IMPACTO ECONÓMICO DE LA RECOLECCIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS RECICLABLES EN TEPIC, NAYARIT

IMPACTO ECONÓMICO DE LA RECOLECCIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS RECICLABLES EN TEPIC, NAYARIT

Ana Griset Tapia Ibarra
María de Lourdes Montes Torres
Claudia Estela Saldaña Durán
Eduardo Meza Ramos

Universidad Autónoma de Nayarit

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO - REFERENCIAL

En este capítulo se abordarán las principales implicaciones teóricas del desarrollo endógeno sustentable y las nuevas teorías del desarrollo enfocadas a la actividad de la recolección de residuos sólidos urbanos reciclables, así como la teoría del bienestar y sus principales indicadores para su medición,  para posteriormente abordar los antecedentes de los residuos sólidos y su recolección, esto a partir de la contextualización de la gestión integral de los residuos sólidos urbanos bajo el marco de la informalidad, abordando la actividad de la pepena1 como trabajo informal; partiendo de éste, se realiza un análisis comparativo entre los casos de Colombia, Brasil, Argentina y México. Por otra parte se determinarán los principales materiales recolectados para su comercialización.
Ahora bien, es importante conocer cómo la actividad de la recolección informal se puede relacionar con las teorías del desarrollo endógeno sustentable, por lo cual en el siguiente apartado se abordan las teorías del desarrollo endógeno sustentable, las nuevas teorías del desarrollo local así como la teoría del bienestar.

Implicaciones del desarrollo endógeno sustentable y las nuevas teorías del desarrollo en la recolección de residuos sólidos urbanos reciclables

