ESTÉTICAS DEL MEDIA ART

ESTÉTICAS DEL MEDIA ART

José Luis Crespo Fajardo. Coordinado (CV)
Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca (Ecuador) Grupo de investigación Artana (HUM 55), Universidad de Sevilla (España)

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Estéticas colaborativas en vídeo: la paz intervenida como proyecto artístico

Pedro Ortuño Mengual

Resumen:
Proponemos analizar procesos y metodologías de las prácticas colaborativas en el contexto del vídeo, del cine y de las artes visuales. Desarrollar el proceso de creación del proyecto colaborativo titulado: La Paz intervenida, realizado en el marco de la asignatura Intervenciones en el espacio urbano y natural de la facultad de Bellas Artes de Murcia. Centrado en el barrio obrero de La Paz de Murcia, un lugar caracterizado por su diversidad cultural y por su carácter controvertido. El ayuntamiento tenía previsto desde hace años realizar un plan de remodelación urbanística que supondría la pérdida de identidad del barrio, pero debido a la crisis actual, dicho proyecto se encuentra paralizado.

Palabras clave: Videoarte, activismo, guerrilla televisión, arte público, arte colaborativo.

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Los procesos y metodologías de las prácticas colaborativas en el contexto de las artes visuales y multimedia, se vienen desarrollando en Estados Unidos y en algunos países de Europa, desde los años 60 hasta la actualidad.

La Paz intervenida es un proyecto audiovisual de carácter colaborativo, realizado a partir de la participación en la zona de investigación abierta Subtramas, organizada por el Museo Reina Sofía de Madrid y en el marco de la asignatura: Intervenciones en el espacio urbano y natural de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia. Se centra en el barrio obrero de La Paz de Murcia, un barrio construido en los años 50 que actualmente es lugar que se caracteriza por su marginalidad, su diversidad cultural y su carácter controvertido, al ser un núcleo  donde se concentra la venta de drogas en la ciudad. El ayuntamiento de Murcia junto con un constructor de la localidad, tenía previsto desde hace varios años realizar un plan de remodelación urbanística, consistente en la construcción de cinco torres donde reubicar a todos los vecinos, apropiándose del resto del espacio para fines comerciales. Este proyecto de haberse llevado a cabo, hubiera supuesto la destrucción completa del barrio y la pérdida de su identidad.

Al hablar de prácticas colaborativas entiendo que este concepto no debe confundirse con otro tipo de prácticas de carácter participativo o colectivo. El término colaborativo difiere de los anteriores porque introduce pequeños matices, implicando una actitud más activa que la de participar en algo ya organizado. Hace referencia a la acción de colaborar con un grupo de personas, no simplemente a la de la realización de un proyecto, con ese grupo o cualquier otro. Se trata de crear un proceso de coproducción, en el que idealmente se incorporan y comparten permanentemente las ideas, acuerdos y desacuerdos, sobre los procesos y metodologías de trabajo. En definitiva los procesos colaborativos tratan de generar otras formas de hacer.1

Se podría afirmar que la práctica colaborativa llevada a cabo para desarrollar el proyecto de La paz intervenida, se ha desarrollado bajo un nivel de producción acorde a las siguientes premisas: un grupo de estudiantes de arte en cuyo seno no hay división de roles, donde todo se decide entre los miembros del equipo, con la finalidad de mostrar lo mejor posible la situación y problemática de un barrio de Murcia, y donde las experiencias estéticas pueden o no, ser negociadas con los sujetos representados o filmados.

1. Antecedentes

Existe una gran variedad de antecedentes tanto en el campo de las artes plásticas, como de las audiovisuales. Voy a citar algunas experiencias artísticas, que considero están relacionadas con el proyecto desarrollado por los alumnos de la facultad de Bellas Artes de Murcia.

