RETENCIÓN DE FUERZA DE TRABAJO MIGRANTE EN LOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE LA RIVIERA NAYARIT

RETENCIÓN DE FUERZA DE TRABAJO MIGRANTE EN LOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE LA RIVIERA NAYARIT

Ricardo Becerra Pérez
Felipe Cuamea Velázquez
Eduardo Meza Ramos
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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REPENSANDO LO TURÍSTICO: UNA BREVE REVISIÓN TEÓRICA

De acuerdo con las previsiones de la Organización Mundial del Turismo, el rápido crecimiento de las corrientes turísticas en las últimas décadas continuará hasta llegar a ser la actividad comercial más importante del planeta, con un volumen de transacciones mayor que el de la industria automotriz y la del petróleo. Esto supone, por lo pronto, una creciente presión para educar a la población y aprovechar adecuadamente los espacios naturales de uso turístico (Sergio E. Molina, citado por Batllori Guerrero, Alicia, 2002).

Pensar en torno a las cuestiones relacionadas con las actividades turísticas demanda, en primera instancia, una visión interdisciplinaria.

En lo que se refiere al desarrollo de las actividades turísticas se reconoce, de entrada, que los fenómenos han tendido siempre a desarrollarse de manera más rápida que la capacidad de interpretación de quienes son responsables de tomar decisiones, lo que, para el caso de nuestro país, parece ser un signo característico no solamente de las cuestiones relacionadas con el turismo.

Si bien se reconoce una gran variedad de definiciones sobre el turismo,  en ellas es posible reconocer tres elementos en común:

1.- Un desplazamiento de la residencia habitual del turista,
2.- Ese desplazamiento se da en su tiempo libre.
3.-Los motivos del viaje pueden ser muy variados, desde los más comprensiblemente ligados al ocio, hasta los que tienen que ver con los negocios.
Según el diccionario, el turismo es la acción de viajar por placer, deporte o instrucción, o el conjunto de actividades humanas puestas en práctica para realizar este tipo de viajes. Así mismo se denomina a la industria que tiene por objeto satisfacer las necesidades del turista (Larousse, 2004). Esta definición no discrimina en términos del turismo local y aquél que cruza fronteras internacionales.

En términos metodológicos, Bringas (2002) da cuenta de la propuesta de la Organización Mundial del Turismo, para considerar como turista internacional a la persona que pernocta por lo menos una vez en territorio nacional, lo que difería con lo que prevalecía en el país hasta 1993, pues se contabilizaban como turistas internacionales a quienes se desplazaban más allá de 35 kms. en territorio nacional, y permanecían más de 72 horas.

De esta manera, el turismo, como una actividad estratégica en algunas regiones del país exige ser visto en términos de crecimiento y desarrollo social (Guevara Ramos, et al., 2005:17), en aras de allanar el camino entre lo que se hace y lo que se sabe.

En su trabajo, Guevara Ramos invita a los estudiosos de los temas turísticos a reconocer que dada la complejidad de los fenómenos de este tipo, se requiere su estudio desde la perspectiva de las ciencias sociales y naturales.

De esta manera, se establece que desde la década de los cincuenta, y con el desarrollo de megaproyectos turísticos en el país, se llegó al modelo de desarrollo turístico tradicional en México.
Acapulco y Cancún constituyen ejemplos de desarrollo turístico de este tipo, caracterizados por la fuerte promoción y desarrollo de estos destinos de playa, por parte del gobierno federal, y la tendencia a promover los viajes hacia el interior del país, en contrapartida al turismo exclusivamente fronterizo. Estos grandes desarrollos proyectaron una imagen de la modernización de México y masificaron estos destinos de sol y playa.
Es a partir de este esquema que el país se posiciona como destino internacional, y pierde relevancia a partir de los años noventa, cuando aparecen ciertos cambios en las tendencias del mercado turístico mundial, lo que es más notorio en el caso de Acapulco, que prácticamente cede su lugar de atractivo turístico internacional a otras regiones del país.

Los cambios anteriormente mencionados provocan el nacimiento de instituciones de investigación y organismos como la Secretaría de Turismo, que generaron indicadores sobre el sector, y trataron de elaborar planes de desarrollo turístico nacional y estatal, e inclusive, estudios de prospectiva para prever escenarios en la actividad turística en el territorio nacional, sobre todo tendientes a dar respuestas a preguntas muy específicas relacionadas con la dinámica del sector.

