POBLACIÓN, DESARROLLO Y GÉNERO

POBLACIÓN, DESARROLLO Y GÉNERO

Gloria Valle Rodríguez (CV)
Universidad Autónoma de Zacatecas

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IV.2 MIGRACIÓN Y GÉNERO.

Desde la formulación inicial de los ejes o nudos articuladores de las relaciones entre población y desarrollo, se situó a la migración internacional como un área temática en estrecha y cercana correspondencia con los mismos. “En las últimas décadas la migración internacional ha adquirido una posición destacada tanto en el ámbito de las relaciones entre los países como en el de los asuntos que concitan la preocupación de los agentes públicos y privados. El renovado interés por la migración internacional radica en la amplia difusión otorgada a algunas de sus manifestaciones y en sus vínculos con los procesos de desarrollo”.1
Entre tanto, la migración en general y la internacional en específico que históricamente habían sido enfocadas como un fenómeno asociado a la población masculina, ha venido modificando esa naturaleza, en tanto hoy por hoy, las población femenina está aportando casi la mitad de la población migrante a nivel mundial, y en ese sentido, la migración tiene un componente de género, no solamente por el monto creciente de mujeres que integran los desplazamientos poblacionales, sino por el hecho innegable de que el fenómeno de la migración impacta de manera diferencial a mujeres y hombres.
Por todo lo anterior, en el esfuerzo por mostrar el enfoque de género hacia las relaciones entre población y desarrollo, se busca desarrollar, en esta parte del trabajo, una mirada de género a las migraciones internacionales.
Aquí se ratifica el hecho de que incluir la perspectiva de género en los estudios de población en general y de las migraciones en particular, significa tomar en cuenta el lugar y el significado que las sociedades dan al varón y a la mujer en su carácter de seres masculinos o femeninos, tanto en aspectos de la reproducción demográfica, como en otros que atañen a la población como base fundamental de la actividad económica y a diversos aspectos que involucra la relación entre la población y el desarrollo; la migración no es una excepción. Este significado varía de cultura en cultura y de época en época. Los análisis más recientes tienden a evidenciar que los roles de género constituyen parte integrante de los factores causales de la migración. “Se ha argumentado que las relaciones de género, los roles y las jerarquías influyen en el proceso migratorio y, en particular, en las probabilidades de migración de hombres y mujeres, lo que redunda en diferentes resultados migratorios”.2

El género puede ser un elemento crucial en las percepciones y las condiciones que facilitan o inhiben la migración. Algunas de éstas son, por ejemplo, la consideración de la migración como una opción posible, la percepción de las opciones de migración disponibles, los recursos que la familia pone a disposición de sus miembros en el proceso migratorio y la capacidad de la mujer para participar activamente en la decisión de migrar, tanto suya como de los demás miembros del hogar.3

La IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realizada en setiembre de 1995 en Pekín, fue el escenario elegido por los promotores de la nueva perspectiva para lanzar una fuerte campaña de persuasión y difusión. Es por ello que desde dicha cumbre la "perspectiva de género" ha venido filtrándose en diferentes ámbitos no sólo de los países industrializados, sino además de los países en vías de desarrollo. En esta Conferencia se emitió la siguiente definición de género: "El género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo", completada en esa misma Conferencia por Bella Abzug, de la siguiente manera: "El sentido del término 'género' ha evolucionado, diferenciándose de la palabra 'sexo' para expresar la realidad de que la situación y los roles de la mujer y del hombre son construcciones sociales sujetas a cambio".4  

Las investigaciones van documentando lo importante que resulta acudir a la perspectiva de género en el estudio de la migración femenina, dado que el género recorre estructuralmente las decisiones, trayectorias y consecuencias de la migración. Así por ejemplo, el análisis de los flujos migratorios a partir de indicadores de género, tiende a evidenciar que las mujeres inmigrantes se encuentran más concentradas en el destino de su migración en las ciudades principales y en las de tamaño intermedio. Mientras tanto, los hombres suelen ser mayoría en las áreas de menor urbanización y en las zonas rurales, cuestión que se explica por los roles y las características laborales en las que se inserta la población migrante en los lugares de destino.

Debe aceptarse, sin embargo, que hoy en día la pregunta sobre ¿Cómo se puede incorporar el género a nuestra comprensión de migración? permanece aun parcialmente contestada por toda una serie de razones. Por ejemplo, la comprensión de la migración y la construcción de teorías útiles deben tener en cuenta muchos tipos diferentes de migración, incluyendo la migración temporal, permanente, ilegal, obrera, y la inducida por conflictos. El desarrollo de una teoría de la migración desde una perspectiva de género ha sido difícil porque disciplinas como la antropología, la sociología, las ciencias políticas, la economía, la demografía, el derecho y la historia han tendido a enfocar solamente unos pocos tipos de migración y ponen el énfasis en diferentes explicaciones. También, la incorporación explícitamente del género como parte de la teoría de la migración ha estado influenciada más recientemente por los desarrollos de las perspectivas feministas en América del Norte que continúa desafiando los enfoques más ortodoxos. 5

Así y todo hay diversas percepciones sobre la experiencia migrante femenina. Se vislumbra que cada mujer que migra tiene experiencias diferentes. Para unas el proceso migratorio les abre nuevos espacios que favorecen cambios en las relaciones de poder dentro de la familia y la sociedad.

Complejos análisis concluyen que la vida de las mujeres migrantes en otro país puede implicar pérdidas y cargas adicionales que afectan sus capacidades y opciones; pueden conllevar aumento de las demandas económicas por parte de la familia en el lugar de origen, y crearse en definitivas, nuevos vínculos de dependencia y abuso dentro de las relaciones laborales en el país de destino.

1 Reynaldo J. Bajraj, Miguel Villa y Jorge Rodríguez: Población y desarrollo en América Latina y el Caribe: Un desafío para las políticas públicas. Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía. CELADE. División de Población. Santiago de Chile, agosto de 2000. Pág. 34

2 E. M. Grieco y M. Boyd: Women and Migration: Incorporating Gender into International Migration Theory. (WPS 98-139), Center for the Study of Population Working Paper, Nº 35, Tallahassee, Florida, Center for the Study of Population, College of Social Sciences, Florida State University, 1998.

3 George Martine, Ralph Hakkert y José Miguel Guzmán: Aspectos sociales de la migración internacional: Consideraciones preliminares. SIMPOSIO SOBRE MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN LAS AMÉRICAS Organizado por CEPAL/CELADE y OIM. San José de Costa Rica 4-6 de septiembre de 2000.

4 Citado en: Perspectiva de género: sus peligros y alcances. http://www.abuelete.iespana.es/revista-arbil/(21)gene.htm

5 Monica Boyd and Elizabeth Grieco: Women and Migration: Incorporating Gender into International Migration Theory. March 1, 2003. http://www.migrationinformation.org/Feature/display.cfm?ID=106