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TEORÍA ECONÓMICA Y ALGUNAS EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS RELATIVAS A LA AGROINDUSTRIA.

Francisco Javier López Macías
Pepe Castrillón

 

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CAPÍTULO 1. CONCEPTUALIZACIÓN SOBRE AGROINDUSTRIA.

1.1. INTRODUCCIÓN.

El presente capítulo se propone hacer un análisis de la integración de la agricultura con la industria, y, luego, su desarrollo con la agricultura y su incidencia en las recientes transformaciones que han sufrido las empresas y el sistema agroindustrial.

Se profundiza en la evolución del concepto de agroindustria desde las economías antiguas hasta la evolución más reciente del mismo. Se espera que este estudio sea útil a las personas involucradas en los temas económicos y agroindustriales.

1.2. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE AGROINDUSTRIA (AI).

Las economías antiguas fueron preponderantemente sociedades agrícolas, ya que las comunidades vivían de la producción de la tierra, y por ende, la capacidad para sostener una población no agrícola era muy limitada, dados los bajos niveles técnicos y la reducida productividad de la agricultura.

Del trueque se pasó al uso de la mercancía moneda y, de allí, al uso de la moneda (en un principio metálica y, luego en papeles o documentos representativos de su valor), a pesar de ello, aún, se presentaba una anarquía monetaria y grandes manipulaciones especulativas con las monedas regionales y, posteriormente, nacionales.

Prevalecían en la época un escaso y rudimentario sistema de comunicaciones y transportes, lo que implicaba una economía consuntiva o de consumo.

Los fisiócratas, analizaron el potencial excedente generado en la agricultura, ocupándose en forma independiente de los incipientes procesos industriales que conocieron, pero desligándolos de la producción primaria, a la cual consideraban como la esencialmente productiva. En esta escuela Económica Francesa, se exaltaron las virtudes del campesino, argumentando que la riqueza provenía de la naturaleza.

El transporte en el ámbito terrestre se fundamentaba en la tracción humana y animal, el uso de la rueda y los carromatos articulados. En el nivel fluvial y marítimo se soportaba en pequeñas embarcaciones de poco tonelaje, apoyadas en el uso de remos y en el aprovechamiento del viento por el uso de la vela. De allí, se llegó al establecimiento de marinas mercantes y mucho después, a las líneas de navegación a vapor.

Para nutrir la naciente industria se requería de la generación de excedentes sociales producidos en la agricultura, lo cual fue propiciado por mejoras agrícolas, tales como: los canales, los pozos de irrigación, el mejoramiento de las herramientas y equipo agrícola, que condujeron a aumentos en la productividad.

Eric Roll (1983), evaluando la concepción económica de la doctrina fisiocrática, decía que ellos con Francoise Quesnai (1694-1774) como su principal exponente, tenían gran interés en la agricultura y en la producción de alimentos, por cuanto que “En la agricultura es donde se ve más fácilmente la diferencia entre los bienes producidos y los bienes consumidos. En ella, la cantidad de alimentos que el trabajador consume, mas lo que se usa como semilla, es, por término medio, menos que la cantidad de producto que se abastece de la tierra”.

Es así como, las sociedades antiguas y la economía medieval se sustentó en la producción agrícola. Cuando Adam Smith (1723-1790), analizó los orígenes de la Revolución Industrial, hacia 1750, encontró la transformación de una sociedad esencialmente agrícola y luego comercial, en otra en que la manufactura industrial, se convertiría en la manera preponderante de organización de la vida económica, la cual siguió durante varios siglos, hasta el actual predominio del sector servicios (la terciarización de la economía del siglo XXI).

En la riqueza de las naciones, Adam Smith hace una reflexión profunda sobre el origen de los sistemas económicos, destacando la existencia histórica de 4 fases de desarrollo de la humanidad: un estado rudo de cazadores, el estado de la agricultura nómada, el estado feudal y agrícola y la interdependencia comercial.

En la última fase, que llamó de libre mercado o libertad perfecta, es en la cual se darían los mecanismos de autorregulación y está conformada por salarios y asociaciones. La sociedad se estructura en tres clases sociales: los trabajadores, los terratenientes y los industriales, que funcionaban en un sistema de competencia (todo estaba regulado por la competencia), en el cual se daba la interacción entre los salarios, las rentas, los beneficios y los precios naturales.

Se considera que los deseos egoístas del ser humano y el deseo de acumulación de riqueza, facilitan el crecimiento y la expansión económica. En el Sistema Smithiano (Esmithiano), se propone que la oferta de factores productivos puede cambiar en forma autónoma e imprevisible.

Al surgir un mercado masivo, derivado del proceso de urbanización, la creación de nuevos poblados y aldeas conformaron los centros urbanos, que al aumentar la población crearon a su vez nuevos mercados de consumo, que dieron origen a la aparición de fábricas como centros de la vida económica y social.

Una figura, de gran estatura intelectual, como Adam Smith, determino como funcionaba el propio mecanismo económico, hallando que la tendencia de una sociedad era el crecimiento, como resultado de un aumento de la productividad del trabajo y derivada de los procesos de la división y, especialización en el campo laboral.

Robert Ekelund (1999), afirma que “Hoy se considera a Adam Smith como el padre de la economía, porque fue ante todo el constructor de un sistema..... Reducido a la esfera económica; su sistema caracterizaba las actividades de la agricultura, la manufactura y el comercio”.

Esta diferenciación se debió a la escasa interacción observada en el siglo XVIII entre la producción de alimentos y la de materias primas, dado que el grado de civilización y avance tecnológico era incipiente y, por otra parte, a que las necesidades alimentarias y culturales no exigían que los productos tuvieran un grado previo de preparación o transformación.

A pesar de ello, la economía de la época era principalmente agrícola, ya que las comunidades aún vivían de la tierra, se tenía una producción de subsistencia y se consumían las propias cosechas y gran parte de esta producción no era mercantil. Sin embargo, el surgimiento de centros urbanos, cada vez más grandes, exigía que su abastecimiento se fuera realizando paulatinamente a través del comercio interno y externo, en el cual los artículos manufacturados empezaron a tener significación.

Los centros urbanos, se fueron convirtiendo en exportadores de bienes y servicios para el campo y contribuyeron tecnológicamente al desarrollo de actividades, tales como: cerca de los pastizales, creación de dehesas para producir lana, a partir de las ovejas, consolidación de parcelas y lotes de tierra de propiedad privada o no comunal, rotación de lotes y uso de nuevas herramientas e instrumentos para cultivar la tierra.

La máquina de vapor y sus posteriores desarrollos tecnológicos, permitieron pasar de la producción manufacturera, al principio manual y artesanal, al uso de maquinaria en las fábricas (fabril), en renglones, como la producción de lanas y textiles, la molinería de granos y la fabricación de pieles y productos químicos.

Otro análisis, de la agricultura y de la producción de manufacturas, lo efectuó David Ricardo (1772-1823), haciendo énfasis en la renta de la tierra y puntualizando que “con el progreso de la sociedad cuando se inicia el cultivo de la tierra de segundo grado de fertilidad, principia inmediatamente la renta de la tierra de la primera calidad, y la magnitud de dicha renta dependería de la diferencia en la calidad de estas dos porciones de tierra”.

De la evaluación de los anteriores postulados del Sistema Ricardiano, se deduce que en los inicios de la economía como ciencia, por razones técnicas, sociales y culturales se consideraba desligada la producción de alimentos de la industria manufacturera y, por el contrario, se empezaba a presentar una visión inquietante en lo referente al abastecimiento de alimentos, tal y como lo concebían teóricos de la época, como Thomas Malthus (1766-1834). Se anunciaba el futuro desabastecimiento de alimentos, según López (2002), “Malthus aportó su visión pesimista, al plantear la imposibilidad de satisfacer las necesidades alimentarias de la población para el futuro, dado que la población crecía en tasas geométricas, mientras que la producción de alimentos tenía tasas de crecimiento de carácter aritmético”

La ciencia y la tecnología en el siglo XVIII, contribuyeron al diseño y desarrollo de estrategias que cambiaron la forma de elaboración de los productos, de tal manera que se logró el paso de una producción de bienes primarios, a una producción de bienes manufacturados y de servicios, en gran parte a partir de la mayor eficacia técnica y a la aplicación de nuevos conocimientos, donde fue trascendental una masificación de los productos mediante los nuevos procesos mecánicos.

La teoría del valor trabajo y la categoría denominada renta de la tierra, fue también abordada por Carlos Marx (1818 -1883), de manera crítica, evaluando la relación entre el campo, el comercio urbano y la manufactura; Federico Engels quien fue su editor, interpretando en 1894 los manuscritos de Marx y el Sistema Marxiano, concluye que “La ganancia media y el precio de la producción regulado por ella se forman al margen de las relaciones existentes en el campo, dentro de la orbita del comercio urbano y la manufactura. La ganancia del campesino obligado a pagar renta no entra en ellos compensatoriamente, pues su relación con el terrateniente no tiene carácter capitalista si consigue una ganancia, es decir, un remanente sobre sus medio necesarios de subsistencia, ya sea mediante su propio trabajo, ya mediante la explotación del trabajo ajeno, lo hace a espaldas de la relación normal y, en igualdad de circunstancias, no es la cuantía de esta ganancia la que determina la renta la que sirve de límite a la ganancia”

La tecnología, a pesar de permitir el avance de la producción y el aumento de la productividad, no solo presenta resultados positivos, sino también negativos; la tecnología moderna es un claro ejemplo, donde ésta desplaza un obrero (aspecto negativo) y lo somete a la máquina (deshumanización. Aspecto negativo) para ganar mas divisas, aumentar la productividad y poder competir en el mercado mundial (aspecto positivo).

Al referirse a la automatización de la fábricas, Marx expresa: “Cuando una operación requiere destreza y una mano segura, se la retira rápidamente de las manos del obrero, demasiado diestro y propenso a frecuentes irregularidades de toda clase, para encomendarla a un mecanismo especial, regulado de un modo tan perfecto, que cualquier niño puede vigilarlo”. Es este ejemplo, el aspecto negativo es la separación del obrero del puesto para el cual estaba formado; otro aspecto negativo en relación con la maquinaria es el costo de la energía que consume; el aspecto positivo es el aumento de la producción y la reducción de accidentes de trabajo de los obreros.

La premisa de la economía Marxista era que la materia primaba sobre la mente y se asegura, que lo que determina la conciencia de los hombres es su existencia social y esta concepción debía privilegiar la organización económica de la sociedad. La aplicación de las teorías económicas planteadas exhaustivamente en el sistema, dieron como resultado la instauración de los países denominados socialistas después de unas décadas.

Desde la otra orilla, analistas económicos occidentales, expresaron que se requirió de la presencia teórica de Nassau William Senior (1790-1864) para dar una explicación de carácter científico de la economía, haciendo hincapié en los postulados de la investigación económica y el surgimiento de la teoría económica, estableciendo en términos relativos el rendimiento del trabajo empleado en la actividad agrícola, diciendo “Que si permanece inmutable la actividad agrícola, el trabajo adicional empleado en la tierra en un distrito dado produce en general un rendimiento proporcionalmente menor, o dicho de otro modo, que, aunque con cada aumento de trabajo empleado el rendimiento agregado aumenta, el aumento del rendimiento no es proporcional al aumento del trabajo”.


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