1.1 Raindance Corporation
La Nueva Izquierda surgió a principios de los sesenta en Estados Unidos como un movimiento estudiantil que luchaba por la reforma de las universidades, por los derechos civiles, por la organización a nivel de comunidades y contra la guerra del Vietnam y el dominio que las grandes compañías ejercían sobre la política de países extranjeros. En este contexto, en 1969 bajo la dirección de Michael Shamberg y Paul Ryan, varios estudiantes de arte de la Universidad de California se agruparon para formar el colectivo Raindance Corporation. Paul Ryan era entonces estudiante y asistente de investigación de Marshall Mcluhan, que había acuñado el término de "Cybernetic guerrilla warfare", para describir cómo el movimiento de contracultura de finales los años 60 y principios de los 70, debe utilizar tecnología de comunicación para transmitir sus mensajes al público en general. Dos años más tarde, en 1971, el mismo Michael Shamberg con la idea de generar una alternativa a la televisión comercial acuñó el término de Guerrilla Television. Debido a las limitaciones de las personas que participaban en el proyecto y el constante cambio de la tecnología vídeo junto con otras fuerzas mayores que operaban dentro de la sociedad norteamericana, este proyecto se vio mermado y no pudo competir con la televisión americana y el aumento de emisiones públicas de la época. Aunque Guerrilla Television fue en parte responsable de que se produjesen notables cambios en el sistema competitivo de televisión, su papel fue el de un peón más.

1.2 Video Trans Américas

El artista chileno Juan Downey, que había colaborado en 1971 con Raindance Corporation, lleva a cabo entre 1973 y 1979 su proyecto Video Trans Américas con la idea de grabar en vídeo e interactuar con culturas indígenas de América del Sur, considerando que vivían al margen de la sociedad de consumo. Su proyecto consistió en un viaje que realizado junto a su familia por  el continente americano, en busca de denominadores comunes de identidad y comunicación entre los distintos pueblos. Para ello el artista grabó diversos vídeos en colaboración con los integrantes de diferentes comunidades indígenas, consiguiendo que las imágenes del viaje se convirtieran en metáfora de tránsito y creando así una cartografía virtual y activa de las Américas. El año de comienzo fue 1973, con una serie de viajes por Norte y Centro América, para luego recorrer parte de Sur América. Una segunda etapa tuvo lugar en la selva amazónica en el Río Orinoco y en la frontera entre Venezuela y Brasil, sumada a otros viajes al sur de Chile. La tercera etapa tuvo lugar entre los años 1976 y 1977, culminando con un viaje al Amazonas, durante el cual Downey convivió con varias comunidades indígenas: Guahibos, Piaroas, Maquiritari, destacando las experiencias durante nueve meses con la comunidad Yanomami, la tribu primitiva más grande, que aún se encuentra en la edad de piedra y que en aquel momento, era un símbolo de las tribus de la Amazonía no contactadas.

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Para Downey la idea colaborativa consistió en desarrollar una perspectiva integral de las diversas poblaciones que actualmente habitan los continentes americanos, tal y como escribe en sus relatos descriptivos del proyecto “la información cultural será intercambiada principalmente mediante los vídeos rodados por el camino, y proyectados en los pueblos para que la gente se vea a sí misma y a otra gente. El papel del artista se concibe aquí como el de un comunicador cultural, una especie de antropólogo activador con un medio de expresión visual: vídeo” 2.

1.3 Berwick Street Collective

En Reino Unido en 1972, el colectivo Berwick Street Collective, filmó Nighcleaners cuya acción se sitúa durante la campaña de sindicalización de las empleadas nocturnas de limpieza, víctimas de la precarización salarial. Interesados en un principio en hacer un film de apoyo a la campaña, el colectivo decidió recurrir a nuevas formas de representación, creando una película autorreflexiva, que pretenderá concienciar al público sobre los procesos de trabajo precario e invisible. La diferencia respecto a otros documentales tradicionales, radica en la libre interpretación por parte del espectador de los acontecimientos que allí se muestran. En la organización esta película, no hubo una división jerárquica en cuanto al trabajo de los miembros del colectivo, todo lo contrario, se caracterizó por existir una relación lineal en cuanto a las aportaciones de cada una de las personas que participaron.

1.4 Cine sin Autor
En España han existido varios ejemplos de prácticas colaborativas pero me voy a centrar una de ellas por su proximidad física, ya que se ha llevado a cabo en la ciudad de Blanca y por mi implicación personal en la misma. Se trata del colectivo Cine sin Autor creado por Gerardo Tudurí en el año 2000 y entendido como un modo de producción socio-cinematográfico que realiza documentos fílmicos y películas con personas y colectivos de la sociedad, que no suelen aparecer ni están relacionados con la producción audiovisual en general. La clave de este modo de hacer vídeo es la práctica de la “sin autoría” y consiste en que el equipo de realización de un proceso, no establece una relación de propiedad sobre el capital fílmico creado para beneficio propio, sino que colectiviza progresivamente todo el proceso de producción y distribución cinematográfico. Esta metodología a la hora de filmar, crea una ruptura con la autoridad profesionalizada y la autoría al servicio de la propiedad privada. Por razones ideológicas y políticas, este colectivo sitúa el saber y el hacer cinematográfico al servicio del beneficio social de todas las personas que aceptan y quieren producir su propia representación y lo hacen organizándose colectivamente.

En 2008 publicaron el Manifiesto del cine sin autor 3, donde se establecen las bases del cine sin autoría, en contraposición al cine autoral que se ha venido realizando durante todo el siglo XX.  Para Gerardo Tudurí el Cine sin Autor es un proceso socio-cinematográfico donde se busca que la Representación se vea modificada por la persona o el colectivo humano que genera un film y la persona o el colectivo humano se vea modificado por la construcción de la representación fílmica que éste o estos eligen producir. Ellos seleccionan conscientemente a personas, grupos y colectivos ajenos a la producción de imágenes mediáticas y cinematográficas, porque entiende por “dispositivo-autor” a la persona o grupo propietario del capital fílmico, entendiendo como capital fílmico el conjunto de ideas que cada persona aporta a la película. Es por esta razón que el grupo propietario tiene el control de las decisiones sobre todo el proceso. 4

Actualmente el colectivo Cine sin Autor desarrolla su labor cinematográfica en la Fábrica de Cine sin Autor en el Matadero de Madrid, en la ciudad de Toulouse en  Francia y en la villa de Blanca de Murcia, con el proyecto ¿Hacemos una peli?

Con este título, ¿Hacemos una peli?, se ha venido desarrollando en Blanca desde octubre hasta junio del 2013, la realización de un largometraje con los habitantes el lugar. Construyendo historias, decidiendo cómo las cuentan, eligiendo las localizaciones, los modos de grabar y seleccionando a los personajes entre los habitantes de la localidad. Las decisiones se tomaron de forma colectiva y cada persona ha podido participar en una de las fases o en todas.  Estas fases comprenden desde la construcción de la historia a la organización de los equipos, horarios, ensayos, posproducción etc. Semanalmente se reunieron para contrastar sus ideas y analizar los procesos de rodaje. 5 Tanto los ensayos como los rodajes, se fueron subiendo a la web para que cualquier persona implicada en el proceso creativo aportara sus consideraciones.

2. Proyecto La paz Intervenida

El proyecto se plantea como una intervención artística en el espacio público urbano, en colaboración con sus habitantes, para reflexionar sobre la complejidad de la ciudad contemporánea en situación de crisis. Mediante una práctica colaborativa con los ciudadanos del barrio de La Paz de Murcia, se planteó una intervención con lo social, lo político, lo cultural y lo artístico en un mismo contexto. A través del acercamiento a los modos de vida de los vecinos del lugar, a sus rutinas y a sus costumbres, se descubren las diferentes identidades que conviven dentro de una pluralidad de razas y religiones.

La Paz como barrio, pero sobre todo como concepto abstracto equivalente a equilibrio, sosiego, felicidad, satisfacción, entendimiento, ha supuesto el eje vertebrador  de la propuesta. Éste controvertido concepto de paz intervenida se ha convertido en el vehículo ideal, para establecer paralelismos entre el estado de crisis e inestabilidad de este fragmento específico del tejido urbano de Murcia, y los conflictos globales acaecidos en otros espacios urbanos mundiales, con problemática distinta, pero  con estructuras plurales parecidas, como Palestina, Kosovo, la frontera mexicana con Estados Unidos, etc. En todos estos espacios la "paz" depende  paradójicamente del continuo control, imposición y vigilancia por parte de terceras partes, de forma que lo que resulta es una paz muy particular que denominamos paz intervenida.

Originalmente el barrio de La Paz surge a raíz de la urbanización de huertos agrícolas tradicionales en su mayoría destinados al cultivo del limón. Con el planeamiento original se destinan viviendas obreras y de alquiler social  para familias humildes, con la tipología del bloque en varias versiones y alturas y viviendas que varían de los 45 a los 75 m² de superficie útil.

