BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CURSO DE TEORÍA POLÍTICA
 

Eduardo Jorge Arnoletto

 

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 Talcott Parsons

Talcott Parsons (n. 1902 ) sociólogo norteamericano, profesor titular de Sociología en Harvard desde 1944. Entre sus obras principales cabe citar los siguientes libros: "The Structure of Social Action" (1937), "Essays in Sociological Theory" (1949), "The Social System" (1951), "Structure and Process in modern societies (1960), "Sociological Theory and Modern Society" (1967), y "American Society: Perspectives, Problems, Methods" (1968) (1).

Parsons es una figura muy polémica dentro del campo del pensamiento social. Se discute mucho el sentido de varios aspectos de su obra. No se expresa con claridad; a decir verdad, es enredado y confuso; su sistema no está empíricamente fundamentado (aunque pretende estar referido al mundo empírico) y no está, por lo tanto, realmente abierto a la convalidación por otros investigadores. El paradigma de Parsons es un sistema inacabado, aún abierto a continuas revisiones (2).

Para dar una primera idea, podemos decir que Parsons ha hecho aportes polémicos pero valiosos a la teoría sociológica, desde un punto de vista estructural-funcionalista, privilegiando los aspectos estáticos de la realidad social respecto de los aspectos dinámicos, de cambio y de conflicto. En una visión más profunda, el pensamiento de Parsons es complejo, nada fácil de aferrar en una síntesis. Cabe recordar en su descargo que la realidad a la que refiere sus trabajos es en sí misma súmamente compleja.

Puede decirse, por ejemplo, que Parsons intenta combinar el positivismo decimonónico de Wilfredo Pareto, la perspectiva histórica de Max Weber y el subjetivismo e idealismo filosóficos de los historiadores y sociólogos alemanes de los siglos XIX y XX, para crear un modelo o "tipo ideal" de sociedad humana, que sirva de base a un sistema explicativo general, de carácter axiomático o deductivo. En ésto, Parsons se muestra inmune a la influencia de los modernos planteos epistemológicos, según los cuales su objetivo es inalcanzable.

Es claramente reconocible en la obra de Parsons la influencia de su temprana afición a la mecánica newtoniana, de la que tomó muchas analogías, metáforas y ejemplos. En nuestros tiempos, la mecánica newtoniana ya no es considerada como una forma ideal y ni siquiera adecuada de explicación científica, pero Parsons persiste en ese camino en muchos aspectos de su obra.

En los libros de sociología de Parsons es perceptible la influencia de Hegel, en el que se inspira para solucionar el problema que plantea en la dinámica sociológica la libertad individual. En el dilema determinismo-voluntarismo opta por este último, pero luego lo vacía prácticamente de contenido al definir a la libertad como "conducta acorde con las necesidades colectivas". En el planteo hegeliano, la libertad se logra por interiorización de las normas orientadas hacia las exigencias de la colectividad. Esa síntesis hegeliana concuerda con la noción parsoniana de "acto social".

Parsons también tiene una gran deuda con Hobbes. El sistema parsoniano está fuertemente orientado hacia el orden y la estabilidad. Parsons supone que los instrumentos primarios para mantener el orden son las estructuras normativas interiorizadas, producidas por la sociedad y asimiladas por los individuos. Está obligado, pues, a aceptar que todo cambio, todo conflicto, es perturbador y disfuncional. En ello se basa la acusación de mantener una velada colusión con la ideología conservadora, que con frecuencia se ha hecho a su sistema científico.

Parsons procura ubicar cuáles son los elementos de la sociedad que contribuyen al mantenimiento del orden, y concentra su atención en ellos. Hay en esta actitud una evidente parcialidad, cuya consecuencia es la disolución del individuo en un conjunto de "relaciones con otros". Aquí resulta claramente visible el paralelismo entre Parsons y Hobbes.

Parsons ha evidenciado siempre gran interés por el estudio de la Economía, de la que provienen muchos de sus paralelismos conceptuales. El "acto social" de Parsons presenta gran similitud con una transacción económica: el "actor" recuerda fuertemente al conjunto de demandas de una unidad económica en un mercado libre...Parsons concibe a la interacción humana como un calco de la interacción económica, y la estabilidad social es prácticamente una trasposición al plano general de la sociedad de la estabilidad económica.

La parte principal de la estructura conceptual de Parsons proviene de Pareto y de Weber. Su originalidad no reside en los conceptos sino en la manera de seleccionarlos y de combinarlos. De Weber tomó, entre otros, el concepto de "Verstehen", entendido como "definición de la situación según la percepción subjetiva del actor"; y la idea de "conducta social" como "orientación recíproca de los individuos y los grupos". Estos elementos, tomados en el contexto del indeterminismo weberiano, proporcionaron a Parsons la definición de un concepto clave: el de "acción social significativa": una interacción entre dos o más personas, que incluye la motivación o intención de todas las partes intervinientes y no es una simple acción refleja.

Parsons tomó también, como ya dijimos, muchos conceptos de Pareto, en primer lugar, la noción central de "sistema" entendido como "conjunto de elementos funcionalmente interdependientes". También proviene de Pareto la noción de sociedad como "instrumento de adaptación social" y la finalidad que le asigna a la investigación social: "la construcción de una teoría funcional general que explique la estabilidad del sistema social".

La "deuda" de Parsons con Pareto abarca también varios otros conceptos: - Los "requisitos funcionales", o sea las condiciones necesarias para que el funcionamiento social tenga continuidad; - los "residuos", o sea las fuerzas subyacentes a la conducta; esos "sentimientos interiorizados de valoración" que son la base de la explicación de la estabilidad; - el interés prioritario por la acción irracional antes que por la racional; - la diferenciación entre utilidad individual y utilidad social; - la precupación marcadamente prioritaria por el orden y la estabilidad, considerados como emergentes de una combinación de mecanismos sociales y de sentimientos interiorizados por los individuos; - la atención preferente que se le dedica al proceso de socialización, ubicado principalmente en la familia. (2) Parsons afirma haber sido muy influído por Freud, pero de la lectura de sus textos surge la impresión de que la interpretación parsoniana de Freud es muy forzada, y más afín con los desarrollos de la Psicología del Ego realizados, tras la muerte de Freud, por psicólogos como Anna Freud y Erik Erikson. Conceptualmente, Parsons está más cerca de Karen Horney y de Harry Stack Sullivan que de Freud. Parsons utiliza mucha terminología freudiana, pero la ubica en un contexto significativo diferente del que Freud utilizaba.

El objetivo original de Parsons era, como ya vimos, la formulación de una "teoría general de la sociedad". Luego de su adscripción al Funcionalismo, y en un lapso de diez años, Parsons planteó dos intentos de formulación de su teoría, diferentes pero al mismo tiempo muy relacionados entre sí.

Su primera formulación parte del individuo, del "actor individual", ubicado en una situación concreta e interactuando con los elementos que la integran. Su libro "Toward a General Theory of Action" (1951) fue fruto de este primer planteo, que resultó poco satisfactorio para la crítica especializada y hasta para él mismo. En esta obra se perciben claramente los condicionantes, sobre el intento de labor científica, de los trasfondos cosmovisionales e ideológicos de la cultura y del ambiente social en el que opera un investigador.

De hecho, en su segunda formulación invirtió el enfoque y definió a los elementos del sistema social en función de la estructura global de la sociedad. Redujo notablemente la importancia que le asignaba antes a los factores psicológicos individuales e incrementó la gravitación de los factores estructurales y funcionales. Prestó menos atención a los "valores internalizados" y más a los "valores institucionalizados". Esta nueva construcción fue esbozada por primera vez en "Working Papers in the Theory of Action" (1953), y se completó luego en obras como "Family, Socialization and Interaction Process" (1955) y "Economy and Society" (1956). (2) En el campo de la Ciencia Política ha tenido mucha más influencia esta segunda formulación, por lo que la vamos a ver con un poco más de detalle. Desde nuestro punto de vista, son especialmente interesantes sus ideas sobre las estratificaciones sociales. Como todas las teorías funcionalistas, la de Parsons considera que las estratificaciones sociales responden a necesidades sociales. Son sistemas jerárquicos fundados sobre los valores máximos de cada sociedad. Esos valores están relacionados con la "acción social", vale decir, con la "actividad intencional que despliegan los individuos dentro del marco de las instituciones". En síntesis, Parsons define a la estratificación social como "la clasificación diferencial de los individuos que componen un sistema social dado, y su calificación de superiores o inferiores los unos en relación con los otros, según valores importantes para la sociedad".

Al definirla como "clasificación diferencial de los individuos .. según valores importantes", Parsons parece suponer que es siempre la posesión por los individuos de determinados valores socialmente estimados lo que los ubica en determinadas posiciones en la estratificación social. Descuida, a nuestro criterio, el rol de las organizaciones intermedias de la sociedad, desde la familia hasta diversos grupos, partidos y corporaciones, que pueden llegar a tener poder suficiente como para ubicar a sus integrantes en determinadas posiciones sociales aunque individualmente no posean los valores correspondientes, e incluso sin que posean ningún valor relevante...

