RETENCIÓN DE FUERZA DE TRABAJO MIGRANTE EN LOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE LA RIVIERA NAYARIT

RETENCIÓN DE FUERZA DE TRABAJO MIGRANTE EN LOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE LA RIVIERA NAYARIT

Ricardo Becerra Pérez
Felipe Cuamea Velázquez
Eduardo Meza Ramos
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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METODOLOGÍA

DEFINICIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO A PARTIR DE LA MUESTRA DEL 10% DEL XII CENSO GENERAL DE POBLACIÓN Y VIVIENDA

Nayarit es una de las nueve entidades federativas que forman la Región Tradicional de Migración en México 1. Se le conoce de esa manera, pues es de ella de la que se comenzó a dar de manera más marcada la migración hacia los Estados Unidos.

La muestra del 10% del XII Censo General de Población y Vivienda de 2000 permite detectar migrantes de retorno de los Estados Unidos a partir de dos preguntas. La primera de ellas se aplica a personas de 5 años cumplidos o más, se identifica en la base de datos de personas, por la variable res95edo.

Pregunta 9.  Entidad o país de residencia en 1995:
Hace 5 años, en enero de 1995, ¿En qué estado de la república o en qué país vivía (nombre)?

Aquí, en este estado...........................1(pase a 11).
En otro estado.............................anotar el estado.
En otro país.....................................anotar el país.

Cuando esta pregunta se contesta de tal manera que en enero de 1995 la persona vivía en otro país, y ese fue Estados Unidos, luego cabe la posibilidad de que haya nacido en ese país, por lo cual es un inmigrante internacional hacia México.

Si, por el contrario, esta persona nació en México, se trata entonces de un migrante de retorno a nuestro país, que emigró hacia los Estados Unidos en algún momento de su vida, que residía en ese país en enero de 1995, y retornó a México en algún momento cualquiera comprendido entre enero de 1995 y el levantamiento censal.

De este tipo de migrantes, se pueden conocer sus características sociodemográficas tales como edad, sexo, tamaño de la localidad de residencia, parentesco con el jefe del hogar, etc.

La segunda pregunta que nos permite detectar migrantes de retorno es la pregunta que, sobre Migración Internacional se hizo para detectar a las personas que, después de enero de 1995 cambiaron su residencia hacia otro país, pero de estos, los que específicamente se desplazaron hacia los Estados Unidos.

Este módulo de migración se aplicó a una muestra del 10% de las viviendas en todo el país, por lo que sus resultados pueden ser analizados con representatividad estadística que nos permite hacer análisis  hasta nivel municipal.

A partir de esta pregunta podemos conocer las características de sexo y edad a la cual se fue el migrante por última vez hacia Estados Unidos. A continuación se pregunta sobre su país de residencia actual, y si el país al que se hace mención es Estados Unidos, entonces esta persona es considerada como in Emigrante Internacional desde México hacia la unión americana. Este pudiera retornar en cualquier momento después del levantamiento del censo, pero hasta ahora lo único que nos permite saber con seguridad la base de datos es que se encuentra residiendo en ese país.

Por el contrario, la pregunta puede ser contestada en términos de que el migrante reside actualmente en nuestro país, por lo cual lo podemos considerar como un migrante de retorno, pero de un tipo muy específico de  migrante internacional: de los que partieron y retornaron antes del levantamiento censal del años 2000, por lo cual ya fue captado como tal en éste.

Cabe hacer la aclaración de que el migrante de retorno sólo es considerado como de regreso a nuestro país, y no necesariamente lo tuvo que hacer hacia el hogar del cual partió; pudo haber regresado a él, o pudo haber regresado a residir a cualquier otro hogar, otra localidad, otro municipio u otro estado del territorio nacional, y no por eso dejar de ser migrante de retorno a nuestro país.

Creemos necesario hacer esa aclaración, porque al querer unir la base de migración con la base de personas del censo, es mucho más reducido el número de casos que encontramos de los migrantes que regresaron específicamente a sus hogares de origen, y es de estos de los que se pueden conocer las características sociodemográficas que nos permite analizar la base de personas. De todos aquellos migrantes de retorno que volvieron a residir en algún otro lugar diferente, sólo habremos de conocer las características de edad al partir y el sexo, que es lo único que nos permite conocer esta pregunta, en la base de datos de migración del censo de 2000.

Debido a la característica de la segunda pregunta, sólo se utiliza la primera para poder acercarnos al universo de migrantes de retorno en los municipios de Nayarit 2.

Como se puede apreciar en el cuadro no. 3.1, Nayarit aporta 6 764 migrantes de retorno de los 126 844 que se captan con la pregunta censal, y que residen en las entidades que componen la RTM.

Estos individuos son principalmente del sexo masculino, y se concentran en las edades productivas, como lo muestran a continuación los cuadros 3.2 y 3.3:

El hecho de que los migrantes de retorno son mayormente de sexo masculino, se podría deber principalmente a la naturaleza del fenómeno migratorio del país, pues éste es evidentemente masculino, además de que por las duras condiciones para cruzar la línea fronteriza, las mujeres tienden a quedarse por más tiempo del otro lado de la frontera norte de México.

Por otro lado, la Región V Sierra presenta una cantidad muy baja de individuos retornando, pues por un lado es la región que menos tiende la gente a retornar una vez que se han ubicado en los Estados Unidos, y donde se concentran los grupos étnicos de la entidad, los cuales todavía no parecen haber madurado redes sociales que favorezcan su migración internacional.

Ahora bien, estos migrantes de retorno tienen un cierto parentesco con el jefe del hogar, por lo que se considera necesario indagar sobre esa característica, pues resulta determinante como  agente condicionante de las decisiones que toma el individuo en lo referente al retorno, emplearse de manera definitiva en ciertas actividades, migrar de nueva cuenta, etc.
De esta manera, del cuadro no. 3.4 se puede observar que entre los hombres, la mayoría de aquéllos que han regresado al hogar son los jefes del mismo, y le siguen en importancia los hijos. En el caso de las mujeres, sin embargo, los que prevalecen son las esposas y las hijas, y sólo en las regiones Norte, Centro y Sur esta proporción se sitúa por encima del 20%. El caso extremo lo constituye la Región Sierra, donde lo anteriormente explicado se nota de manera muy clara.

La decisión de retornar está directamente relacionada con el origen urbano o rural del migrante. Es completamente normal que si la migración afecta principalmente al medio rural, se tengan más retornos de individuos que residen habitualmente en ese medio, lo que se puede ver claramente en el caso de la Región Centro, que es la más urbana del estado. Este primer acercamiento no nos permite ver si efectivamente están retornando más de un medio que del otro, pues hay que ver la manera cómo afecta la migración tanto al medio urbano como al rural, y después de eso, medir si efectivamente están retornando más de uno u otro.

Otra de las características sociodemográficas que parecen condicionar el retorno lo constituye el hecho de estar Unido, pues esto resulta determinante para permanecer del otro lado de la frontera. De esta manera, se espera que retornen más individuos Unidos que No Unidos, pero vale la pena recordar que el hecho de tener más individuos de ese tipo es lo característico de este grupo social. No obstante la anterior consideración se tiene el cuadro 3.6:

Como se puede apreciar, el estado conyugal dominante entre los migrantes de retorno de tres regiones es eminentemente de Unidos para hombres y mujeres. Sin embargo, en la Región Centro las mujeres No Unidas tienen más presencia que las que lo están, y en la Región Sierra de plano se puede observar que son los No Unidos los que están retornando.

Por último analizamos una característica que resulta crucial para las intenciones de la presente investigación: el nivel educativo de aquellos que han retornado. De esta manera, podemos notar cómo para el caso de las cuatro regiones que no son la Sierra, más del 85% de los que han retornado tienen grado de primaria completa hasta preparatoria, pero si dejamos de lado la primaria, por no escapar al promedio de escolaridad que prevalece en la entidad, se tiene que la Región I a la IV presentan 50, 41, 36 y 40% de secundaria y preparatoria. Aún más, la Región Centro presenta un 8% de aquéllos que tienen estudios profesionales. Por sexo las diferencias no son muy significativas, pero vale la pena señalar que para el caso de la Región Centro y la Sur, las mujeres presentan una proporción de casi 10% de aquéllas que tienen educación técnica o comercial (ver cuadro no. 3.7).

Ahora bien, al analizar el conjunto de la población del estado de Nayarit, y una vez que se han distinguido de ésta a aquellos individuos que tienen la característica de ser Migrantes de Retorno de los Estados Unidos y aquéllos que no lo son, el cuadro No. 3.8 nos permite caracterizar a los migrantes de Retorno como de carácter más rural que urbano, aunque las diferencias con aquellos que no son migrantes de retorno no son muy grandes.
Independientemente de las diferencias regionales, y tratando de definir un perfil del migrante de retorno nayarita, el cuadro No. 3.9 establece claramente que aquellos que han retornado de los Estados Unidos son individuos en su mayoría unidos, independientemente de la clase de unión que estos estén sosteniendo. En ese sentido, la parte de la población que se encuentra en edad apta para unirse presenta una diferencia porcentual al momento de diferenciar por Retorno: 55.1 de unidos para aquéllos que no presentan la característica, mientras que aquellos que han retornado, muestran un 61.9%.

De la misma manera, y confirmando los resultados que en cada una de las regiones se ha encontrado, el cuadro No. 3.10 permite ver que entre los migrantes de retorno, aquel individuo que es el jefe de hogar es dominante: 42% de ellos lo son, a diferencia del caso en el cual se trata de los hijos, donde es de sólo 33.1%. Si dejamos de lado las diferencias entre ser esposo o esposa, o tener otro grado de parentesco con el jefe del hogar, habremos de notar que las relaciones están exactamente invertidas al comparar con aquellos que no han retornado de los Estados Unidos:  24.3 y 46.4%, respectivamente.
El grado de escolaridad cobra especial relevancia cuando se trata de capital humano, pues el esfuerzo social para lograr un aumento en el grado de escolaridad puede llegar a demandar una gran cantidad de recursos humanos y materiales. Así, diferenciados los migrantes de retorno de aquellos que no comparten esta característica, podemos distinguir, según el cuadro No. 3.11, que en principio, aquellos que carecen de instrucción son sólo del 3.1% en el caso de los migrantes de retorno, mientras que en aquellos que no lo son, alcanza el nivel de 18.1%. Más aún, aquéllos que muestran una educación que llega hasta el nivel medio básico son el 75.1 y el 63.4% en el caso de los que han retornado y aquellos que no muestran tal característica, respectivamente.

Para el nivel bachillerato o técnico existe una diferencia de más de 6% a favor de los migrantes, mientras que en el grado profesional y posgrado la situación se invierte: existe una mayor proporción de individuos con este nivel escolar entre aquéllos que no han retornado de los Estados Unidos.

De acuerdo a la edad, se han definido cuatro grandes grupos: adolescentes, de 12 a 19 años de edad, jóvenes de la edad de 20 hasta 39 años, adultos jóvenes de 40 a 59 años de edad, y adultos mayores a aquellos en edades de 60 y más años. Ese criterio se ha definido, pues la perspectiva a partir de la cual se han determinado tiene que ver con su participación en la fuerza laboral del estado. Por tal razón, la pregunta censal sobre condición de actividad se aplica a aquéllos que tienen 12 años y más.

De esta manera, se rescata el carácter joven que presentan aquéllos que se encontraban en los Estados Unidos en enero de 1995: 66.23 contra 40.22% de aquellos que no presentan esta característica. Es decir, dos tercios de aquellos que han retornado presentan edades comprendidas entre 20 a 39 años.
Por el contrario, tanto en los adolescentes, adultos jóvenes y mayores, la población que no es migrante de retorno, presenta mayores participaciones porcentuales que aquéllos que lo son.

La condición de actividad es una característica que da cuenta de la presión que los individuos en edades laborales (de 12 años o más) ejercen sobre los mercados de trabajo a nivel local. De esta manera, el cuadro No. 3.13 muestra cómo se participa más en actividades productivas de parte de aquellos que han retornado de los Estados Unidos.

Al comparar cada uno de los grupos que se han definido, se observa que una proporción mayor de aquellos que han retornado trabajan, pues muestran casi un 7% más que aquellos que no estuvieron en los Estados Unidos en el período mencionado (48 contra 54.8%, respectivamente).
Más aún, del cuadro No. 3.14 se desprenden algunas consideraciones importantes:
En todas las categorías laborales hay una mayor participación de parte del grupo de interés, pero vale la pena rescatar el caso de la categoría trabajador por cuenta propia, en la cual prácticamente duplica la proporción de aquellos que incursionan de manera individual en las actividades económicas.

Por último, esta situación de un grupo de individuos que está definido por las características anteriormente analizadas, parece estarse reflejando en los niveles de ingreso que se han especificado en el cuadro No. 3.15.

En primer lugar se hace notar que existe una notoria reducción entre aquellos que no perciben ingreso: mientras que entre aquellos que no son migrantes de retorno esta proporción abarca casi el 58%, entre los migrantes de retorno, se reduce al 49%. En el sentido contrario parece comportarse la tendencia entre los otros niveles de ingreso total mensualizado por persona: la diferencia mayor se da en el segundo intervalo de ingreso, pues los migrantes de retorno presentan 14.1%, contra 10.7% de aquéllos que no lo son.
Esta situación permite establecer que en lo general, en referencia al ingreso, aquellos que han vuelto a sus hogares muestran un mayor nivel de ingreso que aquéllos que no presentan dicha característica.

Ahora bien. ¿Se puede definir a este grupo de individuos como capital humano a partir de las características que se han analizado anteriormente? De entrada, la respuesta parece ser afirmativa, pues aunque algunos autores han relacionado el concepto con mayores niveles socioeconómicos, y algunos otros a partir de niveles de escolaridad que se sitúan por encima del promedio nacional3 , puede reflejar también características que se escapan del marco teórico a partir del cual se definen los instrumentos censales: habilidades, experiencias, conocimientos, aspectos culturales, predisposición a aceptar responsabilidades y retos nuevos, etc; que puede haber diferenciado al migrante una vez que retorna, de aquel individuo que nunca ha participado del fenómeno migratorio hacia los Estados Unidos.

Modelo de Regresión Logística Binaria

Un modelo de regresión logística se utiliza para predecir la probabilidad estimada “P(Y)” de que la variable dependiente “Y” presente uno de los dos valores posibles (1 = sí ó 0 = no) en función de los diferentes valores que adopta el conjunto de variables independientes “Xi”.

Los objetivos del modelo de regresión logística al estudiar la relación entre la variable dependiente dicotómica “Y” y una o más variables independientes (Xi) son:

1.- Determinar la existencia o ausencia de relación entre una o más variables independientes (Xi) y la variable dependiente (Y).
2.- Medir la magnitud de dicha relación  y
3.- Estimar o predecir la probabilidad de que se produzca un suceso o acontecimiento definido como “Y = 1” en función de los valores que adoptan las variables independientes (Xi).
Si se supone que π = E(Y) define la proporción de nayaritas que han retornado de los Estados Unidos (Y = 1). El valor π representa  la probabilidad estimada de que un habitante de Nayarit seleccionado al azar presente la característica “Y = 1” definida como P (Y = 1).

Si se define el modelo lineal

π = P = α + ß1Xi1 + ß2Xi2 +  … + ßmXim

Sabiendo que si el modelo estuviera definido por una sola variable independiente, para restringir los valores predichos a su rango de 0 a 1 se debe utilizar:
π = P = e α + ß1Xi1/1 + e α + ß1Xi1

La función anterior se denomina función logística y se puede expresar de la siguiente manera:

P/1-P = e α + ß1Xi1/1 + e α + ß1Xi1 /1- e α + ß1Xi1/1 + e α + ß1Xi1 = e α + ß1Xi1

Si se transforma la ecuación anterior a su forma logarítmica, se obtiene:

ln (P/1-P) = α + ß1Xi1 * ln e 

entonces
 ln (P/1-P) = α + ß1Xi1

Dado el modelo planteado, la relación entre la probabilidad de ser migrante de retorno de los Estados Unidos  y la variable independiente, no es lineal, sino curvilínea en forma de S doble curvada, por lo que los valores estimados de P (Y = 1) quedan limitados al rango de valores comprendido entre 0 y 1: (0≤P≤1).

La razón de productos cruzados  de  que un hombre sea migrante de retorno es de 146/158 = 0.92, mientras que para la mujer es de 80/228 = 0.35, por lo que la razón entre ambos es:

(146/158)/(80/228) = (146 *228)/(80*158) = 2.6

Esto nos permite establecer que en Nayarit la razón estimada de que un hombre sea migrante de retorno  es 2.6 la razón estimada de que una mujer lo sea. En otras palabras, en Nayarit los hombres pueden ser migrantes de retorno de los Estados Unidos 2.6 veces más de lo que las mujeres pueden ser. Lo anterior se puede reducir a la estimación de la propensión a presentar la característica definida como Y = 1, según la variación provocada por cada una de las categorías en las que se dividen las variables independientes Xi1, Xi2, Xi3…Xim .

Con las características  analizadas anteriormente se construye un modelo de regresión logística, para medir la propensión a ser migrante de retorno de los Estados Unidos en el estado de Nayarit, habiendo obtenido los siguientes resultados para cada variable, el grupo con el cual se realiza la comparación es el primero: hombres, rural, adolescentes, unido, sin instrucción, jefe del hogar, empleado u obrero, de 1 a 1999 pesos mensuales.

A partir de la información de la muestra del 10% del XII  Censo General de Población y Vivienda del año 2000, se ha tomado la variable de estado o país de residencia hace 5 años, habiendo nacido en México,  para distinguir a los migrantes de retorno procedentes de Estados Unidos, de la población que no presenta esta característica.

La base de datos permite distinguir a los migrantes de retorno, a los cuales se les asigna el valor 1, mientras que a la población que no presenta la característica de interés, se les distingue con el valor 0, así se generan los dos grupos a comparar.

Según el marco teórico que se ha revisado, existen ciertas evidencias que indican que pudiera existir diferencia en algunas características sociodemográficas de los migrantes de retorno  a los estados que conforman la Zona de Migración Tradicional de México, con respecto a las que presentan aquellos que no pertenecen a esta categoría, por lo que se procede  a hacer un análisis visual de las variables que referentes al sexo, origen urbano/rural, la edad, el nivel escolar, el estado conyugal, el parentesco con el jefe del hogar, la categoría laboral y el nivel de ingreso.
Al comparar los dos grupos de la población para  cada una de las variables elegidas,  se nota la diferencia que estos presentan para cada una de las variables. Según la teoría, una distribución similar en ambos, en una variable cualquiera, indicaría que la variable se comporta exactamente igual para ambos grupos en comparación, por lo que tal variable no estaría influyendo de manera relevante en el hecho de que una persona perteneciera a uno o a otro grupo de la población. Por ejemplo, en el caso del sexo de la población que no es migrante de retorno, se aprecia que la proporción de  las mujeres superan claramente a la proporción de los hombres. Si lo mismo sucediera en el grupo de aquellos que han retornado, entonces carecería de valor introducir en el análisis logístico la variable sexo, pues  la composición por sexo de ambos grupos es aproximadamente  la misma, por lo cual carece de interés introducir esta variable en el análisis. Como aquí sucede lo contrario, entonces consideramos relevante introducir esta variable en el análisis de regresión. Lo mismo sucede con el resto de las variables propuestas.

Para construir un modelo de regresión logística, se introduce como variable dependiente la de ser migrante de retorno de los Estados Unidos, la cual se había distinguido asignándole el valor uno, por ser ésta la característica que nos interesa analizar, y al resto de la población se le asignó el valor cero. Esta asignación de valores de manera binaria nos permite distinguir a los individuos que presentan la característica de aquellos que no la presentan, para introducir las variables independientes.

En cada uno de los casos mencionados, el grupo  testigo es el primero, que es el que sirve  para establecer la comparación en términos de la propensión a ser migrante de retorno de los Estados Unidos, para cada una de las categorías en las que se han dividido las variables independientes que han sido consideradas en la regresión.
Al analizar los resultados obtenidos en el cuadro No. 3.16, se encuentra una menor propensión a ser migrante de retorno en el caso de las mujeres, pues el grupo testigo es el de los hombres. Se puede establecer que entre las mujeres del estado de Nayarit se tiene una propensión de .74 veces la que muestran los hombres, de ser migrante de retorno de los Estados Unidos.

La segunda variable, la de origen rural/urbano tiene un comportamiento casi similar al de la anterior variable, pues siendo el grupo testigo el rural, el urbano presenta sólo una propensión de .56.
Para el caso de la edad, siendo el grupo con el cual se está comparando el de los adolescentes se tiene que entre los individuos jóvenes se tiene una propensión 7.21 veces mayor a ser migrante de retorno, que el grupo testigo. Lo mismo sucede para el caso de los adultos jóvenes, aunque se ha reducido a 2.19 veces la propensión mostrada por el grupo testigo. Por el contrario sucede con el grupo de los adultos mayores, pues este muestra sólo una propensión de .64 la presentada por los adolescentes.

Al analizar la variable que se refiere al estado conyugal, y al ser el grupo de los individuos unidos el que sirve para contrastar, entre los individuos no unidos existe una propensión de 1.48 veces la presentada por los individuos unidos, de que se trate de un individuo que haya retornado de los Estados Unidos, y que haya estado en ese país en enero de 1995.

El nivel educativo es otro de los aspectos que juegan un papel principal en la decisión de migrar o retornar a las comunidades de origen. Debido a que se tiene como grupo de control a aquellos que carecen de educación formal, los resultados indican que en lo general, a una mayor educación corresponde una mayor propensión a ser un migrante de retorno: 6.78, 6.61 y 1.67 veces la propensión mostrada por los que carecen de educación formal, para el caso de los individuos que presentan un nivel educativo básico, bachillerato/técnico y profesional/posgrado, respectivamente.

Quizá la naturaleza de los mercados laborales juegue un papel importante en ese sentido, pues es más difícil integrarse a ellos en la medida que se tienen menor nivel educativo y habilidades específicas que le permitan al migrante sobrevivir en sus comunidades de origen, y, por el contrario, personas con un bajo nivel educativo tiendan a permanecer en los Estados Unidos por más tiempo.

Al analizar la categoría de parentesco con el jefe del hogar, donde el grupo testigo es el de los jefes de hogar,  sucede lo contrario de lo que se observó en la variable anterior, pues en las tres categorías se tienen fracciones de la propensión a que se trate de un migrante de retorno si se es jefe del hogar que si se es esposo(a), hijo(a) u otro tipo de parentesco: .44, .57 y .61, respectivamente. Lo anterior bien se puede deber al hecho de que migran más jefes del hogar, y de estos, vuelven más que en el caso de los hijos, pues generalmente estos últimos parecen presentar mayores tiempos de estancia y establecimiento del otro lado de la frontera norte de México.

En lo que respecta a la categoría laboral, se observa que es muy similar la propensión a que se trate de un migrante de retorno en el caso de ser trabajador asalariado o jornalero, pues prácticamente es igual a 1, no así cuando se trata de patrones, trabajadores por cuenta propia y trabajadores sin pago, entre los cuales las propensiones muestran valores por encima de 1: 1.78, 1.14 y 1.26, respectivamente.

Por último se analizan los distintos niveles de ingreso personal mensualizado. En esta variable sucede lo mismo que en la variable anterior: prácticamente iguales los dos primeros, pero una propensión creciente a ser migrante de retorno en tanto los niveles de ingreso van aumentando: 1.1 y 1.66 para el caso de los dos últimos niveles, con respecto al grupo testigo, que es el que recibe de 1 a 1999 pesos mensuales.

Finalmente, se puede rescatar el papel que la situación económica en el estado de Nayarit pudiera estar jugando en la posibilidad de que los individuos retornen y se reinserten en el mercado laboral local, a partir de las posibilidades de sobrevivencia que estos pudieran llegar a tener en sus lugares de origen.
Por otro lado, debido a la falta de información estadística específica para dar respuesta a las hipótesis planteadas en la presente investigación, se encontró la necesidad de realizar una encuesta la cual fue levantada durante los meses de marzo y abril de 2008. Ante esta situación, la primera cuestión a resolver fue calcular el tamaño de muestra que permitiera un grado aceptable de representatividad de la información captada, el diseño de un cuestionario que mostrara las preguntas acordes a las hipótesis planteadas, y la aplicación de los mismos en la población objetivo del presente estudio.

1 La Región Tradicional de Migración (RTM) en México se encuentra localizada en el Centro-Occidente del país, y la componen Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Michoacán, San Luís Potosí y Zacatecas (Corona, 2000).

2 Metodológicamente se debe tener presente que un individuo pudo haber vivido o trabajado en los Estados Unidos en cualquier momento de su vida, antes de enero de 1995, y no captarse con  esta pregunta, así como tampoco se captan migraciones, sólo stock de migrantes de retorno.

3 De hecho, recordemos la preocupación de Bustamante (1989) en el sentido de …el aumento en  la salida de individuos de cada vez más alto nivel socioeconómico, a partir del aumento en el costo del cruce fronterizo…; por su parte, Lewer y Sáenz (2005) definen una aproximación al capital humano como …la fracción de la población del país i con 25 años de edad o más y con educación secundaria… Meza Ramos, Eduardo, en su Tesis de Doctorado Estructura Económica y Migración Interna en Nayarit: Un Análisis Microeconométrico, considera al capital humano relativo como una comparación entre los municipios de origen y destino del cociente: Indicador simple de PEA/Pob. con educación posprimaria.