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La desdolarización argentina
A diferencia de lo que sucede en Chile, Venezuela y Ecuador, donde las empresas estatales son las que generan las principales exportaciones, en Argentina son las empresas privadas las que controlan los dólares necesarios para pagar la deuda externa.
Esa diferencia impidió al gobierno argentino utilizar alguno de los artificios de subsidio, venta barata o entrega directa de dólares que se aplicaron en los otros tres países. Para esquivar ese obstáculo, se legalizó un mecanismo llamado Seguros de Cambio, con el cual el Estado se comprometía a cubrir con pesos argentinos, cualquier incremento en el precio del dólar que se produzca entre 1982 y el momento en que las empresas e individuos del sector privado debían pagar su deuda externa. A través de este mecanismo, el Estado asumió el pago del 90 por ciento cifra que coincide con el subsidio de la sucretización ecuatoriana- de los 15 mil millones de dólares que en 1982 adeudaba el sector privado de Argentina.
Pero en Argentina las consecuencias de la estatización de la deuda privada, tuvieron un efecto mucho más profundo que en el Ecuador, Chile o Venezuela, por cuanto la falta de una fuente propia de divisas, obligó al gobierno a incrementar de manera permanente la emisión e impresión de pesos argentinos. Este incremento, a su vez, generó un aumento también permanente en el déficit fiscal y en la inflación.
El mecanismo para cubrir las perdidas en dólares entregando subsidios en pesos que en un primer momento fue bautizado con el nombre de desdolarización- generó el agudo proceso inflacionario que eventualmente desembocó en la denominada convertibilidad, la cual colocó a la Argentina en el callejón sin salida en el que, ya en pleno Siglo XXI, aún permanece.