UNA COMPARACIÓN DEL USO DE REMESAS: URBANO VS. RURAL, NAYARIT 200-2004

UNA COMPARACIÓN DEL USO DE REMESAS: URBANO VS. RURAL, NAYARIT 200-2004

María de Lourdes Montes Torres (CV)
Gabriel Estrella Valenzuela (CV)
Eduardo Meza Ramos (CV)

Universidad Autónoma de Nayarit

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Distribución del tipo de gasto en los hogares receptores de remesas.

La estructura del tipo de gasto es importante desde el punto de vista de la distribución del ingreso de los hogares, es decir resulta interesante porque nos refleja de manera aproximada lo que se destina a cada rubro y si hacemos hincapié en lo que respecta a erogaciones financieras, podemos ver entonces lo que destinan también a ahorro y a  inversión productiva.

De esta manera si observamos el cuadro no. 5.21 se destaca por un lado lo que ya es bien conocido por las distintas investigaciones que a través de los años se han realizado,  en lo que respecta al patrón de consumo de los hogares receptores de remesas, un alto porcentaje para consumo básico tanto en el medio rural como en el urbano, así como para los dos años de interés. El gasto en educación y salud disminuye de 2000 a 2004 en el medio urbano y rural.  Y algo que hay que destacar es que en lo que se refiere a obras comunitarias en el medio urbano la situación no cambia de 2000 a 2004 sin embargo en el medio rural si hay un incremento en el porcentaje pues de 1.2% pasa a 1.6%.
 De acuerdo con las características de los hogares que se describieron anteriormente, se observa como contribuyen en el tipo de  gasto que realizan; se tiene primeramente con respecto al tamaño del hogar que para el año 2000 en el medio urbano los hogares más pequeños gastan menos en consumo básico, gastan un poco más en educación y salud, contrario a los hogares de mayor tamaño,  pues estos gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en consumo, menos en educación y salud y más en obras comunitarias. En el medio rural el gasto en consumo básico es mayor que en el medio urbano en los hogares de menor tamaño y gastan un mayor porcentaje en obras comunitarias, es necesario señalar que el porcentaje destinado a este rubro es pequeño.

Para el año 2004, los hogares más pequeños en el nivel urbano tienen un consumo básico mayor que en el 2000, gastan menos en obras comunitarias y algo que destaca es que el porcentaje en obras comunitarias para el medio rural aumenta (ver anexos cuadro 9 y 10).

Respecto al tipo de gasto por  nivel de escolaridad tenemos que para el año 2000 quienes más gastan en obras comunitarias son los que tienen primaria tanto en el medio urbano como rural. Para el año 2004 se tiene que los mayores porcentajes para cada rubro lo tienen aquellos hogares donde el jefe de hogar tiene primaria. Es importante destacar que en el nivel urbano el porcentaje que gastan los hogares que tienen jefe de hogar con nivel de bachillerato y secundaria tiene un incremento. En el medio rural quienes más gastan en el rubro de obras comunitarias son aquellos que tienen nivel de secundaria (ver  en anexos cuadros 11 y 12).

Relacionado con la clase de hogar y como distribuyen su gasto tenemos que para 2000, de acuerdo con el cuadro no. 13 de anexos, en el medio urbano el porcentaje en cuanto a gasto en consumo básico es mucho menor en los hogares unipersonales con respecto a las demás clases de hogar. El mayor gasto en obras comunitarias lo realizan los hogares ampliados. En el medio rural el consumo básico tiene porcentajes muy altos en todas las clases de hogar pero sobresalen los hogares ampliados con un 96.5%. Los hogares unipersonales y ampliados no gastan en obras comunitarias, quienes si lo hacen son los hogares nucleares con 1.4%  el mismo porcentaje que en el nivel urbano.

En 2004 según cuadro anexo no. 14,  todas las clases de hogar parecen tener la misma distribución en el gasto, sin embargo; destacan los hogares corresidentes ya que esta clase de hogar gasta más en salud y educación, mientras que los unipersonales tienen un mayor gasto en obras comunitarias con respecto a lo que gastan los otros hogares en este rubro. En el medio rural no se tiene hogares unipersonales tienen los hogares nucleares y ampliados una distribución parecida solo que los nucleares gastan más en obras comunitarias con respecto a los hogares ampliados.

De acuerdo con el estado civil del jefe de hogar la distribución del gasto es distinta para el año 2000 en el medio urbano sobre todo en lo que respecta a la educación y salud son los no unidos los que realizan un mayor gasto en estos rubros, por su parte quienes tienen un porcentaje mayor de gasto en lo que se refiere a obras comunitarias son los unidos. En el medio rural quienes gastan un mayor porcentaje en educación son los unidos, también son ellos quienes tienen un mayor porcentaje de gasto en obras comunitarias.  Para el año 2004 el porcentaje de gasto en obras comunitarias es mayor en el nivel rural tanto en unidos como en no unidos.

 De igual manera los porcentajes de gasto en educación y salud con respecto a 2000 son mucho menor y sobresale el incremento de otros gastos hasta casi un 9% por parte de los unidos en el medio rural.

En el cuadro 17 de anexos tenemos la distribución porcentual por  tipo de gasto, de acuerdo con el ciclo de vida de los hogares con remesas y lo que encontramos es que para el año 2000 en lo que se refiere a consumo básico son los hogares de ciclo de vida joven quienes tienen un mayor porcentaje, los de ciclo avanzado tienen un menor porcentaje de gasto en consumo básico pero un mayor porcentaje en salud lo que se puede deber a que se tiene un mayor número de personas enfermas que requieren atención médica. También son los que los hogares que presentan un ciclo de vida avanzado son los que gastan más en obras comunitarias. Para el medio rural no hay diferencias en cuanto al gasto en consumo básico ni en lo que respecta a salud, lo único donde difieren es en el gasto en obras comunitarias con 1.5% para el ciclo de vida avanzado y 0.5% para el ciclo de vida joven.

Para 2004, la distribución en el nivel urbano y rural es muy parecida, sobresalen en las dos regiones el incremento del porcentaje de otros gastos. Otra cosa que es necesario señalar es que tanto el ciclo de vida joven como avanzado tienen el mismo porcentaje 1.7 de gasto en obra comunitaria.

La distribución del gasto según el sexo del jefe de hogar lo podemos ver en el cuadro 19 y 20 de anexos y tenemos que en el año 2000 para el medio urbano quienes tienen un mayor porcentaje de gasto en salud y educación son los hombres contrario a lo que sucede en el medio rural pues aquí son las mujeres quienes gastan más en salud y educación.  Otra cuestión que cabe señalar es el porcentaje que gastan los hogares en cuanto a obras comunitarias pues son las mujeres quienes gastas más en este rubro con respecto a los hombres tanto en el medio urbano como rural. 

Si comparamos lo que sucede en 2000 con 2004, tenemos que llamar la atención la disminución en el porcentaje de gasto en salud que hacen los hombres pues en el año 2000 gastaban un 12.3%  en este rubro y para el 2004 tan solo gastan el 2.7%. Otra cuestión es que en 2004 son los hombres quienes gastan más, con respecto a las mujeres, en obras comunitarias tanto en el medio urbano como en el  rural.