IMPACTO ECONÓMICO DE LA RECOLECCIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS RECICLABLES EN TEPIC, NAYARIT

IMPACTO ECONÓMICO DE LA RECOLECCIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS RECICLABLES EN TEPIC, NAYARIT

Ana Griset Tapia Ibarra
María de Lourdes Montes Torres
Claudia Estela Saldaña Durán
Eduardo Meza Ramos

Universidad Autónoma de Nayarit

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Calidad de vida

La utilización del concepto de Calidad de Vida (CV) puede remontarse a los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, como una tentativa de los investigadores de la época de conocer la percepción de las personas acerca de si tenían una buena vida o si se sentían financieramente seguras (Campbell, 1981; Meeberg, 1993, Urzúa M. & Caqueo-Urízar, 2012), aumentándose considerablemente éste interés en los últimos años del siglo XX particularmente en los años 60’s.
Fernández-Ballesteros (1998) plantea que dos son las principales posturas que se debaten actualmente al investigar sobre el tema: la primera sostiene que la calidad de vida se refiere exclusivamente a la percepción subjetiva del individuo acerca de ciertas condiciones de su vida, mientras que la segunda considera que el concepto debe incluir tanto las condiciones subjetivas (relacionadas con la evaluación o apreciación del sujeto de diferentes condiciones de vida) como las objetivas (condiciones evaluadas independientemente del sujeto) (Arita, Romano, García, & Félix, 2005).
Es importante rescatar que se entiende por calidad de vida, las condiciones de vida de una persona tomando en cuenta aquello que es deseable o indeseable de acuerdo con ciertos estándares predeterminados. Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo una propuesta de definición de calidad de vidabasada en aspectos subjetivos; según la OMS, “la calidad de vida es la percepción de los individuos de su posición en la vida en el contexto de su cultura y sistema de valores en la cual ellos viven y en relación a sus metas, expectativas, estándares e intereses” (Ochoa, 2011). Por otro lado, Ardila (2011) define calidad de vida como un estado de satisfacción general, derivado de la realización de las potencialidades de la persona.
En contraparte, Fadda (2011) citando a Rojas (2009), argumenta que el concepto de calidad de vida se asocia al concepto de progreso, definido éste como el transcurrir de un estado considerado como inferior a uno considerado como superior, es decir, un cambio en la forma de vivir de las personas, que implica avances y mejoras sobre el estado anterior, de igual forma haciendo referencia a Izazola (2009), progreso se define como un proceso en el que la población mejora sus condiciones de vida no sólo en términos materiales. Por su parte, De la Fuente (2009) argumenta que con frecuencia,el concepto de progreso adicional al de calidad de vida se asocia al de bienestar, prosperidad, desarrollo sustentable, realizaciones personales y colectivas, entre otras.

Indicadores objetivos y subjetivos en la calidad de vida

Una escala de medición de la calidad de vida muy conocida en el mundo de la psicología es la propuesta por Cummins (1997), que considera la calidad de vida como un agregado de componentes objetivos y subjetivos. Cada componente incluye siete aspectos: bienestar material, salud, productividad, intimidad, seguridad, lugar en la comunidad y bienestar emocional (Lora, 2011).
En este contexto, Diener y Suh (1997), proponen los indicadores sociales, en los cuales se buscaba tener indicadores objetivos de tipo económico y social para describir el nivel de vida en una sociedad. Por otro lado, se encuentra el estudio del bienestar subjetivo 1, que considera que tanto los indicadores económicos como los sociales son insuficientes para determinar la calidad de vida de una persona. Desde esta perspectiva, para medir la calidad de vida y, por tanto, para juzgar qué tan bien viven las personas, es necesario obtener las percepciones de las mismas acerca de su vida (Ochoa, 2011).
Partiendo de que la calidad de vida toma aspectos objetivos y subjetivos se presentan a continuación los principales factores que se tienen en cuenta en el estudio de la calidad de vida en relación a estos dos aspectos.
En lo relacionado con los aspectos subjetivos o percibidos, es importante mencionar que en los estados de ánimo se consideran aspectos afectivo-emocionales, mientras que la satisfacción con la vida es más de tipo cognitivo. Algunos estudios realizados por Diener, han encontrado que el bienestar subjetivo se relaciona positivamente con el grado en que la sociedad cubre las necesidades básicas y provee oportunidades para lograr las metas personales. Por otra parte, en México, Rojas analiza la relación entre el ingreso y el nivel de bienestar2 medido como la respuesta a la pregunta de qué tan feliz se considera, mientras que García (2011), tomando de referencia las aportaciones de Stiglitz y de Layard, propone la medición del concepto de progreso a través de indicadores en términos de calidad de vida, el cual presenta la propuesta de un Índice Nacional de Calidad de Vida para México como respuesta a la búsqueda de medidas alternas de progreso.

Indicadores de bienestar en México

Surge una controversia con la precisión de cuáles son las condiciones de vida que se requieren en una sociedad y sobre todo en base a qué indicadores analizar el bienestar. Muchos economistas en la actualidad sustentan que la medición del ingreso per cápita 3 constituye un concepto que resume de manera objetiva las condiciones de bienestar de la gente, y que por ende, es un indicador claro del desarrollo económico de la sociedad (García J. F., 2011). Para estos casos, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita así como los índices de pobreza, son los indicadores más adecuados para medir el progreso de las sociedades ya que sólo toman en cuenta las condiciones materiales como las más importantes para medir este avance. Para muchos, un incremento en éste implica un mayor progreso para las sociedades. Sin embargo, esta creencia ha empezado a ser cuestionada por algunas organizaciones internacionales como la OCDE, el Banco Mundial (BM) y la ONU, ya que en su concepción inicial, el PIB no fue creado para medir el bienestar de la población, aunque frecuentemente es usado para este fin, esto se debe a que el PIB es uno de los pocos indicadores que tienen aceptación a escala universal y es fácilmente comparable entre países (García J. d., 2011); por lo que surge un nuevo instrumento utilizado para medir y comparar el grado de avance en materia de desarrollo humano alcanzado por los países del mundo, el índice de desarrollo humano (IDH).
Recientemente, la llamada “Comisión Stiglitz”, convocada por el presidente Sarkozy, dio a conocer su reporte sobre “La medición del desempeño económico y el progreso social”, en el cual señala, dentro de sus conclusiones, que el momento es propicio para orientar la edición de los indicadores de lo económico hacia el bienestar de la gente. Por otro lado, en una más de sus conclusiones, este reporte señala que el bienestar de la población requiere de una definición multidimensional. Las dimensiones clave identificadas por esta comisión son:

  • Estándares de vida material (ingreso, consumo y riqueza).
  • Salud.
  • Educación.
  • Actividades personales, incluyendo el trabajo.
  • Voz política y buen gobierno.
  • Conexiones y relaciones sociales.
  • Medio ambiente (condiciones presentes y futuras).
  • Inseguridad, de naturaleza económica como física.

Por su parte, la OCDE implementó el Índice para una Vida Mejor en 2011, el cual es una herramienta en línea que anima a la población a medir el bienestar según aquello que considere más importante, este índice interactivo del bienestar propone hacer participar a los ciudadanos en el debate sobre el progreso de la sociedad, invitando a los visitantes del sitio a puntuar cada uno de los 11 temas, y a crear su propia perspectiva para medir y comparar el bienestar; entre los países destinatarios que han implementado dicho instrumento se destacan: España, Chile, México y la población hispanohablante de Estados Unidos. A través de estos once temas esenciales compara el bienestar en distintos países, los cuales considera esenciales para las condiciones de vida materiales y la calidad de vida, entre los principales indicadores se destaca:

  • Vivienda
  • Empleo
  • Educación
  • Compromiso cívico
  • Satisfacción
  • Balance vida- trabajo
  • Ingresos
  • Comunidad
  • Medio ambiente
  • Salud
  • Seguridad

En otro orden de ideas, García (2011), propone el Índice Nacional de Calidad de Vida (INCAVI), en el cual propone siete dominios para medir la calidad de vida:

  • Salud.
  • Economía.
  • Educación.
  • Seguridad.
  • Buen gobierno.
  • Vida comunitaria.
  • Bienestar personal.  

En México existen actualmente diversos indicadores sobre condiciones de vida cuyo acercamiento habitual ha sido tomar como espacio de análisis las carencias o los logros desde un plano objetivo, entre las principales mediciones de las condiciones de vida de la población, las cuales utilizan indicadores exclusivamente de tipo objetivo, tal como el Índice de Marginación, el Índice de Rezago Social del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), y del Índice de Desarrollo Humano (Ochoa, 2011).
Entre las principales dimensiones socioeconómicas que analiza el Índice de Marginación se encuentra la educación, la vivienda, la distribución de la población y los ingresos monetarios (CONAPO, 2013). Por su parte, el Índice de Rezago Social, es una medida ponderada que resume cuatro indicadores de carencias sociales (educación, salud, servicios básicos y espacios en la vivienda) en un solo índice que tiene como finalidad ordenar a las unidades de observación según sus carencias sociales (CONEVAL), mientras que el Índice de Desarrollo Humano, se compone de tres dimensiones: salud, educación e ingreso, cada dimensión es medida a partir de variables establecidas por Naciones Unidas.
Tomando como referencia lo anterior, se tomará como base en esta investigación  para el análisis del bienestar de los recolectores informales de residuos sólidos urbanos reciclables, los indicadores relacionados con el ingreso, la salud, la educación y la vivienda. 
En este sentido, y a partir de las teorías analizadas anteriormente sobre el desarrollo y el  bienestar, se realizará a continuación una revisión  y contextualización del problema de investigación.

1 El bienestar subjetivo está determinado por la evaluación que hace cada persona en relación con su vida.

2 El estado por el cual una persona se siente satisfecha con su vida.

3 Resultado de relacionar el ingreso nacional entre el número de habitantes de un país.