El despertar de la preocupación por el desarrollo se produjo en América Latina en los años 30, cuando el economista argentino Raúl Prebisch planteó la necesidad de consideración particular hacia los países menos desarrollados, al denunciar que no valían las recetas que presentaba la economía convencional elaboradas pensando en economías mucho más poderosas (Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperacion al Desarrollo, 2005). Sin embargo, los debates en relación a las teorías del desarrollo económico aparecen como una especialidad de la ciencia económica durante el periodo inmediato que prosiguió a la Segunda Guerra Mundial (Gutiérrez Garza, 2007), donde las teorías del desarrollo se refieren a la manera en cómo los actores de un determinado territorio generan acciones con el fin de crear, reforzar y establecer actividades con el fin de crear un crecimiento que origine beneficios económicos y mejoras en calidad de vida para la comunidad (OCDE, 1990).
Por otra parte, Boisier (2005) citando a Buarque (1999), argumenta que el desarrollo local es un proceso endógeno registrado en pequeñas unidades territoriales y asentamientos humanos capaz de promover el dinamismo económico y la mejora de vida de la población. Partiendo de este argumento, se puede decir que los recolectores informales de residuos sólidos urbanos reciclables (RIRSUR) podrían promover el dinamismo económico de pequeñas unidades territoriales y provocar una mejora en la calidad de vida, quizá no de toda la población, pero sí, entre los actores principales que intervienen o se relacionan con su actividad. 
Siguiendo con Boisier, plantea algunos puntos relevantes sobre del desarrollo local: i) el desarrollo de un territorio está fuertemente condicionado por la voluntad y capacidades de los actores locales; ii) el desarrollo de un territorio gira alrededor de la valorización de las potencialidades locales; iii) en todas partes se ha comprobado la importancia de la pequeña y mediana empresa; iv) el desarrollo depende de la capacidad de integrar las iniciativas empresariales; v) el territorio se debe de dotar de instrumentos adecuados, y vi) el secreto del éxito reside en la capacidad de interacción activa entre lo local, lo nacional y lo internacional.
Por otra parte, el desarrollo local endógeno se enfoca principalmente al desarrollo desde adentro; utilizando el potencial existente en el territorio con el fin de mejorar el bienestar de la población (Vázquez Barquero, 1988). Este enfoque surge en la década de los años 80´s, con la confluencia de dos líneas de investigación: una, que nace como consecuencia del intento de encontrar una noción de desarrollo que permitiera actuar para lograr el desarrollo de localidades y territorios atrasados (Friedmann y Douglas, 1978; Stöhr, 1981); y otra, que aparece como consecuencia del análisis de los procesos de desarrollo industrial endógeno en localidades y regiones del sur de Europa (Becattini, 1979; Brusco, 1982; Fua, 1983; Garofoli, 1983; Vázquez Barquero, 1983).
Existen diversos enfoques del desarrollo endógeno, donde Vázquez-Barquero (2007), plantea por una parte la visión populista del desarrollo, la cual surge como reacción a la insatisfacción que generó el agotamiento del modelo de desarrollo desde afuera, que era predominante en los años 60´s y 70´s, por otra parte, se tiene la visión del desarrollo humano -inspirado por los economistas Amartya Sen y Mahbub ul Haq-, teniendo una tendencia creciente desde principio de los años 90´s, dicha visión se basa en la idea de que la clave del desarrollo no es la posesión de bienes materiales o la satisfacción de las necesidades básicas, sino la ampliación de las opciones de las personas para construir sus vidas en sociedad (Bertoni, 2011). Partiendo de estas dos visiones analizadas por el desarrollo endógeno; se partirá de la segunda visión la cual incluye el enfoque del desarrollo de las capacidades de los ciudadanos.
Por otro lado, Amartya Sen (2001), propone un cambio importante en la interpretación del desarrollo, cuando sostiene que el concepto de desarrollo va más allá del crecimiento y de los niveles de la renta per cápita de un país o de un territorio, ya que son tan sólo un instrumento para que la población realice sus capacidades. Lo realmente importante es que las personas lleven a cabo aquellas funciones y actividades que desean y sean capaces de realizar. Es decir, el desarrollo económico se consigue mediante la utilización de las capacidades que las personas han desarrollado gracias a los recursos materiales y humanos, y a la cultura que se posee en el territorio.
Siguiendo a Sen, argumenta que lo importante en los procesos de desarrollo es la capacidad de los ciudadanos para poder decidir sobre cuáles son las potencialidades que están dispuestos a utilizar en la realización de su proyecto de vida y, por lo tanto, en su contribución al desarrollo; es decir, se trata de que los ciudadanos puedan elegir, de que la población tenga las oportunidades para poder realizar las actividades que desee con las habilidades y el conocimiento que tiene. Desde esa perspectiva, la libertad de elegir de los ciudadanos ocuparía un lugar central en los procesos de desarrollo, por lo que Sen argumenta que las instituciones, y las normas y reglas, formales e informales, deberían contribuir al ejercicio de la libertad de los ciudadanos y que la libertad es un valor intercultural, ya que permite siempre y en todo lugar la utilización de las capacidades de la población.
Consecuentemente, para Sen es importante considerar en el análisis del desarrollo, además del indicador de la expansión económica, el impacto de la democracia y de las libertades públicas sobre la vida y las capacidades de los individuos; el reconocimiento de los derechos cívicos, una de las aportaciones de la democracia que otorga a los ciudadanos la posibilidad de acceder a servicios que atiendan sus necesidades elementales y de ejercer presiones sobre una política pública adecuada. La preocupación fundamental es que los individuos sean capaces de vivir el tipo de vida que desean, por lo que un equipo de trabajo integrado por destacados economistas, entre ellos el propio Amartya Sen, convocados por el PNUD 2 presentaron no solamente una visión alternativa del desarrollo, sino también  la propuesta de un nuevo instrumento de medición que generara una tendencia internacional para que los países se preocuparan por crear las condiciones estructurales a fin de que los individuos puedan tener la libertad de demandar la realización de sus justas aspiraciones. Estas condiciones se articulan en torno al derecho de educación, salud, ingreso digno y el derecho a una vida prolongada, y se midieron en indicadores que integran el Índice del Desarrollo Humano 3 (IDH) (Gutiérrez Garza, 2007).