Entre las obras más actuales se encuentran las que tienen relación con la utilización del tiempo libre, el ocio y el turismo alternativo, la sustentabilidad y algunos otros que versan sobre el proceso histórico de las actividades turísticas en el país.

En el plano internacional los conocimientos se centran en la planificación, las implicaciones sociales y económicas de la actividad, las implicaciones turismo-ecología, empleo, desarrollo local y cultura-, temas que parecen permear el medio académico en los últimos años.

No obstante lo anterior, se reconoce la ausencia de debates que aporten en el terreno de lo científico, de manera crítica, que conduzcan al final de cuentas, al desarrollo del conocimiento sobre lo turístico. Es en ese sentido que se invita a realizar investigación en esta materia, con un marco teórico bien delimitado.
Los cambios provocados por la globalización y la competencia, con la presencia de un consumidor más informado, provocaron que el turismo dejara de ser sólo una vía de escape a la rutina diaria, y se instaurara como:

“…ámbito para el aprendizaje y el desarrollo personal, y un espacio donde las comunidades locales de los países en desarrollo fincan grandes expectativas para el mejoramiento de su calidad de vida en el marco de una articulación apropiada de lo local y lo global…” (Dussel, citado por Guevara Ramos, et al., 2005).

En ese contexto, un modelo más competitivo de turismo debe generar al mismo tiempo desarrollo y crecimiento, incorporando nuevas tecnologías y reposicionando el capital humano como soporte principal de las actividades turísticas.

Por último, Guevara Ramos propone un esquema de Líneas de Investigación y Contenidos, así como los Temas y Problemáticas relacionados con la actividad turística:
 
El esquema propuesto señala, en su parte de Educación, Capacitación, Trabajo y Tecnología en Turismo el análisis de las condiciones de trabajo, competencias y certificación laboral, lo que llama la atención en el sentido de la investigación que aquí se está proponiendo.

Por otro lado, en el sentido de la sustentabilidad, Bringas Rábago e Israel González (2004) introducen el tema del turismo alternativo en su propuesta para incentivar el desarrollo local de dos comunidades indígenas de Baja California. Citando a Sen (2000) establecen que el desarrollo se debe plantear como un incremento de la participación de los actores locales en los procesos de desarrollo, lo que deriva en mayores capacidades económicas y políticas de las comunidades.

Con datos de la Organización Mundial de Turismo de las Naciones Unidas, muestran que el ecoturismo crece a un ritmo anual de 20%.

En el mismo sentido de Guevara Ramos et al., señalan el debilitamiento del modelo tradicional de turismo de masas y el surgimiento de la preocupación por  un ambiente natural sano, lo que provoca la incorporación de nuevos espacios para el desarrollo de la actividad. Bajo esta perspectiva, el turismo alternativo se concibe como factor para el desarrollo local sustentable, y para evitar que las comunidades rurales tengan que destruir sus recursos para poder subsistir.
De esta manera, este tipo de turismo provoca que los valores sociales, naturales y comunitarios permitan al turista y al residente disfrutar de una interacción fundamentada en una serie de experiencias compartidas entre ambos (Smith y Eadington, citados por Bringas, 2004).

Su planteamiento principal es que el modelo de turismo alternativo orienta más la inversión en capital humano y a un comportamiento activo del turista, minimizando con ello los costos sociales y culturales que el modelo de desarrollo turístico tradicional genera. En este esquema, la sustentabilidad se logra al tomar en cuenta las interacciones de los sistemas sociales, culturales, ecológicos y económicos.

Por último, plantean un esquema de lo que denominan Algunos Componentes de una Política Turística Regional:

Cabe hacer notar la importancia que en ambos trabajos se da a la capacitación y a la inversión en capital humano, punto central en la propuesta de investigación que nos ocupa.
Por su parte, Batllori Guerrero, Alicia (2002), establece una clara diferenciación entre el turismo alternativo y el turismo cultural.

El turismo cultural lo componen tres grandes grupos de atractivos:
A.- zonas arqueológicas y monumentos históricos,
B.- poblaciones y comunidades tradicionales
C.- artesanías y artes populares, lenguas, conocimientos, fiestas, costumbres y valores tradicionales.

