequeños proyectos ha sido dedicado a este objetivo .

3. Promoción de momentos culturales de agregación social. Los festivales populares constituyen la principal forma de expresión de la identidad cultural de estas pequeñas ciudades fronterizas. Se trata, en la mayoría de los casos, de festivales en proyecto o en construcción. La cooperación transfronteriza resulta fundamental para involucrar la comunidad bi-nacional, definir los temas identitarios, enriquecer y diversificar la oferta cultural, encontrar soluciones compartidas a la financiación de estos eventos.

4. Promoción de una economía basada en las expresiones culturales. Como se ha dicho anteriormente, en estas ciudades fronterizas la cultura no solamente constituye una de las condiciones al desarrollo, sino también se puede proponer como generadora de desarrollo. La cooperación cultural transfronteriza se puede proponer crear una economía de la cultura que coadyuve los proyectos de desarrollo económico local. Las líneas identificadas: oferta cultural para el turismo, industria creativa y artesanías, constituyen un buen punto de partida.

En términos operativos, Fronteras Abiertas ha concordado con los actores locales formular un programa de cooperación cultural transfronterizo para las ciudades gemelas que será propuesto para su co-financiación a la cooperación multilateral y bilateral.

Cooperación cultural transfronteriza y descentralizada MERCOSUR – Unión Europea

La cooperación cultural transfronteriza es una línea que Fronteras Abiertas entiende verificar como su estrategia para las pequeñas ciudades gemelas fronterizas del MERCOSUR pudiendo encontrar socios y aliados en las ciudades italianas -y europeas en general- para desarrollar su agenda cultural transfronteriza y transnacional.

Otra hipótesis de cooperación internacional que Fronteras Abiertas entiende verificar es si las pequeñas ciudades gemelas fronterizas pueden encontrar socios y aliados en las ciudades italianas -y europeas en general- para desarrollar su agenda cultural. Extender el proceso de hermanamiento a ciudades italianas y europeas prefigura formas innovadoras de cooperación cultural descentralizada a modalidad triangular. La riqueza cultural acumulada, así como la generosidad demostrada, por las ciudades italianas y europeas que participan en la cooperación internacional podría dar un notable valor agregado a la cooperación cultural que realizan las pequeñas ciudades gemelas. En este contexto, se ha fijado una reunión con la Sezione Italiana del Consiglio dei Comuni e delle Regioni d'Europa (AICCRE), la cual considera los hermanamientos como un instrumento fundamental de la cooperación internacional descentralizada.

En este sentido sería interesante evaluar la posibilidad de diseñar y desarrollar programas de “ciudadanía cultural” impulsados por los municipios de frontera de Mercociudades con apoyo de la Red Cultural MERCOSUR. Una red integrada por artistas, productores y gestores culturales con el objetivo de dinamizar la interacción geográfica y cultural del MERCOSUR, entendiendo la creación artística y la realización de proyectos socio-culturales como un factor fundamental para la integración territorial .

Por otro lado, ante el interés despertado por las acciones y reflexiones desarrolladas por Fronteras Abiertas se ha programado una segunda “misión cultural” a las fronteras de Uruguay con Brasil y Argentina y de Paraguay con Argentina. Solamente basta pensar que “el Paraguay y la Argentina tienen, a lo largo de 1.700 kilómetros de vecindad fronteriza, una población de 5 millones de habitantes de ambas nacionalidades (64% de lado paraguayo y 36% del lado argentino), que viven una realidad propia y una identidad que los asemeja, de modo que argentinos y paraguayos de la frontera “se parecen más a sí mismos que a los connacionales de sus respectivos países’, conviviendo en una suerte de mestizaje territorial” (Ministerio del Interior del Paraguay, Comité Interministerial de Población, 2009).


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