Por otra parte, continuando con argumentos de Gutiérrez Garza, indica que de manera paralela al IDH, en la década de los 90´s surge otra propuesta de análisis para enfrentar los retos del desarrollo, aunque desde una perspectiva holística y multidisciplinaria distinta, que se conoce como desarrollo sustentable, durable o sostenible, definiéndose como aquel “desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” 4, siendo importante destacar que el desarrollo sustentable no sólo representa la dimensión ambiental, sino que se conjuga con dos dimensiones adicionales: la económica y la social (Bermejo, Arto, Hoyos, & Garmendia, 2010).  Partiendo de esto, la Comisión Mundial para el Desarrollo y Medio Ambiente fijó las tres áreas principales de sustentabilidad, las cuales se presentan en el siguiente cuadro:
Partiendo de este contexto, México cuenta desde 1988, con la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, en la que se concibe al desarrollo sustentable como:
El proceso evaluable mediante indicadores de carácter ambiental, político y social que tiende a mejorar la calidad de vida y la producción de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección al ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.
De esta manera, se pretende explicar la conjunción tanto de la teoría de desarrollo endógeno y la teoría del desarrollo sustentable como parte fundamental de esta investigación. En la figura 1 se describe el ciclo detonante de los problemas ambientales.
Para que se pueda dar una producción económica, debe allegarse de recursos naturales para poder crear bienes de consumo, los cuales provocan a su vez, una alta generación de residuos provocando contaminación que llevarían indiscutiblemente a problemas ambientales; en este mismo sentido, al sobreexplotar los recursos naturales, se produce una depredación hacia el medio ambiente, lo cual comprometería la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes y futuras; por lo tanto al realizar una sinergia entre el desarrollo endógeno y sustentable se puede contrarrestar la creciente generación de residuos mediante la actividad que realizan los recolectores informales de residuos sólidos urbanos reciclables (RIRSUR) y de manera indirecta, contribuir al combate de la problemática ambiental.  
En relación a las nuevas teorías, éstas nacen en paralelo al resurgimiento del pensamiento liberal a partir de los 70’s, debido al desarrollo de las teorías de la economía de la información, incentivos y el nuevo institucionalismo, surgió también una renovada literatura del pensamiento clásico, tradicional del desarrollo y del crecimiento económico hacia inicios de los 80’s. Este resurgimiento de las teorías de desarrollo y crecimiento económico en los 80’s, se origina con los seminales trabajos de Romer (1986); Lucas (1988), Stiglitz (1988a y b), North (1981, 1986, 1990) y Olson (1982, 1996). Estos trabajos iniciaron y establecieron las nuevas teorías del desarrollo y crecimiento económico.
Las nuevas teorías de crecimiento y desarrollo económico originaron dos grupos de literatura, el primer grupo denominado las “Nuevas Teorías” o las “Teorías Modernas” de desarrollo económico o también conocidas como “el enfoque institucional o de la organización” y el segundo grupo denominado “las Nuevas Teorías de Crecimiento Endógeno”, siendo la principal distinción entre la literatura tradicional del desarrollo y crecimiento económico el enfoque micro-económico de las nuevas teorías con respecto al enfoque macroeconómico de las teorías tradicionales de desarrollo y crecimiento
En las nuevas teorías de desarrollo, tomando los argumentos de Stiglitz y Hoff (Tello, 2006), el proceso de desarrollo es un proceso de cambio organizacional y de procesos productivos no necesariamente comunes a todos los países, y en donde eventos accidentales históricos pueden explicar las diferencias en desarrollo entre países pobres y países ricos, donde el proceso de desarrollo de una economía comprende dos tipos de procesos. El primero es el “proceso de crecimiento o incremento del estándar de vida de los habitantes de dicha economía”. El segundo es el proceso del cambio institucional compuesto por: i) cambio en el comportamiento y conducta de los agentes; ii) cambio en las interacciones entre agentes; iii) cambios en el papel político de los agentes; iv) cambios en los niveles de urbanización y comercialización, etc. A este segundo proceso se le denomina también “modernización” (Tello, 2006).
Por lo anterior, esta teoría permitirá sustentar la dualidad existente en lo relativo a la forma en que se lleva a cabo la actividad desempeñada por los RIRSUR en México en comparativa con el contexto vivido en otros países; por otro lado, ayudará a analizar los dos tipos de procesos propuestos por las nuevas teorías en lo relacionado con el incremento del estándar de vida de los recolectores informales y por otra parte en lo concerniente al proceso del cambio estructural en lo tocante a la vinculación que pueda lograrse entre los diferentes actores que intervienen en esta actividad informal.
Se observa en la mayoría de los casos que la incursión y proliferación de esta actividad está en función del incremento del desempleo originado por las crisis económicas en gran parte de los países latinoamericanos. Pero también se puede observar que la actividad ejercida por los recolectores informales beneficia a diversos actores, entre ellos, empresas recicladoras, que obtienen los materiales sin que les originen mayores costos de operación relacionado con la contratación de empleados dedicados a la búsqueda y separación de estos materiales. Por otro lado, la parte gubernamental, también se beneficia de esta actividad, ya que los recolectores informales disminuyen la cantidad de residuos sólidos destinados a los rellenos sanitarios, pero la pregunta que surge a partir de este contexto es, de qué manera beneficia a los recolectores informales de residuos sólidos urbanos reciclables el estar inmersos en esta actividad, y a partir de qué evaluar el bienestar del sector informal del reciclaje de residuos sólidos, por lo que a continuación se analizará, qué es la calidad de vida y en función de qué indicadores es viable este análisis. 

1 Palabra procedente del náhuatl, la cualsignifica, escoger, recoger. La primera definición de pepenar en el diccionario de la real academia de la lengua española es recoger del suelo, rebuscar.

2 El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es una agencia de las Naciones Unidas que lleva 50 años trabajando en México. Sus principales objetivos son reducir la pobreza, fortalecer la gobernabilidad democrática y apoyar al desarrollo humano sustentable del País.

3 El Índice de Desarrollo Humano (IDH) permite evaluar el nivel medio alcanzado por cada país a partir de tres aspectos esenciales: longevidad y salud, representadas por la esperanza de vida; instrucción y acceso al saber, representados por la tasa de alfabetización de adultos (dos tercios) y la tasa bruta de escolarización para todos los niveles (un tercio) y la posibilidad de disponer de un nivel de vida digno representado por el PIB por habitante.

4 Este concepto fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Bründtland en 1987, fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo.