RETENCIÓN DE FUERZA DE TRABAJO MIGRANTE EN LOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE LA RIVIERA NAYARIT

RETENCIÓN DE FUERZA DE TRABAJO MIGRANTE EN LOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE LA RIVIERA NAYARIT

Ricardo Becerra Pérez
Felipe Cuamea Velázquez
Eduardo Meza Ramos
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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DETERMINACIÓN DEL TAMAÑO DE MUESTRA

Respecto al tamaño de muestra, se utilizó la fórmula propuesta por Scheaffer et al., (1987):
Donde:

n=Tamaño de muestra requerido para estimar p con un límite para el error de estimación B.
N= Tamaño de la Población, en este caso, 6764 migrantes de retorno detectados en el XII Censo General de Población y Vivienda de 2000.
D=, donde  es el cuadrado del límite para el error de estimación. Para este caso, D= (0.05)2 /4=0.000625.

Debido a que no existen encuestas anteriores similares a la presente, en la práctica se desconoce la parte de la población que posee una característica determinada, p es un valor desconocido, y, por consecuencia, q, pues ésta se estima como q=1-p. En estos casos, se estima un tamaño de muestra probablemente mayor que el requerido, pues se establece que p=0.5, y, por consecuencia, q=0.5.
Como se consideró una población de 6764, el tamaño de muestra fue de 378.1

DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN LOS MUNICIPIOS

Ahora bien, una vez que se determinó levantar un total de 380 cuestionarios, lo siguiente fue distribuir éstos de manera proporcional a la forma como cada uno de los municipios del estado contribuyeron al número total de migrantes de retorno captados en el censo, y distribuirlos siguiendo el criterio de Parte Proporcional al Tamaño (PPT), para determinar los que se iban a levantar en cada uno de los municipios, agregándolos de manera posterior siguiendo el criterio de la regionalización propuesta en la presente investigación, lo que se presenta en el Cuadro No. 3.17.

La técnica empleada para el  levantamiento de la encuesta fue la conocida como Bola de Nieve, cuya característica principal es la de que una vez que se ha detectado un informante con la característica de haber trabajado en los Estados Unidos de enero de 1995 a febrero del año 2000, al final de la entrevista se le inquiere sobre individuos que presenten la misma característica, y entonces conduce al entrevistador hacia nuevos informantes, pues se tiene que recordar que el censo sólo aporta la información  desagregada a nivel municipal, por lo cual es necesario recurrir a esta forma de ubicar a los individuos que se captan en la muestra.

RESULTADOS

PRINCIPALES RESULTADOS OBTENIDOS

Una vez levantada la información, y habiéndola procesado, se obtienen los siguientes resultados:

Debido a la metodología utilizada para levantar la muestra, la primera cuestión a observar es que los grupos de edad en los cuales se ha captado la mayor proporción de individuos son de 20-24 hasta 35-39 años de edad, con una mayor presencia de hombres que de mujeres en la muestra, pues de 380 cuestionarios aplicados, se captaron 317 hombres y 63 mujeres, lo que representa un 16% de mujeres por 84% de hombres.

No obstante que lo anterior es coincidente con la evidencia encontrada en una serie de investigaciones en el sentido de que la migración afecta principalmente a individuos del sexo masculino en edades consideradas como productivas, lo que se observa en el Cuadro No. 4.1 es una presencia mayor en los grupos que van de 30 a 39 años de  edad. Este relativo envejecimiento de los individuos lo provoca el hecho de que la pregunta filtro que permitió ubicar a un migrante de retorno de los Estados Unidos era el hecho de que hubiera trabajado en ese país entre enero de 1995 a febrero de 2000, para asegurar que la muestra fuera tomada del universo detectado en el XII Censo General de Población y Vivienda. Debido a lo anterior se tiene que el tiempo transcurrido desde ese periodo hasta la fecha del levantamiento muestral provoca un incremento en la edad de los individuos encuestados, pues si, por ejemplo, a la edad de 23 años en el año 1998 se trabajó en los Estados Unidos, de ese año a 2008 han transcurrido 10 años, por lo cual esa persona tendría en la actualidad 33 años. Tal situación parece explicar el hecho de que el 60% de migrantes entrevistados pertenecen a los grupos de edad que cubren de 25 a 39 años.

En lo que se refiere a la escolaridad, según lo muestra el cuadro No. 4.2, la muestra nos remite a un hecho que ya se ha discutido: una parte muy importante de los individuos captados cuentan con nivel educativo de Secundaria y más.

Independientemente de las diferencias por sexo, las mujeres parecen, en lo general, tener un nivel educativo proporcionalmente mayor al que presentan los hombres. Tal situación se refleja en el hecho de que son los hombres los que tienen una mayor presencia en los distintos niveles educativos que no fueron concluidos: 11.36 contra 7.94, 6.94 contra 3.17, 5.36 contra 3.17 y 3.79 contra 3.17 % en Primaria, Secundaria, Bachillerato y Licenciatura trunca, respectivamente.

No obstante lo anterior, el nivel educativo de Secundaria Terminada presenta un salto que lo sitúa en el 34.47% del total captado, mientras que 17 % de los migrantes captados muestran un nivel de escolaridad de Bachillerato, ya sea que lo hayan concluido o no, lo que es aproximadamente igual al número de ellos que concluyeron el nivel de Primaria.

La ocupación actual del migrante reviste importancia dado que permite apreciar las actividades principales a las que están dedicados. De esta manera, como se puede apreciar en el cuadro No. 4.3, y dejando de lado a aquéllos que manifestaron como actividad principal el ser Estudiantes o Jubilados, existe una marcada diferencia en las ocupaciones de parte de los hombres y de las mujeres, pues en el caso de estas últimas tres actividades las absorben casi en su totalidad: Ama de Casa, Empleado y Comerciante con 46.03, 22.22 y 12.70 %  respectivamente.

Por su parte, los hombres se ubican en una mayor gama de actividades: los Oficios absorben a un poco más de una quinta parte de estos, mientras que alrededor del 18% manifestaron ser Empleados. La diferencia entre estas dos ocupaciones estriba principalmente en que los primeros participan en el mercado por cuenta propia, mientras que el segundo grupo lo hace a partir del establecimiento de una relación salarial con otra persona.

Las últimas tres posiciones las ocupan aquellos que manifestaron ser Agricultor-Ganadero, Comerciante y Jornalero, con 17.03, 12.62 y 10.73 %, respectivamente. De estas tres ocupaciones, la primera y la tercera tienen que ver con las actividades de cualquier tipo en el campo, sin embargo, el primero es propietario de la tierra, y el tercero es asalariado, pues no posee tierra alguna.

            Un comentario adicional es que prácticamente existe la misma proporción de comerciantes en el caso de hombres y mujeres.

Por último, se llama la atención sobre el hecho de la existencia de un muy bajo porcentaje de desempleados, de alrededor de 6%, proporción igual a aquellos que manifestaron ser Obreros, que se emplean en lo general en pequeñas fábricas, pues el grado de industrialización del estado es casi nulo.

Asociado al fenómeno migratorio, el parentesco con el jefe del hogar muestra una tendencia a afectar principalmente a los Jefes del hogar y a los hijos de éste.

En el retorno, sin embargo, parece tener un comportamiento diferenciado por sexo. Así, de los migrantes de retorno captados en la muestra, se puede observar una mayor presencia de Esposas en el caso de las mujeres, con un 61.90%, contrastando con el 2.52% mostrado por los hombres. En la Jefatura de Hogar, sin embargo, se nota una presencia mayor de Hombres con 73.50%, no obstante que la proporción de mujeres en esa misma categoría alcanza un 28.57%.
De los Hijos, es notoria la mayor participación en el caso de los hombres que en el caso de las mujeres: 22.40% comparado con 6.35%, respectivamente.

En general el cuadro No. 4.4 nos lleva a pensar en Jefes de Hogar e Hijos, en el caso de los hombres, mientras que en el caso de las mujeres sería Esposas y Jefes de Hogar. Tal situación parece explicar la presión tan marcada que ejerce este grupo específico de individuos sobre el mercado laboral, pues es notorio en ellos la situación transitoria de sus empleos actuales, a la espera de una oportunidad de volverse a marchar a los Estados Unidos, o en la búsqueda constante de una actividad que le ofrezca mejores condiciones de ingreso, posibilidad de mejora continua o de potenciar las habilidades con las que cuenta, con un menor desgaste físico.

Relacionado con el rol que dentro del hogar se juega, el Estado Civil es uno de los aspectos más importantes, pues el nivel de responsabilidad que el individuo tiene es determinante en las decisiones tomadas por este en el presente o en el futuro.

De esta manera, por ejemplo, el estar soltero pudiera favorecer el hecho de estancias prolongadas del otro lado de la frontera, o el hecho de estar unido pudiera actuar en ambos sentidos: en una primera instancia la necesidad de proveer el hogar actúa en el sentido de emigrar hacia los Estados Unidos, pero esa misma situación pudiera actuar en el sentido inverso: la necesidad de estar al tanto de los miembros de la familia pudiera favorecer su retorno, o su permanencia en las comunidades de origen. De esta manera, el cuadro No. 4.5 muestra que alrededor de ocho de cada diez personas captadas están Unidas, mientras que esta situación se acentúa más en el caso de las mujeres. En lo referente a aquellos que se manifestaron como No Unidos sucede a la inversa: una mayor proporción entre los hombres que entre las mujeres, pues prácticamente hay una diferencia de 10% entre ambos grupos.

Esta situación refleja lo que con anterioridad se había analizado, pues entre los hombres hay una mayor cantidad de Hijos, mientras que en el caso de las mujeres, la presencia de este tipo de individuos es notoriamente pequeña.
El acceso a la seguridad social se encuentra asociado con la manera como el trabajador se inserta en el mercado laboral. Es este aspecto, incluso, uno de los principalmente considerados para distinguir si es del sector formal o informal la actividad económica en la que se desenvuelve. En este sentido, la derechohabiencia en el IMSS o al ISSSTE cubre apenas tres de cada diez migrantes de retorno.

Hablar del aspecto  complementario  a  lo  anterior  lleva  a  plantear,  según  el  cuadro
No. 4.6, que prácticamente siete de cada diez carece de acceso a seguridad social, cuestión que es notoriamente mayor en el caso de las mujeres, lo que puede estar asociado a que éstas presentan una menor inserción en el mercado laboral formal. Es necesario señalar que no obstante que aproximadamente 20% de los migrantes están inscritos al Seguro Popular, al parecer este programa no ha logrado resolver las enfermedades de la población tal como sucede con aquellos que tienen acceso al IMSS, pues es propio de éste la saturación del sistema, la falta constante de medicinas y, sobre todo, el hecho de que sólo se atienden ahí problemas de salud que no presenten altos grados de complicación.

Ya para terminar este primer acercamiento a las características más generales de los migrantes captados en la muestra, y antes de introducirse en las singularidades que presentan en cada una de las regiones en las que se ha dividido al estado, se hace la reflexión en el sentido de las veces en las cuales se ha trabajado en los Estados Unidos.
Lo primero que muestra el cuadro No. 4.7 es que los hombres presentan una mayor movilidad entre los dos países, lo que se puede explicar por una mayor tendencia al establecimiento de parte de las mujeres, y por la marcada dificultad de éstas para cruzar la frontera, dada la mayor vigilancia de la línea fronteriza.

De esta manera, las mujeres prácticamente presentan un 10% más que los hombres que han trabajado en Estados Unidos sólo Una Vez, mientras que comparten la misma proporción en el caso de haber trabajado allá Dos Veces. En general se puede afirmar que el 82.49% de las mujeres han trabajado de Tres Veces y menos, mientras que en el caso de los hombres esta proporción es del 70%, resaltando el caso de que hayan trabajado Entre Ocho y Veinte veces, en cuya categoría se tienen 8.52 y 4.76% entre hombres y mujeres, respectivamente.

Antes de continuar es bueno aclarar que si bien la pregunta filtro se refirió a que el migrante haya trabajado en ese país entre 1995 y 2000, un individuo cualquiera pudo también haber trabajado allá antes de 1995, o haber seguido migrando después de 2000, incluso haber vuelto a su comunidad de origen días antes de la aplicación de la encuesta de la presente investigación, pues al parecer la situación del otro lado de la frontera está obligando a los trabajadores a abandonar el país por un lado, debido a las presiones cada vez mayores de las autoridades locales y de migración, y, por otro, simplemente, a la escasez de trabajo que en las actividades en las que se desenvolvían se ha dejado sentir en los últimos años, pues se debe recordar que la recesión en la economía norteamericana inició precisamente en el sector de los bienes raíces, y, como se verá más adelante, una cantidad importante de trabajadores migrantes se emplean principalmente en un sinnúmero de actividades relacionadas con la rama de la construcción de viviendas.

La tenencia de documentos para cruzar la frontera es un aspecto en el que se comienzan a revelar una serie de diferencias entre hombres y mujeres, así como entre las regiones. De esta forma, se habrá de analizar la manera como se expresan una serie de diferencias en ese y en otros aspectos, los que, al parecer, juegan un papel importante en la decisión de parte del migrante de volverse a marchar hacia los Estados Unidos, o a tratar de insertarse en la economía del estado de manera definitiva. Si se atiene solamente a esta característica, la lógica apunta a que si una persona tiene documentos para cruzar la frontera, es más posible que trate de volver a irse a tratar de encontrar trabajo en ese país.

Tres cuestiones fundamentales nos deja ver el cuadro No. 4.8: la primera es una marcada heterogeneidad en las proporciones mostradas por cada una de las regiones en lo que se refiere a la tenencia de documentos. De esa manera, la Región Norte presenta un 42.7%, mientras que la Región Centro presenta 23.36%, llegando al 16% en la Región Sur, y descendiendo a 14.56% en el caso de la Región Costa Sur, para llegar al 0% de migrantes que tienen documentos para trabajar en los Estados Unidos, en la Región Sierra. ¿Cómo ha sido eso posible, si la región que históricamente ha estado más relacionada con el fenómeno migratorio es la Región Sur? La respuesta parece estar relacionada con el siguiente cuadro.

La segunda cuestión se refiere a la diferencia entre hombres y mujeres. Se habrá de notar de inmediato que las mujeres en una mayor proporción que los hombres cuentan con papeles que les permiten cruzar la frontera, independientemente de la región en que se encuentren. Esa tendencia se explica en la intención de proteger lo mejor posible a la mujer, y no arriesgarla a cruzar la frontera de manera ilegal, lo que se refleja en que un número importante de éstas manifiestan ir a los Estados Unidos con visa de turista 2, y utilizar ésta sólo para el cruce fronterizo.

La última cuestión que se puede observar en este cuadro es que la Región Sierra presenta un comportamiento atípico: ninguno de los individuos entrevistados cuenta con documentos, independientemente de ser hombre o mujer.

Un aspecto relevante es el que se refiere a la entidad en la cual trabajaron los migrantes de retorno en los Estados Unidos la última vez que estuvieron laborando en ese país. De esta manera, tomando el conjunto de la muestra levantada, y no obstante que se tiene presencia de nayaritas en 33 entidades de la unión americana (ver el cuadro No. 2 de Anexos), se distingue por un lado al estado de California como aquél en el que estuvieron la mayoría de ellos. En el mismo sentido se puede interpretar la fuerte presencia de éstos en el estado de Arizona, junto con Oregon, Washington, Idaho y Nevada. Lo anterior no es más que la confirmación del carácter histórico del fenómeno migratorio en el estado de Nayarit el cual, como parte de la Región Tradicional de Migración en México, a esos estados son a los que se dirigen la mayoría de los migrantes procedentes de esta parte del país.
Algo que sin embargo llama la atención es la creciente presencia de migrantes nayaritas en la Costa Este de la unión americana: el mapa No. 3 permite apreciar una importante presencia de migrantes en Carolina del Norte, en proporción incluso mayor a la que presenta Arizona, así como en los estados circunvecinos a esta entidad federativa.

Hacia el sur, Carolina del Norte integra una región con Carolina del Sur, Georgia y Florida. Hacia el Oeste, incluye a Tennessee, mientras que hacia el norte, se complementa con Kentucky y Virginia.

 Por último, no se puede soslayar al centro del país, en el cual Colorado se comienza a revelar como un estado de fuerte asentamiento de migrantes procedentes de Nayarit, al tiempo que la región de los Grandes Lagos participa con Illinois y Ohio.

Esta diversificación en términos de los destinos que los migrantes tienen en los Estados Unidos parecen tener su explicación en el proceso de segmentación laboral que se ha dado en ese país, y que ha permitido que los migrantes se establezcan en ciudades medias del territorio norteamericano, en lugar de trabajar sólo de manera temporal en las actividades relacionadas con el sector agrícola de los destinos tradicionalmente identificados desde los años 60´s (Soberón, 2002, Canales 1999 y 2000, Corona, 2004).
                      
La información anterior guarda  una  relación  directa  con  la  mostrada  por  el  cuadro
No. 4.9, en el cual  se concentra la información sobre la entidad en la cual trabajaron los migrantes la última vez que estuvieron en los Estados Unidos, según cada una de las regiones nayaritas.

Lo primero que se observa es que California ocupa el primer lugar entre las cinco regiones, y sólo hay que resaltar que la migración de nayaritas se había dado hacia ese estado y en general hacia la costa del pacífico hasta los años ochenta.

Al parecer, y sobre todo a partir de 1987, año en que una gran cantidad de mexicanos arreglaron su situación migratoria a partir de la  Immigration Reform and Control Act (IRCA), los destinos de éstos se han diversificado hacia un cada vez mayor número de estados. No obstante lo anterior, y tomando aquellos en los que se tiene una mayor proporción, se observa en las regiones Centro y Costa Sur que cinco de cada diez migrantes estuvo en California trabajando la última vez, mientras que en la región Sur la proporción llega a un poco más de seis de cada 10.

Mención aparte merece la región Sierra, que presenta una diversificación notoria hacia las Carolinas e Illinois, mientras que la Región Norte presenta 13.48% de los migrantes que estuvieron trabajando en Kentucky.

Si bien la diversificación en los destinos parece estar presente en todas las regiones, algunas en particular presentan procesos ligados con actividades específicas, como es el caso de la Región Norte, que, como se vio en el cuadro No. 30, proporcionalmente presenta una mayor cantidad de migrantes que cuentan con documentos para trabajar, lo que se encuentra relacionado con el cultivo de una planta que habría de ser eje principal en el patrón de cultivos del estado de Nayarit, hasta la década de los años 90: el cultivo del tabaco.

Al analizar el cuadro No. 4.10 se observa una peculiaridad: en el caso de las cinco regiones el trabajo que se tuvo en los Estados Unidos involucra tres espacios perfectamente delimitados entre sí: la construcción, el campo y la fábrica; lo único en lo que hay diferencias es en la proporción en que se participan en cada uno de ellos.
Eso permite definir el tipo de trabajadores que se ha captado: aquellos que se caracterizan por su entrega al trabajo físico, más que a la actividad intelectual ó a la prestación de servicios. No se quiere decir que no tengan calificaciones que los diferencien de los trabajadores que tradicionalmente se tienen en el estado, sino que se pretende llamar la atención en el sentido de que en la región, por principio de cuentas, no se tienen fábricas que pudieran aprovechar las competencias adquiridas del otro lado de la frontera, el campo no tiene las características del campo americano ni ofrece los ingresos a los que ellos tienen acceso en los Estados Unidos, y los sistemas constructivos que ellos dominan son notoriamente distintos a los que en la región prevalecen.

Una vez reflexionado lo anterior se tiene que las regiones Centro, Sur y Costa Sur presentan como actividad principal la construcción, pero en el caso de las dos primeras regiones que hemos mencionado, el campo y una fábrica son las que le siguen, lo que es diferente en el caso de la región Costa Sur, pues en ésta el segundo espacio es la fábrica, quedando el campo en el tercer lugar.

La sierra, por su parte, presenta una mayor participación del campo, el trabajo en una fábrica y, en tercer lugar, la construcción.

Atención especial merece la Región Norte, pues en ella el campo es el que tiene una mayor presencia, para seguir con la construcción y el trabajo en una fábrica.

Esta característica de la Región Norte, que presenta una marcada presencia de migrantes con documentos para trabajar, que tiene a Kentucky como destino principal, después de California y que trabajan en el campo más que en otras actividades es producto de que desde hace años en la región existe un mecanismo de contratación para ir a trabajar en los campos tabacaleros de la costa Este de los Estados Unidos, entre los cuales destacan Kentucky y Virginia. Dichos contratos se promueven a partir de agentes que llegan incluso a establecer oficinas en algunas cabeceras municipales, y en general el criterio es que sepan trabajar en el cultivo del tabaco. Los contratos tienen un término y los migrantes deben retornar a sus comunidades antes del vencimiento del mismo, pues no hacerlo implica la imposibilidad de obtener otro contrato para el ciclo siguiente.

El ingreso obtenido en los Estados Unidos es el motivo principal para que una parte muy importante de la población de México migre. Es el origen de las remesas que se reciben desde ese país, y se instaura, en muchos de los casos, como el ingreso único al que tienen acceso alrededor de 10% de los hogares del estado.

En ese sentido, el cuadro No. 4.11, junto con la gráfica 3, permiten observar cierto grado de heterogeneidad del ingreso semanal en los Estados Unidos. Tomando la media como medida de tendencia central, se tienen valores alrededor de los 350, los 450 y los 500 dólares a la semana, y la Región Sierra es la que se agrupa alrededor del primer valor, mientras que la Región Norte y Costa Sur alrededor de los 450 dólares semanales, situándose alrededor de los 500 dólares las regiones Centro y Sur del estado.

 No obstante lo anterior, al observar las desviaciones estándar la situación cambia de manera notoria: la región Sierra presenta menor dispersión de los datos alrededor de la media, con desviación de 163 dólares semanales.

Por su parte, las regiones con menor desviación son ahora la Norte y Sur, quedando las regiones Costa Sur y Centro con una mayor dispersión en el ingreso, pues presentan desviación estándar de 285 y 310 dólares, respectivamente.

Si se acepta que a menor desviación el ingreso se comporta de manera más homogénea, valores mayores de este indicador implican ingresos más dispersos. Por ejemplo, la región Centro pareciera presentar mayores ingresos, sin embargo, existe una diferencia notoria entre el mayor ingreso semanal registrado, que es de 3000 dólares, y el menor captado, que fue del orden de 100 dólares.

De manera más detallada, la gráfica 4.1 muestra el comportamiento del ingreso en cada una de las regiones. En ésta, la región Sierra aparece más concentrada alrededor del rango de ingreso de 350 a 399 dólares semanales.

Si se dejan de lado valores extremos en el caso de las regiones restantes, se puede apreciar que en general, la mayoría de los migrantes reportaron ingresos semanales que van de los 250 a los 549 dólares a la semana, pues se pueden considerar como atípicos aquellos que reportaron valores tanto mayores como menores de los ingresos mencionados. Aún más, si se estima el punto medio entre estos dos ingresos, podemos suponer que el grueso de ellos recibió en promedio 400 dólares semanales.

¿Escapan los hogares con migrantes en los Estados Unidos a condiciones de vida en las que el signo  distintivo es la precariedad y la pobreza? Consideramos que no, sobre todo cuando el migrante situado en el mercado laboral norteamericano es uno sólo 3, por decir, el Jefe del Hogar, o uno de los Hijos de la familia.

Dado que una de las principales hipótesis que orienta la presente investigación plantea la posible existencia de experiencias, habilidades, conocimientos o competencias que pudieran permitir a los migrantes de retorno su inserción en las actividades relacionadas con el sector turístico del estado de Nayarit, se pasa a detectar la existencia de éstas, siendo el primer aspecto el relacionado con el dominio de un idioma diferente al nuestro.
En referencia a este tema, debemos considerar que la mayoría de los lingüistas aceptan que el dominio de un idioma comienza por entenderlo, y que con cierta práctica el individuo comienza a verbalizar, para comenzar a tratar de leer en etapas posteriores; mientras tanto, el escribir implica, quizá como lo señala Ayala… el ejercicio más complejo de la lengua..., pues social y genéticamente… la lengua es hablada antes que escrita..., todo ser social …aprende a hablar primero que a escribir… (Ayala, 1993).Además de lo anterior, en lo  que se refiere a la enseñanza del inglés como segunda lengua, la mayoría de los programas formales insisten en la organización a partir de dos binomios claramente identificables: listening-speaking y reading-writing.

 Lo anterior se refleja en el cuadro No. 4.12, que muestra una marcada heterogeneidad entre las diferentes regiones. Si se considera como algo deseable el hecho de que el migrante tenga un dominio entre Regular y Bien, al agrupar estas dos categorías se tiene que alrededor de siete de cada diez manifiestan entender entre Regular y Bien cuando les hablan en inglés, mientras que en la capacidad para hablarlo se reduce este grupo en uno de ellos, es decir, ahora en promedio son seis de diez. El caso extremo lo constituye la región Norte y Sierra, pues la primera se sitúa por debajo de los valores mencionados, mientras que la Sierra muestra 84% de individuos que dicen entender, mientras que los que hablan inglés sólo pasan a ser 36%.
            La lectura y escritura del idioma inglés muestra una reducción notoria si se toman en cuenta  los datos anteriores. Siguiendo el mismo criterio, se puede afirmar que aproximadamente de los seis que hablan se pierden ahora dos, pues leen en inglés sólo cuatro de diez migrantes, y si se trata de escribirlo, ahora la proporción se sitúa en sólo tres de cada diez de los mencionados. Es la región Sierra la que presenta ahora un casi nulo dominio de la escritura, pues manifiestan poder hacerlo sólo 5% de ellos.

Los datos anteriores nos permiten percibir un proceso no acabado de apropiación de una lengua adicional al español en un grupo de individuos en los que, si bien no presentan niveles bajos de escolaridad, su inserción al mercado laboral de los Estados Unidos no les ha permitido un proceso constante de aprendizaje de tipo intelectual, sino una dosis diaria de trabajo físico: la construcción, el campo y la fábrica al parecer no son los mejores lugares para la apropiación de la lengua inglesa, la que, sin embargo, se puede concluir que dominan, al menos, a nivel que podemos considerar de sobrevivencia4 para hacerse vivir y trabajar en  ese país.

Una aclaración que vale la pena realizar es que los valores anteriormente mencionados son meramente relativos, pues son el reflejo de lo que los migrantes contestaron a su propio criterio. ¿Cuánto dominio del idioma consideran ellos para decir que alguien sabe inglés Bien, Regular o Mal? Puede ser que alguien que considera que su inglés está Mal, realmente pueda interactuar con un turista de mejor manera que una persona que nunca ha ido a los Estados Unidos, incluso si consideramos que ambos muestren el mismo grado de escolaridad. En todo caso, sería necesario un proceso de selección de los mismos a partir de un diagnóstico de las capacidades mínimas requeridas para ocupar la posición laboral que se les está ofreciendo en los desarrollos turísticos establecidos en el estado.

Del dominio del idioma se pasa a detectar las competencias que los propios migrantes manifiestan tener, pues la pregunta textual fue si éste se sentía capacitado para desempeñar los trabajos relacionados con la atención a turistas o la prestación de servicios a los mismos. En algunos casos la respuesta fue hecha a partir de que algunas veces se había trabajado en cuestiones afines en los Estados Unidos, pues recuérdese que alrededor del 60% de ellos han trabajado allá más de una vez., o si, aunque no existiera experiencia anterior, se considera tener conocimientos que, una vez adecuados a la actividad, le resultaran suficientes para poder realizarla de una manera aceptable. En el último de los casos, se observó un notorio grado de disponibilidad para incursionar en estas nuevas actividades, pues a la hora de decir si se sentían capacitados se expresaban frases como... yo si me animaría a trabajar en eso…, si me dijeran cómo…, o, por último…pues si no hubiera más

La información del cuadro No. 4.13 fue ordenada de manera descendente, tomando como criterio el porcentaje de individuos que manifestaron tener la competencia para la realización de las actividades establecidas en el encabezado de cada columna. Aquí llama la atención el descenso desde alrededor de ocho de cada diez que manifiestan poder realizar Mantenimiento a Jardines y Albercas hasta la mitad que se sienten capacitados para realizar tareas de Guía de Turistas, es decir, cuatro de cada decena de los migrantes encuestados. Siguiendo el criterio establecido, para el resto de competencias los valores van desde los ocho iniciales hasta los cuatro finales, pasando por los valores contenidos entre ambos límites.

El resultado de esta forma de organizar la información nos conduce, al ver el orden en que se alinearon las competencias, a definir dos grupos entre las diez que se han enunciado: un grupo de cinco en las cuales el trabajo parece tener un carácter más físico que intelectual, y que son Mantenimiento de Jardines y Albercas, Trabajar en un Restaurant, Mantenimiento de Edificios, Arreglo de Cuartos de Hotel y Trabajar en un Bar. El segundo grupo pareciera requerir mayor preparación académica como antecedente previo,  mayores capacidades para interactuar con las personas, o la calificación suficiente para realizarlas: Brindar Primeros Auxilios, Seguridad Privada, Recepcionista de Hotel o Restaurante, Cocinar Comida Internacional y Guía de Turistas. La excepción a lo anterior parece ser la competencia para Seguridad Privada, pues aunque es una tarea más física que intelectual, al parecer no les resulta atractiva por el hecho de la aparente inactividad y sedentarismo que la caracteriza.
Adicionalmente, se llama la atención de la disponibilidad para el Arreglo de Cuartos de Hotel, aún entre los hombres migrantes, pues normalmente la fuerza de trabajo local considera eso como más recomendable para que lo realicen las mujeres.

En el mismo sentido, y a partir de la pregunta 16 del cuestionario, se preparó el cuadro No. 3 de los Anexos, en el cual se presentan, de manera resumida, las habilidades o experiencias con las que cuenta el migrante, según cada una de las regiones.

De manera resumida se puede rescatar la misma situación observada en el cuadro anterior, pues se observa una clara tendencia descendente en lo que se refiere al manejo de una serie de herramientas y aparatos desde los de uso mes generalizado como la Aspiradora y el Vehículo Automotor, los cuales pueden ser operados sin dificultad por alrededor de 9 de cada 10 individuos de la muestra. El siguiente grupo lo constituye el Teléfono/Fax, una Sumadora y una máquina Podadora: alrededor de 8 de cada 10 manifestaron no tener problemas con su operación. El caso extremo lo constituye el último grupo de aparatos: sólo 4 de cada 10 migrantes manifiestan poder operar una máquina Copiadora, mientras que la Computadora con su Impresora, sólo 3 de cada 10; por su parte, el caso extremo parece constituirlo el uso de un Conmutador telefónico: sólo 2 de cada 10 manifestaron poder operarlo, mientras que la mayoría declararon desconocer las características del mismo.

Lo anterior refuerza lo que se ha asentado líneas arriba, en el sentido de un carácter más simple como el espacio en el cual en su vida diaria y en el trabajo muestra el migrante de retorno: a mayor posibilidad del uso de máquinas y aparatos de uso diario corresponde la posibilidad de su operación sin dificultades. En todo caso, es más probable que en su experiencia laboral en los Estados Unidos haya trabajado con una Aspiradora o Podadora, que con una de las últimas tecnologías que se mencionan en el cuadro.

Una vez que se conocen las características sociodemográficas más importantes del objeto de estudio, de revisar los aspectos relacionados con su experiencia migratoria y definir las competencias con las que cuenta, así como las actividades relacionadas con el sector del turismo en las que parecen dispuestos a incursionar, el último de los aspectos tiene que ver con la posibilidad de que efectivamente manifiesten deseo de insertarse en los desarrollos turísticos, y no estén más dispuestos a volverse a marchar hacia los Estados Unidos.

Adicionalmente a lo anterior, vale la pena recapitular en el sentido de que se trata de personas que ya tuvieron acceso a trabajos en ese país, en su mayoría se encuentran empleados en actividades de muy variada índole, y sin embargo parecen más dispuestos a tratar de buscar trabajo en los desarrollos turísticos antes de volver hacia la unión americana.

Lo anterior refleja, por un lado, la expectativa que ha comenzado a generarse por parte de las autoridades estatales, en el sentido de hacer de la Riviera Nayarit el eje articulador de la economía local, el anuncio de la creación de entre 10 000 y 15 000 empleos en los próximos años en los desarrollos de la mencionada región, lo que se vislumbra como una posibilidad de acceso a fuentes empleo sin la necesidad de trasladarse otra vez a los Estados Unidos.

Sin embargo, más allá de la expectativa generada, lo que más fuerza parece ejercer en su decisión, es la situación que en los últimos años la economía norteamericana presenta, pues por un lado la escasez de trabajo del otro lado de la frontera es ya inocultable y derivado de ello, la política de control de la migración ilegal por parte de autoridades federales tanto como locales ha alcanzado ya expresiones sorprendentes: en muchos de los casos los migrantes encuestados, son individuos repatriados de manera forzada en los últimos meses, y que han vuelto a sus localidades de origen después de años de laborar en los Estados Unidos, muchos de ellos, incluso acompañados por la totalidad de los miembros del hogar.

Tal vez sea por eso que el cuadro No. 4.14 da cuenta de un hecho inobjetable: más del 80% de los migrantes de retorno están dispuestos a buscar trabajo en los desarrollos turísticos de Nayarit, en lugar de irse de nuevo a los Estados Unidos. Más aún, al inquirir sobre la posible necesidad de recibir capacitación para realizar las tareas asignadas, prácticamente el 100% de los que muestran disponibilidad, lo hacen también para recibirla.

En caso de estar dispuesto a la capacitación, alrededor de la mitad de los individuos mencionados manifiestan necesitar apoyo para alimentación mientras ésta se recibe, independientemente de que sea en su localidad o no, pero al establecer que pudiera ser impartida en una localidad distinta a aquella en la cual viven, la proporción de los que requieren apoyo para transporte aumenta a más del 60%, mientras que apoyo para hospedaje incluso muestra una leve reducción, pues algunos de ellos tienen parientes con quien llegar en caso de que fuera, por ejemplo, en la capital del estado.

Al final de la investigación una pregunta parece quedar pendiente:

¿A que aspiran los migrantes de retorno en caso de tener un empleo en el sector turístico del estado?

            El ingreso semanal es el primer aspecto a evaluar, por lo cual el cuadro No. 4.15 muestra la Media y Desviación del ingreso semanal, en pesos.

Lo primero que se hace notar es que el Ingreso Mínimo y Máximo se encuentran menos dispersos en el caso de las Regiones IV y V, mientras que el Rango muestra mayor amplitud en las primeras tres Regiones. No obstante lo anterior, si se atiende a la Media y a la Desviación Estándar, las Regiones Sur, Costa Sur y Sierra presentan los menores valores en esos indicadores, entre las cuales resalta la Costa Sur con 1787 y 614 pesos semanales, respectivamente. Casualmente, tal región es la que concentra la mayor inversión acumulada en el sector turístico, y en la cual se localiza el área mayor de la Riviera Nayarit.
En contraste, tanto la Región Norte como la Centro presentan mayores medias y desviaciones, aunque la que más parece revelarse como aquella en la cual la pretensión alcanza mayores niveles es la Región Centro.

Independientemente de las interpretaciones a lo anterior, si se tuviera que evaluar de dónde es más posible que los migrantes muestren disponibilidad para trabajar en los desarrollos turísticos del estado, atenidos solamente al criterio del ingreso deseado, se tendría que asentar que ésta parece ir en el orden de las Regiones Sur, Norte, Costa Sur, Sierra y Centro…
La Gráfica 4.2 permite ver de manera detallada la forma en la cual los migrantes han establecido su aspiración al ingreso semanal. Lo primero que se puede notar es que las regiones Norte y Centro tienen una mayor dispersión en sus datos, pues son las que tienen presencia en todos los grupos de ingreso semanal, desde el extremo izquierdo hasta el derecho. Más aún, en el último grupo, que es el que muestra una aspiración en la cual el sector turístico parece imposibilitado para representar una alternativa de empleo, las dos regiones mencionadas son las que alcanzan mayores proporciones de migrantes acumulados en ese grupo: alrededor de 20% de los mismos, pero a las dos regiones se les ha unido la región Sierra.
La región Norte, por su parte parece mostrar el mismo comportamiento, pero nótese que es la que más alta proporción presenta en el cuarto grupo de ingreso, pues casi el 30% de sus migrantes aspiran a ganar entre 2000 a 2499 pesos semanales, lo cual parece, al menos para los trabajadores que recién se incorporan al sector, una pretensión muy alta.

Una vez dicho lo anterior la atención recae sobre las dos regiones restantes pues se observa que la Región Sur y Costa Sur muestran una clara acumulación hacia el segundo y tercer grupo de ingreso.

Estas últimas regiones parecen revelarse como aquéllas en las cuales los migrantes pudieran responder a la posibilidad de emplearse en una mayor proporción en actividades de prestación de servicios turísticos. Por un lado, una es la región misma donde el sector ha presentado mayor desarrollo históricamente, y por el otro, en la Región Sur, la aspiración de ingreso semanal muestra los niveles mínimos detectados, permitiendo caracterizarla como aquélla  en la cual el ingreso de las personas parece ser el más deprimido del estado, pues se debe asentar que el primer criterio que toma en cuenta el trabajador es el salario que en las actividades desarrolladas en cada una de las regiones se encuentra establecido, y en general se asume que el trabajo que se les pudiera ofrecer se encuentra en una región distinta a aquella en la que viven, por lo cual el ingreso deseado tiende a aumentar sensiblemente. En todo caso, la información del cuadro No. 4 de Anexos permite apreciar que es posible obtener un ingreso semanal de alrededor de 1100 pesos, según la categoría laboral que se tenga, aparte de las retenciones que al salario se le aplican. En términos generales, los empleadores tienden a asumir un salario semanal promedio de 1200 pesos, integrando al pago semanal el resto de prestaciones que por ley al trabajador le corresponden.

Un comentario adicional se debe hacer en el sentido de que el criterio del ingreso deseado no parece responder de manera integral a lo que aspiran los migrantes detectados en la muestra. Por un lado está el monto de lo que pretenden ganar como ingreso, pero por último se habrá de analizar la parte complementaria  a éste, por lo cual en la gráfica siguiente se aprecia que no sólo es el ingreso monetario, sino cuestiones que van más allá, y que se sitúan en el campo de las condiciones laborales que se les ofrezcan al emplearse en las actividades relacionadas con el turismo en el estado…

Una vez revisado el aspecto principal, referido al ingreso semanal esperado, la gráfica 4.3 ofrece, desde una perspectiva diferente, una visión complementaria relacionada con la posibilidad real de respuesta de parte de los migrantes de retorno a la oferta de trabajo presente y futura que se pudieran generar de parte de los desarrollos turísticos en el estado de Nayarit.

Por un lado, de manera simple se puede hacer una descripción de la gráfica citada. De esta forma se tendría que asegurar que el proceso de jerarquización de parte de los migrantes5 permite apreciar que éstos ubican en el primer lugar de importancia el hecho de contar con Prestaciones Sociales tales como seguro social, vacaciones, SAR, INFONAVIT,  aguinaldo, etc., seguido muy de cerca por el hecho de que el Trabajo dure Todo el Año, pues estos rubros tuvieron proporciones de 37.8 y 32.1%, respectivamente.
En el segundo grado de importancia se tienen exactamente los mismos aspectos, pero ahora se muestran valores de 30.4 y 21.2%, respectivamente; en el tercer lugar de importancia aparecen los Incentivos tales como servicios de transporte gratuito hacia y desde el lugar de trabajo, bonos de despensa, alimentos, si el horario se cruza con la hora de uno de ellos; etc. Este aspecto, Incentivos, domina el tercer lugar de importancia, con un 27.2%, que aparece acompañado por tres aspectos que muestran el mismo comportamiento: Trabajo Todo el Año, Prestaciones Sociales y Ascenso Laboral, con una proporción de 19.6%.

En el cuarto lugar aparecen de nuevo los Incentivos, seguidos de Ascenso Laboral y Horario Corrido, con porcentajes de 26, 24.7 y 24%, respectivamente, mientras que en el último orden de importancia se revela el hecho de contar con un Horario Corrido, con 45.5%, mientras que le sigue Ascenso Laboral con 21.2%.

Otra manera de interpretar la gráfica 4.3 es aquella en la que se pone atención a la manera en cómo está distribuida.

Dado el hecho que se está tratando de determinar los aspectos más importantes, además del ingreso semanal, a los cuales los migrantes de retorno pudieran responder en el momento de decidir contratarse en los desarrollos turísticos, y tomando la parte media de la gráfica como punto de referencia, se aprecia con claridad que Prestaciones Sociales muestra una clara acumulación hacia el lado izquierdo de la gráfica, además de ser dominante en los primeros dos órdenes de prioridad. Le sigue el aspecto de que el Trabajo dure Todo el Año. En contraposición a lo anterior, pudiéramos afirmar que a los aspectos que más indiferentes parecen ser los migrantes son el hecho de que el trabajo ofrecido tenga oportunidades de Ascenso Laboral y Horario Corrido. Por su parte, los Incentivos parecen estar situados en el nivel medio del orden de importancia.

Conviene hacer notar, no obstante lo anterior, que debido a la naturaleza de la pregunta en el cuestionario, todas las características están presentes en los cinco ordenes de prioridad, y que a tales conclusiones se llega una vez que se observa la gráfica en su conjunto, lo que permite apreciar el proceso de acumulación hacia el extremo izquierdo y derecho de la misma.
Los resultados de la gráfica 4.3 reflejan en lo general la realidad en la que se ubica este segmento específico de la sociedad nayarita: un constante ir y venir hacia los Estados Unidos, la estacionalidad tan marcada de las actividades en las cuales se han ubicado a lo largo de su historia laboral en los Estados Unidos han ido moldeando, por un lado, una aspiración constante a la posibilidad de acceder a los prestaciones sociales a los cuales por derecho todos los trabajadores deberían de tener acceso, y a las cuales jamás lograrán acceder, sobre todo al otro lado de la frontera, en donde su situación de indocumentados les habrá de impedir siempre el hecho de tener acceso al producto social de su trabajo. Así, lógico resulta que los aspectos más importantes resultan ser los que se refieren a las prestaciones sociales y a la posibilidad de trabajar el año completo, no sólo por temporadas.

Después de lo anterior, el lado opuesto lo constituye un aspecto que, en esencia, parece revelarse como una ventaja que los migrantes muestran: la disponibilidad a trabajar de manera indiferente en lo que se refiere a los días en los que le toque laborar, y en los horarios en los que la jornada laboral se habrá de cumplir6 . Además de lo anterior, la posibilidad de lograr un Ascenso Laboral no parece estar en los primeros órdenes de sus preocupaciones, o al menos, no como sucede con lo que se refiere a la existencia de programas específicos de Incentivos.

Una vez revisado cada uno de los aspectos que revisten importancia para conocer el perfil sociodemográfico de los migrantes de retorno, las experiencias, competencias, condiciones laborales demandadas, así como la disponibilidad de los mismos para incorporarse al mercado laboral de los desarrollos turísticos del estado de Nayarit, se procedió a elaborar un Modelo de Regresión Logística Binaria para estimar la propensión a buscar trabajo en éstos, o, de lo contrario, si existe más propensión a continuar migrando de manera temporal hacia los Estados Unidos, en lugar de incursionar en las posibilidades que les pudiera ofrecer la primera opción.

En este modelo, la variable a explicar fue la relacionada con la disponibilidad para buscar trabajo en los desarrollos turísticos del estado, habiéndole asignado el valor 1 en caso de que el migrante estuviera dispuesto a buscar trabajo, y un 0 a la inexistencia de esa posibilidad, mientras que las variables explicativas que fueron seleccionadas, según su grado de importancia en el modelo fueron las referidas a sexo, estado civil, existencia o no de papeles para trabajar en los Estados Unidos; además, se incluyó la variable referida a las regiones en las que se ha dividido el estado, pues se consideró importante el corroborar lo que los datos parecen sugerir, en el sentido de que son las regiones Sur y Costa Sur en las que aparentemente mayor disponibilidad muestran los migrantes a buscar trabajo en los desarrollos turísticos de la entidad.

Una vez establecido lo anterior, en el cuadro No. 4.16 se presentan cada una de las categorías en las que se dividen las variables anteriormente mencionadas, según la disponibilidad a buscar trabajo o no. En las últimas dos columnas se han calculado los productos cruzados o momios, así como la razón de los mismos.

Tomando como ejemplo la variable sexo, y sabiendo que el momio es una comparación entre aquellos individuos dispuestos en relación con aquellos que no lo están, se hace el cálculo del mismo en las dos categorías en las que se divide la variable: hombre y mujer.

Ya realizado el cálculo anterior se ha definido una razón entre los momios correspondientes de hombres y mujeres. Este indicador es una mera razón, es decir, una comparación que ayuda a contrastar la proporcionalidad entre ambos. Siguiendo con el caso de la variable sexo, y teniendo un momio de 5.60 y 2.32, respectivamente, la razón se puede establecer en dos sentidos: si el grupo testigo es la primer categoría, la razón es de 0.41, mientras que si el grupo testigo fuera la segunda, la razón sería 2.41.

Desprendido de lo anterior, se tiene que como en la regresión el grupo testigo fue la primera categoría de cada una de las variables, las razones se calcularon precisamente de esa manera, lo que tomará sentido una vez que se analicen los resultados obtenidos en la regresión respectiva.

En los modelos de regresión de respuesta cualitativa la característica principal es que la variable a explicar o regresada asume valores de 1 y 0 según si el individuo presenta la característica o no. Eso implica que la variable dependiente se puede expresar como una variable binaria dicotómica.

El modelo más simple para analizar variables con respuesta binaria es el Modelo Lineal de Probabilidad (MLP) (Gujarati, 2005:562), muy semejante a un modelo de regresión lineal tradicional, pero que tiene como limitante principal que las probabilidades Pi no cumplen con la restricción 0≤E(Yi/X)≤1, lo que provoca que el R2 sea un valor cuestionable de bondad de ajuste, entre otras limitaciones del modelo.

Debido a las limitaciones anteriores, y si se tuviera un MLP cuya expresión fuera:

                       Pi=E(Y=1/Xi)=β1+β2Xi   ………………………(1)

Para subsanar los problemas mencionados, se establece la siguiente función de distribución logística: 
                       Pi=E(Y=1/Xi)= ……………………(2)

y suponiendo Zi= β1+β2Xi  la ecuación anterior se puede simplificar como:

                          Pi=      …………………………….…(3)

En donde β1 y β2  son los coeficientes estimados a partir de los datos.
X es la variable independiente.
e es la base de los logaritmos naturales (2.718281828).

La probabilidad de que ocurra el evento señalado por la existencia de la característica, es decir, el valor 1, está dada por  (3) en el caso de que el modelo cuente con varias variables independientes, y el valor Z resulta de la combinación lineal:

Z= β1+ β2X1+ β3X2+…+ βiXi

Por su parte, la no ocurrencia del evento, es decir, la probabilidad de que se presente el valor 0, se encuentra dado por 1-Pi.

Una vez establecido lo anterior, el primer aspecto a revisar es la clasificación que el modelo hace de cada uno de los casos. Tal información se muestra de manera resumida en el cuadro No. 4.17.

Debido a que la probabilidad oscila entre 0 y 1, correspondiendo a 0 la categoría No Dispuesto y a 1 la categoría Dispuesto, el modelo calcula la probabilidad asociada a cada uno de los individuos captados en la muestra. Como el punto medio entre los dos valores extremos es 0.5, este punto se adopta como valor de corte del modelo. De esta manera, cualquier individuo cuya probabilidad calculada sea menor a 0.5 será clasificado como No Dispuesto, mientras que aquellos que excedan el valor mencionado serán clasificados como Dispuestos a buscar trabajo en los desarrollos turísticos.

Siguiendo el criterio establecido, se observa que sólo 4 de los 67 individuos que se manifestaron como No Dispuestos fueron clasificados correctamente, en contraposición con lo que ocurre con los que mostraron disponibilidad, pues de 313 sólo dos individuos fueron clasificados incorrectamente. Eso se refleja en un porcentaje de 6 y 99% de individuos clasificados correctamente, lo que en conjunto representa un 83% de porcentaje global. Este número de aciertos  globales del modelo pasa a ser uno de los indicadores fundamentales de la bondad del mismo, por lo cual se pasa ahora a revisar de manera detallada los coeficientes del modelo logístico.

La tercera y la cuarta columna del cuadro No. 4.18 corresponden a los errores estándar de los coeficientes y al estadístico de Wald, respectivamente.

El estadístico de Wald prueba la hipótesis de si los coeficientes son iguales a 0 y sigue una distribución χ2 con grados de libertad (df) y nivel de significación establecidos en las dos columnas siguientes (Visauta, 1999:58).

Si las variables tienen un grado de libertad , como es el caso, el estadístico de Wald se calcula como el cuadrado del cociente entre el valor del coeficiente y su error estándar. De esa manera, para la primera variable:

Wald = (Coeficiente/E. Estándar)2  = (-0.955/0.345) 2=7.662.

Consecuentemente, a partir de los resultados del cuadro No. 4.18, y con un riesgo de α=5% se puede concluir que los coeficientes de las variables Sexo, Estado Civil, Región III Sur y IV Costa Sur son estadísticamente distintos de 0 y por tanto, significativos con valores respectivos de 7.669, 4.341, 7.516 y 14.456 y niveles de significación mayores del 95.0% para todos. En cambio, no resultan significativas las variables Papeles para Trabajar en EU, así como tampoco Región II Centro y V Sierra, con estadístico de Wald de 0.648, 0.122 y 1.803, respectivamente, con niveles de significación muy por debajo del valor mínimo que nos permite aceptar como válida la variable, que es del 95.0%.

Las últimas tres columnas resultan de crucial importancia para la interpretación de los resultados del modelo, pues implican, a diferencia de lo que sucede en el Modelo Lineal Múltiple,  en el cual el valor del coeficiente Exp.(β) significaba el cambio en unidades de la variable dependiente por cada unidad de cambio en unidades de la variable independiente a que se refiere el coeficiente, si permanece invariante el valor del resto de las variables explicativas del modelo.

A diferencia de lo anterior, en el modelo de regresión logística este coeficiente recoge el incremento o disminución que se produce en el cociente entre los productos cruzados de cada una de las categorías en las que se dividen las variables independientes del modelo. Aquí se debe hacer notar la diferencia que entre lo anterior y la confusión con el cociente entre las probabilidades condicionales que las categorías presentan; para su contrastación, conviene rescatar el nivel de similitud entre el coeficiente calculado por el modelo y las razones de momios calculadas en el cuadro No. 4.16 Las diferencias entre ambos cuadros pueden ser explicadas, en todo caso, por las últimas columnas del cuadro No. 4.18, que establecen los límites del coeficiente, estimados para un nivel de confianza del 95%.

Una vez establecido lo anterior se puede interpretar como la propensión de parte de los migrantes de retorno a buscar trabajo en los desarrollos turísticos del estado, en lugar de irse de nuevo a los Estados Unidos. De esa manera, se tiene que, como el grupo de comparación fue el primero de cada una de las categorías, en el caso del sexo, esta propensión representa el 0.385 de la propensión presentada por los hombres.

De la misma manera, la propensión mostrada por aquellos que no se encuentran unidos representa sólo 0.512 de la que muestran los que están unidos.

De la misma manera, los individuos de la región III Sur presentan 4.315 veces la propensión mostrada por los individuos de la región I Norte, y los de la región IV Costa Sur, 7.447 veces.

Estos mismos resultados se pudieran interpretar de una manera diferente: las mujeres muestran 38% de la propensión mostrada por los hombres, los individuos no unidos muestran la mitad de la propensión mostrada por aquellos individuos que si lo están, etc.

Otra interpretación es aquella que se puede dar en el sentido de que por cada 100 hombres dispuestos a buscar trabajo en los desarrollos turísticos del estado, existen 38 mujeres que lo están, por cada 100 individuos unidos existen sólo 51 que están dispuestos a buscar trabajo en lugar de irse de nuevo a los Estados Unidos, etc.

Más interesante aún, resulta lo que sucede a nivel de las regiones del estado, pues es notoria la mayor propensión mostrada por aquellos individuos de las regiones III Sur y IV Costa Sur, ya que por cada 100 individuos de la región I Norte que muestran propensión a buscar trabajo en los desarrollos turísticos, se tienen 431 y 744 de las regiones mencionadas, respectivamente. Este resultado llama la atención, pues fueron precisamente estas regiones las que parecían mostrar mayor compatibilidad entre el ingreso semanal deseado y aquel que prevalece en los desarrollos turísticos, para los empleados de reciente ingreso y con actividades de tipo no administrativo.

Un aspecto importante que se debe asentar es que se ha tomado en la interpretación sólo aquellas categorías en las que la significación es aceptable, pero distintos autores consultados al parecer no discriminan a partir de este criterio, y toman inclusive aquellas categorías en las cuales este coeficiente excede el 5% de riesgo, incluso para la especificación de modelo general estimado, por lo cual se hace la observación en lo que se refiere a la tenencia o no de papeles para trabajar en los Estados Unidos: nótese que se pudiera esperar que en la medida que los migrantes carecen de ellos, la propensión a buscar trabajo en el estado debiera ser mayor que la que muestran aquellos que si cuentan con ellos, lo que efectivamente sucede: por cada 100 individuos con papeles que muestran disponibilidad a buscar trabajo, se detectan 130 que no los tienen, dispuestos a buscar trabajo a nivel local, en lugar de regresar hacia los Estados Unidos.

Antes de terminar el análisis del presente cuadro se llega a la pregunta siguiente:

¿Cuál es la probabilidad de que un individuo esté dispuesto de manera efectiva a buscar trabajo en los desarrollos turísticos?

Una vez aclarada la diferencia entre propensión y probabilidad, ésta última se estima, precisamente, a partir del modelo establecido:

Pi=      de ecuación 3, donde

Z= β1+ β2X1+ β3X2+…+ βiXi

Del cuadro No. 40, Z = β1+ β2 (Sexo) + β3 (Est. Civil) + β4 (Región)

Con este modelo, si se desea estimar la probabilidad de que un hombre casado de la región III Sur esté dispuesto a buscar trabajo, se tiene entonces:

 

Z = 1.094 - 0.955 (1) - 0.669 (1) + 1.462 (3) = 3.856, sustituido en ecuación  3,
p = 0.98

Si se tratara de una mujer con las mismas características, se tendría:

Z = 1.094 - 0.955 (2) - 0.669 (1) + 1.462 (3) = 2.901, sustituido en ecuación 3,
p = 0.95

Ahora, de un hombre y mujer unidos,  de la región IV Costa Sur:

Z = 1.094 - 0.955 (1) - 0.669 (1) + 2.008 (4) = 7.502, sustituido en ecuación 3,
p = 0.999

Z = 1.094 - 0.955 (2) - 0.669 (1) + 2.008 (4) = 6.547, sustituido en ecuación 3,
p = 0.998

Por último, se estima la probabilidad para un hombre y una mujer, unidos, de la región I Norte:

Z = 1.094 - 0.955 (1) - 0.669 (1) + 0.000 (1) = -0.530, sustituido en ecuación 3,
p = 0.370

Z = 1.094 - 0.955 (2) - 0.669 (1) + 0.000 (1) = -1.485, sustituido en ecuación 3,
p = 0.185

 Y, si no obstante el problema de nivel de significación estimamos la probabilidad para el mismo tipo de individuos, tanto para la región I Centro como para la V Sierra, estos son del orden de p = 0.426 y 0.222 y p = 0.992 y 0.980 para hombres y mujeres, respectivamente.

Los resultados anteriores confirman los obtenidos en términos de las propensiones estimadas en el modelo, pues evidencian que la mayor probabilidad de que un migrante de retorno esté dispuesto a buscar trabajo en los desarrollos turísticos del estado de Nayarit en lugar de irse de nuevo a los Estados Unidos se encuentra en orden descendente: región IV Costa Sur, III Sur, V Sierra, II Centro y, por último, I Norte. Esta situación pudiera ser un aspecto importante a considerar, en el caso de la existencia de algún programa que pretendiese adecuar las habilidades y conocimientos adquiridos por este tipo de individuos, para insertarlos en ese mercado de trabajo, dados los requerimientos específicos del sector turístico del estado.

1 Incluso, si se calcula con la fórmula , el tamaño de la muestra es de 384 individuos.

2 Es de hacer notar que la pregunta textual fue: ¿Tiene Usted papeles para ir a trabajara los Estados Unidos? Evidentemente, la visa de turista no es para eso, por lo que, en esencia, muchos de nuestros migrantes se han convertido en lo que las autoridades migratorias han definido como visa abusers.

3             Aspectos a considerar son, de entrada, que el traslado supone un costo, sumado al que se incurre en el caso de no contar con papeles para cruzar la frontera, así como el de instalación en el caso de la ausencia de parientes o amigos con quien llegar. Además de lo anterior, hay que considerar que el migrante no trabaja las 52 semanas del año, pues no encuentra trabajo de manera inmediata, muchas veces su trabajo es estacional, o lo descansan de manera frecuente.
Por último, y dejando de lado las cuestiones afectivas o psicológicas que implica el fenómeno, el hecho de tener un gasto dividido presupone una erogación mayor, además del gasto en envíos de la remesa, y en comunicaciones constantes para estar al tanto de la situación que guardan cada uno de los miembros del hogar. Esta serie de factores provoca, en general, mayores tiempos de estancia en los Estados Unidos, una vez que el individuo ha logrado entrar al mercado de trabajo del otro lado de la frontera norte de México.

4 Survivig skills, como dirían los que se dedican a impartir cursos de  English as a Second Language (ESL).

5 La pregunta textual fue: 21.- De las características que debe tener un empleo, ordene del 1 al 5 la que más le importaría a la hora de tomar un empleo en los desarrollos turísticos.

6 A este respecto parece ser muy ilustrativo el comentario de un hombre de Bahía de Banderas: “aquí la gente no sabe más que trabajar entre semana, y salir temprano en la tarde…allá eso casi nunca sucede, uno trabaja en cualquier horario y su domingo puede ser cualquier día de la semana…eso sí, uno nunca le batalla por la paga…los gringos no se quedan con lo de uno, hora trabajada, hora que a uno le pagan…”

7 Para la determinación de los grados de libertad se utiliza (k-c)-1, donde k=número de categorías o clases y c= número de parámetros estimados con la muestra. Como en la variable dependiente se tienen sólo dos categorías, y no se estimó parámetro alguno, la ecuación se simplifica y queda sólo 2-1=1 df (Stevenson, 2004:354).