En la óptica de Parsons, la estratificación social es consecuencia directa de la acción social y al mismo tiempo, su medio de manifestación. Dice Parsons que la división del trabajo social produce una diversificación de actividades; no todas son juzgadas igualmente importantes: en función de su sistema de valores, cada sociedad determina para sí una jerarquía de actividades. Nuevamente aquí encontramos algo que señalar: ésto puede haber sido correcto en antiguos tiempos, de relativo aislamiento de las comunidades sociales, pero en la medida en que se intensifica la interacción internacional, se incrementa el rol del "efecto-demostración" de unas sociedades sobre otras; y también el de la "influencia" de las sociedades más poderosas sobre las más débiles, por las interacciones asimétricas que se establecen, hasta llegar a los extremos de la a-culturación y la dependencia cultural.

Según Parsons, los criterios de evaluación que conducen en definitiva a una determinada estratificación social, se basan en tres elementos: las cualidades, las realizaciones y lo adquirido: - las cualidades son posesiones personales de cada individuo, que están ubicadas fuera de toda circunstancia especial externa (por ejemplo, inteligencia, nobleza, talento, etc.); - las realizaciones son producto de la actividad del individuo en relación con los demás (por ejemplo, el prestigio, el ascendiente, etc.); - lo adquirido es la posesión de objetos o bienes (como la fortuna material, las propiedades, etc.) o de certificaciones de talentos o aptitudes (diplomas, reconocimientos, premios).

Estos criterios de evaluación se aplican según las indicaciones del sistema de valores de cada sociedad. Parsons sostiene que dicho sistema está integrado por cuatro tipos de valores, todos necesarios para el buen funcionamiento de la sociedad, aunque cada sociedad arma su propio esquema de prioridades para estos valores: 1) Universalismo: Se trata de la capacidad de adaptación, que corresponde a la necesidad de toda sociedad de ajustarse a sus condiciones objetivas de existencia. Se relaciona con la racionalidad (en sentido weberiano) y con la eficiencia técnica, o sea con el uso de medios adecuados para alcanzar determinados fines, a costos adecuados.

2) Definición de objetivos: Toda sociedad se propone alcanzar ciertas metas colectivas, y trata de que esas metas prevalezcan sobre los intereses individuales o sectoriales. La definición de esos objetivos es la configuración de la finalidad social, y eventualmente la satisfacción del objetivo logrado. Se relaciona, por lo tanto, con las normas de realización.

3) Integración: La solidaridad social es un valor primordial. Las acciones sociales son evaluadas según la medida en que favorezcan o impidan la integración de los individuos en la sociedad, y su mutua solidaridad.

4) Mantenimiento del modelo: Cada sociedad tiene un modelo cultural propio, con sus propias estructuras y normas, y tiende a conservarlo. En este aspecto, el valor supremo es el tradicionalismo.

Parsons no explica porqué una sociedad tiene una determinada jerarquía de estratos sociales, o porqué en una sociedad predomina un tipo de valores y no otro. Sólo invita a constatarlo, lo que se hace...observando cómo es la jerarquía social establecida, que es precisamente lo que se quería explicar...

Si bien el modelo básico de Parsons es de equilibrio, y por consiguiente estático y hasta de inspiración conservadora, hay que reconocer que Parsons relativizó este enfoque al afirmar taxativamente que el "estado de equilibrio" es un estado teórico: ningún sistema social real está verdaderamente en equilibrio estático, salvo como "estado hacia el cual tiende". Se trata, pues, de un concepto-límite, que marca el sentido final de las oscilaciones re-equilibradoras de los sistemas sociales, cuyo equilibrio verdadero sería entonces dinámico.

Para Parsons, el principal elemento equilibrante,o re-equilibrante del sistema social es el CONTROL SOCIAL, o sea el conjunto de los procesos por medio de los cuales una sociedad impone su dominio sobre los individuos y mantiene su cohesión. Lo opuesto al control social es la DESVIACION, que es la transgresión a las normas del grupo.

La ACCION SOCIAL, en el sistema parsoniano, queda definida por cinco dimensiones o formas de la sociabilidad: - especificidad o generalidad; - afectividad o neutralidad afectiva; - universalismo o particularismo; - cualitatividad; - orientación hacia el individuo o hacia la colectividad.

Sobre la acción social gravitan los VALORES que la gobiernan, el STATUS SOCIAL de sus actores u sus ROLES SOCIALES.

En conclusión, el sistema social concebido por la óptica estructural-funcionalista de Parsons es un conjunto abstracto, simplificado y coherente, que no toma en cuenta la presencia de instituciones o usos sociales capaces de producir consecuencias contradictorias con el modelo vigente. En este sentido es una concepción que puede ser tildada de irreal, ya que no explica satisfactoriamente la presencia evidente de contradicciones internas en los sistemas sociales reales.