En la actualidad se trata de un espacio residencial con pocos servicios, salvo una iglesia católica, un centro social, un colegio y algún bar, así como una guardería recientemente destruida por intereses especulativos surgidos en los últimos años del “boom inmobiliario”. El barrio es multicultural pues conviven familias de etnias y religiones muy diversas como los gitanos, los rumanos, los sudamericanos y lo musulmanes del norte de África, entre otros. El nivel cultural y adquisitivo es bajo. Hay pobreza y mucho desempleo acentuado por la crisis, también existe una zona específica de tráfico de drogas. Es apreciable el deterioro y abandono general de los inmuebles y las infraestructuras urbanas. En los últimos años del desarrollo descontrolado de la construcción en la urbe de Murcia, el barrio de La Paz, por su situación geográfica, se ha convertido en un punto estratégico y goloso para los especuladores del suelo.

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Al realizar un recorrido por el barrio de La Paz, una de las visiones que más nos impactó fue la del solar de la guardería que había sido derruida cinco años atrás ilegalmente. Se había ideado construir en aquel lugar la primera torre que albergaría parte del vecindario. Por tanto tuvimos claro desde el principio, que íbamos a centrarnos dentro de la intervención en el barrio, en la recogida y la plasmación a nivel artístico de las sensibilidades generadas tanto en las familias como en los propios niños, por la pérdida de esta institución y las consecuencias de un  desplazamiento fuera del barrio para poder escolarizar y dar acogida a los niños.

Pensamos de qué modo podríamos acercar esta historia a los niños y decidimos que el mejor recurso era el cuento, por su carácter lúdico y su conexión con la imaginación y creatividad infantil. Y así inventamos la historia del Gigante come piedras, que recogía la realidad misma del derribo de la guardería de La Paz.

La intervención comienza con una visita al Colegio Nuestra Señora de La Paz, para interactuar con los niños. Posteriormente narramos y dramatizamos el cuento para que los niños realizaran de forma individual un dibujo sobre una tela con pintura. Todo quedó documentado en un vídeo.

 

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Posteriormente llevamos estos dibujos a la asociación vecinal de mujeres costureras Andares. Ellas cosieron los dibujos creando una bandera. Por último se llevó la bandera a la guardería provisional construida con estructuras desmontables y allí se expuso como recuerdo y reclamo.

El documento audiovisual generado por la anterior intervención se complementó con otras acciones, unas de carácter informativo, como la entrevista al antiguo sacerdote del barrio y las encuestas a los vecinos con el propósito de conocer qué les gustaba y qué cambiarían y otras de carácter performativo como la realizada por una de las alumnas, cuya finalidad era mostrar la vigencia de los estereotipos sexistas que se dan entre estos grupos marginales, donde existe un ordenamiento patriarcal y una subordinación y marginación de la mujer. Todas estas acciones puntuales se mezclan y solapan en el documento audiovisual, con una entrevista realizada a una de las vecinas del barrio e imágenes de la guerra de Kosovo, que por la similitud arquitectónica de aquel lugar con el barrio de La Paz, crea la sensación en el espectador de que todo sucede en el mismo contexto.

Esta creación artística es un intento de mostrar y llegar a entender la separación “como un hilo fino”, entre la paz controlada e intervenida y la guerra.

El resultado audiovisual del proyecto se puede ver en:  http://www.youtube.com/watch?v=F3i4T0unYRE

Notas:

1. http://subtramas.museoreinasofia.es/es/anagrama/colaborativo
2.  Downey, Juan. (1988) Juan Downey. Ed. IVAM. (Instituto Valenciano de Arte Moderno) Generalitat Valenciana.
3. Tudurí, Gerardo. Manifiesto del Cine sin Autor. Realismo Social Extremo del siglo XXI. Ed. Centro de Documentación Crítico.
4. Ob cit., p. 8.
5. http://www.cinesinautor.es/open_study/show/6/

Referencias Bibliográficas:

- Baigorri, Laura. Vídeo: primera etapa. El vídeo en el contexto social y artístico de los años 60 y 70. Ed. Brumaria, 2004.
- Downey, Juan. (1988) Juan Downey. Ed. IVAM. (Instituto Valenciano de Arte Moderno) Generalitat Valenciana.
- Ortuño, Pedro. Entornos híbridos y medios audiovisuales. Ed. Visión Libros. Madrid 2011.
- Romaní, Montse y Del Pozo, Diego. Entrevista a Janna Graham. Revista Arte y Políticas de Identidad. Número 4, p. 225-230. Editum, Murcia 2011.
- Tudurí, Gerardo. Manifiesto del Cine sin Autor. Realismo Social Extremo del siglo XXI.Ed. Centro de Documentación Crítico. Madrid 2008.
- VV.AA. Máquinas y almas. Arte digital y nuevos medios, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Ed. Ministerio de Cultura 2008.