1.5 Seres integrales

            Nos movemos en un mundo que no se detiene por nada.   El tiempo avanza,  y con él los cambios que cada día emergen y se muestran como urgencias que deben ser resueltas a corto plazo.  Esto sucede en el diario vivir de las personas, las familias, las sociedades y en el que hacer de las pequeñas y grandes corporaciones,  dando lugar a una inter-relación que podría  presentarse un tanto frívola. Sin embargo,   no podemos olvidar bajo ningún punto de vista lo que somos y con quien compartimos la vida: con seres humanos.
            Debido a este movimiento,  existe la posibilidad de poder perder de vista este principio,  olvidando que estamos tratando con personas y que dentro de cada avatar viaja un alma dotada de un sistema tan complejo que, por el solo hecho de existir la inter-relación, estamos obligados a comprender.
            Los seres humanos somos seres integrales,  dotados de tres partes fundamentales: cuerpo, alma y espíritu.

1.5.1  Cuerpo

Se refiere a toda nuestra área física,  a lo que es tangible,  y es el medio por el cual podemos manifestarnos al mundo natural, es el vehículo que utilizamos para movilizarnos y desarrollarnos durante el espacio de tiempo que dure nuestra existencia material,  y es el medio que nos permite relacionarnos con las otras personas y nuestro entorno,  así como expresarnos y desarrollarnos en la vida como entes pensantes e inteligentes.  El cuerpo es la sustancia material,  es el avatar con el cual manifestamos lo que somos.

Es importante comprender que el cuerpo no es pertenencia nuestra,  es tan solo un instrumento necesario para ser, para cumplir propósitos de vida  y expresarnos en este planeta.  Al cabo del tiempo: sea por el desgaste natural, mal uso, malos hábitos, malos cuidados, muerte natural o muerte inducida,  el cuerpo regresará a su origen, la tierra: “…pues polvo eres,  y al polvo serás tornado…”  1           

1.5.2  Alma

Es el área intangible, psicológica.  Es el lugar donde es depositado  el intelecto, la consciencia de sí mismo, donde están  los recuerdos, el carácter, la personalidad.  El alma es la entidad invisible que nos caracteriza y hace ser quien somos y la forma en que nos manifestamos hacia afuera.  El alma puede y debe ser desarrollada en el ser humano pues adicional a la cualidad de crecer,  es expandible y se manifiesta al mundo exterior por medio del cuerpo.

En la mayoría de culturas alrededor del mundo,  se cree que  el alma equivale a la vida del ser humano y “viaja” en la sangre: “…porque el alma de toda carne,  su vida,  está en su sangre…”2 Por tal razón  la vida de todo ser viviente,  especialmente del hombre,   es muy apreciada.  El respeto a la vida en todas sus manifestaciones dentro de la creación,  es uno de los valores mas importantes del ser humano.

            Existe un dicho popular que dice que no debemos fijarnos en las apariencias, y no hay nada màs cierto que esto.   Detrás de cada avatar que veamos,  de cada cuerpo,  por muy hermoso o desagradable que sea,  tenemos que tener presente que siempre habrá algo que es lo que realmente importa,   y es el alma de ese ser humano.

1.5.3  Espíritu

El espíritu es el aliento de Elohim en nuestra vida3.   Este elemento es el que nos separa del reino animal,  y nos hace ser “seres humanos” o “personas”.   Es la chispa que enciende la vida y nos da razón y sentido para vivir y desarrollarnos,  dándonos convicción de lo que somos y lo que podemos alcanzar.

El espíritu se hace uno con el alma,  en el sentido que la vitaliza y le da la fuerza necesaria para ser,  y es el nexo que mantiene la conexión con el Creador,  razón por la cual también necesita ser alimentado con conocimiento.

El ser humano siempre va a tener la tendencia de ver hacia arriba,  buscando su origen.   Sea cual sea la religión o creencia que profese,  aún llamándose ateo, en algún momento de la vida,  levantará sus ojos reconociendo que hay alguien Superior a él mismo.   Esto se debe al espíritu que habita en él.

            Presentamos los conceptos anteriores de forma bastante resumida,  con la única intención de que podamos cambiar nuestra perspectiva en el proceso de inter-relación como seres humanos,  viéndonos como lo que somos y dándonos el valor que cada uno merecemos como seres humanos:  todos participantes de un mismo origen,  fabricados de la misma sustancia y  dotados con la misma esencia.

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