Por otra parte, y en forma coherente con lo anterior, el estructural-funcionalismo de Parsons descuida el estudio del dinamismo social. No tiene en cuenta, por ejemplo, los efectos de las estratificaciones sociales sobre el devenir de las sociedades. En este sentido se contenta, bastante superficialmente, con encontrar una relación de armonía o correspondencia entre la estratificación social y las estructuras del sistema social, lo que en la práctica equivale a legitimarlas en cualquiera de sus formas, minimizando las consecuencias de los conflictos que producen los desequilibrios sociales crecientes y la acentuada desigualdad en la posesión y disfrute de los bienes sociales, especialmente cuando no están respaldados por contraprestaciones individuales y grupales de valor equivalente. En alguna forma, las concepciones básicas de Parsons recuerdan al "optimismo metafísico" de filósofos como Leibniz y otros racionalistas del siglo XVIII, que llegaron a pensar que vivimos en el mejor de los mundos...posibles.

Es bastante evidente que el estructural-funcionalismo parsoniano ofrece una visión de la sociedad más "racional" que las ofrecidas por las teorías basadas en modelos de conflicto, pero a un precio muy alto en cuanto a la correspondencia entre el modelo teórico y la realidad presuntamente representada; quizás por eso mismo no explica satisfactoriamente cómo funcionan esas sociedades cuando sus procesos históricos tienden a desbordar los marcos "racionales" en que las teorías pretenden encerrarlas...Aún aceptando que todas las teorías, en última instancia, son incompletas e insatisfactorias, creemos que con justa razón se ha dicho que el estructural-funcionalismo parsoniano explica bien cómo las sociedades perduran, pero no explica cómo cambian...

Esta y las anteriores críticas a Parsons no deben ser interpretadas como intentos de negar todo valor a una teoría que, como bien dice Helio Jaguaribe (3), es "el intento más amplio que se hizo hasta ahora, para ubicar a la sociedad en un marco analítico general de realidad". A nuestro criterio, el principal valor de la obra de Parsons no se encuentra en sus concepciones de detalle, siempre susceptibles de crítica y de polémica, sino en su intento de construir una visión general (indudablemente perfectible) de una realidad muy compleja; y especialmente en "su reconocimiento de la necesidad de entender a la sociedad como un todo estructurado, que presenta relaciones típicas con su medio extrasocial", reconocimiento que lo llevó a "superar el esquema weberiano de acción social, orientado a la comprensión de los fenómenos intrasocietales pero no a la ubicación de la sociedad en un marco general de realidad". (3) A ésto responde el esquema propuesto por Parsons, que considera tres planos de la realidad: el transhumano (la deidad o el lugar analítico de las preocupaciones esenciales del hombre); el humano (compuesto por cuatro sistemas analíticamente distintos: cultural, social, de personalidad y de organismo humano) y el infrahumano, que es el ambiente físico-orgánico del hombre. Los cuatro sistemas del plano humano cumplen las cuatro funciones que todo sistema social debe atender para sobrevivir: mantenimiento de pautas, integración, logro de objetivos y adaptación, que es como decir la institucionalización cultural, la comunidad societal, la función política y la función económica.

Los cuatro subsistemas del sistema social mantienen entre sí constantes intercambios de sus productos -objetos de valor tales como creencias-símbolos, actores-roles-status, órdenes y mercancías- intercambios regidos por un principio de congruencia, en el que cada subistema recibe de los demás algunos de los elementos que necesita para su propio funcionamiento. Ese modelo general ha tenido y tiene indiscutible valor e influencia en el campo de las ciencias sociales, pese a las objeciones de detalle que pueden hacérsele A fin de mostrar qué tipos de estructuras conceptuales pueden construirse dentro de las posibilidades del enfoque estructural-funcionalista-sistémico, en el campo de la Ciencia Política, vamos a exponer a continuación tres ejemplos representativos de esta línea de pensamiento, de indudable repercusión en la teoría política contemporánea. Dos de ellos reconocen una fuerte filiación intelectual proveniente de Parsons y su teoría sociológica: - la teoría del sistema político de David Easton; - el esquema llamado "de las siete variables", de Gabriel Almond.

El tercero está más bien enrolado en la corriente de Robert Merton y su enfoque sobre las "teorías de alcance medio": - el "análisis funcional" de los problemas internacionales, de Morton Kaplan.


(1) Talcott Parsons: EL SISTEMA SOCIAL, Madrid, Rev. de Occidente, 1976.

ENSAYOS DE TEORIA SOCIOLOGICA Bs. As., Paidos, 1970.

EL SISTEMA DE LAS SOCIEDADES MODERNAS México, Trillas, 1974.

(2) Eugène J. Meehan: PENSAMIENTO POLITICO CONTEMPORANEO Madrid, Rev. de Occidente, 1973.

(3) Helio Jaguaribe: SOCIEDAD, CAMBIO Y SISTEMA POLITICO Bs. As., Paidos, 1972.

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