En lo que respecta al estado de Nayarit, se nota claramente que se cuenta con sitios y regiones en los cuales se puede explotar este tipo de turismo, con la única condición de respetar la integridad de los espacios que constituyen este tipo de patrimonio, el medio ambiente que los rodea, y las costumbres, creencias y valores de quien en ellas viven.

En lo que se refiere al turismo alternativo, o ecoturismo, se entiende como la práctica de actividades turísticas en espacios naturales, sin la afectación negativa de los mismos.

Distingue estos desde aquellos que se han denominado de aventura, reto o de corte místico o espiritual. Estos se pueden practicar en cuerpos de agua (mar, lagunas o ríos), desiertos y parques nacionales, recorridos agro turísticos y de turismo rural, y turismo de salud, entre los que resaltan los baños de vapor, aguas termales, masajes y arcillas minerales.
Debido a la importancia creciente de este nicho de mercado, se ha creado la norma 09 y la 0111 .

Es evidente que este tipo de turismo demanda una serie de características tanto de quienes lo practican como de los que lo ofrecen: se necesita que el turista se interese en los temas que ofrece el recorrido, lo que presupone un cierto nivel de educación y de interés de su parte.
Por último, enumera una serie de estrategias, las que se pueden agrupar en tres aspectos fundamentales: aquéllas que tienen que ver con la información de las implicaciones de la actividad turística para el medio ambiente, los individuos que se involucren en esta, y de los procesos económicos que deben de ser desplazados para su establecimiento como actividad alternativa a las que tradicionalmente prevalecen en la zona; además, debe existir una serie de fondos financieros para asegurar el éxito de la actividad y, por último, una clara política que asegure el empleo para los habitantes de la zona, o la realización de actividades productivas paralelas orientadas a satisfacer la demanda de este tipo de turismo.

Por su parte, Bringas y Cuamea (2000) en su Programa de Desarrollo del Producto Turístico Recreativo para las Zonas Rurales del estado de Baja California, en el cual elaboran un diagnóstico  del equipamiento turístico, recursos naturales y culturales  de los valles de San Quintín y Guadalupe, así como del área de la Laguna Hanson, en el Parque Nacional Constitución de 1857, establecen que el turismo es:

…un complejo fenómeno social que demanda consumirse in situ. Su práctica requiere forzosamente de un desplazamiento por parte del turista, además de la disponibilidad de recursos económicos y de tiempo libre para llevarlo a cabo. A ello se debe se le debe agregar el factor motivacional indispensable para concretizar el viaje…(Op. Cit., p.2).

Una vez que reconocen la crisis del llamado turismo de masas establecen que a partir de los años ochenta, y a raíz de la preocupación por las cuestiones relacionadas con el medio ambiente, se da el surgimiento del turismo alternativo. Establecen que el cambio en el turismo se debe a tres factores: el precio, aspectos sociodemográficos como la edad del cliente, por ejemplo, y la calidad del medio ambiente. Nótese que de los tres aspectos anteriores, los primeros dos habían sido ignorados por Batllori.

Así, es posible distinguir dos tipos de turismo que prevalecen en la actualidad: el turismo tradicional o de masas, que se dirige principalmente a las zonas de playa y el turismo alternativo, el cual está cobrando cada vez mayor importancia (ibid.p.4).
Una vez caracterizadas cada una de las zonas, y habiendo considerado a la zona del Valle de Guadalupe como de alto potencial, proponen una esquema de operación para el Museo Comunitario, y dedican dos apartados a las necesidades de capacitación en la zona, una de ellas orientada a la comercialización de artesanías indígenas:

1.- Capacitar a personal de las localidades de cada una de las regiones para que funjan como guías especializados en el conocimiento de los atractivos locales. La formación de guías debidamente certificados y registrados ante las instancias correspondientes incrementa las posibilidades de emplear a población local para el aprovechamiento de los recursos turísticos.

En este sentido, es conveniente insistir en la necesidad de capacitación y certificación que en cada una de las investigaciones revisadas se ha detectado, lo que es congruente con la intención del presente trabajo, que pretende proponer la capacitación y la certificación de una serie de habilidades específicas en los migrantes de retorno de los Estados Unidos de América, para integrarlos al mercado laboral de los servicios turísticos en el estado de Nayarit.

1 La norma 09 se refiere a la formación de guías especializados, mientras que la 011 exige las condiciones mínimas de seguridad para formar una empresa operadora que ofrezca servicios de turismo alternativo. Buen Viaje. Cancún, México, 2002, p.30.